27.01.2020 Views

Libro de texto Literatura- Etapa 2

Libro de texto Literatura- Etapa 2

Libro de texto Literatura- Etapa 2

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Encontré al viejo Salamano en el umbral de mi puerta. Le hice entrar y me enteró de que el perro

estaba perdido, puesto que no se hallaba en la perrera. Los empleados le habían dicho que quizá lo

hubieran aplastado. Había preguntado si no era posible que en las comisarías lo supiesen. Se le había

respondido que no se llevaba cuenta de tales cosas porque ocurrían todos los días. Le dije al viejo Salamano

que podría tener otro perro, pero me hizo notar con razón que estaba acostumbrado a éste.

Yo estaba acurrucado en mi cama y Salamano se había sentado en una silla delante de la mesa. Estaba

enfrente de mí y apoyaba las dos manos en las rodillas. Tenía puesto el viejo sombrero. Mascullaba

frases incompletas bajo el bigote amarillento. Me fastidiaba un poco, pero no tenía nada que hacer y

no sentía sueño. Por decir algo le interrogué sobre el perro. Me dijo que lo tenía desde la muerte de

su mujer. Se había casado bastante tarde. En su juventud tuvo intención de dedicarse al teatro; en el

regimiento representaba en las zarzuelas militares. Pero había entrado finalmente en los ferrocarriles

y no lo lamentaba porque ahora tenía un pequeño retiro. No había sido feliz con su mujer, pero, en

conjunto, se había acostumbrado a ella. Cuando murió se había sentido muy solo. Entonces había pedido

un perro a un camarada del taller y había recibido aquél, apenas recién nacido. Había tenido que

alimentarlo con mamadera. Pero como un perro vive menos que un hombre habían concluido por ser

viejos al mismo tiempo.

“Tenía mal carácter”, me dijo Salamano. “De vez en cuando nos tomábamos del pico. Pero a pesar

de todo era un buen perro”. Dije que era de buena raza y Salamano se mostró satisfecho. “Y eso”, agregó,

“que usted no lo conoció antes de la enfermedad. El pelo era lo mejor que tenía”. Todas las tardes

y todas las mañanas, desde que el perro tuvo aquella enfermedad de la piel, Salamano le ponía una

pomada. Pero según él su verdadera enfermedad era la vejez, y la vejez no se cura.

Respondí, aún no sé por qué, que hasta ese instante

ignoraba que se me juzgase mal a este respecto, pero

que el asilo me había parecido una cosa natural desde

que no tenía bastante dinero para cuidar a mamá. “Por

otra parte”, agregué, “hacía mucho tiempo que no tenía

nada que decirme y que se aburría sola”. “Sí”, me dijo, “y

en el asilo por lo menos se hacen compañeros”. Luego

se disculpó. Quería dormir. Su vida había cambiado ahora

y no sabía exactamente qué iba a hacer. Por primera

vez desde que lo conocía, me tendió la mano con gesto

furtivo y sentí las escamas de su piel. Sonrió levemente

y antes de partir me dijo: “Espero que los perros no ladrarán

esta noche. Siempre me parece que es el mío”.

Albert Camus, El extranjero, <https://bit.ly/2MLQznk>, consulta: septiembre de 2019.

2. Contesta las preguntas:

• ¿En qué época se desarrolla la historia?

• ¿Qué opinas de la actitud del protagonista ante las situaciones que se le presentan?

• ¿Qué actitud le reprocha su comunidad al protagonista? ¿Por qué? ¿Hay algún valor que

el protagonista no atiende?

• ¿Cómo calificarías que es la vida de Salamano?

• ¿Cómo consideras que es el ambiente de la novela?

• ¿Crees que la novela refleje la vida en la Francia urbana de mediados del siglo XX?

74

Etapa 2. Género narrativo

Literatura Etapa2.indd 74

06/12/19 5:02 p.m.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!