Expocultur #82
Revista Expocultur - Viajes & Cultura. Número 82
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Florencia y Nápoles. En definitiva, el Camino Español supuso,<br />
en buena media, un flujo contaste de objeto e ideas que<br />
nutrieron a la Europa de la época.<br />
A pesar de que existen numerosas ramificaciones del<br />
Camino Español original, en esta ocasión nos ocuparemos de<br />
las últimas etapas, que nos llevan desde Luxemburgo a<br />
Bruselas, realizando distintas paradas en lugares emblemáticos;<br />
en puntos del camino en los que aún se pueden vislumbrar las<br />
huellas de aquellos viejos Tercios que recorrían Europa.<br />
Luxemburgo. La gran desconocida<br />
Se puede decir que la parte más septentrional del Camino<br />
Español comienza en la capital del Gran Ducado de<br />
Luxemburgo, una ciudad que nació en torno al pequeño fuerte<br />
de Lucilinburhuc, de origen romano; un nombre que pasó a<br />
la ciudad que se desarrolló sobre el asentamiento original y<br />
que, posteriormente, terminó por dar nombre al país.<br />
Aquel pequeño fuerte en el corazón de Europa fue adquirido<br />
por Seigfried, conde de las Ardenas. Según la leyenda, el<br />
conde Seigfried estaba casado con una sirena llamada<br />
Melusina, que desapareció entre las olas del río Alzette. Esta<br />
historia pasó a formar parte del folklore europeo, pero más allá<br />
del mito, Seigfried sí que estuvo presente durante el nacimiento<br />
de la casa de Luxemburgo, un linaje que cobraría gran relevancia<br />
durante el siglo XIV y la primera mitad del siguiente.<br />
Desde un principio, estos territorios pertenecientes a<br />
Siegfried tuvieron claramente un interés estratégico. Además de<br />
estar convenientemente ubicada, o más bien precisamente por<br />
ello, la ciudad de Luxemburgo fue una ciudad amurallada durante<br />
alrededor de mil años. Ya en el siglo XIV, los emperadores germánicos<br />
la convirtieron en ducado y en 1441 fue incorporada<br />
al Estado borgoñón. Cien años más tarde, fue recibido en herencia<br />
por el emperador Carlos V. El Ducado permaneció en manos<br />
de la corona española hasta 1714 y no son pocos los vestigios<br />
de la época que nos podemos encontrar en sus plazas y calles,<br />
desde el Palacio Grand Ducal hasta la Catedral de la Virgen María<br />
de Luxemburgo, pasando por numerosos edificios que lucen la<br />
heráldica de la monarquía hispana.<br />
Namur: Catedral de Saint-Aubain (San Alabano). Foto: WBT - JP Remy<br />
Otro dato a destacar son los barrios antiguos, así como la<br />
singular fortaleza con sus más de veinte kilómetros de galerías<br />
subterráneas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la<br />
UNESCO. Estos misteriosos pasadizos subterráneos, uno de<br />
los principales atractivos de la ciudad, fueron excavados por<br />
los españoles en el siglo XVII.<br />
Volviendo al Camino Español, a Luxemburgo llegaban los<br />
Tercios de Flandes después de 40 jornadas de expedición. El<br />
alto en el duro viaje suponía llegar prácticamente a “casa” una<br />
vez superados los vericuetos más tortuosos del recorrido y,<br />
sobre todo, al cobrar el segundo sueldo de su viaje después<br />
de haber recibido el primero en Milán.<br />
Arlon. La más antigua.<br />
Arlon comparte con Tournai y Tongeren el estatuto de ciudad<br />
más antigua de Bélgica. La villa, que nació en el cruce de<br />
las vías de comunicación entre Reims, Tréveris y Colonia, cuenta<br />
con numerosos vestigios de la época romana. En su centro<br />
histórico destacan las calles estrechas con edificios que nos<br />
transportan a otras épocas; el museo arqueológico, que alberga<br />
la colección de esculturas galo-romanas más importante de<br />
Bélgica, así como una gran representación de arte funerario<br />
merovingio. Es justamente a finales del periodo merovingio<br />
cuando se erigió la primera iglesia de la localidad, Saint-Martin<br />
d'Arlon, justo al lado de las antiguas termas romanas.<br />
En plena Edad Media, la villa se transformó en plaza fuerte<br />
siendo considerada una posición importante. Es interesante y<br />
llama la atención comprobar que, después de cuatro siglos, aún<br />
conserva una calle “Le chemin des espagnols” que nos indica la<br />
importancia que para los Tercios de Flandes tuvo esta ciudad<br />
dominada en una colina por la Iglesia de Saint-Donat, enclavada<br />
justo en el lugar donde se encontraba una fortaleza española.<br />
Namur. Corazón de Valonia<br />
Namur, capital de la región belga de Valonia, se ubica en la<br />
confluencia de los ríos Meuse y Sambre. Y justo en su centro<br />
se sitúa la Ciudadela, una fortaleza medieval de vital importancia<br />
en diferentes épocas y, por lo tanto, dominada por diferentes<br />
países a lo largo de su historia. Como no podía ser de<br />
Nivelles: Colegiata de Santa Gertrudis. Foto: OT de Nivelles