Revista KOACH Digital Edic 25

REVISTA DE SALUD
20 PROMOVIENDO BIENESTAR PARA SU VIDA
La expresión por
medio del cuerpo:
Trastornos
Alimentarios
Los trastornos de la conducta alimentaria
se han convertido en un importante
foco de interés para la investigación básica
y clínica. Existe una evidente necesidad de
informar en qué consisten estos trastornos
ya que se han desarrollado concepciones
erróneas que suelen malinterpretar o juzgar
a las personas que los padecen. La obesidad,
por ejemplo, es reconocida como uno
de los trastornos de mayor prevalencia en
la población norte americana, recientes estudios
reconocen el aumento de la presencia
de anorexia nerviosa y bulimia nerviosa
en sociedades occidentales.
Para poder comprender el surgimiento
de estos trastornos alimentarios en un
individuo se debe llevar a cabo una recopilación
de factores neurobiológicos, psicológicos
y sociales. Existen varios predisponentes
que pueden llevar a una persona a la
necesidad de comer excesivamente, comer
objetos o sustancias no nutritivas, rechazo
a comer, evidente disminución de peso,
regurgitación repetida de alimentos, o incluso
comer y luego vomitar. Por ende, es
importante el trabajo interdisciplinario de
profesionales en la salud, teniendo en cuenta
que un psicólogo y psiquiatra deben ser
esenciales para este tipo de casos.
En el Manual Diagnóstico y Estadístico
de los Trastornos Mentales DSM-5, se
reconocen los siguientes trastornos: Pica,
Trastorno de rumiación, Trastorno de evitación/restricción
de la ingesta de alimentos,
Anorexia nerviosa, Bulimia nerviosa y Trastorno
de atracones.
Tomando en cuenta que a pesar que estos
trastornos están bajo una misma sección
en el manual no significa que el tratamiento
es el mismo para todos, a cada uno de mis
pacientes le recuerdo sobre la singularidad
de que cada trastorno es diferente, incluso
si dos personas cumplen con los mismos
criterios esto no implica que su percepción,
pensamientos, emociones, y conductas sean
iguales.
Es importante comentar que la gratificación
que acompaña a cada uno de estos
trastornos es solo momentánea, pues posteriormente
a realizar la conducta la persona
se hunde en un mundo de culpa y autocastigo
en donde surgen pensamientos intrusivos
que, en lugar de fortalecer y motivar,
destruyen y debilitan, por ejemplo: “no soy
lo suficientemente bueno”, “no merezco ser
amado”, “soy una decepción”, “todo es mi
culpa”.
Los invito a que se informen con profesionales
de la salud sobre estos trastornos
ya que son complejos, además tengan en
cuenta que, si conocen a un familiar o ami-
go que esté pasando por algo parecido, este
no necesita escuchar su preocupación por
su estado o su desacuerdo por sus conductas
en lugar de eso necesita cariño y motivación
para buscar ayuda profesional.
Licda. Carolina Méndez
Psicología Clínica
TELÉFONO
7763-1242