HOUND: Primavera Verano 2020
HOUND es una revista digital fundada en San Juan, Puerto Rico en el 2014. Somos la única organizacion periodística en español que activamente busca nuevos artistas latinos y les da espacio para exhibir y promover su talento. Desde pintores hasta actores, HOUND muestra a través de sus paginas el arte emergente de la generación de hoy. HOUND esta conectado con cientos de jovenes artistas fuera y dentro de Puerto Rico que buscan un lugar para que se les escuche y vea. En adición a exhibir talento fresco, HOUND es también una revista que cubre lo ultimo de la cultura popular. Reseñas de peliculas, articulos sobre nuevos restaurantes y negocios populares, fotoensayos de viajes culturales alrededor del mundo - HOUND reune todo lo que la nueva generación esta viviendo al día a día y lo expone a un público sediento de cultura. Su lanzamiento es trimestral y trabaja de forma colaborativa para que su descarga sea totalmente - G R A T I S -. HOUND es producido por Proyecto:Realengo. Para someter tu trabajo y/o colaborar comunícate a hellohoundmagazine@gmail.com
HOUND es una revista digital fundada en San Juan, Puerto Rico en el 2014. Somos la única organizacion periodística en español que activamente busca nuevos artistas latinos y les da espacio para exhibir y promover su talento. Desde pintores hasta actores, HOUND muestra a través de sus paginas el arte emergente de la generación de hoy. HOUND esta conectado con cientos de jovenes artistas fuera y dentro de Puerto Rico que buscan un lugar para que se les escuche y vea.
En adición a exhibir talento fresco, HOUND es también una revista que cubre lo ultimo de la cultura popular. Reseñas de peliculas, articulos sobre nuevos restaurantes y negocios populares, fotoensayos de viajes culturales alrededor del mundo - HOUND reune todo lo que la nueva generación esta viviendo al día a día y lo expone a un público sediento de cultura.
Su lanzamiento es trimestral y trabaja de forma colaborativa para que su descarga sea totalmente - G R A T I S -.
HOUND es producido por Proyecto:Realengo.
Para someter tu trabajo y/o colaborar comunícate a hellohoundmagazine@gmail.com
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
– Brown, mi nombre es Robert Lorenzo. Soy detective
retirado de Ohio. Tengo información sobre el caso de los
Rays, ¿crees que puedas llegar a mi casa?
Con la diligencia que la caracteriza, Brown copió la
dirección que le fue dictada y se puso en marcha a su
encuentro. El lugar quedaba a unos 45 minutos del cuartel
de la policía, así que intentó apresurarse.
incongruencia presentada por fiscalía en las pruebas.
Aunque el ADN parecía presentar un caso sólido, a Wendy
se le podía ver en los videos de las cámaras de seguridad
de la biblioteca al mismo tiempo que se había calculado
la hora de muerte de Christian Rays, tal y como ella
había dicho cuando la apresaron. Además, contaba con
el testimonio de varios empleados de la Universidad que
ubicaban a Wendy dentro de su trabajo a la misma hora.
Al llegar a la última casa, de un camino sin pavimentar, la
encontró extrañamente oscura. Como si nadie estuviera
esperando su llegada. El viento, que castigaba sin
detenerse los viejos ventanales de la casa, se mezclaba
con el sabor de que este asunto no saldría como ella lo
esperaba. Con la piel de gallina y arma y linterna en mano
se dispuso a caminar hacia la puerta que se encontraba
cerrada. Al girar el cerrojo, se dio cuenta que la puerta
tenía seguro. Así que se dirigió a la puerta que quedaba
en la parte de atrás de la casa. Al pasar por la última
ventana, se percató que había un hombre tirado en el
suelo de la cocina en lo que parecía un charco de sangre.
Rápidamente pidió refuerzos y forzó la cerradura de la
puerta de atrás. Al entrar se topó con el cadáver de un
hombre de unos sesenta y tantos años que había recibido
algunas siete u ocho puñaladas entre manos, torso y
abdomen. La casa estaba totalmente desorganizada.
Al parecer, luego del forcejeo, la persona terminó por
destruir la casa en una aparente búsqueda de algo.
– Sargento… - dijo uno de los oficiales con voz
entrecortada- la víctima era Lorenzo, detective retirado.
Uno de los nuestros hasta hace 5 años.
Brown se rascó la cabeza y le dio una fuerte patada a la
puerta de la cocina - ¡Quiero que peinen la zona! ¡Ese hijo
de puta no pudo haber ido muy lejos! – exclamó en un
tono que mostraba más frustración que coraje
Mientras examinaba el cadáver aun tirado en el piso de
la cocina, vio algo escrito, un tanto borroso, en la mano
derecha de Lorenzo. Era una numeración. 081985. Brown
tomó una foto con su celular y se fue para el cuartel a
buscarle una respuesta, a lo que, sin duda ella pensaba
que iba a ser la clave para resolver todo lo que estaba
ocurriendo.
*********************************
Wendy había sido liberada de la cárcel debido a la
Por fin, ya en su casa, Wendy fue visitada por la sargento,
quien aún no había encontrado lo que significaba ese
misterioso número. Al sentir que tocaron la puerta y la
llamaron, asomó sigilosamente su vista por entremedio
de la cortina de la ventana, dio un suspiro brusco y puso
su trago de whiskey en la encimera de la cocina.
– Y ahora, ¿de qué piensa acusarme sargento?
– Es buena verla, Wendy.
– Quisiera decir lo mismo, Cadence. ¿A qué vino?
– Has cambiado.
–¿Cambiado? ¿Qué creías que le iba a hacer una prisión a
una bibliotecaria acusada de desaparecer a su presunto
hijo? En ese lugar te alaban si es a un hombre al que
matas, pero si es a un hijo, te ponen a limpiar el inodoro
con la lengua.
– Necesito… necesito tu ayuda con algo. – le dijo mientras
la miraba, pensando que se le hacía difícil reconocerla–.
Brown extiende la libreta hacia Wendy y le señala el
número. – ¿Significa algo para ti?
– ¿El 081985? Pues no… pero parece una fecha. En la
biblioteca utilizamos las fechas como números de
récords.
Ella le agradeció su ayuda y se retiró. Debía buscar entre
los archivos de la policía algún suceso ocurrido en ese día,
algo que pudiera convertirse en un motivo de asesinato.
En la sala de su casa, aun con whiskey en mano, Wendy
soltaba una lágrima por la angustia que sentía. La vida se
había encargado nuevamente de hacerle una mala jugada,
pero como los gatos, siempre terminaba cayendo de pie.
P. 83 / HOUND