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Una aventura en
furgoneta de
Madrid a Marruecos
El viaje de
Marina
Texto y Fotos: Marina Mantolan
Fue en noviembre de 2019 -aún se podía viajar
libremente- cuando decidí tachar de mi lista de destinos
y experiencias que vivir, recorrer la costa de Marruecos
en furgoneta para llegar a Banana Village, un pueblecito
surfero cerca de Agadir, en el suroeste del país. Os
puedo asegurar que fue toda una aventura en la que se
necesita mucha paciencia, y prepararse mentalmente
de que la comodidad de un baño y una ducha brillarán
por su ausencia.
salimos desde Madrid en
una Volkswagen T5 de 12
años, lo suficientemente
grande para guardar las
tablas, algo de ropa, utensilios
de camping y un colchón
sobre el que caerse
muerto después de muchas horas de
conducción. Nos esperaban 1555km
desde Madrid, así que nos lo quisimos
tomar con calma y disfrutar de
un viaje algo improvisado de cuatro
días. Para todos aquellos que quieran
conocer un Marruecos diferente, lejos
del cliché turístico de las compras del
zoco en Marrakesh, aconsejo recorrer
los pueblos costeros de este país
en furgoneta, aunque no sea lo más
cómodo.
ASSILAH, UNA CIUDAD EN LA
QUE SE RESPIRA ARTE
Después de haber pasado la primera
noche en El Palmar (Cádiz), cogimos
el ferry en Algeciras hasta Tánger
Med, el puerto de mercancías. Si algo
teníamos claro en este primer trayecto,
era evitar Tánger y cualquier
ciudad grande como Casablanca o
Rabat. De esta forma, descubrimos
lugares menos conocidos y, por consiguiente,
más exóticos. Así, después
de una hora de viaje, llegamos
a Assilah, un pueblo costero
muy pintoresco, con sus casas
blancas y azules rodeadas por
una gran muralla.
Assilah fue una de las paradas
que más me gusto por la tranquilidad
que desprendía este
pueblo pescador. Es una ciudad
que bien te recuerda al sur
de España, pero con el encanto
marroquí, llena de artesanía y
arte local.
Aquí dormimos es un “camping”
cerca de la playa. Lo
pongo entrecomillado porque
más que un camping era una
parcela de césped con unos
baños y duchas que preferirías
no utilizar. En este artículo, no
voy a escribir sobre ningún
camping porque, a los que fui,
no los recomiendo para nada.
AL YADIDA, LA FORTALEZA
PORTUGUESA
Esta ciudad pasa totalmente
desapercibida para los turistas,
pero es uno de los desti-
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