HOUND: Primavera Verano 2020

agotaron sus recursos buscándola. Llegaron a un nivel
tan bajo que por poco pierden los negocios familiares.
Para nada, pues murieron sin saber qué ocurrió con esa
bebé. Mi madre, tan obstinada y obsesionada como ellos,
prometió que se iba a encargar de esa búsqueda, aunque
tuviera que gastar su último centavo. Llevaba dos años
gastando miles en detectives que retornaban con las
manos vacías. Como entenderás, tuve que actuar antes
de que me dejaran en la calle. Como el destino tiene un
sentido del humor como el mío, al entrar a la universidad,
te vi. Sola y vulnerable. Fue como ver una foto de mi
madre. No lo podía creer. Así que diseñé un plan que
me permitiera deshacerme de mi familia, culpar a una
miserable huérfana y obtener mi herencia.
–…pero me soltaron… no contaste con los testigos…con
los videos…
– ¿Y qué es una historia sin un poco de incertidumbre?
– dijo entre una carcajada–. Le diré a la policía que
te enteraste de que Emma Rays quería inculparte, la
buscaste, la mataste y yo te maté a ti en defensa propia.
–¡Estás enfermo! – le gritaba Wendy tratando de soltarse
de la silla –. ¡Yo no tengo nada que ver con tu maldita
familia!
– ¡Oh! ¡Cierto! ¡Se me olvidaba! No podemos dejar pasar
por alto este hermoso encuentro – decía mientras del
otro cuarto arrastraba a una mujer con el rostro cubierto
y las manos atadas –.
Jacob. – ¿Sabes quién me robó?
–No puede importarme menos.
Wendy dejó caer las lágrimas que estaba conteniendo.
Al fin podía entender porque la prueba de ADN había
encontrado una similitud tan alta entre ambas muestras.
Había hallado una familia que no sabía que tenía y estaba
a punto de perderla.
De forma abrupta, Jacob toma a Emma por el cabello y le
coloca en el costado un revolver.
– ¡Jacob! ¡Jacob, por favor, hijo! Tú sabes que yo haría lo
que fuera por ti. ¡Yo te perdono! No tienes que hacer esto.
¡Puedes irte! ¡Yo te dejo ir! – lloraba Emma.
El disparo retumbó el viejo granero. Emma cayó acostada
mirando fijamente a su hermana.
–¡Emma! ¡No! ¡Hijo de puta! ¡Te voy a matar! – gritaba
Emily mientras Jacob la desataba.
Luego de tirarla al suelo junto a Emma, un segundo
disparo hizo eco. Esta vez el ruido fue escuchado por
Brown, que, habiendo confiado en su intuición, decidió
llegar a la antigua residencia de los Davis. Al acercarse,
vio a Jacob con arma en mano y no dudó en dispararle
varias veces en la espalda. Las balas alcanzaron sus
pulmones y columna vertebral. Lo que hizo que colapsara
boca abajo, ahogándose en su propia sangre.
Al destaparle el rostro, fue como destapar un espejo para
ambas. Salvo los labios agrietados de Emma, causa de
una posible deshidratación, y su piel sucia, era como ver
dos gotas de agua.
– Emma, madre querida, te presento a Wendy Rollins.
Bueno… me corrijo… te presento a Emily, tu hermanita
perdida.
El silencio cortante que siguieron esas palabras fue
interrumpido por el sollozo de Emma, que había caído de
rodillas frente a su hermana gemela.
Wendy, sin creer lo que estaba ocurriendo, apartó la
mirada de su hermana por un segundo y se dirigió a
Emma se había arrastrado hacía Emily, quien había
recibido un balazo en el estómago y estaba perdiendo
demasiada sangre.
– Em… Emily… te encontré… hermanita…al fin…. te
encontré…Aquí estoy.
Sus manos ensangrentadas y sucias trataban de
encontrarse. Al mirarse, se regalaron una sonrisa
empañada por miedo. Miedo a perderse una vez más.
Lograron entrelazar sus dedos y sin poder luchar más,
en el lugar donde irónicamente las habían separado, se
unieron para dar su último aliento juntas.
P. 85 / HOUND
FIN