18.02.2021 Views

Hermandad La Merced - Revista La Reseña 2017

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

50

La Reseña

Por: Carlos Enrique Berdúo Samayoa

Cronista de la Ciudad de La Antigua Guatemala

El Cucurucho

L

os actuales Hermanos Cargadores

que participan en nuestras

procesiones cuaresmales, son llamados

popularmente “Cucuruchos”, término

de origen italiano “cucuruccio”, que de

acuerdo a la segunda acepción dada por

el Diccionario de la Lengua Española tiene

el significado de: “2. Capirote cónico de

penitentes y disciplinantes.”

Los relatos de las prácticas cuaresmales

durante el período de la Capitanía General

del Reino de Guatemala destacan la

realización de las procesiones de “nazarenos

penitentes” que consistían en actividades

públicas donde los participantes vestían de

nazarenos y se aplicaban disciplinas, lo cual

consistía en llevar cubierta la cabeza con

un capuz, especie de capucha rematada en

punta, que sirve para cubrir la cabeza, y de

esta manera ocultar el rostro del penitente,

además, llevaban desnudo el torso y los

pies descalzos, portando sobre los hombros

pesados maderos formando cruz o bien

troncos leñosos con espinas, en algunos

casos eran flagelados por otro penitente,

o si no portaban cruz se flagelaban así

mismos, de los azotes se producían heridas

por las que sangraban y de ahí que también

se llamara a estas actividades “Procesiones

de Sangre”. Los penitentes marchaban

siguiendo un paso con la imagen de Jesús

con la cruz a cuestas, o del Santo Sepulcro,

a excepción de la que organizaba la cofradía

FOTOGRAFÍA: La Reseña 2015, Sofía Letona

de la “Santa Vera-Cruz” del templo del

convento de San Francisco El Grande que

procesionaba un Lignum Crucis, relicario

que contenía un fragmento de la Verdadera

Cruz. Las procesiones en esa época tenían

lugar en horas de la noche y por su carácter

penitencial disciplinante estaban revestidas

de mucha solemnidad y recogimiento.

Un gran animador de éstas prácticas de

religiosidad popular fue el Santo Hermano

Pedro de San José Betancur que según

relatan el Padre Manuel Lobo, S. J., el

Padre Fray Francisco Vásquez de Herrera,

O.F.M., y el Padre Fray José García de la

Concepción, O.F.M. en su escritos biográficos

del Santo, éste la noche del Jueves Santo

al concluir la visita a los Monumentos a

Jesús Sacramentado se dirigía al templo

del convento de La Merced para participar

en la procesión de nazarenos penitentes

a la media noche; llevando vestiduras de

nazareno y sobre sus hombros una pesada

cruz mientras otro hermano terciario

vestido de nazareno le azotaba la espalda.

Con el advenimiento del ilustracionismo, las

corrientes de pensamiento liberal y los abusos

cometidos durante esas prácticas, a principios

del siglo XIX se suprimió la realización de las

disciplinas en público; entonces la vestimenta

varió y el capuz se transformó en un capirote

cónico que se colocaba en la cabeza y con

prolongaciones que cubrían el rostro y nuca

del penitente, se implementó el uso de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!