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Rasca Cielos 20200202

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TRUEQUE<br />

Mar Buendía<br />

Busco camisa blanca talla S<br />

Desde El q’epi del trueque, un grupo de Facebook para intercambiar mercancías,<br />

hasta el Trueque teatral, donde se transan saberes y lenguajes.<br />

Capaz sea posible vivir sin dinero.<br />

No soy de hacer ejercicio, pero sí de<br />

leer mucho. Por eso cuando vi que<br />

alguien buscaba una máquina de<br />

abdominales a cambio de un Kindle, no fue<br />

difícil hacer el intercambio. Así entré en el<br />

mundo del trueque.<br />

Soy parte del mal, compro muchas cosas<br />

que no necesito en el momento o cosas que<br />

solo usaré una vez por el simple hecho de que<br />

puedo. Es así, el consumismo es uno de los<br />

grandes males del siglo XXI. El trueque se<br />

comporta entonces como una alternativa que<br />

fomenta y promueve espacios de intercambio<br />

de bienes, para alargar su vida útil, y servicios,<br />

para ampliar las redes de conocimiento.<br />

Hay comunidades enteras que han abandonado<br />

las transacciones financieras para<br />

vivir del trueque. Es el caso del valle del<br />

Cauca en Colombia, que le hace frente a la<br />

globalización de su país. Mientras tanto, en<br />

España, a 50 kilómetros de Madrid, un grupo<br />

de 60 personas decidieron unirse en una<br />

comunidad denominada Valdepiélagos para<br />

vivir de manera ecológica y libre de dinero<br />

frente a la crisis del país. Bolivia está lejos de<br />

esa realidad, pero no deja de tener espacios<br />

que promueven esta práctica.<br />

Aunque suene utópico, los trueques cada<br />

vez cobran más fuerza en nuestro país. A un<br />

click de distancia se encuentra El q’epi del<br />

trueque, un grupo de Facebook con más de 12<br />

mil miembros, sólo en su versión paceña, que<br />

promueve el trueque de productos que<br />

anulan por completo las transacciones financieras.<br />

Anuncios tales como “busco camisa<br />

blanca talla S", "ofrezco productos de limp<br />

i ez a ”aparecen por decenas día a día en la<br />

página. La gente, cada vez más, comprende la<br />

necesidad de desprenderse de cosas materiales<br />

que no utilizamos a menudo para obtener<br />

otras cosas cuya necesidad es inmediata. En<br />

el q’epi se encuentran artículos de limpieza,<br />

comida, ropa, artefactos, semillas, etc., que<br />

son ofrecidos por otros cuyo precio puede o<br />

no ser similar: los objetos se tasan por su<br />

valor de uso, no por su valor monetario. Los<br />

requisitos son simples: los productos deben<br />

estar en buen estado, limpios y listos para<br />

tener una segunda vida útil.<br />

En esta línea también está una corriente<br />

en Cochabamba que busca una vida más<br />

natural con productos cultivados en casa. Es<br />

así que crearon el grupo de trueque de semillas<br />

y plantas, cuyos 8 mil miembros comparten<br />

no solo la materia prima para montar<br />

huertos urbanos, sino también datos y consejos<br />

sobre la producción de hortalizas, especias<br />

y plantas decorativas.<br />

Ahi vemos que los bienes no son lo único<br />

que se puede exponer al trueque. Recientemente,<br />

un grupo de actores decidió compartir<br />

sus conocimientos y aprender de los demás<br />

en sesiones de entrenamiento. Los seis<br />

actores, Alejandra Quiroz, Cintia Cortez, Darío<br />

Torres, Mariela Salaverry, Néstor Vargas y<br />

Samadi Valcarcel compartieron seis días de<br />

entrenamiento teatral libre y gratuito que<br />

d e n o m i n a ro n Trueque teatral. Un espacio<br />

basado en la generosidad y desprendimiento<br />

de los conocimientos para intercambiar<br />

saberes, lenguajes y otros.<br />

Y es que el trueque no nos es tan ajeno.<br />

De los veinte siglos que contamos en el calendario<br />

cristiano, pasamos los siete primeros<br />

intercambiando todo lo necesario para vivir y,<br />

aunque ahora suene lejano, cada vez más<br />

sentimos la necesidad de regresar a esos orígenes.<br />

No solamente se trata de conocer<br />

nuestro impacto en el mundo, sino también<br />

de reconocer que quitándole valor al dinero,<br />

le devolvemos el valor al objeto por su<br />

función. Es así que una camisa blanca puede<br />

ser tan valiosa como un limpiavidrios si<br />

ambos son necesarios en el momento.<br />

Aunque por ahora la idea de vivir en base<br />

a trueque suene lejana, y aunque haya gente<br />

que no logra desprenderse del valor monetario,<br />

se hace imprescindible crear los espacios<br />

que nos permitan retomar esta práctica para<br />

acercarnos a una vida más consciente. Quizá<br />

sea hora de abrir el ropero, la alacena y el<br />

mueble con los platos de porcelana que<br />

nunca usamos y cambiarlos por algo que sí<br />

precisamos ahora.<br />

FOTO PIXABAY<br />

DOMINGO 2 DE FEBRERO 05|20<br />

www. p a g i n a s i e te. b o<br />

7

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