Listin Diario 25-07-2020

2 THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY
SÁBADO 25 DE JULIO DE 2020
EL MUNDO
INTELIGENCIA /RUCHIR SHARMA
¿Qué país saldrá victorioso en un mundo post-pandemia?
Ruchir Sharma es estratega
global y jefe en Morgan Stanley
Investment Management y autor
de “The Ten Rules of Successful
Nations”. Envíe sus comentarios a
intelligence@nytimes.com.
EUA y China, en camino
a una Guerra Fría
La respuesta de
Alemania destaca sus
fortalezas.
Imagine un país, una gran potencia
económica de Occidente,
donde el coronavirus llegó tarde,
pero el gobierno, en vez de negar
y demorar, actuó a tiempo. Estuvo
listo con pruebas y rastreo de
contactos para “aplanar la curva”
rápidamente y limitar su tasa de
muertes, a una cifra más baja, que
la de cualquier otra nación industrial
importante de Occidente.
La contención del virus permitió
un cierre económico breve y
focalizado, ayudando a limitar el
desempleo a solo el 6 por ciento.
En medio de una lluvia de elogios
internacionales, la líder, predeciblemente
aburrida de ese país, vió
un gran aumento en su aprobación
popular, del 40 al 70 por ciento.
La imagen opuesta de Estados
Unidos con el presidente Donald
J. Trump es Alemania, bajo la
canciller Angela Merkel. Su popularidad
en ascenso ha marginado
políticamente a la ultraderecha
y la extrema izquierda. Los sindicatos
alemanes han trabajado
estrechamente con los jefes para
mantener las fábricas abiertas y
las condiciones laborales seguras
(la industria procesadora de carne
fue una excepción notable).
El gobierno de Merkel se ha
coordinado con todos los estados
alemanes para contener la pandemia
y con otros integrantes de la
Unión Europea para establecer un
fondo de recuperación para las naciones
más golpeadas por el virus.
Las fortalezas que está mostrando
Alemania la convierten en la
economía grande con más probabilidades
de prosperar en el mundo
post-pandemia.El coronavirus
está acelerando un giro interior
entre las economías nacionales,
que inició con la crisis económica
mundial de 2008. Los gobiernos
están asumiendo cada vez más el
control sobre todos los aspectos de
la vida económica, al incrementar
sus deudas públicas para mantener
vivo el crecimiento e imponer
nuevas barreras al comercio internacional
y la inmigración.
¿Qué naciones prosperarán en
este panorama económico transformado?
A pesar de su dominio
tecnológico, EUA y China están
incurriendo en mucha deuda y sus
gobiernos han sido ampliamente
criticados por su mala gestión de la
pandemia.
Vietnam luce prometedor, una
potencia exportadora emergente,
con un gobierno que ha frenado en
seco el virus. Rusia también tiene
una economía interesante, porque
el presidente Vladimir Putin lleva
años trabajando para aislar a su
país de la presión económica extranjera,
una acción defensiva, que
será cada vez más valiosa en un
mundo que se desglobaliza rápidamente.
Sin embargo, es probable
que el gran ganador sea Alemania.
Su respuesta a la pandemia ha
destacado fortalezas preexistentes:
un gobierno eficiente, poca
deuda, una reputación de excelencia
industrial que protege a sus
exportaciones, incluso mientras
cae el comercio mundial y una creciente
capacidad para crear compañías
tecnológicas nacionales, en
un mundo dominado por los colosos
de internet de EUA y China.
Mientras que a otros países les
preocupa que las suspensiones
laborales puedan volverse permanentes,
la mayoría de los trabajadores
alemanes permaneció en
la nómina, gracias a la rápida expansión
del Kurzarbeit, el sistema
gubernamental de un siglo de antigüedad,
que paga a las compañías
por retener a sus empleados con
horarios reducidos, durante lascrisis
temporales. Alemania pudo
extender el Kurzarbeit —y prácticamente
todo lo demás en materia
de servicios sociales— gracias a su
famosa austeridad.
Debido a que inició la pandemia
con un superávit gubernamental,
pudo apoyar a su economía cerrada
con pagos directos a familias,
recortes fiscales, créditos empresariales
y otra ayuda que ascendió
al 55 por ciento del PIB, o alrededor
de cuatro veces más que el paquete
de rescate de EUA, expresado
como un porcentaje del PIB. Por
primera vez, también pudo y quiso
ofrecer fondos de estímulo de
emergencia a los países vecinos,
que tienen mucho tiempo quejándose
de que la mezquindad alemana,
afectaba a todo el continente.
Dicha acción fue tanto astuta como
generosa: esos países ahora tienen
mayor capacidad para costear las
exportaciones alemanas de la que
habrían tenido.
No obstante, Alemania no abandona
su compromiso con los presupuestos
balanceados. Ya que gran
parte de su gasto será tomado de
los ahorros, se espera que su deuda
pública suba, pero solo al 82 por
ciento del PIB —una carga mucho
más ligera que la de EUA e incluso
de otros países muy desarrollados,
que están gastando mucho menos
en paquetes de rescate.
Algunos escépticos señalan
que Alemania ahora depende
peligrosamente de exportaciones
industriales, particularmente de
China, en un momento de comercio
mundial en descenso. Muy consciente
de esas vulnerabilidades, se
está esforzando por modernizar
sus principales exportadores, las
grandes compañías automotrices.
Está presionando a las ensambladoras
a cambiar del motor de
combustión, aún muy rentable, a
los vehículos eléctricos del futuro.
Stuttgart, hogar de Porsche y
Mercedes-Benz, ha prohibido los
motores a diesel más viejos, dentro
de los límites de la ciudad.
Alemania también está haciendo
un esfuerzo importante, si bien algo
demorado, para convertirse en
una potencia tecnológica más competitiva.
Dedica tanto a la investigación
y desarrollo como EUA
(alrededor del 3 por ciento del PIB)
y tiene un plan a largo plazo para
crear un ecosistema emprendedor
similar al Valle del Silicio, en el que
los capitalistas de riesgo impulsan
a startups prometedoras.
Su industria tecnológica no está
libre de reveses, como el colapso
reciente y abrupto de la compañía
de tecnología financiera Wirecard,
que ha planteado dudas sobre la
vigilancia del regulador financiero
germano. Sin embargo, muchos de
los primeros éxitos de la industria,
copias de compañías estadounidenses
de compras en línea y
reparto de comida están creciendo
rápidamente.
Alemania es una sociedad conservadora
y envejecida, pero los
críticos, que suponen que es demasiado
lenta para cambiar han sido
refutados anteriormente. A inicios
de la década de 2000, cuando fue
desestimada como el proverbial
“débil de Europa”, adoptó reformas
de mercado laboral, que restauraron
su estatus como la economía
más estable del continente.
A medida que la pandemia
acelera el ritmo de digitalización
y desglobalización y provoca un
aumento de las deudas del mundo,
Alemania destaca por su relativa
falta de debilidad para esos retos
y por un gobierno preparado para
enfrentarlos.
Por STEVEN LEE MYERS
y PAUL MOZUR
Uno por uno, Estados Unidos ha
asestado un golpe a los principios
básicos de la visión de Xi Jinping
de una China en ascenso, lista para
asumir el manto de superpotencia.
En cuestión de semanas, el gobierno
de Trump impuso sanciones
por las políticas punitivas en Hong
Kong y en la región occidental china
de Xinjiang. Adoptó nuevas medidas
para sofocar la innovación
china, aislándola de la tecnología
estadounidense y presionando a
los aliados a buscar en otra parte.
Desafió los reclamos de China en
el mar de China Meridional. Y el
presidente Donald J. Trump promulgó
una ley para castigar a los
funcionarios chinos por la nueva
ley de seguridad, que restringe los
derechos de los residentes de Hong
Kong, junto con una orden ejecutiva
que pone fin al trato comercial preferencial
para Hong Kong.
“La brecha de poder se está cerrando
y la ideológica ampliando”,
NANCY LEE Editora ejecutiva
TOM BRADY Editor en jefe
ALAN MATTINGLY Editor
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afirmó Rush Doshi, director de la
Iniciativa Estratégica de China de
la Institución Brookings, en Washington.
Durante años, los funcionarios
e historiadores descartaron la
idea de que estuviera emergiendo
una nueva Guerra Fría entre
EUA y China. Argumentaron que
los perfiles del mundo actual no se
comparan con las décadas, en las
que EUA y la Unión Soviética se enfrentaron
en una lucha existencial
por la supremacía. Se decía que el
mundo estaba demasiado interconectado.
Ahora, las relaciones están en
caída libre, sentando las bases para
una confrontación con muchas
de las características de la Guerra
Fría. A medida que las dos superpotencias
se enfrentan en materia de
tecnología, territorio e influencia,
corren el riesgo de que las pequeñas
disputas se conviertan en conflictos
militares.
Citando un patrón nacional de
espionaje e intento de robo de investigación
científica, por parte del
ejército chino y auxiliado por diplomáticos,
EUA sorprendió a China el
martes, dándole 72 horas para cerrar
su consulado en Houston.
Pekín cree que EUA ha hundido
las relaciones a lo que Wang Yi, el
ministro de Relaciones Exteriores
de China, dijo recientemente que
era su punto más bajo desde que los
países restablecieron relaciones diplomáticas
en 1979. “La actual política
de EUA para China se basa en
errores de cálculo estratégico mal
informado y está llena de emociones
y caprichos y fanatismo McCarthista”,
afirmó Wang, evocando al senador
estadounidense de la Guerra
Fría. “Parece como que toda inversión
china tiene motivos políticos,
todo estudiante chino es un espía y
toda iniciativa de cooperación es un
plan con una agenda oculta”.
La política interna en ambos países
ha endurecido las opiniones y
ha dado argumentos a los halcones.
Trump se refiere al coronavirus
LAM YIK FEI PARA THE NEW YORK TIMES; DER., ERIN SCHAFF/THE NEW YORK TIMES
Las relaciones EUA-China han
empeorado. Una protesta en
Hong Kong, tras la nueva ley
de seguridad de China (izq.).
con tropos racistas, mientras que
Pekín acusa al gobierno de Trump
de atacar a China para minimizar
sus fracasos.
Ambos países están obligando a
otras naciones a tomar partido. El
gobierno de Trump ha presionado
a sus aliados para que den la espalda
al gigante tecnológico chino
Huawei, mientras desarrollan las
redes 5G. China, enfrentando la
condena por sus políticas en Xinjiang
y Hong Kong, ha hecho un llamado
a los países para que hagan
demostraciones públicas de apoyo.
En el Consejo de Derechos Humanos
de la ONU, en Ginebra, 53 naciones
firmaron una declaración en
apoyo de la nueva ley de seguridad
de China para Hong Kong. Solo 27
naciones la criticaron, la mayoría
de ellas democracias europeas,
junto con Japón, Australia y Nueva
Zelanda. Tales bloques habrían sido
familiares en la Guerra Fría.
China ha esgrimido su enorme
poder económico como un instrumento
de coerción, cortando las
importaciones de carne de res y
cebada de Australia, porque su gobierno
pidió una investigación internacional
sobre los orígenes de la
pandemia. También ha utilizado su
poderío militar, más recientemente
al poner a prueba su disputada
frontera con India en abril y mayo.
Con la amenaza de las embarcaciones
chinas en el mar de China
Meridional, EUA envió dos portaaviones
este verano en una demostración
de fuerza. Parecen inevitable
que se produzcan más riesgos.
La reacción negativa contra Pekín
parece estar creciendo. La acción
de la India de bloquear 59 apps
chinas amenaza con afectar el mayor
éxito de China en internet hasta
la fecha, la app de videos cortos Tik-
Tok. “China es grande, tendrá éxito
y desarrollará su propia tecnología,
pero hay límites en lo que puede hacer”,
escribió James A. Lewis, ex
funcionario de EUA que escribe
sobre ciberseguridad y espionaje.
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