este año también con Turquia. - Cosas de Barcos

galicia Guia Charter 2012
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Podemos comenzar nuestra visita por la costa de Lugo,
también llamada Mariña Lucense, donde resulta
imprescindible una visita a la playa de Aguas Santas
o playa de las Catedrales. Este enclave recibe este
nombre debido al aspecto de sus acantilados, que el mar y el
viento han tallado en forma de arbotantes y contrafuertes al
más puro estilo gótico. Se recomienda visitar esta playa en
bajamar para poder apreciar en toda su inmensidad estas
esculturas naturales y recorrerlas a pie.
Llegando a A Coruña, en el municipio de Ponteceso,
llegamos a la playa de Balares. Trecientos cincuenta metros
de arenal se extiende tras un inmenso pinar a los pies del
Monte Blanco y su forma de ensenada hace que el oleaje
sea medio debido a su resguardo. A un lado encontraremos
un pequeño embarcadero que construyó el ejército alemán
durante la Segunda Guerra Mundial para transportar el
wolfranio que se extraía en las minas de esta zona. Junto a
esta playa se encuentra Corme, una pequeña villa marinera
en cuya costa crecen los mejores percebes del mundo. Para
los entusiastas del marisco resulta obligada una visita al
Faro de O Rocundo, a tres kilómetros de esta localidad, en
cuyos acantilados se encuentra este buscado manjar. Tal es
la fama de los percebes de Corme que el primer domingo de
julio se celebra una fiesta gastronómica en su honor.
Las Islas Cíes, en Pontevedra, coronan la entrada de la Ría
de Vigo, en las denominadas Rias Baixas. Las Cíes forman
parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas
Atlánticas y es un archipiélago compuesto por tres islas:
Monte Agudo, Isla de O Faro e Isla de San Martiño. Como
zona protegida, está terminantemente prohibida la pesca
en sus aguas, pero las islas pueden visitarse en los meses
de verano y Semana Santa.
Otra isla pintoresca es la de San Simón, que se levanta al
final de la Ría de Vigo. Se trata de una pequeña isla unida
a otra llamada San Antón por un pequeño puente, en
cuyas orillas tupidas de vegetación se agolpan leyendas
de piratas, monjes, corsarios… En los siglos XII y XIII la
ocupó una orden de templarios y durante la Guerra Civil
se convirtió en una prisión para republicanos. En los años
cincuenta y sesenta se empleó como orfanato para los
huérfanos del mar, y aún hoy en día sigue conservando su
aura de misterio y misticismo.