01.04.2020 Views

HOUND: Primavera Verano 2020

HOUND es una revista digital fundada en San Juan, Puerto Rico en el 2014. Somos la única organizacion periodística en español que activamente busca nuevos artistas latinos y les da espacio para exhibir y promover su talento. Desde pintores hasta actores, HOUND muestra a través de sus paginas el arte emergente de la generación de hoy. HOUND esta conectado con cientos de jovenes artistas fuera y dentro de Puerto Rico que buscan un lugar para que se les escuche y vea. ​En adición a exhibir talento fresco, HOUND es también una revista que cubre lo ultimo de la cultura popular. Reseñas de peliculas, articulos sobre nuevos restaurantes y negocios populares, fotoensayos de viajes culturales alrededor del mundo - HOUND reune todo lo que la nueva generación esta viviendo al día a día y lo expone a un público sediento de cultura. Su lanzamiento es trimestral y trabaja de forma colaborativa para que su descarga sea totalmente - G R A T I S -. HOUND es producido por Proyecto:Realengo. Para someter tu trabajo y/o colaborar comunícate a hellohoundmagazine@gmail.com

HOUND es una revista digital fundada en San Juan, Puerto Rico en el 2014. Somos la única organizacion periodística en español que activamente busca nuevos artistas latinos y les da espacio para exhibir y promover su talento. Desde pintores hasta actores, HOUND muestra a través de sus paginas el arte emergente de la generación de hoy. HOUND esta conectado con cientos de jovenes artistas fuera y dentro de Puerto Rico que buscan un lugar para que se les escuche y vea.

​En adición a exhibir talento fresco, HOUND es también una revista que cubre lo ultimo de la cultura popular. Reseñas de peliculas, articulos sobre nuevos restaurantes y negocios populares, fotoensayos de viajes culturales alrededor del mundo - HOUND reune todo lo que la nueva generación esta viviendo al día a día y lo expone a un público sediento de cultura.

Su lanzamiento es trimestral y trabaja de forma colaborativa para que su descarga sea totalmente - G R A T I S -.

HOUND es producido por Proyecto:Realengo.

Para someter tu trabajo y/o colaborar comunícate a hellohoundmagazine@gmail.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

CRÓNICA

Crónicas del Alzheimer

por Alexandra Pagán

Lucas, mi hijo menor, me acompañó a ver a mi madre,

paciente de Alzheimer. Ella estaba lúcida y tranquila, amorosa.

Lucas se me acercó y me susurró, tú te vas poner así. Sí,

pensé, es mi más grande terror. No supe qué decir, veía en él

esa sabiduría que se asoma cuando su espíritu viejo le brinda

conciencia. Sabía que lo que me decía no podía reducirlo

con una mentirita. Le pregunté ¿tú me cuidarías si estuviera

así? Y él me dijo que sí, pero que no habláramos de ello, que

podrían darle pesadillas. Debí haberme quedado callada.

Recuerdo cuando llevé a mami por primera vez al Hogar. Ella

estaba confundida y yo me había sobrepuesto una coraza

de distanciación que me cegaba de todo tipo de conciencia.

Lucas era muy pequeño como para poder decir alguna cosa.

No sabía lo que hacía y maldecía no tener ni el dinero ni el

espacio como para tenerla conmigo… maldecía también no

tener la paciencia ni el amor, ese amor y esa convicción, ese

apoyo que lleva a cientos de familias a cuidar a sus ancianos.

Estaba repleta de angustias y reproches y dolor, cada una

formaba una capa de distanciación ante el proceso. Aclaro:

era un tipo de desconexión hacia ella, hacia ese espanto que

se le anidaba en los lagrimales y retorcía su sonrisa. Ella

estaba tan perdida, tan terriblemente perdida, en el tiempo,

en su memoria, en mi corazón. Y allí en el Hogar la dejé, y al

otro día y los días siguientes la visité.

HOUND / P. 18

Gladys, mi madre, lloraba cada vez que la visitaba. Se tapaba

los ojos, seguía siendo mi madre, así que no articulaba mucho

su angustia, no quería preocuparme, solo me decía que era

difícil estar así, estar ahí. Yo no sabía qué decir (por lo visto

ese es mi rasgo característico: el no saber qué decir cuando

me topo con la tristeza más pura de frente), pero rogaba que

se le pasara; la coraza de distanciación era mi atuendo de la

temporada, esa en la que ves a tu madre desvanecerse entre

lágrimas.

Nos sentamos en el balconcito del hogar y ella rompía a

llorar, incesantemente, así por varios días; hasta que dejó de

hacerlo. Hacía de ese espacio una alucinación de lo que fue

su casa, su vida, un hospital y ya no lloraba, pero ciertos días

buscaba escaparse. Entonces golpeaba, arañaba, maldecía;

su pena era que tenía que ir a cuidar a su madre y no la

querían dejar salir. Para mí ver a mami y a los demás ancianos

en sus procesos interactuando entre ellos, hablándose

desde un pasado que no compartían, pero que les resultaba

coherente, era una narrativa que exploraba llena de miseria y

de miedo. Llena del vaticinio de la soledad, la vulnerabilidad

y el olvido. Pero hoy pienso en mami llorando.

Cuán inconsciente fui de la tragedia, esa que veo ahora

que ya ni se queja, ya ni quiere irse, ya está en la cama y a

veces vuelve y sonríe con honestidad, otras, simplemente no

está. Dejé a mami en un Hogar y ella lloraba, jamás imaginó

que lo que nos inculcó de niñas: que la pusiéramos en un

asilo cuando no pudiéramos cuidarla, pudiese ser posible.

Pobre mami, ella lloraba, pero no quería preocuparme del

sufrimiento, ese sufrimiento: que sus propias hijas la dejaron

en un Hogar a que muriera sola.

Y en efecto, murió… tras una operación de cadera que parece

haberle hecho justicia. Murió, no encamada ni entubada ni de

ningún modo de esos espantosos a los que son condenados

los pacientes de Alzheimer. Murió con los ojos mirando hacia

el techo, mirando atenta, no perdida. Murió acompañada de

sus cuidadoras, murió y cuando llegué ya estaba con ojos

abiertos, cuerpo extendido, pero encorvado al mismo tiempo.

Murió como es preciso morir, viva. Yo también morí con ella,

un tanto. Solo Lucas me revive y esa amenaza late cada día

con más fuerza.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!