18.05.2021 Views

2021-05-14 | El Imparcial News | Mayo/May 14

Periódico semanal con información local desde Washington D.C., Maryland y Virginia. Brindando noticias Nacionales e Internacionales a toda la comunidad Hispana. Información de todo el mundo, negocios, salud, inmigración, sociales, turismo, entretenimiento, clasificados y más

Periódico semanal con información local desde Washington D.C., Maryland y Virginia. Brindando noticias Nacionales e Internacionales a toda la comunidad Hispana. Información de todo el mundo, negocios, salud, inmigración, sociales, turismo, entretenimiento, clasificados y más

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ELEVANGELIOENMARCHA El Imparcial • 14 de mayo 2021 17

¿Por qué orar por Israel?

Oren por la paz

de Jerusalén; que

todos los que aman

a esta ciudad

prosperen. Salmo

122:6

Frente a la tierra prometida, y

muy poco antes de morir, el

hombre que había hablado

cara a cara con Dios en el Monte

Sinaí, Moisés, dijo: “Las cosas

secretas pertenecen a Jehová

nuestro Dios; mas las reveladas

son para nosotros y para nuestros

hijos para siempre, para

que cumplamos todas las palabras

de esta ley” (Deuteronomio

29:29, RV60).

Todavía recuerdo, la primera

vez que escuché este texto, el

pastor misionero Eugenio Kimler

estaba predicando y comentándolo

dijo: “No me preocupan las

cosas que no puedo entender

de la Biblia, sino aquellas que sí

puedo entender y no las obedezco”.

Ahora bien, Dios nos ordena

que oremos y todos los grandes

hombres y mujeres de Dios de

todos los tiempos han orado.

En efecto, orar es una disciplina

del espíritu por medio de la

cual podemos entrar en la cámara

divina, como lo dijo Spurgeon:

“La oración es el delgado

nervio que mueve los músculos

de la omnipotencia”. ¿Cómo es

posible que Dios, un ser infinito,

inmortal, perfecto y soberano

cuyos atributos lo hacen absolutamente

santo y apartado de

todo mal se pueda inclinar para

oír el clamor del ser humano,

pecador y finito?

Estas son las cosas secretas

de Dios que nunca podremos

entender. Con esto en mente,

vamos a la pregunta de hoy:

¿Por qué orar por Israel? Estas

son algunas de esas razones:

DIOS LO ORDENA

Debo orar por el pueblo de Israel

porque Dios lo ordena, principalmente

en los Salmos, una y

otra vez se nos dice: “Oren por

la paz de Jerusalén; que todos

los que aman a esta ciudad

prosperen” (Salmo 122:6, NTV).

Usted y yo no tenemos siquiera

voz en las Naciones Unidas y

mucho menos en los ejércitos

palestino e israelí, pero, ¿qué

cosa sí podemos hacer? Orar.

¡No le de vueltas al asunto, simplemente,

créale a Dios, y ore!

Debo orar por el pueblo de

Israel porque Dios bendice a

aquellos que lo hacen: “Bendeciré

a quienes te bendigan y

maldeciré a quienes te traten

con desprecio. Todas las familias

de la tierra serán bendecidas

por medio de ti” (Génesis

12:3, NTV).

En mis años leyendo la Palabra

y en busca de una mayor

preparación para entenderla,

veo que teólogos de diferentes

escuelas de pensamiento hacen

malabarismos hermenéuticos

explicando lo que Dios nos dice

tan claramente. Es más, yo he

visto el castigo de Dios de aquellos

que han maldecido a Israel,

antes mi propio asombro.

Hasta un niño, lee esto y simplemente

obedece. ¡Hay bendiciones

de Dios para los que

oran y aman a Israel, desde antes

que existiera como nación!

No trate de entender esto, y si

lo entiende, mejor todavía, ¡simplemente,

obedezca y ore!

Debo orar por el pueblo de

Israel porque Dios nos otorgó

por gracia una herencia espiritual

que vino a través de ese

pueblo: “Ustedes, los samaritanos,

saben muy poco acerca de

aquel a quien adoran, mientras

que nosotros, los judíos, conocemos

bien a quien adoramos,

porque la salvación viene por

medio de los judíos” (Juan 4:22,

NTV).

¿POR QUÉ DIOS ESCOGIÓ

A LOS JUDÍOS?

Mientras Dios mismo nos

responde a esa pregunta, lea-

mos al gran Apóstol, con esta

preciosa perla que salió de su

pluma inspirada por el Espíritu

Santo: “Ellos son el pueblo de

Israel, elegidos para ser los hi-

jos adoptivos de Dios.

Él les reveló su gloria, hizo

pactos con ellos y les entregó su

ley. Les dio el privilegio de adorarlo

y de recibir sus promesas

maravillosas. Abraham, Isaac y

Jacob son los antepasados de

los israelitas, y Cristo mismo era

israelita en cuanto a su naturaleza

humana. Y él es Dios, el que

reina sobre todas las cosas, ¡y

es digno de eterna alabanza!

Amén” (Romanos 9:4,5).

Mire que yo he escuchado y

leído cada cosa intentando explicar

lo que estos versículos

no dicen, tanto, que mejor

prefiero entender lo que

está bien claro: Dios nos dio las

Sagradas Escrituras, los pactos,

las promesas, a JESÚS y a sus

discípulos a través de Israel.

¡Fíjese bien! Muchísimo antes

de que usted y yo naciéramos,

antes de que existieran los teólogos

conservadores estadounidenses,

los capitalistas, los

sionistas y sus numerosos enemigos,

estos textos estaban allí,

y dicen claramente lo que dicen.

¡Vengamos delante de Dios y

clamemos por Israel porque en

su paz, tendremos paz!

OH, JERUSALÉN,

JERUSALÉN

Debo orar por el pueblo de

Israel porque JESÚS nos dio el

ejemplo para ello: “¡Oh, Jerusalén,

Jerusalén, la ciudad que

mata a los profetas y apedrea a

los mensajeros de Dios! Cuántas

veces quise juntar a tus hijos

como la gallina protege a sus

pollitos debajo de sus alas, pero

no me dejaste. Y ahora, mira, tu

casa está abandonada y desolada.

Pues te digo lo siguiente: no

volverás a verme hasta que digas:

“¡Bendiciones al que viene

en el nombre del Señor!” (Mateo

23:37-39, NTV).

La verdad sea dicha ante

todo: en la Palabra de Dios se

habla muy claro que desde la

caída de Jerusalén 586 A.

C, hasta la venida de JE-

SÚS por segunda vez, el

llanto de Señor es actual.

Dios ha dejado a Israel

pasar por muchas

pruebas y castigos por su desobediencia.

El Israel moderno no es teocrático;

es más, en estos días

de victoria en el campo de batalla

ellos no correrán a dar gloria

a Dios por esa victoria, sino

a su ejército, su maquinaria de

guerra y su innegable desarrollo

científico y tecnológico, sin embargo,

como JESÚS nos dio el

ejemplo, sigo con mi clamor, y

en obediencia a su Palabra, les

pido en esta hora: “Oren por la

paz de Jerusalén; que todos los

que aman a esta ciudad prosperen”

(Salmo 122:6, NTV).

ORACIÓN: Amado Padre

Celestial, en este momento me

postro delante de ti, y te ruego

por las víctimas de un conflicto

el cual nunca tendrá arreglo

humano, pues, la solución es divina.

Ilumina a los dirigentes de

las naciones en conflictos, particularmente

a Israel, especialmente

el remanente tuyo entre

esos pueblos que hace vida allí,

en el nombre de JESÚS. Amén

PERLA DE HOY: Cuando

Dios nos manda como a Jonás

a hacer algo grande a favor de

un pueblo repudiado por noso-

tros. No dudemos,

obedezcamos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!