Revista Economía, Sociedad y Territorio vol XX num 65
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ISSN 1405-8421<br />
<strong>vol</strong>. <strong>XX</strong>I, núm. <strong>65</strong>, enero-abril de 2021<br />
Antonio Dávila Rodríguez, Luis Carlos Alatorre Cejudo<br />
y Luis Carlos Bravo-Peña<br />
Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo urbano<br />
en la metrópolis de Chihuahua<br />
Spatio-temporal e<strong>vol</strong>ution analysis of urban land use in the metropolis of Chihuahua<br />
Karla Cecilia Jaimes Maruri, Luis Alberto Morales Zamorano<br />
y Xochitl Jasso-Arriaga<br />
Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín,<br />
Baja California, México?<br />
Is agritourism an opportunity and challenge for the Valle of San Quintin, Baja California, México?<br />
Gloria Jovita Guadarrama Sánchez y Pamela Monserrat Pichardo Martínez<br />
La apropiación y el uso del espacio público urbano.<br />
Los comunes en el parque urbano<br />
Appropriation types and use of the urban public space. The commons in the urban park<br />
Graciela Aparecida Profeta, Ivens Nunes Thomaz, Patrícia de Melo Abrita Bastos<br />
y Vladimir Faria dos Santos<br />
Determinantes dos preços de ingressos de futebol<br />
do campeonato brasileiro, 2012 a 2018<br />
Determinants of soccer tickets prices of the Brazilian championship, 2012-2018<br />
Angelina Peña-Puch, Juan Carlos Pérez-Jiménez, Alfonso Munguía-Gil<br />
y Alejandro Espinoza-Tenorio<br />
Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso<br />
de las pesquerías de Campeche, México<br />
Social-ecological systems as a management unit: the case of Campeche fisheries, Mexico
El Colegio Mexiquense:<br />
Contenido<br />
Comité editorial<br />
de El Colegio Mexiquense:<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong><br />
y <strong>Territorio</strong><br />
Director:<br />
Editor:<br />
Consejo editorial:<br />
Consejo asesor<br />
internacional:<br />
César Camacho Quiroz Presidente<br />
José Antonio Álvarez Lobato Secretario General<br />
Raymundo C. Martínez García Coordinador de Investigación<br />
Raymundo C. Martínez García<br />
Sebastián Nelson Rivera Mir<br />
Arlette Covarrubias Feregrino<br />
Emma Liliana Navarrete López<br />
Luis Alberto Martínez López<br />
Mario González Ruiz<br />
José Antonio Álvarez Lobato<br />
Tania Lilia Chávez Soto<br />
Carlos Félix Garrocho Rangel<br />
Gustavo Abel Guerrero Rodríguez<br />
Correo-e: est@cmq.edu.mx; gguerrero@cmq.edu.mx<br />
Francisco Alba El Colegio de México, México<br />
José Blanco Universidad Nacional Autónoma de México, México<br />
Daniel Hiernaux-Nicolas Universidad Autónoma Metropolitana, México<br />
Soledad Loaeza El Colegio de México, México<br />
Martha Schteingart El Colegio de México, México<br />
Kurt Unger Centro de Investigación y Docencia Económicas, México<br />
Rosario Rogel Salazar Universidad Autónoma del Estado de México, México<br />
Pablo Ciccolella Universidad de Buenos Aires, Argentina<br />
Juan Luis Klein Université de Quebéc en Montréal, Canadá<br />
David Phillips Lingnan University, Hong Kong<br />
Harry W. Richardson University of Southern California, Los Ángeles, EE. UU.<br />
Joseph L. Scarpaci Center for the Study of Cuban Culture + Economy.<br />
David M. Smith University of London, Londres, Inglaterra<br />
Peter Ward University of Texas at Austin, Texas, EE. UU.<br />
José Luis Coraggio Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina<br />
1<br />
Comité editorial: Carlos Félix Garrocho Rangel, Gloria Jovita Guadarrama Sánchez,<br />
Daniel Gutiérrez Martínez, Boris Graizbord y Gustavo Abel Guerrero Rodríguez.<br />
Equipo editorial: Gustavo Abel Guerrero Rodríguez, Blanca Estela Arzate González<br />
y Sayra Gutiérrez Valdespino.<br />
Corrección de estilo: Zujey García Gasca, Alejandra García<br />
y Gustavo Abel Guerrero Rodríguez.<br />
Diseño de interiores y portada: Luis Alberto Martínez López.<br />
Formación y composición tipográfica: María Eugenia Valdes Hernández.<br />
La revista no asume ninguna responsabilidad por las opiniones expresadas en los textos<br />
firmados.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong> pertenece a la categoría Competencia Internacional del<br />
Sistema de Clasificación de <strong>Revista</strong>s Mexicanas de Ciencia y Tecnología (scrmcyt) del<br />
Conacyt; Emerging Sources Citation Index (esci), base de datos de Clarivate Analytics; scielo<br />
Citation Index-Clarivate Analytics; ProQuest; ebsco; Sociological Abstracts (sa); Hispanic<br />
American Publish Index (hapi); Handbook of Latin American Studies (hlas); International<br />
Consortium for the Advancement of Academic Publication (icaap); Ulrich’s Periodicals<br />
Directory; catálogo Latindex (clase y Periódica); Red de <strong>Revista</strong>s Científicas de América<br />
Latina y el Caribe (Redalyc); Scientific Electronic Library Online (scielo); Directory of<br />
Open Access Journals (doaj).<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong> es una publicación cuatrimestral de El Colegio Mexiquense, a. c.<br />
Suscripción anual (por tres números): México, 240 pesos. En Estados Unidos, Canadá, Centro y<br />
Sudamérica, 50 usd. Resto del mundo, 60 usd. Estos costos incluyen el envío por correo postal<br />
ordinario, si el suscriptor desea otro tipo de envío, correrá por su cuenta.<br />
Redacción y administración: El Colegio Mexiquense, A. C.<br />
D.R. © El Colegio Mexiquense, a.c.<br />
ECONOMÍA, SOCIEDAD Y TERRITORIO, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, enero-abril de 2021, es una publicación<br />
cuatrimestral. Editor responsable: Gustavo Abel Guerrero Rodríguez. Exhacienda Santa Cruz de<br />
los Patos, s/n, col. Cerro del Murciélago, Zinacantepec, C.P. 51350, México, tel. 72 22 79 99 08 ext.<br />
183, . Reservas de derechos al uso exclusivo núm. 04-2009-100712390600-102,<br />
ISSN 1405-8421. Licitud de título núm. 10509; Licitud de contenido núm. 7418, ambos otorgados<br />
por la Comisión Calificadora de Publicaciones y <strong>Revista</strong>s Ilustradas de la Secretaría de Gobernación.<br />
Impresa en los talleres de Solar, Servicios Editoriales, S.A. de C.V., Calle 2, núm. 21, Col. San Pedro<br />
de los Pinos, Alcaldía Benito Juárez, 03800 Ciudad de México, México, se terminó de imprimir el<br />
27 de diciembre de 2020. Impresa y hecha en México / printed and made in Mexico.
Contenido<br />
1<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong><br />
Editada por<br />
El Colegio Mexiquense, a.c.<br />
La revista <strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong> publica cuatrimestralmente artículos científicos<br />
derivados de investigaciones originales en ciencias sociales, que profundizan la comprensión<br />
de fenómenos sociales en las dimensiones urbana, metropolitana y regional.<br />
EST prioriza propuestas interdisciplinarias que integran conceptos espaciales (e.g.<br />
localización absoluta y relativa, distancia, relaciones espaciales, lugar, proximidad, espacialidad).<br />
Por tanto, EST se orienta a las “Ciencias Sociales Espacialmente Integradas”<br />
(CSEI). Esto es: reconoce el papel clave que juega el espacio (y el tiempo) en la sociedad<br />
humana y su importancia para entender mejor múltiples procesos sociales.<br />
Por lo anterior, EST se dirige a investigadores, profesores y estudiantes de todos los<br />
campos de las ciencias sociales, que entienden: i. Al espacio y al tiempo como componentes<br />
estratégicos para comprender mejor múltiples procesos sociales: y, ii. Las ventajas de hacer<br />
investigación en ciencias sociales con un enfoque interdisciplinario, aplicando métodos<br />
cuantitativos de corte espacial (e.g. estadística y econometría espacial) y utilizando alta<br />
tecnología (e.g. Sistemas de Información Geográfica, aplicaciones informáticas ad-hoc). Por<br />
lo anterior, el campo científico que aborda EST se traslapa con diversas áreas de las ciencias<br />
exactas (e.g. informática) y de la salud (e.g. salud pública, epidemiología).<br />
EST se enfoca, principalmente, a países y comunidades científicas iberoamericanas. Sin<br />
embargo, su alcance geográfico es global, ya que es una revista de acceso abierto y su contenido<br />
puede reproducirse libremente, siempre y cuando se dé crédito a los autores y a la <strong>Revista</strong>.<br />
Todos los artículos son evaluados por dos dictaminadores anónimos, expertos nacionales<br />
o internacionales en el tema del artículo y externos a la institución de origen del<br />
autor. Se reciben postulaciones en español, inglés o portugués. No existe cobro alguno<br />
para los autores en ninguna de las etapas que conforman el proceso de postulación, dictaminación<br />
y publicación. El formato de publicación es electrónico, mediante su edición<br />
en PDF y próximamente en XML, y en versión impresa. Las instrucciones para los autores<br />
se pueden consultar en la página de internet de EST: <br />
<strong>Revista</strong> <strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong><br />
El Colegio Mexiquense, a.c.<br />
Exhacienda Santa Cruz de los Patos,<br />
Zinacantepec, México<br />
C.P. 51350<br />
Vía correo electrónico: est@cmq.edu.mx<br />
Teléfonos: +52 72 22 18 01 00, 72 22 79 99 08 ext. 183.
2 Contenido<br />
Journal <strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong><br />
Edited by<br />
El Colegio Mexiquense, a.c.<br />
The journal <strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong> is published on a quarterly basis and features<br />
scientific papers derived from original research results in social sciences, which enhance<br />
the understanding of social phenomena in urban, metropolitan, and regional dimensions.<br />
EST prioritize interdisciplinary proposals integrating spatial concepts (i.e. absolute and<br />
relative location, distance, spatial relationships, place, proximity, spatiality). Therefore,<br />
EST is oriented towards the Spatially Integrated Social Sciences (SISS). That is to say: it<br />
recognizes the key role space (and time) plays in society and its importance to better<br />
understand multiple social processes.<br />
Consequently, EST is aimed at researchers, professors, and students of all the areas in<br />
social sciences that understand: i. Space and time as strategic elements to provide better<br />
insight into multiple social processes: and, ii. The advantages of researching social sciences<br />
with an interdisciplinary approach, applying quantitative and spatial methods (i.e.<br />
spatial statistics and econometrics) and using cutting-edge technology (i.e. Geographic<br />
Information Systems, and ad hoc informatic applications. Therefore, EST scientific field<br />
combines diverse areas of the exact sciences (i.e. informatics) and of health (i.e. public<br />
health, epidemiology).<br />
EST focuses mainly on Iberoamerican countries and scientific communities. However,<br />
its geographic scope is global because it is an open access journal and its content can<br />
be freely reproduced, provided the authors and Journal are given credit.<br />
All articles are reviewed by anonymous, national or international expert peers on the<br />
topic of the article and outside the author’s institution. Applications in Spanish, English,<br />
or Portuguese are considered. There is not a charge for authors in any of the stages of the<br />
application, evaluation and publishing processes. Publishing format is distributed in<br />
digital versions (PDF and soon, XML), as well as in print version. Guidelines for authors<br />
can be accessed through EST website: .<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong><br />
El Colegio Mexiquense, a.c.<br />
Exhacienda Santa Cruz de los Patos,<br />
Zinacantepec, México<br />
C.P. 51350<br />
E-mail: est@cmq.edu.mx<br />
Tel: +52 72 22 18 01 00, 72 22 79 99 08 ext. 183.
Contenido<br />
3<br />
Vol. xxi, núm. <strong>65</strong>, enero-abril de 2021<br />
CONTENIDO<br />
Artículos de investigación<br />
Antonio Dávila Rodríguez, Luis Carlos Alatorre Cejudo<br />
y Luis Carlos Bravo-Peña<br />
Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo<br />
urbano en la metrópolis de Chihuahua 1<br />
Karla Cecilia Jaimes Maruri, Luis Alberto Morales Zamorano<br />
y Xochitl Jasso-Arriaga<br />
Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle<br />
de San Quintín, Baja California, México? 29<br />
Gloria Jovita Guadarrama Sánchez y Pamela Monserrat<br />
Pichardo Martínez<br />
La apropiación y el uso del espacio público urbano.<br />
Los comunes en el parque urbano 57<br />
Graciela Aparecida Profeta, Ivens Nunes Thomaz, Patrícia<br />
de Melo Abrita Bastos y Vladimir Faria dos Santos<br />
Determinantes dos preços de ingressos de futebol<br />
do campeonato brasileiro, 2012 a 2018 87
4 Contenido<br />
Angelina Peña-Puch, Juan Carlos Pérez-Jiménez,<br />
Alfonso Munguía-Gil y Alejandro Espinoza-Tenorio<br />
Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso<br />
de las pesquerías de Campeche, México 113<br />
Osvaldo García Mata<br />
Una aproximación regional al alfabetismo financiero<br />
en México 147<br />
Rodrigo Tovar Cabañas , María de Jesús Ávila Sánchez,<br />
Rocío del Carmen Vargas Castilleja y Julio Cesar Rolón-Aguilar<br />
Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático<br />
e incremento del nivel del mar en Matamoros, Tamaulipas 179<br />
Karen Velázquez-González, Salvador Adame-Martínez,<br />
Guadalupe Hoyos Castillo y Georges Seingier<br />
Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
ante desastres socionaturales 205<br />
Raniella Orquiza da Silva, Waldemiro Peterle Neto<br />
y Evandro Camargos Teixeira<br />
Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise<br />
de painel dinâmico para o período 2006-2016 239<br />
Fernando Jaramillo Monroy, Elisabet Verónica Wehncke<br />
Rodríguez, Víctor Hugo Flores Armillas, Oscar Mario Pohle<br />
Morales y Xavier López-Medellín<br />
Enfoque regional de manejo integrado del agua en<br />
la microcuenca El Pantano, Morelos, México 275<br />
Reseña<br />
José Gabriel Aguilar Barceló y Santos Leyva-López<br />
Mitigando la crisis económica del COVID: actuar rápido<br />
y hacer lo que sea necesario.<br />
Reseña del libro: Baldwin, Richard and Weder di Mauro,<br />
Beatrice (eds.) (2020), Mitigating the COVID economic<br />
crisis: Act fast and do whatever it takes, VoxEU.org eBook,<br />
CEPR Press, Londres, 219 pp., ISBN: 978-1-912179-29-9 305
Contenido<br />
5<br />
Vol. xxi, nr. <strong>65</strong>, January-April 2021<br />
TABLE OF CONTENTS<br />
Research articles<br />
Antonio Dávila Rodríguez, Luis Carlos Alatorre Cejudo<br />
and Luis Carlos Bravo-Peña<br />
Spatio-temporal e<strong>vol</strong>ution analysis of urban land use in<br />
the metropolis of Chihuahua 1<br />
Karla Cecilia Jaimes Maruri, Luis Alberto Morales Zamorano<br />
and Xochitl Jasso-Arriaga<br />
Is agritourism an opportunity and challenge for the Valle<br />
of San Quintin, Baja California, México? 29<br />
Gloria Jovita Guadarrama Sánchez and Pamela Monserrat<br />
Pichardo Martínez<br />
Appropriation types and use of the urban public space.<br />
The commons in the urban park 57<br />
Graciela Aparecida Profeta, Ivens Nunes Thomaz y Patrícia<br />
de Melo Abrita Bastos and Vladimir Faria dos Santos<br />
Determinants of soccer tickets prices of the Brazilian<br />
championship, 2012-2018 87
6 Contenido<br />
Angelina Peña-Puch, Juan Carlos Pérez-Jiménez, Alfonso<br />
Munguía-Gil and Alejandro Espinoza-Tenorio<br />
Social-ecological systems as a management unit:<br />
the case of Campeche fisheries, Mexico 113<br />
Osvaldo García Mata<br />
A regional approach to financial literacy in Mexico 147<br />
Rodrigo Tovar Cabañas , María de Jesús Ávila Sánchez, Rocío<br />
del Carmen Vargas Castilleja and Julio Cesar Rolón-Aguilar<br />
Socioeconomic vulnerability, climate change and sea level<br />
increase in Matamoros, Tamaulipas 179<br />
Karen Velázquez-González, Salvador Adame-Martínez,<br />
Guadalupe Hoyos Castillo and Georges Seingier<br />
Resilience to socio-natural disasters of Mexican Pacific<br />
coastal municipalities 205<br />
Raniella Orquiza da Silva, Waldemiro Peterle Neto<br />
and Evandro Camargos Teixeira<br />
Innovation and economic growth system: an analysis<br />
of dynamic panel for the period 2006-2016 239<br />
Fernando Jaramillo Monroy, Elisabet Verónica Wehncke<br />
Rodríguez, Víctor Hugo Flores Armillas, Oscar Mario Pohle<br />
Morales and Xavier López-Medellín<br />
Regional approach to integrated water management in<br />
the small watershed El Pantano, Morelos, Mexico 275<br />
Review<br />
José Gabriel Aguilar Barceló and Santos Leyva-López<br />
Mitigating the COVID economic crisis: Act fast and do<br />
whatever it takes.<br />
Review of: Baldwin, Richard and Weder di Mauro,<br />
Beatrice (eds.) (2020), Mitigating the COVID economic<br />
crisis: Act fast and do whatever it takes, VoxEU.org eBook,<br />
CEPR Press, Londres, 219 pp., ISBN: 978-1-912179-29-9 305
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
DOI: https://doi.org/10.22136/est20211618<br />
Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espaciotemporal<br />
del uso de suelo urbano en<br />
la metrópolis de Chihuahua<br />
1<br />
Spatio-temporal e<strong>vol</strong>ution analysis of urban<br />
land use in the metropolis of Chihuahua<br />
Antonio Dávila Rodríguez*<br />
Luis Carlos Alatorre Cejudo*<br />
Luis Carlos Bravo-Peña*<br />
Abstract<br />
This research aims to monitor the change in spatial distribution patterns of urban<br />
land use that has occurred in the inter-municipal pressure zone of Chihuahua in the<br />
period 1995 to 2015. FRAGSTATS software was used to calculate the analysis metrics<br />
of the landscape ecology. Results indicate that the growth of the land destined for<br />
housing occurring in the study period is in line with the dispersed city model, characterized<br />
by low building density and the preponderance of private road transport.<br />
Keywords: urban sprawl, metropolitan area, FRAGSTATS<br />
Resumen<br />
La presente investigación tiene como objetivo la monitorización del cambio en<br />
los patrones de distribución espacial del uso del suelo urbano que se ha presentado<br />
en la zona de presión intermunicipal de Chihuahua en el periodo 1995-2015.<br />
Se utilizó el software FRAGSTATS para el cálculo de las métricas de análisis de<br />
la ecología del paisaje. Los resultados indican que el crecimiento del suelo destinado<br />
a vivienda que se presentó en el periodo de estudio se encuentra en<br />
consonancia con el modelo de ciudad dispersa, caracterizado por la baja densidad<br />
edificatoria y la preponderancia del transporte privado por carretera.<br />
Palabras clave: expansión urbana, zona metropolitana, FRAGSTATS.<br />
* Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, correos-e: gadrguez@gmail.com, luis.alatorre@uacj.<br />
mx, luis.bravo@uacj.mx
2 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
Introducción<br />
El modelo de crecimiento urbano de las ciudades ha propiciado que los<br />
planificadores del espacio urbano implementen mejores formas de manejo<br />
de paisajes a una variedad de escalas a través del espacio y del tiempo. En<br />
el proceso de crecimiento y expansión de las ciudades se adhieren y absorben<br />
tierras con aptitud diferente a la urbana, que pueden representar un<br />
beneficio medioambiental y en su proceso generan un modelo de crecimiento<br />
desordenado (Dávila Rodríguez et al., 2017). Este modelo urbano<br />
se caracteriza por su dispersión y fragmentación; sigue un patrón de baja<br />
densidad que demanda a diario largos y costosos viajes, poco accesibles y<br />
de baja calidad (Cortés Lara, 2016; Ustaoglu and Williams, 2017).<br />
El factor urbano es uno de los principales elementos de deterioro<br />
ambiental en cuanto que concentra excesivos <strong>vol</strong>úmenes poblacionales,<br />
ocupa grandes extensiones de suelo, demanda fuertes dotaciones de energéticos,<br />
genera cantidades impresionantes de desperdicios y residuos y<br />
agota exponencialmente los recursos naturales básicos de sus áreas periféricas<br />
(Cortés Lara, 2016; Esquivel Ceballos et al., 2019).<br />
La ciudad de Chihuahua, al igual que otras ciudades en México y<br />
Latinoamérica, expresa en su configuración espacial una forma de crecimiento<br />
caótico, donde el suelo no urbano colindante se va integrando a<br />
la mancha urbana sin orden ni concierto, a menudo con la creación de<br />
nuevas zonas urbanas en forma de parches aislados, alejados entre sí<br />
(Heinrichs et al., 2009). En esta configuración espacial, conocida como<br />
salto de rana (Heim, 2001), desempeña un papel central la ausencia o<br />
debilidad de instrumentos jurídicos que orienten espacialmente la ampliación<br />
de la ciudad bajo un patrón más compacto (Bazant, 2001), que<br />
consolide con infraestructura y equipamiento las áreas ya ocupadas, en<br />
lugar de permitir la ampliación de la mancha urbana hacia nuevas zonas.<br />
También se identificaron problemas de crecimiento desordenado sobre<br />
terrenos topográficamente inadecuados, que dan origen a asentamientos<br />
irregulares donde la dotación de infraestructura resulta altamente costosa;<br />
asimismo se detectaron áreas subutilizadas, de tal modo que, como consecuencia<br />
del crecimiento desordenado, la ciudad se encuentra desarticulada<br />
vialmente, con incompatibilidad de usos, mala distribución de<br />
equipamiento, destrucción de elementos con valor histórico y artístico, en<br />
déficit de vivienda y en deterioro constante del medio natural por las<br />
acciones del hombre (Implan, 2015).<br />
La monitorización y seguimiento de los cambios en los patrones de<br />
ocupación urbana que tienen lugar en las áreas metropolitanas se han<br />
realizado a través de la exploración de las características espaciales. Esto<br />
es posible mediante la aplicación de métricas o índices de análisis
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
3<br />
espacio-temporales del paisaje. En este sentido, la ecología del paisaje<br />
se ha utilizado para los estudios urbanos y semiurbanos (Aguilera-<br />
Benavente, 2008). Los índices del paisaje que presenta el software FRAGS-<br />
TATS (McGarigal and Marks, 1995) complementan las estadísticas de<br />
ocupación de los usos del suelo, que tradicionalmente se aplicaba como<br />
único instrumento de valoración (Herzog and Lausch, 2001). La fragmentación,<br />
forma, aislamiento, conectividad, compacidad y elongación<br />
son indicadores que se utilizan para medir las características espaciales<br />
útiles en identificar y definir las propiedades espaciales de varios tipos de<br />
paisajes (Mateucci y Silva, 2005; Cocero Matesanz et al., 2010; Cheng et<br />
al., 2017), especialmente los urbanos (Herold et al., 2005). Este tipo de<br />
métricas aportan nuevas posibilidades de análisis de los patrones de ocupación<br />
(Alberti, 1999), las formas de ocupación urbana (Herold et al.,<br />
2003), escenarios futuros (Franco et al., 2005) y modelos de simulación<br />
(Berling-Wolff and Wu, 2004). Son varios los trabajos que utilizan los<br />
índices de análisis espacial como un instrumento útil en la planificación<br />
y el seguimiento de los procesos de cambio del paisaje en las metrópolis<br />
desde el punto de vista urbano (Franco et al., 2005; Caneparo, 2007;<br />
Prato, 2007; Geoghegan et al., 1997; Alberti and Marzluff, 2004; Mateucci<br />
y Silva, 2005).<br />
Con base en lo anterior, el objetivo principal de esta investigación es<br />
describir la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo urbano en la zona<br />
metropolitana de Chihuahua en el periodo 1995-2015 tomando como<br />
base las tres localidades urbanas que conforman la zona de presión intermunicipal,<br />
desde la perspectiva del desarrollo urbano sustentable; en<br />
proceso de investigación se usaron imágenes de satélite Landsat-TM5 y<br />
software libre, como una alternativa en la adquisición de datos de bajo<br />
costo; asimismo se emplearon métodos basados en técnicas de teledetección.<br />
Por lo tanto, se pretende dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿cuál<br />
es el patrón espacio-temporal del crecimiento urbano en la zona de presión<br />
intermunicipal de Chihuahua?, así como a las preguntas específicas: ¿cuál<br />
es el potencial de cambio y cuál es el potencial de transición en la cobertura<br />
y uso de suelo que sufrió la zona de presión intermunicipal de Chihuahua<br />
durante el periodo de 1995-2015?<br />
1. Materiales y Métodos<br />
1.1. Descripción del área de estudio<br />
El estado de Chihuahua con su capital homónima cuenta con 67 alcaldías,<br />
tiene una extensión de 247,460 km 2 , la cual representa 12.6% del territorio<br />
nacional. Su población en 2015 fue de 3,556,574 habitantes, lo que
4 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
representa 3.0% del total del país, 85% de su población es urbana y<br />
15% rural. La zona metropolitana de Chihuahua (ZMCH) (mapa 1)<br />
se conforma de tres municipios: Aldama, Aquiles Serdán y Chihuahua<br />
(Conapo, 2015); entre los tres suman 918,339 habitantes, que representan<br />
25.82% con respecto al estado. La determinación del área de<br />
estudio (mapa 2) se realizó con base en la zona de presión intermunicipal<br />
conformada por las áreas susceptibles a desarrollar urbanísticamente<br />
ubicada entre los tres municipios conurbados, la cual se encuentra<br />
actualmente inmersa en una fuerte presión inmobiliaria considerando<br />
el desarrollo limítrofe de fraccionamientos en los límites municipales<br />
(Implan, 2015). Además, 97.94% de los habitantes de la ZMCH vive<br />
en las tres localidades clasificadas como urbanas, de las 1268 que la<br />
integran (Inegi, 2020).<br />
Mapa 1<br />
Zona metropolitana de Chihuahua<br />
Fuente: elaboración propia con base en “Delimitación de las zonas metropolitanas de México<br />
2015”. Mapa elaborado en ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
5<br />
Mapa 2<br />
Área de estudio<br />
Fuente: elaboración propia con base en datos obtenidos del Instituto Municipal de Planeación<br />
de Chihuahua. Mapa elaborado en ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).<br />
1.2. Fuentes de datos<br />
Se utilizaron tres escenas de satélite del sensor Landsat TM 1995, 2005<br />
y 2015. El Path/Row correspondiente a la localización de la imagen con<br />
relación al índice Landsat fue el 32-40. Los datos y análisis de la información<br />
fueron soportados y procesados en el software RStudio (2009)<br />
Versión 1.1.463, ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016) y FRAGSTATS<br />
Versión 4.2 (McGarigal and Marks, 1995). Para el análisis de cambio de<br />
cobertura y uso de suelo se tomaron como base las imágenes de 1995 y<br />
de 2015.<br />
1.3. Procesamiento de las imágenes de satélite<br />
Todas las imágenes fueron preprocesadas por el U.S Geological Survey<br />
(USGS, 2019) usando métodos estándar de procesamiento, que incluyen<br />
corrección geométrica, calibración radiométrica y corrección por terreno;<br />
también fue necesario hacer una conversión de nivel digital (ND) a<br />
valores de reflectancia con la intención de comparar los cambios (Chuvieco,<br />
2000).
6 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
1.4. Sobreposición de bandas<br />
Como procedimiento base, las bandas de Landsat TM fueron sobrepuestas<br />
entre sí para lograr una conjunción en una sola imagen, procedimiento<br />
que se aplicó utilizando código de RStudio. Este procedimiento generalmente<br />
se lleva a cabo en el software IDRISI; sin embargo, como una<br />
novedad y algo poco usado se utilizó el software RStudio (2009), como<br />
una alternativa de software libre y de bajo costo. En el análisis geoespacial<br />
fue empleado Arcmap de ArcGis 10.5 (ESRI, 2016). Las imágenes satelitales<br />
fueron tratadas con métodos estándar de acuerdo con los requerimientos<br />
que sugiere Chuvieco (2000) para el análisis de cambio de<br />
cobertura y uso del suelo. Por último, se calculó la tasa de cambios de la<br />
zona de presión intermunicipal de Chihuahua utilizando la fórmula de<br />
interés compuesto (Puyravaud, 2003) para el periodo de 1995-2015.<br />
1.5. Selección de índices de paisaje<br />
Una vez obtenida la clasificación supervisada de las imágenes Landsat TM<br />
para cada una de las fechas in<strong>vol</strong>ucradas en el periodo de estudio es<br />
importante convertir el archivo a formato TIF para que pueda ser procesado<br />
por el software FRAGSTATS (McGarigal and Marks, 1995). Para<br />
poder aplicar los índices de paisaje es necesario llevar a cabo un proceso<br />
de selección de los mismos, puesto que el número existente de ellos es<br />
muy amplio (Botequilha Leitao and Ahern, 2002). Se seleccionaron<br />
aquellos que cumplen con las características espaciales en lo que respecta<br />
a fragmentación, forma y dispersión (Botequilha Leitao et al., 2006).<br />
El conjunto de índices seleccionados es el siguiente: Número de Manchas<br />
(NP): Esta métrica nos aporta información de la medida en que un<br />
uso se encuentra dividido o fragmentado. Densidad de Manchas (PD):<br />
Equivale al número de manchas de ese uso dividido por al área total de<br />
la zona de estudio.<br />
Tamaño Medio de las Manchas (AREA_MN): nos aporta una medida<br />
de la superficie media de las manchas individuales de un uso determinado.<br />
Compacidad Media de los Fragmentos (GYRATE_MN): esta métrica<br />
aporta una idea de la compacidad de los diferentes fragmentos, o en<br />
sentido inverso, de su elongación.<br />
Índice de Forma (SHAPE): nos aporta una medida de la complejidad<br />
de la forma de las manchas de un determinado uso, a través de la relación<br />
entre el perímetro y la superficie. Distancia Media a las Manchas más<br />
Próximas (ENN_MN): aporta información acerca del grado de aislamiento<br />
de las manchas de un determinado uso.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
7<br />
2. Resultados<br />
2.1. Composición de bandas<br />
Para lograr los valores resultado de cada índice, ha sido necesaria la obtención<br />
de las imágenes de los usos del suelo urbano en la zona de presión<br />
intermunicipal de Chihuahua. Para ello fue necesario el análisis de imágenes<br />
de satélite multiespectrales con el objetivo de generar mapas base de<br />
cobertura y uso de suelo. El análisis preliminar de estos insumos permite<br />
obtener una representación real de las condiciones actuales y pasadas de las<br />
coberturas del uso del suelo y vegetación.<br />
Las imágenes de falso color o RGB (Red, Green, Blue) consiste en la<br />
combinación de tres bandas de información para formar una imagen en<br />
color. Con este tipo de combinaciones se pretende extraer y resaltar la<br />
información en función de los colores resultantes.<br />
En este trabajo de investigación el empleo de imágenes Landsat TM5<br />
proporcionó los elementos necesarios para obtener mapas base, conformados<br />
de las siguientes combinaciones de las bandas 3 (0.63-0.69 μm), 4<br />
(0.76-0.90 μm) y 7 (2.08-2.35 μm) en el orden del espectro visible rojo,<br />
verde y azul (RGB), fueron las seleccionadas y las que mostraron un buen<br />
nivel de detalle en la discriminación de las coberturas vegetales para los<br />
periodos evaluados de 1995, 2005 y 2015.<br />
Dichos mapas muestran las características de las condiciones de uso<br />
de suelo y vegetación en 1995 (mapa 3) y las mismas condiciones, con<br />
ligeros cambios espaciales, para las imágenes de 2005 (mapa 4) y de<br />
2015 (mapa 5).<br />
Las composiciones en falso color manifiestan buen contraste en las<br />
tres fechas evaluadas, evidenciando que la banda que corresponde al<br />
infrarrojo cercano (banda 4) es clave en el análisis de imágenes de satélite,<br />
cuyo objetivo principal sea determinar cambios entre las coberturas que<br />
componen el territorio.
8 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
Mapa 3<br />
Composición en falso color de la escena Landsat TM del año 1995<br />
Fuente: elaboración propia con base en la imagen Landsat LT05_L1TP_032040_19950529_<br />
20170107_01_T1 TM obtenida en U.S. Geological Survey. Mapa elaborado en RStudio (2009)<br />
Versión 1.1.463 y ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).<br />
Mapa 4<br />
Composición en falso color de la escena Landsat TM del año 2005<br />
Fuente: elaboración propia con base en la imagen Landsat LT05_L1TP_032040_20050508_<br />
20161126_01_T1 TM obtenida en U.S. Geological Survey. Mapa elaborado en RStudio (2009)<br />
Versión 1.1.463 y ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
9<br />
Mapa 5<br />
Composición en falso color de la escena Landsat TM del año 2015<br />
Fuente: elaboración propia con base en la imagen Landsat LC08_L1TP_032040_20150520_<br />
20170301_01_T1 TM obtenida en U.S. Geological Survey. Mapa elaborado en RStudio (2009)<br />
Versión 1.1.463 y ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).<br />
2.2. Clasificación multiespectral<br />
En los mapas 3 y 5 se observa la distribución de la vegetación presente en<br />
la clasificación para 1995 y 2015, respectivamente, que se encuentra definida<br />
por el límite de presión intermunicipal de Chihuahua, es decir, más de la<br />
suma de los tres centros de población de las tres localidades urbanas que<br />
conforman la zona metropolitana de Chihuahua (mapa 6).<br />
En la determinación de las superficies de 1995 (tabla 1), las comunidades<br />
más ampliamente distribuidas eran las de matorral, con 66,244.40<br />
hectáreas (ha) (45.74%), seguidas de las comunidades de pastizal con<br />
47,692.53 ha (32.92%) y la agricultura de riego y temporal con 19,454.22<br />
ha que aproximadamente equivale a 13.43% del área de estudio. Los asentamientos<br />
humanos o áreas urbanas ocupaban 9263.61 ha y estaban representados<br />
principalmente por la ciudad de Chihuahua como el principal<br />
polo de desarrollo de la zona metropolitana. En los resultados de las superficies<br />
de la vegetación presente en 2015 (tabla1), se observa claramente<br />
que siguen el mismo comportamiento respecto al porcentaje en su distribución;<br />
sin embargo, se observa una disminución considerable en la<br />
categoría de Agricultura de riego y temporal y un aumento en la categoría<br />
de Asentamientos humanos.
10 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
Mapa 6<br />
Zona de presión intermunicipal de la ZMCH<br />
y Centros de Población<br />
Fuente: elaboración propia con base en datos obtenidos del Instituto Municipal de Planeación<br />
de Chihuahua. Mapa elaborado en ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).<br />
Tabla 1<br />
Superficies de la cobertura de uso de suelo y vegetación de la<br />
clasificación 1995 y 2015<br />
Tipo de Cobertura<br />
Superficie<br />
1995 (ha)<br />
% Superficie<br />
2015 (ha)<br />
Ah Asentamientos humanos 9263.61 6.39 19,457.73 13.43<br />
Art Agricultura de riego y temporal 19,454.22 13.43 8272.53 5.71<br />
Cm Comunidades de matorral 66,254.40 45.74 66,726.09 46.05<br />
Cp Comunidades de pastizal 47,692.53 32.92 47,580.21 32.84<br />
Ca Cuerpos de agua 84.87 0.06 345.24 0.24<br />
Bep Bosques de encino-pino 2108.43 1.46 2511.27 1.73<br />
TOTAL 144,858.06 100.00 144,893.07 100.00<br />
Fuente: elaboración propia con base en resultados del cambio de cobertura y uso de suelo.<br />
%
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
11<br />
2.3. Análisis de cambios (Potencial de cambio y Potencial<br />
de Transición)<br />
La comparación de imágenes clasificadas con respecto al periodo evaluado<br />
se presenta en la tabla 2, en la cual se detallan los cambios ocurridos en<br />
el lapso de 10 años. Los resultados del análisis se efectuaron tomando<br />
como base las clasificaciones independientes de cada fecha. El cambio<br />
más importante y evidente se presentó en la clase de asentamientos humanos<br />
con una tasa de cambio de 52.39%, lo que equivale a 10,194.12<br />
hectáreas.<br />
Tabla 2<br />
Análisis de cambios de las coberturas y usos del suelo<br />
presentes en el área de estudio<br />
Tipo de cobertura<br />
Superficie<br />
1995 (ha)<br />
Superficie<br />
2015 (ha))<br />
Diferencia<br />
(ha))<br />
Tasa de<br />
cambio<br />
(%)<br />
Ah Asentamientos humanos 9263.61 19,457.73 10,194.12 52.39<br />
Art<br />
Cm<br />
Cp<br />
Agricultura de riego<br />
y temporal<br />
Comunidades<br />
de matorral<br />
Comunidades<br />
de pastizal<br />
19,454.22 8272.53 -11,181.69 -57.48<br />
66,254.40 66,726.09 471.69 0.71<br />
47,692.53 47,580.21 -112.32 -0.24<br />
Ca Cuerpos de agua 84.87 345.24 260.37 75.42<br />
Bep Bosques de encino-pino 2108.43 2511.27 402.84 16.04<br />
Fuente: elaboración propia con base en resultados del cambio de cobertura y uso de suelo.<br />
Los datos anteriores concuerdan con los registrados por el Inegi, el<br />
cual reporta una condición, en 1995, de 633,402 habitantes para la zona<br />
metropolitana de Chihuahua, aumentando su población, para 2015, a<br />
918,339 (Inegi, 2020). En este sentido, el crecimiento de la población ha<br />
impactado fuertemente en el aumento de la mancha urbana, el cual ha<br />
promovido la construcción de fraccionamientos no planeados en tierras<br />
ejidales y de pastizales abiertos (Implan, 2015), y principalmente en<br />
tierras agrícolas que han perdido su vocación de uso de suelo agrícola para<br />
convertirse en áreas urbanas.
12 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
2.4. Separabilidad espectral<br />
Se aplicó la técnica de clasificación supervisada basada en el método de<br />
máxima probabilidad para las imágenes del sensor Landsat TM de 1995,<br />
2005 y 2015, se llevó a cabo a través de la asignación de seis clases, las<br />
cuales permitieron observar un punto medio entre la generalización y<br />
la dispersión de las clases, y de alguna forma establecer zonas homogéneas<br />
de algunas categorías de uso de suelo y vegetación. La selección de<br />
áreas de entrenamiento fue realizada considerando cada tipo de cobertura<br />
presente en el área de estudio.<br />
Las clases identificadas fueron Agricultura de riego y temporal (Art),<br />
Asentamientos humanos (Ah), Bosques de encino-pino (Bep), Comunidades<br />
de matorral (Cm), Cuerpos de agua (Ca) y Comunidades de pastizal<br />
(Cp). El análisis de separabilidad espectral es un procedimiento<br />
importante en la determinación de la similitud que poseen las clases que<br />
se determinan en el proceso de clasificación.<br />
La evaluación mostró una adecuada separación espectral para todas<br />
las clases, lo que se traduce en una buena identificación de las coberturas<br />
en todas las bandas del sensor Landsat TM, que se utilizaron para generar<br />
la clasificación supervisada de los años 1995 (mapa 7), 2005 (mapa 8) y<br />
2015 (mapa 9).<br />
Mapa 7<br />
Clasificación supervisada de la imagen Landsat TM del año 1995<br />
Fuente: elaboración propia con base en la manipulación de la composición en falso color de la<br />
escena Landsat TM de 1995. Mapa elaborado en ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
13<br />
Mapa 8<br />
Clasificación supervisada de la imagen Landsat TM del año 2005<br />
Fuente: elaboración propia con base en la manipulación de la composición en falso color de la<br />
escena Landsat TM de 2005. Mapa elaborado en ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).<br />
Mapa 9<br />
Clasificación supervisada de la imagen Landsat TM del año 2015<br />
Fuente: elaboración propia con base en la manipulación de la composición en falso color de la<br />
escena Landsat TM de 2015. Mapa elaborado en ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).
14 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
2.5. Matriz de error para la clasificación basada en Landsat-TM<br />
En un estudio similar denominado “El proceso de expansión urbana y su<br />
impacto en la cobertura y uso de suelo de la zona de presión intermunicipal<br />
de Chihuahua” (Dávila Rodríguez et al., 2017), la exactitud basada en el<br />
coeficiente multivariado discreto Kappa, para la clasificación de la imagen<br />
Landsat-TM5 de 2000 fue de 0.80, mientras que para 2010 fue de 0.81;<br />
este valor refleja el grado de exactitud esperada, más que la llevada a cabo<br />
por el simple azar. Sin embargo, en este estudio, además de tomar como<br />
referencia estos resultados que se realizaron a la misma área de estudio, se<br />
realizó una posclasificación que permitió, dado el conocimiento del área de<br />
estudio, una definición más exacta de las clases seleccionadas.<br />
2.6. Determinación de la distribución espacial del uso<br />
de suelo urbano<br />
El software FRAGSTATS (McGarigal and Marks, 1995) es un instrumento<br />
para el cálculo de las métricas de análisis de ecología del paisaje. Este<br />
software, de la Universidad Amherst de Massachusetts, de acceso libre<br />
disponible en la red (www.umass.edu/landeco/research/fragstats/fragstats.<br />
html), permite obtener un amplio conjunto de métricas de este tipo, está<br />
considerado como el programa más completo en lo que se refiere a la<br />
diversidad y capacidad para desarrollar cálculos métricos (Aguilera-<br />
Benavente, 2008).<br />
Es un software de análisis de patrones espaciales para cuantificar la<br />
estructura del paisaje que ha sido ampliamente empleado en estudios de<br />
paisajes agrarios, naturales e incluso urbanos y suburbanos. De esta forma<br />
se puede obtener un conjunto de índices de cuantificación de la estructura<br />
de los paisajes atendiendo a sus características espaciales, como instrumento<br />
de valoración de su cambio.<br />
Gracias al empleo del software FRAGSTATS y a partir de los mapas<br />
de uso del suelo residencial en la zona de presión intermunicipal de Chihuahua<br />
para los años 1995 (mapa 10), 2005 (mapa 11) y 2015 (mapa<br />
12), se han obtenido los valores de las distintas métricas seleccionadas<br />
para este estudio.<br />
Estos valores nos permitirán medir la estructura del paisaje urbano en<br />
tres momentos diferentes y poder inferir los procesos de cambio que han<br />
tenido lugar en el periodo comprendido entre las tres fechas.<br />
El análisis de los resultados obtenidos para cada una de las diferentes<br />
métricas en cada una de las tres fechas del estudio -1995, 2005 y 2015-<br />
nos arroja los siguientes datos (tabla 3): el número de manchas (NP) nos<br />
indica que el uso de suelo urbano en la zona de presión intermunicipal
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
15<br />
Mapa 10<br />
Distribución espacial del uso de suelo urbano de 1995<br />
Fuente: elaboración propia con base en la manipulación de la clasificación supervisada de 1995 en<br />
FRAGSTATS (McGarigal and Marks, 1995). Mapa elaborado en ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).<br />
Mapa 11<br />
Distribución espacial del uso de suelo urbano de 2005<br />
Fuente: elaboración propia con base en la manipulación de la clasificación supervisada del año 2005<br />
en fragstats (McGarigal and Marks, 1995). Mapa elaborado en ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).
16 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
Mapa 12<br />
Distribución espacial del uso de suelo urbano de 2015<br />
Fuente: elaboración propia con base en la manipulación de la clasificación supervisada del año 2015<br />
en fragstats (McGarigal and Marks, 1995). Mapa elaborado en ArcGIS® Versión 10.5 (ESRI, 2016).<br />
Tabla 3<br />
Determinación de la distribución espacial del uso de suelo urbano<br />
de la zona de presión intermunicipal de Chihuahua<br />
AÑO CLASE NP PD AREA_MN GYRATE_MN SHAPE_MN ENN_MN<br />
1995 AH 737 0.5088 12.5693 37.7602 1.2664 105.4204<br />
2005 AH 1586 1.0947 8.0594 34.3371 1.2636 100.0801<br />
2015 AH 5197 3.5883 3.7438 30.4686 1.2327 87.9962<br />
Fuente: elaboración propia con base en resultados de FRAGSTATS (McGarigal and Marks, 1995).<br />
de Chihuahua se fragmenta en todo el periodo de estudio, al pasar de un<br />
total de 737 manchas en el primer año, a 1586 en el segundo periodo, y<br />
a 5197 para el 2015. Estos datos se corroboran con los resultados obtenidos<br />
mediante la densidad de manchas (PD), al aumentar de 0.5088 a<br />
1.0957 y, finalmente, a 3.5883, respectivamente a los años señalados.<br />
El tamaño medio de las manchas (AREA_MN) nos muestra que se<br />
produce un incremento de la fragmentación del uso de suelo urbano en<br />
el periodo de 1995-2015, al pasar de un valor de superficie media de las<br />
manchas de 12.5693 en 1995, a 8.0594 en 2005, y de 3.7438 para 2015.<br />
Estos datos coinciden con los resultados conseguidos mediante la métrica
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
17<br />
compacidad media de los fragmentos (GYRATE_MN), ya que esta compacidad<br />
disminuye en todas las fechas señaladas del periodo de estudio al<br />
pasar de una compacidad media de 37.7602 para 1995 a 34.3371 para<br />
2005 y finalizar con 30.4686 para 2015.<br />
El índice de forma (SHAPE_MN) nos indica que la forma de las<br />
manchas del uso de suelo urbano prácticamente ha conservado su complejidad<br />
con el paso de los años, con valores de 1.2664, 1.2636 y 1.2327<br />
para 1995, 2005 y 2015. Además, nos aporta una medida de la compacidad<br />
de los fragmentos; según los datos, éstos se han fragmentado más<br />
con el paso del tiempo. Por su parte, el índice distancia media a las manchas<br />
más próximas (ENN_NN) presenta unos valores de 105.4204 (1995),<br />
100.0801 (2005) y 87.9962 (2015). La disminución del valor en todo el<br />
periodo de estudio nos hace suponer la aparición de nuevos fragmentos<br />
del uso del suelo urbano.<br />
3. Discusión<br />
En relación con el procesamiento de las imágenes para obtener los mapas<br />
base, en estudios relacionados se encontró que los datos empleados del<br />
sensor multiespectral Landsat TM5 permiten determinar con buena<br />
precisión el uso de suelo y vegetación de determinada región (Pinedo<br />
Álvarez, 2008; Ashraf et al., 2008; Dávila Rodríguez et al., 2016). En otro<br />
estudio llevado a cabo en la región de Guadalupe y Calvo, Chihuahua,<br />
se resalta la importancia de la utilización de composiciones en falso color<br />
adecuadas y ajustadas para la región bajo estudio. En un estudio más,<br />
realizado para la parte norte y oeste de los Estados Unidos se determinó<br />
que las composiciones que mejor se ajustan para representar las coberturas<br />
fueron: banda 3 (0.5-0.6 μm), banda 4 (0.7-0.8 μm) y banda 5 (0.5-0.7<br />
μm), información que coincide con los análisis obtenidos en este estudio<br />
para las bandas 3 y 5.<br />
En la presente investigación, la técnica de clasificación supervisada<br />
permitió identificar seis clases de cobertura, situación similar se presentó<br />
en un estudio realizado en la reserva nacional de Valdivia (Segura y<br />
Trincado, 2003); en dicho estudio se pudieron identificar cinco clases<br />
de cobertura correspondientes a bosque adulto, renoval, plantaciones,<br />
matorral y comunidades de pastizal, la exactitud de la clasificación global<br />
fue de 64%, mientras que la clasificación de tipos de cobertura forestal fue<br />
de 77 por ciento.<br />
Respecto a la aplicación de los índices seleccionados y procesados por<br />
el software FRAGSTATS (McGarigal and Marks, 1995), en este estudio<br />
el número de manchas y la densidad de manchas nos indican que el suelo
18 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
destinado a la vivienda se fragmentó durante el periodo de estudio. El<br />
tamaño medio de las manchas y la compacidad media de los fragmentos nos<br />
muestran que se produce un incremento de la fragmentación y una disminución<br />
en la compacidad de los fragmentos del uso de suelo urbano<br />
en el periodo de estudio. El índice de forma y distancia media a las manchas<br />
más próximas nos hace suponer la aparición de nuevos fragmentos del uso<br />
del suelo urbano y que éstos prácticamente han conservado su complejidad<br />
con el paso de los años. Además, de acuerdo con este comportamiento,<br />
el escenario que se visualiza a corto y mediano plazos para la zona de<br />
presión intermunicipal de Chihuahua es el tipo de crecimiento disperso<br />
y fragmentado.<br />
Lo anterior nos permite deducir que el crecimiento de la mancha urbana<br />
de la zona de presión intermunicipal de Chihuahua fue de forma horizontal<br />
y dispersa. Esto coincide en parte con el estudio “Análisis de la e<strong>vol</strong>ución<br />
de la estructura espacial del uso del suelo residencial en el área metropolitana<br />
madrileña” (Cocero Matesanz et al., 2010), el cual, tras aplicar esta serie de<br />
índices, encontró una forma de crecimiento disperso durante el primer<br />
periodo de estudio. Sin embargo, se reportó un proceso de compactación<br />
durante el segundo periodo. Los resultados de otro estudio llamado “Examining<br />
spatiotemporally varying effects of urban expansion and the<br />
underlying driving factors” (Cheng et al., 2017) aplicado a la ciudad de<br />
Xuzhou en China, en donde solamente se escogieron tres métricas –Number<br />
of Patches (NP), Largest PatchIndex (LPI) y Mean Shape Index (SHAPE<br />
MN)– nos indican que la ciudad sufrió un proceso de urbanización rápido<br />
y acelerado durante el periodo de estudio, lo que detonó que la ciudad<br />
creciera bajo modelo de crecimiento difuso o disperso.<br />
Los resultados anteriores van en contra de la sustentabilidad urbana,<br />
ya que existe una estrecha relación entre la sustentabilidad y las formas<br />
que adquiere el paisaje (Andersson, 2006). Mayor dispersión en la ciudad,<br />
con polígonos urbanos cada vez más pequeños, alejados entre sí, implica<br />
mayor costo en la dotación de servicios públicos; pues una ciudad dispersa<br />
demanda el recorrido de distancias mayores para el abastecimiento de<br />
agua potable, drenaje urbano, energía eléctrica, etc. Esto encarece los<br />
costos que paga el usuario (Lara Pulido et al., 2017), y sin duda es una<br />
manifestación de las externalidades económicas de un mercado inmobiliario<br />
del suelo que pone el interés individual por encima del interés<br />
colectivo. También tiene un papel relevante el costo del suelo, pues se ha<br />
demostrado en distintas latitudes del mundo que el bajo costo de los<br />
terrenos agrícolas, generalmente más barato en las áreas colindantes a la<br />
zona urbana, favorece una dispersión espacial que disminuye a la larga la<br />
habitabilidad de los espacios urbanos recién creados (Peerzado et al., 2019).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
19<br />
Los beneficiarios de las transacciones inmobiliarias (vendedores y<br />
fraccionadores) privatizan las ganancias de un mercado del suelo no<br />
regulado por instrumentos de planeación urbana, pero socializan los<br />
costos al resto de los habitantes de la ciudad, al disminuir la calidad de<br />
los servicios urbanos por la dificultad que representa proveerlos bajo esa<br />
configuración espacial. Del mismo modo, se incrementan los tiempos y<br />
costos de traslado entre zonas habitacionales y áreas de trabajo, aumentando<br />
la dependencia del vehículo individual como medio de transporte<br />
(Ustaoglu and Williams, 2017). A una mala calidad de servicios se suma<br />
una mala calidad del aire por la contaminación de vehículos automotores<br />
(Resnik, 2010).<br />
En relación con lo anterior, existen estudios que abordan la problemática<br />
del crecimiento urbano desde diferentes ángulos y en un sinfín de<br />
variables, todos tienen la finalidad, en mayor o menor medida, de analizar<br />
el efecto negativo en el aspecto ambiental, social o económico. Sin<br />
embargo, este estudio únicamente tuvo la intención de describir la e<strong>vol</strong>ución<br />
de la forma urbana en las últimas décadas conociendo si ha sido<br />
un crecimiento ordenado y compacto o desordenado y fragmentado.<br />
Frente a estos impactos de la dispersión urbana, las métricas del paisaje<br />
presentadas en este trabajo constituyen herramientas que permiten<br />
caracterizar patrones de crecimiento urbano no sustentables. Lo anterior<br />
puede contribuir a la planeación del espacio en la zona metropolitana<br />
de Chihuahua y tiene la posibilidad de incorporarse a los planes de<br />
ordenamiento territorial. Si conocemos el problema, que en este caso es<br />
cómo estamos creciendo, podemos después abordar las consecuencias de<br />
este modelo de crecimiento, sólo entonces podremos aportar soluciones<br />
a la problemática de estudio.<br />
Conclusiones<br />
Tomando en cuenta que los cambios más importantes se presentaron en<br />
la clase de asentamientos humanos, resulta evidente la relación que existe<br />
entre los procesos de crecimiento y expansión de la ciudad con el cambio<br />
de cobertura y uso de suelo. Por lo tanto, se concluye que el proceso de<br />
expansión urbana de la zona de presión intermunicipal de Chihuahua ha<br />
provocado cambios en la cobertura y uso de suelo, viéndose afectadas<br />
principalmente las tierras agrícolas.<br />
Los resultados presentados también muestran la existencia de una<br />
serie de cambios en los patrones de distribución espacial del uso de suelo<br />
residencial en la aglomeración urbana de la zona metropolitana de Chihuahua,<br />
desde 1995 al 2015.
20 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
El crecimiento del suelo destinado a vivienda que ha tenido lugar en<br />
el periodo 1995-2015 se encuentra en consonancia con el modelo de<br />
ciudad dispersa, caracterizado por la baja densidad edificatoria, la discontinuidad<br />
y fragmentación de los nuevos usos del suelo en el territorio y<br />
la preponderancia del transporte privado por carretera.<br />
Por lo tanto, el empleo de una serie de índices de análisis espacial,<br />
empleado generalmente en la ecología del paisaje, se ha demostrado útil<br />
para la determinación de las características espaciales de los cambios a<br />
cualquier escala, especialmente la escala metropolitana. Estas métricas<br />
posibilitan el análisis de formas y patrones de ocupación urbana, además<br />
de monitorizar el cambio en los usos urbanos a lo largo del tiempo, a<br />
través de su seguimiento temporal, lo que permite identificar procesos<br />
metropolitanos de cambio, detectando posibles tendencias o nuevas formas<br />
y modelos de ocupación.<br />
Estudios como éste inciden favorablemente en los patrones y dinámica<br />
de cambio en el uso del suelo mediante la anticipación de las tendencias de<br />
cambio y elaboración de pronósticos que permitan determinar el menor<br />
impacto en los recursos naturales debido al crecimiento de la ciudad en<br />
el marco de la planeación urbana sustentable. Es indudable que la forma<br />
en la que se manifiesta la ciudad hoy en día reclama ser vista desde una<br />
forma integral y holística. De esta forma entenderemos que la ciudad se<br />
comporta de un modo distinto que la suma de las partes que la integran.<br />
Lo anterior nos permite encontrar soluciones de forma integral entre<br />
las relaciones e interacciones de las partes y no solamente con un enfoque<br />
reduccionista. La planeación del espacio físico es una actividad impostergable,<br />
la cual se debe apoyar en instrumentos como el ordenamiento del<br />
territorio y el enfoque de la sustentabilidad en la planeación urbana. La<br />
planeación urbana sustentable puede ser una posibilidad para satisfacer<br />
las necesidades de la población sin agotar el capital natural e incluyendo<br />
la minimización de costos ambientales hacia el futuro.<br />
Fuentes consultadas<br />
Aguilera-Benavente, Francisco (2008), “Análisis espacial para la ordenación<br />
eco-paisajística de la aglomeración urbana de Granada”, tesis de<br />
doctorado, Universidad de Granada, Granada.<br />
Alberti, Marina (1999), “Urban Patterns and Environmental Performance:<br />
What Do We Know?”, Journal of Planning Education and
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
21<br />
Research, 19 (2), Washington, University of Washington, pp.<br />
151-163.<br />
Alberti, Marina and Marzluff, John (2004), “Ecological Resilience in<br />
Urban Ecosystems: Linking Urban Patterns to Human and Ecological<br />
Functions”, Urban Ecosystems, 7 (3), Salzburg, Society for<br />
Urban Ecology, pp. 241-2<strong>65</strong>.<br />
Andersson, Erick (2006), “Urban Landscapes and Sustainable Cities”,<br />
Ecology and Society, 11 (1) Stockholm, Stockholm University,<br />
, 15 de<br />
enero de 2019.<br />
Ashraf, Yasin; Athar, Habib; Harris, Philip and Taekryoun, Kwon (2008),<br />
“Some Prospective Strategies for Improving Crop Salt Tolerance”,<br />
Advances in Agronomy, <strong>vol</strong>. 97, Coventry, Coventry University,<br />
pp. 45-110.<br />
Bazant, Jan (2001), “Lineamientos para el ordenamiento territorial de las<br />
periferias urbanas de la Ciudad de México”, Papeles de Población,<br />
7 (27), Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México/<br />
Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población,<br />
pp. 223-239.<br />
Berling-Wolff, Sheryl and Wu, Jianguo (2004), “Modeling Urban Landscape<br />
Dynamics: A Case Study in Phoenix”, Urban Ecosystems, <strong>vol</strong>. 7,<br />
Arizona, School of Life Sciences, pp. 215-240.<br />
Botequilha Leitao, André and Ahern, Jack (2002), “Applying Landscape<br />
Ecological Concepts and Metrics in Sustainable Landscape Planning”,<br />
Landscape and Urban Planning, 59 (2), Amherst, Universidad<br />
de Massachusetts, pp. <strong>65</strong>-93.<br />
Botequilha Leitao, André; Miller, Joseph; Ahern, Jack and McGarigal,<br />
Kevin (2006), Measuring Landscapes: A Planner’s Handbook,<br />
Washington, Island Press.<br />
Caneparo, Luca (2007), “Generative Platform for Urban and Regional<br />
Design”, Automation in Construction, <strong>vol</strong>. 16, Torino, Politecnico<br />
di Torino, pp. 70-77.<br />
Cheng, Li; Zhao, Jie and Xu, Yong (2017), “Examining Spatiotemporally<br />
Varying Effects of Urban Expansion and the Underlying
22 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
Driving Factors”, Sustainable Cities and Society, <strong>vol</strong>. 28, Stuttgart,<br />
E. Schweizerbart’s verlagsbuchhandlung, pp. 307-320.<br />
Chuvieco, Emilio (2000), Fundamentos de teledetección espacial, Madrid,<br />
Rialp.<br />
Cocero Matesanz, David; Azcárate Luxan, María Victoria; García Lázaro,<br />
Francisco Javier; Muguruza Cañas, Carmen y Santos Preciado, José<br />
Miguel (2010), “Análisis de la e<strong>vol</strong>ución de la estructura espacial<br />
del uso del suelo residencial en el área metropolitana madrileña”,<br />
en José Ojeda Zújar; Ismael Vallejo Villalta y María Fernanda Pita<br />
López (eds.), Tecnologías de la Información Geográfica: La Información<br />
Geográfica al servicio de los ciudadanos, Sevilla, Secretariado de<br />
Publicaciones de la Universidad de Sevilla, pp. 777-787.<br />
Conapo (Consejo Nacional de Población) (2015), Delimitación de zonas<br />
metropolitanas de México 2015, Ciudad de México, Secretaría de<br />
Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, ,<br />
13 de marzo de 2020.<br />
Cortés Lara, Mara Alejandra (coord.) (2016), Aportes a la sustentabilidad:<br />
Una mirada desde la gestión del territorio y los recursos naturales,<br />
Tlaquepaque, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores<br />
de Occidente.<br />
Dávila Rodríguez, Antonio; Corona Zambrano, Elva Alicia; Pinedo<br />
Álvarez, Alfredo; Jiménez Rentería, Gaspar; Pinedo Álvarez,<br />
Carmelo; Rojas Caldelas, Rosa Imelda y Ranfla González, Arturo<br />
(2016), “Marginación y cambio de cobertura y uso del suelo de<br />
la zona metropolitana de Chihuahua”, Investigación y Ciencia, 24<br />
(67), Aguasgalientes, Universidad Autónoma de Aguascalientes,<br />
pp. 38-45.<br />
Dávila Rodríguez, Antonio; Pinedo Álvarez, Alfredo; Pinedo Álvarez,<br />
Carmelo y Prieto Amparán, Jesús (2017), “El proceso de expansión<br />
urbana y su impacto en la cobertura y uso de suelo de la zona<br />
de presión intermunicipal de Chihuahua”, Ciencia, núm. 86,<br />
Nuevo León, Universidad Autónoma de Nuevo León, pp. 32-38.<br />
Esquivel Ceballos, Víctor; Alatorre Cejudo, Luis Carlos; Robles Morua,<br />
Agustín y Bravo Peña, Luis Carlos (2019), “Crecimiento urbano<br />
de Ciudad Juárez Chihuahua (1920-2015): Hipótesis sobre el
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
23<br />
impacto en las coberturas y uso de suelo y el abatimiento del<br />
acuífero urbano”, Acta Universitaria, <strong>vol</strong>. 29, Ciudad Juárez,<br />
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, pp. 1-29.<br />
ESRI (2016), Arcgis, versión 10.5, Environmental Systems Research<br />
Institute, Redlands, California, ESRI.<br />
Franco, Daniel; Bombonato, Anna; Mannino, Ilda and Ghetti, Pierfrancesco<br />
(2005), “The Evaluation of a Planning Tool Through the<br />
Landscape Ecology Concepts and Methods”, Management of<br />
Environmental Quality An International Journal, 16 (1), Venice,<br />
University of Venice, pp. 55-70.<br />
Geoghegan, Jacqueline; Wainger, Lisa and Bockstael, Nancy (1997),<br />
“Spatial landscape indices in a hedonic framework: an ecological<br />
economics analysis using GIS”, Ecological Economics, 23 (3),<br />
Elsevier, pp. 251-264.<br />
Heim, Carol (2001), “Leapfrogging, Urban Sprawl and Growth Management:<br />
Phoenix, 1950-2000”, The American Journal of Economics<br />
and Sociology, 60 (1), Amherst, University of Massachusetts, pp.<br />
245-283.<br />
Heinrichs, Dirk; Nuissl, Henning y Rodríguez Seeger, Claudia (2009),<br />
“Dispersión urbana y nuevos desafíos para la gobernanza (metropolitana)<br />
en América Latina: El caso de Santiago de Chile”, EURE,<br />
35 (104), Santiago de Chile, Pontificia Universidad Católica de<br />
Chile, pp. 29-46, doi: https://doi.org/10.4067/S0250-<br />
71612009000100002<br />
Herold, Martin; Goldstein, Noah and Clarke, Keith (2003), “The Spatio-<br />
Temporal Form of Urban Growth: Measurement, Analysis and<br />
Modeling”, Remote Sensing of Environment, 86 (3), Ellison Hall,<br />
University of California Santa Barbara, pp. 268-302.<br />
Herold, Martin; Couclelis, Helen and Clarke, Keith (2005), “The role of<br />
spatial metrics in the analysis and modeling of urban land use<br />
change”, Computer and Environment Urban, 29 (4), Ellison Hall,<br />
University of California Santa Barbara, pp. 369-399.<br />
Herzog, Felix and Lausch, Angela (2001), “Supplementing Land-Use<br />
Statistics with Landscape Metrics: Some Methodological Consi-
24 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
derations”, Environmental Monitoring and Assessment, <strong>vol</strong>. 72,<br />
Leipzig, Center for Environmental Research, pp. 37-50.<br />
Implan (Instituto Municipal de Planeación) (2015), “Programa de<br />
Ordenamiento de la Zona Metropolitana de Chihuahua: Aldama-<br />
Chihuahua-Aquiles Serdán”, Chihuahua, Instituto Municipal<br />
de Planeación.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2020), “Número<br />
de habitantes”, Aguascalientes, Inegi,
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
25<br />
Prato, Tony (2007), “Evaluating Land Use Plans Under Uncertainty”,<br />
Land Use Policy, 24 (1), Columbia, Universidad de Missouri,<br />
pp. 1<strong>65</strong>-174.<br />
Puyravaud, Jean Philippe (2003), “Standardizing the Calculation of the<br />
Annual Rate of Deforestation”, Forest Ecology and Management,<br />
<strong>vol</strong>. 177, Smithsonian Tropical Research Institute, Elsevier, pp.<br />
593-596.<br />
Resnik, David (2010), “Urban Sprawl, Smart Growth, and Deliberative<br />
Democracy”, American Journal of Public Health, 100 (10),<br />
Washington, D. C., American Public Health Association, pp.<br />
1852-1856, doi: doi.org/10.2105/AJPH.2009.182501<br />
RStudio (2009), “RStudio PBC”, [RStudio], versión 1.1.463, RStudio<br />
PBC, Boston, Estados Unidos.<br />
Segura, Reinaldo y Trincado, Guillermo (2003), “E<strong>vol</strong>ución del paisaje<br />
y estado de conservación de la reserva forestal de Valdivia”, Landscape<br />
ecology, núm. 19, Berlín, Springer, pp. 197-209.<br />
USGS, (United States Geological Survey) (2019), Imágenes satelitales<br />
escala 1:1,513,051, Reston, Virginia, United States Geological<br />
Survey, , 23 de enero de 2019.<br />
Ustaoglu, Eda and Williams, Brendan (2017), “Determinants of Urban<br />
Expansion and Agricultural Land Conversion in 25 EU Countries”,<br />
Environmental Management, 60 (4), Berlín, Springer, pp. 717-746.<br />
Recibido: 26 de marzo de 2020.<br />
Reenviado: 8 de noviembre de 2020.<br />
Aceptado: 7 de septiembre de 2020.<br />
Antonio Dávila Rodríguez. Doctor en Planeación y Desarrollo Sustentable<br />
por la Universidad Autónoma de Baja California. Actualmente está<br />
terminando su segundo año de estancia posdoctoral en la Universidad<br />
Autónoma de Ciudad Juárez. Su línea de investigación actual es planeación<br />
urbana sustentable. Entre sus más recientes publicaciones destacan, en<br />
coautoría: “El proceso de expansión urbana y su impacto en la cobertura y<br />
uso de suelo de la zona de presión intermunicipal de Chihuahua”, Ciencia,<br />
núm. 86, Nuevo León, Universidad Autónoma de Nuevo León, pp. 32-38<br />
(2017); “Grado de marginación de la zona metropolitana de Chihuahua:
26 A. Dávila Rodríguez et al.: Análisis de la e<strong>vol</strong>ución espacio-temporal del uso de suelo...<br />
un comparativo entre el año 2000 y el 2010”, Tecnociencia Chihuahua, 10<br />
(1), Chihuahua, Universidad Autónoma de Chihuahua, pp. 39-48 (2016),<br />
y “Marginación y cambio de cobertura y uso del suelo de la zona metropolitana<br />
de Chihuahua”, Investigación y Ciencia, núm. 67, Aguascalientes,<br />
Universidad Autónoma de Aguascalientes, pp. 38-45 (2016).<br />
Luis Carlos Alatorre Cejudo. Doctor en Ordenamiento Territorial y Medio<br />
Ambiente por la Universidad de Zaragoza, España. Actualmente es profesorinvestigador<br />
de tiempo completo en la División Multidisciplinaria de la<br />
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en Cuauhtémoc, Chihuahua,<br />
México. Es parte del núcleo académico básico de la licenciatura en geoinformática,<br />
también de la maestría en Planificación y Desarrollo Urbano, y<br />
del doctorado en Estudios Urbanos. Es miembro del Sistema Nacional de<br />
Investigadores, nivel I. Su línea de investigación actual es análisis espacial<br />
de procesos geoambientales. Entre sus más recientes publicaciones destacan,<br />
en coautoría: “Agricultural Furrow Irrigation Inefficiency in the Basin<br />
of the Laguna de Bustillos, Chihuahua, Mexico: Geometric Characteristics<br />
of Agricultural Plots and Aquifer Depletion”, Tecnologías y Ciencias<br />
del Agua, 10 (5), Jiutepec, Instituto Mexicano de Tecnología del Agua,<br />
pp. 241-281 (2019); “Temporal Changes of NDVI for Qualitative Environmental<br />
Assessment of Mangroves: Shrimp Farming Impact on the<br />
Health Decline of the Arid Mangroves in the Gulf of California (1990-<br />
2010)”, Journal of Arid Environments, 125 (1), Ámsterdam, Elsevier, pp.<br />
98-109 (2016), y “Regional Scale Modeling of Hillslope Sediment Delivery:<br />
a Case Study in Barasona Reservoir Watershed (SPAIN) using<br />
WATEM/SEDEM”, Journal of Hydrology, 391 (1), Ámsterdam, Elsevier,<br />
pp. 109-123 (2010).<br />
Luis Carlos Bravo-Peña. Doctor en Ciencias opción Desarrollo Regional.<br />
En la actualidad es profesor-investigador de tiempo completo en la Universidad<br />
Autónoma de Ciudad Juárez desde el 2010. Es miembro del<br />
Sistema Nacional de Investigadores, nivel I. Sus líneas de investigación<br />
son: políticas públicas y medio ambiente, impactos sobre el paisaje y vulnerabilidad<br />
socio-ambiental, modelos de aptitud territorial y ordenamiento<br />
ecológico, dinámica de uso y cobertura de suelo. Entre sus más recientes<br />
publicaciones destacan, como coautor: “Áreas quemadas y cambio de uso<br />
del suelo en el suroeste de Chihuahua (México) durante el periodo 2013-<br />
2017: Identificación con el índice Normalized Burn Ratio (NBR)”, Acta<br />
Universitaria, <strong>vol</strong>. 29, Guanajuato, Universidad de Guanajuato (2019)<br />
pp. 1-15; “Áreas probables de degradación-deforestación de la cubierta
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 1-27<br />
27<br />
vegetal en Chihuahua, México. Una exploración mediante regresión logística<br />
para el período 1985-2013”, Geofocus, núm. 20, Madrid, Asociación<br />
de Geógrafos Españoles, pp. 109-137 (2017), y como coordinador del<br />
libro Geoinformática aplicada a la generación de cartografías temáticas: clima,<br />
recursos hidrícos, vulnerabilidad social y deforestación, Ciudad Juárez Chihuahua,<br />
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (2019).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 29-56.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
DOI: https://doi.org/10.22136/est20211607<br />
Agroturismo: ¿oportunidad y desafío<br />
para el Valle de San Quintín, Baja<br />
California, México?<br />
29<br />
Is agritourism an opportunity and challenge<br />
for the Valle of San Quintin, Baja California,<br />
México?<br />
Karla Cecilia Jaimes Maruri*<br />
Luis Alberto Morales Zamorano**<br />
Xochitl Jasso-Arriaga*<br />
Abstract<br />
Agritourism includes productive and recreational activities in a single space generating<br />
extraordinary income. Therefore, the components of agritourism were identified<br />
to include them in a project and establish whether it is an opportunity or challenge<br />
from its management perspective in Valle de San Quintin, Baja California, Mexico.<br />
The exploratory method was used and four elements of agritourism were registered.<br />
Most businessmen showed interest in complementing productive activities with<br />
agritourism. The opportunity must focus on positive actions in order to generate<br />
additional benefits and the challenge must establish strategies for adverse situations.<br />
Keywords: agriculture, agritourism, challenge, opportunity, oysters.<br />
Resumen<br />
El agroturismo consiste en la realización de actividades productivas y recreativas<br />
en un solo espacio, lo cual genera ingresos extraordinarios; por consiguiente, se<br />
identificaron los componentes del agroturismo para incluirlos en un proyecto y<br />
establecer si es una oportunidad o desafío desde su gestión en el Valle de San<br />
Quintín, Baja California, México. Se utilizó el método exploratorio. Se registraron<br />
cuatro elementos del agroturismo. El 64% de empresarios mostró interés en<br />
complementar actividades productivas con actividades agroturísticas. La oportunidad<br />
debe enfocarse en acciones positivas a fin de generar beneficios adicionales<br />
y el desafío debe establecer estrategias ante situaciones adversas.<br />
Palabras clave: agricultura, agroturismo, desafío, oportunidad, ostiones.<br />
* Centro Universitario Temascaltepec de la Universidad Autónoma del Estado de México,<br />
correos-e: ceci-karlizz-30@hotmail.com y xjasso4@yahoo.com.mx<br />
** Universidad Autónoma de Baja California, correo-e: lmorales@uabc.edu.mx
30 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
Introducción<br />
La presente investigación está sustentada en un estudio empírico a favor de<br />
construir una base robusta para la formulación de proyectos viables desde<br />
su concepción; por ello, se revisó la literatura apropiada y fue organizada<br />
en un marco teórico. El área de estudio fue el Valle de San Quintín, Baja<br />
California (México), en donde se identificaron los componentes del<br />
agroturismo para incluirlos en un proyecto y establecer si el agroturismo<br />
es una oportunidad o desafío desde su gestión; por consiguiente, la información<br />
teórica y los datos de campo fueron contrastados para analizar los<br />
elementos clave que permiten la constitución de un proyecto que integre<br />
actividades predominantes y que son fundamentales en el desarrollo del<br />
agroturismo como oportunidad y desafío.<br />
El Valle de San Quintín es un poblado costero perteneciente al municipio<br />
de Ensenada en el estado de Baja California en México. Se localiza<br />
a 30° 33’ 37” latitud norte y a 115° 56’ 33” longitud oeste. Es la localidad<br />
pesquera más poblada del extremo sur del estado. Colinda al norte con<br />
el poblado de Camalú; al este, con el Piamonte de las cuencas de escurrimiento<br />
de los arroyos San Simón, Santo Domingo, Nueva York, La<br />
Figura 1<br />
Área de estudio: Valle de San Quintín<br />
Fuente: Espacio Libre México (2014).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
31<br />
Escopeta y El Socorro; al sur, con el Poblado Valle Tranquilo y al oeste<br />
con el Océano Pacífico (figura 1) (IMIP, 2007).<br />
San Quintín y Vicente Guerrero son los núcleos urbanos más importantes<br />
de la región conocida como Valle de San Quintín y junto con otras<br />
localidades se establecieron próximos a la Carretera Ensenada-La Paz, mejor<br />
conocida como Carretera Transpeninsular. Es una zona semidesértica y el<br />
tipo de clima es mediterráneo (Secretaría de Fomento Agropecuario, 2015).<br />
El Valle de San Quintín se caracteriza por la diversidad de recursos naturales:<br />
sobresalen <strong>vol</strong>canes, formaciones rocosas, bahías, sierras y paisajes<br />
agrícolas, así como recursos culturales como el Molino Viejo, el Antiguo<br />
Panteón Inglés, pinturas rupestres, gastronomía, tradiciones y costumbres.<br />
1. Marco teórico: turismo, oportunidad, desafío y componentes<br />
del agroturismo<br />
El turismo es una actividad económica y tiende a complementarse con<br />
sectores productivos. Es una oportunidad de fomentar y aprovechar actividades<br />
recreativas vinculadas con la cultura e historia en los sectores. La<br />
oportunidad es una acción positiva generadora de beneficios a mediano o<br />
largo plazos, logrando avances de corte social, económico o laboral (Muñoz<br />
Canales, 2010). La acción positiva se refiere al beneficio que genera la<br />
actividad planeada, en donde existe una correspondencia entre oportunidad<br />
y desafío. El desafío consiste en un conjunto de acontecimientos que<br />
permiten la posibilidad de lograr un aprendizaje o alcanzar resultados<br />
positivos, en donde el individuo establece el control de la relación sujetoentorno<br />
(Raimundi et al., 2014). Un ejemplo: los estrategas establecen<br />
directrices a fin de alcanzar resultados y modificar tendencias.<br />
Las actividades económicas derivadas del turismo en 2017 generaron<br />
21 mil millones de dólares en México (Hernández, 2018). Esto representa<br />
el desafío de diversificar servicios y productos. Los ofertantes analizan los<br />
constantes cambios en gustos y preferencias de los viajeros, así como<br />
aquellos que surgen a raíz de las innovaciones tecnológicas (Sectur, 2002).<br />
En otros términos, el turismo se enfoca en la satisfacción del visitante,<br />
considerando la diversidad de prácticas en destinos vacacionales. Como<br />
resultado se generan catálogos multifacéticos de servicios, productos y<br />
creación de espacios turísticos (Sancho, 1998). Sin embargo, se ha descuidado<br />
la convivencia armónica entre el visitante y el residente.<br />
Las preferencias y motivos de viajeros determinan el tipo de turismo.<br />
En general, existen dos clasificaciones en función del motivo del viaje<br />
(Ibáñez Pérez y Cabrera Villa, 2011). El primero es el turismo masivo, el<br />
turista visita principalmente las zonas de playa motivado por la relajación
32 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
y uso del tiempo libre de forma que pueda salir de la rutina. El segundo<br />
es el turismo alternativo, surge como una disyuntiva, se enfoca en la<br />
realización de actividades recreativas dentro del medio natural, minimizando<br />
impactos negativos de corte social, económico y ecológico. Dentro<br />
de éste surge el ecoturismo, turismo de aventura y el turismo rural, con<br />
sus distintas ramas (Ibáñez Pérez y Cabrera Villa, 2011; Sectur, 2004). El<br />
turismo rural enaltece la cultura de espacios rurales y se complementa con<br />
actividades económicas tradicionales y no necesariamente vincula a los<br />
visitantes con las actividades agropecuarias (Acereza, 2006; Ibáñez Pérez<br />
y Cabrera Villa, 2011). Sin embargo, existen confusiones a la hora de<br />
conceptualizar al turismo rural y agroturismo.<br />
El agroturismo ofrece un catálogo multifacético de actividades recreativas<br />
en contornos naturales de zonas rurales, generando ingresos adicionales<br />
para las personas que complementan el turismo con actividades<br />
agrícolas, pecuarias y acuícolas (Gómez et al., 2012). En espacios productivos<br />
se aprovechan instalaciones, tradiciones laborales, productos<br />
locales, paisajes rurales, costumbres, cultura y la utilización de servicios<br />
complementarios como hospedaje, alimentación y recreación contribuyendo<br />
a la permanencia de una economía (Blanco Murillo y Riveros<br />
Serrato, 2010). Por lo tanto, para promover el agroturismo se deben<br />
considerar los espacios productivos, inversiones, participación de la población<br />
local, atractivos naturales y culturales, así como servicios adicionales.<br />
Dichos componentes son evidenciados en la tabla 1:<br />
Tabla 1<br />
Casos de estudio del agroturismo<br />
Agroturismo<br />
Los agricultores de Las Alpujarras Altas, en el sureste español,<br />
vinculan sus actividades con el turismo, con el propósito de<br />
impulsar el agroturismo. Resulta ser una oportunidad el aumentar<br />
el número de visitantes generando mayores ingresos mediante<br />
la recreación y experiencias.<br />
El turismo rural y agroturismo ofrecen oportunidades en inducir<br />
la economía local y regional a fin de mejorar la calidad de<br />
vida en países en desarrollo.<br />
En el “Proyecto de agroturismo en la comarca de Terra de Lemos<br />
(Galicia)” se determinó que el agroturismo es una expresión<br />
económica y social. Los turistas tienen la oportunidad de participar<br />
en actividades agrícolas, interactuando con valores, costumbres<br />
y modo de vida de residentes. Además hay acceso a<br />
servicios adicionales como alojamiento y alimentación.<br />
Autores<br />
Sayadi y Calatrava<br />
(2001)<br />
Duque Brito (2008)<br />
Simón et al. (2011)
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
33<br />
Tabla 1 (continuación)<br />
Agroturismo<br />
En la zona de Yaracal, España, se estudió la viabilidad del agroturismo<br />
a partir de la evaluación de atractivos turísticos, sumando<br />
labores agrícolas con el objetivo de motivar inversiones públicas<br />
y privadas para su realización, así como fomentar interés para las<br />
pequeñas y medianas empresas de productores.<br />
En San Juan Chicomezúchi, Oaxaca, México, se realizó un<br />
diagnóstico para analizar la viabilidad del agroturismo basado<br />
en el desarrollo local considerando la dimensión económica,<br />
comunitaria, social y ambiental.<br />
Fuente: elaboración propia a partir de los autores citados.<br />
Autores<br />
Gómez et al. (2012)<br />
Gómez-Velázquez et<br />
al. (2015)<br />
El agroturismo surge con el fin de aprovechar el medio rural ocupado<br />
por una sociedad campesina que posee cultura, historia y recursos naturales<br />
(Ibáñez Pérez y Cabrera Villa, 2011). El turista tiene la opción de<br />
in<strong>vol</strong>ucrarse en actividades recreativas con una o varias de las fases de la<br />
producción agropecuaria, la agroindustria, artesanías y gastronomía (Blanco<br />
Murillo y Riveros Serrato, 2010; Duque Brito, 2008; Acereza, 2006). Los<br />
resultados son de carácter socioeconómico y es sustentado en investigaciones<br />
citadas en la figura 2.<br />
Figura 2<br />
El agroturismo como característica socioeconómica<br />
Fuente: elaboración propia a partir de los autores citados.
34 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
Por su parte, Constabel et al. (2008) argumentan cinco razones principales<br />
en la gestión del agroturismo: valoración por parte de la población<br />
sobre el medio ambiente, insatisfacción por el turismo tradicional,<br />
aumento de la promoción de áreas rurales, mejoras en accesos a zonas<br />
rurales, diversidad de actividades alternativas ante la congestión del mundo<br />
urbano. El acceso a zonas rurales es parte de la conformación de la infraestructura<br />
turística. Sin embargo, se debe tener cuidado en respetar las vías<br />
tradicionales para conservar los paisajes pintorescos y preservar la diferencia<br />
entre la selva de concreto. La diversidad de actividades alternativas es<br />
una oportunidad de promocionar productos y servicios locales y el desafío<br />
de crear nuevos considerando el potencial de la zona.<br />
La palabra componente está formada de raíces latinas y significa “el que<br />
junto con otros elementos conforman un todo”. Se recuperó de la tabla 1,<br />
además de Ibáñez Pérez y Cabrera Villa (2011), Blanco Murillo y Riveros<br />
Serrato (2010), Duque Brito (2008), Acereza (2006) y Constabel et al.<br />
(2008) que el agroturismo (el todo) está conformado por elementos básicos<br />
para su funcionamiento y son: espacios productivos, postura de productores,<br />
inversionistas, población local, atractivos naturales y culturales,<br />
comunicaciones, transporte, infraestructura turística rústica, productos y<br />
servicios locales y gestión de nuevos servicios complementarios. La estrategia<br />
es identificar los componentes del agroturismo para incluirlos en un<br />
proyecto y se propone iniciar a partir de niveles, proporcionados por Phillip<br />
et al. (2010). Los niveles inician con la observación, admiración, conocimiento<br />
y desarrollo de actividades productivas de forma novedosa y<br />
Figura 3<br />
Niveles del agroturismo<br />
Fuente: elaboración propia a partir de Phillip et al. (2010).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
35<br />
organizada (figura 3) con el fin de establecer si el agroturismo es una oportunidad<br />
o desafío y a su vez conlleva a que sea un éxito desde su gestión.<br />
Investigaciones contemporáneas deben responder a necesidades actuales<br />
de la sociedad, es decir, deben proporcionar estrategias ante la incertidumbre<br />
de cambios en la dinámica de la economía nacional; por lo<br />
tanto, se propone en la presente investigación identificar los componentes<br />
del agroturismo para incluirlos en un proyecto y establecer si el agroturismo<br />
es una oportunidad o desafío desde su gestión en el Valle de San Quintín,<br />
Baja California, México.<br />
2. Metodología<br />
La investigación se desarrolló bajo el enfoque exploratorio (Hernández<br />
Sampieri et al., 2014), el cual permite la recolección de datos a partir de<br />
preguntas, mediante un método no experimental aplicado a situaciones<br />
ya existentes, cuyas variables no pueden ser manipuladas por el investigador.<br />
El instrumento de investigación utilizado fue un guion de entrevista,<br />
el cual consistió en seis preguntas abiertas, formuladas a partir de las<br />
actividades principales de los productores y la opinión sobre el turismo.<br />
El trabajo de campo se desarrolló durante los meses de febrero a junio<br />
de 2019 y consistió en cinco pasos. Primer paso: se utilizó un tipo de<br />
muestreo no probabilístico por conveniencia, se identificó por referencias<br />
a un integrante de la asociación de productores del Valle de San Quintín,<br />
conformado aproximadamente por 25 empresarios. Se asistió a una reunión<br />
plenaria. Se presentó el objetivo de la investigación. Estuvieron<br />
dispuestos a participar en la aplicación del guion de entrevista y aceptaron<br />
la visita 11 empresarios de un total de 25 en sus espacios productivos.<br />
Segundo paso: se programaron las visitas a los espacios productivos y se<br />
aplicó el guion. Tercer paso: se calculó el porcentaje de las respuestas<br />
similares, en comparación del 100% representada por los 11 empresarios.<br />
Cuarto paso: se desarrolló una prueba piloto para analizar previamente<br />
los desafíos y oportunidades hacia el desarrollo del agroturismo; por<br />
consiguiente, se visitó la zona urbana y cultivos, en donde se tomaron<br />
fotografías, se observó la dinámica laboral y el contexto, como bosquejo<br />
se identificó que el proyecto debe considerar las premisas de la figura 4.<br />
Quinto paso: se retomó la información de la tabla número 1, porque<br />
aborda componentes que conforman el agroturismo, así como los componentes<br />
que consignan Blanco Murillo y Riveros Serrato (2010), Ibáñez<br />
Pérez y Cabrera Villa (2011), Duque Brito (2008), Acereza (2006) y<br />
Constabel et al. (2008) y que son: espacios productivos, postura de los<br />
productores, inversiones, población local, comunicaciones, transporte e
36 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
Figura 4<br />
Oportunidades y desafíos<br />
Fuente: elaboración propia por medio de trabajo de campo del año 2019.<br />
infraestructura, atractivos naturales y culturales, productos locales y gestión<br />
de nuevos servicios complementarios.<br />
Los espacios productivos, los atractivos naturales y culturales, comunicaciones,<br />
transporte e infraestructura, productos locales y gestión de<br />
nuevos servicios complementarios fueron identificados por medio de<br />
documentos oficiales con el propósito de maximizar recursos humanos y<br />
tiempo. La postura de los productores se recuperó por medio de la aplicación<br />
del guion de entrevista (segundo paso).<br />
3. Resultados<br />
3.1. Componente del agroturismo: espacios productivos del Valle de<br />
San Quintín<br />
El Valle de San Quintín se destaca por estar entre los primeros lugares a<br />
escala nacional en producción de hortalizas para exportación. Existen<br />
aproximadamente 20 ranchos agrícolas medianos y grandes. Cultivan<br />
productos agrícolas a campo abierto y en invernaderos, llevan a cabo actividades<br />
de empaque de productos hacia la distribución y comercialización.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
37<br />
Los principales cultivos son: tomate, pepino, calabaza, coliflor, brócoli y,<br />
en los últimos años, producen fresa. Su cercanía con la frontera de Estados<br />
Unidos y los costos de mano de obra son dos condiciones que hacen<br />
que las empresas agro-exportadoras del Valle de San Quintín sean altamente<br />
competitivas en el mercado mundial (Secretaría de Fomento<br />
Agropecuario, 2015).<br />
Fotografía 1<br />
Cultivos del Valle de San Quintín<br />
Fuente: fotografías del primer autor (2019).<br />
El estado se ha distinguido por su alto nivel de productividad y<br />
calidad. La práctica ganadera se concentra en la producción de leche,<br />
engorde de ganado en corrales y praderas inducidas. Sobresale la cría de<br />
ganados bovino, caprino y ovino. Practican la porcicultura y avicultura,<br />
apoyada en la disponibilidad regional de alimentos para el ganado. Gran<br />
parte de los productos pecuarios de la región de San Quintín son exportados<br />
hacia Estados Unidos, donde son sujetos a cambios inesperados<br />
por la oferta y demanda, así como barreras de diversa índole. Esto ha<br />
llevado a grandes pérdidas económicas y laborales (Secretaría de Fomento<br />
Agropecuario, 2015).<br />
Fotografía 2<br />
Actividades pecuarias del Valle de San Quintín<br />
Fuente: fotografías del primer autor (2019).<br />
El Valle de San Quintín se distingue también por la extracción y<br />
producción de especies de moluscos y crustáceos, como abulón, almeja<br />
pismo, ostión, pulpo, jaiba, langosta, dos especies de algas (Gigartina sp.<br />
y Gelidium sp.) y siete especies de peces. En el área conocida como Bahía<br />
Falsa existen áreas acreditadas por el Programa Mexicano de Sanidad de
38 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
Fotografía 3<br />
Producción de ostión y otras especies del Valle de San Quintín<br />
Fuente: fotografías del primer autor (2019).<br />
Moluscos Bivalvos y la F.D.A. (Food and Drugs Administraction E.U.A),<br />
garantizando la calidad del producto y facilita la concurrencia comercial<br />
en mercados de Estados Unidos (Secretaría de Medio Ambiente, 2007).<br />
3.2. Componente del agroturismo: comunicaciones, transporte,<br />
infraestructura turística y atractivos naturales y culturales<br />
En el Valle de San Quintín los servicios de comunicación y transportes<br />
son escasos. Se tiene el servicio postal de correo y telégrafo. En cuanto a la<br />
vía de comunicación terrestre, cuenta con la carretera Federal número 1,<br />
conocida como la Transpeninsular Benito Juárez, que corre desde el<br />
extremo norte en Tijuana hasta Los Cabos, en Baja California Sur, y cruza<br />
la región de San Quintín (IMIP, 2007).<br />
Las áreas destinadas a las actividades y servicios turísticos ocupan 92.26<br />
hectáreas, conformada por predios del fraccionamiento Costa Brava,<br />
donde se han construido residencias para el turismo que proviene de los<br />
Estados Unidos. La incipiente actividad turística se ha visto limitada por<br />
la escasa o nula infraestructura y por las condiciones de deterioro que<br />
presenta la carpeta asfáltica de la Carretera Transpeninsular (IMIP, 2007).<br />
Sin embargo, el Valle de San Quintín se caracteriza por tener los siguientes<br />
elementos de infraestructura turística y han sido organizados como<br />
parte de la gestión de un producto agroturístico (figura 5).<br />
La infraestructura turística del Valle de San Quintín está conformada<br />
por 26 hoteles distribuidos desde Punta Colonet hasta El Rosario. En este<br />
mismo segmento se tienen reportados 21 restaurantes, cuatro de ellos con<br />
especialidad en mariscos. Existen áreas para realizar actividades acuáticas<br />
como surfeo en la Bahía Falsa. Se localizan cuatro balnearios, más de 10<br />
ranchos y áreas acondicionadas para casas rodantes (RV Park).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
39<br />
Figura 5<br />
Elementos de la gestión de un producto agroturístico<br />
Fuente: elaboración propia a partir de los datos del IMIP (2007).<br />
3.3. Componente del agroturismo: opinión de los productores<br />
acuícolas, pecuarios y agricultores<br />
El 25% de los empresarios manifiesta no tener conocimiento del término<br />
agroturismo, mientras que el 34% mencionó haber escuchado el concepto.<br />
El 33% evidenció tener al menos un conocimiento básico, sin haber<br />
establecido ninguna relación con el agroturismo. El 8% restante indicó<br />
que desde hace algunos años ya se relacionan con el turismo, ofreciendo<br />
de manera indirecta prácticas de agroturismo a nivel de observación y<br />
recorridos por la granja (gráfica 1).<br />
Con respecto al criterio de conservar los recursos naturales del Valle<br />
se cuestionó sobre el agroturismo sostenible como una alternativa dentro<br />
de las empresas y ranchos. Las respuestas fueron las siguientes: el 92%<br />
consideró adecuada su implementación para la preservación de recursos<br />
naturales y generación de ingresos. El 8% no considera importante esta<br />
alternativa, porque no tiene interés en desarrollar actividades agroturísticas<br />
(gráfica 2).<br />
La vinculación de empresas, productores, instituciones e inversionistas<br />
suele ser un factor determinante en el éxito de ciertas actividades<br />
agroturísticas y la planeación de un producto agroturístico. El 75% está<br />
dispuesto a vincular su rancho con instituciones educativas o inversionistas<br />
locales para generar un producto agroturístico a partir de sus insumos<br />
(recursos y atractivos), con el propósito de aprovechar el equipamiento e
40 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
Gráfica 1<br />
Exploración del agroturismo<br />
Fuente: elaboración propia a partir del cuestionario.<br />
Gráfica 2<br />
Agroturismo sostenible como alternativa para generar ingresos<br />
Fuente: elaboración propia a partir del cuestionario.<br />
infraestructura, imágenes y valores simbólicos, así como fomentar actividades<br />
recreativas e incrementar la eficiencia productiva de sus ranchos y<br />
el retorno de tasas de inversión. El 17% mencionó que el desarrollo de<br />
este tipo de proyecto requiere inversión y dada la situación social de la<br />
región no hay retorno de inversión. Finalmente, el 8% indicó no estar<br />
interesado, porque el agroturismo no es su principal fuente de ingresos,<br />
lo cual implica tiempo, dedicación y restaría importancia a sus actividades<br />
primordiales (gráfica 3).<br />
Se agrupó el porcentaje de productores y la respuesta con respecto a la<br />
limitación de gestionar el agroturismo dentro de los ranchos: el 8% tiene<br />
varias actividades productivas y no es una actividad prioritaria. El 17%<br />
aseveró que el proceso de producción no sostiene ninguna relación con el<br />
turismo. El 42% señaló la adecuación de instalaciones agroturísticas,
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
41<br />
Gráfica 3<br />
Vinculación entre ranchos, instituciones educativas e inversionistas<br />
locales para generar un producto agroturístico<br />
Fuente: elaboración propia a partir del cuestionario.<br />
Gráfica 4<br />
Limitaciones para promover el agroturismo<br />
Fuente: elaboración propia a partir del cuestionario.<br />
inversión y tiempo para atender a los turistas. El 33% no cuenta con el<br />
personal capacitado para atender a los turistas (gráfica 4).<br />
En relación con las principales oportunidades complementarias se<br />
observó que la actividad agroturística en los ranchos es viable porque el<br />
17% considera que genera más empleo e incrementa los ingresos a partir<br />
del desarrollo de actividades recreativas en los espacios productivos. El 25%<br />
considera la revalorización de productos locales, mientras que el 25% esperaría<br />
que la comunidad se dé a conocer por el tipo de actividades derivadas<br />
del agroturismo. El 33% considera la innovación en los procesos y<br />
productos locales como una estrategia económica (gráfica 5).<br />
Finalmente, se cuestionó sobre el interés personal en vincular sus<br />
actividades principales con el agroturismo. El 22% no mostró interés por
42 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
Gráfica 5<br />
Oportunidades complementarias del agroturismo<br />
Fuente: elaboración propia a partir del cuestionario.<br />
relacionar sus actividades con el turismo, prefiere seguir con la actividad<br />
comercial. El 14% manifestó poco interés; sin embargo, está abierto a<br />
integrarse al desarrollo del agroturismo en favor de generar nuevos flujos<br />
económicos en la región. El 64% restante estaría dispuesto a complementar<br />
sus actividades productivas con el agroturismo, porque es una oportunidad<br />
de percibir beneficios económicos, sociales y culturales. Considera que es<br />
una actividad que genera oportunidades de empleos e ingresos (gráfica 6).<br />
Gráfica 6<br />
Complementación de actividades productivas con el agroturismo<br />
Fuente: elaboración propia a partir del cuestionario.<br />
3.4. Componente del agroturismo: productos locales y gestión<br />
de nuevos servicios complementarios<br />
Las actividades productivas del Valle de San Quintín ofrecen productos<br />
locales como son los acuícola (moluscos y crustáceos: abulón, almeja<br />
pismo, ostión, pulpo, jaiba, langosta, dos especies de algas y siete especies
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
43<br />
de peces), pecuario (leche, queso, carne) y agrícolas (tomate, pepino,<br />
calabaza, coliflor, brócoli, fresa, entre muchos otros). Además, el 33% de<br />
los productores ha aceptado la inclusión de actividades agroturísticas<br />
dentro de las unidades de producción, para esto considera implementar la<br />
innovación dentro de los procesos de producción para el arraigo de productos<br />
locales y nuevos servicios. En pro de lo anterior, el 75% de los<br />
productores solicitó un vínculo con la academia para organizar actividades<br />
turísticas existentes más actividades agroturísticas. En respuesta, se presentó<br />
un bosquejo de dichas actividades que considera las predominantes para<br />
gestionar nuevos servicios complementarios (figuras 7 y 8) y fueron retroalimentadas<br />
por los productores. A su vez, el 25% de productores sostiene<br />
la revalorización de productos locales y el retorno de inversión, porque el<br />
17% considera más empleos e incremento de ingresos a partir del desarrollo<br />
de actividades recreativas en los espacios productivos.<br />
4. Discusión<br />
El agroturismo incluye actividades recreativas dentro de granjas, cultivos<br />
a cielo abierto y criaderos de ostiones (figura 8) y brinda oportunidades<br />
para complementarse con actividades de índole gastronómico, visitas a<br />
talleres artesanales, senderismo, cabalgatas, ciclismo, talleres de productos<br />
medicinales orgánicos, actividades ecoturísticas y camping. Dichas actividades<br />
se distinguen por ser multifacéticas y complementarias; por consecuencia,<br />
los servicios turísticos son diversos y son incluyentes entre sí<br />
(Peñalver Torres, 1998; Casillas Bueno et al., 1995).<br />
La postura de los productores evidencia que la gestión del agroturismo<br />
en el Valle de San Quintín está vinculado principalmente por el aumento<br />
de la promoción de áreas rurales, debido a que el 25% de los productores<br />
espera que la comunidad se dé a conocer por el tipo de actividades derivadas<br />
del agroturismo, mejoras en los accesos a zonas rurales, a causa de<br />
que el IMIP (2007) menciona la escasa infraestructura y deterioro de la<br />
carpeta asfáltica de la carretera transpeninsular, y la diversidad de actividades<br />
alternativas ante la congestión del mundo urbano, en virtud de que<br />
el 33% considera la innovación en los procesos y productos locales como<br />
una estrategia económica y por deducción la creación de actividades<br />
multifacéticas (Constabel et al., 2008). Además, son una oportunidad,<br />
por la cercanía a núcleos urbanos como Tijuana. La diversidad de actividades<br />
recreativas debe respetar el medio natural y cultural. Posteriormente,<br />
la promoción de zonas rurales del Valle de San Quintín aprovechando los<br />
recursos del agro no sólo como materia prima para la industria sino como<br />
factor de atracción del agroturismo (Vogel et al., 2004). En consecuencia,
44 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
el agroturismo es una actividad socioeconómica que articula actividades<br />
recreativas con la cultura, historia, recursos naturales y actividades productivas<br />
propias de la población residente; luego, el visitante tiene la<br />
opción de in<strong>vol</strong>ucrarse en actividades recreativas dentro de los procesos<br />
productivos de establecimientos agropecuarios, agroindustriales, artesanales<br />
y gastronómicos (Blanco Murillo y Riveros Serrato, 2010; Duque<br />
Brito, 2008; Acereza, 2006).<br />
El agroturismo no es una actividad ajena en el Valle de San Quintín,<br />
porque el 8% de los productores ya ha interactuado con el turista, por<br />
medio de recorridos en las granjas. Al mismo tiempo, ofrece degustación<br />
y venta de productos artesanales como el ‘pajarete’, bebida tradicional.<br />
Este fenómeno social in<strong>vol</strong>ucra al turista en actividades propias del lugar<br />
y revalorización del contexto (Duque Brito, 2008; Constabel et al., 2008;<br />
Acereza, 2006).<br />
La implementación del agroturismo es considerada como una alternativa<br />
generadora de beneficios económicos hacia la población local,<br />
porque el 92% de productores mencionó que el agroturismo es una<br />
oportunidad para maximizar sus labores principales. De éstos, el 64%<br />
evidenció interés en identificar las oportunidades económicas vinculadas<br />
con el agroturismo. La disponibilidad de los productores conlleva a<br />
fomentar el desarrollo comunitario al integrar las principales actividades<br />
agropecuarias y acuícolas en pro del crecimiento agroturístico planificado<br />
dentro del Valle de San Quintín (Gómez-Velázquez et al., 2015; Simón<br />
et al., 2011; Duque Brito, 2008; Acereza, 2006; Sectur, 2004).<br />
Las asociaciones entre prestadores de servicios, comunidad local,<br />
instancias públicas y privadas conforman la base fundamental de la oferta<br />
de servicios de calidad y promoción de los procesos artesanales (Gómez<br />
et al., 2012; Szmulewicz Espinosa et al., 2012). Como ya se ha mencionado,<br />
el 75% de los empresarios afirmó estar interesado en vincularse con<br />
instituciones para generar algún producto agroturístico, siempre y cuando<br />
haya un retorno de inversión.<br />
El desarrollo del turismo, en cualquier área geográfica, modifica<br />
aspectos sociales, ambientales y económicos (Del Valle Pérez, 2017). Por<br />
consiguiente, se debe trabajar en prevenir la problemática cultural, socioambiental<br />
y la pobreza. Por una parte, es importante consensuar acciones<br />
positivas como lineamientos ecológicos (por la norma de sanidad que<br />
deben mantener las empresas del Valle de San Quintín) y culturales<br />
(protección del proceso de elaboración de productos tradicionales propios,<br />
como el pajarete) hacia los turistas en conjunción con los dueños<br />
de los ranchos. Por otra parte, hay que trabajar la estrategia de la disponibilidad<br />
de infraestructura turística, debido a que el 42% mencionó
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
45<br />
que la desprovista inversión y la ausencia de adecuadas instalaciones<br />
limitan el desarrollo del agroturismo (Constabel et al., 2008).<br />
El agroturismo es una actividad socioeconómica, por la comercialización<br />
de servicios y productos. Estos existen a partir del aprovechamiento<br />
y conservación de los recursos naturales, culturales y actividades productivas<br />
disponibles en áreas rurales (Sancho, 1998). El 25% de los productores<br />
está dispuesto a dar a conocer sus actividades relacionadas con el agroturismo,<br />
por la relevancia económica entre actividades productivas y recreativas,<br />
las cuales generan ingresos y fomentan la identidad de la comunidad<br />
(figura 6). Además, el 38% está interesado en la innovación de quesos<br />
frescos típicos de la región para atraer más visitantes a sus ranchos. Sin<br />
embargo, se deben preservar las tradiciones y el patrimonio cultural porque<br />
son básicas en el desarrollo local y regional (Duque Brito, 2008).<br />
Quesos típicos, mariscos, vino y frutos rojos son un legado cultural del Valle<br />
de San Quintín, en donde están presentes la salud y el buen comer.<br />
Figura 6<br />
Dinámica del agroturismo en los entornos productivos<br />
Fuente: elaboración propia a partir de la revisión bibliográfica.<br />
Las actividades agropecuarias del Valle de San Quintín cumplen con<br />
el régimen de sanidad en las instalaciones y en los productos para adquirir<br />
las certificaciones en inocuidad alimentaria, como requisito de exportación<br />
(DOF, 2009). Por lo tanto, se debe trabajar en el diseño de<br />
lineamientos ecológicos a visitantes para ejercer normas de sanidad en
46 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
huertos familiares, donde se puedan mostrar los procesos de producción.<br />
Este tipo de empresas puede brindar fácilmente a los turistas servicios<br />
guiados, dentro de sus cultivos y granjas, lo cual permitiría la realización de<br />
labores ajenas a la producción en áreas pecuarias, agrícolas y acuícolas del<br />
Valle de San Quintín (Escobedo Garrido, 2014).<br />
4.1. Oportunidades<br />
Los productores están interesados en aprovechar oportunidades; a la par,<br />
deben enfrentar desafíos. La oportunidad se encargaría de realizar acciones<br />
positivas con el fin de generar beneficios adicionales y el desafío<br />
establece estrategias para asumir situaciones adversas o limitaciones. Un<br />
punto a favor es el potencial de los productos locales y la capacidad de<br />
crear nuevos servicios de agroturismo. La acuicultura del Valle de San<br />
Quintín se distingue por la producción de ostiones, gastronomía y elaboración<br />
de artesanías con el material desechado del ostión. Adicionalmente<br />
se pueden promocionar productos locales y actividades recreativas<br />
relacionadas con la pesca deportiva y observación de especies marinas,<br />
atractivos naturales y culturales de la región (Peñalver Torres, 1998; Casillas<br />
Bueno et al., 1995).<br />
La acuicultura del Valle de San Quintín es una oportunidad para las<br />
personas del sector, ya que es una ventana de desafíos desde la organización<br />
a bordo de embarcaciones pesqueras, para la programación en el acompañar<br />
a la tripulación durante una jornada completa de pesca, dirigida<br />
por profesionales mediante contraprestación económica y lineamientos,<br />
a fin de agregar valor y difundir el trabajo en el medio marino para promocionar<br />
y conservar los recursos marinos ligados a la vida laboral de los<br />
pescadores y promoción del pescado, permitiendo al turista conocer el<br />
sistema de pesca, funcionamiento de radares, fases del calado del arte y la<br />
clasificación del pescado (Moreno Muñoz, 2018; Herrera-Racionero et<br />
al., 2018). Adicionalmente, se está en contacto con el ecosistema marino,<br />
lleno de sugerencias y matices, como es la observación del lobo marino,<br />
la ballena gris, el resto de fauna marina, así como el desarrollo de pesca<br />
deportiva, buceo y otras actividades recreativas ligadas al ecosistema<br />
marino. La cultura del mar es fundamental por el contacto con la gente<br />
y su vocabulario propio, un conjunto de intensas manifestaciones festivas<br />
asociadas con el mar como marco inspirador, rodeado de museos, centros<br />
de interpretación, gastronomía, mo<strong>num</strong>entos, artesanía, lonjas de pescado,<br />
la localización de sistemas y artes tradicionales de pesca y la práctica de la<br />
cría del ostión (Moreno Muñoz, 2018). Es un entorno que atrae al visitante<br />
a experimentar la vida junto al mar y sus bondades.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
47<br />
4.2. Desafíos<br />
El desafío consiste en un conjunto de acontecimientos que permiten la<br />
posibilidad de lograr un aprendizaje o alcanzar resultados positivos, en<br />
donde los productores y estrategas establecen el control de la relación<br />
sujeto-entorno (Raimundi et al., 2014). En el Valle de San Quintín las<br />
actividades productivas atraen mano de obra de diferentes zonas rurales<br />
del país (IMIP, 2007). Esto ha generado la creación de nuevos asentamientos<br />
humanos sin servicios públicos, ocasionando contaminación<br />
ambiental y una imagen rural no deseada. Algunas empresas han construido<br />
cuarterías o conjunto de habitaciones que permiten alojar a<br />
familias de jornaleros agrícolas, en un solo cuarto, cuyas carencias se<br />
reflejan en el hacinamiento y servicios insuficientes. Por ello, es necesario<br />
que los productores oferten viviendas dignas para jornaleros en el Valle<br />
de San Quintín con el apoyo del gobierno municipal. En este sentido,<br />
la configuración del entorno-sujeto debe estar planificado por los productores<br />
que estén interesados en complementar actividades productivas<br />
con el agroturismo.<br />
4.3. Propuestas a partir de los componentes del agroturismo,<br />
oportunidades y desafíos<br />
En el Valle de San Quintín predominan actividades agrícolas, pecuarias<br />
y acuícolas. Estas actividades perfilan el emprendimiento a nuevas actividades<br />
complementarias vinculadas al agroturismo, ya que se revalorizan<br />
los productos locales, como los derivados de la ganadería, entre los cuales<br />
destaca la elaboración de quesos, requesones, yogurt, crema, pajarete y<br />
otras bebidas a base de leche (Riveros Serrato y Blanco Murillo, 2003).<br />
Además, a partir del potencial que tiene el Valle, abordados en los puntos<br />
3.1., 3.2., 3.3. y 3.4. se proponen las cinco fases del agroturismo retomados<br />
de Phillip et al. (2010) en la figura 7.<br />
No cabe duda de que este tipo de turismo es una ventana de oportunidades/desafíos<br />
para consolidar productos y servicios agroturísticos de<br />
acuerdo con las actividades predominantes del Valle de San Quintín. Las<br />
empresas de gran escala manifestaron falta de interés en participar con el<br />
proyecto del agroturismo por las normas de sanidad que deben respetar.<br />
Por su parte, las empresas de menor escala, principalmente las de giro<br />
ganadero, consideran al agroturismo como una alternativa a sus actividades<br />
productivas. Por otro lado, es necesario que la población esté capacitada<br />
para prestar el servicio turístico relacionado con sus actividades productivas,<br />
así como una adecuada planificación del sistema agroproductivo.
48 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
Figura 7<br />
Propuesta de agroturístico en cinco niveles<br />
Fuente: elaboración propia a partir de Phillip et al. (2010).<br />
Es importante trabajar en la imagen urbana del Valle de San Quintín,<br />
ya que ésta influye de forma directa en la toma de decisiones y, por consiguiente,<br />
en el éxito del desarrollo turístico del lugar. Por ejemplo, con<br />
la colocación de señalización de los recursos turísticos, con el propósito<br />
de orientar a los visitantes y proporcionar un ambiente seguro para los<br />
viajeros, así como la coordinación entre los productores para la promoción<br />
y prestación de las diferentes actividades potenciales que posee la<br />
región (figura 8).<br />
Estas actividades fueron trabajadas junto con los 11 empresarios,<br />
algunas de ellas ya se realizan dentro de las granjas como parte de la acción<br />
positiva generadora de beneficios a mediano o largo plazos, para emprender<br />
avances de corte social, económico y laboral (Muñoz Canales, 2010).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
49<br />
Figura 8<br />
Actividades del agroturismo que se proponen<br />
para el Valle de San Quintín<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
Conclusiones<br />
Se identificaron los siguientes componentes del agroturismo: espacios<br />
productivos del sector primario, la presencia de comunicaciones, transporte,<br />
infraestructura turística, la apreciación de los productores del sector primario<br />
en torno al desarrollo de las actividades del agroturismo en los<br />
espacios laborables, en donde el 25% espera que el agroturismo permita<br />
agregar valor a los productos locales, otro 25% anhela que la comunidad<br />
se dé a conocer por el tipo de actividades derivadas del agroturismo y el<br />
33% considera trabajar en la innovación en los procesos de producción<br />
para el arraigo de productos locales y nuevos servicios. Posteriormente,<br />
los componentes del agroturismo fueron la base para realizar una propuesta<br />
siguiendo la metodología de niveles presentada por Phillip et al. (2010),<br />
iniciando con la observación, admiración, conocimiento y desarrollo de<br />
actividades productivas de forma novedosa y organizada. Además, los
50 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
componentes del agroturismo permitieron, por un lado, establecer que<br />
el agroturismo es una oportunidad y su función es plantear acciones<br />
positivas, como las que se proponen en las figuras 7 y 8, a fin de generar<br />
beneficios adicionales, dado que el 64% de los productores entrevistados<br />
mostró interés en complementar sus actividades productivas con prácticas<br />
agroturísticas. Por otro lado, el agroturismo es un desafío y consiste en<br />
establecer estrategias a situaciones adversas; como plan “B”, por ejemplo,<br />
ante la incertidumbre comercial, en virtud de que gran parte de productos<br />
agropecuarios del Valle de San Quintín es exportada hacia Estados<br />
Unidos, donde es sujeta a cambios inesperados por la oferta y demanda,<br />
así como barreras de diversa índole, esto ha llevado a grandes pérdidas<br />
económicas y laborales. Luego el agroturismo funcionaría como estrategia<br />
adyacente para promocionar actividades complementarias y amortiguar<br />
en un 1% el declive de la producción. Por último, el Valle de San Quintín<br />
tiene vocación propia para fomentar el agroturismo a partir de recursos<br />
naturales, actividades productivas y la participación de productores<br />
de las diferentes ramas de los sectores económicos. Los productores<br />
esperan la promoción del Valle de San Quintín a partir de la revalorización<br />
de productos locales.<br />
Anexo<br />
Guion de entrevista<br />
Objetivo: Analizar la situación actual y potencial en cuanto al punto<br />
de vista de los empresarios (agropecuarios y acuícolas) hacia la<br />
implementación del agroturismo como una actividad complementaria<br />
en el Valle de San Quintín.<br />
Fecha:<br />
1. ¿Usted ha oído hablar sobre agroturismo?<br />
2. ¿Considera que el agroturismo sostenible (ecológico) podría ser<br />
una alternativa para incrementar ingresos en las empresas<br />
agropecuarias?<br />
3. ¿Usted está dispuesto en vincular sus actividades productivas con<br />
instituciones educativas (por ejemplo, UABC) e inversionistas locales<br />
para generar un producto agroturístico en su rancho?<br />
4, ¿Cuáles son las limitaciones a superar para promover el agroturismo<br />
en su rancho?<br />
5. ¿Qué oportunidades complementarias considera que generaría el<br />
impulso de la actividad agroturística dentro de su rancho?<br />
6. ¿Usted está dispuesta(o) en complementar sus actividades<br />
económicas con el agroturismo?
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
51<br />
Fuentes consultadas<br />
Acereza, Miguel Ángel (2006), Conceptualización, origen y e<strong>vol</strong>ución del<br />
turismo, Ciudad de México, Trillas.<br />
Blanco Murillo, Marvin y Riveros Serrato, Hernando (2010), “El agroturismo<br />
como diversificación de la actividad agropecuaria y<br />
agroindustrial”, <strong>Revista</strong> Estudios Agrarios, 17 (49), San José de<br />
Costa Rica, Instituto Interamericano de Cooperación para la<br />
Agricultura, pp. 117-125, , 15 de<br />
febrero de 2019.<br />
Casillas Bueno, José Carlos; Moreno Menéndez, Ana María y Oviedo<br />
García, María de los Ángeles (1995), “El turismo alternativo como<br />
un sistema integrado: consideraciones sobre el caso Andaluz”,<br />
Estudios Turísticos, núm. 125, Madrid, Instituto de Estudios<br />
Turísticos y Secretaría General de Turismo, pp. 53-74, , 28 de mayo de 2020.<br />
Constabel, Silvia; Oyarzun, Edgardo y Szmulewicz, Pablo (2008), Agroturismo<br />
en Chile. Caracterización y perspectivas, Santiago de Chile,<br />
Fundación para la innovación agraria y Universidad Austral de<br />
Chile, , 17 de marzo de 2019.<br />
Del Valle Pérez Colmenares, Soraya (2017), “La planificación y prevención<br />
de los impactos ambientales del turismo como herramienta para<br />
el desarrollo sostenible: Caso de estudio Timotes, Venezuela”,<br />
<strong>Revista</strong> interamericana de ambiente y turismo, 13 (2), Talca, Facultad<br />
de <strong>Economía</strong> y Negocios, Universidad de Talca, pp. 164-183,<br />
, 20 de abril de 2019.<br />
DOF (Diario Oficial de la Federación) (2009), “NORMA Oficial Mexicana<br />
NOM-251-SSA1-2009. Prácticas de higiene para el proceso<br />
de alimentos, bebidas o suplementos alimenticios”, 1 de marzo de<br />
2010, Ciudad de México, Secretaría de Salud, , 25 de febrero de 2019.<br />
Duque Brito, Ahide (2008), “El agroturismo en los municipios de la Zona<br />
Metropolitana de Mérida. Realidad y posibilidades”, Visión gerencial,<br />
núm. 1, Mérida, Universidad de Los Andes, Facultad de<br />
Ciencias Económicas y Sociales, Centro de Investigaciones y
52 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
Desarrollo Empresarial (CIDE), pp. 59-82, , 25 de febrero de 2019.<br />
Escobedo Garrido, José Sergio (2014), “El turismo rural, un desafío para<br />
pequeños agricultores”, <strong>Revista</strong> Mexicana de Ciencias Agrícolas, 5<br />
(9), Ciudad de México, Instituto Nacional de Investigaciones<br />
Forestales, Agrícolas y Pecuarias, pp. 1601-1613, doi: http://<br />
dx.doi.org/10.29312/remexca.v0i9.1051<br />
Espacio Libre México (2014), “Jornaleros de San Quintín. Una historia<br />
de explotación y acoso”, , 3 de agosto<br />
de 2019.<br />
Gómez-Velázquez, Jesús; Mendoza Zamores, Diana y Velázquez-Sánchez,<br />
Rosa María (2015), “Agroturismo en el desarrollo turístico sustentable<br />
de San Juan Chipomezúchil, Oaxaca, México”, ponencia<br />
presentada en el 20° Encuentro Nacional sobre Desarrollo Regional<br />
en México, 17-20 de noviembre, Cuernavaca, Asociación<br />
Mexicana de Ciencias para el Desarrollo Regional, A.C./Centro<br />
Regional de Investigaciones Multidisciplinarias UNAM, , 13 de mayo de 2019.<br />
Gómez, Ania; Brach, Michelle; Rodríguez, Lesdybeth y Acosta, Yudith<br />
(2012), “El agroturismo como opción de diversificación económica<br />
en la comunidad de Yaracal, estado Falcón”, Multiciencias, <strong>vol</strong>. 12<br />
(extraordinario), Maracaibo, Universidad del Zulia, pp. 331-336,<br />
, 10 de febrero de 2019.<br />
Hernández, Juan (2018), “Alcanza México en 2017, cifras históricas en<br />
captación de turismo internacional y divisas: de la Madrid”,<br />
Periódico Palacio. Donde nace la noticia, 18 de enero, Ciudad de<br />
México, Periódico Palacio. Donde nace la noticia, Turismo,<br />
, 18 de febrero de 2019.<br />
Hernández Sampieri, Roberto; Fernández Collado, Carlos y Bapista Lucio,<br />
María de Pilar (2014), Metodología de la investigación, Ciudad de<br />
México, McGraw Hill.<br />
Herrera-Racionero, Paloma; Miret-Pastor, Luis y Lizcano, Emmanuel<br />
(2018), “Viajar con la tradición: Los pescadores artesanales ante<br />
la pesca-turismo en la Comunidad Valenciana (España)”, Cuadernos<br />
de Turismo, núm. 41, Murcia, Universidad de Murcia, pp.<br />
279-293, , 28 de julio de 2020.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
53<br />
Ibáñez Pérez, Reyna María y Cabrera Villa, Carmelina (2011), Teoría general<br />
del turismo: un enfoque global y nacional, La Paz, Serie Didáctica.<br />
IMIP (Instituto Metropolitano de Investigación y Planeación) (2007),<br />
“Programa de Desarrollo Regional, Región San Quintín”, Ensenada,<br />
Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal,<br />
, 10 de febrero de 2019.<br />
Moreno Muñoz, Daniel (2018), “Aportación a los conceptos de turismo<br />
marinero/pesquero y pesca-turismo”, Cuadernos de Turismo, núm.<br />
42, Murcia, Universidad de Murcia, pp. 385-396, , 28 de julio de 2020.<br />
Muñoz Canales, Cristian Alejandro (2010), “¿De qué hablamos cuando<br />
hablamos de oportunidades? Precisiones conceptuales para una<br />
más efectiva aplicación práctica”, Trend Management, Edición<br />
especial, Santiago de Chile, Universidad de Chile, pp. 132-138,<br />
, 3 de marzo de 2019.<br />
Peñalver Torres, María Teresa (1998), “Un turismo alternativo: reutilización<br />
de molinos y almazaras”, Cuadernos de turismo, núm. 2,<br />
Murcia, Universidad de Murcia, pp. 147-158, , 2 de junio de 2020.<br />
Phillip, Sharon; Hunter, Colin and Blackstockb, Kirsty (2010), “A typology<br />
for defining agritourism”, Tourism Management, 31 (6),<br />
Kowloon, Hong Kong Polytechnic University/School of Hotel<br />
and Tourism Management, PRC-SAR, pp. 754-758, doi: https://<br />
doi.org/10.1016/j.tourman.2009.08.001.<br />
Raimundi, María Julia; Molina, María Fernanda; Gimenez, Mariel y<br />
Minichiello, Claudia (2014), “¿Qué es un desafío? Estudio cualitativo<br />
de su significado subjetivo en adolescentes de Buenos<br />
Aires”, <strong>Revista</strong> Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y<br />
Juventud, 12 (2), Manizales, Centro de Estudios Avanzados en<br />
Niñez y Juventud, pp. 521-534, , 12 de<br />
marzo de 2019.<br />
Riveros Serrato, Hernando y Blanco Murillo, Marvin (2003), “El agroturismo,<br />
una alternativa para revalorizar la agroindustria rural<br />
como mecanismo de desarrollo local”, Lima, Programa cooperativo<br />
de desarrollo agroindustrial rural (PRODAR), , 3 de marzo de 2019.
54 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
Sancho, Amparo (1998), Introducción al turismo, Madrid, Organización<br />
Mundial del Turismo, , 6 de febrero<br />
de 2019.<br />
Sayadi, Samir y Calatrava, Javier (2001), “Agroturismo y desarrollo rural:<br />
situación actual, potencial y estrategias en zonas de montaña del<br />
Sureste español”, Cuadernos de turismo, núm. 7, Murcia, Universidad<br />
de Murcia, pp. 131-157, , 10 de<br />
febrero de 2019.<br />
Secretaría de Fomento Agropecuario (2015), Panorama general de la zona<br />
San Quintín, Baja California, Tijuana, Dirección de Planeación<br />
Sectorial y Seguimiento a la Inversión Pública. Oficina Estatal de<br />
Información para el Desarrollo Rural Sustentable.<br />
Secretaría de Medio Ambiente (2007), “Programa de ordenamiento ecológico<br />
de la región de San Quintín”, Baja California, Secretaría de<br />
Protección al Medio Ambiente, , 10<br />
de febrero de 2019.<br />
Sectur (Secretaría de Turismo) (2004), “Turismo alternativo. Una nueva<br />
forma de hacer turismo”, Ciudad de México, Dirección de Desarrollo<br />
de Turismo Alternativo, , 3 de<br />
marzo de 2019.<br />
Sectur (Secretaría de Turismo) (2002), “Impacto de las nuevas tecnologías<br />
el turismo mexicano”, Ciudad de México, Centro de Documentación<br />
Turística/INFOTEC, < https://bit.ly/37g3uao>, 31 de<br />
julio de 2020.<br />
Simón, Xavier; Gil Pereirasii, Carmen y Carpintero, Pablo (2011), “Proyecto<br />
de agroturismo en la comarca de Terra de Lemos (Galicia)”,<br />
PASOS. <strong>Revista</strong> de turismo y patrimonio cultural, 9 (2), Tenerife,<br />
Instituto Universitario de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad<br />
de La Laguna, pp. 353-3<strong>65</strong>, , 6 de<br />
julio de 2019.<br />
Szmulewicz Espinosa, Pablo; Gutiérrez Vega, Cecilia y Winkler Charpentier,<br />
Karen (2012), “Asociatividad y agroturismo. Evaluación de las<br />
habilidades asociativas en redes de agroturismo del sur de Chile”,<br />
Estudios y Perspectivas en Turismo, 21 (4), Buenos Aires, Centro<br />
de Investigaciones y Estudios Turísticos, pp. 1013-1034, , 6 de marzo de 2019.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 26-56<br />
55<br />
Vogel, Mónica; Lombardo, Lorenna; Gazzera, María Alejandra; Quadrini,<br />
Fabiana; Contreras, Silvia; Sepúlveda, Marcela y Pérez, Cristian<br />
(2004), “Turismo rural modalidad agroturismo: una alternativa<br />
de desarrollo para la zona norte de la provincia de Neuquen”,<br />
Anuario de estudios en turismo, <strong>vol</strong>. 3, Neuquén, Facultad de<br />
Turismo, Universidad Nacional de Comahue, pp. 102-120,<br />
,<br />
15 de marzo de 2019.<br />
Recibido: 21 de febrero de 2020.<br />
Reenviado: 15 de julio de 2020.<br />
Aceptado: 16 de octubre de 2020.<br />
Karla Cecilia Jaimes Maruri. Pasante de la licenciatura en Turismo del<br />
Centro Universitario Temascaltepec de la Universidad Autónoma del Estado<br />
de México.<br />
Luis Alberto Morales Zamorano. Es doctor en Ciencias Administrativas<br />
por el Instituto Politécnico Nacional, México. Actualmente es profesor<br />
investigador de tiempo completo en la Facultad de Ingeniería y<br />
Negocios, San Quintín, de la Universidad Autónoma de Baja California.<br />
Su línea de investigación actual es agroturismo y competitividad de<br />
empresas agrícolas. Su más reciente publicación es, como coautor: Productividad<br />
en las empresas y su competitividad en los mercados, un enfoque<br />
a micro y pequeñas empresas, Ciudad de México, Pearson/Universidad<br />
Autónoma de Baja California (2019).<br />
Xochitl Jasso-Arriaga. Es doctora en Ciencias Agropecuarias y Recursos<br />
Naturales por la Universidad Autónoma del Estado de México. Actualmente<br />
es profesora-investigadora del Centro Universitario UAEM Temascaltepec.<br />
Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel I. Sus líneas de<br />
investigación actuales son: planeación territorial, etnoecología y agrobiodiversidad.<br />
Entre sus más recientes publicaciones destacan, como autora:<br />
“Principio de conservación: coexistencia entre diversidad de especies comestibles<br />
y conocimiento tradicional”, Polibotánica, núm. 47, Ciudad de<br />
México, Instituto Politécnico Nacional, Escuela Nacional de Ciencias<br />
Biológicas, pp. 179-199 (2019); como coautora: “Más allá de la comercialización<br />
de hongos comestibles silvestres en la comunidad de San Antonio<br />
Acahualco, México”, Agro Productividad, 12 (5), Texcoco, El Colegio de<br />
Postgraduados en Ciencias Agrícolas, pp. 9-16 (2019) y “Análisis y perspectivas<br />
para gestionar el turismo biocultural: una opción para conservar
56 K. C. Jaimes Maruri et al.: Agroturismo: ¿oportunidad y desafío para el Valle de San Quintín...<br />
el ecosistema forestal de Temascaltepec”, Madera y Bosques, 24 (1), Xalapa,<br />
Instituto de Ecología, A.C., pp. 1-14 (2018).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
DOI: https://doi.org/10.22136/est20211678<br />
La apropiación y el uso del espacio<br />
público urbano. Los comunes en<br />
el parque urbano<br />
57<br />
Appropriation types and use of<br />
the urban public space. The commons<br />
in the urban park<br />
Gloria Jovita Guadarrama Sánchez*<br />
Pamela Monserrat Pichardo Martínez**<br />
Abstract<br />
Public spaces in cities are important for inhabitants’ wellbeing and quality of life;<br />
these are perceived as social goods for the people who share and use them. This text<br />
argues that public spaces are collective goods and social constructions in constant<br />
reconfiguration. It analytically shows the forms of appropriation over time and<br />
governance agreements into the theoretical framework of commons theory with a<br />
qualitative focus applied to The Simon Bolivar Park of Toluca City, Mexico. The<br />
analysis contributes to the understanding of the complexity of public spaces, goods,<br />
and social relations shared between the actors in<strong>vol</strong>ved.<br />
Keywords: public spaces, commons, women in public space, urban parks, property<br />
rights<br />
Resumen<br />
Los espacios públicos en las ciudades son importantes para la calidad de vida de<br />
sus habitantes y son percibidos como bienes sociales. En este texto se argumenta<br />
que son bienes de propiedad colectiva y construcciones sociales en constante<br />
reconfiguración. Analíticamente se explican las formas de apropiación en el<br />
tiempo y los acuerdos para su gobernanza en el marco teórico de los bienes<br />
comunes, con un enfoque cualitativo aplicado al caso del Parque “Simón Bolívar”<br />
de la ciudad de Toluca, México. El análisis abona a la comprensión de la complejidad<br />
del espacio público y las relaciones entre los actores que lo comparten.<br />
Palabras clave: espacios públicos, bienes comunes, mujeres y espacio público,<br />
parques urbanos, derechos de propiedad.<br />
* El Colegio Mexiquense, A.C., correo-e: gguadarr@cmq.edu.mx<br />
** Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México,<br />
correo-e: monserrat.pichardo@gmail.com
58 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
Introducción<br />
La ciudad se conforma por múltiples sistemas que la producen y la reproducen,<br />
entre ellos ocupan un lugar importante los espacios públicos (plazas,<br />
calles, parques, jardines, centros recreativos, culturales o deportivos, áreas<br />
compartidas con función social o cívica), 1 que más allá de su forma física<br />
o su estructura material están constituidos por las interacciones de sus<br />
habitantes con su territorialidad así como por las relaciones sociales que<br />
en ellos tienen lugar. 2 Socialmente el espacio público tiene una gran importancia<br />
al ser el lugar donde sucede la vida pública y por ser símbolo<br />
dentro del territorio. También por su centralidad y multifuncionalidad,<br />
porque los grupos sociales se integran y excluyen en él; así como por<br />
constituir un ámbito para la generación de ciudadanía, de construcción<br />
de identidad y sentido de pertenencia. Los actores sociales se reconocen<br />
en el espacio público, se visibilizan y se lo apropian a pesar de las desavenencias<br />
que surgen entre los grupos que coexisten en él. Su apropiación<br />
dota a estos espacios de sentido social, trasciende el tiempo y el territorio.<br />
El espacio público como objeto de estudio entraña una profunda exigencia<br />
reflexiva; este texto aborda las formas en las que el espacio público<br />
es apropiado como un bien común en una dimensión de temporalidad y<br />
la reconfiguración de las formas de apropiación determinadas por el uso<br />
que las personas hacen de él. Para ese propósito se examina el caso del<br />
Parque “Simón Bolívar” en Toluca, Estado de México, con especial atención<br />
a las reglas informales que lo convierten en un bien común, los<br />
grupos que lo comparten y los derechos de apropiación que ejercen. El<br />
análisis se organiza en el marco de la teoría de los bienes comunes de Elinor<br />
Ostrom (2011) y de su aplicación al estudio de los espacios públicos. Si<br />
bien Ostrom no aplicó sus ideas sobre los bienes de propiedad colectiva<br />
y los recursos de uso común a los espacios públicos, el marco de su teoría<br />
ha sido extendido a este campo de conocimiento por sociólogos, urbanistas<br />
y analistas de políticas públicas, entre ellos: Subirats (2016), Amin<br />
(2009), Castro Coma y Martí Costa (2016) y Vergara Vidal (2012).<br />
1<br />
En las ciudades se asumen como espacios públicos las plazas, parques y calles, así como otros<br />
elementos llamados de infraestructura abierta, como instalaciones deportivas y de recreación al aire<br />
libre, los cuales además de ser transitables públicamente, aportan condiciones para mejorar la calidad<br />
de vida en la ciudad (Martínez Valdés et al., 2020). En una visión más amplia, el concepto se extiende<br />
a los espacios con funciones de expresión y formación política, cívica o cultural y de respuesta social,<br />
al margen del tipo de propiedad. Asimismo, se consideran todas las arenas comunes de la vida social<br />
que no son privadas, las cuales no siempre están circunscritas a espacios físicos (De Magalhâes, 2010;<br />
Amin, 2009).<br />
2<br />
La territorialidad es entendida como una dimensión espacial de los actores que incluye los<br />
valores que éstos atribuyen a un territorio. En términos de Monnet (2010), “un sistema de valores<br />
atribuidos a un territorio”.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
59<br />
Metodológicamente la aproximación se estructura como una mirada<br />
etnográfica-social sustentada en la observación directa de las formas de<br />
apropiación del espacio y de sus usuarios, articulada con entrevistas<br />
semiestructuradas para la obtención de la información por sector, grupo<br />
y usuario individual. El uso del espacio en su dimensión de temporalidad<br />
se establece mediante el trazo de secuencias de ocupación que se integran<br />
al trazo de perfiles sociodemográficos de los actores, la caracterización de<br />
los bienes y de los derechos de propiedad que son ejercidos. La visión<br />
sobre el uso y la comunalización temporal del espacio se complementa<br />
con información documental de normas y reglamentos, así como con<br />
registros históricos de la adscripción y gestión del espacio seleccionado;<br />
el análisis integra factores contextuales asociados a las transformaciones<br />
socio-económicas del país.<br />
La exposición se ordena en cuatro apartados: el primero presenta la<br />
aproximación a la noción de espacio público y la discusión teórica sobre<br />
las posibilidades de considerarlo un bien común. El segundo analiza el<br />
caso particular del parque urbano “Simón Bolívar” de la ciudad de Toluca<br />
en sus dimensiones de uso temporal, derechos de propiedad y formas de<br />
apropiación. El tercero aborda las particularidades del grupo de mujeres<br />
que lo usan como espacio para actividades económicas de comercio informal.<br />
El cuarto apartado aporta las conclusiones del estudio.<br />
1. El espacio público y la propuesta de los bienes comunes<br />
En las últimas décadas se han incrementado las investigaciones que abordan<br />
al espacio público como concepto nuclear en distintas áreas del conocimiento.<br />
De acuerdo con Lefebvre (2013: 24), se fragmenta en objetos<br />
de estudio con sus propios métodos de acuerdo con la ciencia que de él<br />
se ocupa.<br />
En este artículo se hace un acercamiento al espacio público bajo la concepción<br />
de que es la unión de dos vertientes: la primera se refiere al<br />
conjunto de relaciones sociales, simbólicas y de territorialidad que configuran<br />
el ámbito legítimo del conflicto político. La segunda corresponde<br />
a la visión del espacio público visto en términos físicos, espaciales, tangibles<br />
y estructurales:<br />
Esto significa que el espacio público no se agota ni está asociado únicamente<br />
a lo físico-espacial (plaza o parque), sea de una unidad (un parque) o de un<br />
sistema de espacios (trama urbana). Es, más bien, un ámbito contenedor de<br />
la conflictividad social que tiene distintas posiciones, según la coyuntura y<br />
la ciudad que se trate (Carrión, 2016: 18).
60 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
Desde ese ángulo integrador, el espacio público es visto como un<br />
generador de bienes económicos, recreativos, relacionales, sociales, de<br />
pertenencia, susceptibles de ser apropiados. La consideración del mismo<br />
como bienes comunes alude al conjunto de recursos naturales, infraestructura,<br />
formas de uso, apropiación y control que son compartidos por<br />
quienes lo disfrutan y gobiernan.<br />
La visión de Ostrom (2014) sobre los bienes comunes 3 permite profundizar<br />
el análisis de las relaciones sociales que surgen en los espacios<br />
públicos de acuerdo con las características de la apropiación que los<br />
usuarios hacen de ellos, mediante las nociones de regímenes de propiedad<br />
y derechos de propiedad (Ostrom, 2014). Los regímenes de propiedad refieren<br />
al tipo de sujeto titular de la propiedad o a quienes son los titulares de los<br />
derechos sobre los bienes. Ostrom reconoce cuatro tipos de régimen, a<br />
saber: 1) Régimen de acceso abierto: el acceso a los bienes está abierto para<br />
cualquier individuo; 2) Régimen de propiedad pública: es el gobierno<br />
(federal, estatal, municipal) el dueño de los bienes y puede establecer<br />
reglas de uso y cuidado; 3) Régimen de propiedad colectiva: son bienes que<br />
se poseen colectivamente; 4) Régimen de propiedad privada individual: el<br />
titular es una persona que decide cómo utilizar y proteger los bienes<br />
(Merino Pérez, 2019).<br />
Schlager y Ostrom (1992) conceptualizan los derechos de propiedad<br />
como sistemas en los que los derechos son acumulables y marcan límites<br />
al acceso, uso y decisión que se puede hacer sobre un bien, conformando<br />
racimos de derechos. Son las “relaciones sociales alrededor de los<br />
bienes y remiten a las capacidades de reclamar el respaldo de un determinado<br />
colectivo en la demanda que se hace respecto a un bien” (Merino<br />
Pérez, 2014: 91). Pueden estar en manos distintas al titular de la propiedad,<br />
es decir, que alguien tenga derecho no lo convierte en el poseedor<br />
de la propiedad.<br />
Ostrom (2014: 31) considera seis derechos de propiedad que se<br />
encuentran divididos en dos grandes tipos: los derechos de uso, dentro de<br />
los cuales están: 1) Acceso: derecho a entrar a una propiedad específica<br />
(puede ser sólo durante un periodo determinado); 2) Extracción: derecho<br />
de extraer productos específicos de un bien; 3) Explotación comercial:<br />
derecho de vender. Asimismo, los derechos de control, entre los que considera:<br />
4) Manejo: derecho a transformar el bien y regular patrones internos<br />
de uso; 5) Exclusión: derecho a decidir quiénes tienen derechos de<br />
3<br />
Ostrom no aplicó sus ideas sobre los bienes de propiedad colectiva y los recursos de uso común<br />
a los espacios públicos, pero el marco de su teoría ha sido extendido a este campo de conocimiento<br />
por sociólogos, urbanistas y analistas de políticas públicas.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
61<br />
acceso, uso o manejo del bien; 6) Alienación: el derecho a rentar, vender<br />
o hipotecar un bien.<br />
La percepción que los actores sociales tienen de sus derechos (de propiedad)<br />
se vincula con los tipos de uso que hacen de cada espacio público.<br />
Los diferentes usos de un mismo espacio pueden determinar tipos de<br />
bienes distintos, dependiendo el momento en que se apropie y de quién se<br />
lo apropie. Para Ostrom (2014) existen cuatro tipos de bienes: bienes<br />
públicos, bienes de uso común, bienes tarifa, bienes privados; su clasificación<br />
responde a dos condiciones: a) La capacidad de exclusión: posibilidad<br />
de excluir a usuarios potenciales del uso de un bien; b) Nivel de<br />
sustractabilidad: se refiere a la medida en que el uso actual que realiza un<br />
grupo o una persona afecta el uso potencial que lleven a cabo otros usuarios.<br />
Si el uso afecta la disponibilidad del bien eso lo vuelve de alta sustractabilidad<br />
(Merino Pérez, 2019). En ese sentido, aunque no es el único<br />
factor, como lo sostiene Vergara Vidal (2012), es el uso que se hace del<br />
espacio lo que determina su carácter.<br />
Así, cuando se habla de momento en este texto se considera que el<br />
espacio público cumple distintas funciones (Fonseca Rodríguez, 2015) que<br />
se transforman a lo largo del día, la semana, el mes y el año como consecuencia<br />
de la interacción social cotidiana y de la diversificación de actividades<br />
de los sujetos que coinciden en él. Es decir, se reconfigura a partir del<br />
uso que de él se hace y de quién lo hace, en una dimensión de temporalidad.<br />
Es el uso, de nueva cuenta, lo que lo convierte en un bien común.<br />
Respecto a los tipos de bienes, Subirats (2016: 78) afirma que debido<br />
a las transformaciones que han traído consigo los nuevos funcionamientos<br />
de la economía global y neoliberal se ha hecho una reconfiguración<br />
de los mismos, pues en un principio los fundamentos de rivalidad y<br />
exclusión permitían la clasificación casi perfecta de los bienes en públicos,<br />
privados, club y comunes. Sin embargo, ahora hay dos procesos que<br />
suceden en paralelo y que modifican esta propuesta. A saber:<br />
Por un lado, el cambio tecnológico ha aumentado la exclusividad en ciertos<br />
bienes que eran considerados de exclusividad difícil (pago por acceso a<br />
ciertos servicios-bienes, o pago por mejores prestaciones). Por otro lado, la<br />
escasez (real o generada) de ciertos bienes que eran considerados no rivales<br />
(agua, suelo, tiempo, etc.) han generado una mayor presencia de rivalidad<br />
de uso.<br />
Pero, de manera aparentemente contradictoria, la tecnología ha hecho asimismo<br />
que ciertos bienes que eran rivales (conocimiento, cultura, arte, etc.),<br />
ahora puedan dejar de serlo, al no ser tan importante la propiedad de los<br />
mismos (tener físicamente el libro o el cd) como poder acceder a ellos. Lo<br />
que parece evidente es que el desarrollo tecnológico y la real o aparente
62 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
escasez de un recurso (mezclando variables como costo marginal de acceso<br />
y facilidad de exclusión) pueden modificar y han modificado un escenario<br />
antes más estable. Y ello puede situar a los bienes comunes en una nueva<br />
centralidad (Subirats, 2016: 78).<br />
En cuanto al espacio público, Subirats se refiere a lo público: a) como<br />
aquello que corresponde a lo estatal o b) como aquello que representa un<br />
recurso (o bien) comunitario, y es en el segundo sentido donde hace<br />
hincapié en el conjunto de acuerdos que surgen entre actores sociales para<br />
gestionarlo y regularlo.<br />
De acuerdo con Subirats (2016: 73), el término bien común surge de<br />
dos enfoques distintos. El primero hace referencia al procomún, procomunes<br />
o common’s (en inglés), que es el tipo de recurso (o bien) que cuenta<br />
con la posibilidad de que sea la colectividad que lo usa la que lo gobierne<br />
al ser ella la que se beneficia y dispone de él. El segundo refiere a la forma<br />
en que el espacio público puede ser concebido como un bien común, el<br />
cual no tiene restricciones de acceso y uso colectivo porque se trata de un<br />
tipo de propiedad de dominio público ligado al dominio del Estado.<br />
Aquí se considera al espacio público como un bien común con base<br />
en el primer enfoque, pero se reconoce que los factores que lo determinan<br />
son variables y combinan de manera distinta las interacciones del gobierno<br />
con otros actores sociales. Atutxa refiere que el término común debe<br />
entenderse más allá de los límites legales o normativos, pues éste únicamente<br />
puede ser entendido en la esfera o dimensión en la que se aplica. Lo común<br />
“son experiencias que desde la acción transforman la realidad” (Atutxa,<br />
2017: 102).<br />
En el mismo sentido, Giglia (2013: 28) afirma que el espacio público<br />
es el bien común más relevante que existe en la ciudad, ya que la participación<br />
de los actores sociales en la gestión colectiva comienza desde el<br />
momento mismo en que se cruzan los límites de lo privado, por ejemplo,<br />
la casa para intervenir en él. Sigue a Ostrom en su idea de que es necesario<br />
que exista un acuerdo entre usuarios sobre las reglas que indiquen qué<br />
está permitido y qué no en un espacio público determinado; por lo que<br />
en ausencia de reglas compartidas la gestión colectiva del bien comúnespacio<br />
público no puede funcionar, y de facto no funciona. No es casual<br />
que esas reglas introduzcan cambios notables en los usuarios del lugar y en<br />
las formas legítimas de uso, limitando su acceso y su disfrute a ciertos habitantes<br />
e impidiéndoselo a otros. Y tampoco es casual que reglas de uso<br />
diferentes y contrastantes coexistan de una manera no del todo armoniosa<br />
(Giglia, 2013: 29).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
63<br />
En ese marco, siguiendo a Castro Coma y Martí Costa (2016: 135)<br />
se puede decir que el espacio público como bien común debe considerar<br />
un grupo de personas unidas por el sentido de pertenencia hacia ese<br />
espacio, que mediante un conjunto de reglas compartidas sea capaz de<br />
administrar, tomar decisiones y regular ese bien. Subirats (2016) argumenta<br />
que si para el caso de algunos lugares de la ciudad se aplica el<br />
concepto de bienes comunes, es necesario saber hasta dónde es posible<br />
hablar entonces de un espacio común teniendo en consideración que un<br />
bien común se encuentra<br />
sometido a la disponibilidad de la comunidad entendida en este caso como<br />
comunidad de personas e individuos que, dadas sus interrelaciones y sus<br />
lazos de confianza y de reciprocidad deciden ejercer su capacidad de acción<br />
en un espacio público […] (Subirats, 2016: 92).<br />
Las reflexiones vertidas convergen en la necesidad del análisis del<br />
impacto de la acción social dentro del espacio público considerado como<br />
bien común; así, es indispensable pensar en lo común como una producción<br />
social en constante resignificación y como una relación intersubjetiva<br />
entre el espacio y los actores (Monnet, 2010); es decir, se concibe que lo<br />
común más allá de encontrarse dentro de los márgenes estrictos de lo que<br />
es público o es privado, es aquello que tiene origen y sentido sólo dentro<br />
de los límites de una comunidad que lo produce colectivamente (Campos<br />
Cortés y Brenna Becerril, 2015).<br />
En resumen, las formas de apropiación del espacio público como bien<br />
común estarían determinadas por su uso, con la aclaración de que las<br />
relaciones que se mueven en su interior son dinámicas, complejas e integran<br />
una vasta cantidad de elementos que construyen su significación social.<br />
Las relaciones, usos y formas de apropiación se muestran enseguida para<br />
el caso de un parque urbano que concentra distintos actores, acuerdos y<br />
desacuerdos que sustentan la consideración de verlo como un bien común.<br />
2. El Parque “Simón Bolívar”, un espacio público y bien común<br />
En el centro de la ciudad de Toluca a un costado del edificio más emblemático<br />
de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM)<br />
conocido como Rectoría se encuentra el Parque “Simón Bolívar”, rodeado<br />
por las calles de Instituto Literario, Ignacio López Rayón y Valentín Gómez<br />
Farías, el cual cuenta con una extensión de 4,134 metros cuadrados. Lleva<br />
el nombre del libertador venezolano más importante de América del Sur,<br />
cuya estatua ecuestre se erige justo en medio del jardín. Fue fundado en
64 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
1930 a petición de una asociación de jóvenes, la Liga Estudiantil contra el<br />
Imperialismo Yanqui y en 1996 el Ayuntamiento de Toluca entregó a la<br />
Universidad la administración del parque para que se utilizara como jardín<br />
de arte para organizar actividades artísticas y culturales, tales como audiciones,<br />
talleres, exposiciones y otros (Peñaloza García, 2015: 150).<br />
En la actualidad, el Parque “Simón Bolívar” está destinado para el ocio<br />
y el goce, tiene en su interior juegos infantiles, bancas de cemento y<br />
bancas metálicas, faroles y árboles. Es utilizado para entrenamientos de<br />
parkour y para patinar los fines de semana. Dos de sus esquinas, las que<br />
articulan las avenidas Valentín Gómez Farías con Ignacio López Rayón y<br />
ésta con Instituto Literario se han convertido en paradas consuetudinarias<br />
de autobuses urbanos. En algunas ocasiones se organizan eventos culturales,<br />
pero también todos los martes y viernes desde aproximadamente las 10:30<br />
de la mañana y hasta las 16:00 horas se convierte en un punto de venta<br />
o centro de intercambio para muchas mujeres que comercian diversos<br />
tipos de productos. Muchas de ellas realizan entregas de lo que han vendido<br />
con anterioridad por internet a través de Facebook.<br />
Durante las mañanas, entre semana, se observa el movimiento constante<br />
por parte de la gente: el tránsito vehicular es fluido y permanente a su<br />
alrededor; las personas bajan y transbordan en el transporte público. Llegan<br />
los trabajadores de la Universidad. Las bancas son ocupadas y desocupadas<br />
y así, conforme pasan los minutos, el parque comienza a cobrar vida, a<br />
poblarse, a producirse y ya no se detiene hasta que llega la noche. De esta<br />
manera, el espacio del parque va siendo apropiado por distintos actores<br />
que hacen uso de él a partir de las actividades que desarrollan.<br />
Muy temprano, las parejas se explayan y hasta se acuestan en las bancas<br />
mientras se toman un atole y se muestran afecto. Los padres de familia<br />
transitan rápidamente mientras llevan a sus hijos a la escuela. El vendedor<br />
de tamales comienza la jornada desde muy temprano. El minúsculo local<br />
de lámina del cerrajero, así como la lavandería, la miscelánea y la heladería<br />
comienzan a abrir las cortinas, los empleados de los negocios establecidos<br />
o sus dueños empiezan sus actividades. La patrulla municipal permanece<br />
estacionada en una esquina.<br />
Poco a poco se van intensificando la aparición y la permanencia de las<br />
personas en el parque. Por la tarde, algunos de los padres que han ido por<br />
sus hijos a la escuela se detienen un rato y permiten que los niños se suban<br />
a los juegos que están instalados en el interior del parque. Algunos trabajadores<br />
se sientan en las bancas a fumar y a platicar. La gente que va y<br />
viene en el transporte público se sienta a esperar durante periodos variados<br />
la llegada del autobús que la lleve a su destino (fotografía 1).<br />
Se observa entonces que el parque es apropiado de distintas formas<br />
dependiendo del uso que los actores hacen de él, de sus intereses, de su
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
<strong>65</strong><br />
Fotografía 1<br />
Aspecto del Parque “Simón Bolívar” de Toluca<br />
Fuente: autoría propia.<br />
contexto, de sus características, de la hora o el día de la semana. 4 En las<br />
distintas lecturas que se han hecho sobre la apropiación de los espacios<br />
públicos y su significación social se observa cómo la forma de apropiación<br />
puede transformarlos en bienes de propiedad colectiva. Segovia (2007: 9)<br />
afirma que la apropiación de los espacios públicos ayuda a generar sentido<br />
de pertenencia por parte de la gente que hace un esfuerzo de integración<br />
y de convivencia social en la ciudad. Siguiendo las aportaciones de Almada<br />
(2014), se considera que las relaciones sociales establecidas entre las personas<br />
dotan al espacio público de una forma determinada, un conjunto<br />
de funciones y significaciones sociales. Torres Veytia (2009) advierte que<br />
se puede entender la apropiación del espacio público como la creación de<br />
un ámbito de pertenencia que comienza con una percepción subjetiva por<br />
parte de los actores sociales acerca de su conexión con el territorio.<br />
En la misma línea de la construcción intangible del espacio público están<br />
las ideas de otros autores (Vázquez Ceballos et al., 2011), quienes unen lo<br />
material, lo económico, el ordenamiento legal e ilegal y la presencia física<br />
4<br />
La secuencia del uso del parque se estableció mediante una técnica de observación directa a lo<br />
largo de un año de acudir al parque en horarios diferentes (febrero de 2019 a enero 2020) y de la<br />
integración de bitácoras de observación.
66 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
en el espacio; al tiempo que toman en cuenta lo social, señalan que da<br />
lugar al uso compartido de códigos que no implican la presencia física.<br />
Sostienen que al hablar de espacios públicos se hace referencia a dos formas<br />
de apropiación: material (manifestaciones en la calle que no permiten<br />
el adecuado flujo vial) y simbólica (que sirve para compartir códigos de<br />
varios tipos entre grupos de personas que ayudan a tener control o dominio<br />
sobre el espacio público). Estas formas de apropiación tienen como<br />
objetivo la exclusión de otras personas que podrían hacer uso del mismo<br />
espacio público, pero con otras características de acción, pues se convierte<br />
en un lugar donde existen distintas visiones y proyectos de cada grupo<br />
social que hace uso de él.<br />
En la descripción de las interacciones que tienen lugar en el parque es<br />
evidente que los usos y las formas de apropiación se reconfiguran al discurrir<br />
el tiempo; los tipos de uso abarcan actividades recreativas, económicas<br />
y culturales. En principio parece que, por su carácter de espacio<br />
público gestionado y controlado por el gobierno municipal y por la<br />
Universidad, prevalecieran derechos de acceso para todos en todo<br />
momento; pero si se observa con atención se nota que hay usuarios que<br />
ejercen otros derechos de uso y de control que van más allá de poder<br />
transitar por ese espacio. Por ejemplo, hay quienes acceden al parque sólo<br />
con propósitos de ocio y goce, como los niños al término de sus clases,<br />
las parejas de novios o quienes practican actividades deportivas. También<br />
están quienes acceden, usan y se apropian temporalmente del espacio como<br />
las vendedoras ambulantes y las compradoras que anudan las actividades<br />
de comercio informal. Están quienes acceden, usan y controlan temporalmente<br />
el espacio como pueden ser algunas mujeres que dedicándose al<br />
comercio informal rentan los lugares, las bancas, los espacios a las vendedoras<br />
para permitirles desarrollar actividades de intercambio económico.<br />
Un punto esencial al pensar al espacio público como bien común son<br />
los desencuentros respecto a las reglas de uso y cuidado, porque cuando<br />
no hay claridad, se suele desembocar en conflictos y enfrentamientos<br />
(Giglia, 2013: 29). El parque cuenta con un conjunto de disposiciones<br />
formales emitidas por la autoridad municipal, pero su manejo es un<br />
entramado de arreglos informales entre las autoridades y usuarios, que lo<br />
mantienen como un espacio en el que es posible establecer vínculos de<br />
convivencia y cohesión social, al mismo tiempo que de tensión y exclusión.<br />
Así, aquello que se considera común se produce socialmente todo el<br />
tiempo y por lo tanto se resignifica bajo esa dinámica en la que intervienen<br />
las prácticas, las actividades y las experiencias que surgen de la constitución<br />
y modificación de las relaciones sociales. Por lo tanto, es<br />
necesario comprender que un bien común permite analizar las relaciones<br />
que se conforman entre personas o grupos de personas, y al mismo tiempo,
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
67<br />
la forma en que éstos se vinculan con los espacios que usan, transitan u<br />
ocupan (Campos Cortés y Brenna Becerril, 2015: 160).<br />
Sin trazar líneas divisorias absolutas, no habría que perder de vista que<br />
el espacio público es comúnmente parte de la propiedad pública y del<br />
dominio del Estado, por lo que su regulación y uso le competen, como<br />
figura central en los acuerdos de gobernanza in<strong>vol</strong>ucrados en la gestión y<br />
provisión del espacio. En otras palabras<br />
la conceptualización del espacio público y lo común es propia de una época<br />
en que su principal gestor es el Estado, de ahí su prolongada tradición que<br />
asocia lo público a lo común y que alude a lo que es de interés o utilidad<br />
común a todos los miembros de la comunidad política, lo que atañe al<br />
colectivo (Campos Cortés y Brenna Becerril, 2015: 166).<br />
Derivado de ese papel central el Estado asume el carácter de árbitro<br />
en los conflictos generados por el uso y la apropiación y busca que los<br />
ciudadanos se adhieran a las decisiones. La gobernanza interpretada aquí<br />
como modo de gobernar sustentado en arreglos cooperativos o negociados<br />
entre actores de distintos sectores sociales para el ordenamiento de la vida<br />
pública y como forma de gestión colectiva en torno a objetivos comunes<br />
(Porras, 2016), conlleva establecer procesos consensuados y <strong>vol</strong>untarios<br />
sobre los derechos de acceso, uso y control del espacio público.<br />
En las interacciones que presupone la gobernanza resulta evidente que<br />
cada espacio público alberga una amplia posibilidad de apropiaciones<br />
colectivas y por lo tanto es necesario que sean atendidos y resueltos los<br />
requerimientos y demandas de quienes lo usan, para que se privilegien<br />
las cuestiones de interés general. La gobernanza implica que el Estado es<br />
responsable de que en su uso prevalezca ese interés; no obstante, las organizaciones<br />
civiles y los propios ciudadanos son, asimismo, vigilantes y<br />
garantes del interés público, y en ese sentido los espacios públicos son<br />
además de una infraestructura cívica lugares generadores de ciudadanía.<br />
Son un bien común diseñado para el encuentro y el desencuentro social; por<br />
lo que sólo la ciudadanía sensibilizada será quien ejerza el control del espacio<br />
como un bien común, con reglas y normas para garantizar su vitalidad, su<br />
protección y equidad en el acceso y control (Campos Cortés y Brenna Becerril,<br />
2015: 174).<br />
Se perfila así que el espacio público integra las reglas de uso aceptadas<br />
de manera común. Pero también se advierte que el hecho de que sea<br />
común no significa que pertenece a todos o que todos tengan permiso para<br />
usarlo, se identifica como bien común, porque es de propiedad colectiva<br />
y/o comunitaria, también porque la comunidad se integra a su gobierno.
68 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
La naturaleza colectiva y comunitaria de los espacios públicos deja<br />
ver que están sujetos a procesos de competitividad por su uso, por lo que<br />
se constituyen como bienes escasos que deben ser defendidos y gobernados<br />
colectivamente. El in<strong>vol</strong>ucramiento colectivo y comunitario responde<br />
también a que se han observado procesos de disminución de las<br />
responsabilidades de los gobiernos en su preservación o mantenimiento<br />
y tendencias hacia su privatización.<br />
Si se piensa el espacio público como un bien escaso o en riesgo de pérdida,<br />
es imposible concebirlo como un lugar fuera de conflictos de derechos,<br />
al momento de decidir quién y cómo se usa, por lo que se vuelve<br />
necesaria la existencia de reglas institucionales formales o implícitas por<br />
parte del gobierno al que le corresponde su gestión. En el caso del Parque<br />
“Simón Bolívar”, su gestión y organización en cuanto al uso y cuidado<br />
del mismo son responsabilidad del gobierno municipal de la ciudad. 5<br />
En conclusión, se puede decir que el panorama de los actores y usos<br />
del parque en su dimensión de temporalidad revela que se encuentra en<br />
constante reconfiguración a lo largo del día, de las semanas y de las estaciones;<br />
y que sus usuarios se apropian de sus espacios de manera distinta.<br />
Asimismo, se advierte su carácter de propiedad colectiva sujeta a las<br />
interacciones y acuerdos de gobernanza que han aceptado sus usuarios y<br />
los responsables de su gestión en la ciudad. Se visibiliza en este punto que<br />
un solo espacio público se comporta como una multiplicidad de espacios<br />
dependiendo de los acuerdos especiales que se establecen entre el gobierno<br />
y los grupos de actores diferenciados, esto genera tensiones por la búsqueda<br />
de igualdad en los derechos que se les conceden.<br />
3. Una apropiación particular del espacio público en el Parque<br />
“Simón Bolívar”: las mujeres y el comercio informal<br />
Las formas de apropiación de los espacios públicos dependen del contexto<br />
y ritmo propio de cada espacio, es decir, de su centralidad, de sus posibilidades<br />
para la movilidad, del propósito para el que han sido hechos, de<br />
aquellos que lo proveen y lo gestionan, entre otros factores. En el caso del<br />
Parque “Simón Bolívar” se detectó una intensa actividad económica<br />
desarrollada principalmente por mujeres que han convertido al parque<br />
en el centro de operaciones comerciales informales desde hace más de<br />
cinco años con un patrón específico de días y horarios en los que se reúnen<br />
para realizar intercambios: compras o trueques.<br />
5<br />
Subirats sostiene que “la creciente competencia en los usos de los limitados espacios públicos<br />
en las ciudades genera conflictos de derechos y de percepciones sobre la legitimidad de cada actividad<br />
y de cada colectivo con relación a un mismo espacio” (2016: 90).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
69<br />
La presencia y el uso que ellas hacen de este espacio urbano se vincula,<br />
de modo estrecho, con los procesos de precarización laboral en los que<br />
los ingresos son insuficientes para el gasto familiar, con el aumento del<br />
desempleo, el incremento de empleos ocasionales y temporales que no<br />
otorgan derechos a los trabajadores, la subcontratación que desaparece<br />
no sólo los puestos de trabajo sino los beneficios y prestaciones, e incluso<br />
con las normas laborales que constriñen a los empleados. En ese contexto,<br />
las mujeres se enfrentan a constantes elecciones que implican renuncias<br />
totales o parciales, pérdida de tiempo libre o incluso dobles jornadas. Se<br />
complican los horarios, las cargas laborales, las exigencias, los traslados<br />
frente al cuidado de los hijos, tareas que están determinadas como una<br />
función única de las mujeres en muchos lugares. Estos procesos han traído<br />
como consecuencia una mayor integración por parte de las mujeres en el<br />
mercado laboral no sólo en empleos establecidos o formales, sino que han<br />
hallado salidas en actividades que les proveen de ingresos a partir del<br />
autoempleo, en este caso, a través de las ventas por catálogo, de mercancías<br />
de procedencia diversa, de manualidades, de ropa de segunda mano,<br />
de piratería, entre otros rubros, para contribuir, o hacer frente en su<br />
totalidad, a los gastos familiares. Así, muchas mujeres han encontrado en<br />
el comercio informal las condiciones que les permiten, de una u otra<br />
forma, cumplir con las distintas responsabilidades que forman parte de<br />
la posición y condición que ocupan en la sociedad.<br />
Frente a esta situación cada vez más generalizada se puede analizar el<br />
caso del Parque “Simón Bolívar” en el que los martes y viernes se desarrollan<br />
actividades comerciales informales en las que se observan intercambios<br />
económicos, prácticas de negociación y establecimiento de<br />
acuerdos con el entorno, de mujeres que se apropian del espacio público.<br />
Para empezar, se puede pensar que durante los más de cinco años que<br />
ellas se han apropiado del parque con intenciones comerciales han establecido<br />
acuerdos tácitos de convivencia y respeto tanto entre vendedoras<br />
como compradoras, lo que les ha permitido arraigarse en el lugar a pesar<br />
de las normas legales que prohíben esta clase de intercambios, pues aunque<br />
gran parte del tiempo hay rivalidades, en los momentos álgidos frente a<br />
las autoridades actúan como un grupo cohesionado (la mayor parte de las<br />
veces). Este comportamiento individual pero solidario cuando se requiere<br />
les ha permitido permanecer en el parque.<br />
En términos de los bienes que se combinan en sus actividades, se<br />
observa primero que el Parque “Simón Bolívar” tiene un régimen de propiedad<br />
pública, pues es el gobierno municipal el que establece las reglas<br />
de uso y de su cuidado, aunque la encargada de su administración desde<br />
1996 es la Universidad Autónoma del Estado de México, que no asume<br />
responsabilidades de regulación. El Bando Municipal de Toluca (Gaceta
70 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
Municipal Especial, 2019) resulta muy interesante para los ejes de este<br />
análisis, pues maneja términos como Bien de dominio público o Bien de<br />
uso común. 6<br />
Ahora bien, en cuanto a los derechos que los ciudadanos en general<br />
tienen sobre el parque se encuentra el derecho de acceso, que es el primero<br />
entre los derechos de uso y que se expresa como libre tránsito por el espacio<br />
en todo momento; pero el uso cambia o se restringe cuando se busca<br />
el ocio y la recreación porque los espacios de juego o reposo se ocupan<br />
y desocupan en el transcurrir del tiempo; el uso del espacio se restringe<br />
o negocia, e incluso se vuelve excluyente, cuando algunos usuarios o<br />
autoridades se apropian de los lugares con derechos de control. Si se toma<br />
en cuenta el tipo de bien, es ostensible que el parque es un bien público<br />
los días lunes, miércoles, jueves, sábado y domingo porque los actores<br />
pueden acceder a él sin dificultad y porque no hay problemas de rivalidad,<br />
pues no todos sus usuarios se encuentran ahí durante todo el día y por<br />
lo tanto no hay alta sustractabilidad que impida que los presentes en un<br />
momento determinado gocen del bien de manera igualitaria.<br />
Pero el comportamiento de los actores en el parque, en este caso las<br />
mujeres, hacen que éste transite de ser un bien público a un bien común<br />
con reglas de uso los días martes y viernes de las 10:30 a las 16:00 horas<br />
aproximadamente, pues no es posible que las autoridades impidan el<br />
acceso a las mujeres vendedoras, pero ellas tampoco pueden impedírselo<br />
a otras, y es aquí donde el nivel de sustractabilidad se eleva debido a que<br />
el espacio público se vuelve escaso en la medida en que vendedoras ambulantes<br />
y compradoras se apropian de los espacios no sólo en términos<br />
económicos sino físicos, lo que vuelve muy difícil la convivencia entre<br />
ellas porque esos días, en esos horarios, algunas se sienten literalmente<br />
dueñas del piso sobre el que se encuentran. Esto, debido a que de forma<br />
consuetudinaria han legitimado frente a compradoras y otras vendedoras,<br />
la apropiación del lugar en el que distribuyen su mercancía. Es decir: los<br />
días martes y viernes, por ejemplo: la banca que se encuentra del lado<br />
de los juegos instalados en el parque ‘pertenece’ a “x” mujer, lo cual es<br />
6<br />
En su Capítulo Segundo prohíbe el ambulantaje fijo o móvil salvo algunas excepciones que<br />
favorecen a los grupos que se consideran vulnerables o con derechos de residencia (Gaceta Municipal<br />
Especial, 2019: 47). En el Capítulo Cuarto, De las Infracciones y sanciones, el artículo 104 considera<br />
una violación a las normas cuando se invade algún bien de dominio público o de equipamiento<br />
urbano para el ejercicio de actividades comerciales. También se considera infracción la utilización de<br />
la vía pública para el comercio no permitido por la autoridad municipal (Gaceta Municipal Especial,<br />
2019: 51). El artículo 105 considera dentro de las infracciones graves al comercio ambulante, semifijo<br />
y fijo que no cuente con autorización (incluso más que las del ejercicio del trabajo sexual, tener<br />
relaciones sexuales en la vía pública, espacios públicos o de uso común que se consideran como no<br />
graves). Con esto quedan claras las reglas y normas legales que deben obedecerse en cualquier espacio<br />
público del municipio.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
71<br />
reconocido por aquellas con quienes se ha encontrado históricamente en<br />
el parque.<br />
Tiene lugar entonces un fenómeno ambivalente: una tensión constante<br />
entre las mujeres que venden que puede anunciar un conflicto abierto,<br />
pero al mismo tiempo, cuando se ven amenazadas por las autoridades<br />
municipales pueden establecer sistemas de cooperación en los que se ‘dan<br />
el pitazo’ o se ayudan a recoger la mercancía para poder irse; cabe aclarar<br />
que estos sistemas de cooperación no siempre están presentes, pues sí hay<br />
momentos en que algunas de las vendedoras son ‘levantadas’ por las<br />
autoridades y las demás permanecen incólumes observando esas escenas<br />
para no meterse en problemas.<br />
Vale la pena señalar que ni todas las vendedoras ambulantes ni todas<br />
las compradoras pertenecen a los mismos estratos sociales, existe una<br />
diversidad significativa entre sus motivaciones, sus recursos de movilidad,<br />
sus posibilidades de inversión, su edad, la composición de sus hogares y su<br />
capital cultural que, en este caso, depende mucho de sus posibilidades de<br />
empleo de recursos tecnológicos o medios digitales de comercio y pago.<br />
En consecuencia, aunque la apropiación que las mujeres hacen del Parque<br />
“Simón Bolívar” es económica, las formas en las que se lo apropian son<br />
diferentes. Hay desigualdades evidentes que complejizan las oportunidades<br />
de arranque para todas ellas y que son determinantes sobre los productos<br />
que venden o compran y la calidad de los mismos, la forma de transportarlos,<br />
la manera de realizar la negociación, la forma de pago, la posibilidad<br />
de la discreción al momento de concretar la venta o la entrega de la<br />
mercancía, los horarios familiares, laborales o escolares, las distintas<br />
maneras de vivir sus roles maternos y hasta el estado civil. 7<br />
Lucía es esa clase de mujer que no aparenta la edad que tiene, su cara<br />
luce aniñada y viste como adolescente despreocupada. Tiene 28 años,<br />
estudió hasta la preparatoria y es casada. Ella se dedica a la venta de ropa<br />
de segunda mano porque, aunque afirma que ella provee 50% de los<br />
ingresos familiares, su esposo sólo ha encontrado trabajos temporales. Él<br />
es ingeniero y ella mantiene su casa.<br />
Tiene una página en Facebook que actualiza cada semana con la mercancía<br />
que vende: publica fotos de cada prenda, talla, color y precio. Tiene<br />
un estricto reglamento para negociar la venta porque “las fallas han sido<br />
muchas”, afirma. Recibe depósitos bancarios o pagos en efectivo a contraentrega<br />
en el parque, lugar al que llegó hace cinco años porque una amiga<br />
7<br />
El perfil del grupo se traza como resultado del conjunto de entrevistas que tuvieron lugar entre<br />
julio de 2019 y enero de 2020, cuyos nombres fueron cambiados para proteger la privacidad de las<br />
entrevistadas. Las entrevistas a profundidad semiestructuradas realizadas a vendedoras ambulantes<br />
del Parque “Simón Bolívar” en la ciudad de Toluca, Estado de México, de julio de 2019 a enero de<br />
2020, fueron llevadas a cabo por Pamela Monserrat Pichardo Martínez.
72 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
suya la integró a varias de las redes de mujeres que se han consolidado en<br />
grupos de Facebook. Se puede decir que es una veterana en el lugar y lo<br />
ha visto cambiar a través del tiempo.<br />
Al principio eran muy poquitas personas. Me acuerdo que eran como cinco<br />
personas las que entregaban ahí y poco a poco empezó a crecer... Empezaron<br />
a llegar más y más chavas a vender y a comprar. Recuerdo que había una<br />
señora que comenzó vendiendo, La Morena, que después dejó de vender y<br />
nos rentaba los espacios a 30 pesos a la semana 8 y a cambio nos daba una<br />
credencial y todas debíamos tenerla para tener derecho de vender, según ella<br />
(Lucía, entrevista personal, 2019a).<br />
Ana María tiene 43 años, estudió hasta la preparatoria y recuerda las<br />
dificultades que enfrentó al comenzar a vender ropa de ‘paca’ en el parque<br />
por el trato con las otras mujeres vendedoras por la posesión que hacían<br />
de los lugares que consideran como propios para desarrollar sus actividades,<br />
su posterior permanencia en el mismo y el actual desplazamiento que está<br />
sufriendo por la vigilancia municipal.<br />
Al poco rato de que yo llegué, dos mujeres se dividieron el parque y cada<br />
una se quedó con la mitad. Y una de ellas nos hizo comprar un gafete que<br />
costaba 10 pesos para permitirnos vender en su lado del parque, y pasaba y<br />
revisaba que tuvieras tu gafete y decía quién sí y quién no podía vender, y si<br />
no traías el gafete te corría. Todo era traición para ellas. Pero conforme esa<br />
mafia creció y el parque se llenó de gente que literalmente ponía sus puestos<br />
en las bancas y en el piso, el ayuntamiento llegaron (sic) a quitarlas y entonces<br />
empezaron a rentar casas que hay cerca (bazares) (Ana María, entrevista<br />
personal, 2019a).<br />
Regina tiene 32 años y comenzó a vender maquillaje chino, “pero del<br />
bueno”, hace dos años en las afueras de Rectoría cuando descubrió que<br />
ganaba más siendo su propia jefa que como secretaria en un horario<br />
laboral de 8 horas y poco a poco se fue integrando al parque. Ahora ya<br />
no se encuentra dentro de él, pues ya tiene una camioneta que estaciona<br />
justo al lado sobre Instituto Literario, abre la cajuela y las clientas llegan<br />
solas. Si algún policía se acerca, basta con bajar la cajuela.<br />
Para mí fue muy complicado empezar a vender en el parque porque no<br />
entendía nada, ni cómo se debía entablar el trato con las otras vendedoras<br />
ni las formas en que se entendían para ayudarse o de reacción (sic) frente a<br />
la policía. Cuando los policías empezaron a quitarnos porque no teníamos<br />
permiso, me tocó ver que se subieron (sic) a una chava a una patrulla y se la<br />
llevaron. Y entonces se pusieron más estrictos y tuvieron, tuvimos, que<br />
8<br />
Cuando se refiere a “semana”, quiere decir martes y viernes, que son los días de venta en el parque.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
73<br />
alejarnos del parque, pero al poco tiempo <strong>vol</strong>vimos, aunque sí es cierto, que<br />
vamos y venimos afuera de Rectoría o a un lado del Toks para que no nos<br />
vean siempre ahí o en el mismo lugar (Regina, entrevista personal, 2019).<br />
Lucía comenzó vendiendo comida la primera vez que su esposo estuvo<br />
más de seis meses sin empleo formal. Afirma que las ventas eran muy<br />
buenas, pero el cansancio era mucho; además, en ese entonces su hija<br />
tenía ocho años y había que hacerse cargo de la casa, de la escuela, de la<br />
niña, de comprar los insumos para su negocio y un día simplemente<br />
colapsó físicamente. Ahora ella carga toda su mercancía en una mochila<br />
escolar. Para ella es mucho mejor hacerlo de esta forma porque siempre<br />
usa el autobús y con el tiempo aprendió que si hay algo que molesta mucho<br />
al ayuntamiento es que:<br />
[…] hay quienes llegaban y ponían todo su tendido, su reguero, toda su<br />
plaza y dejaban basura, no te dejaban ni sentar en las bancas que se supone<br />
son de todos y entonces ya había policías por todo el primer cuadro del<br />
parque, y ya hasta cuando te ven con una mochila saben que vas a entregar<br />
(Lucía, entrevista personal, 2019a).<br />
Teresa tiene 29 años y tres hijos entre los cuatro y los 10 años, ella<br />
aprovecha los horarios que le quedan libres después de llevar y recoger a<br />
sus hijos de la escuela para entregar su mercancía. Se casó muy joven y<br />
no pensó siquiera en estudiar. Ella también lleva una mochila, usa el<br />
transporte público y tiene que tranquilizar a sus hijos cuando sus clientas<br />
tardan más de lo acordado. Pacta las ventas por medio de Facebook. Lleva<br />
poco más de un año dedicándose a esto desde que su marido la dejó y “no<br />
respondió más por sus hijos”. Habla de su desesperación, de la necesidad<br />
que existe para que las vean a todas, para que no les prohíban vender<br />
porque “intentamos ganarnos honradamente la vida”.<br />
Somos muchas mujeres, todas somos diferentes, hay chavitas bien chavitas<br />
(sic). Yo cuando llego al parque sólo entrego lo más rápido que puedo porque<br />
parece que estoy vendiendo droga porque todo te están checando, ¿no?<br />
(Teresa, entrevista personal, 2019).<br />
Guadalupe no revela su edad, aunque luce como una mujer de 50 años,<br />
viste muy bien porque “si las chicas ven la calidad de ropa que yo uso, pues<br />
confían en mí”. Ella tiene una carrera profesional trunca y es casada, tiene<br />
tres hijos adolescentes que están estudiando la preparatoria y la licenciatura<br />
y decidió vender cuando se dio cuenta que lo que ganaba su esposo era<br />
insuficiente. Llegó a vender al parque hace dos años porque sus conocidas<br />
la integraron, al igual que a Lucía (quienes no son amigas y sí rivalizan en
74 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
cuanto a las clientas) a los grupos que hay en Facebook en donde tiene<br />
una página. Vio en el parque un lugar idóneo para realizar la compraventa<br />
porque descubrió que es un lugar de contacto entre mucha gente y así se<br />
daba a conocer más. Antes pasaba de dos a tres horas parada ahí, pero<br />
conforme se fue acreditando comenzó a pasar menos tiempo en ese lugar,<br />
ahora sólo permanece veinte minutos en lo que entrega y se va. Su hijo<br />
la acompaña y la espera cerca, en un automóvil que no luce viejo, ella no<br />
usa mochila, no usa el transporte público. Pero ha tenido encuentros con<br />
las autoridades municipales.<br />
En dos ocasiones se acercaron los de Gobernación (sic) para decirme que no<br />
podía estar ahí, pero pues realmente lo único que les dije es que no estaba<br />
vendiendo mis productos y que sólo estaba entregando, y de alguna manera<br />
también les dije que no estaba causando alguna falta. Yo trato de ser muy<br />
cuidadosa, entrego muy discretamente (Guadalupe, entrevista personal, 2019a).<br />
Dos de ellas coinciden en que al principio había a quienes les rentaban<br />
“un cachito de las bancas de piedra en 25 pesos” para poder trabajar. Una<br />
de ellas recuerda que La Morena, una de las señoras que participó en la<br />
virtual división del parque y que se adueñó ilegalmente de la mitad de él,<br />
tenía tratos con servidores públicos del ayuntamiento y les pagaban a<br />
[…] los mismos que se supone que te tenían que ir a quitar, eran quienes les<br />
avisaban cuando los mandaban a inspeccionar, para que recogieran sus cosas<br />
y se fueran antes de que ellos llegaran. Y por eso las más ‘colmilludas’ (sic)<br />
te cobraban 25 pesos, 30 pesos, 50 pesos para avisarte que te tenías que<br />
quitar (Lucía, entrevista personal, 2019a).<br />
La hija de Lucía tiene una enfermedad congénita cuyo tratamiento es<br />
muy costoso y ella encontró en la venta de ropa en el Parque “Simón<br />
Bolívar” la oportunidad de estar al pendiente de su hija, de llevarla y<br />
recogerla de la escuela, de no dejarla sola. Halló también la forma de hacer<br />
prosperar su negocio.<br />
Lo que a mí me pagan en una quincena yo lo saco y sin estar metida tanto<br />
tiempo en un solo lugar. Yo trabajo realmente desde mi casa, porque ahí<br />
tomo mis fotos, ahí publico desde mi celular y mientras hago eso puedo lavar<br />
o cocinar... No he pensado mucho en moverme de aquí porque mis clientas<br />
ya saben en dónde estoy, incluso si no podemos comunicarnos por teléfono.<br />
Yo ya me acredité aquí, aunque me tenga que mover de vez en cuando, pero<br />
aquí mismo (Lucía, entrevista personal, 2019b).<br />
Ana María habla de las desventajas de dedicarse al comercio informal,<br />
una de ellas es la que se vincula con el manejo de la tecnología:
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
75<br />
Yo no cobro con tarjeta porque no entiendo lo de las comisiones y por eso<br />
sólo cobro en efectivo. Cuando ellas (sus compradoras) no llegan, me detienen<br />
la ropa y termino malbaratándola (Ana María, entrevista personal,<br />
2019b).<br />
Guadalupe lo toma con la tranquilidad que su condición le da. Afirma<br />
que ciertamente al ser su propia jefa<br />
[…] tú eres quien compra, tú eres el (sic) que entrega, tú eres el (sic) que se<br />
hace cargo de todo, pero a mí, mis hijos me ayudan, me enseñaron a usar el<br />
teléfono y el Facebook, otro me trae y me lleva a comprar y a entregar y me<br />
acompaña para no dejarme sola. Todo tu ingreso es para ti y para tu familia<br />
porque no tienes empleados (Guadalupe, entrevista personal, 2019a).<br />
Para Guadalupe, el parque no significa nada, lo ve sólo como ese<br />
centro de reunión donde muchas mujeres intercambian o venden cosas,<br />
pero reconoce que para la mayoría de ellas es un espacio que les permite<br />
generar ingresos para mantener su hogar. Sostiene que tienen una muy<br />
buena relación con aquellas que se sitúan cerca de ella porque al verla<br />
mayor, la buscan para que las ayude cuando las molestan, sobre todo las<br />
más jóvenes. Es curiosa la manera en la que ella misma ve su actividad:<br />
Yo soy muy respetuosa de las leyes y trato de que sí (sic), no se haga un<br />
mercado público ahí, lo único es que nos dejen hacer el intercambio de<br />
compraventa (Guadalupe, entrevista personal, 2019b).<br />
Pero cuando se le pregunta sobre si su actividad es legal, sobre los<br />
impuestos, sobre el reglamento municipal establecido, sostiene que es una<br />
cuestión de mercado local que debe ser apoyada porque muchas familias<br />
dependen de este tipo de comercio y no están robando.<br />
Por su parte, cuando se le pregunta qué significó el Parque “Simón<br />
Bolívar” cuando empezaba a vender, Lucía dice tras un suspiro:<br />
Una oportunidad. Todo empieza en algún lugar y con algún acontecimiento.<br />
El mío es aquí y me ha permitido conocer a muchísimas mujeres que tienen<br />
muchísimas ganas de salir adelante, que de alguna u otra manera necesitan<br />
trabajar para llevar un ingreso a su casa, que de muchas de ellas su único<br />
ingreso es una venta aquí (Lucía, entrevista personal, 2020).<br />
Lucía responde sobre su actividad comercial:<br />
A lo mejor no es la manera correcta, no es este (sic) el mejor lugar para<br />
hacerlo, pero estamos en un país donde las oportunidades son muy pocas y<br />
si tú encuentras una para generar un ingreso, pues obviamente lo vas a tomar.
76 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
Porque si lo ves a fondo hay familias que se ganan la vida de esta manera.<br />
No asaltamos, no traficamos. Te vendemos algo que te es de utilidad y es<br />
más barato que en una tienda y nos apoyas y el dinero a final de cuentas se<br />
queda aquí (Lucía, entrevista personal, 2020).<br />
Las mujeres que se han apropiado del Parque “Simón Bolívar” de forma<br />
económica en su vertiente del comercio informal se enfrentan todos los<br />
días al engaño de los proveedores, al incumplimiento o la morosidad de<br />
los clientes que les compran, al rechazo social de quien las excluye por su<br />
condición social, a los enfrentamientos o tratos injustos con los representantes<br />
de la autoridad municipal. Entre estas mujeres existen diferencias<br />
básicas que determinan la forma en que se apropian físicamente del<br />
espacio público: no es lo mismo aquella que llega en un auto propio y no<br />
depende en sus horarios más que de los acuerdos que sostiene con sus<br />
compradoras, frente a la que carga una mochila de 20 kilos, usa el transporte<br />
público, camina largos trayectos y enfrenta las inclemencias del<br />
tiempo. Tampoco son iguales las decisiones que toma aquella mujer que<br />
cuenta con un teléfono inteligente que le permite tener acceso constante<br />
a internet y cuyo conocimiento de las plataformas sociales le ayuda a<br />
concretar las ventas, e incluso a recibir los pagos antes de la entrega de la<br />
mercancía; a ella le basta con llevar sus productos separados en bolsas con<br />
el nombre de su cliente, pararse determinado tiempo en el parque como<br />
si disfrutara el paisaje y entregar sin llamar la atención. Porque del otro<br />
lado está aquella que no sólo no posee la capacidad adquisitiva para tener<br />
un teléfono con las características necesarias para el mercadeo virtual, sino<br />
la que ni siquiera sabe usar uno más que para lo elemental, y entonces su<br />
apropiación física del espacio es distinta: ella tiene que mostrar la mercancía<br />
para que los transeúntes o los usuarios puedan verla de primera mano.<br />
Debe permanecer más tiempo para lograr una venta por la que valga la<br />
pena haber ido y es mucho más vulnerable porque su actividad es visible<br />
y resulta difícil que puedan negar la infracción a la norma establecida.<br />
Estudiar el Parque “Simón Bolívar” como bien común a través de la<br />
apropiación económica de las mujeres permite comprender la complejidad<br />
de las dimensiones que intervienen en el uso de un espacio público, porque<br />
otros espacios, aunque coincidan en algunos rasgos esenciales, se<br />
construyen y reconfiguran en formas muy diferentes en función del uso<br />
y la apropiación que se hace de ellos.<br />
Las formas de apropiación que los grupos hacen del espacio del parque<br />
muestran su carácter de bien común, no sólo porque existen reglas formales<br />
e informales que les permiten el acceso, uso y control de espacios<br />
físicos; sino también por las relaciones de cooperación y de conflicto que<br />
se establecen entre ellas y por los acuerdos que sustentan la posibilidad
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
77<br />
de que realicen tales actividades. Es pertinente notar, por ejemplo, que la<br />
apropiación de los espacios físicos, por vendedoras y compradoras, no<br />
podría darse sin la tolerancia de las autoridades que vigilan, quienes permiten<br />
que se ejerzan medidas informales de control y adscripción de<br />
bancas y lugares; lo que evidencia la existencia de acuerdos tácitos que<br />
articulan la gobernanza del parque. Una muestra de ello se concretó en<br />
mayo de 2020, con la ruptura de acuerdos cuando, con motivo de la<br />
pandemia generada por el COVID-19, las autoridades municipales cerraron<br />
al público los accesos al parque, como medida sanitaria que además<br />
se proponía evitar la concentración que genera la compraventa de productos<br />
por internet; pero las mujeres vendedoras que efectúan las entregas<br />
de mercancía permanecieron en el perímetro del parque, sin acatar las<br />
disposiciones (Ramos, 2020).<br />
La exploración del uso del parque en su dimensión de temporalidad<br />
confirma asimismo la propuesta de Schlager y Ostrom (1992), de que la<br />
apropiación y el ejercicio de los derechos de propiedad se configuran como<br />
una combinación de derechos y no como un derecho aislado, ya que<br />
quienes se apropian del espacio pueden hacerlo en forma acumulativa y<br />
distinta para cada usuario o tipo de usuario y que las decisiones colectivas<br />
funcionan mejor si el espacio se considera un ámbito policéntrico, con<br />
posibilidades de auto-organización a través de las prácticas de los actores<br />
in<strong>vol</strong>ucrados (Poteete et al., 2012).<br />
A continuación, se muestra el cuadro 1 en el que se resumen los rasgos<br />
generales de los usuarios del parque.<br />
Cuadro 1<br />
Características y perfiles de usuarios del parque<br />
Características<br />
Perfil promedio<br />
de vendedoras<br />
informales<br />
Edad<br />
Género<br />
Estado civil<br />
Número de hijos<br />
Nivel de estudios<br />
Productos<br />
Especificaciones<br />
Entre 28 y 50 años<br />
Mujer<br />
60% Casadas<br />
40% Solteras<br />
60% 3 hijos<br />
20% 2 hijos<br />
20% 1 hijo<br />
20% Secundaria trunca<br />
40% Preparatoria concluida<br />
20% Carrera técnica<br />
20% Licenciatura trunca<br />
80% Ropa de paca de segunda mano<br />
20% Maquillaje
78 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
Cuadro 1 (continuación)<br />
Características<br />
Perfil promedio<br />
de compradoras<br />
Perfil promedio<br />
de usuarios (actividades<br />
recreativas y de<br />
ocio)<br />
Medio de venta<br />
Tiempo<br />
Otra actividad<br />
económica<br />
Edad<br />
Género<br />
Estado civil<br />
Número de hijos<br />
Nivel de estudios<br />
Empleo<br />
Productos<br />
Medio de compra<br />
Tiempo<br />
Género<br />
Uso<br />
Solos o acompañados<br />
Periodicidad<br />
Especificaciones<br />
80% Facebook<br />
20% Presencial<br />
20% 5 años<br />
10% 3 años<br />
10% 4 años<br />
40% 2 años<br />
20% 1 año<br />
60% No<br />
40% Sí<br />
Entre 28 y 35 años<br />
Mujer<br />
25% Casadas<br />
75% Solteras<br />
75% 1 hijo<br />
25% Sin hijos<br />
25% Doctorado<br />
25% Maestría<br />
50% Licenciatura<br />
100% Formales en organismos públicos<br />
100% Ropa de paca de segunda mano<br />
De ese 100%, hay 20% de mujeres que<br />
compran maquillaje además de la ropa de<br />
paca.<br />
100% Facebook<br />
25% 5 años<br />
25% 3 años<br />
25% 2 años<br />
25% 1 año<br />
66.6% Hombre<br />
33.3% Mujer<br />
100% Ocio y disfrute<br />
100% Acompañados (los entrevistados<br />
fueron usuarios que iban acompañados)<br />
Lunes a viernes<br />
Fuente: elaboración propia con base en las entrevistas realizadas.<br />
Nota: No se incluyen como usuarios a los vendedores de los comercios formales que se encuentran<br />
en el contorno periférico del parque.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
79<br />
Los datos permiten observar diferencias entre los grupos de mujeres<br />
vendedoras y compradoras. Las vendedoras son de más edad, menor escolaridad<br />
y, en su mayoría, tienen responsabilidades familiares, condiciones<br />
que se infiere inciden como motivaciones laborales asociadas a necesidades<br />
económicas. Las compradoras son más jóvenes, de mayor escolaridad,<br />
en mayor proporción solteras, con menor número de hijos y cuentan con<br />
un empleo formal. Los perfiles evidencian también diferencias en las formas<br />
de apropiación del espacio, sus ritmos y tiempos, entre hombres y mujeres;<br />
esas diferencias pueden ser contextualizadas en las barreras existentes para<br />
el acceso de las mujeres al empleo formal, en la desigualdad de oportunidades<br />
de educación y trabajo; así como en los patrones culturales que<br />
asignan roles y responsabilidades diferentes a las mujeres.<br />
Se confirma entonces que los espacios públicos se reconfiguran de<br />
acuerdo con las necesidades sociales, económicas y políticas de los actores<br />
que participan de las decisiones sobre su gobernanza y que una amenaza<br />
como la pandemia que ha determinado cambios en las formas de vida de<br />
las personas en el mundo incidirá, sin duda, en la reestructuración de los<br />
espacios públicos; lo que marca aún con mayor claridad su carácter de<br />
bienes de impacto comunitario, que integran y suman acuerdos que serán<br />
incorporados a la vida cotidiana de los habitantes de las ciudades.<br />
Conclusiones<br />
Las interacciones en los espacios públicos difícilmente se controlan, pues<br />
están vinculadas a contextos económicos, sociales, políticos y culturales,<br />
incluso, aquellos que suelen ser imperceptibles. Todo acto relacional se<br />
manifiesta en un espacio. 9 Las relaciones que tienen lugar en el espacio<br />
público son las que vinculan todos los días a las personas, aun cuando no<br />
son conscientes a cabalidad de esa participación cotidiana en la vida<br />
urbana. En este sentido, el espacio público se crea todo el tiempo y se<br />
recrea también mediante las actividades de quienes lo usan y por sus<br />
formas de apropiación.<br />
La mirada vertida sobre los espacios públicos como bienes comunes<br />
permite verlos como ámbitos socio-territoriales y como construcciones<br />
sociales, susceptibles de ser apropiados, y comunalizados en la medida<br />
que las decisiones sobre su uso y gobernanza son compartidas. 10 El locus<br />
9<br />
Los medios tecnológicos confieren al espacio público una extensión virtual invisible, que<br />
trasciende las dimensiones territoriales y temporales.<br />
10<br />
La mirada sigue la tesis de Monnet sobre un sistema socio-territorial que considera el territorio<br />
como el espacio donde se realiza la acción humana, la territorialidad representa los valores que<br />
los actores atribuyen a un territorio y la territorialización, las intervenciones que se realizan sobre ese<br />
espacio (Monnet, 2010).
80 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
del espacio público se constituye por los grupos sociales que de él participan,<br />
de la conformación de sus servicios, de las decisiones políticas, del<br />
tipo de convivencia muchas veces efímera, del comportamiento económico.<br />
La aparente fragilidad del equilibrio que sostiene a los espacios<br />
públicos resiste los embates del tiempo y el caos urbano en la medida en<br />
que existen acuerdos sobre su uso y preservación e importancia para la<br />
vida cotidiana.<br />
En ese contexto resulta importante aceptar que existen múltiples vías<br />
en la forma de gestionar los espacios públicos que tomen en cuenta aquellos<br />
grupos que son poco visibles, marginados o las minorías, entre las que<br />
es posible incluir las formas del trabajo y autoempleo de las mujeres, el<br />
cual debe ser tratado como una reivindicación política y un asunto de<br />
interés público. Muchas de estas mujeres pelean todos los días por producir<br />
ingresos que les ayuden a sobrellevar la irremediable angustia económica.<br />
En un país como México, cuya precarización, polarización y desigualdad<br />
económica se han agravado con el paso de los años, las estructuras y<br />
el funcionamiento de las familias han cambiado, insertos en los procesos<br />
económicos mundiales y regionales que han acompañado la globalización<br />
y la urbanización de los territorios, marcando desajustes e inestabilidades<br />
entre las personas y en los tipos de trabajo. Muchas mujeres toman las<br />
calles y ocupan los espacios públicos, realizan actividades comerciales al<br />
margen de la legalidad porque las oportunidades laborales para ellas<br />
escasean, porque sus condiciones educativas no les garantizan un salario<br />
digno, porque no tienen redes familiares que les ayuden con el cuidado<br />
de sus hijos.<br />
Fuentes consultadas<br />
Almada, Héctor (2014), “La apropiación del espacio público a través de<br />
las prácticas deportivas juveniles”, tesis de doctorado, El Colegio<br />
de la Frontera Norte, Tijuana.<br />
Amin, Ash (2009), “Collective cultura and urban public space”, Public<br />
Space, 2 june 2009, Barcelona, CCCB (Centre de Cultura Contemporània<br />
de Barcelona), , 20 de<br />
octubre de 2020.<br />
Atutxa, Ekhi (2017), “Las instituciones del común”, Viento Sur, 25 (150),<br />
Madrid, Sylone, pp. 99-105.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
81<br />
Campos Cortés, Georgina Isabel y Brenna Becerril, Jorge Eduardo (2015),<br />
“Repensando el espacio público social como un bien común<br />
urbano”, Argumentos. Estudios Críticos de la <strong>Sociedad</strong>, 28 (77),<br />
Ciudad de México, Universidad Autónoma Metropolitana-<br />
Unidad Xochimilco, pp. 157-176.<br />
Carrión, Fernando (2016), “El espacio público es una relación, no un<br />
espacio”, en Patricia Ramírez Kuri (coord.), La reinvención del<br />
espacio público en la ciudad fragmentada, Ciudad de México,<br />
UNAM, Instituto de Investigaciones Sociales, Programa de Maestría<br />
y Doctorado en Urbanismo, pp. 13-47.<br />
Castro Coma, Mauro y Martí Costa, Marc (2016), “Comunes urbanos:<br />
de la gestión colectiva al derecho a la ciudad”, EURE. <strong>Revista</strong><br />
Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales, 42 (125), Santiago<br />
de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile, Facultad<br />
de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos, Instituto de Estudios<br />
Urbanos y Territoriales, pp. 131-153.<br />
De Magalhães, Claudio (2010), “Public Space and the Contracting-out<br />
of Publicness: A Framework for Analysis”, Journal of Urban<br />
Design, 15 (4), London, Taylor & Francis, pp. 559-<br />
574, doi: 10.1080/13574809.2010.502347<br />
Fonseca Rodríguez, Jessica Montserrat (2015), “La importancia y la<br />
apropiación de los espacios públicos en las ciudades”, Paakat.<br />
<strong>Revista</strong> de tecnología y sociedad, 4 (7), Jalisco, Universidad de<br />
Guadalajara, , 7 de febrero de 2020.<br />
Gaceta Municipal Especial (2019), “Bando Municipal de Toluca”, 5 de<br />
febrero, Toluca, Honorable Ayuntamiento Municipal de Toluca,<br />
, 11 de noviembre de 2019.<br />
Giglia, Ángela (2013), “Entre el bien común y la ciudad insular: la renovación<br />
urbana en la Ciudad de México”, Alteridades, 23 (46),<br />
Ciudad de México, Universidad Autónoma Metropolitana-<br />
Unidad Iztapalapa, pp. 27-38.<br />
Lefebvre, Henri (2013), La producción del espacio, Madrid, Capitán Swing.<br />
Martínez Valdés, Valentina; Silva Rivera, Evodia y González Gaudiano,<br />
Edgar (2020), “Parques urbanos: un enfoque para su estudio como
82 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
espacio público”, Intersticios Sociales, 10 (19), Jalisco, El Colegio<br />
de Jalisco, A.C., pp. 67-86.<br />
Merino Pérez, Leticia (2019), “Introducción al estudio de los bienes<br />
comunes”, Ciudad de México, UNAM, ,<br />
19 de mayo de 2019.<br />
Merino Pérez, Leticia (2014), “Perspectivas sobre la gobernanza de los<br />
bienes y la ciudadanía en la obra de Elinor Ostrom”, <strong>Revista</strong><br />
Mexicana de Sociología, 76 (Número Especial dedicado a Elinor<br />
Ostrom), Ciudad de México, UNAM, Instituto de Investigaciones<br />
Sociales, pp. 77-104.<br />
Monnet, Jerôme (2010), “Le territoire réticulaire”, <strong>Revista</strong> Anthropos:<br />
Huellas del conocimiento, núm. 227, Barcelona, Proyecto A Ediciones,<br />
pp. 91-104.<br />
Ostrom, Elinor (2014), “Más allá de los mercados y los Estados: gobernanza<br />
policéntrica de sistemas económicos complejos”, <strong>Revista</strong><br />
Mexicana de Sociología, 76 (Número Especial dedicado a Elinor<br />
Ostrom), Ciudad de México, UNAM, Instituto de Investigaciones<br />
Sociales, pp. 15-70.<br />
Ostrom, Elinor (2011), El gobierno de los bienes comunes. La e<strong>vol</strong>ución de<br />
las instituciones de acción colectiva, Ciudad de México, Fondo de<br />
Cultura Económica/UNAM, Centro Regional de Investigaciones<br />
Multidisciplinarias, Instituto de Investigaciones Sociales.<br />
Peñaloza García, Inocente (2015), La Universidad y su entorno. Recuento<br />
(crónicas, artículos y reseñas), Toluca, Secretaría de Educación del<br />
Gobierno del Estado de México, Fondo Editorial Estado de<br />
México, Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal.<br />
Porras, Francisco (2016), Gobernanza: propuestas, límites y perspectivas,<br />
Ciudad de México, Instituto Mora.<br />
Poteete, Amy; Janssen, Marco y Ostrom, Elinor (2012), Trabajar Juntos:<br />
Acción colectiva, bienes comunes y múltiples métodos en la práctica.<br />
Ciudad de México, UNAM/IASC/CIDE/Colsan/CONABIO/<br />
CCMSS/FCE/UAM.<br />
Ramos, Filiberto (2020), “Cierran parque Simón Bolívar por Covid-19<br />
y vendedores por internet”, El Sol de Toluca, 12 de mayo, Toluca,
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
83<br />
Organización Editorial Mexicana, Local, ,<br />
12 de mayo de 2020.<br />
Schlager, Edella and Ostrom, Elinor (1992), “Property-Rights Regimes<br />
and Natural Resources: A Conceptual Analysis”, Land Economics,<br />
68 (3), Madison, University of Wisconsin Press, pp. 249-262,<br />
doi: 10.2307/3146375<br />
Segovia, Olga (2007), “Presentación”, en Olga Segovia (edit.), Espacios<br />
Públicos y Construcción Social. Hacia un ejercicio de ciudadanía,<br />
Santiago de Chile, Ediciones SUR, pp. 9-11.<br />
Subirats, Joan (2016), “Explorar el espacio público como bien común.<br />
Debates conceptuales y de gobierno en la ciudad fragmentada”,<br />
en Patricia Ramírez Kuri (coord.), La reinvención del espacio<br />
público en la ciudad fragmentada, Ciudad de México, UNAM,<br />
Instituto de Investigaciones Sociales, pp. 73-98.<br />
Torres Veytia, Eduardo (2009), “Elucubrando la identidad en el Espacio<br />
Público”, Ciudad de México, Researchgate, , 14 de octubre de 2019.<br />
Vázquez Ceballos, Cristo Avimael; Medrano González, Ramiro; Tapia<br />
Quevedo, Jorge y San Martín Barrios, Pedro (2011), “Espacio<br />
público e informalidad: el caso del programa de apoyo para la<br />
reubicación del comercio popular en la ciudad de México”, Antropología<br />
Experimental, núm. 11, Andalucía, Universidad de Jaén,<br />
pp. 139-158, , 19 de noviembre de 2019.<br />
Vergara Vidal, Jorge (2012), “Bienes comunes urbanos. Una aproximación<br />
inicial”, Diseño Urbano y Paisaje, 9 (23), Santiago de Chile, Universidad<br />
Central de Chile, Facultad de Arquitectura, Urbanismo y<br />
Paisaje, Centro de Estudios Arquitectónicos, Urbanísticos y del<br />
Paisaje, pp. 37-51, , 29 de octubre de 2019.<br />
Entrevistas<br />
Ana María, “Entrevista personal”, (2019a), por el autor, presencial, Parque<br />
“Simón Bolívar”, 9 de julio de 2019.<br />
Ana María, “Entrevista personal”, (2019b), por el autor, presencial, Parque<br />
“Simón Bolívar”, 2 de agosto de 2019.
84 G. J. Guadarrama Sánchez y P. M. Pichardo Martínez: La apropiación y el uso del espacio...<br />
Guadalupe (2019a), “Entrevista personal”, por el autor, presencial, Parque<br />
“Simón Bolívar”, 24 de septiembre de 2019.<br />
Guadalupe (2019b), “Entrevista personal”, por el autor, presencial, Parque<br />
“Simón Bolívar”, 8 de octubre de 2019.<br />
Lucía (2019a), “Entrevista personal”, por el autor, presencial, Parque<br />
“Simón Bolívar”, 5 de julio de 2019.<br />
Lucía (2019b), “Entrevista personal”, por el autor, presencial, Parque<br />
“Simón Bolívar”, 27 de septiembre de 2019.<br />
Lucía (2020), “Entrevista personal”, por el autor, presencial, Parque<br />
“Simón Bolívar”, 14 de enero de 2020.<br />
Regina (2019), “Entrevista personal”, por el autor, presencial, Parque<br />
“Simón Bolívar”, 20 de agosto de 2019.<br />
Teresa, (2019), “Entrevista personal”, por el autor, presencial, Parque<br />
“Simón Bolívar”, 8 de noviembre de 2019.<br />
Recibido: 12 de junio de 2020.<br />
Reenviado: 8 de octubre de 2020.<br />
Aceptado: 6 de noviembre de 2020.<br />
Gloria Jovita Guadarrama Sánchez. Doctora en Ciencias Políticas y<br />
Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro<br />
del Sistema Nacional de Investigadores, nivel II. Actualmente se desempeña<br />
como docente investigadora en El Colegio Mexiquense, A.C. Sus<br />
líneas de investigación son: instituciones, políticas públicas, género,<br />
asistencia social, sociedad civil y tercer sector. Entre sus más recientes<br />
publicaciones se encuentran, como autora: “El modelo de fundaciones<br />
comunitarias en México”, Cooperativismo & Desarrollo, 27 (115), Bogotá,<br />
Universidad Cooperativa de Colombia, pp. 1-27 (2019); como coautora:<br />
“Gobernanza y derecho al agua: Prácticas comunes y particularidades de<br />
los comités comunitarios de agua potable”, <strong>Sociedad</strong> y Ambiente, 20 (2019),<br />
San Cristóbal de Las Casas, El Colegio de la Frontera Sur, pp. 53-77<br />
(2019); como co-coordinadora: ¿Problemas complejos, soluciones nuevas?<br />
Debates sobre el desarrollo social sustentable en el Estado de México, Zinacantepec,<br />
El Colegio Mexiquense, A.C. (2019).<br />
Pamela Monserrat Pichardo Martínez. Maestra en Comunicación<br />
Estratégica para Gobiernos e Instituciones por el Instituto Universitario
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 57-85<br />
85<br />
de Investigación Ortega y Gasset y maestra en Estudios Sustentables<br />
Regionales y Metropolitanos con énfasis en <strong>Economía</strong> Regional por la<br />
Universidad Autónoma del Estado de México. Actualmente estudia el<br />
doctorado en Ciencias Sociales en El Colegio Mexiquense, A.C. y es<br />
docente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad<br />
Autónoma del Estado de México. Sus líneas de investigación son: teoría<br />
política y democracia en Latinoamérica, así como filosofía de la ciencia y<br />
epistemología.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
DOI: https://doi.org/10.22136/est20211<strong>65</strong>5<br />
Determinantes dos preços de<br />
ingressos de futebol do campeonato<br />
brasileiro, 2012 a 2018<br />
87<br />
Determinants of soccer tickets prices of<br />
the Brazilian championship, 2012-2018<br />
Graciela Aparecida Profeta*<br />
Ivens Nunes Thomaz*<br />
Patrícia de Melo Abrita Bastos*<br />
Vladimir Faria dos Santos*<br />
Abstract<br />
This article is aimed to measure the relationship between the determinants of football<br />
tickets prices for the Brazilian Championship from 2012 to 2018. The literature was<br />
used to identify determinants and the theory of full-cost pricing by Hall and Hitch<br />
was adopted. Panel data models were applied to estimate the relationships between<br />
the determinants and football tickets prices. The results showed that most determinants<br />
explained prices. Therefore, Hall and Hitch's full-cost pricing theory and the empirical<br />
model explained prices formation for football tickets in Brazil.<br />
Keywords: sport economics, demand, Brazilian championship, panel data.<br />
Resumo<br />
Neste artigo objetivou mensurar as relações entre os determinantes dos preços<br />
dos ingressos de futebol para o Campeonato Brasileiro, de 2012 a 2018. Utilizouse<br />
a literatura para identificar determinantes e adotou-se a teoria do custo total<br />
formulada por Hall e Hitch. Para a estimação das relações entre os determinantes<br />
e os preços dos ingressos de futebol aplicou-se modelos de dados em painel.<br />
Os resultados apontaram que a maioria dos determinantes explicavam os preços.<br />
Logo, a teoria do custo total de Hall e Hitch e o modelo empírico explicaram a<br />
formação de preços para os ingressos de futebol no Brasil.<br />
Palavras-chave: economia do esporte, demanda, campeonato Brasileiro, dados<br />
em painel.<br />
* Universidade Federal Fluminense, correos-e: graciela_profeta@yahoo.com.br, ivensnt@gmail.<br />
com, patriciaabrita@gmail.com y vladi_fs@yahoo.com.br
88 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
Introdução<br />
Desde o anúncio de que a Copa do Mundo FIFA (Federação Internacional<br />
de Futebol) de 2014 seria sediada no Brasil, os estádios das cidades-sede<br />
precisaram passar por reformas profundas em sua estrutura, incluindo<br />
demolições parciais ou completas, além da construção de instalações<br />
totalmente novas nas capitais Manaus, Cuiabá, Natal, Recife e São Paulo,<br />
atendendo às exigências e requisitos da FIFA, entidade responsável pela<br />
organização do evento e custando valores bilionários ao erário público e<br />
à iniciativa privada.<br />
Estádios públicos e históricos, como o de nome do Jornalista Mário<br />
Filho, popularmente conhecido como Maracanã, construído para a Copa<br />
do Mundo de Futebol FIFA de 1950, tendo se tornado obsoleto com o<br />
passar dos anos, necessitou ser reformado e modernizado diversas vezes.<br />
Porém, nenhuma mudança anterior foi tão significativa e radical quanto<br />
a que ocorrera para a Copa do Mundo FIFA de 2014, alterando-se completamente<br />
a configuração interna do estádio e reduzindo a capacidade<br />
total em busca de maior conforto e aumentando, em contrapartida, o<br />
número de camarotes e espaços para outros eventos, além da construção<br />
de um shopping na área externa.<br />
As mudanças promovidas para o evento internacional impactaram a<br />
forma como os torcedores dos clubes nacionais, na qual utilizariam os<br />
estádios posteriormente ao evento, frequentariam os mesmos e se comportariam.<br />
As arquibancadas foram substituídas por assentos mais confortáveis<br />
e espaçosos, foram construídos camarotes, restaurantes e lojas.<br />
A mudança estrutural dos estádios, contudo, provocou um aumento nos<br />
custos operacionais, que outrora sob administração pública, agora se<br />
encontravam sob a administração de consórcios formados por empresas<br />
privadas ou das construtoras que implementaram as reformas, com as<br />
quais os lucros dos jogos eram divididos.<br />
Este processo foi observado por Holzmeister Oswaldo Cruz (2005) e<br />
Alvito (2006), e os autores concordam que os torcedores são cada vez mais<br />
tratados como consumidores e o ambiente dos estádios não tem mais<br />
como prioridade proporcionar o sucesso esportivo dos clubes por meio<br />
do incentivo da participação dos torcedores na ida aos estádios a fim de<br />
gerar receita, mas criar um ambiente de negócios com o intuito de atrair<br />
patrocinadores, fomentar programas de sócio torcedor, venda de produtos<br />
licenciados, além de visitação a restaurantes, bares e museus. Além disso,<br />
tragédias devido a conflitos entre torcidas organizadas e a superlotação<br />
dos estádios, pressionaram a adoção de medidas de segurança nos estádios,<br />
como a colocação de cadeiras, que substituiu a tradicional arquibancada<br />
de cimento e com isso gerou redução da capacidade de lotação dos estádios.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
89<br />
Todas essas alterações implicaram em mudanças no público frequentador<br />
dos estádios e aumento nos preços dos ingressos, o que gerou discussão<br />
e questionamentos por parte da imprensa e dos próprios torcedores<br />
sobre a exclusão das camadas mais populares que outrora frequentavam os<br />
estádios, um processo que é visto como elitização do público assíduo dos<br />
estádios. Holzmeister Oswaldo Cruz (2005) aponta que os fatores que<br />
provocaram este aumento nos preços dos ingressos foram justamente as<br />
mudanças estruturais promovidas para uma melhor segurança, o que<br />
certamente têm impacto nos custos operacionais dos estádios, e fatores<br />
estritamente econômicos.<br />
Todavia, há de se ressaltar o papel dos ídolos tanto na captura do<br />
torcedor quanto nas suas decisões de alocação de sua renda em compras<br />
de produtos de futebol, tal como ingressos. Neste sentido, tem-se como<br />
exemplo o trabalho de Simões (2017), que analisou aspectos relacionados<br />
aos ídolos do futebol na atualidade considerando três eixos: i) habilidades<br />
técnicas como jogador em campo; ii) qualidades e valores de um sujeito<br />
na vida; iii) visibilidade e estratégias de marketing. Simões (2017) aponta<br />
que o futebol busca a atenção de tantos torcedores a partir do fascínio<br />
que desperta, por ser um fenômeno que atrai constantemente a atenção.<br />
Além das habilidades atléticas que leva ao fascínio do torcedor pelo seu<br />
ídolo, tem-se também o carisma do mesmo que pode ser visto justamente<br />
como qualidades e valores que são destacados na trajetória de um jogador<br />
e que participam da construção de sua empatia com o público.<br />
Também, tem-se a estratégia de marketing aplicada à construção do<br />
ídolo. Neste caso, dado um mundo em que os meios de comunicação de<br />
massa são predominantes, estar visível, sempre presente, é um elemento<br />
configurador dos ídolos. E, é esse tipo de combinação de estratégias que<br />
os clubes consideram quando contratam ou criam seus ídolos, no intuito<br />
de capturar e fidelizar seus torcedores e torna-los consumidores de produtos.<br />
Logo, o papel dos ídolos acaba também sendo um determinante do preço<br />
do ingresso, mas que na presente pesquisa, optou-se por não inserir esse<br />
determinante no modelo empírico dado o horizonte temporal e às dificuldades<br />
de se avaliar objetivamente quais e quantos ídolos os clubes tiveram<br />
nos anos analisados.<br />
Além disso, faz-se necessário ressaltar outro determinante que pode<br />
afetar não só dos preços dos ingressos, mas de todos os produtos e serviços<br />
relacionados ao futebol, que é a natureza do ser humano. Segundo<br />
Rial Butier e Lebrini, o “torcedor de futebol parece de certa forma um ser<br />
humano diferente. A paixão e o en<strong>vol</strong>vimento emocional com seu time<br />
de coração colocam em dúvida a racionalidade do processo decisório de<br />
compra” (2013: 147).
90 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
Ainda em relação ao comportamento do torcedor de futebol e a decisão<br />
em adquirir um produto (ou pacote) desse mercado, Sampaio et al.<br />
(2015) discutem em eu estudo a questão do en<strong>vol</strong>vimento e do orgulho<br />
nas decisões dos torcedores de futebol. Para Sampaio et al., “os torcedores<br />
orgulhosos de seu time seriam mais propensos a se comprometer com a<br />
equipe e a atingir níveis de lealdade mais altos (...) Isso implica um comparecimento<br />
regular aos jogos e um en<strong>vol</strong>vimento afetivo duradouro”<br />
(2015: 115).<br />
Assim, pode-se dizer que as características do torcedor enquanto ser<br />
humano apaixonado pelo futebol o tornam irracional sob o ponto de<br />
vista econômico em relação à sua decisão de alocação de sua renda. Isto<br />
implica em afirmar que fatores como renda e desempenho do clube, que<br />
são mensuráveis, não necessariamente explicam totalmente o comportamento<br />
dos preços, que teriam, portanto, influência do comportamento<br />
humano, mas este é de difícil mensuração. Então, na presente pesquisa,<br />
o comportamento humano não foi inserido como um determinante dos<br />
preços dos ingressos de futebol pela complexidade de mensura-lo, o que<br />
poderia gerar um viés de especificação do modelo e inconsistência nos<br />
resultados obtidos.<br />
Feitas tais considerações, o objetivo que norteou este artigo foi discutir<br />
o processo de elitização do futebol e identificar e mensurar os impactos<br />
dos determinantes dos preços dos ingressos das partidas de futebol do<br />
Campeonato Brasileiro de Futebol da Série A no período de 2012 a 2018.<br />
Para tanto, utilizou-se de uma revisão de literatura com vistas a levantar<br />
variáveis que pudessem determinar o preço dos ingressos de futebol do<br />
campeonato brasileiro da série A, além de elaborar e estimar um modelo<br />
econométrico para mensurar as relações entre tais determinantes e os preços.<br />
1. Revisão de Literatura<br />
1.1. A profissionalização do futebol no Brasil a partir da década<br />
de 1920 e as mudanças no papel do estádio na perspectiva de<br />
Holzmeister Oswaldo Cruz<br />
A construção do estádio São Januário e a inclusão de negros e pobres nos<br />
times de futebol do Clube de Regatas Vasco da Gama durante a década<br />
de 1920 propiciaram a popularização do esporte no Brasil, sendo possível<br />
obter-se rendas maiores e pagar salários fixos aos atletas, cujo o único<br />
critério de recrutamento pelo qual eram submetidos era o de habilidades<br />
na prática do futebol. Embora tenha sofrido resistência dos clubes já
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
91<br />
estabelecidos, o processo de profissionalização foi adotado pelos demais<br />
clubes da cidade do Rio de Janeiro.<br />
De maneira arcaica se estabelecia, portanto, o início do processo simultâneo<br />
de profissionalização e popularização do futebol brasileiro que<br />
posteriormente foi seguido pelos demais clubes, até que na década seguinte,<br />
o governo federal estabeleceu, pelo decreto-lei n°3.199 de 14 de abril de<br />
1941, a criação do Conselho Nacional de Desportos (CND) e toda regulamentação<br />
do esporte nacional. Havia, portanto, um interesse do<br />
Governo de Getúlio Vargas na utilização do futebol como um instrumento<br />
de integração nacional e sustentação do regime Varguista (Holzmeister<br />
Oswaldo Cruz, 2005).<br />
É possível verificar ainda que a construção do estádio do Maracanã,<br />
devido aos seus setores que comportavam diversas camadas sociais distintas,<br />
“protagonizou o processo de coletivização da torcida [...] dando-lhe<br />
uma identidade nacional, que mexe com as emoções da população [...]”<br />
(Holzmeister Oswaldo Cruz, 2005: 75).<br />
Após a Copa do Mundo de 1950, no entanto, o estádio se tornou o<br />
principal palco dos jogos dos clubes de futebol carioca, sendo o setor da<br />
arquibancada o mais atrativo às camadas populares e responsável pela<br />
posterior formação, na década de 1960, das torcidas organizadas. Posteriormente,<br />
o Maracanã passou por mudanças estruturais, como o fim, ou<br />
restrição, da popular Geral e da colocação de assentos e setorização das<br />
arquibancadas do anel superior, onde tradicionalmente se acomodam as<br />
torcidas organizadas, antes mesmo da Copa do Mundo FIFA disputada<br />
em 2014.<br />
Também se notou que o Maracanã, a Arena da Baixada e o Estádio<br />
Caio Martins passaram por um processo semelhante ao ocorrido nos<br />
estádios ingleses. Sofreram reformas e mudanças para que se atendesse<br />
não só às medidas de segurança, mas também por razões econômicas,<br />
pois “como vimos, estão transformando o jogo, convertendo-o em um<br />
espetáculo, em um produto a ser comercializado e que pressupõe uma<br />
platéia composta por consumidores em detrimento dos torcedores” (Holzmeister<br />
Oswaldo Cruz, 2005: 95).<br />
No Brasil, estas mudanças tiveram início a partir da década de 1990<br />
com a aprovação das leis Pelé e Zico com intuito de promover a modernização<br />
do futebol Brasileiro, que apenas no fim da década de 1990, por<br />
meio de uma maior cobrança das instituições públicas, da imprensa e de<br />
grupos de torcedores, criou-se o Estatuto do Torcedor, no ano de 2002.<br />
Em 2000, o Maracanã passou por reformas onde foram criados diversos<br />
setores com objetivo de atender à demanda de públicos específicos e<br />
preços diferenciados em cada setor. Com o setor central do anel superior,<br />
o branco, sendo direcionado a turistas e torcedores de ambos os times (em
92 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
caso de clássicos cariocas, ou seja, confrontos entre Flamengo, Fluminense,<br />
Botafogo e Vasco) dos quais, geralmente estavam acompanhados da família<br />
ou temiam a proximidade para com as torcidas organizadas.<br />
1.2. O processo de transformação de torcedores em consumidores<br />
A Re<strong>vol</strong>ução Industrial e o ritmo fabril foram aspectos decisivos na criação<br />
de novas formas de diversão e a segunda re<strong>vol</strong>ução industrial, ao fim do<br />
século XIX, possibilitou a amplificação deste processo e expansão dos mesmos<br />
pelo mundo todo. Isso se deu por meio da melhora e avanço dos meios<br />
de comunicação, o que culminou em veículos de informação cada vez mais<br />
massivos, como a televisão (Andrade de Melo, 2010). Assim, a partir da<br />
década de 1970, a Copa do mundo de futebol masculino pôde ser transmitida<br />
para milhões de pessoas em vários países, tornando-se uma ferramenta<br />
de marketing e inserindo o futebol no sistema capitalista de mercado.<br />
A criação de um campo esportivo planetário onde estão presentes mídias<br />
especializadas, multinacionais no papel de anunciantes e/ou na produção<br />
direta de produtos esportivos a serem mundialmente consumidos, tornou<br />
o esporte um espetáculo midiático e uma oportunidade lucrativa, portanto,<br />
de investimento; e que transformou o torcedor comum em um potencial<br />
consumidor. Por exemplo, tem-se os Estados Unidos como o<br />
precursor do esporte-espetáculo, tendo esta indústria um destaque importante<br />
na economia Norte-Americana (Alvito, 2006).<br />
Alvito (2006) também destaca a importância que o esporte-espetáculo<br />
tem para o capitalismo contemporâneo, na qual a lógica se baseia na<br />
cultura e na produção artificial de necessidades. Sem a transformação do<br />
supérfluo em produtos de primeira necessidade, o capitalismo enfrentaria<br />
uma crise de superprodução, sendo necessário, portanto, que se recorra<br />
a irracionalidade e à emoção, principalmente <strong>num</strong>a sociedade que exige<br />
cada vez mais controle emocional.<br />
Logo, o futebol se tornou carro-chefe da indústria do entretenimento,<br />
servindo de espaço publicitário em diversas mídias por se tornar o esporte<br />
mais popular do mundo. Além disso, com valores de patrocínios cada<br />
vez mais vultuosos, é comum que a imprensa esportiva dedique cada vez<br />
mais espaço para tratar especificamente do assunto (Alvito, 2006).<br />
Neste sentido, ainda segundo Alvito (2006), os torcedores são cada vez<br />
mais considerados como consumidores pelas entidades esportivas e comerciais<br />
ligadas ao esporte, tais quais a televisão e anunciantes (patrocinadores);<br />
com isso, observa-se um esforço por parte dos clubes e seus patrocinadores<br />
em garantir que o espetáculo seja visualmente mais agradável, e para isso,<br />
utilizam de força policial e de vigilância sob a justificativa de garantir
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
93<br />
segurança ao público; mas, que na verdade, também visa evitar a associação<br />
de suas marcas a possíveis atos de desordem.<br />
Não obstante ao fato de que a questão da segurança seja importante,<br />
muitas vezes seu uso excessivo em prol do espetáculo midiático pode<br />
promover algum grau de intimidação e cerceamento à liberdade dos<br />
torcedores (Alvito, 2006). Por exemplo, tem-se que o processo de transformação<br />
dos torcedores em consumidores passa muito pelo combate às<br />
torcidas organizadas, que a despeito de promoverem belos espetáculos nas<br />
arquibancadas, promovem também violência, sendo, portanto, desinteressantes<br />
à televisão e mídia esportiva com um todo, dificultando o uso<br />
do futebol como plataforma publicitária.<br />
1.3. Medidas de segurança, mudança dos estádios<br />
e profissionalização: o caso britânico<br />
Por todo o século <strong>XX</strong> os estádios britânicos foram palco de acidentes devido<br />
às brigas entre hooligans 1 e, principalmente, superlotação e más condições<br />
estruturais dos estádios, sendo registrados mais de 300 vítimas fatais, além<br />
de centenas de feridos. O principal acidente ocorreu em 1989 no estádio<br />
Sheffield Hillsborough, <strong>num</strong>a partida entre Liverpool e Nottingham Forest,<br />
onde a superlotação vitimou 100 pessoas imprensadas no alambrado<br />
(Holzmeister Oswaldo Cruz, 2005).<br />
Após esta tragédia, foram tomadas medidas para o aumento da segurança<br />
nos estádios da Inglaterra baseadas no Relatório de Taylor (Taylor<br />
Report), principalmente a proibição de venda e consumo de bebidas alcoólicas<br />
no interior dos estádios e modificações dos setores onde os torcedores<br />
assistiam ao jogo de pé, também chamados de terraces. 2 Os<br />
impactos destas medidas na cultura e no ambiente dos estádios britânicos<br />
foram enormes, afastando os torcedores de camadas mais pobres e operárias<br />
que ao mesmo tempo, em geral, são os mais fanáticos e mais apaixonados<br />
pelos clubes (Holzmeister Oswaldo Cruz, 2005).<br />
Portanto, as medidas de segurança são apontadas por Holzmeister<br />
Oswaldo Cruz (2005) como um dos fatores determinantes para a definição<br />
da estrutura dos estádios ingleses, porém não são os únicos. Na verdade,<br />
observa-se que esse processo de reestruturação dos estádios está<br />
pautado na lógica econômica (Holzmeister Oswaldo Cruz, 2005).<br />
Ademais, a partir da década de 1980, pôde-se notar um aumento na<br />
capacidade financeira dos clubes de futebol, principalmente dos britânicos,<br />
1<br />
Indivíduo ou grupo que é violento, arruaceiro e vândalo, principalmente quando presentes em<br />
competições esportivas. Torcedor violento.<br />
2<br />
Setores sem assentos nos quais o torcedor assistia ao jogo em pé. No Brasil estes setores eram<br />
conhecidos como Geral ou Gerais.
94 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
que foram os primeiros a implementarem uma gestão empresarial de suas<br />
finanças. Tal ação, de forma conjunta ao aumento de outras fontes de<br />
receitas, como os direitos de transmissão de televisão, foi um fator responsável<br />
pela mudança em seus estádios, para além das questões de segurança<br />
(Holzmeister Oswaldo Cruz, 2005).<br />
Com o surgimento no futebol de profissionais responsáveis pela administração<br />
das empresas, como diretores especializados em marketing,<br />
vendas e financeiro e a posterior mudança nas restrições ao uso do uniforme<br />
como plataforma publicitária, foi possível a estampa de patrocinadores<br />
nos uniformes dos clubes e abriu-se maior espaço e novas<br />
oportunidades para geração de receitas para os clubes (Holzmeister<br />
Oswaldo Cruz, 2005). Logo, dado esse contexto, Holzmeister Oswaldo<br />
Cruz (2005) verificou, assim como Alvito (2006), que o futebol foi inserido<br />
<strong>num</strong> processo de mercantilização da cultura, na forma de lançamentos<br />
de produtos e produção em massa e em ritmo industrial, propiciando o<br />
surgimento dos pós-torcedores. Um novo tipo de torcedor com maior<br />
senso crítico e grande propensão ao consumo destes itens.<br />
Ao fim da década de 1980, portanto, os clubes ingleses geravam mais<br />
receitas oriundas dos licenciamentos de produtos relacionados às suas<br />
marcas e direitos de transmissão pagos pela televisão do que propriamente<br />
da bilheteria de seus jogos. Pode-se observar, portanto, uma mudança<br />
do público frequentador dos estádios de futebol na Inglaterra durante<br />
esse período, com esse espaço servindo cada vez mais como um atrativo a<br />
patrocinadores e para promover ações de marketing que busquem valorizar<br />
as marcas dos clubes e atrair investidores e cada vez menos com o objetivo<br />
de receber os torcedores mais fanáticos.<br />
1.4. Alguns estudos empíricos sobre preço e demanda por jogos<br />
de futebol<br />
García e Rodríguez (2002) e Falter e Perignon (2000) levantaram diversos<br />
estudos empíricos acerca da demanda por partidas de futebol, e apontaram<br />
um padrão de elementos como imprevisibilidade do resultado da partida,<br />
custo de oportunidade e qualidade, ambiente econômico e incentivos<br />
monetários e não-monetários para ir ao estádio, sendo estes importantes<br />
na formação de preços.<br />
Madalozzo e Villar (2009) dividem as variáveis que podem ter impacto<br />
sobre a demanda nas categorias: estruturais, de qualidade esperada, de<br />
performance e de incerteza acerca do resultado da partida. As variáveis<br />
estruturais tratadas pelos autores foram preços dos ingressos, o PIB per<br />
capita, a capacidade do estádio, o dia da semana, promoção da Nestlé e<br />
o número de jogos como mandante por mês.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
95<br />
Já, as variáveis da categoria de qualidade esperada da partida são: título<br />
nacional ou internacional conquistado no ano anterior pelo time<br />
mandante, título nacional ou internacional conquistado no ano anterior<br />
pelo time visitante, título estadual conquistado no ano pelo mandante,<br />
jogo Clássico, segunda divisão no ano anterior e time visitante dos estados<br />
de São Paulo (SP) e Rio de Janeiro (RJ).<br />
No que se refere à categoria performance, utilizaram os pontos conquistados<br />
nas últimas três rodadas pelo time mandante, classificação do<br />
time mandante e classificação do time visitante. E por fim, na categoria<br />
incerteza quanto ao resultado da partida, elencaram a chance de alcançar<br />
a liderança, chance de sair da zona de rebaixamento e número da rodada<br />
(Madalozzo and Villar, 2009).<br />
Ainda, segundo Madalozzo e Villar (2009: 646), “as variáveis estruturais<br />
tiveram o impacto esperado e, com exceção da variável Número de partidas<br />
com mando de campo por mês, todas as variáveis são significativas”.<br />
Sobre a Promoção Nestlé, o autor enfatiza:<br />
A promoção da Nestlé teve um efeito positivo e muito significativo –o<br />
maior do modelo, embora só tenha ocorrido em 8.32% dos jogos. Esses<br />
efeitos tornam algumas interpretações possíveis. Em linhas gerais, percebese<br />
que o público potencial é maior do que o que normalmente frequenta<br />
os jogos (Madalozzo and Villar, 2009: 645).<br />
Então, nota-se que promoções e diminuições no preço do ingresso<br />
causaram um aumento da demanda pelos jogos, assim como clássicos e<br />
jogos em que o visitante é um clube do estado do Rio ou São Paulo e o<br />
bom desempenho dos clubes mandantes. Por fim, Madalozzo e Villar<br />
(2009) concluem que a maioria das variáveis foram estatisticamente significativas<br />
e que ao menos uma por categoria teve impacto relevante.<br />
Bruscato Bortoluzzo et al. (2017) estudaram a demanda por partidas<br />
de futebol para o período de 2004 a 2013. Foram estimados três modelos<br />
distintos: o modelo de mínimos quadrados ordinários, o modelo TOBIT<br />
e o modelo GL, modelo de mínimos quadrados generalizado. As variáveis<br />
foram divididas em três grupos: ambiente econômico (PIB per capita e a<br />
população da cidade em que se realizara a partida), variáveis para a qualidade<br />
do produto e variáveis que buscam mensurar os incentivos monetários<br />
e não-monetários (Bruscato Bortoluzzo et al., 2017). Os resultados<br />
obtidos para todos os modelos corroboraram a previsão de que quanto<br />
maior a população da cidade, maior a demanda por jogos de futebol.<br />
Quanto a um maior PIB per capita, há uma diminuição da demanda,<br />
concluindo-se, como Madalozzo e Villar (2009), que o futebol é um bem<br />
inferior. Ou seja, a elasticidade-renda da demanda é menor que 1 (Bruscato<br />
Bortoluzzo et al., 2017).
96 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
As variáveis relativas à qualidade do produto abrangem a qualidade dos<br />
times mandantes e dos times visitantes. Além destas, Bruscato Bortoluzzo<br />
et al. (2017) acrescentaram mais duas, a quantidade de gols marcados pelos<br />
dois times nas últimas três rodadas e variáveis dummy, com o objetivo de<br />
mensurar o impacto da importância de cada quarta parte do campeonato.<br />
À medida que o campeonato avança, esperava-se, segundo Bruscato<br />
Bortoluzzo et al. (2017), que houvesse um aumento da demanda pelos<br />
jogos, como foi verificado nos resultados. Os resultados foram significativos<br />
para a maioria das variáveis. Assim como os resultados de Madalozzo<br />
e Villar (2009), os clássicos e jogos que en<strong>vol</strong>veram clubes dos estados do<br />
RJ e SP como visitantes, impactaram positivamente na demanda.<br />
Para o grupo de variáveis de incentivos monetários e não-monetários,<br />
as utilizadas por Bruscato Bortoluzzo et al. (2017) foram: o preço dos<br />
ingressos em média; jogo realizado em fim de semana; jogo realizado às<br />
21 horas e chuva (medida em milímetros). Os resultados indicaram que<br />
a demanda por jogos de futebol é inelástica em relação ao preço, assim<br />
como Madalozzo e Villar (2009). Bem como jogos no fim de semana<br />
apresentam maior demanda, jogos em dias chuvosos e depois das 21<br />
horas tem impacto negativo na demanda.<br />
Por fim, tem-se o trabalho de Lima Benevides et al. (2017) que objetivou<br />
encontrar os determinantes da demanda por ingresso de partidas<br />
de futebol. Para tal, o autor aplicou um modelo econométrico onde o<br />
público pagante medido em o número de ingressos vendidos foi considerado<br />
como proxy da demanda (variável explicada), enquanto as variáveis<br />
explicativas foram divididas em fatores econômicos, qualidade esperada<br />
da partida, incerteza dos resultados e fatores estruturais. As variáveis<br />
utilizadas para mensurar o aspecto econômico da demanda foram o preço<br />
médio dos ingressos, dado pela razão entre a receita bruta e o público pagante<br />
e a renda média das famílias na cidade em que se realiza a partida.<br />
Os fatores estruturais como tamanho da torcida, o dia da partida e se<br />
o estádio utilizado foi construído para a Copa do mundo de 2014 foram<br />
todos estatisticamente significativos ao nível de 5% e tiveram impacto<br />
positivo sobre a demanda. Os jogos disputados nos novos estádios apresentaram<br />
um impacto de 55.85%, em média, sobre a demanda. Lima Benevides<br />
et al. (2017) atribuem esse fenômeno ao fator curiosidade, que tende a<br />
ser passageiro, como pôde ser observado na Inglaterra nos anos 1990.<br />
Enquanto partidas disputadas aos fins de semana à tarde causaram um<br />
aumento médio de cerca de 20%. Por fim, Lima Benevides et al. (2017)<br />
concluíram que a demanda por futebol é não-linear e não-homogênea,<br />
além de ser influenciada por fatores econômicos e não-econômicos, principalmente<br />
os estruturais e esportivos.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
97<br />
2. Determinação de preço a partir da Teoria do Custo Total de Hall<br />
e Hitch<br />
As inconsistências da teoria neoclássica impedem que se analise e se determine<br />
o par preço-quantidade produzida na maioria dos mercados sob a<br />
ótica da concorrência perfeita. Todas estas contradições são observadas de<br />
maneira simultânea, sendo mais coerente uma análise <strong>vol</strong>tada para o<br />
extremo oposto, ou seja, uma análise <strong>vol</strong>tada ao monopólio (Sraffa, 1926).<br />
Na abordagem convencional, se estabelecem modelos de concorrência<br />
perfeita e monopolísticas com o intuito apenas de ilustrar casos extremos<br />
nos quais, supostamente, não se verificam na realidade, servindo apenas<br />
como referência para casos similares a essas condições, onde setores com<br />
muitos produtores poderiam ser caracterizados como de concorrência<br />
perfeita, por exemplo, e as imperfeições encontradas são apenas de natureza<br />
friccional, não constituindo uma força suficiente que alterasse os<br />
resultados previstos pela teoria (Sraffa, 1926).<br />
No entanto, estas imperfeições não são meramente friccionais, são<br />
“forças ativas que produzem efeitos permanentes e [...] cumulativos [...]<br />
são quase sempre dotados de estabilidade [...] para que se tornem objeto<br />
de análise com base em hipóteses estáticas” (Sraffa, 1926: 10). O autor<br />
afirma que “um pequeno desvio dessas (condições de concorrência) é<br />
suficiente para fazer com que a forma como o equilíbrio é atingido tornese<br />
extremamente similar àquela forma peculiar ao monopólio” (Sraffa,<br />
1926: 10).<br />
É neste contexto onde se necessita de uma teoria de determinação de<br />
preços mais próxima da realidade, que o estudo de Hall e Hitch (1939)<br />
busca por meio da aplicação de questionários a algumas empresas selecionadas<br />
de acordo com seu porte, área de atuação e consideradas bem administradas,<br />
ou administradas racionalmente, entender como é a<br />
formação de seus preços. Ao todo, Hall e Hitch (1939) entrevistaram 38<br />
empresas: 33 industriais, três varejistas e duas firmas de construção (De<br />
Oliveira Lima, 1985).<br />
As principais conclusões do estudo de Hall e Hitch (1939) foram: i)<br />
As firmas não agem como prevê a teoria neoclássica, ou seja, de forma<br />
atomística; ii) As firmas determinam os preços por meio da adição de um<br />
mark-up sobre os custos de produção; iii) As firmas produzem enquanto<br />
o mercado é capaz de consumir e iv) Os preços tendem a se manterem<br />
fixos. Assim, pode-se dizer que o principal resultado do estudo de Hall e<br />
Hitch (1939) é a proposta de determinação de preço, tal como se apresenta<br />
na equação (1).
98 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
P= V+q′V+q′′V<br />
(1)<br />
P é o preço unitário, V o custo direto, q′ uma margem para cobrir os<br />
custos variáveis e q′′ para cobrir uma margem convencional de lucro.<br />
Então, pode-se escrever, de acordo com Sylos-Labini (1956), que:<br />
P= V+QV<br />
(2)<br />
V é o custo direto e Q = q′ + q′′. Logo, tem-se que as empresas não<br />
maximizam seus lucros por meio do encontro entre as curvas de receita<br />
e custo marginal, das quais as firmas sequer têm acesso e julgam ser adequado<br />
que os preços cubram apenas os custos médios de produção de<br />
forma a gerarem lucro (De Oliveira Lima, 1985).<br />
Dessa forma, pode-se compreender que a relação entre os Clubes de<br />
Futebol analisados e seus torcedores é de consumidores para com fornecedores,<br />
<strong>num</strong>a estrutura de mercado que reflete de maneira muito precisa<br />
o oligopólio diferenciado, termo originalmente formulado por<br />
Sylos-Labini (1956) com inspiração em Kaldor (1935) e Sraffa (1926).<br />
Esta estrutura de mercado consiste em “muitas pequenas empresas<br />
aparentemente em concorrência entre si, mas que na realidade estão<br />
dotadas de poderes de mercado bem definidos” (Sylos-Labini, 1956: 56<br />
como citado em Gonçalves da Silva, 2010: 125). Gonçalves da Silva<br />
também destaca “[que] uma certa diferenciação dos produtos é relevante,<br />
de modo que cada empresa está em concorrência direta, somente com<br />
alguns rivais mais próximos” (Gonçalves da Silva, 2010: 125).<br />
Este mercado leva ao extremo a diferenciação de produto pois é improvável<br />
que torcedores deixem de comprar ingressos para jogos do seu<br />
clube de preferência em razão do preço elevado, para adquirir ingressos<br />
de partidas de outros clubes, ainda que estes tenham menores preços, ou<br />
apresentem maior qualidade do jogo em si ou estádio mais confortável.<br />
Não há, portando, um substituto perfeito, restando apenas os jogos<br />
transmitidos em TV Aberta, fechada ou pay-per-view como opção, que<br />
podem ser considerados os rivais mais próximos.<br />
Com isso, pode-se entender que cada torcida é uma fatia específica de<br />
mercado dos clubes, onde estes podem definir os preços dos ingressos<br />
considerando os custos operacionais e definindo um mark-up, 3 ou seja,<br />
3<br />
Mark-up é uma ferramenta administrativa utilizada por muitos empresários como método<br />
para definir o preço de venda de uma mercadoria ou serviço prestado. O Manual de Economia da<br />
USP define mark-up como “a margem da receita de vendas (faturamento) sobre os custos diretos de<br />
produção”. Esse modelo surgiu após estudos empíricos estruturados a partir de 1930, que mostraram,<br />
segundo Vasconcellos (2002), “que as grandes empresas determinam o preço de seu produto a partir
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
99<br />
uma margem de lucro que seja conveniente e compatível com as pretensões,<br />
sejam financeiras ou esportivas, dos ofertantes. A demanda, portanto,<br />
pode afetar a amplitude deste mark-up, tendo em vista que os estádios<br />
possuem um número limitado de assentos, não sendo possível aumentar<br />
a quantidade ofertada da maneira como é feita no setor industrial, ao<br />
menos não no curto-prazo. Assim, fatores como a importância, dia ou<br />
circunstâncias exclusivamente esportivas podem influenciar o preço dos<br />
ingressos.<br />
3. Metodologia<br />
3.1. Descrição das variáveis e fonte de dados<br />
Para mensurar a relação entre os determinantes e os preços dos ingressos<br />
para jogos de futebol do Campeonato Brasileiro da Série A, foram utilizados<br />
dados de todos os jogos de 12 clubes, a saber: Botafogo, Flamengo, Fluminense,<br />
Vasco, Corinthians, São Paulo, Palmeiras, Santos, Cruzeiro, Atlético<br />
Mineiro, Internacional e Grêmio na condição de mandante; isto é, cuja a<br />
renda da partida e a operação do estádio são responsabilidade do clube.<br />
Ressalta-se que embora o Campeonato Brasileiro da Série A seja disputado<br />
por 20 clubes, optou-se na presente pesquisa por manter apenas<br />
os 12 clubes citados acima que durante o período de análise (2012 a 2018)<br />
se mantiveram na série A. Essa questão é importante do ponto de vista<br />
metodológico, visto que o modelo econométrico proposto na presente<br />
pesquisa, qual seja, o de dados em painel balanceado, pressupõem que se<br />
utilize as mesmas unidades (times de futebol) para o mesmo período de<br />
tempo. Cabe destacar que, obviamente, os resultados obtidos refletem tal<br />
estrutura de dados. Logo, para os 12 clubes que compuseram a amostra,<br />
coletaram-se as seguintes variáveis:<br />
a) Preço Médio do Ingresso (Pm): É o preço médio no qual o ingresso<br />
foi comercializado.<br />
b) Custo individual (Ci): As partidas de futebol apresentam diversos<br />
custos que podem ser condensados como custos operacionais. O<br />
custo individual é calculado pelos custos operacionais divididos<br />
pelo público pagante.<br />
c) Dia (D): As partidas do Campeonato Brasileiro podem ser realizadas<br />
em fins de semana (sábado e domingo) ou nos dias úteis.<br />
Toma-se, portanto, que as partidas nos fins de semana possuem<br />
de seus próprios custos, sem ater-se ao comportamento da demanda, já que eles conhecem menos<br />
da demanda do que seus custos” (Vasconcellos, 2002: 171).
100 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
maior demanda e, assim, podem ter um impacto maior sobre o preço.<br />
Logo, construiu-se uma variável qualitativa, tipo 0, jogo no meio de<br />
semana ou 1, jogo no fim de semana, para captar tal efeito.<br />
d) Estádio (E): Variável que diz respeito ao tipo de estádio em que<br />
se realizou a partida. Variável qualitativa tipo 0, estádio antigo, ou<br />
1, estádio construído, ou reformado, recentemente, que possui<br />
características de um estádio moderno, apontadas por Holzmeister<br />
Oswaldo Cruz (2005) e Alvito (2006).<br />
e) Desempenho (Des): Variável que busca medir o impacto do<br />
desempenho esportivo dos clubes sobre os preços. Calculado de<br />
acordo com o aproveitamento nas edições do campeonato Brasileiro<br />
da Série A que compõe a amostra, considerando 2012 a 2018, por<br />
meio da quantidade de pontos conquistados.<br />
f) Importância (Impi): Variável qualitativa que busca medir o<br />
impacto da importância da partida específica, sendo 0 para partidas<br />
comuns e 1 para partidas consideradas importantes ou decisivas<br />
(aquelas que podem definir vagas em outras competições<br />
nacionais e internacionais, por exemplo).<br />
g) Clássico (CS): É esperado que os clássicos, isto é, partidas em que<br />
ambos os times são da mesma cidade ou estado, impactem<br />
positivamente na demanda gerando um aumento positivo no preço.<br />
Portanto é uma variável qualitativa tipo 0, quando não for clássico<br />
e 1 quando for clássico.<br />
Salienta-se que para obter dados como a receita bruta, custo, preço<br />
médio e público dos clubes de Minas Gerais, Rio de Janeiro, Rio Grande<br />
do Sul e São Paulo, recorreu-se ao website:srgoool.com.br. Nesta ferramenta<br />
da internet podem ser encontrados os dados necessários de todos<br />
os jogos do campeonato Brasileiro ao longo do tempo. Para este artigo o<br />
período considerado foi de 2012 a 2018.<br />
3.2. O modelo econométrico para mensurar os determinantes dos<br />
preços dos ingressos<br />
Para a estimação da relação entre determinantes e preços dos ingressos de<br />
futebol do Campeonato Brasileiro da Série A, considerou-se um período<br />
de sete anos; portanto t=7 e o número de rodadas foi de 19 por clube.<br />
Logo, o número de unidades foi de 12 vezes 19, cujo valor é de 228 e<br />
com isso o total de observações no painel foi de 1,596. Assim, o modelo<br />
proposto neste artigo está representado na equação 3 e está estruturado<br />
para estimar variáveis organizadas em painel, modelo este que está minuciosamente<br />
apresentado, por exemplo, em Baltagi (2013).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
101<br />
Pmit= β0 + β1Ciit + β2Dit + β3Eit + β4Desit +<br />
β5Impiit + β6CSit + β7odbit nit<br />
(3)<br />
Vale destacar que as variáveis D, Des, I e CS fazem parte do Mark-Up<br />
sobre os custos de produção, que neste artigo denominou-se de custos<br />
operacionais, conforme diz a teoria do custo total de Hall e Hitch (1939).<br />
E a variável E pode elevar o preço tanto pelo aumento de custos, quanto<br />
pelo o aumento da demanda como destacam Lima Benevides et al. (2017).<br />
4. Resultados e discussão<br />
Nesta seção são apresentados e discutidos os resultados obtidos por meio<br />
da estimação da equação 3. Inicialmente, foram apresentadas, na tabela<br />
1, as estatísticas descritivas das variáveis observadas.<br />
Tabela 1<br />
Estatísticas descritivas das variáveis utilizadas para estimar os<br />
impactos dos determinantes dos preços dos ingressos de futebol no<br />
Campeonato Brasileiro no período de 2012 a 2018<br />
Variável Observações Média Desvio-padrão Mínimo Máximo<br />
Pm 1596 32.90 15.29 4.01 136.78<br />
Ci 1596 21.51 13.64 2.99 131.99<br />
Dia 1596 0.68 0.47 0.00 1.00<br />
Impi 1596 0.25 0.43 0.00 1.00<br />
Des 1596 0.53 0.15 0.00 1.00<br />
CS 1596 0.11 0.31 0.00 1.00<br />
Odb 1596 0.03 0.17 0.00 1.00<br />
E 1596 0.52 0.50 0.00 1.00<br />
Fonte: elaboração própria a partir dos resultados da pesquisa.<br />
Como se pode observar pela tabela 1, a variável dependente, preço<br />
médio dos ingressos (Pm), obtida por meio da divisão da renda bruta<br />
pelo público pagante, foi de R$32.90, em média. O custo individual (Ci)<br />
que se refere ao custo total divido pelo público pagante, foi de R$21.50<br />
em média.<br />
O desempenho dos clubes da amostra foi em média de 53.1%, que<br />
indica que, na maioria dos anos, estes se aproximaram e alguns até garan-
102 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
tiam vaga na competição CONMEBOL Copa Libertadores da América<br />
(Libertadores). O bom desempenho médio pode ser explicado pelo fato<br />
de os clubes escolhidos para fazer parte da amostra serem os clubes mais<br />
populares e de maior receita do Brasil, o que se traduz em um melhor<br />
desempenho esportivo devido à possibilidade que os mesmos têm de maior<br />
investimento comparado aos demais.<br />
Devido à presença de uma dimensão temporal nos dados da amostra,<br />
se faz necessário a aplicação do teste de raiz unitária para verificar a propriedade<br />
de estacionariedade da série de dados quantitativas, a saber: as<br />
variáveis Pm, Ci e Des. E, dado que também há o componente de corte<br />
transversal (i= igual a times), os dados então estão estruturados em painel<br />
e, portanto, foi aplicado o teste Levin-Lin-Chu (LLC), cuja hipótese<br />
nula é de que o painel possui raiz unitária. Os resultados estão apresentados<br />
na tabela 2.<br />
Tabela 2<br />
Teste de Raiz Unitária de Levin-Lin-Chu para as variáveis<br />
preço médio dos ingressos (Pm), custo individual (Ci)<br />
e desempenho (Des)<br />
Teste t ajustado<br />
p-valor<br />
Pm -11.021 0.000<br />
Ci -9.532 0.000<br />
Des -8.168 0.000<br />
Fonte: elaboração própria a partir dos resultados da pesquisa.<br />
Conforme análise dos resultados da tabela 2, nota-se que todos os p-<br />
valores foram menores do que 10%, isto implica em afirmar que a hipótese<br />
nula do teste LLC foi rejeitada; logo, todos os painéis são<br />
estacionários. Com isso, pôde-se prosseguir com as etapas da estimação<br />
do modelo econométrico.<br />
Quanto à escolha do melhor método de estimação da equação 3,<br />
aplicaram-se o teste de Chow, cuja a hipótese nula é de que o modelo de<br />
Mínimos Quadrados Ordinários (MQO) é preferível ao de Efeitos Fixos<br />
(EF); teste de Breusch-Pagan, em que a hipótese nula é de MQO é preferível<br />
ao modelo de Efeito Aleatório (EA), e o teste de Hausman, que<br />
tem a hipótese nula de o modelo de EA é preferível ao EF.<br />
Conforme a tabela 3, observa-se presença de heterocedasticidade detectada<br />
por meio do teste de White. Quanto à autocorrelação, o resultado<br />
do teste de Wooldrigde indicou para não rejeição da hipótese nula de<br />
ausência de autocorrelação para um nível de significância de 1%. Então,
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
103<br />
Tabela 3<br />
Coeficientes estimados por meio do método de Efeitos Aleatórios<br />
(EA) com erros padrão-robustos<br />
Coeficientes Erro-padrão Estatística Z P>|z|<br />
Constante 8.747 3.057 2.860 0.000<br />
Ci 0.393 0.097 4.050 0.000<br />
Dia 2.296 0.495 4.630 0.000<br />
E 12.564 3.518 3.570 0.000<br />
Des 13.959 4.078 3.420 0.001<br />
Impi -2.531 0.780 -3.240 0.001<br />
CS 6.740 1.407 4.790 0.000<br />
Odb 2.431 2.272 1.070 0.285<br />
R 2 0.2253<br />
Teste de White (χ 2 ) 1261.980 (p-valor=0.000)<br />
Teste de autocorrelação 7.291 (pvalor=0.021)<br />
Teste de Chow 79.520 (pvalor=0.000)<br />
Teste LM 10,916.800 (pvalor=0.000)<br />
Teste Hausman 7.720 (pvalor=0.358)<br />
Fonte: elaboração própria a partir dos resultados da pesquisa.<br />
como o modelo não atendeu ao pressuposto de homocedasticidade, foi<br />
necessário a correção, que foi realizada pelo procedimento de obtenção<br />
de erros-padrão robustos. 4<br />
De acordo com os resultados apresentados na tabela 3, pode-se afirmar<br />
que os sinais dos coeficientes estimados estão de acordo com o que aponta<br />
a revisão de literatura e a teoria apontada neste artigo, exceto para as variáveis<br />
Impi que busca captar o aumento no preço dos ingressos conforme a<br />
importância do jogo em questão, sendo considerados jogos importantes os<br />
últimos cinco jogos do time i como mandante em cada ano t e a variável<br />
Odb, na qual acreditava-se que o acordo entre o Fluminense e a Odebrecht<br />
possibilitaria uma redução dos preços dos ingressos.<br />
Ainda conforme análise da tabela 3, a variável dummy Impi apresentou<br />
impacto negativo no preço médio nos ingressos de cerca de R$2.53, ao<br />
contrário do que se esperava. Segundo Bruscato Bortoluzzo et al. (2017),<br />
4<br />
No stata 12, basta usar o comando vce robust que permite obter estimativas consistentes com<br />
um estimador diferente da matriz de variância-covariância dos estimadores dos parâmetros (VCE)<br />
que leve em conta os erros não i.i.d. Esta é a chamada abordagem robusta. O significado do termo<br />
robusto vem do fato de que nesta abordagem não há nenhuma restrição ao comportamento dos erros<br />
do modelo estimado.
104 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
à medida que o campeonato avança, há um aumento da demanda pelas<br />
partidas de futebol; porém, este aumento não é repassado ao preço por<br />
meio do mark-up, o que pode ser explicado por fatores esportivos como<br />
o modelo de disputa popularmente conhecido como pontos corridos,<br />
implantado ao campeonato Brasileiro a partir de 2003, como também<br />
pela necessidade de mais público no estádio ao fim do campeonato com<br />
intenção de melhorar o desempenho da equipe por meio do aumento do<br />
incentivo da torcida.<br />
Também se destaca que tal fato pode ocorrer, especialmente, em casos<br />
de clubes ameaçados de rebaixamento à série B, aplicado aos quatro últimos<br />
colocados ao fim de 38 rodadas. Um exemplo é o caso do time Internacional,<br />
que em 2016, onde nas últimas cinco rodadas o preço médio<br />
do ingresso foi de R$15.81 em contraste aos R$31.92 das primeiras<br />
cinco rodadas e também em casos de clubes que buscam vaga na Copa<br />
Libertadores, como o São Paulo que fixou preços a partir de R$5.00<br />
para um jogo valido pela 37° rodada contra o Internacional para o campeonato<br />
Brasileiro de 2019; ou ainda pelo fato de muitos clubes chegarem<br />
nas últimas rodadas com poucas ou nenhuma ambição na competição.<br />
Assim, é comum que ocorram promoções que acabam por diminuir o<br />
preço dos ingressos.<br />
No que se refere à variável Odb, que não foi estatisticamente significativa,<br />
ressalta-se que, embora no ano de 2016 já não houvesse mais o<br />
acordo citado, o preço médio dos ingressos para o Fluminense sofreu<br />
pouca oscilação, o que acarretou em prejuízos recorrentes, e isso pode<br />
explicar o p-valor de 0.231 encontrado para a variável. No gráfico 1,<br />
Gráfico 1<br />
Lucro do Fluminense ao longo dos jogos (rodadas) como mandante<br />
no Campeonato Brasileiro da Série A de 2013 a 2018<br />
Fonte: elaboração própria a partir dos dados utilizados na pesquisa.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
105<br />
apresenta-se o comportamento do lucro do Fluminense enquanto mandante<br />
ao longo do período analisado e que pode corroborar o resultado<br />
encontrado para a variável Odb.<br />
De acordo com a análise do gráfico 1, observa-se que o jogo de maior<br />
lucro foi um clássico contra o Flamengo pela 23° rodada do campeonato<br />
Brasileiro de 2015, disputado no Maracanã, assim como a maioria dos<br />
picos (positivos), exemplificando o impacto na demanda por jogos, e<br />
consequentemente no mark-up, causados por clássicos regionais. A exceção<br />
se dá no jogo contra o Grêmio, também pelo campeonato Brasileiro<br />
de 2015, na estreia do Ronaldinho Gaúcho pelo Fluminense, jogador de<br />
grande prestígio mundial e revelado pelo time adversário (Grêmio).<br />
Esse contexto foi um fator de aumento do mark-up para esse jogo em<br />
específico, auferindo-se um lucro de R$639,395.41. Assim, pode-se<br />
dizer que a diminuição dos lucros a partir de 2016 se deu pelos fatores<br />
citados no parágrafo acima e que não teria relação forte com o desempenho<br />
da equipe.<br />
Quanto às estimativas dos demais coeficientes, observou-se também<br />
conforme análise da tabela 3, que os mesmos estão de acordo com o referencial<br />
teórico no qual se baseou este trabalho. Em relação ao intercepto<br />
estimado, este foi de R$8.75, que pode ser interpretado como custos fixos<br />
médios do jogo; ou seja, custo fixo dividido pelo público pagante, independente<br />
das condições esportivas em questão, bem como o custo variável.<br />
Verificou-se também que o aumento do custo individual, ou custo<br />
unitário, representado pela variável Ci pode ter levado a um aumento no<br />
preço dos ingressos. Assim, para cada R$1.00 de aumento no custo unitário,<br />
implicou em um aumento de R$0.39 no preço médio dos ingressos,<br />
em média, tudo mais mantido constante. Embora o sinal esteja de acordo<br />
com os princípios da teoria, pode-se dizer que o valor adicional de R$0.39<br />
é baixo tendo como parâmetro a variação unitária (R$1.00) e não repõem<br />
totalmente o aumento do custo. Isto significa afirmar que não há como<br />
um clube repassar totalmente os custos aos torcedores que vão ao estádio,<br />
o que pode causar prejuízos a depender do <strong>vol</strong>ume de pagantes.<br />
No que tange à variável Dia, na qual, caso a partida fosse realizada no<br />
meio de semana receberia valor 0 (zero) e caso fosse realizada aos fins de<br />
semana, a saber, sexta-feira, sábado e domingo, receberia valor 1 (um),<br />
esta apresentou um coeficiente estimado de 2.30. Ou seja, partidas realizadas<br />
no fim de semana tem um impacto de, em média, R$2.30 a mais<br />
no preço médio dos ingressos, tudo o mais mantido constante, quando<br />
comparadas com partidas no meio de semana.<br />
Este resultado pode decorrer do fato de que jogos em fim de semana,<br />
geralmente, têm maior demanda do que os realizados em dias em que a<br />
maior parte da população está ocupada; assim, uma maior demanda
106 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
pode elevar a amplitude do mark-up definido pelos clubes, tudo mais<br />
mantido constante, e tal resultado condiz com os estudos de Bruscato<br />
Bortoluzzo et al. (2017) e Lima Benevides et al. (2017).<br />
Quanto à variável Des, esta busca captar o impacto do desempenho<br />
do clube ao longo do campeonato. Para mensurar o desempenho foi usado<br />
o aproveitamento percentual dos pontos em disputa até cada rodada, por<br />
exemplo: se o clube A na rodada de número 10 tem 20 pontos, com uma<br />
vitória valendo três, um empate valendo um e uma derrota valendo 0<br />
(zero), isso significa que de 30 pontos em disputa (10 vezes 3) o clube<br />
obteve 66.7% de aproveitamento, ou 20 dividido por 30. Isto posto,<br />
constatou-se então que para cada ponto percentual a mais no desempenho,<br />
há um acréscimo, em média, de R$0.14 na variável PM, com tudo mais<br />
mantido constante. Assim, pode-se interpretar que, em geral, o melhor<br />
desempenho do clube faz com que a demanda pelos jogos e, portanto, o<br />
mark-up definido pelos clubes, aumentem os preços médios do ingresso.<br />
Em relação à variável CS, que objetivava aferir o impacto dos clássicos<br />
no preço dos ingressos; isto é, jogos entre clubes do mesmo estado, devido<br />
à maior demanda atraída pela rivalidade do jogo, foi atribuída o valor 1<br />
(um) para os clássicos e 0 (zero) para os demais jogos. O resultado estimado<br />
foi de um aumento, em média, de R$6.74 para os clássicos, conforme<br />
previsto anteriormente. Resultado também em linha com os estudos<br />
empíricos de Madalozzo e Villar (2009) e Bruscato Bortoluzzo et al. (2017),<br />
que detectaram um aumento da demanda por jogos entre rivais locais.<br />
Por fim, para a variável dummy E, que tinha por intuito detectar o<br />
impacto dos novos estádios construídos, em sua maioria, para a Copa do<br />
mundo de 2014, recebendo, assim, o valor 1 (um) para os estádios considerados<br />
modernos e 0 (zero) para estádios considerados antigos, verificou-se<br />
que o coeficiente estimado para a variável foi de 12.56. Portanto,<br />
os estádios modernos têm um impacto de R$12.56, em média, sobre o<br />
preço dos ingressos. Tal fenômeno pode ser interpretado como um aumento<br />
do custo operacional dos estádios mais novos em relação aos estádios<br />
mais antigos, devido à maior qualidade dos assentos e instalações,<br />
bem como medidas de segurança adotadas devido às exigências da FIFA.<br />
Cabe ressaltar que, segundo o estudo de Lima Benevides et al. (2017),<br />
há um aumento da demanda por jogos de futebol em estádios mais<br />
modernos, fator também relevante para o aumento do preço nesses estádios.<br />
Portanto, a hipótese de que o aumento dos custos dos estádios<br />
modernos, ou padrão FIFA, provoca aumento nos preços dos ingressos,<br />
pode ser aceita.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
107<br />
Conclusões<br />
O presente trabalho teve como objetivo principal mensurar as relações<br />
entre os determinantes dos preços dos ingressos de futebol, considerando<br />
uma mostra de 12 clubes que disputaram o Campeonato Brasileiro de<br />
Futebol da série A no período de 2012 a 2018. Os resultados se mostram<br />
de acordo com o que se discutiu na revisão de literatura e no referencial<br />
teórico. Apenas a variável Impi, que buscava mensurar o impacto das<br />
últimas cinco rodadas, que apresentou sinal contrário ao previsto.<br />
Pode-se concluir então que a teoria do custo total de Hall e Hitch<br />
(1939) testada a partir do modelo proposto neste artigo explicaram de<br />
forma satisfatória o comportamento do preço dos ingressos de futebol no<br />
campeonato Brasileiro para o período analisado, ressaltando-se que a<br />
aplicação de qualquer teoria econômica ao futebol deve sempre buscar<br />
conciliar as especificidades esportivas que fazem parte deste contexto.<br />
Assim, a precificação dos ingressos pode ser ajustada à demanda específica<br />
por aquela partida, levando-se em conta, por exemplo, o dia em que<br />
é realizada, o adversário, o desempenho recente, bem como os custos<br />
operacionais e ambições da equipe, de forma a ter sempre no torcedor<br />
não só uma fonte de receita, mas também estabelecer uma relação de fidelidade<br />
e parceria, onde este não se sinta excluído ou tratado apenas<br />
como um mero consumidor, mas como parte importante naquele evento<br />
e no dia-a-dia do clube. Tal ação pode garantir maior fidelização, aumento<br />
do número de sócios torcedores, expansão da marca e consequentemente,<br />
aumentos de receitas e lucros.<br />
Vale ressaltar que a forma de contabilização das receitas e despesas nos<br />
borderôs dos jogos (que é uma espécie de relatório que discrimina uma<br />
série de informações relacionadas ao dinheiro gerado pelo jogo) disputados<br />
no Brasil não possuem um padrão de contabilização bem definido, e<br />
nem são expostos de forma permanente em algum endereço eletrônico,<br />
o que dificultou a coleta de dados e um maior detalhamento entre os<br />
custos e a comparação entre os desempenhos dos clubes, sendo este um<br />
dos desafios neste tipo de pesquisa.<br />
Em tempo, destaca-se como fatores limitantes desta pesquisa o fato<br />
de que no modelo econométrico não terem sido incluídas variáveis que<br />
pudessem capturar o comportamento humano tal como o fato da irracionalidade<br />
do torcedor diante seu fascínio por um clube ou um ídolo.<br />
Mas, tal estratégia de pesquisa, se deu em virtude da dificuldade de se<br />
criar variáveis que pudessem medir esse comportamento e assim inseri-las<br />
no modelo estimado sem gerar viés nas estimativas obtidas. Logo, como<br />
sugestões para pesquisas futuras, seria interessante buscar mensurar tais
108 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
variáveis e verificar o impacto das mesmas no comportamento dos preços<br />
dos ingressos de futebol do Campeonato Brasileiro da Série A.<br />
Referências<br />
Alvito, Marcos (2006), “A parte que cabe neste latifúndio: O Futebol<br />
Brasileiro e a Globalização”, Análise Social, 41 (179), Lisboa,<br />
Universidade de Lisboa, Instituto de Ciências Sociais, pp. 451-<br />
474, , 28 de junho de 2019.<br />
Andrade de Melo, Victor (2010), Os sports e as cidades brasileiras: transição<br />
dos séculos XIX e <strong>XX</strong>, Rio de Janeiro, Apicuri.<br />
Baltagi, Badi Hani (2013), Econometric Analysis of Panel Data, New Delhi,<br />
Editora Wiley.<br />
Bruscato Bortoluzzo, Adriana; Mesquita Bortoluzzo, Mauricio; Jurandyr<br />
Machado, Sérgio; Terabavashi Melhado, Tatiana; Iarapoli Trindade,<br />
Pedro e Santos Pereira, Bruno (2017), “Ticket consumption<br />
forecast for Brazilian championship games”, <strong>Revista</strong> de Administração,<br />
52 (1), São Paulo, Universidade de São Paulo, Faculdade<br />
de Economia, Administração e Contabilidade, Departamento de<br />
Administração, pp. 70-80.<br />
De Oliveira Lima, Luiz Antônio (1985), “Mark-up e determinação de<br />
preços no oligopólio – a microempresa em busca de realismo”,<br />
<strong>Revista</strong> de Administração de Empresas, 25 (2), São Paulo, FGV<br />
(Fundação Getúlio Vargas), pp. 29-35.<br />
Falter, Jean-Marc and Perignon, Christophe (2000), “Demand for football<br />
and intramatch winning probability: An essay on the glorious<br />
uncertainty of sports”, Applied Economics, 32 (13), Oxfordshire,<br />
Taylor & Francis, pp. 1757-17<strong>65</strong>.<br />
García, Jaume and Rodríguez, Plácido (2002), “The determinants of<br />
football match attendance revisited: Empirical evidence from<br />
Spanish football league”, Journal of Sports Economics, <strong>vol</strong>. 3,<br />
Thousand Oaks, SAGE Journal, pp. 18-38.<br />
Gonçalves da Silva, Ana Lucia (2010), “Concorrência sob condições<br />
oligopolísticas. Contribuição das análises centradas no grau de<br />
atomização/concentração dos mercados”, tese de doutorado,
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
109<br />
Universidade Estadual de Campinas, Instituto de Economia<br />
(UNICAMP), Campinas.<br />
Guimarães Simões, Paula (2017), “O futebol e seus ídolos: David Luiz<br />
na Copa do Mundo de 2014”, RuMoRes, 21 (11), São Paulo,<br />
MidiAto/Grupo de Estudos de Linguagem e Práticas Midiáticas,<br />
pp. 151-170.<br />
Hall, Robert Lowe e Hitch, Charles Johnston (1939), “Price theory and<br />
economic behaviour”, Oxford Economic Papers, 2 (1), Oxford,<br />
Oxford University Press, pp. 12-45.<br />
Holzmeister Oswaldo Cruz, Antônio (2005), A Nova economia do futebol:<br />
uma análise do processo de modernização de alguns estádios brasileiros,<br />
dissertação mestrado em Antropologia Social, Universidade<br />
Federal do Rio de Janeiro, Rio de Janeiro.<br />
Kaldor, Nicholas (1935), “Market imperfection and excess capacity”,<br />
Economica, 2 (5), Londres, JSTOR, pp. 33-50.<br />
Lima Benevides, Bruno Ítalo; dos Santos Sandra Maria e de Aquino Cabral,<br />
Augusto Cézar (2017), “A relação entre preço por jogos de futebol<br />
no Brasil”, <strong>Revista</strong> de Economia Contemporânea, 21 (2), Rio<br />
de Janeiro, Universidade Federal do Rio de Janeiro, Instituto de<br />
Economia, pp. 1-18.<br />
Madalozzo, Regina and Beber Villar, Rodrigo (2009), “Brazilian football:<br />
what brings fans to the game?”, Journal of Sports Economics, 10<br />
(6), Thousand Oaks, SAGE Journal, pp. 639-<strong>65</strong>0.<br />
Rial Butier, Lucas e Levrini, Gabriel (2013), “Fatores que influenciam a<br />
compra de produtos têxteis oficiais por torcedores de futebol de<br />
baixa renda”, PODIUM: Sport, Leisure and Tourism Review, 2 (2),<br />
São Paulo, Universidade Nove de Julho, pp. 143-172.<br />
Sampaio, Claudio; Sordi, Jefferson e Gattermann Perin, Marcelo, (2015).<br />
“O papel do en<strong>vol</strong>vimento e do orgulho nas decisões de consumo<br />
de pacotes de preços: um estudo com ingressos de futebol no<br />
Brasil”, PODIUM: Sport, Leisure and Tourism Review, 4 (3), São<br />
Paulo, Universidade Nove de Julho, pp. 113-123.<br />
Sandoval de Vasconcellos, Marco Antônio (2002), Economia: micro e<br />
macro, São Paulo, Atlas.
110 G. A. Profeta et al.: Determinantes dos preços de ingressos de futebol...<br />
Sports Value (2018), “As finanças dos clubes brasileiros 2018”, São Paulo,<br />
Sports Value, , 28 de junho de 2019.<br />
Sraffa, Piero (1926), “As leis dos rendimentos sob condições de concorrência”,<br />
The Economic Journal, <strong>vol</strong>. 36, Londres, Estelle Cantillon<br />
Nezih, pp. 535-550. Tradução: Claudia Heller, Universidade<br />
Estadual de São Paulo, Araraquara, SP. 1991.<br />
Sylos-Labini, Paolo (1956), Oligopoly and technical progress, Cambridge,<br />
Harvard University Press.<br />
Varian, Hal Ronald (2006), Microeconomia: princípios básicos, Rio de<br />
Janeiro, Elsevier.<br />
Recebido: 18 de maio de 2020.<br />
Encaminhado: 7 de novembro de 2020.<br />
.<br />
Graciela Aparecida Profeta. Doutora em Economia Aplicada pela Universidade<br />
Federal de Viçosa. Atualmente é professora da Universidade<br />
Federal Fluminense em exercício no Conselho Administrativo de Defesa<br />
Econômica (CADE), desde fevereiro de 2020. É professora do o mestrado<br />
em Propriedade Intelectual e Transferência de Tecnologia (PROFINIT).<br />
Atua nas áreas de econometria/estatística e microeconomia com ênfase<br />
em organização industrial, estudos industriais e estudos aplicados ao<br />
desen<strong>vol</strong>vimento regional. Entre suas publicações mais recentes estão,<br />
como coautora: “Consumo de eletricidade e PIB: uma análise em dados<br />
em painel para o Brasil no período de 2002 a 2015”, Bioenergia em <strong>Revista</strong>:<br />
Diálogos, 10 (1), São Paulo, FATEP (Faculdade de Tecnologia de Piracicaba),<br />
pp. 92-110 (2020); “Mensuração do poder de mercado na exploração de<br />
rodovias no Brasil: uma análise econométrica para o período de 2002 a<br />
2012”, Economic Analysis of Law Review, 10 (3), Brasilia, UCB (Universidade<br />
Católica de Brasília), pp. 79-107 (2019); “Pluriatividade e economia<br />
criativa: um estudo de caso sobre a geração de renda no assentamento<br />
Zumbi dos Palmares-Campos dos Goytacazes, RJ”, CAMPO-TERRITÓ-<br />
RIO: <strong>Revista</strong> de Geografia Agrária, 14 (34), Porto Alegre, Universidade<br />
Federal de Uberlândia, pp. 109-137 (2019).<br />
Ivens Nunes Thomaz. Graduado em Ciências Econômicas pela Universidade<br />
Federal Fluminense. Tem interesse em pesquisas sobre Economia<br />
do Esporte.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 87-111<br />
111<br />
Patrícia de Melo Abrita Bastos. Doutora em Economia Aplicada pela<br />
Universidade Federal de Viçosa. Professora da Universidade Federal Fluminense.<br />
É líder do Grupo de Estudos em Economia Ambiental e<br />
Economia Ecológica. Atua principalmente nos seguintes temas: concentração<br />
de renda, pobreza, econometria. Entre suas publicações mais<br />
recentes estão, como coautora: “Determinantes da pobreza no meio rural<br />
brasileiro”, <strong>Revista</strong> de Estudos Sociais (UFMT), 20 (41), Cuiabá, Universidade<br />
Federal de Mato Grosso, Faculdade de Economia, pp. 4-30 (2019);<br />
“Estudo da viabilidade econômico-social de um projeto de reflorestamento<br />
da área de preservação permanente (APP) de Cataguarino”, <strong>Revista</strong> de<br />
Política Agrícola, 21 (1), Viana, Publicação SPA, pp. 22-37 (2012); “Mercado<br />
de trabalho e rendimento no meio rural brasileiro”, Economia Aplicada,<br />
14 (3), Ribeirão Preto, Faculdade de Economia, Administração e<br />
Contabilidade de Ribeirão Preto da Universidade de São Paulo, pp. 355-<br />
379 (2011).<br />
Vladimir Faria dos Santos. Doutor em Economia Aplicada pela Universidade<br />
Federal de Viçosa. Professor da Universidade Federal Fluminense.<br />
Atua na área de Economia Aplicada, com ênfase em Métodos<br />
Quantitativos em Economia. Atualmente é líder do Núcleo de Estudos<br />
em Economia Aplicada (NEEA/UFF). Entre suas publicações mais<br />
recentes estão, como coautor: “Consumo de eletricidade e PIB: uma<br />
análise em dados em painel para o Brasil no período de 2002 a 2015”,<br />
Bioenergia em <strong>Revista</strong>: Diálogos, 10 (1), São Paulo, FATEP (Faculdade<br />
de Tecnologia de Piracicaba), pp. 92-110 (2020); “Distribuição de renda<br />
no Brasil: uma análise de decomposição”, Vértices (Campos dos Goitacazes),<br />
21 (2), Cidade Campos dos Goytacazes, IFFluminense (Instituto<br />
Federal de Educação, Ciência e Tecnologia Fluminense), pp. 328-343<br />
(2019); Influência dos acidentes de trânsitos em rodovias federais sobre<br />
os custos do Sistema Único de Saúde, no período 2002 a 2012. Estudo<br />
& Debate, 26 (4), Rio Grande do Sul, Univates (Universidade do Vale<br />
do Taquari), pp. 145-162 (2019).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
DOI: https://doi.org/10.22136/est20211601<br />
Sistemas socio-ecológicos como<br />
unidad de manejo: el caso de las<br />
pesquerías de Campeche, México<br />
113<br />
Social-ecological systems as a management<br />
unit: the case of Campeche fisheries, Mexico<br />
Angelina Peña-Puch*<br />
Juan Carlos Pérez-Jiménez*<br />
Alfonso Munguía-Gil**<br />
Alejandro Espinoza-Tenorio*<br />
Abstract<br />
The most used management unit in fisheries is limited to the target species and their<br />
associated species. Because spatial components can facilitate the understanding of the<br />
human-environment relationship, the objective of this study was to adapt a methodology<br />
to regionalize and characterize social-ecological systems (SES) for assessment and<br />
management of small-scale fisheries of Campeche, Mexico. Eight regions of the fishing<br />
SES were identified with a combination of unique characteristics from the biophysical<br />
context, the catch <strong>vol</strong>ume and fishing effort, and the fleet dynamics.<br />
Keywords: spatial management, complex system, artisanal fisheries<br />
Resumen<br />
La unidad de manejo más utilizada en pesquerías está limitada a las especies<br />
objetivo y sus especies asociadas. La finalidad de este estudio fue adecuar una<br />
metodología para regionalizar y caracterizar los sistemas socio-ecológicos (SSE)<br />
para la evaluación y el manejo de las pesquerías de pequeña escala del estado de<br />
Campeche, México, debido a que los componentes espaciales pueden facilitar<br />
el entendimiento de la relación humano-ambiente. Se identificaron ocho regiones<br />
del SSE pesquero con una combinación de características únicas a partir del<br />
contexto biofísico, el <strong>vol</strong>umen de captura y esfuerzo pesquero, así como la<br />
dinámica de la flota.<br />
Palabras clave: manejo espacial, sistema complejo, pesquerías artesanales<br />
* El Colegio de la Frontera Sur, correos-e: acpena@ecosur.edu.mx, jcperez@ecosur.mx, aespinoza@ecosur.mx<br />
** Instituto Tecnológico de Mérida, correo-e: muga5610@gmail.com
114 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
Introducción<br />
Los sistemas socio-ecológicos (SSE) son la unidad analítica para la investigación<br />
del desarrollo sustentable (Gallopin et al., 2001; Torres-Lima y<br />
Cruz-Castillo, 2019); se les reconoce como sistemas complejos, pues se<br />
componen de subsistemas, que a su vez contienen múltiples variables<br />
humano-ambientales (Ostrom, 2007; 2009). Se caracterizan por ser sistemas<br />
multinivel con efectos no lineales (Folke, 2006), en donde los<br />
usuarios tienen diferentes perspectivas y los objetivos de manejo no están<br />
bien definidos (Pahl-Wostl, 2007). El análisis de los SSE permite evaluar<br />
el sistema completo, mejora la comprensión del uso de recursos comunes<br />
y la implementación de manejo puede encaminar a los sistemas hacia la<br />
sustentabilidad (Pahl-Wostl, 2007; Ostrom, 2009; Leslie et al., 2015).<br />
Las pesquerías son sistemas complejos (Berkes, 2003; Branch et al., 2011;)<br />
que constituyen un ejemplo de SSE (Ostrom, 2009; Defeo, 2015). En<br />
un SSE pesquero (SSEP), el ecosistema, los recursos, los usuarios y el modo<br />
de gobernanza interactúan entre sí, afectando al sistema como un todo<br />
(Defeo, 2015).<br />
En ese sentido, se reconoce que para guiar el uso de los recursos pesqueros<br />
hacia la sustentabilidad se requieren vínculos entre sociología,<br />
biología y economía, bajo un marco de gestión integrada (Castilla and<br />
Defeo, 2001). Al respecto, Ostrom (2007; 2009) desarrolló un marco<br />
metodológico para el estudio de SSE con recursos naturales de uso común,<br />
incluyendo las pesquerías. El marco incluye cuatro subsistemas, el sistema<br />
de recurso (región donde ocurren las pesquerías), las unidades de recurso<br />
(especies objetivo), los usuarios (pescadores) y el sistema de gobernanza<br />
(organizaciones, reglas, leyes o decretos que rigen la pesca).<br />
De cualquier manera, a pesar de los avances en la implementación de<br />
enfoques holísticos en la evaluación y el manejo de las pesquerías, la<br />
complejidad de los sistemas pesqueros ha dificultado alcanzar la sustentabilidad<br />
(Berkes, 2003; Branch et al., 2011). Porque debido a las historias<br />
de vida de las especies, las prácticas pesqueras y las estrategias de manejo<br />
utilizadas (McClanahan and Castilla, 2007), cada subsistema tiene condiciones<br />
que cambian entre pesquerías y zonas de pesca, o incluso, dentro<br />
de una misma pesquería (Defeo, 2015), lo que resulta en un comportamiento<br />
único de cada SSEP. Por ello, la regionalización y caracterización<br />
de los SSEP es fundamental para comprender su funcionamiento.<br />
Al utilizar como unidad de manejo a los SSEP, se podrá establecer un<br />
régimen de manejo que les permita a los pescadores organizarse y autogestionarse<br />
para adaptarse a las complejidades de sus sistemas pesqueros<br />
(Berkes, 2003). Sin embargo, para usar los SSEP como la unidad de<br />
manejo pesquero se debe abordar el contexto social, los beneficios y los
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
115<br />
costos, tanto en lo individual como a nivel de localidad costera (Jentoft,<br />
2000). El objetivo de este estudio fue adecuar una metodología que permita<br />
la regionalización y caracterización de los SSEP, que podrían fungir<br />
como unidades espaciales para el manejo de las pesquerías de pequeña<br />
escala del estado de Campeche, sur del Golfo de México. En el artículo,<br />
primero se aborda el contexto del manejo pesquero en México y las<br />
características de las pesquerías de pequeña escala de Campeche; luego<br />
se describe la metodología para la regionalización y caracterización del<br />
SSEP; posteriormente, se describen los resultados y se discuten, y al final<br />
se presentan las principales conclusiones, con énfasis en el uso de los<br />
SSEP para el manejo de las pesquerías.<br />
1. El manejo de la pesca en México: de la ciencia pesquera<br />
convencional a nuevos enfoques basados en sistemas complejos<br />
La ciencia pesquera se desarrolló para el manejo de pesquerías de gran escala<br />
o industriales, donde se aplica una gobernanza vertical o comando-control<br />
(Berkes, 2003), y un enfoque basado en las ciencias biológicas y económicas<br />
(Berkes et al., 2001; Chuenpagdee and Jentoft, 2007). Ese enfoque tiene<br />
como objetivo mantener la producción pesquera, asumiendo la explotación<br />
del stock de una especie objetivo. Históricamente, el manejo pesquero<br />
convencional se implementa de manera descendente (manejo centralizado),<br />
en el que las medidas operacionales de manejo se enfocan en el control del<br />
esfuerzo de pesca o de la captura de las especies objetivo y las especies<br />
asociadas, minimizando o excluyendo aspectos ecosistémicos (Defeo,<br />
2015), características socioeconómicas y la gobernanza (Berkes et al., 2001;<br />
Garcia and Cochrane, 2005).<br />
La gran mayoría de las pesquerías de pequeña escala se ha administrado<br />
bajo ese enfoque de manejo convencional, a pesar de que éstas son complejas,<br />
ya que utilizan gran variedad de equipos de pesca y capturan<br />
múltiples especies (Berkes et al., 2001; Defeo and Castilla, 2005). El uso<br />
del enfoque convencional ha limitado la aplicación de iniciativas de manejo<br />
acordes a la complejidad de estas pesquerías (Berkes et al., 2001). Por ello,<br />
la falta de éxito en el manejo de las pesquerías de pequeña escala<br />
(Chuenpagdee and Jentoft, 2007) ha evidenciado que el manejo convencional<br />
no posee las herramientas para enfrentar las complejidades de esas<br />
pesquerías (Berkes, 2003), en especial de las tropicales.<br />
México, en donde la flota de pequeña escala representa la mayor parte<br />
(97%) de las embarcaciones (Fernández Méndez et al., 2011), es un<br />
ejemplo de la aplicación del manejo pesquero convencional. En los instrumentos<br />
de manejo, como los Planes de Manejo Pesquero (PMP) y la
116 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
Carta Nacional Pesquera, se considera a las principales pesquerías de<br />
grupos de especies afines como las unidades de manejo pesquero. La Ley<br />
General de Pesca y Acuacultura Sustentables (LGPAS) señala que los<br />
programas de ordenamiento pesquero deben contener la delimitación del<br />
área que abarcará el programa, la lista completa de los usuarios de la región,<br />
los recursos pesqueros sujetos a aprovechamiento y los planes de manejo<br />
pesquero (DOF, 2007). Lo que indica que la implementación del ordenamiento<br />
pesquero debe tomar en cuenta unidades de manejo espaciales,<br />
en el que la base del manejo es un sistema y no los recursos pesqueros.<br />
De esta manera, se requiere de un enfoque holístico, que incluya un<br />
balance de información ambiental y socioeconómica, así como el conocimiento<br />
local de los usuarios (Berkes et al., 2001). Un componente de<br />
este enfoque es el reconocimiento de que el manejo de los sistemas pesqueros<br />
comprende, tanto las historias de vida de los recursos marinos como<br />
la dinámica institucional, económica y cultural de los usuarios (Espinoza-<br />
Tenorio et al., 2011). El enfoque de sistemas socio-ecológicos integra esos<br />
componentes y es considerado como un paradigma emergente en el manejo<br />
de las pesquerías (Defeo, 2015).<br />
1.1. Las pesquerías de pequeña escala de Campeche<br />
El estado de Campeche tiene un litoral de 523 km, que representa 3.8%<br />
del total de México (Botello Ruvalcaba et al., 2010). Se encuentra entre<br />
los 10 estados con mayor producción pesquera de México, y al igual que<br />
en muchas regiones costeras en el mundo, la mayor parte de sus pesquerías<br />
(53%) se encuentran en el máximo rendimiento sostenible, entre ellas,<br />
la de jurel, pulpo, jaiba y camarón siete barbas (DOF, 2012; DOF,<br />
2018a). Incluso algunas de sus pesquerías se encuentran en deterioro, por<br />
ejemplo, la de caracoles, huachinango, pargo, lisa y mero (Botello Ruvalcaba<br />
et al., 2010).<br />
La alta diversidad de comunidades marinas del litoral de Campeche<br />
se relaciona con sus características geomorfológicas y ecológicas (Flores-<br />
Hernández et al., 2010). Desde la costa central de Campeche hacia Tabasco<br />
es una plataforma terrígena por la presencia de varios ríos (Kemp et al.,<br />
2016), en donde destaca la pesca de pequeña escala de crustáceos como<br />
camarón siete barbas (Xiphopenaeus kroyeri) y jaiba (Callinectes sapidus).<br />
En cambio, desde la costa central de Campeche hacia Yucatán es una<br />
plataforma calcárea (Kemp et al., 2016), en donde la pesquería de pequeña<br />
escala más importante es la de pulpo rojo (Octopus maya) (Pérez-Jiménez<br />
et al., 2016).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
117<br />
2. Material y métodos<br />
2.1. Criterios para la regionalización<br />
La regionalización se realizó con la adaptación de la metodología de Leslie<br />
et al. (2015) utilizando diversas fuentes de información: datos y documentos<br />
gubernamentales, literatura académica especializada y entrevistas<br />
a informantes clave (líderes de asociaciones pesqueras, directivos de<br />
sociedades cooperativas y permisionarios) en las localidades rurales y<br />
urbanas con pesquerías de pequeña escala de la costa de Campeche. La<br />
metodología de Leslie et al. (2015) es la primera que establece la regionalización<br />
de sistemas-socio-ecológicos para pesquerías de pequeña escala<br />
en México, por ello es un punto de partida para éste y futuros estudios.<br />
A partir de la lista de localidades con pesquerías de pequeña escala,<br />
Leslie et al. (2015) identificaron distintos grupos de localidades (regionalización<br />
del SSE) con base en cuatro factores: el contexto biofísico; uso<br />
histórico y contemporáneo de la zona costera y recursos marinos, fronteras<br />
municipal y estatal, así como concentraciones y movimiento de pescadores<br />
y productos pesqueros. En este estudio, además del contexto biofísico,<br />
usamos el <strong>vol</strong>umen de captura y esfuerzo pesquero, así como la dinámica<br />
de la flota pesquera. Leslie et al. (2015) incluyeron la distribución de especies<br />
dentro del contexto biofísico, en cambio, en el presente estudio la<br />
incluimos en el <strong>vol</strong>umen de captura, que además de indicar distribución,<br />
señala cantidad disponible para la pesca, lo que determina, a su vez, las<br />
operaciones pesqueras (dinámica de la flota). En este estudio no consideramos<br />
los límites municipal y estatal, por considerarlos implícitos en el listado<br />
de localidades, ni el uso histórico y contemporáneo de la zona costera y<br />
recursos marinos; aunque el uso contemporáneo está implícito en la dinámica<br />
de la flota. Tampoco se estimó la concentración y el movimiento de<br />
pescadores y productos pesqueros por considerarlos factores con poca<br />
influencia para la regionalización del SSE en el estado de Campeche.<br />
No fueron consideradas las zonas de pesca para la regionalización<br />
porque es difícil establecer polígonos en la zona marina, ya que existe<br />
traslape en las zonas de pesca entre la mayoría de las localidades. Por<br />
ejemplo, en la zona marina de la Reserva de la Biosfera los Petenes (RBLP),<br />
la actividad pesquera se realiza por pescadores de Champotón, Villa<br />
Madero, Seybaplaya, Lerma, San Francisco de Campeche e Isla Arena, del<br />
estado de Campeche, y de Celestún, del estado de Yucatán, (Semarnat y<br />
Conanp, 2006). De cualquier manera, a pesar del traslape en las zonas de<br />
pesca, las localidades o los grupos de localidades tienen una combinación<br />
de características similares con base en los tres criterios establecidos (descritos<br />
más adelante) que permite distinguirlos como región SSEP.
118 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
Los tres criterios para la regionalización fueron a) el contexto biofísico,<br />
b) <strong>vol</strong>umen de captura y esfuerzo pesquero y, c) la dinámica de la flota<br />
pesquera (figura 1). A partir de la lista de localidades pesqueras, se inició<br />
con la descripción del contexto biofísico, porque las características de la<br />
zona costera permiten realizar una primera división del área de estudio, y<br />
porque el contexto biofísico determina la disponibilidad estacional de los<br />
recursos pesqueros y, por ende, la dinámica de la flota pesquera. Para describir<br />
el contexto biofísico de la zona costera de Campeche se utilizó información<br />
de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp),<br />
que divide el territorio mexicano en nueve regiones, de las cuales, el estado<br />
de Campeche tiene dos: la zona sur, que corresponde a la región de la<br />
Planicie Costera y Golfo de México (desde Tamaulipas hasta Sabancuy,<br />
Campeche), y la zona norte que pertenece a la región de la Península de<br />
Yucatán y Mar Caribe (desde Champotón, Campeche hasta Quintana<br />
Roo) (Semarnat y Conanp, 2019). Estas dos zonas coinciden con las<br />
características geomorfológicas y ecológicas que determinan la diversidad<br />
biológica en la costa de Campeche: la zona norte, desde Isla Arena hasta<br />
Figura 1<br />
Diagrama metodológico para la regionalización y caracterización<br />
del Sistema Socio-Ecológico Pesquero (SSEP)<br />
Fuente: elaboración propia con base en la sección 2.1., que establece los criterios para la regionalización<br />
del SSEP.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
119<br />
Punta Xen (costa central de Campeche), y la zona sur, desde Sabancuy<br />
hasta Nuevo Campechito (Flores-Hernández, 1994) (mapa 1).<br />
Además, se utilizó la descripción del ámbito geográfico del Plan de<br />
Manejo Pesquero de las especies de caracol del litoral del estado de Campeche,<br />
que describe la zona costero-marina de Isla Arena, Bahía de<br />
Campeche, Seybaplaya, Champotón e Isla Aguada (DOF, 2014). También<br />
se revisó el Programa de Manejo del Área de Protección de Flora y<br />
Fauna Laguna de Términos, para describir la zona costero-marina de la<br />
región sur (INE y Semarnap, 1997). Adicionalmente, con base en los<br />
mapas interactivos de las Áreas Naturales Protegidas (Semarnat y Conanp,<br />
2019) se identificaron los límites de las áreas protegidas en el litoral de<br />
Campeche, tales como la Reserva de la Biosfera de Celestún (RBRC), la<br />
Reserva de la Biosfera los Petenes (RBLP) y el Área de Protección de<br />
Flora y Fauna de la Laguna de Términos (APFFLT) (mapa 1).<br />
Para describir el <strong>vol</strong>umen de captura y esfuerzo pesquero se utilizaron<br />
datos gubernamentales. El <strong>vol</strong>umen de captura proviene de los registros de<br />
las oficinas de pesca. Para describir el esfuerzo pesquero se consideró el<br />
Mapa 1<br />
Ubicación de las localidades con pesquerías de pequeña<br />
escala de Campeche (I-XIII), Áreas Naturales Protegidas (ANP)<br />
y regiones Conanp<br />
Fuente: elaboración propia con base en el Mapa Interactivo de las Áreas Naturales Protegidas<br />
(Semarnat y Conanp, 2019), así como información de documentos gubernamentales y literatura<br />
académica especializada.
120 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
número de pescadores y de embarcaciones, así como las unidades económicas<br />
pesqueras (UEP). El <strong>vol</strong>umen de captura y estacionalidad de los<br />
principales recursos marinos de la flota de pequeña escala se obtuvo de<br />
las bases de datos de Conapesca, en el periodo 2006-2014 (Conapesca,<br />
2017). Se estimó el <strong>vol</strong>umen de producción con la sumatoria de los<br />
registros de captura mensuales en peso desembarcado (en toneladas) de<br />
todas las especies o grupos de especies; exceptuando las que se incluían<br />
en el nombre común “otras especies”, “fauna de acompañamiento” y las<br />
pesquerías de mediana altura, que incluye varias especies de camarón.<br />
La estacionalidad legal del esfuerzo pesquero se identificó por los<br />
periodos de veda de las pesquerías de Campeche indicados en el Anuario<br />
Estadístico de Acuacultura y Pesca 2014 (Sagarpa y Conapesca, 2014a)<br />
y en el cuadro de vedas (Sagarpa y Conapesca, 2014b). El número de las<br />
Unidades Económicas Pesqueras (UEP), que incluye cooperativas, permisionarios,<br />
asociaciones pesqueras (frentes, uniones o federaciones) y de<br />
otro tipo de organización (por ejemplo, bodegas, navieras, etc.), se obtuvo<br />
del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE)<br />
(Inegi, 2018). Las UEP se clasifican en micro o pequeño dependiendo<br />
del número de personas registradas, con 10 o menos personas o con 11-100<br />
personas, respectivamente. El número de pescadores y de embarcaciones<br />
se obtuvo del Ordenamiento pesquero ribereño marino (Botello Ruvalcaba<br />
et al., 2010).<br />
Para el criterio de la dinámica de la flota pesquera se utilizó información<br />
de las entrevistas a informantes clave, con relación a los permisos de pesca<br />
por recurso que tienen y sobre cuáles son sus recursos de mayor importancia<br />
comercial. La entrevista se aplicó a 133 informantes clave de 13 localidades<br />
con pesquerías de pequeña escala (mapa 1). La lista de localidades<br />
se obtuvo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi, 2018),<br />
y de Pérez-Jiménez et al. (2016). Se consultó el Directorio Estadístico de<br />
Unidades Económicas (DENUE) (Inegi, 2018) para facilitar la ubicación<br />
geográfica de las UEP.<br />
2.2. Componentes socio-ecológicos de las regiones SSEP<br />
Después de la regionalización, con los resultados de la entrevista a informantes<br />
clave, se estimaron porcentajes del número de respuestas afirmativas<br />
entre número de entrevistados sobre los componentes socio-ecológicos<br />
para describir características adicionales que distinguen las regiones (SSEP).<br />
Los componentes se describen a continuación.<br />
Organizaciones pesqueras y líderes. Tipo de organización pesquera a la<br />
que pertenecen, si es que pertenecen a alguna, ya sea frente, unión o<br />
federación de pescadores, y si reconocen que el trabajo del representante
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
121<br />
o líder ayuda a mejorar el sector pesquero en su localidad. Se describen<br />
las regiones (SSEP) que tienen los porcentajes más altos de informantes<br />
clave que pertenecen a organizaciones pesqueras y que reconocen un<br />
trabajo positivo de su líder.<br />
Comercialización y actividades económicas complementarias. Se describe<br />
el destino de los recursos pesqueros, ya sea local o nacional. Adicionalmente,<br />
se describen las regiones (SSEP) que tienen mayor variedad de<br />
comercialización, ya sea local o nacional.<br />
Áreas Naturales Protegidas. Se estimó el porcentaje de informantes clave<br />
por región (SSEP) que identifican la existencia de un Área Natural Protegida<br />
(ANP), ya sea cerca o en su localidad o en su zona de pesca. También<br />
se estimó el porcentaje de respuestas que indicaron que la principal<br />
función de las ANP es la protección y conservación de las especies.<br />
2.3. Descripción de los componentes socio-ecológicos<br />
Los componentes de cada región (SSEP) se presentaron por medio de un<br />
diagrama multidimensional (biograma). Los índices que se muestran<br />
gráficamente en el biograma representan el “estado de un sistema” de<br />
acuerdo con Sepúlveda (2008). El índice se estableció de 0 a 1 (del centro<br />
a la periferia), por lo que los porcentajes fueron transformados a proporción,<br />
clasificando los niveles de la siguiente manera: bajo (de 0 a 0.33),<br />
medio (de 0.34 a 0.66) y alto (de 0.67 a 1), dependiendo del porcentaje<br />
de respuestas que se obtuvieron de las entrevistas por cada región (SSEP).<br />
3. Resultados<br />
3.1. Regionalización del SSEP<br />
Se identificaron ocho regiones SSEP en el estado de Campeche (mapa 2).<br />
Cuatro regiones en la zona norte y cuatro regiones en la zona sur, que se<br />
distinguieron entre sí por sus características biofísicas, recursos pesqueros<br />
más importantes y el tipo de UEP.
122 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
Mapa 2<br />
Ubicación de las regiones SSEP (1-8)<br />
y sus características socio-ecológicas<br />
Fuente: elaboración propia con base en información de documentos gubernamentales.<br />
3.1.1. Región SSEP 1, localidad rural de Isla Arena<br />
El <strong>vol</strong>umen de captura promedio en el SSEP 1 fue de 2150 toneladas. El<br />
mayor <strong>vol</strong>umen fue de pulpo maya con 60.7%, con una temporada de<br />
captura de cuatro meses y medio (agosto a mediados de diciembre). El<br />
resto del año los pescadores capturan otras especies como los caracoles<br />
(tabla 1), con 2.0% de las capturas, y la corvina (Cynoscion spp.) con<br />
6.1%. Entre 2010 y 2012 se estableció la pesquería de pepino de mar,<br />
que representó 16.5% del peso desembarcado; sin embargo, esta pesquería<br />
actualmente tiene veda permanente en el estado.<br />
Todos los informantes clave tienen permisos de pesca de escama<br />
marina, y la mayoría, de pulpo (94%) y de caracol (61%) (figura 2). El<br />
SSEP 1 posee 106 Unidades Económicas Pesqueras (UEP). Esas UEP no<br />
están organizadas en frentes o uniones de pescadores, y 89.6% se clasifican<br />
en micro. La mayoría son permisionarios (n = 96), y 10 son cooperativas.<br />
Este SSEP tiene registrados 384 pescadores y 300 embarcaciones<br />
(tabla 1). La zona costera en donde se ubica este SSEP 1 tiene influencia<br />
de las Reservas de la Biosfera RBC y RBP, ambas consideradas como<br />
hábitat crítico de los recursos pesqueros costeros por sus amplias zonas<br />
de manglares (tabla 2).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
123<br />
Tabla 1<br />
Características de cada región que compone el Sistema Socio-Ecológico Pesquero (SSEP)<br />
para las pesquerías de pequeña escala de Campeche<br />
Región Oficinas de<br />
pesca<br />
Municipio Localidades<br />
pesqueras<br />
Características pesqueras<br />
Estacionalidad de las pesquerías UEP Embarcaciones<br />
SSEP 1 Isla Arena Calkiní Isla Arena Dinámica de la flota influida por la pesca de pulpo maya (agosto-diciembre),<br />
caracol (marzo-julio), cazón (abril-junio y septiembre-abril) y escama marina<br />
todo el año, principalmente corvina y boquinete.<br />
106 300<br />
SSEP 2 Campeche Campeche Campeche y<br />
Lerma<br />
Dinámica de la flota influida por la pesca de pulpo maya (agosto-diciembre),<br />
caracol (marzo-julio) y escama marina todo el año, principalmente, chac-chi,<br />
corvina y pargo.<br />
175 477<br />
SSEP 3 Seybaplaya Seybaplaya Villa<br />
Madero y<br />
Seybaplaya<br />
Dinámica de la flota influida por la pesca de pulpo maya (agosto-diciembre),<br />
caracol (marzo-julio) y escama marina, principalmente, jurel, sierra, bonito,<br />
bandera y macabí (enero-diciembre) y charal (noviembre-abril).<br />
40 402<br />
SSEP 4 Champotón Champotón Champotón Dinámica de la flota influida por la pesca de pulpo maya (agosto-diciembre),<br />
caracol (marzo-julio), y escama marina todo el año, principalmente, jurel,<br />
sierra y macabí.<br />
107 520<br />
SSEP 5 Sabancuy Carmen Sabancuy Dinámica de la flota influida por la pesca de pulpo maya (agosto-diciembre),<br />
jaiba, raya y de escama marina todo el año, principalmente, la sierra, jurel,<br />
bandera y huachinango.<br />
49 391<br />
SSEP 6 Isla aguada Carmen Isla aguada Dinámica de la flota influida por la pesca de jaiba y de escama marina todo<br />
el año, principalmente, sierra, jurel, robalo y corvina.<br />
75 264
124 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
Tabla 1 (continuación)<br />
Región Oficinas de<br />
pesca<br />
Municipio Localidades<br />
pesqueras<br />
Características pesqueras<br />
Estacionalidad de las pesquerías UEP Embarcaciones<br />
SSEP 7 Carmen Carmen Ciudad del<br />
Carmen<br />
Dinámica de la flota influida por la pesca de camarón siete barbas (octubreabril),<br />
jaiba, raya y escama marina todo el año, principalmente, robalo, chopa,<br />
corvina, bandera y pargo.<br />
74 504<br />
SSEP 8 Atasta Carmen Atasta, San<br />
Antonio<br />
Cárdenas,<br />
colonia<br />
Emiliano<br />
Zapata y<br />
Nuevo<br />
Campechito<br />
Dinámica de la flota influida por la pesca de camarón siete barbas (octubreabril),<br />
jaiba y escama marina todo el año, principalmente, bandera, chopa,<br />
robalo, jurel y sierra.<br />
43 479<br />
Fuente: elaboración propia con base en información del DENUE (Inegi, 2018) y trabajo de campo.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
125<br />
3.1.2. Región SSEP 2, localidades urbanas de San Francisco de Campeche<br />
y Lerma<br />
La captura promedio fue de 3627 toneladas. El pulpo maya tiene el mayor<br />
<strong>vol</strong>umen desembarcado (48.5%). Otra pesquería importante es la de<br />
caracol, con 4.7% de las capturas. El resto de las pesquerías se concentra<br />
en especies de escama marina, como el chac-chi (Haemulon plumierii)<br />
con 4.4%, y el jurel con 5.5%. La mayoría de los informantes clave tienen<br />
permisos de pesca de escama marina y de pulpo (94%) (figura 2).<br />
El SSEP 2 tiene 175 UEP (tabla 1), la mayoría son permisionarios<br />
(n = 100) que cuentan con 40 cooperativas, tres federaciones o comités de<br />
pescadores, y las otras 32, son otro tipo de organización (empresas relacionadas<br />
con la flota camaronera de mediana altura y empresas de maricultivo).<br />
De las UEP estudiadas 75.9% son micro. Este SSEP tiene registrados<br />
1181 pescadores y 477 embarcaciones. La zona costera donde se ubican<br />
las localidades de este SSEP tiene influencia de la RBP (tabla 2).<br />
Figura 2<br />
Porcentaje de usuarios que tienen permisos de pesca por<br />
recurso por cada región del SSEP<br />
Nota: en esta tabla se refieren las pesquerías de pequeña escala de Campeche y los recursos de<br />
mayor importancia comercial.<br />
Fuente: elaboración propia con base en información de trabajo de campo.
126 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
Tabla 2<br />
Regiones que componen el SSEP de las pesquerías de pequeña escala de Campeche<br />
Región<br />
(SSEP)<br />
El contexto biofísico<br />
Región costero-marina Zonas marinas Regiones Conanp Áreas Naturales Protegidas<br />
1 Zona norte con condiciones<br />
marinas de la provincia<br />
carbonatada<br />
Extensas zonas de manglares y amplia plataforma continental. Región de la Península<br />
de Yucatán y Mar<br />
Caribe<br />
2 De composición kárstica y amplia plataforma continental. Con amplia<br />
extensión de manglares; sirve como área de crianza de organismos<br />
bentónicos.<br />
RBC y RBLP<br />
RBLP<br />
3 Su composición es kárstica de carbonato de calcio, con línea costera<br />
protegida por los manglares, carece de playas, tiene pequeños accesos<br />
a la costa.<br />
4 Amplia plataforma con profundidades bajas y pendiente suave y<br />
prolongada. Pequeños bajos que forman barras cerca de la costa.<br />
Presencia del río Champotón.<br />
5 La zona sur: se sitúa en la<br />
provincia deltaica, de<br />
fuerte influencia estuarina.<br />
Presencia del sistema fluvio-lagunar estero de Sabancuy, formado por<br />
barreras de arena y manglar. Por fuera del estero, ya en aguas del Golfo<br />
de México, se despliegan varias playas de suave oleaje.<br />
6 Ubicación de la Boca de Puerto Real, que es entrada a la Laguna de<br />
Términos. En su porción oriental cuenta con una amplia plataforma.<br />
Región de la Planicie<br />
Costera y Golfo de<br />
México<br />
APFFLT<br />
APFFLT
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
127<br />
Tabla 2 (continuación)<br />
Región<br />
(SSEP)<br />
El contexto biofísico<br />
Región costero-marina Zonas marinas Regiones Conanp Áreas Naturales Protegidas<br />
7 Presencia de la Laguna de Términos, con aporte de sedimentos y el<br />
desarrollo de llanuras aluviales de los ríos.<br />
APFFLT<br />
8 Presencia del conjunto lagunar que rodea la Laguna de Términos, que<br />
está formado por más de 10 lagunas interiores. La zona costera frente<br />
a Emiliano Zapata limita con el río San Pedro, que es un brazo que<br />
deriva del Usumacinta.<br />
APFFLT<br />
Nota: en esta tabla se describen las regiones que componen el SSEP, con la zona costero-marina a la que pertenecen y su contexto biofísico (características de la zona marina,<br />
región Conanp y presencia de Áreas Naturales Protegidas). RBC: Reserva de la Biosfera de Celestún, RBLP: Reserva de la Biosfera los Petenes y APFFLT: Área de Protección de Flora<br />
y Fauna de la Laguna de Términos.<br />
Fuente: elaboración propia con base en información documental (DOF, 2014; Semarnat y Conanp, 2019; Flores-Hernández, 1994).
128 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
3.1.3. Región SSEP 3, localidades urbanas de Villa Madero y Seybaplaya<br />
En el SSEP 3, el <strong>vol</strong>umen de captura promedio fue de 6216 toneladas. El<br />
jurel es la especie de mayor <strong>vol</strong>umen de captura con 22.3%; seguido del<br />
pulpo maya con 21.6%. En temporada de veda de pulpo los pescadores<br />
capturan otras especies, como caracol, que representa 3.3%, y de escama<br />
marina, principalmente el charal (Anchoa hepsetus), con 12.3% del <strong>vol</strong>umen<br />
capturado. Todos los informantes clave tienen permisos de pesca de escama<br />
marina y de pulpo, y 25% tiene permiso de captura de caracol (figura 2).<br />
Los informantes clave reportan sus capturas en la oficina de pesca de<br />
Seybaplaya. Este SSEP tiene 40 UEP (tabla 1), donde la mayoría son<br />
permisionarios (n = 30), nueve cooperativas y un frente de pescadores;<br />
76.9% son micro. Tiene registrados 1551 pescadores y 402 embarcaciones.<br />
La zona costera de esta región, no forma parte de una ANP, sin<br />
embargo, algunas secciones de su línea costera están protegidas por poseer<br />
ecosistemas marinos como manglares (tabla 2).<br />
3.1.4. Región SSEP 4, localidad urbana de Champotón<br />
En este SSEP 4 el <strong>vol</strong>umen de captura fue de 6005 toneladas. El mayor<br />
<strong>vol</strong>umen de captura es de pulpo maya con 33.8%, y jurel con 29.4%; otras<br />
pesquerías importantes son la de caracol con 7.6%. Todos los informantes<br />
clave tienen permisos de pesca de escama marina, 88% de pulpo y 63%<br />
de caracol (figura 2). Este sistema tiene 107 UEP (tabla 1), 88 son permisionarios,<br />
17 cooperativas, y tres frentes o uniones de pescadores; de<br />
las UEP que se analizan, 89.5% se clasifican como micro. Tiene registrados<br />
1248 pescadores y 520 embarcaciones. La topografía del fondo marino<br />
tiene pequeños bajos que forman barras cercanas a la costa, producidos<br />
por el acarreo de sedimentos provenientes del río Champotón, del canal<br />
de Yucatán y del sistema de manglar. Este SSEP no tiene ANP (tabla 2).<br />
3.1.5. Región SSEP 5, localidad urbana de Sabancuy<br />
En este SSEP 5 el <strong>vol</strong>umen de captura promedio fue de 3441 toneladas.<br />
El mayor <strong>vol</strong>umen se concentra en las pesquerías de escama marina, como<br />
la de jurel con 26.9%, sierra (Scomberomorus maculatus) con 13.9% y<br />
bagre bandera (Bagre marinus) con 10.1%. También son importantes la<br />
pesquería de pulpo maya con 10.3% y la de jaiba con 7.9%. Todos los<br />
informantes clave tienen permisos de pesca de escama marina, para la mayoría<br />
está permitida la captura de pulpo (72%) y jaiba (56%) (figura 2). Este<br />
SSEP tiene 49 UEP (tabla 1), de las cuales 28 son cooperativas, 19 son<br />
permisionarios y el resto (n = 2) son otro tipo de organización (bodegas
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
129<br />
que tiene por actividad la compra y venta de pescados y mariscos). De<br />
dichas UEP, 51.1% son de tipo micro y tiene registrados 678 pescadores<br />
y 391 embarcaciones. En este SSEP se encuentra el estero de Sabancuy<br />
formado por barreras de arena y manglar. Esta región forma parte de la<br />
ANP APFFLT (tabla 2).<br />
3.1.6. Región SSEP 6, localidad urbana de Isla Aguada<br />
En este SSEP 6 el <strong>vol</strong>umen de captura fue de 4579 toneladas. La pesquería<br />
de jaiba tiene el mayor <strong>vol</strong>umen de captura con 31.8%. Otras especies<br />
importantes son de escama marina, como sierra con 12.8%, jurel con<br />
12.7%, y robalo (Centropomus undecimalis) con 9.2%. Todos los informantes<br />
clave tienen permisos de pesca de escama marina, la mayoría tiene<br />
permitido capturar jaiba (82%) y, 47%, tiburón (figura 2). Este SSEP<br />
tiene 75 UEP (tabla 1), 43 permisionarios, 30 cooperativas, una unión<br />
de pescadores y una bodega que tiene por actividad la compra y venta de<br />
pescados y mariscos. De las UEP de esta región 64.9% son micro y tienen<br />
registrados 498 pescadores y 264 embarcaciones. Este SSEP se encuentra<br />
en la APFFLT (tabla 2).<br />
3.1.7. Región SSEP 7, localidad urbana de Ciudad del Carmen<br />
En este SSEP 7 el <strong>vol</strong>umen de captura promedio fue de 3285 toneladas. El<br />
mayor <strong>vol</strong>umen de captura fue para la pesquería de camarón siete barbas<br />
con 23.7%, seguida de la pesquería de robalo con 23.2%. También son<br />
importantes otras pesquerías de escama marina como la corvina con 6.5%,<br />
la chopa (Lobotes surinamensis) con 6.2%, y pargos con 3.8%. Todos los<br />
informantes clave tienen permisos de pesca de escama marina y la mayoría,<br />
de camarón siete barbas (88%) (figura 2). Este SSEP 7 tiene 74 UEP<br />
(tabla 1), de las cuales, 68 son cooperativas, cinco son permisionarios, una<br />
unión de pescadores y cinco son otro tipo de organización (empresas relacionadas<br />
a la flota camaronera de mediana altura). De tales UEP, 73% se<br />
clasifican en pequeñas. El SSEP tiene registrados 1162 pescadores y 504<br />
embarcaciones. Este SSEP se encuentra en la APFFLT (tabla 2).<br />
3.1.8. Región SSEP 8, localidades rurales de Nuevo Campechito, colonia<br />
Emiliano Zapata y localidades urbanas San Antonio Cárdenas y Atasta<br />
En este SSEP 8 el <strong>vol</strong>umen de captura fue de 1762 toneladas. La pesquería<br />
de jaiba representa 35.8% de las capturas, el camarón siete barbas<br />
16.9% y el robalo 11.3%. La mayoría de los informantes clave tienen<br />
permisos de pesca de escama marina (94%), 47.5%, de jaiba y, 27%, de
130 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
camarón siete barbas (figura 2). El SSEP 8 tiene 43 UEP (tabla 1), 31 son<br />
cooperativas y 12 son permisionarios. De dichas UEP, 62.8% se clasifican<br />
en pequeñas. Tiene registrados 1050 pescadores y 479 embarcaciones.<br />
Este SSEP 8 tiene lagunas interiores dulceacuícolas y marinas que son un<br />
importante hábitat para la crianza, el crecimiento y la alimentación de<br />
diversas especies marinas, y se encuentra en la APFFLT (tabla 2).<br />
3.1.9. Componentes socio-ecológicos de las regiones SSEP<br />
Las regiones SSEP con mayor cantidad de informantes clave que pertenecen<br />
a algún tipo de organización pesquera, ya sea, frente, unión o<br />
federación de pescadores, son SSEP 7 con 93.8%, SSEP 6 con 82.4%,<br />
SSEP 8 con 80%, SSEP 3 con 75%, y SSEP 5 con 66.7%. Sin embargo,<br />
un reconocimiento por la mayoría de los usuarios al trabajo del líder<br />
pesquero sólo ocurre en el SSEP 6 con 94.1%, SSEP 2 con 82.4% y SSEP<br />
3 con 68.8% (figura 3a). En el SSEP 6 existen dos líderes pesqueros, pero,<br />
sólo uno de ellos genera confianza en 88% de los informantes clave,<br />
porque mantiene informado al sector y está trabajando para mejorar la<br />
actividad pesquera. En el SSEP 3, los informantes clave identifican cinco<br />
líderes pesqueros (cada uno con su propia asociación pesquera), por lo<br />
que la aceptación de los líderes está dividida.<br />
Figura 3<br />
Biogramas con los componentes de las regiones que componen el<br />
SSEP de Campeche<br />
Nota: en esta figura se muestran las proporciones de respuestas de los informantes clave con<br />
respecto a: a) pertenencia a organizaciones pesqueras (OP), y aceptación de líderes pesqueros (LP);<br />
b) conocimiento sobre presencia de Áreas Naturales Protegidas (ANP), y conocimiento sobre la<br />
función de las ANP; c) participación en actividades complementarias a la pesca (AC), en comercio<br />
local (CL), y en comercio nacional (CN).<br />
Fuente: elaboración propia con base en información de trabajo de campo.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
131<br />
El conocimiento de la presencia de ANP en su localidad o zonas de<br />
pesca es alto en el SSEP 7 con 100%, el SSEP 1 con 72.2%, y el SSEP<br />
8 con 66.7%. Sin embargo, el conocimiento sobre la función de las<br />
ANP sólo es alto en el SSEP 1 (con 83.3%) (figura 3b). El SSEP 8 es<br />
el único que muestra alta dependencia a actividades económicas complementarias<br />
a la pesca, con 66.7% (figura 3c). En esta región SSEP, las<br />
actividades complementarias a la pesca más comunes son las primarias con<br />
40%, como la acuacultura, la ganadería o la agricultura, y terciarias,<br />
con 26.6%, como el transporte público o el comercio al por menor de<br />
abarrotes y alimentos. La mayoría de las regiones SSEP tienen alto grado<br />
de comercio local de sus productos pesqueros, SSEP 2 (100%), SSEP 7<br />
(93.8%), SSEP 5 (77.8%), SSEP 3 (75%), SSEP 1 y SSEP 8 (66.7%).<br />
Los SSEP con alto grado de comercio nacional son el SSEP 6 (94.1%), el<br />
SSEP 8 (86.7%), el SSEP 1 (77.8%) y el SSEP 7 (68.8%) (figura 3c).<br />
4. Discusión<br />
En México, la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables (LGPAS)<br />
y su reglamento mencionan que los instrumentos de política pesquera<br />
(programas de ordenamiento, los planes de manejo) deben contener<br />
aspectos sociales y ecológicos (DOF, 2007), y seguir criterios de manejo<br />
regionalizado, considerar aspectos del ecosistema, características socioeconómicas,<br />
movilidad de las flotas, entre otros (DOF, 2018b). Adicionalmente,<br />
en el documento de Políticas de Ordenamiento para la Pesca y<br />
Acuacultura Sustentables se establece que se requiere un enfoque que<br />
incluya aspectos biológicos, ecosistémicos, sociales, económicos y jurídicoadministrativos<br />
para que el sistema pesquero sea sustentable (Conapesca,<br />
2010). No obstante, la unidad para el manejo de los recursos pesqueros<br />
en México se sigue estableciendo por especie o grupos de especies objetivo<br />
y no de manera regionalizada. Existen 21 planes de manejo pesquero por<br />
recurso o grupo de recursos en México (Peña-Puch et al., 2020), y sólo dos<br />
planes de manejo por sistema con su conjunto de recursos y usuarios: el<br />
Plan de Manejo Pesquero del Sistema Lagunar Carmen-Pajonal-Machona,<br />
Tabasco, Golfo de México (Carrillo et al., 2012), y el Plan de Manejo<br />
Pesquero Ecosistémico del Sistema Lagunar Altata-Ensenada del Pabellón,<br />
ubicado en los municipios de Na<strong>vol</strong>ato y Culiacán, del estado de Sinaloa<br />
(DOF, 2019).<br />
Actualmente, existen en Campeche planes de manejo pesquero para<br />
seis especies o grupos de especies (caracoles, pulpo, pepino de mar, camarón<br />
siete barbas, robalo y mero), a pesar de que la mayoría de los usuarios<br />
son los mismos, dado que los permisionarios y las cooperativas cuentan
132 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
con permiso de pesca para al menos dos recursos pesqueros. El esquema<br />
de manejo por recurso hace que se visualicen de manera aislada problemas<br />
que son comunes a las diferentes pesquerías, y que cada usuario deba<br />
integrarse en la planeación de manejo de cada una de las pesquerías en<br />
las que participa, en lugar de que se in<strong>vol</strong>ucren y se apropien de un plan<br />
de manejo, en el que se atiendan los problemas relacionados a sus contextos<br />
locales.<br />
El manejo espacial por región SSEP, que integra localidades con su<br />
diversidad de usuarios, de recursos pesqueros, su modo de gobernanza, y<br />
que comparten dinámicas y características de pesca similares, ayuda a<br />
visualizar los objetivos de manejo comunes; algo que se dificulta visualizar<br />
cuando se establecen planes de manejo por cada recurso pesquero de una<br />
región determinada (Pérez-Jiménez et al., 2016). Un ejemplo de delimitación<br />
espacial de unidades de manejo pesquero en México se describe en<br />
Leslie et al. (2015), quienes realizaron el mapeo de SSEP para las localidades<br />
con pesquerías de pequeña escala en la costa de Baja California Sur;<br />
por lo que ya se han iniciado esfuerzos de investigación para encaminar<br />
a las pesquerías de pequeña escala hacia un manejo regionalizado. Emplear<br />
como unidad de manejo a los SSEP y su regionalización, puede ayudar a<br />
mejorar el manejo de las pesquerías, ya que se da una interpretación de<br />
los contextos locales, de las relaciones humano-ambiente y los recursos<br />
naturales (Wyborn and Bixler, 2013).<br />
4.1. Las regiones SSEP tienen una combinación<br />
de características únicas<br />
Las ocho regiones SSEP tienen una combinación de características únicas,<br />
desde el punto de vista del contexto físico, <strong>vol</strong>umen de captura y esfuerzo<br />
pesquero, así como de la dinámica de la flota. Cabe señalar que a diferencia<br />
de la metodología de Leslie et al. (2015), en el presente estudio no se<br />
hacen polígonos de pesca, sino que la regionalización se centra en la<br />
dinámica de las pesquerías, en donde el contexto biofísico desempeña un<br />
papel importante, porque determina la diversidad y abundancia estacional<br />
de los recursos. Además, en el presente estudio, una de las fuentes de<br />
información fueron entrevistas a informantes clave de las localidades<br />
pesqueras, en cambio Leslie et al. (2015) realizó entrevistas a los investigadores<br />
y administradores de la conservación.<br />
Las características en los subsistemas (unidad de recurso, usuarios,<br />
sistema de recursos y gobernanza) y su interrelación producen una conducta<br />
única en cada SSEP (Defeo et al., 2007). En el presente estudio, las variaciones<br />
de la disponibilidad de los recursos pesqueros entre las regiones<br />
SSEP se relaciona con el contexto biofísico de la zona costero-marina. Por
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
133<br />
otra parte, las diferencias en las organizaciones pesqueras que componen<br />
las regiones SSEP conciernen a las diferentes formas de acceso a la pesca<br />
(ya sea como permisionarios o como cooperativistas), y la disponibilidad<br />
de permisos de pesca que tienen para diversos recursos pesqueros.<br />
Para describir las características socio-ecológicas de las regiones SSEP<br />
aún quedan factores por considerar como la pesca ilegal, no declarada y<br />
no documentada, ya sea por pescadores sin permiso o por el uso de equipos<br />
y métodos de pesca no permitidos, además de la cadena de valor de<br />
los recursos marinos y la relación entre los usuarios del sistema de gobernanza.<br />
De cualquier manera, la información recopilada y generada en el<br />
presente estudio para regionalizar y caracterizar los SSEP a partir de las<br />
variables socio-ecológicas, puede usarse también para la evaluación del<br />
potencial de sustentabilidad de cada región SSEP (Leslie et al., 2015) y<br />
para la posterior instrumentación de manejo pesquero regionalizado.<br />
4.2. En las regiones SSEP de la zona norte hay mayor cantidad de<br />
usuarios y de UEP<br />
El tamaño de las regiones SSEP es muy importante para que puedan fungir<br />
como unidades de manejo pesquero. En las regiones SSEP muy pequeñas<br />
se puede perder la comprensión de las dinámicas sociales y ecológicas<br />
que suceden a una escala espacial mayor; y en una región SSEP muy grande<br />
se presentan dificultades para describir y comprender procesos sociales que<br />
in<strong>vol</strong>ucren a mayor cantidad de usuarios y procesos ecológicos que impliquen<br />
más factores biofísicos y recursos pesqueros (Pérez-Jiménez et al.,<br />
2016). Además, se ha reconocido que los usuarios con sistemas de dimensión<br />
moderada tienen más probabilidades de autoorganizarse (Wilson et<br />
al., 2007; Ostrom, 2009) y establecer medidas de manejo más eficientes.<br />
Así, a pesar de que en las regiones SSEP de la zona norte del presente estudio<br />
hay mayor cantidad de usuarios y de UEP, el número de embarcaciones<br />
no es tan variable entre las regiones SSEP de ambas zonas (norte y sur).<br />
4.3. La mayoría de los usuarios están agregados en organizaciones<br />
pesqueras<br />
La mayoría de los usuarios se agrupan en organizaciones pesqueras que<br />
tiene un líder, no obstante, en pocas regiones SSEP se reconoce un trabajo<br />
positivo de estos líderes pesqueros. Gutiérrez et al. (2011) resalta que el<br />
liderazgo es crítico para el éxito de las pesquerías. Sin embargo, para que<br />
los líderes influyan en el cumplimiento de las normas formales y ayuden<br />
a la resolución de conflictos deben guiarse por intereses colectivos antes<br />
que los propios (Feelders, 1999).
134 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
Una de las problemáticas de la pesca ribereña de Campeche es que se<br />
define a las organizaciones pesqueras como estructuras sociales de presión<br />
política para la solicitud de recursos económicos (Botello Ruvalcaba et<br />
al., 2010). Consideramos necesario que las organizaciones pesqueras<br />
participen en la solución de los problemas que enfrenta el sector, por lo<br />
que se requiere mayor investigación para identificar los mecanismos<br />
apropiados que garanticen la rendición de cuentas y transparencia de los<br />
líderes de esas organizaciones pesqueras (Finkbeiner and Basurto, 2015),<br />
ya que en la mayoría de las regiones SSEP no se percibe como positivo el<br />
trabajo de los líderes pesqueros.<br />
4.4. En las regiones SSEP se realizan escasas actividades<br />
complementarias a la pesca<br />
Otra problemática de la pesca ribereña de Campeche es la ineficaz estrategia<br />
de comercialización de los pescadores, ya que tienden a esperar la llegada<br />
de los compradores foráneos para comercializar su captura (Botello Ruvalcaba<br />
et al., 2010). En la mayoría de los SSEP identificados en el presente<br />
estudio, los usuarios tienden a comercializar sus productos pesqueros a<br />
nivel local, a través de intermediarios. Sin embargo, si los pescadores no<br />
tienen la capacitación o el interés para darle valor agregado a los recursos<br />
y para buscar nuevos canales de distribución es muy probable que no se<br />
solucione esta problemática.<br />
Con una mayor participación de los pescadores en las cadenas de valor,<br />
se pueden generar múltiples beneficios para las localidades pesqueras (Gutiérrez<br />
et al., 2011). Por ello, los pescadores requieren asociarse y capacitarse<br />
para gestionar el acceso al financiamiento, negociar acuerdos colectivos con<br />
los compradores y desarrollar sus propios canales de comercialización<br />
(Jiménez-Badillo, 2008). Adicionalmente, las regiones SSEP de Campeche<br />
se componen en su mayoría por localidades urbanas, y aunque los usuarios<br />
tienen mayores posibilidades para realizar otras actividades económicas que<br />
los que residen en áreas rurales, tal como lo describe Tannerfeldt and Ljung<br />
(2006), se determinó que son muy pocos los que realizan actividades complementarias<br />
a la pesca, lo que genera mayor exposición de los pescadores<br />
ante las problemáticas complejas que enfrenta el sector.<br />
4.5. Pocos informantes clave tienen conocimiento sobre la presencia<br />
y función de las ANP<br />
Se identificó en el presente estudio que a pesar de que en la mayoría de<br />
las regiones SSEP se encuentra por lo menos una ANP, son pocos los<br />
usuarios que tienen conocimiento sobre su presencia y función. Por lo
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
135<br />
que se debe fortalecer el conocimiento de los pescadores sobre la función<br />
de las ANP, así como incluirlos en la implementación de medidas de<br />
manejo en estas áreas. Con el fin de recuperar la biomasa de los recursos<br />
marinos y mantener la salud del ecosistema, los pescadores pueden establecer<br />
zonas <strong>vol</strong>untarias de no captura, ya que estos esquemas de manejo<br />
son más efectivos que otras formas de ANP que tienen mayor restricción<br />
en el acceso (Rife et al., 2013; Sala and Giakoumi, 2018).<br />
Las áreas protegidas costero-marinas consideradas como estrategias de<br />
manejo y para la conservación del ecosistema marino que incentiva la sustentabilidad<br />
de las pesquerías (Castilla, 2000), deben vincularse a la dinámica<br />
socio-ecológica de las localidades del área. Sin embargo, gran parte de su<br />
éxito depende de las actitudes de los pescadores hacia esta estrategia de<br />
manejo (Pita et al., 2011); por ello, su capacitación y participación informada<br />
puede generar resultados satisfactorios (Ayer et al., 2018).<br />
Conclusiones<br />
Se identificaron ocho regiones SSEP en el estado de Campeche que tienen<br />
una combinación de características únicas, desde el punto de vista del<br />
contexto físico, <strong>vol</strong>umen de captura y esfuerzo pesquero, y dinámica de la<br />
flota. Las regiones de la zona norte tienen una mayor cantidad de usuarios<br />
y de las UEP, y en ambas zonas, la mayoría de los usuarios están agregados<br />
en organizaciones pesqueras que tienen un líder. Sin embargo, en<br />
pocas regiones SSEP se reconoce un trabajo positivo de esos líderes, lo<br />
que requiere especial atención, dado que se ha demostrado que estos<br />
actores pueden contribuir a la sustentabilidad de las pesquerías.<br />
Otra característica de las regiones SSEP que debe considerarse en el<br />
manejo es que existen pocas actividades complementarias a la pesca, por<br />
lo que las localidades pesqueras dependen principalmente de esta actividad,<br />
lo que imposibilita implementar acciones eficaces que reduzcan<br />
sustancialmente el esfuerzo de pesca. Asimismo, pocos informantes clave<br />
tienen conocimiento sobre la presencia y función de las ANP, las cuales<br />
son parte de una estrategia de conservación que podría contribuir a la<br />
sustentabilidad de las pesquerías, como lo han demostrado diversos<br />
estudios. Finalmente, se necesita más investigación para comprender e<br />
implementar las medidas de manejo que aborden las problemáticas que<br />
enfrenta el sector pesquero en las regiones SSEP de Campeche; mientras<br />
tanto, la identificación de las unidades de manejo regionales y su caracterización<br />
son un avance.
136 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
Agradecimientos<br />
Especialmente a los pescadores y permisionarios de Campeche. Además,<br />
queremos agradecer a G. Williams-Jara que realizó los mapas. Este estudio<br />
forma parte de la tesis doctoral del primer autor apoyada por el Conacyt<br />
274360. Además, expresamos nuestra gratitud a los revisores anónimos,<br />
cuyos comentarios nos ayudaron a mejorar nuestro manuscrito original.<br />
Fuentes consultadas<br />
Ayer, Austin; Fulton, Stuart; Caamal-Madrigal, Jacobo Alejandro and<br />
Espinoza-Tenorio, Alejandro (2018), “Halfway to Sustainability:<br />
Management Lessons from Community-Based, Marine no-Take<br />
Zones in the Mexican Caribbean”, Marine Policy, <strong>vol</strong>. 93, Nueva<br />
York, Elsevier Ltd, pp. 22-30, doi: 10.1016/j.marpol.2018.03.008<br />
Berkes, Fikret (2003), “Alternatives to Conventional Management: Lessons<br />
from Small-Scale Fisheries”, Environments. A Jornal of Interdisciplinary<br />
Studies, 31 (1), Ontario, Wilfrid Laurier University,<br />
pp. 5-20.<br />
Berkes, Fikret; Mahon, Robin; McConney, Patrick; Pollnac, Richard and<br />
Pomeroy, Robert (2001), Managing Small-scale Fisheries: Alternative<br />
Directions and Methods, Ottawa, International Development<br />
Research Centre.<br />
Botello Ruvalcaba, Martín; Villaseñor Talavera, Raúl y Mezo Villalobos,<br />
Sofía (eds.) (2010), Ordenamiento pesquero ribereño marino:<br />
informe de ejecución 2010, Ciudad de México, Comisión Nacional<br />
de Acuacultura y Pesca-Secretaría de Agricultura, Ganadería,<br />
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.<br />
Branch, Trevor; Jensen, Olaf; Ricard, Daniel; Ye, Yimin and Hilborn, Ray<br />
(2011), “Contrasting Global Trends in Marine Fishery Status<br />
Obtained from Catches and from Stock Assessments”, Conservation<br />
Biology, 25 (4), Washington D. C., Society for Conservation<br />
Biology, pp. 777-786, doi: 10.1111/j.1523-1739.2011.01687.x<br />
Carrillo Alejandro, Patricia; Quiroga Brahms, Cecilia; Castañeda-Chávez,<br />
María del Refugio; Wakida-Kusunoki, Armando; Márquez García,<br />
Erik; Lorán Núñez, Rosa María; Martínez Isunza, Francisco
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
137<br />
Rolando; Villanueva Fortanelli, José de Jesús; Lango-Reynoso,<br />
Fabiola; Romero-Hernández, Elizabeth; Galaviz-Villa, Itzel;<br />
Galindo-Cortes, Gabriela y Zárate-Noble, Víctor (2012), Plan<br />
de manejo pesquero del sistema lagunar Carmen-Pajonal-Machona,<br />
Tabasco. Para una actividad pesquera sustentable, Ciudad de<br />
México, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural,<br />
Pesca y Alimentación.<br />
Castilla, Juan Carlos (2000), “Roles of Experimental Marine Ecology in<br />
Coastal Management and Conservation”, Journal of Experimental<br />
Marine Biology and Ecology, 250 (1-2), Nueva York, Elsevier Ltd,<br />
pp. 3-21, doi: 10.1016/S0022-0981(00)00177-5<br />
Castilla, Juan Carlos and Defeo, Omar (2001), “Latin American Benthic<br />
Shellfisheries: Emphasis on Co-Manageent and Experimental<br />
Practices”, Reviews in Fish Biology and Fisheries, 11 (1), Berlín,<br />
Springer, pp. 1-30, doi: 10.1023/A:1014235924952<br />
Chuenpagdee, Ratana and Jentoft, Svein (2007), “Step Zero for Fisheries<br />
Co-Management: What Precedes Implementation”, Marine Policy,<br />
31 (6), Nueva York, Elsevier Ltd, pp. <strong>65</strong>7-668, doi: 10.1016/j.<br />
marpol.2007.03.013<br />
Conapesca (Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca) (2017), “Producción<br />
pesquera. Datos y recursos”, Ciudad de México, Sagarpa,<br />
, 20<br />
de octubre de 2019.<br />
Conapesca (Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca) (2010), Políticas<br />
de ordenamiento para la Pesca y Acuacultura Sustentables, en el<br />
marco de Programa Rector de Pesca y Acuacultura. Ciudad de<br />
México, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural,<br />
Pesca y Alimentación.<br />
Defeo, Omar (2015), “Enfoque ecosistémico pesquero. Conceptos fundamentales<br />
y su aplicación en pesquerías de pequeña escala de<br />
América Latina”, Documento Técnico de Pesca y Acuicultura No.<br />
592, Roma, FAO.<br />
Defeo, Omar and Castilla, Juan Carlos (2005), “More than One Bag for<br />
the World Fishery Crisis and Keys for Co-management Successes<br />
in Selected Artisanal Latin American Shellfisheries”, Reviews in
138 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
Fish Biology and Fisheries, 15 (3) Berlín, Springer, pp. 2<strong>65</strong>-283,<br />
doi: 10.1007/s11160-005-48<strong>65</strong>-0<br />
Defeo, Omar; Mcclanahan, Tim and Castilla, Juan Carlos (2007), “A<br />
Brief History of Fisheries Management with Emphasis on Societal<br />
Participatory Roles”, en Tim McClanahan and Juan Carlos<br />
Castilla (eds.), Fisheries Management: Progress Towards Sustainability,<br />
Oxford, Blackwell Publishing, pp. 1-21, doi: 10.1002/<br />
9780470996072.ch1<br />
DOF (Diario Oficial de la Federación) (2019) “Acuerdo por el que se da<br />
a conocer el Plan de Manejo Pesquero Ecosistémico del Sistema<br />
Lagunar Altata-Ensenada del Pabellón, ubicado en los municipios<br />
de Na<strong>vol</strong>ato y Culiacán, del Estado de Sinaloa”, 24 de septiembre,<br />
Ciudad de México, Segob.<br />
DOF (Diario Oficial de la Federación) (2018a), “Carta Nacional Pesquera”,<br />
11 de junio, Ciudad de México, Segob.<br />
DOF (Diario Oficial de la Federación) (2018b), “Reglamento de la Ley<br />
General de Pesca y Acuacultura Sustentables”, 10 de agosto,<br />
Ciudad de México, Segob.<br />
DOF (Diario Oficial de la Federación) (2014), “Plan de Manejo Pesquero<br />
de las especies de caracol del litoral del Estado de Campeche”, 25<br />
de marzo, Ciudad de México, Segob.<br />
DOF (Diario Oficial de la Federación) (2012), “Carta Nacional Pesquera”,<br />
24 de agosto, Ciudad de México, Segob.<br />
DOF (Diario Oficial de la Federación) (2007), “Ley General de Pesca y<br />
Acuacultura Sustentables”, 24 de julio, Ciudad de México, Segob.<br />
Espinoza-Tenorio, Alejandro; Espejel, Ileana; Wolff, Matthias y Zepeda-<br />
Domínguez, José Alberto (2011), “Contextual Factors Influencing<br />
Sustainable Fisheries in Mexico”, Marine Policy, 35 (3), Nueva<br />
York, Elsevier Ltd, pp. 343-350, https:// doi.org/10.1016/j.<br />
marpol.2010.10.014<br />
Feelders, Ad (1999), “Handling Missing Data in Trees: Surrogate Splits or<br />
Statistical Imputation?”, en Jan Zytkow and Jan Rauch (eds.),<br />
Principles of Data Mining and Knowledge Discovery, Lecture Notes<br />
in Artíficial Intelligence, núm. 1704, Berlín, Springer, pp. 329-334.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
139<br />
Fernández Méndez, José Ignacio; Álvarez Torres, Porfirio; Arreguín-<br />
Sánchez, Francisco; López Lemus, Luis; Ponce-Díaz, Germán;<br />
Díaz de León, Antonio; Arcos Huitrón, Enrique and Del Monte<br />
Luna, Pablo (2011), “Coastal Fisheries of Mexico”, en Silvia Salas,<br />
Ratana Chuenpagdee, Anthony Charles and Juan Carlos Seijo,<br />
Coastal fisheries of Latin America and the Caribbean, Technical Paper<br />
No. 544. Roma, FAO, Fisheries and Aquaculture, pp. 231-284.<br />
Finkbeiner, Elena and Basurto, Xavier (2015), “Re-defining Co-management<br />
to Facilitate Small-Scale Fisheries Reform: An Illustration<br />
from Northwest Mexico”, Marine Policy, <strong>vol</strong>. 51, Nueva York,<br />
Elsevier Ltd, pp. 433-441, doi: 10.1016/j.marpol.2014.10.010<br />
Flores-Hernández, Domingo (1994), “El papel de la pesca artesanal en<br />
el estado de Campeche”, Jaina Boletín Informativo, 5 (2), Campeche,<br />
Universidad Autónoma de Campeche, pp. 1-9.<br />
Flores-Hernández, Domingo; Markaida, Unai; Pérez-Jiménez, Juan Carlos<br />
y Ramos-Miranda, Julia (2010) “Las pesquerías”, en Guillermo<br />
Villalobos-Zapata y Jorge Mendoza (coords.), La Biodiversidad<br />
en Campeche: Estudio de Estado, Campeche, Comisión Nacional<br />
para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad-Gobierno del<br />
Estado de Campeche-Universidad Autónoma de Campeche-El<br />
Colegio de la Frontera Sur, pp. 580-587.<br />
Folke, Carl (2006), “Resilience: The Emergence of a Perspective for Social-<br />
Ecological Systems Analyses”, Global Environmental Change, 16<br />
(3), Nueva York, Elsevier Ltd, pp. 253-267.<br />
Gallopin, Gilberto; Funtowicz, Silvio; O’Connor, Martin and Ravetz,<br />
Jerry (2001), “Science for the Twenty-First Century: From Social<br />
Contract to the Scientific Core”, International Social Science<br />
Journal, 53 (168), Oxford, Blackwell Publishers, pp. 219-229,<br />
doi: 10.1111/1468-2451.00311<br />
Garcia, Serge and Cochrane, Kevern (2005), “Ecosystem approach to<br />
fisheries: A review of implementation guidelines”, ICES Journal<br />
of Marine Science, 62 (3), Oxford, Oxford University Press Nueva<br />
York, Elsevier Ltd, pp. 311-318, doi: 10.1016/j.icesjms.2004.12.003<br />
Gutiérrez, Nicolás; Hilborn, Ray and Defeo, Omar (2011), “Leadership,<br />
Social Capital and Incentives Promote Successful Fisheries”,
140 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
Nature, 470 (7334), Londres, Nature Publishing Group, pp. 386-<br />
389, doi: 10.1038/nature09689<br />
INE y Semarnap (Instituto Nacional de Ecología y Secretaría de Medio<br />
Ambiente, Recursos Naturales y Pesca) (1997), Programa de<br />
Manejo del Área de Protección de Flora y Fauna Laguna de Términos,<br />
Ciudad de México, Instituto Nacional de Ecología.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2018), “Directorio<br />
Estadístico Nacional de Unidades Económicas”, Aguascalientes,<br />
Inegi, , 20 de octubre de 2019.<br />
Jentoft, Svein (2000), “The Community: A Missing Link of Fisheries<br />
Management”, Marine Policy, 24 (1), Nueva York, Elsevier Ltd,<br />
pp. 53-59, doi: 10.1016/S0308-597X(99)00009-3<br />
Jiménez Badillo, Lourdes (2008), “Management Challenges of Small-Scale<br />
Fishing Communities in a Protected Reef System of Veracruz,<br />
Gulf of Mexico”, Fisheries Management and Ecology, 15 (1), Londres,<br />
Wiley-Blackwell Publishing, pp. 19-26, doi:<br />
10.1111/j.13<strong>65</strong>-2400.2007.005<strong>65</strong>.x<br />
Kemp, George Paul; Day Jr., John; Yáñez-Arancibia, Alejandro and<br />
Peyronnin, Natalie (2016), “Can Continental Shelf River Plumes<br />
in the Northern and Southern Gulf of Mexico Promote Ecological<br />
Resilience in a Time of Climate Change?”, Water, 8 (3),<br />
Basel, Multidisciplinary Digital Publishing Institute, pp. 1-18.<br />
Leslie, Heather; Basurto, Xavier; Nenadovic, Mateja; Sievanen, Leila;<br />
Cavanaugh, Kyle; Cota Nieto, Juan José; Erisman, Brad; Finkbeiner,<br />
Elena; Hinojosa-Arango, Gustavo; Moreno-Báez, Marcia;<br />
Nagavarapu, Sriniketh; Reddy, Sheila; Sánchez-Rodríguez,<br />
Alexandra; Siegel, Katherine; Ulibarria-Valenzuela-Ulibarria, José<br />
Juan; Weaver, Amy Hudson and Aburto-Oropeza, Octavio<br />
(2015), “Operationalizing the Social-Ecological Systems Framework<br />
to Assess Sustainability”, Proceedings of the National<br />
Academy of Sciences of the United States of America, 112 (19),<br />
Washington D. C., The National Academy of Sciences of the<br />
USA, pp. 5979-5984, doi: 10.1073/pnas.1414640112<br />
McClanahan, Tim and Castilla, Juan Carlos (2007), Fisheries Management:<br />
Progress Towards Sustainability, Oxford, Wiley-Blackwell.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
141<br />
Ostrom, Elinor (2009), “A General Framework for Analyzing Sustainability<br />
of Social-Ecological Systems”, Science, 325 (5939), Washington<br />
D. C., American Association for the Advancement of Science,<br />
pp. 419-422, doi: 10.1126/science.1172133<br />
Ostrom, Elinor (2007), “A diagnostic approach for going beyond panaceas”,<br />
Proceedings of the National Academy of Sciences of the United<br />
States of America, 104 (39), Washington D. C., The National<br />
Academy of Sciences of the USA, pp. 15181-15187, doi: 10.1073/<br />
pnas.0702288104<br />
Pahl-Wostl, Claudia (2007), “The Implications of Complexity for Integrated<br />
Resources Management”, Environmental Modelling and<br />
Software, 22 (5), Nueva York, Elsevier Ltd, pp. 561-569, doi:<br />
10.1016/j.envsoft.2005.12.024<br />
Peña-Puch, Angelina; Pérez-Jiménez, Juan Carlos and Espinoza-Tenorio,<br />
Alejandro (2020), “Advances in the Study of Mexican Fisheries<br />
with the Social-Ecological System (SES) Perspective and its<br />
Inclusion in Fishery Management Policy”, Ocean & Coastal<br />
Management, 185 (1), Nueva York, Elsevier Ltd, pp. 1-6, doi:<br />
10.1016/j.ocecoaman.2019.1050<strong>65</strong><br />
Pérez-Jiménez, Juan Carlos; Peña-Puch, Angelina; Méndez-Loeza, Iván;<br />
Giard-Leroux, Audrée; Flores-Ramos, Edson y López Rasgado,<br />
Fransisco Javier (2016), “Las pesquerías artesanales de elasmobranquios<br />
como parte de sistemas pesqueros complejos en el sur<br />
del Golfo de México”, Ciencia Pesquera, 24 (especial), Ciudad de<br />
México, Instituto Nacional de Pesca, pp. 113-124.<br />
Pita, Cristina; Pierce, Graham; Theodossiou, Ioannis and Macpherson,<br />
Karen (2011), “An Overview of Commercial Fishers’ Attitudes<br />
Towards Marine Protected Areas”, Hydrobiologia, 670 (1), Luxemburgo,<br />
Springer Science+Business Media, pp. 289-306, doi:<br />
10.1007/s10750-011-06<strong>65</strong>-9<br />
Rife, Alexis; Aburto-Oropeza, Octavio; Hastings, Philip; Erisman, Brad;<br />
Ballantyne, Ford; Wielgus, Jeffrey; Sala, Enric y Gerber, Leah<br />
(2013), “Long-Term Effectiveness of a Multi-Use Marine Protected<br />
Area on Reef Fish Assemblages and Fisheries Landings”,<br />
Journal of Environmental Management, 117 (15), Nueva York,<br />
Elsevier Ltd, pp. 276-283, doi: 10.1016/j.jenvman.2012.12.029
142 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
Sagarpa y Conapesca (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />
Rural, Pesca y Alimentación y Comisión Nacional de Acuacultura<br />
y Pesca) (2014a), Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca 2014,<br />
Mazatlán, Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca.<br />
Sagarpa y Conapesca (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />
Rural, Pesca y Alimentación y Comisión Nacional de Acuacultura<br />
y Pesca) (2014b), Periodos de Veda Para Especies Marinas y Dulceacuìcolas,<br />
Mazatlán, Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca.<br />
Sala, Enric y Giakoumi, Sylvaine (2018), “No-Take Marine Reserves are<br />
the Most Effective Protected Areas in the Ocean”, ICES Journal<br />
of Marine Science, 75 (3), Oxford, Oxford University Press, pp.<br />
1166-1168, doi: 10.1093/icesjms/fsx059<br />
Semarnat y Conanp (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />
y Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (2019),<br />
Regiones CONANP, Mapa Interactivo de las Áreas Naturales Protegidas,<br />
Ciudad de México, Comisión Nacional de Áreas Naturales<br />
Protegidas, , 29 de octubre de 2019.<br />
Semarnat y Conanp (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />
y Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (2006),<br />
Programa de Conservación y Manejo de la Reserva de la Biosfera<br />
Los Petenes, Ciudad de México, Comisión Nacional de Áreas<br />
Naturales Protegidas.<br />
Sepúlveda, Sergio (2008), Biograma: metodología para estimar el nivel de<br />
desarrollo sostenibles de territorios, San José, IICA (Instituto Interamericano<br />
de Cooperación para la Agricultura).<br />
Tannerfeldt, Göran and Ljung, Per (2006), More Urban, Less Poor: An<br />
Introduction to Urban Development and Management, Londres,<br />
Earthscan Publications and Sida.<br />
Torres-Lima, Pablo y Cruz-Castillo, Juan Guillermo (2019), “Procesos<br />
urbanos y sistemas socioecológicos. Trayectorias sustentables de<br />
la agricultura de chinampa en Ciudad de México”, Letras Verdes,<br />
<strong>Revista</strong> Latinoamericana de Estudios Socioambientales, núm. 25,<br />
Quito, FLACSO Ecuador, pp. 168-189.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
143<br />
Wilson, James; Yan, Liying and Wilson, Carl (2007), “The precursors of<br />
governance in the Maine lobster fishery”, Proceedings of the National<br />
Academy of Sciences, 104 (39), Washington D. C., The National<br />
Academy of Sciences of the USA, pp. 15212-15217, doi:<br />
10.1073/pnas.0702241104<br />
Wyborn, Carina and Bixler, Patrick (2013),“Collaboration and Nested<br />
Environmental Governance: Scale Dependency, Scale Framing,<br />
and Cross-Scale Interactions in Collaborative Conservation”,<br />
Journal of Environmental Management, <strong>vol</strong>. 123, Nueva York,<br />
Elsevier Ltd, pp. 58-67, doi: 10.1016/j.jenvman.2013.03.014<br />
Recibido: 23 de abril de 2020.<br />
Reenviado: 5 de agosto de 2020.<br />
Aceptado: 4 de septiembre de 2020.<br />
Angelina Peña-Puch. Es doctora en Ecología y Desarrollo Sustentable<br />
por El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), México. Sus líneas de<br />
investigación son el manejo ecosistémico pesquero, sistemas socio-ecológicos<br />
pesqueros, pesquerías sustentables y política pesquera. Entre sus más<br />
recientes publicaciones destacan: en coautoría: “Advances in the Study of<br />
Mexican Fisheries with the Social-Ecological System (SES) Perspective<br />
and its Inclusion in Fishery Management Policy”, Ocean and Coastal<br />
Management, 185 (1), Nueva York, Elsevier Ltd., pp. 1-6 (2020); “Las<br />
pesquerías artesanales de elasmobranquios como parte de sistemas pesqueros<br />
complejos en el sur del Golfo de México”, Ciencia Pesquera, núm.<br />
24, Ciudad de México, Instituto Nacional de Pesca, pp. 113-124 (2016);<br />
y “Una radiografía antes de decidir: el reto del aprovechamiento sustentable<br />
del pepino de mar en Campeche”, <strong>Revista</strong> Investigación Ambiental<br />
Ciencia y Política Pública, 4 (1), Ciudad de México, Secretaría de Medio<br />
Ambiente y Recursos Naturales, pp. 57-62 (2012).<br />
Juan Carlos Pérez-Jiménez. Es doctor en Ciencias en Ecología Marina<br />
por el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de<br />
Ensenada (CICESE), México. Actualmente es profesor-investigador del<br />
Departamento de Ciencias de la Sustentabilidad en El Colegio de la<br />
Frontera Sur (ECOSUR), unidad Campeche. Es miembro del Sistema<br />
Nacional de Investigadores, nivel I. Sus líneas de investigación incluyen<br />
el estudio de la biología y ecología de elasmobranquios y el manejo de sus<br />
pesquerías, así como el estudio de la sustentabilidad de las pesquerías de<br />
pequeña escala en el sur del Golfo de México. Entre sus más recientes
144 A. Peña-Puch et al.: Sistemas socio-ecológicos como unidad de manejo: el caso de...<br />
publicaciones destacan, en coautoría: “Advances in the Study of Mexican<br />
Fisheries with the Social-Ecological System (SES) Perspective and its<br />
Inclusion in Fishery Management Policy”, Ocean and Coastal Management,<br />
185 (1), Nueva York, Elsevier Ltd., pp. 1-6 (2020); “Biodiversity and<br />
Conservation of Sharks in Pacific Mexico”, en Shawn Larson and Dayv<br />
Lowry (eds.), Sharks in Mexico: Research and Conservation Part A, San<br />
Diego, Academic Press, <strong>vol</strong>. 83, pp. 11-60 (2019); “Fishery Indicators<br />
During a Predictable Aggregation of Atlantic Sharpnose Sharks Rhizoprionodon<br />
Terraenovae in the Southern Gulf of Mexico: an Alternative to<br />
Assess a Heterogeneous Data‐Poor Fishery”, Fisheries Management and<br />
Ecology, 26 (4), Nueva Jersey, John Wiley & Sons Ltd., pp. 354-364<br />
(2019).<br />
Alfonso Munguía-Gil. Es doctor en <strong>Economía</strong> Política por la Universidad<br />
Sorbonne Paris III, Francia. Actualmente es profesor-investigador de<br />
la división de Estudios de Posgrado e Investigación, en el Tecnológico<br />
Nacional de México/Instituto Tecnológico de Mérida. Es miembro del<br />
Sistema Nacional de Investigadores, nivel 1. Sus líneas de investigación<br />
son: el desarrollo regional sustentable y gestión y manejo de recursos<br />
naturales. Entre sus más recientes publicaciones destacan, en coautoría:<br />
“La racionalidad económica en los nuevos criterios de regulación ecológica<br />
del Programa de Ordenamiento Ecológico del <strong>Territorio</strong> Costero del<br />
Estado de Yucatán”, Paradigma Económico, <strong>Revista</strong> de <strong>Economía</strong> Regional<br />
y Sectorial, 9 (1), Toluca, UAEMéx, pp. 79-102 (2017); “La comunicación<br />
para el desarrollo sustentable en la Reserva Biocultural Del Puuc”, <strong>Revista</strong><br />
del Centro de Graduados e Investigación, 32 (68), Mérida, Instituto Tecnológico<br />
de Mérida, 1-8 (2017); “El enfoque biocultural en la política de<br />
conservación y desarrollo local. Casos pioneros en México”, <strong>Revista</strong> del<br />
Centro de Graduados e Investigación, 32 (68), Mérida, Instituto Tecnológico<br />
de Mérida, 37-43 (2017).<br />
Alejandro Espinoza-Tenorio. Es doctor en Ciencias por la Universidad<br />
de Bremen, Alemania. Actualmente es profesor-investigador del Departamento<br />
de Ciencias de la Sustentabilidad en El Colegio de la Frontera<br />
Sur (ECOSUR), unidad Campeche. Es miembro del Sistema Nacional<br />
de Investigadores, nivel II. Sus líneas de investigación actual son: planeación<br />
pesquera basada en ecosistemas, manejo de sistemas socioecológicos<br />
costeros, modelaje cualitativo de socioecosistemas acuáticos y conocimiento<br />
ecológico tradicional en comunidades de pescadores. Entre sus<br />
más recientes publicaciones destacan, en coautoría: “Adaptive Capacity<br />
and Social-Ecological Resilience of Coastal Areas: A Systematic Review”,<br />
Ocean and Costal Management, 173 (1), Nueva York, Elsevier Ltd., pp.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 113-145<br />
145<br />
36-51 (2019); “Policies in Coastal Wetlands: Key Challenges”, Environmental<br />
Science & Policy, <strong>vol</strong>. 88, Nueva York, Elsevier Ltd., pp. 72-82<br />
(2018); y “Halfway to Sustainability: Management Lessons from Community-Based,<br />
Marine no-Take-Zones in the Mexican Caribbean”, Marine<br />
Policy, <strong>vol</strong>. 93, Nueva York, Elsevier Ltd., pp. 22-30 (2018).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
DOI: https://doi.org/10.22136/est20211641<br />
Una aproximación regional al<br />
alfabetismo financiero en México<br />
147<br />
A regional approach to financial<br />
literacy in Mexico<br />
Osvaldo García Mata*<br />
Abstract<br />
This paper aims to analyze the determinants of financial literacy in Mexico with a<br />
regional approach. Its originality lies in emphasizing the regional differences in<br />
financial attitude, financial behavior, and financial knowledge. It uses ordered logit<br />
models constructed with data from the National Survey on Financial Inclusion 2018.<br />
The results confirm that education is essential for financial literacy, but other factors<br />
have different effects in each region. Its main limitation is the lack of data to perform<br />
a longitudinal analysis to observe how contextual changes affect financial literacy. Its<br />
findings can help focalize the financial inclusion policy.<br />
Keywords: financial literacy, financial inclusion, education, region.<br />
Resumen<br />
El objetivo de esta investigación es analizar los determinantes del alfabetismo<br />
financiero en México con un enfoque regional. Su originalidad reside en enfatizar<br />
las diferencias regionales en actitud, comportamiento y conocimiento<br />
financieros. Utiliza modelos logit ordenados construidos con datos de la Encuesta<br />
Nacional de Inclusión Financiera 2018. Se confirma que la educación es esencial<br />
para el alfabetismo financiero; sin embargo, otros factores tienen diferentes<br />
efectos en cada región. Entre sus limitaciones está la falta de datos para analizar<br />
longitudinalmente cómo los cambios en el entorno afectan al alfabetismo financiero.<br />
Sus hallazgos pueden aprovecharse para focalizar la política de inclusión<br />
financiera.<br />
Palabras clave: alfabetismo financiero, inclusión financiera, educación, región.<br />
* Universidad Autónoma de Tamaulipas, correo-e: ogarciam@uat.edu.mx
148 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
Introducción<br />
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos<br />
(OCDE) define alfabetismo financiero como “una combinación de conocimientos,<br />
habilidades, actitudes y comportamientos necesarios para tomar<br />
decisiones financieras sólidas, con el fin último de alcanzar el bienestar<br />
financiero individual” (OCDE/INFE, 2011: 3). Éste facilita administrar<br />
el dinero con mayor eficiencia, tomar decisiones económicas confiables<br />
y planificar mejor el futuro financiero (Altman, 2012; Clark et al., 2006;<br />
Lusardi y Mitchell, 2011a). Bajo condiciones macroeconómicas estables,<br />
promueve el ahorro, la inversión, el emprendimiento y la acumulación<br />
de capital, y durante épocas de estrés económico, ayuda a las personas a<br />
sobrellevar la situación (Ćumurović y Hyll, 2019; Klapper et al., 2013).<br />
El alfabetismo financiero es un elemento necesario mas no el único<br />
para mejorar el bienestar financiero. Estudiarlo desde un enfoque regional<br />
es importante porque las características culturales, económicas, sociales y<br />
de infraestructura del entorno pueden vincularse al desempeño financiero<br />
de la población (Boisclair et al., 2017; Cucinelli et al., 2019). Propiciar<br />
que la gente aplique con éxito sus conocimientos financieros requiere<br />
diseñar e instrumentar iniciativas de educación más eficaces y eficientes<br />
que, entre otros aspectos, consideren estas diferencias regionales (Bernheim<br />
et al., 2001; Carpena et al., 2017; Cude, 2010).<br />
El alfabetismo financiero en México ha sido poco investigado. Como<br />
parte de un estudio internacional llevado a cabo en más de 140 naciones,<br />
Klapper et al. (2015) estimaron para este país una tasa de alfabetismo<br />
financiero de 32% entre personas de 15 años y más. Villagómez y González<br />
(2014) analizaron si éste puede influir en un incremento del ahorro<br />
para el retiro. Villagómez (2016) y Arceo-Gomez y Villagómez (2017)<br />
midieron su nivel entre estudiantes de preparatoria del área metropolitana<br />
de la Ciudad de México y determinaron que éste es deficiente. Villagómez<br />
e Hidalgo (2017) investigaron su relación con las habilidades matemáticas<br />
entre jóvenes de 15 a 18 años en la misma zona y concluyeron que<br />
éstas guardan una relación estrecha con el alfabetismo financiero. La<br />
mayoría de estos estudios se enfocaron en un área urbana donde habita<br />
no más del 21% de la población total de México y que por sus características<br />
sociodemográficas es distinta a otras regiones del país (Inegi, 2015).<br />
Recientemente, Antonio-Anderson et al. (2020) analizaron el alfabetismo<br />
financiero con un enfoque nacional, aunque sin distinguir entre sus<br />
componentes.<br />
Adicionalmente, la Política Nacional de Inclusión Financiera (CNBV,<br />
2020) consigna las amplias brechas en materia de competencias financieras<br />
entre las distintas entidades y regiones del país, y la necesidad de
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
149<br />
focalizar los esfuerzos para educar financieramente a la población de<br />
acuerdo con sus características específicas.<br />
En este trabajo se explora el impacto de variables sociodemográficas<br />
específicas sobre los tres componentes del alfabetismo financiero en<br />
México, con énfasis en las diferencias regionales y locales. Se propone<br />
responder a las siguientes preguntas: ¿son los mismos factores socioeconómicos<br />
los que determinan el nivel de alfabetismo financiero para toda<br />
la población del país o hay determinantes de mayor peso en algunas<br />
regiones? De haber diferencias, ¿qué factores deberían considerarse para<br />
adecuar las iniciativas que se desprendan de la Política Nacional de Inclusión<br />
Financiera a las diferentes regiones de México?<br />
Identificar estos determinantes puede ser de utilidad en el ámbito<br />
público para instrumentar estrategias efectivas derivadas de las políticas<br />
que estimulan la inclusión financiera y, por ende, el desarrollo económico<br />
y social. En el ámbito empresarial puede aprovecharse para diseñar productos<br />
financieros especializados en atender demandas locales.<br />
Los componentes a los cuales se refiere esta investigación son conocimiento<br />
financiero (FKI), actitud financiera (FAI) y comportamiento<br />
financiero (FBI). Se emplea un método de análisis factorial y modelos<br />
logit ordenados con los que se estiman índices para cada componente a<br />
partir de algunas variables socioeconómicas: género, edad, nivel educativo,<br />
estado civil, tamaño de la localidad y nivel de ingreso.<br />
El enfoque de la investigación es cuantitativo. Toma como base los<br />
datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, ENIF (Inegi,<br />
2019a), correspondientes a 2018. El estudio es de tipo descriptivocorrelacional.<br />
Al probar si los factores determinantes del alfabetismo<br />
financiero en México son distintos para cada región, se justifica la instrumentación<br />
de estrategias y programas adecuados a los contextos regionales<br />
y locales en México.<br />
Este documento está dividido en cuatro secciones. Primero se hace un<br />
repaso de los estudios sobre alfabetismo financiero que se han efectuado<br />
en México. En la siguiente sección se describen los datos y modelos<br />
empleados en el análisis. Posteriormente se exponen y comentan los<br />
resultados obtenidos. Para finalizar, se presentan las conclusiones y se<br />
sugieren futuras líneas de investigación.<br />
1. Medición del alfabetismo financiero<br />
Para medir el alfabetismo financiero, la Organización para la Cooperación<br />
y el Desarrollo Económicos recomienda evaluar a las personas en tres<br />
dimensiones: conocimiento, actitud y comportamiento financieros
150 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
(OCDE/INFE, 2011). El conocimiento financiero se refiere al dominio<br />
que un individuo tiene de conceptos financieros básicos y su habilidad<br />
para utilizarlos en situaciones de decisión (Atkinson y Messy, 2012). En<br />
este sentido se observa una diferencia entre la comprensión y la aplicación<br />
del conocimiento, en donde la segunda tiene sentido sólo cuando las<br />
personas son capaces de usar sus conocimientos con confianza y efectividad<br />
(Bay et al., 2014; Huston, 2010; Remund, 2010).<br />
La actitud financiera está relacionada con la predisposición a decidir<br />
y actuar en materia financiera; una actitud positiva considera el futuro en<br />
la priorización de metas, la previsión ante emergencias y la planeación<br />
para el retiro (Atkinson y Messy, 2012). El comportamiento financiero<br />
da cuenta de prácticas tendientes a mejorar el bienestar financiero, tales<br />
como la planeación de los gastos personales y familiares, el establecimiento<br />
y consecución de metas, el uso responsable del crédito y la sujeción a un<br />
presupuesto (Atkinson y Messy, 2012).<br />
Aunque fuera de México, Huston (2010) llevó a cabo una amplia<br />
revisión sobre modelos para medir el alfabetismo financiero. Analizó 71<br />
trabajos publicados entre 1996 y 2008, principalmente en Estados Unidos,<br />
por 50 diferentes autores y organizaciones. Una revisión no tan amplia<br />
pero más reciente es la efectuada por Das (2016), quien revisó 14 trabajos<br />
publicados entre 2002 y 2015. En ambas encontraron que la mayoría<br />
de los estudios se especializan en la evaluación del conocimiento financiero<br />
y pocos incluyen actitud y comportamiento.<br />
Durante 2014, Klapper et al. (2015) recolectaron datos de más de 150<br />
mil personas de 15 años o más, en 140 países, para medir el alfabetismo<br />
financiero global. Consideraron cuatro aspectos básicos del conocimiento<br />
financiero: inflación, diversificación de riesgo, interés simple e interés<br />
compuesto. Decidieron llamar alfabetas financieros a aquellos que obtuvieron<br />
tres o más aciertos de los cuatro aspectos evaluados. Encontraron<br />
que el alfabetismo financiero en el mundo es de 33%, mientras que en<br />
México es de 32%. Este resultado lo colocaría en el rango de las economías<br />
emergentes, representadas por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica<br />
(BRICS), en donde los valores nacionales fluctúan desde 24% hasta 42%.<br />
En contraste, las economías del G-7, integrado por Estados Unidos de<br />
América, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Japón, alcanzan<br />
tasas que varían entre 37 y 68 por ciento.<br />
Villagómez y González (2014) analizaron si el monto de riqueza de<br />
una persona en México puede incrementarse cuando ésta posee mayor<br />
nivel de alfabetismo financiero. Utilizaron el modelo propuesto por<br />
Atkinson y Messy (2012) y los datos obtenidos de la Encuesta Nacional<br />
sobre los Niveles de Vida de los Hogares 2005. Construyeron dos índices<br />
que consideraron los componentes de actitud y comportamiento, pero
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
151<br />
no el de conocimiento. No obtuvieron datos suficientes para incluir el<br />
conocimiento financiero. Tras analizar los datos, concluyeron que el<br />
alfabetismo financiero tiene un efecto significativo y positivo en la acumulación<br />
de la riqueza individual.<br />
Villagómez (2016) midió el nivel de alfabetismo financiero a partir de<br />
una muestra de 889 estudiantes preparatorianos, entre 15 a 18 años, de<br />
la zona metropolitana del Valle de México. Utilizó las metodologías de la<br />
OCDE a través de la Red Internacional de Educación Financiera (OCDE/<br />
INFE, 2011) y de Lusardi y Mitchell (2011b) para evaluar actitud, comportamiento<br />
y conocimiento financieros. Observó ligeras diferencias en<br />
los resultados por género, a favor de los hombres, y por tipo de escuela,<br />
a favor de la educación privada.<br />
En otro estudio, Arceo y Villagómez (2017) estimaron el alfabetismo<br />
financiero de jóvenes estudiantes de preparatoria del área metropolitana<br />
de la Ciudad de México, mediante la evaluación de ocho preguntas sobre<br />
conocimiento, ocho sobre comportamiento y tres sobre actitud financiera.<br />
Encontraron que sólo 20% comprende los conocimientos financieros<br />
básicos, 57% sigue un comportamiento financiero deseable y 70% tiene<br />
una actitud financiera positiva.<br />
Villagómez e Hidalgo (2017) investigaron la relación entre el alfabetismo<br />
financiero y las habilidades matemáticas de jóvenes estudiantes del<br />
valle de México. Las variables independientes que utilizaron fueron la<br />
puntuación obtenida en la sección matemática del instrumento que aplicaron<br />
y los niveles de confianza autopercibidos en el manejo de las matemáticas<br />
y las finanzas. Confirmaron que las habilidades cuantitativas<br />
tienen una influencia significativa y positiva en los índices de conocimiento,<br />
actitud y comportamiento financiero. Tanto en éste como en los<br />
estudios realizados en México mencionados anteriormente sobresale el<br />
papel determinante de la educación financiera en el desarrollo económico<br />
y el bienestar de las personas.<br />
A partir de los resultados de la ENIF 2018 (Inegi, 2019a), Antonio-<br />
Anderson et al. (2020) analizaron los factores determinantes del alfabetismo<br />
financiero en México. En su estudio incluyeron la variable región,<br />
aunque utilizaron un índice general sin distinguir sus componentes. Otros<br />
estudios han demostrado que estos componentes pueden variar de manera<br />
inversa entre sí, de tal forma que uno podría contrarrestar el efecto de<br />
otro (Atkinson y Messy, 2012; Baglioni et al., 2018; Cucinelli et al., 2019).<br />
En la presente investigación se propone medir el alfabetismo financiero<br />
y proporcionar evidencia que demuestre que (H 1<br />
) en México prevalece<br />
un nivel de conocimiento financiero bajo en todas sus regiones, en comparación<br />
con el observado por Klapper et al. (2015) en naciones desarrolladas,<br />
pero comparable al de economías emergentes; y que (H 2<br />
) los
152 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
determinantes socioeconómicos del alfabetismo financiero varían de región<br />
a región, en cada uno de sus tres componentes: conocimiento, actitud y<br />
comportamiento (Cucinelli et al., 2019). Al comprobar lo anterior, esta<br />
investigación puede servir como evidencia para justificar que la instrumentación<br />
de la Política Nacional de Inclusión Financiera debe considerar<br />
algunos elementos generales y otros de carácter local en los que las<br />
entidades y municipios podrían tener mayor participación.<br />
2. Datos y metodología<br />
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) tiene el objetivo<br />
de medir el acceso y uso de los servicios financieros en México. Es llevada<br />
a cabo por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el<br />
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En su tercera edición,<br />
efectuada del 30 de abril al 22 de junio de 2018, incluyó entrevistas<br />
directas a habitantes de 14,500 viviendas, seleccionadas de manera probabilística<br />
y estratificada. Por primera ocasión consignó datos representativos<br />
a nivel regional y sobre capacidades financieras (Inegi, 2019a).<br />
En 2018, la ENIF (Inegi, 2019a) estableció seis regiones geográficas<br />
con características contrastantes, que podrían presentar factores estructurales<br />
asociados al alfabetismo financiero, como se aprecia en el cuadro 1.<br />
La Ciudad de México (R4), con 7.0% de la población nacional total<br />
y 8.1% de la Población Económicamente Activa (PEA) contribuye con<br />
16.5% del Producto Interno Bruto, PIB. Su porcentaje de población en<br />
pobreza extrema es el más bajo entre regiones; sin embargo, presenta una<br />
tasa de informalidad laboral media y de desocupación alta.<br />
La contribución de las regiones Noroeste (R1) y Noreste (R2) al PIB<br />
es ligeramente superior a su participación en la población total y la PEA<br />
del país. Registran tasas de informalidad laboral y pobreza extrema inferiores<br />
a las de las regiones del sur.<br />
La región Sur (R6) es la de mayor porcentaje de población en pobreza<br />
extrema y de informalidad laboral, pero la de menor tasa de desocupación.<br />
La región Occidente y Bajío (R3) presenta una tasa de desocupación baja<br />
y de informalidad laboral media, en tanto que la Oriente y Centro Sur<br />
(R5) es la segunda con mayor tasa de informalidad laboral pero con una<br />
desocupación comparable a la de las regiones norteñas.<br />
Aunque estas características socioeconómicas también pueden presentar<br />
alta variabilidad hacia el interior de las regiones, no sólo los rasgos individuales<br />
sino las diferencias interregionales podrían influir en el desempeño<br />
financiero, tal como lo observaran Cucinelli et al. (2019) en Italia.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
153<br />
Cuadro 1<br />
Características regionales, México 2018<br />
Región<br />
Estados<br />
Población<br />
nacional<br />
2018<br />
%<br />
Contribución<br />
al PIB<br />
2017<br />
%<br />
PEA nacional<br />
2018-II<br />
%<br />
Desocupación<br />
2018-II<br />
%<br />
Informalidad<br />
laboral<br />
2018-II<br />
%<br />
Población en<br />
pobreza extrema<br />
2018<br />
R1 Noroeste<br />
Baja California, Baja California Sur, Chihuahua,<br />
Durango, Sinaloa, Sonora<br />
13.0 14.5 13.5 3.4 43.2 2.3<br />
R2 Noreste<br />
Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas<br />
11.9 16.3 12.3 3.5 41.9 2.7<br />
R3 Occidente y Bajío<br />
Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco,<br />
Michoacán, Nayarit, Querétaro, Zacatecas<br />
20.8 20.0 20.8 3.0 54.8 3.8<br />
R4 Ciudad de México<br />
Ciudad de México<br />
7.0 16.5 8.1 5.1 50.0 1.8<br />
R5 Oriente y Centro Sur<br />
Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla, Tlaxcala,<br />
Veracruz<br />
30.9 20.4 30.0 3.4 64.0 8.4<br />
R6 Sur<br />
Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana<br />
Roo, Tabasco, Yucatán<br />
16.4 12.4 15.3 2.5 71.7 20.2<br />
Fuentes: elaboración propia a partir de la clasificación regional establecida en la ENIF (Inegi, 2019a) y datos sobre población de Conapo (2017), pobreza de Coneval (2019),<br />
PEA y desocupación de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2018-II (Inegi, 2019b) y Producto Interno Bruto de Inegi (2018).
154 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
Para esta investigación se analizaron 12,446 registros, 54.7% correspondientes<br />
a mujeres y 45.3% a hombres, entre 18 y 70 años de edad, 48.4%<br />
residentes en localidades de 100,000 habitantes o más. El número de observaciones<br />
por característica de la muestra se puede observar en el cuadro 2.<br />
Género<br />
Cuadro 2<br />
Características de la muestra, México 2018<br />
Características N %<br />
Femenino 6807 54.7<br />
Masculino 5639 45.3<br />
Edad<br />
18-23 1518 12.2<br />
24-29 1680 13.5<br />
30-35 1806 14.5<br />
36-41 1786 14.3<br />
42-47 1610 12.9<br />
48-53 1364 11.0<br />
54-59 1103 8.9<br />
60-<strong>65</strong> 955 7.7<br />
66-70 624 5.0<br />
Máximo grado de estudios<br />
Ninguna 484 3.9<br />
Preprimaria o primaria 2845 22.9<br />
Secundaria 3925 31.5<br />
Preparatoria 2550 20.5<br />
Licenciatura o equivalente 2382 19.1<br />
Posgrado 253 2.0<br />
No respondió 7 0.1<br />
Ingreso anual en miles de pesos<br />
Sin ingresos 3951 31.7<br />
Más de 0 hasta 40 1848 14.8<br />
Más de 40 hasta 60 1540 12.4<br />
Más de 60 hasta 80 1770 14.2<br />
Más de 80 hasta 100 750 6.0
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
155<br />
Cuadro 2 (continuación)<br />
Características N %<br />
Más de 100 hasta 120 428 3.4<br />
Más de 120 hasta 140 439 3.5<br />
Más de 140 hasta 160 301 2.4<br />
Más de 160 698 5.6<br />
No respondió 721 5.8<br />
Estado civil<br />
Soltero (incluye separado, viudo, divorciado) 4547 36.5<br />
Casado (incluye unión libre) 7899 63.5<br />
Tamaño de la localidad<br />
Menos de 2500 2825 22.7<br />
2500-14,999 1751 14.1<br />
15,000-99,999 1847 14.8<br />
100,000 o más 6023 48.4<br />
Región<br />
Noroeste 2304 18.5<br />
Noreste 2255 18.1<br />
Occidente y Bajío 2348 18.9<br />
Ciudad de México 877 7.0<br />
Centro Sur y Oriente 2345 18.8<br />
Sur 2317 18.6<br />
Total 12,446 100.0<br />
Fuente: elaboración propia con base en datos de la ENIF (Inegi, 2019a).<br />
De la ENIF se aprovecharon 14 reactivos para estimar, con apego a lo<br />
establecido por la OCDE en la guía de la Red Internacional de Educación<br />
Financiera (OCDE/INFE, 2011), los tres índices componentes del alfabetismo<br />
financiero: conocimiento financiero (FKI), actitud financiera<br />
(FAI) y comportamiento financiero (FBI).<br />
Para el índice de conocimiento financiero (FKI) se tomaron en cuenta<br />
siete reactivos clasificados, de acuerdo con el modelo utilizado por Klapper<br />
et al. (2015), en cuatro grupos: inflación (FKQ1 y FKQ2), diversificación<br />
del riesgo (FKQ3 y FKQ4), interés simple (FKQ5 y FKQ6) e interés compuesto<br />
(FKQ7). La ecuación (1) muestra el cálculo de este índice.
156 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
FKI= FKQ1*FKQ2+FKQ3*FKQ4+FKQ5*FKQ6+FKQ7; (1)<br />
FKI [0, 4]<br />
En este índice, los ítems FKQi, para i = 1…7 son variables binarias<br />
que adoptan un valor de uno si la pregunta fue correctamente contestada<br />
y cero para respuestas incorrectas o cuando la persona admite no saber<br />
cuál es la respuesta correcta. En este sentido, sólo se consideran los registros<br />
sobre los que se tiene certeza de si el individuo conoce o no la respuesta<br />
correcta. El registro se omite si el encuestado no respondió.<br />
La inflación, diversificación del riesgo e interés simple requieren que<br />
se responda correctamente a los dos reactivos para evaluar positivamente<br />
el factor en cuestión. Es decir, se asume que una persona entiende el<br />
concepto de inflación si y sólo si proporciona respuestas correctas a los<br />
ítems FKQ1 y FKQ2.<br />
Siguiendo la definición acuñada por Klapper et al. (2015), una persona<br />
es alfabeta financiera si obtiene al menos tres aciertos de los cuatro factores<br />
evaluados. Para esta investigación se establece que si FKI ≥ 3 entonces<br />
la persona se considera alfabeta desde una perspectiva de conocimiento<br />
financiero.<br />
El índice de actitud financiera se calcula con la suma de los valores<br />
asociados a los ítems FAQ1 y FAQ2, como se indica en la ecuación (2).<br />
Con ellos se evalúa si el encuestado piensa en el futuro antes de gastar su<br />
dinero, siguiendo el modelo de Cucinelli et al. (2019). El ítem FAQ1 se<br />
refiere al dilema entre ahorro y consumo presente. Toma un valor de dos<br />
si quien responde prefiere siempre ahorrar en lugar de gastar, uno si lo<br />
prefiere algunas veces y cero si prefiere gastar en lugar de ahorrar. El ítem<br />
FAQ2 evalúa la predisposición a las compras por impulso. Toma un valor<br />
de dos cuando el encuestado siempre considera si puede pagar algo antes<br />
de comprarlo, uno si lo considera algunas veces y cero si nunca lo hace.<br />
Si la persona no sabe o no contesta, el registro no se toma en cuenta.<br />
FAI= FAQ1+FAQ2; FAI [0, 4]<br />
(2)<br />
De manera análoga al criterio establecido por Klapper et al. (2015)<br />
para el conocimiento financiero, se define a un alfabeta desde la perspectiva<br />
de actitud financiera si FAI ≥ 3.<br />
El índice de comportamiento financiero (FBI) se calcula mediante la<br />
suma de los valores asociados a cinco ítems, como puede apreciarse en la<br />
ecuación (3). Dos se refieren a los hábitos de planeación financiera: si la<br />
persona sigue un presupuesto (FBQ1) y con qué frecuencia se propone<br />
metas financieras de largo plazo (FBQ2). Tres evalúan el cumplimiento<br />
de compromisos financieros: si lo que gana le alcanza para cubrir sus
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
157<br />
gastos (FBQ3), si podría solventar una emergencia económica con sus<br />
ahorros (FBQ4) y con qué frecuencia paga sus cuentas a tiempo (FBQ5).<br />
Los ítems FBQ1, FBQ3 y FBQ4 toman el valor de uno en caso afirmativo<br />
y cero en caso negativo. Para los ítems FBQ2 y FBQ5, se asignó<br />
el valor de uno a las respuestas siempre y algunas veces, y de cero a nunca.<br />
El registro se omite si el encuestado no sabe o no responde.<br />
FBI= FBQ1+FBQ2+FBQ3+FBQ4+FBQ5; FBI [0, 5] (3)<br />
Para definir a un alfabeta financiero desde la perspectiva del comportamiento,<br />
se estableció un criterio de al menos cuatro respuestas correctas<br />
de cinco posibles (FBI ≥ 4).<br />
Aunque pareciera natural integrar los tres índices en uno solo, para<br />
esta investigación se optó por estudiarlos por separado debido a que<br />
evalúan diferentes dimensiones del individuo y a que, en apego al criterio<br />
utilizado por Cucinelli et al. (2019) y por Atkinson y Messy (2012), se<br />
asumió que su desempeño obedecería de manera distinta al mismo conjunto<br />
de variables socioeconómicas.<br />
Para cada uno de estos índices se construyeron modelos econométricos<br />
en los que se prueba si es posible explicar su variabilidad a través de<br />
características sociodemográficas, de manera regional. Con éstos se buscó<br />
determinar si existe algún efecto significativo en cada una de las variables<br />
dependientes (FKI, FAI y FBI) relacionado con las variables independientes:<br />
género, Gen, edad, Edad, nivel educativo, Educ, nivel de ingreso,<br />
Ingr, y estado civil, EstC (Almenberg y Widmark, 2011; Boisclair et al.,<br />
2017; Cucinelli et al., 2019; Klapper et al., 2015; Potrich et al., 2015;<br />
Van Rooij et al., 2011). Adicionalmente se incluyó como variable de<br />
control el tamaño de la localidad, TLoc (Boisclair et al., 2017; Cucinelli<br />
et al., 2019). Lo anterior se resume en el cuadro 3.<br />
Para analizar las variables dependientes correspondientes a los índices<br />
de conocimiento, actitud y comportamiento financiero, por separado, se<br />
construyeron modelos logit ordenados. El método de mínimos cuadrados<br />
ordinarios no es recomendable cuando la variable dependiente es ordinal<br />
(Leckie et al., 2016), en este caso porque la diferencia entre el número de<br />
aciertos obtenidos a nivel individual, si bien refleja cierto grado de orden,<br />
sólo tiene significado relativo, y porque dos de los tres índices presentan<br />
una distribución sesgada.<br />
Para cada índice se construyeron modelos regionales con la intención<br />
de observar y comparar sus factores determinantes, expresados por un<br />
conjunto de variables sociodemográficas. De esta manera, para la persona<br />
i de la región j=1…6, el modelo está definido por la ecuación (4):
158 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
Cuadro 3<br />
Descripción de variables<br />
Variable Descripción Fuente<br />
Variables dependientes<br />
Índice de<br />
Conocimiento<br />
Financiero<br />
(FKI)<br />
Índice de<br />
Actitud<br />
Financiera<br />
(FAI)<br />
Índice de<br />
Comportamiento<br />
Financiero<br />
(FBI)<br />
Variable ordinal calculada a partir de<br />
preguntas binarias, (uno si la respuesta es<br />
correcta, cero si es incorrecta o no sabe), se<br />
refiere a inflación (FKQ1 y FKQ2), diversificación<br />
del riesgo (FKQ3 y FKQ4), interés<br />
simple (FKQ5 y FKQ6) e interés compuesto<br />
(FKQ7). FKI=FKQ1*FKQ2+FKQ3*FKQ4<br />
+FKQ5*FKQ6+FKQ7;FKI [0, 4]<br />
Variable ordinal. Las actitudes esperadas<br />
reciben un valor de dos, si se presentan de<br />
forma ocasional un valor de uno, o si nunca<br />
se manifiestan se asigna un valor de cero.<br />
FAI=FAQ1 + FAQ2; FAI [0, 4]<br />
Variable ordinal que evalúa la planeación<br />
financiera y el cumplimiento de compromisos<br />
financieros. Corresponde a la suma de cinco<br />
ítems binarios.<br />
FBI=FBQ1+FBQ2+FBQ3+FBQ4+FBQ5;<br />
FBI [0, 5]<br />
Variables independientes<br />
Género (Gen) Variable binaria: uno para femenino, cero<br />
para masculino<br />
Edad (Edad)<br />
Nivel educativo<br />
(Educ)<br />
Nivel de<br />
ingreso<br />
(Ingr)<br />
Variable ordinal: en el modelo econométrico<br />
se ha analizado como número entero positivo<br />
que fluctúa entre 18 y 70; para fines de<br />
estadística descriptiva se agrupó en nueve<br />
cohortes.<br />
Variable ordinal, significa el máximo grado de<br />
estudios: sin educación formal (0), preescolar<br />
o primaria (1), secundaria (2), preparatoria<br />
(3), universidad o equivalente (4) y estudios<br />
de posgrado (5).<br />
Variable entera medida en miles de pesos por<br />
año. Se clasificó en nueve cohortes: sin<br />
ingresos (0), ingresos mayores que cero y<br />
hasta 40 (1), más de 40 y hasta 60 (2), más de<br />
60 y hasta 80 (3) y así sucesivamente de 20 en<br />
20, hasta llegar a más de 160 (8). Si no<br />
reportaron ingresos, el registro no se incluyó<br />
en el análisis.<br />
Propuesta del<br />
autor con base en<br />
Klapper et al.<br />
(2015).<br />
Propuesta del<br />
autor con base en<br />
Cucinelli et al.<br />
(2019)<br />
Propuesta del<br />
autor con base en<br />
Cucinelli et al.<br />
(2019); Villagómez<br />
y González<br />
(2014)<br />
Almenberg y<br />
Widmark (2011);<br />
Boisclair et al.<br />
(2017); Cucinelli<br />
et al. (2019);<br />
Klapper et al.<br />
(2015); Potrich et<br />
al. (2015); Van<br />
Rooij et al. (2011)<br />
Almenberg y<br />
Widmark (2011);<br />
Klapper et al.<br />
(2015); Potrich et<br />
al. (2015); Van<br />
Rooij et al. (2011)
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
159<br />
Cuadro 3 (continuación)<br />
Variable Descripción Fuente<br />
Estado civil<br />
(EstC)<br />
Variables de control<br />
Tamaño de la<br />
localidad<br />
(TLoc)<br />
Variable binaria: uno para personas casadas o<br />
que viven con su pareja; cero para individuos<br />
solteros, nunca antes casados, viudos,<br />
divorciados o separados.<br />
Variable ordinal: tres si la localidad tiene 100<br />
mil habitantes o más; dos si está entre 15 mil<br />
y 99,999; uno si tiene de 2500 a 14,999 y<br />
cero si tiene menos de 2500.<br />
Cucinelli et al.<br />
(2019); Van Rooij<br />
et al. (2011)<br />
Cucinelli et al.<br />
(2019)<br />
Fuente: elaboración propia con datos de las fuentes que en el cuadro se indican.<br />
(4)<br />
logitγk = α k<br />
+β 1<br />
•Gen i j<br />
+ β 2<br />
•Edad i j<br />
+ β 3<br />
•Educ i j<br />
+ β 4<br />
•Ingr i j<br />
+ β 5<br />
•EstC i j<br />
+<br />
β 6<br />
•TLoc i j<br />
+e i j<br />
Así, γ k<br />
es la probabilidad de que la persona i de la región j obtenga k<br />
o más aciertos; α k<br />
corresponde a los umbrales entre categorías consecutivas,<br />
es decir, α 3<br />
marca el punto en el que se pasa de obtener 2 aciertos a<br />
obtener 3 en el índice en cuestión; y e ij<br />
es el residual que en esta investigación<br />
se asume sigue una distribución logit con media 0 y varianza π 2 /3.<br />
Para el índice de conocimiento financiero, FKI ij<br />
, y el conjunto X i<br />
de<br />
características de la persona i, se establecen las ecuaciones (5) y (6):<br />
(5)<br />
γ k<br />
= Pr(FKI ij<br />
≥ k|X ij<br />
)<br />
(6)<br />
De manera análoga, los índices de actitud y comportamiento financiero,<br />
FAI ij<br />
y FBI ij<br />
, para la persona i de la región j, se formulan en las<br />
ecuaciones (7) y (8), respectivamente:<br />
(7)<br />
En la siguiente sección se comentan los resultados obtenidos por índice<br />
para cada región.<br />
(8)
160 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
3. Análisis y resultados<br />
Para cada componente del alfabetismo financiero se calcularon los promedios<br />
de aciertos y porcentajes de personas consideradas alfabetas financieras.<br />
A partir de ellos se efectuaron pruebas de análisis de varianza, con el estadístico<br />
chi 2 de Pearson, para comprobar las diferencias interregionales.<br />
Después se construyeron modelos logit ordenados, por separado para cada<br />
región, para los índices de conocimiento, actitud y comportamiento.<br />
Con los datos de la ENIF 2018 (Inegi, 2019a), se estima que entre los<br />
mexicanos de 18 a 70 años el porcentaje de alfabetas en materia de conocimiento<br />
financiero es 34.9. Este resultado a nivel nacional es comparable con<br />
el consignado por Klapper et al. (2015) para economías emergentes que<br />
fluctúa entre 24 y 42%, pero bajo en contraste con el observado en economías<br />
desarrolladas que va de 37 a 68%. De manera similar, se estiman los<br />
índices de actitud financiera en 60.9% y comportamiento financiero en 40<br />
por ciento. Estos resultados pueden observarse en el cuadro 4.<br />
En México, el alfabetismo financiero presenta diferencias regionales<br />
significativas. La Ciudad de México exhibe los promedios y los porcentajes<br />
más altos en los tres índices. El nivel de conocimiento financiero en<br />
esta región, calculado en 50.8%, es ligeramente superior al de países como<br />
España o Croacia (Klapper et al., 2015).<br />
La región Sur registra el índice de conocimiento financiero más bajo,<br />
con un porcentaje de alfabetas estimado en 27.2%, comparable al de<br />
países como Egipto o Irak (Klapper et al., 2015); sin embargo, esta misma<br />
región presenta el segundo porcentaje más alto de personas con actitud<br />
financiera positiva, 63.7 por ciento.<br />
Las regiones norteñas tienen resultados similares entre sí. El Noroeste<br />
destaca por el nivel de conocimiento y el Noreste por el de comportamiento.<br />
El Noroeste registra 38.6% de conocimiento financiero, comparable<br />
con los de Camerún o Rusia; el Noreste alcanza 33.3%, equiparable<br />
a los registrados en Argelia o Corea del Sur (Klapper et al., 2015).<br />
La región Occidente y Bajío tiene un porcentaje de alfabetas financieros<br />
de 34.8%, bajo la perspectiva de conocimiento, comparable con los<br />
resultados de Brasil o Bulgaria (Klapper et al., 2015). Esta región presenta<br />
los menores porcentajes de actitud y comportamiento financiero, con<br />
55.4 y 37.1%, respectivamente.<br />
La región Centro Sur y Oriente, en donde vive 30.9% de la población<br />
del país y que aporta la quinta parte del PIB, registra un porcentaje<br />
de conocimiento financiero de 34.1%, similar al de Uganda y<br />
ligeramente superior al de Belice (Klapper et al., 2015). Es la segunda<br />
con menor porcentaje de comportamiento financiero positivo y la<br />
tercera con mayor porcentaje de actitud financiera.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
161<br />
Cuadro 4<br />
Índices de alfabetismo financiero (AF) nacional y por región, México 2018<br />
Promedio de aciertos en los índices de AF Porcentaje de AF<br />
Región Conocimiento<br />
FKI [0,4]<br />
Actitud<br />
FAI [0,4]<br />
Comportamiento<br />
FBI [0,5]<br />
FK<br />
(FKI≥3)<br />
FA<br />
(FAI≥3)<br />
FB<br />
(FBI≥4)<br />
Nacional Obs 12,255 12,270 12,203<br />
Media 2.01 2.76 3.15 34.9 60.9 40.0<br />
D.E. 1.19 0.94 1.13<br />
R1<br />
Noroeste<br />
Obs 2276 2285 2275<br />
Media 2.13 2.71 3.17 38.6 60.1 39.8<br />
D.E. 1.17 0.92 1.09<br />
R2<br />
Noreste<br />
Obs 2240 2229 2218<br />
Media 1.97 2.77 3.24 33.3 61.3 43.3<br />
D.E. 1.19 0.98 1.13<br />
R3<br />
Occidente y Bajío<br />
Obs 2304 2308 2295<br />
Media 2.01 2.<strong>65</strong> 3.08 34.8 55.4 37.1<br />
D.E. 1.14 0.93 1.12
162 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
Cuadro 4 (continación)<br />
Promedio de aciertos en los índices de AF Porcentaje de AF<br />
Región Conocimiento<br />
FKI [0,4]<br />
Actitud<br />
FAI [0,4]<br />
Comportamiento<br />
FBI [0,5]<br />
FK<br />
(FKI≥3)<br />
FA<br />
(FAI≥3)<br />
FB<br />
(FBI≥4)<br />
R4<br />
Ciudad de México<br />
Obs 864 867 868<br />
Media 2.46 2.82 3.39 50.8 64.1 49.1<br />
D.E. 1.16 0.92 1.15<br />
R5<br />
Centro Sur<br />
y Oriente<br />
Obs 2317 2322 2301<br />
Media 1.99 2.82 3.08 34.1 63.0 37.6<br />
D.E. 1.2 0.93 1.13<br />
R6<br />
Sur<br />
Obs 2254 2259 2246<br />
Media 1.79 2.81 3.12 27.2 63.7 38.8<br />
D.E. 1.18 0.95 1.12<br />
Chi 2 de Pearson 270.51 92.75 102.03 34.76 9.12 11.06<br />
p-value *** *** *** *** *** ***<br />
D.E.: desviación estándar; p-value: ***p
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
163<br />
Estos datos constituyen evidencia para demostrar que (H 1<br />
) en México<br />
prevalece un nivel de conocimiento financiero bajo en todas las regiones<br />
analizadas en comparación con las naciones desarrolladas, con excepción<br />
de la Ciudad de México, según lo observado por Klapper et al. (2015).<br />
El análisis de varianzas indica que existen diferencias interregionales<br />
en los índices de alfabetismo financiero debidas a factores distintos a la<br />
aleatoriedad aplicada a la muestra seleccionada (cuadro 4). Esto sugiere<br />
que un solo modelo para todas las regiones del país sería inadecuado. Por<br />
lo anterior, se pusieron a prueba algunas características socioeconómicas<br />
regionales para determinar cuáles son las que mejor explican el alfabetismo<br />
financiero de los habitantes de las seis regiones bajo estudio.<br />
Antes de construir los modelos econométricos, se llevaron a cabo<br />
análisis de correlaciones para identificar si existe multicolinealidad entre<br />
variables dependientes e independientes. Se aplicaron las pruebas del<br />
coeficiente de Pearson con un criterio máximo de 0.50 y chi-cuadrada<br />
con un criterio máximo de 0.05. Tras ellas se observó que ninguna variable<br />
presenta problemas de sobrerrepresentación. De manera similar, se<br />
estimaron factores de inflación de la varianza que consignaron valores<br />
aceptables (VIF0.5) y las pruebas de Bartlett registraron<br />
p-values menores que 0.001, lo que confirma que existen suficientes<br />
correlaciones entre variables para llevar a cabo el análisis de factores.<br />
En el cuadro 5 se presentan los pesos de cada variable después de<br />
realizar el análisis de factores componentes principales con rotación varimax<br />
para los datos de cada región. Se retuvieron dos factores en R1 y R2,<br />
y tres factores en el resto de las regiones. Se observa que es posible agrupar<br />
las variables en factores componentes principales, aunque estas agrupaciones<br />
varían según la región. Por ejemplo, al considerar sólo las variables<br />
con pesos mayores a 0.5, edad y educación aparecen juntas en el mismo<br />
factor en todas las regiones; sin embargo, a ellas se puede asociar el tamaño<br />
de la localidad en R1, el estado civil en R4, ambas en R2, o ninguna<br />
variable adicional en R3, R5 y R6.<br />
A partir del análisis de factores componentes principales queda de<br />
manifiesto que las variables explicativas en esta investigación registran<br />
comportamientos distintos en cada región. De esta forma, se justifica la<br />
necesidad de construir modelos por separado, que faciliten entender esta<br />
dinámica regional para cada componente del alfabetismo financiero.
164 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
Cuadro 5<br />
Factores componentes principales con rotación varimax por región<br />
Variable R1 R2 R3 R4 R5 R6<br />
F1 F2 F3 F1 F2 F3 F1 F2 F3 F1 F2 F3 F1 F2 F3 F1 F2 F3<br />
Gen 0.1 -0.8 – 0.1 -0.8 – -0.8 0.0 -0.1 -0.2 -0.8 0.1 -0.8 -0.1 0.1 0.1 -0.8 -0.1<br />
Edad -0.6 0.1 – -0.6 0.1 – 0.0 0.1 0.9 0.7 -0.1 0.3 0.0 0.9 0.1 0.1 0.0 0.9<br />
Educ 0.8 0.1 – 0.8 0.2 – 0.2 0.5 -0.6 -0.6 0.4 0.2 0.3 -0.6 0.5 0.5 0.2 -0.6<br />
Ingr 0.3 0.8 – 0.3 0.8 – 0.8 0.2 -0.2 -0.3 0.7 0.2 0.8 -0.2 0.2 0.3 0.8 -0.2<br />
EdoC -0.3 0.2 – -0.5 0.2 – 0.2 -0.5 0.2 0.6 0.3 -0.3 0.2 0.3 -0.4 -0.6 0.3 0.0<br />
TLoc 0.6 0.1 – 0.5 0.2 – 0.1 0.9 0.1 0.0 0.1 0.9 0.0 0.1 0.9 0.8 0.2 0.0<br />
Fact.<br />
Ret.<br />
Var.<br />
Expl.<br />
2 2 3 3 3 3<br />
0.5 0.5 0.7 0.6 0.7 0.7<br />
Obs. 2197 2140 2196 708 2250 2230<br />
Fuente: elaboración propia con datos de la ENIF (Inegi, 2019a) y Stata (StataCorp, 2017).<br />
3.1. Conocimiento financiero<br />
En todas las regiones de México, el conocimiento financiero está estrechamente<br />
relacionado con el nivel educativo de las personas entre 18 y<br />
70 años. Entre mayor es el grado de estudios, las probabilidades de comprender<br />
mejor los conocimientos financieros son más altas. En contraste,<br />
en ninguna región se encontraron evidencias para afirmar que el estado<br />
civil está relacionado con el conocimiento financiero. Estos resultados<br />
pueden observarse en el cuadro 6.<br />
Por otra parte, la edad, el género, el tamaño de la localidad y el nivel<br />
de ingreso afectan de manera distinta al conocimiento financiero en cada<br />
región. Un patrón similar se aprecia en las regiones Noroeste (R1) y<br />
Noreste (R2). Sus modelos incluyen con niveles altos de significancia,<br />
además del nivel educativo, el ingreso y el tamaño de la localidad. En<br />
éstas, si una persona habita en una localidad altamente poblada y entre<br />
mayor es su ingreso, es más probable que su desempeño sea mejor en el<br />
índice de conocimiento financiero. En la región Centro Sur y Oriente<br />
(R5), se aprecia un patrón similar al de las regiones del norte, pero en ésta<br />
la edad también tiene un papel significativo. Entre los jóvenes hay mayor<br />
predisposición al conocimiento financiero. En las regiones Occidente y<br />
Bajío (R3) y Sur (R5) las variables de mayor peso en la estimación del<br />
conocimiento financiero, además de la educación, son el tamaño de la
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
1<strong>65</strong><br />
Cuadro 6<br />
Modelos logit ordenados para estimar los índices de conocimiento, actitud<br />
y comportamiento financiero por región, México 2018<br />
Conocimiento Financiero Actitud Financiera Comportamiento Financiero<br />
Var R1 R2 R3 R4 R5 R6 R1 R2 R3 R4 R5 R6 R1 R2 R3 R4 R5 R6<br />
β β β β Β β β β β β Β β β β β β β β<br />
(S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.) (S.E.)<br />
Gen -0.091 -0.116 -0.363 0.064 -0.138 -0.367 0.087 0.275 0.137 0.184 0.061 0.095 0.080 -0.003 -0.187 0.004 0.084 0.061<br />
-0.082 -0.083 -0.083 -0.141 -0.081 -0.081 -0.084 -0.084 -0.084 -0.143 -0.082 -0.081 -0.083 -0.084 -0.084 -0.142 -0.082 -0.081<br />
*** *** ** *<br />
Edad -0.003 -0.001 -0.003 -0.010 -0.006 -0.002 0.011 0.011 0.011 0.020 0.015 0.014 -0.017 -0.017 -0.022 0.003 -0.015 -0.012<br />
-0.003 -0.003 -0.003 -0.005 -0.003 -0.003 -0.003 -0.003 -0.003 -0.005 -0.003 -0.003 -0.003 -0.003 -0.003 -0.005 -0.003 -0.003<br />
* * *** *** *** *** *** *** *** *** *** *** ***<br />
Educ 0.370 0.415 0.443 0.4<strong>65</strong> 0.481 0.438 0.151 0.158 0.153 0.210 0.122 0.148 0.247 0.278 0.418 0.597 0.277 0.230<br />
-0.040 -0.041 -0.040 -0.072 -0.041 -0.039 -0.041 -0.041 -0.040 -0.072 -0.040 -0.039 -0.041 -0.041 -0.041 -0.073 -0.041 -0.039<br />
*** *** *** *** *** *** *** *** *** ** ** *** *** *** *** *** *** ***<br />
Ingr 0.077 0.067 -0.009 0.063 0.075 0.033 0.038 0.031 0.027 0.013 -0.024 -0.007 0.161 0.139 0.118 0.154 0.192 0.181<br />
-0.019 -0.020 -0.021 -0.031 -0.025 -0.023 -0.020 -0.020 -0.022 -0.032 -0.025 -0.024 -0.020 -0.021 -0.022 -0.033 -0.026 -0.025<br />
*** ** * ** *** *** *** *** *** ***
166 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
Cuadro 6 (continuación)<br />
Conocimiento Financiero Actitud Financiera Comportamiento Financiero<br />
Var R1 R2 R3 R4 R5 R6 R1 R2 R3 R4 R5 R6 R1 R2 R3 R4 R5 R6<br />
EdoC 0.104 0.015 0.158 -0.012 0.132 0.004 -0.053 0.095 0.225 0.299 0.050 0.103 0.006 -0.031 0.142 0.262 0.197 0.131<br />
-0.079 -0.083 -0.083 -0.140 -0.081 -0.082 -0.081 -0.084 -0.084 -0.143 -0.083 -0.083 -0.080 -0.085 -0.084 -0.142 -0.083 -0.083<br />
** * *<br />
TLoc 0.074 0.186 0.077 -0.051 0.154 0.179 -0.036 0.029 -0.017 0.004 0.037 -0.007 0.068 0.112 0.117 -0.105 0.101 0.110<br />
-0.034 -0.037 -0.034 -0.150 -0.035 -0.034 -0.035 -0.037 -0.034 -0.159 -0.035 -0.034 -0.034 -0.036 -0.034 -0.153 -0.035 -0.034<br />
* *** * *** *** * ** ** ** **<br />
α 1<br />
-1.326 -0.733 -1.431 -2.101 -1.110 -0.882 -3.429 -2.804 -3.025 -2.894 -3.528 -3.189 -5.622 -5.<strong>65</strong>7 -5.696 -3.075 -4.993 -6.353<br />
α 2<br />
0.278 0.921 0.256 -0.270 0.608 0.685 -1.559 -1.1<strong>65</strong> -1.347 -0.836 -1.720 -1.491 -2.719 -2.878 -2.744 -0.758 -2.504 -2.690<br />
α 3<br />
1.615 2.232 1.618 1.039 1.929 2.115 0.429 0.703 0.830 1.240 0.422 0.425 -0.827 -1.071 -0.869 1.246 -0.615 -0.733<br />
α 4<br />
3.003 3.560 3.22 2.404 3.275 3.522 2.176 2.216 2.444 2.948 1.977 1.996 0.622 0.300 0.625 2.638 0.711 0.579<br />
α 5<br />
– – – – – – – – – – – – 2.375 1.950 2.373 4.274 2.429 2.292<br />
N. Var. 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6<br />
P > chi 2 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000<br />
Pseudo<br />
R 2<br />
0.040 0.035 0.039 0.048 0.049 0.029 0.005 0.008 0.007 0.017 0.006 0.005 0.038 0.041 0.062 0.069 0.040 0.038<br />
Obs 2126 2155 699 2223 2171 2180 2181 2115 2159 698 2228 2177 2172 2104 2146 700 2207 2163<br />
Regiones: R1 Noroeste, R2 Noreste, R3 Occidente y Bajío, R4 Ciudad de México, R5 Centro Sur y Oriente, R6 Sur.<br />
P>|z|: ***p
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
167<br />
localidad y el género. Es decir, en éstas es esencial educar financieramente<br />
a las mujeres en las localidades rurales para aminorar la brecha observada.<br />
En la Ciudad de México (R4) el nivel educativo es principalmente el<br />
que determina una buena estimación del conocimiento financiero y en<br />
menor medida la edad y el nivel de ingreso. En especial se recomienda<br />
atender la educación de los adultos mayores que ganan menos.<br />
Por ejemplo, la probabilidad de que una persona sea alfabeta en términos<br />
de conocimiento financiero en la región Noreste, j=2 puede obtenerse<br />
al sustituir en la ecuación (4) los valores obtenidos con el modelo<br />
logit para esta región, presentados en el cuadro 6, con k=3 aciertos y e ij<br />
=0.<br />
La expresión correspondiente queda de la siguiente forma:<br />
logit K<br />
(γ 3<br />
)= -2.232 - 0.116 • Gen i2<br />
-0.001 • Edad i2<br />
+ 0.415•<br />
Educ i2<br />
+ 0.067• Ingr i2<br />
+ 0.015 • EstC i2<br />
+ 0.186 • TLoc i2<br />
(9)<br />
Al sustituir valores para una mujer (Gen i2<br />
=1), de 24 años (Edad i2<br />
=24),<br />
casada (EdoC i2<br />
=1), con un nivel de escolaridad máximo de primaria<br />
(Educ i2<br />
=2), que gana 48,000 pesos al año (Ingr i2<br />
=2) y que vive en una<br />
localidad de 11,500 habitantes (TLoc i2<br />
=1), a partir de las ecuaciones (6)<br />
y (9) se estima logit K<br />
(γ 3<br />
)=-1.622. De este resultado y la ecuación (5) se<br />
desprende que la probabilidad de que esta persona sea alfabeta financiera,<br />
en esta región, es 0.1<strong>65</strong>, como se muestra en la ecuación (10).<br />
Pr (FKI i2<br />
≥ 3)= γ 3(primaria)<br />
= 0.1<strong>65</strong><br />
(10)<br />
Si esta persona hubiera terminado preparatoria, con exactamente las<br />
mismas características restantes, la probabilidad de que fuera alfabeta en<br />
términos de conocimiento financiero, como se presenta en la ecuación<br />
(11), sería casi el doble.<br />
Pr (FKI i2<br />
≥ 3)= γ 3(preparatoria)<br />
= 0.312<br />
(11)<br />
A nivel nacional es esencial elevar el nivel educativo para aspirar a<br />
mejorar los resultados en el índice de conocimiento financiero. Como lo<br />
mencionaron Villagómez e Hidalgo (2017), la educación formal y en<br />
especial las habilidades matemáticas son críticas en esta tarea. A nivel<br />
regional es necesario reducir la desigualdad en las oportunidades educativas.<br />
Específicamente en las regiones Noroeste (R1), Noreste (R2) y<br />
Centro Sur y Oriente (R5) se recomienda fortalecer la educación financiera<br />
de las familias con menores ingresos. En las regiones Occidente y Bajío<br />
(R3) y Sur (R6) la focalización de estrategias debe considerar mitigar la<br />
brecha de género.
168 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
3.2. Actitud financiera<br />
La actitud financiera de los mexicanos, su predisposición a decidir y actuar<br />
en materia financiera, está relacionada con la edad y el nivel educativo.<br />
El índice de actitud financiera registra mejores resultados entre personas<br />
mayores que en jóvenes, y entre individuos con mayor grado de escolaridad.<br />
Estas dos variables son significativas en todas las regiones, resultado<br />
consistente con el obtenido por Finke et al. (2016), quienes observaron<br />
que a mayor edad, las personas desarrollan mayor confianza en la administración<br />
del dinero, así como en el propio conocimiento financiero.<br />
En la región Noreste (R2) se aprecia además que las mujeres muestran<br />
una actitud más positiva que los hombres. En las regiones Occidente y<br />
Bajío (R3) y Ciudad de México (R4) los resultados son mejores entre<br />
quienes están casados o viven con su pareja. Es interesante notar que la<br />
actitud financiera no depende del nivel de ingreso o del tamaño de la<br />
localidad, es decir, la oferta de servicios financieros que provee una ciudad<br />
muy poblada o a la que pudieran tener acceso sólo las personas de nivel<br />
económico alto, no influyen en la actitud financiera de los mexicanos.<br />
Con los valores obtenidos en el modelo logit ordenado, presentados<br />
en el cuadro 6, se puede construir a partir de la ecuación (4) una expresión<br />
para la región j=2, con k=3 aciertos y e ij<br />
=0:<br />
logit A<br />
(γ 3<br />
)= -0.703+0.275 • Gen i2<br />
+0.011 • Edad i2<br />
+0.158 •<br />
Educ i2<br />
+0.031 • Ingr i2<br />
+0.095 • EstC i2<br />
+0.029 • TLoc i2<br />
(12)<br />
Al sustituir en la ecuación (12) los valores para una mujer (Gen i2<br />
=1),<br />
de 24 años (Edad i2<br />
=24), casada (EdoC i2<br />
=1), con un nivel de escolaridad<br />
máximo de secundaria (Educ i2<br />
=2), que gana 48,000 pesos al año (Ingr i2<br />
=2)<br />
y que vive en una localidad de 11,500 habitantes (TLoc i2<br />
=1), se estima<br />
logit A<br />
(γ 3<br />
)=0.338. Con este resultado y la ecuación (7) se obtiene que la<br />
probabilidad de que esta persona sea alfabeta bajo la perspectiva de actitud<br />
financiera es 0.584, como se aprecia en la ecuación (13).<br />
Pr (FAI i2<br />
≥ 3)= γ 3(Edad= 24)<br />
= 0.584<br />
(13)<br />
Si se conservaran las mismas características socioeconómicas para esta<br />
persona, excepto que la edad fuera 64 años (Edad i2<br />
=64), entonces la<br />
probabilidad de considerarla alfabeta en términos de actitud financiera<br />
aumentaría más de 10 puntos porcentuales, como se presenta en la ecuación<br />
(14).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
169<br />
Pr (FAI i2<br />
≥ 3)= γ 3(Edad= 64)<br />
= 0.685<br />
(14)<br />
Las políticas de inclusión financiera deberían considerar a la educación<br />
escolar como plataforma para mejorar el desempeño en actitud financiera<br />
y en cierta forma propiciar su fortalecimiento a través de la educación<br />
intergeneracional (Benton y Keister, 2017; Lissington y Matthews, 2012).<br />
Se recomienda investigar más sobre el efecto regional que tienen otras<br />
variables, por ejemplo, en el Noreste (R2), donde las mujeres presentan<br />
una actitud financiera más positiva que los hombres, y en las regiones<br />
Occidente y Bajío (R3) y Ciudad de México (R4), donde estar casado<br />
contribuye significativamente a fortalecer esta actitud.<br />
3.3. Comportamiento financiero<br />
En México, el nivel educativo y el ingreso guardan una relación positiva<br />
y significativa con el índice de comportamiento financiero en todas las<br />
regiones. A excepción de la Ciudad de México, la edad y el tamaño de la<br />
localidad son otros factores significativos para estimar el comportamiento<br />
financiero en el país. A menor edad y mayor tamaño de la localidad, más<br />
altas son las probabilidades de que la persona obtenga mejores resultados.<br />
Además de las cuatro variables anteriores, en la región Occidente y Bajío<br />
(R3), el género se asocia negativamente a este indicador, a favor de los<br />
hombres; y en la región Centro Sur y Oriente (R5), el estado civil es<br />
también significativo, a favor de los casados.<br />
Al sustituir en la ecuación (4) los valores obtenidos con el modelo logit<br />
ordenado, presentados en el cuadro 6, se encuentra una expresión para la<br />
región j=1, con k=4 aciertos, y e ij<br />
=0:<br />
logit (15)<br />
B<br />
(γ 4<br />
)= -0.622 + 0.080 • Gen i1<br />
-0.017 • Edad i1<br />
+ 0.247 •<br />
Educ i1<br />
+ 0.161 • Ingr i1<br />
+ 0.006 • EstC i1<br />
+ 0.068 • TLoc i1<br />
Al probar en la ecuación (15), los valores para una mujer (Gen i1<br />
=1),<br />
de 42 años (Edad i1<br />
=42), casada (EdoC i1<br />
=1), con un nivel de escolaridad<br />
máximo de secundaria (Educ i1<br />
=2), que gana 48,000 pesos al año (Ingr i1<br />
=2)<br />
y que vive en una localidad de más de 100,000 habitantes (TLoc i1<br />
=3), se<br />
estima logit B<br />
(γ 4<br />
)=-0.230. Con este resultado y la ecuación (8) se pronostica<br />
que esta persona obtendría cuatro o más aciertos en el índice de<br />
comportamiento financiero con una probabilidad de 0.443, como se<br />
muestra en la ecuación (16).<br />
Pr (FBI (16)<br />
i1<br />
≥4)= γ 4(Región= 1)<br />
= 0.443
170 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
Al comparar este resultado con la estimación para una persona de las<br />
mismas características socioeconómicas, pero que vive en la Ciudad de<br />
México (j=4), su probabilidad de considerarla alfabeta en términos de<br />
comportamiento financiero sería significativamente distinta, como se<br />
aprecia en la ecuación (17).<br />
Pr (FBI (17)<br />
i4<br />
≥4)= γ 4(Región= 4)<br />
= 0.258<br />
Para validar estos resultados, se revisaron las observaciones obtenidas de<br />
la ENIF 2018 (Inegi, 2019a). Se encontró que en el Noroeste (R1) hay 135<br />
mujeres, con secundaria como máximo grado de estudios, casadas, de<br />
cualquier edad (promedio 40.5) y que habitan en una localidad de más de<br />
100 mil habitantes, mientras que en la Ciudad de México (R4) se registraron<br />
49 personas con estas características (edad promedio 42.5). De ellas,<br />
en el Noroeste (R1), 43.0% obtuvo cuatro aciertos o más en el índice de<br />
comportamiento financiero, en tanto que en la Ciudad de México (R4),<br />
este indicador es de 22.4%. Es decir, el modelo logit ordenado se aproxima<br />
a los datos observados con un nivel de precisión aceptable.<br />
Fernandes et al. (2014) argumentaron que la educación financiera si<br />
bien contribuye a fortalecer el conocimiento, al mismo tiempo debe<br />
reforzar comportamientos financieros deseables, por ejemplo, el hábito<br />
de elaborar y apegarse a un presupuesto. A nivel nacional, es necesario<br />
insistir en elevar el nivel educativo para aspirar a obtener mejores resultados<br />
en el índice de comportamiento financiero. A nivel regional, es<br />
importante adecuar las estrategias derivadas de la política de inclusión<br />
financiera a las diferentes características locales. Además del nivel educativo<br />
y el ingreso, fuera de la Ciudad de México (R4) es necesario dirigir<br />
los esfuerzos a las comunidades rurales y los adultos mayores. En la región<br />
Occidente y Bajío (R3) debe procurarse la reducción de brechas en beneficio<br />
de las mujeres que residen en localidades rurales. En la región Centro<br />
Sur y Oriente (R5) es recomendable establecer estrategias educativas<br />
focalizadas en la gente con ingresos bajos, localidades poco pobladas y<br />
aquellos que no tienen cónyuge.<br />
Por todo lo anterior, se puede afirmar que existen elementos para<br />
comprobar que (H 2<br />
) los determinantes socioeconómicos del alfabetismo<br />
financiero varían de región a región, en cada uno de sus tres componentes:<br />
conocimiento, actitud y comportamiento. Solamente el nivel educativo<br />
es el único factor asociado de forma positiva a los tres componentes<br />
en todas las regiones de México. Este resultado es consistente con lo<br />
observado por Antonio-Anderson et al. (2020), quienes reconocieron a<br />
la educación como un factor determinante del alfabetismo financiero en<br />
todo el país, aunque en su investigación no diferenciaron por componente.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
171<br />
Conclusiones<br />
El objetivo de esta investigación ha sido medir el alfabetismo financiero<br />
en México y analizar sus determinantes con un enfoque regional, a partir<br />
de los datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, ENIF (Inegi,<br />
2019a). El nivel de alfabetismo financiero, por componente, se estimó en<br />
40.0% para comportamiento financiero, 60.9% para actitud financiera<br />
y 34.9% para conocimiento financiero. Este último es equiparable al nivel<br />
observado en países emergentes, pero bajo en comparación con naciones<br />
desarrolladas, tal como lo consignaron Klapper et al. (2015).<br />
En respuesta a las preguntas planteadas en esta investigación, se puede<br />
afirmar que la educación es el único factor asociado de forma directa a<br />
los niveles de conocimiento, actitud y comportamiento financieros en<br />
todas las regiones de México y que la relevancia del resto de los factores<br />
socioeconómicos analizados, género, edad, ingreso, estado civil y tamaño<br />
de la localidad varía de región a región, de manera similar a lo observado<br />
por Cucinelli et al. (2019) en Italia.<br />
En México persiste una brecha de género a favor de los hombres en<br />
conocimiento y comportamiento financiero. Ésta no es tan notoria en la<br />
actitud, en cuyo caso favorecería a las mujeres. Asimismo, la política de<br />
inclusión financiera debería de considerar la brecha en los resultados<br />
obtenidos por los habitantes de localidades altamente pobladas en contraste<br />
con los de comunidades rurales. Como lo observaron Cucinelli et<br />
al. (2019), éstas ofrecen mejor acceso a la educación, más servicios financieros<br />
y tecnologías de la información.<br />
A pesar de los avances de las últimas décadas en materia de educación<br />
en México, los niveles de desigualdad y exclusión financiera siguen siendo<br />
altos (García et al., 2013). A nivel regional, es necesario ampliar la cobertura<br />
de los servicios educativos y financieros en las localidades menos<br />
pobladas. Los programas de educación financiera son un elemento crítico<br />
en la instrumentación de estrategias de reducción de la pobreza; éstos<br />
deben considerar los factores estructurales asociados a las comunidades y<br />
tender al fortalecimiento del capital social (García et al., 2013). Se recomienda<br />
investigar más sobre los posibles fallos del modelo de educación<br />
financiera actual, que traslada toda la responsabilidad de las decisiones al<br />
consumidor, como lo advierte Willis (2008), al referirse a cómo la educación<br />
es necesaria pero no suficiente para aspirar a un mayor bienestar<br />
financiero.<br />
Esta investigación aporta evidencias que explican que el alfabetismo<br />
financiero está determinado por factores socioeconómicos distintos para<br />
cada región de México. Entre sus principales limitaciones se encuentra la<br />
falta de datos para realizar un análisis longitudinal que permita observar
172 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
cambios en las condiciones del entorno y su impacto en el nivel de alfabetismo<br />
financiero de la población. Sus hallazgos justifican la necesidad<br />
de diseñar estrategias de formación financiera adecuadas a los contextos<br />
regionales y locales. La instrumentación apropiada de estrategias facilitará<br />
la mitigación de brechas en el alfabetismo financiero y la inclusión financiera.<br />
Una población mejor preparada financieramente suele alcanzar<br />
mayores niveles de bienestar en menor tiempo, contribuye a dinamizar<br />
la economía y a mejorar el desarrollo económico y social.<br />
Fuentes consultadas<br />
Almenberg, Johan y Widmark, Olof (2011), “Numeracy, Financial Literacy<br />
and Participation in Asset Market”, Rochester, SSRN (Social<br />
Science Research Network), , 19 de<br />
septiembre de 2020.<br />
Altman, Morris (2012), “Implications of behavioural economics for<br />
financial literacy and public policy”, The Journal of Socio-Economics,<br />
41 (5), Ámsterdam, Elsevier, pp. 677-690, doi:10.1016/j.<br />
socec.2012.06.002<br />
Antonio-Anderson, Ceyla; Peña Càrdenas, Maricela Carolina y López<br />
Saldaña, Cristina del Pilar (2020), “Determinantes de la alfabetización<br />
financiera”, Investigación Administrativa, 49 (125), Ciudad<br />
de México, Instituto Politécnico Nacional, pp. 1-16, , 19 de septiembre de 2020.<br />
Arceo-Gomez, Eva Olimpia y Villagómez, Alejandro (2017), “Financial<br />
literacy among Mexican high school teenagers”, International<br />
Review of Economics Education, 24 (1), Ámsterdam, Elsevier, pp.<br />
1-17, doi:10.1016/j.iree.2016.10.001<br />
Atkinson, Adele y Messy, Flore Anne (2012), “OECD Working Papers<br />
on Finance, Insurance and Private Pensions No. 15. Measuring<br />
Financial Literacy: Results of the OECD/International Network<br />
on Financial Education (INFE) Pilot Study”, París, OCDE<br />
(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos),<br />
doi:10.1787/5k9csfs90fr4-en<br />
Baglioni, Angelo; Colombo, Luca y Piccirilli, Giulio (2018), “On the<br />
Anatomy of Financial Literacy in Italy”, Economic Notes, 47 (2-3),
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
173<br />
Hoboken, Wiley Online Library, pp. 245-304, doi:10.1111/<br />
ecno.12111<br />
Bay, Charlotta; Catasús, Bino y Johed, Gustav (2014), “Situating financial<br />
literacy”, Critical Perspectives on Accounting, 25 (1),<br />
Ámsterdam, Elsevier, pp. 36-45, doi:10.1016/j.cpa.2012.11.011<br />
Benton, Richard y Keister, Lisa (2017), “The lasting effect of intergenerational<br />
wealth transfers: Human capital, family formation, and<br />
wealth”, Social Science Research, <strong>vol</strong>. 68, Ámsterdam, Elsevier,<br />
pp.1-14, doi:10.1016/j.ssresearch.2017.09.006<br />
Bernheim, Douglas; Garrett, Daniel y Maki, Dean (2001), “Education<br />
and saving: The long-term effects of high school financial curriculum<br />
mandates”, Journal of Public Economics, 80 (3), Ámsterdam,<br />
Elsevier, pp. 435-4<strong>65</strong>, doi:10.1016/S0047-2727(00)00120-1<br />
Boisclair, David; Lusardi, Annamaria y Michaud, Pierre-Carl (2017),<br />
“Financial literacy and retirement planning in Canada”, Journal<br />
of Pension Economics and Finance, 16 (3), Cambridge, Cambridge<br />
University Press, pp. 277-296, doi:10.1017/S1474747215000311<br />
Carpena, Fenella; Cole, Shawn; Shapiro, Jeremy y Zia, Bilal (2017), “The<br />
ABCs of Financial Education: Experimental Evidence on Attitudes,<br />
Behavior, and Cognitive Biases”, Management Science, <strong>65</strong><br />
(1), Catonsville, INFORMS (Institute for Operations Research<br />
and the Management Sciences), pp. 346-369, doi:10.1287/<br />
mnsc.2017.2819<br />
Clark, Robert; D’Ambrosio, Madeleine; McDermed, Ann y Sawant,<br />
Kshama (2006), “Retirement plans and saving decisions: The role<br />
of information and education”, Journal of Pension Economics and<br />
Finance, 5 (1), Cambridge, Cambridge University Press, pp.<br />
45-67, doi:10.1017/S1474747205002271<br />
CNBV (Comisión Nacional Bancaria y de Valores) (2020), “Política<br />
Nacional de Inclusión Financiera”, Ciudad de México, CNBV,<br />
, 19 de septiembre de 2020.<br />
Conapo (Consejo Nacional de Población) (2017), “Proyecciones de la<br />
Población de México y de las entidades federativas, 2016-2050”,<br />
Ciudad de México, Conapo, , 19 de<br />
septiembre de 2020.
174 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo<br />
Social) (2019), “Medición de la pobreza. Pobreza en México”,<br />
Ciudad de México, Coneval, , 2 de abril<br />
de 2020<br />
Cucinelli, Doriana; Trivellato, Paolo y Zenga, Mariangela (2019), “Financial<br />
Literacy: The Role of the Local Context”, Journal of Consumer<br />
Affairs, 53 (4), Hoboken, Wiley Online Library, pp. 1874-1919,<br />
doi:10.1111/joca.12270<br />
Cude, Brenda (2010), “Financial Literacy 501”, Journal of Consumer<br />
Affairs, 44 (2), Hoboken, Wiley Online Library, pp. 271-275,<br />
doi:10.1111/j.1745-6606.2010.01168.x<br />
Ćumurović, Aida y Hyll, Walter (2019), “Financial Literacy and Self-<br />
Employment”, Journal of Consumer Affairs, 53 (2), Hoboken,<br />
Wiley Online Library, pp. 455-487, doi:10.1111/joca.12198<br />
Das, Sanjib (2016), “Financial literacy: measurement and determinants”,<br />
International Journal of Economic and Business Review, 4 (6),<br />
Tiruchirapalli, EPRA Journals, pp. 88-93, , 1 de octubre de 2020.<br />
Fernandes, Daniel; Lynch, John y Netemeyer, Richard (2014), “Financial<br />
Literacy, Financial Education, and Downstream Financial Behaviors”,<br />
Management Science, 60 (8), Catonsville, INFORMS<br />
(Institute for Operations Research and the Management Sciences),<br />
pp. 1861-1883, doi:10.1287/mnsc.2013.1849<br />
Finke, Michael; Howe, John y Huston, Sandra (2016), “Old Age and the<br />
Decline in Financial Literacy”, Management Science, 63 (1),<br />
Catonsville, INFORMS (Institute for Operations Research and<br />
the Management Sciences), pp. 213-230, doi:10.1287/<br />
mnsc.2015.2293<br />
García, Nidia; Grifoni, Andrea; López, Juan Carlos y Mejía, Diana (2013),<br />
“Financial Education in Latin America and the Caribbean: Rationale,<br />
Overview and Way Forward”, documento de trabajo núm.<br />
33, París, OCDE.<br />
Huston, Sandra (2010), “Measuring Financial Literacy”, Journal of Consumer<br />
Affairs, 44 (2), Hoboken, Wiley Online Library, pp. 296-<br />
316, doi:10.1111/j.1745-6606.2010.01170.x
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
175<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2019a), “Encuesta<br />
Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018”, Aguascalientes,<br />
Inegi, , 19 de septiembre de 2020.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2019b), “Encuesta<br />
Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), población de 15 años<br />
y más de edad”, Aguascalientes, Inegi, ,<br />
4 de diciembre de 2020.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2018), “PIB y<br />
cuentas nacionales”, Aguascalientes, Inegi, , 1 de octubre de 2020.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2015), “Población<br />
de México”, Aguascalientes, Inegi, , 1 de<br />
octubre de 2020.<br />
Klapper, Leora; Lusardi, Annamaria y Panos, Georgios (2013), “Financial<br />
literacy and its consequences: Evidence from Russia during the<br />
financial crisis”, Journal of Banking and Finance, 37 (10),<br />
Ámsterdam, Elsevier, pp. 3904-3923, doi:10.1016/j.<br />
jbankfin.2013.07.014<br />
Klapper, Leora; Lusardi, Annamaria y van Oudheusden, Peter (2015),<br />
“Financial Literacy Around the World: Insights From the Standard<br />
& Poor’s Ratings Services Global Financial Literacy Survey”,<br />
Washington, Global Financial Literacy Excellence Center<br />
(GFLEC), pp. 1-27, , 2 de abril de<br />
2020.<br />
Leckie, George; Morris, Tim y Steele, Fiona (2016), “Single-level and<br />
Multilevel Models for Ordinal Responses - Stata Practical”, Bristol,<br />
Centre for Multilevel Modelling, pp. 1-44, , 4 de diciembre de 2020.<br />
Lissington, Robert y Matthews, Claire (2012), “Intergenerational Transfer<br />
of Financial Literacy”, Social Science Research Network Electronic<br />
Journal, Rochester, SSRN (Social Science Research Network),<br />
pp.1-32, doi:10.2139/ssrn.2256791<br />
Lusardi, Annamaria y Mitchell, Olivia (2011a), “Financial Literacy and<br />
Planning: Implications for Retirement Wellbeing”, documento<br />
de trabajo núm. 17078, Cambridge, NBER (National Bureau
176 O. García Mata: Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
of Economic Research), , 1 de octubre<br />
de 2020.<br />
Lusardi, Annamaria y Mitchell, Olivia (2011b), “Financial literacy around<br />
the world: An overview”, Journal of Pension Economics and Finance,<br />
10 (4), Cambridge, Cambridge University Press, pp. 497-508,<br />
doi:10.1017/S1474747211000448<br />
OCDE/INFE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos/International<br />
Network on Financial Education) (2011),<br />
“Measuring Financial Literacy : Questionnaire and Guidance<br />
Notes for Conducting an Internationally Comparable Survey of<br />
Financial Literacy”, París, OCDE, , 19<br />
de septiembre de 2020.<br />
Potrich, Ani Caroline; Vieira, Kelmara y Kirch, Guilherme (2015),<br />
“Determinants of financial literacy: Analysis of the influence of<br />
socioeconomic and demographic variables”, <strong>Revista</strong> Contabilidade<br />
& Finanças, 26 (69), São Paulo, Universidad de São Paulo, pp.<br />
362-377, doi:10.1590/1808-057x201501040<br />
Remund, David (2010), “Financial literacy explicated: The case for a<br />
clearer definition in an increasingly complex economy”, Journal<br />
of Consumer Affairs, 44 (2), Hoboken, Wiley Online Library, pp.<br />
276-295, doi:10.1111/j.1745-6606.2010.01169.x<br />
StataCorp (2017), “Stata”, [software], versión 14.2 para Windows, College<br />
Station, StataCorp LLC.<br />
Van Rooij, Maarten; Lusardi, Annamaria y Alessie, Rob (2011), “Financial<br />
literacy and retirement planning in the Netherlands”, Journal<br />
of Economic Psychology, 32 (4), Ámsterdam, Elsevier, pp. 593-608,<br />
doi:10.1016/j.joep.2011.02.004<br />
Villagómez, Alejandro e Hidalgo, José Antonio (2017), “Financial Literacy<br />
and Mathematics : A Study among Young Mexican High School<br />
Students”, <strong>Revista</strong> Mexicana de <strong>Economía</strong> y Finanzas, 12 (2),<br />
Ciudad de México, Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas<br />
(IMEF), pp. 1-22, doi:10.21919/remef.v12i2.88<br />
Villagómez, Alejandro (2016), “Alfabetismo financiero en jóvenes preparatorianos<br />
en la Zona Metropolitana del Valle de México”, El
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 147-177<br />
177<br />
Trimestre Económico, 83 (331), Ciudad de México, Fondo de<br />
Cultura Económica, pp. 677-706, doi:10.20430/ete.v83i331.215<br />
Villagómez, Alejandro y González, Alayn (2014), “El efecto del alfabetismo<br />
financiero en el ahorro para el retiro en México”, documento<br />
de trabajo núm. 576, Ciudad de México, CIDE (Centro de<br />
Investigación y Docencia Económicas).<br />
Willis, Lauren (2008), “Against Financial Literacy Education”, Iowa<br />
Law Review, <strong>vol</strong>. 94, Rochester, SSRN (Social Science Research<br />
Network), pp. 1-197, , 4 de diciembre<br />
de 2020.<br />
Recibido: 4 de mayo de 2020.<br />
Reenviado: 20 de octubre de 2020.<br />
Aceptado: 29 de noviembre de 2020.<br />
Osvaldo García Mata. Maestro en Ciencias en Ingeniería en Sistemas<br />
Económicos e Investigación de Operaciones por Stanford University,<br />
Estados Unidos. Actualmente es profesor en la Facultad de Comercio y<br />
Administración Victoria de la Universidad Autónoma de Tamaulipas,<br />
México. Sus líneas de investigación son bienestar financiero y alfabetismo<br />
financiero. Entre sus publicaciones más recientes destacan, en coautoría:<br />
“La motivación de las mujeres en el desarrollo de emprendimientos rurales<br />
y toma de decisiones y la relación con su satisfacción”, Recherches en<br />
Sciences de Gestion, 6 (135), Lyon, Cairn, pp. 57-77 (2019); “El alfabetismo<br />
financiero como determinante del éxito en los micronegocios de las personas<br />
que trabajan por su cuenta”, en Elías Alvarado Lagunas y Adriana<br />
Guadalupe Chávez Macías (coords.), Los Micronegocios en México: creación,<br />
formalización y desafíos, Ciudad de México, Pearson Educación de México,<br />
pp. 47-72 (2020), y “Actitud, comportamiento y conocimiento financiero<br />
en México”, Cuadernos de <strong>Economía</strong>, Bogotá, Universidad Nacional de<br />
Colombia (próximamente).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
DOI: https://doi.org/10.22136/est20211572<br />
Vulnerabilidad socioeconómica,<br />
cambio climático e incremento del nivel<br />
del mar en Matamoros, Tamaulipas<br />
Socioeconomic vulnerability, climate change<br />
and sea level increase in Matamoros,<br />
Tamaulipas<br />
179<br />
Rodrigo Tovar Cabañas *<br />
María de Jesús Ávila Sánchez **<br />
Rocío del Carmen Vargas Castilleja ***<br />
Julio Cesar Rolón-Aguilar ***<br />
Abstract<br />
Socioeconomic vulnerability is a priority issue due to the effects of climate change and<br />
the increase in entropy of different climatic factors, which is linked to the rise in<br />
disasters and has implications on the sustainable development of coastal municipalities.<br />
The objective was to show the socioeconomic impacts that Matamoros, Tamaulipas,<br />
may suffer under the scenario of a sudden five-meter increase in sea level. The<br />
methodological matrix consisted of territorializing and qualifying vulnerable groups.<br />
Results show that if Matamoros suffered a flood of five meters above sea level, more<br />
than half of its territory would be flooded.<br />
Keywords: coastal geography, sociocultural vulnerability, economic impact.<br />
Resumen<br />
La vulnerabilidad socioeconómica es un tema prioritario debido a los efectos del<br />
cambio climático y al aumento de entropía de los distintos factores climáticos, lo<br />
cual influye en el incremento de desastres que repercute en el desarrollo sustentable<br />
de los municipios costeros. El objetivo consistió en mostrar los impactos<br />
socioeconómicos que puede sufrir Matamoros, Tamaulipas, bajo el escenario de<br />
un incremento súbito en el nivel del mar de cinco metros. La matriz metodológica<br />
consistió en territorializar y cualificar a los grupos vulnerables. Resultados:<br />
si Matamoros sufriera una inundación de cinco metros sobre el nivel del mar,<br />
63.58% de su territorio quedaría anegado.<br />
Palabras clave: geografía litoral, vulnerabilidad sociocultural, impacto económico.<br />
* Universidad de Xalapa, correo-e: rod_geo77@hotmail.com<br />
** Universidad Autónoma de Nuevo León, correo-e: marycolef@yahoo.com<br />
*** Universidad Autónoma de Tamaulipas, correos-e: rocvargas@docentes.uat.edu.mx y jrolon@<br />
docentes.uat.edu.mx
180 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
Introducción<br />
El Servicio Geológico Mexicano (SGM, 2011), desde la corriente geotécnica<br />
del desastre, realizó tres diferentes análisis gravitacionales de riesgos<br />
para el municipio de Matamoros hace una década, acorde con sus resultados<br />
más significativos señaló que de presentarse un desastre químico<br />
-como la explosión de todas las gaseras- alrededor de 6813 viviendas<br />
quedarían afectadas; o bien, si ocurriera un desastre detonado por algún<br />
fenómeno hidrometeorológico -como el encharcamiento o desbordamiento<br />
de un río o canal- alrededor de 1591 viviendas quedarían afectadas. Al<br />
respecto, tal ejercicio es poco realista en cuanto al riesgo químico, además<br />
de omitir otros riesgos y un análisis de vulnerabilidad social más pertinente.<br />
En general, en este tipo de atlas de riesgos se duplica la información,<br />
sobre todo en torno a los datos de vivienda. La documentación de gabinete<br />
suele ser escasa, por ejemplo, en dicho atlas (SGM, 2011) no se<br />
toma como una referencia la base datos DesInventar, la cual es una<br />
herramienta de software que alberga un Sistema de Inventario de Desastres<br />
y cuenta con registros de pérdidas, daños o efectos ocasionados por<br />
emergencias o desastres desde 1970 (LA RED, 2019); asimismo, en dicho<br />
atlas se ignoraron los registros de Brownsville, Texas. De modo que este<br />
tipo de obra se asemeja más a una enciclopedia, puesto que carecen de<br />
información puntual sobre los fenómenos acaecidos en el lugar bajo<br />
estudio, se citan, en cambio, anécdotas fuera de contexto. El citado Atlas<br />
de Riesgos de Matamoros es en realidad una mezcla de una monografía<br />
geográfica con un atlas geológico, donde la falta de trabajo interdisciplinario<br />
termina en recomendaciones muy generales.<br />
Se advierten errores epistemológicos y metodológicos que debieron ser<br />
tomados en cuenta, por ejemplo, en cuanto a los riesgos antropogénicos<br />
de la ciudad de Matamoros, el Atlas admite a las bibliotecas, pero omite<br />
la delincuencia organizada, la violencia, el narcotráfico, los reclusorios, las<br />
jaurías y las cantinas. Ese error teórico se debe a que los autores imitaron<br />
las temáticas que se registran en otros atlas de riesgos europeos, como el<br />
de Veyret et al. (2013), es decir, al no tropicalizar o intronizar los contenidos,<br />
se asume que el aforo en las bibliotecas y los museos de la ciudad<br />
de París es el mismo que en la ciudad de Matamoros, lo cual epistemológicamente<br />
llevó a considerar más a una biblioteca que a un reclusorio como<br />
peligro socioorganizativo en Matamoros.<br />
Esto no sólo se cometió en torno a los peligros socioorganizativos, sino<br />
también en el caso de los peligros geológicos, puesto que en el afán de<br />
estandarizar lugares geográficamente diferentes, sólo se consideró el riesgo<br />
sísmico de Matamoros, el cual es prácticamente nulo, en cambio, se omite<br />
el riesgo por radiación de cobalto inducido por el mal manejo que se tuvo
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
181<br />
de este material en la zona fronteriza durante la década de los ochenta del<br />
siglo pasado, así como el riesgo por tremores derivados del fracking o<br />
fractura hidráulica, la cual podría desecar las zonas lacustres ubicadas al<br />
sureste de la demarcación municipal (zona de karst subterráneo).<br />
Respecto a los peligros sanitarios no contemplados en el Atlas de<br />
Riesgos de Matamoros se encuentran los que tienen que ver con las tolvaneras<br />
-propias de las regiones semidesérticas (regiones subtropicales<br />
ubicadas al norte de trópico de Cáncer)- y las enfermedades oculares,<br />
tales como la silicosis y la conjuntivitis. Sin embargo, el modelo de erosión<br />
propuesto en dicho Atlas no fue tropicalizado, es decir, los factores de<br />
erosión podrían asumirse como correctos siempre y cuando se apliquen<br />
a zonas de denudación y no en zonas de acumulación (caso de Matamoros).<br />
Matamoros se ubica en zona desértica a nivel del mar, por ende, es<br />
un lugar de acumulación, el riesgo no está en la erosión, sino en la silicosis<br />
y la conjuntivitis y demás enfermedades asociadas con las tolvaneras.<br />
Otra inconsistencia del Atlas de Riesgos de Matamoros es de orden<br />
metodológico, debido a que los observadores del fenómeno bajo estudio<br />
proceden en su mayoría del campo de la geología, por lo que trasladaron<br />
la escala regional de observación de los procesos geológicos, al campo de<br />
estudio de los desastres. Este hecho, sin precedentes en la historia de la<br />
filosofía de las ciencias, es la razón por la que, pese a que la resolución de<br />
los materiales cartográficos metodológicamente se procesó en metros (escala<br />
urbana), los mapas de riesgo se construyeron a escalas regionales de 1:<br />
250,000, es decir, en kilómetros, lo cual es un error de precisión serio.<br />
Con frecuencia, los estudios sobre desastres se realizan de forma unilateral,<br />
es decir, unos trabajos sólo abordan las amenazas (como el caso del<br />
Atlas de Riesgos de Matamoros) y otros sólo las vulnerabilidades. Por lo<br />
que comúnmente, quienes abordan sólo la parte de las amenazas suelen<br />
cometer errores epistemológicos al asumir como existente únicamente a la<br />
vulnerabilidad económica, omitiendo más de 15 variables sociodemográficas<br />
in<strong>vol</strong>ucradas con los procesos de vulnerabilidad, de modo que se<br />
confunde la vulnerabilidad económica con el índice de vulnerabilidad social.<br />
Para subsanar estas lagunas es menester contextualizar la cronología<br />
de los principales desastres acaecidos en el territorio del municipio de<br />
Matamoros para posteriormente describir su ubicación geográfica y la<br />
relación que guarda con los fenómenos hidrometeorológicos extremos<br />
bajo la coyuntura de cambio climático y su índice de vulnerabilidad social<br />
más reciente, de modo que se puedan valorar en su justa dimensión los<br />
impactos económicos y sociales, por ejemplo, en caso de que el nivel del<br />
mar, durante las próximas décadas, llegará a subir ocasionalmente hasta<br />
la cota de cinco msnm.
182 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
En este sentido, aún siguen sin resolverse ciertas preguntas vinculadas<br />
con la protección civil, tales como: ¿De qué tamaño sería la mancha urbana<br />
anegada de Matamoros en caso de que el nivel del mar subiera súbitamente<br />
cinco metros?, ¿Qué características socioeconómicas presenta la población<br />
que está en dicha zona de riesgo ante un escenario como el descrito? Por<br />
lo tanto, el presente estudio busca dar respuesta a estas interrogantes que<br />
son pertinentes dada la complejidad actual de un sistema que está en<br />
constante crecimiento y cuyos riesgos se potencializan de no contar con<br />
herramientas sólidas de planeación y análisis territorial para la toma de<br />
decisiones tendentes a la prevención y adaptación de las zonas más sensibles<br />
a las alteraciones pluviométricas y potamológicas vinculadas con la<br />
era del antropoceno y el cambio climático.<br />
1. Antecedentes<br />
Los asentamientos en Matamoros, desde sus orígenes prehispánicos, han<br />
padecido sequías e inundaciones, por ejemplo, durante el siglo XVIII la<br />
nación o pueblo Carrizo, que en ese tiempo ocupaba el territorio de<br />
Matamoros, sufrió tres periodos de intensa sequía: 1712-1714; 1728-1731<br />
y 1751-1754. En 1774 se fundó San Juan de los Esteros, como se le<br />
conocía a Matamoros en ese tiempo, y una década después experimentó<br />
su primera sequía, de 1784 a 1789, seguida de otra en 1806-1808 (Cleaveland<br />
et al., 2011). Durante el siglo XIX, Matamoros experimentó otros<br />
tres episodios de sequía: el primero ocurrió en 1851, otro que inició en<br />
1881 y que se prolongó hasta 1884, el último se dio de 1890 a 1895<br />
(Escobar Ohmstede, 2004).<br />
Respecto a los desastres detonados por fenómenos hidrometeorológicos<br />
extremos, Roth (2010) señala que 1554 fue el año con el registro más<br />
antiguo del que se tiene noticia sobre un huracán acaecido en la región<br />
(tabla 1). Durante el siglo XIX (de 1829 a 1831) el pueblo de Brownsville,<br />
ubicado a escasos 100 metros del pueblo de Matamoros, sufrió un<br />
periodo intenso de lluvias extremas, y que el 18 de agosto de 1835 pasó<br />
un huracán por dichos pueblos. Otras fuertes tormentas que sacudieron<br />
a Matamoros se dieron durante la temporada de lluvias de 1837, 1840 y<br />
1844 (Roth, 2010).<br />
Escobar Ohmstede (2004) en un trabajo riguroso de archivo logró<br />
documentar otros episodios concernientes a huracanes ocurridos en<br />
Matamoros a lo largo del siglo XIX (tabla 1). De los cuales es relativamente<br />
significativo señalar el de 1874, donde el barrio de La Laguna, ubicado<br />
al sureste del centro histórico de la ciudad, quedó debastado al igual que<br />
la línea telegráfica de ese tiempo; el de 1880, donde más de mil familias
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
183<br />
Tabla 1<br />
Huracanes ocurridos en Matamoros siglo XVI-XIX<br />
Año Fecha aproximada Nombre Lugar<br />
1554 Agosto — Brownsville<br />
1829 9 de octubre — Brownsville<br />
1830 — S de Brownsville<br />
1831 18 de agosto — Brownsville<br />
1835 18 de agosto Antigua Hurricane Brownsville<br />
1837 10 de mayo Racer’s Storm Brownsville<br />
1840 — — Brownsville<br />
1844 8 de junio — Brownsville<br />
1867 Matamoros<br />
1873 Matamoros<br />
1874 Matamoros<br />
1880 8 de diciembre — Brownsville<br />
1885 17 de septiembre — Brownsville<br />
1886 22 de septiembre Número 7 S de Brownsville<br />
1887 21 de septiembre Número 7 Brownsville<br />
1895 29 de agosto Número 2 Brownsville<br />
Fuente: elaboración propia con base en Escobar Ohmstede, 2004 y Roth, 2010.<br />
fueron afectadas, la localidad sufrió pérdidas superiores a los doscientos mil<br />
pesos, la magnitud de dicho huracán fue tan grande que destruyó graneros<br />
y sembradíos, además de aniquilar centenares de cabezas de ganado.<br />
Con base en los registros históricos expuestos en la tabla 1, en Matamoros<br />
el periodo de retorno de huracanes con potencial devastrador es de<br />
4.7 años; en tanto que el de las lluvias e inundaciones con potencial devastador,<br />
conforme a los datos de Escobar Ohmstede (2004), es de 2.1 años<br />
y el de las sequías extremas es de 6.4 años. Desde otro ángulo, Escobar<br />
advierte que en Matamoros, a lo largo del siglo XIX, se dieron 28 desastres<br />
detonados por fenómenos meteorológicos: 20, a consecuencia de<br />
lluvias (inundaciones y huracanes), y ocho, por sequías.<br />
Durante el siglo <strong>XX</strong>, Roth (2010) ha recopilado la información concerniente<br />
a siete huracanes ocurridos en la región de Matamoros, de los cuales,<br />
cinco de ellos han superado la categoría dos de la escala de intensidad de<br />
viento de huracanes de Saffir-Simpson (tabla 2). El registro histórico<br />
de huracanes ocurridos en lo que va del siglo <strong>XX</strong>I, de la Administración
184 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
Tabla 2<br />
Huracanes ocurridos en Matamoros, siglo <strong>XX</strong><br />
Año Fecha Nombre Lugar Viento<br />
km/hr<br />
Categoría<br />
Muertos<br />
Centro<br />
de<br />
baja<br />
presión<br />
1909 agosto Número 5 Brownsville 110 2 — —<br />
1933 mayo Número 5 Brownsville 100 2 — 975<br />
1933 mayo Número 11 Brownsville 125 3 40 949<br />
1954 junio Alice Matamoros 80 1 17 —<br />
1955 mayo Gladys Matamoros 85 1 - —<br />
1967 septiembre Beulah Matamoros 135 3 15 931<br />
1988 septiembre Gilbert Matamoros 135 4 — —<br />
2003 agosto Erika Matamoros 120 1 986<br />
2008 julio Dolly Matamoros 130 1 14 989<br />
Fuente: elaboración propia con base en Roth, 2010 y NOAA, 2018.<br />
Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), tiene<br />
los casos del huracán Erika de 2003 y el del huracán Dolly de 2008, ambos<br />
de categoría uno (NOAA, 2018).<br />
De acuerdo con los registros de DesInventar (LA RED, 2019), la<br />
ciudad y el puerto de Matamoros, Tamaulipas de 1970 a 2013 ha experimentado<br />
158 desastres de consideración estatal y nacional. Como se<br />
puede observar en la tabla 3, 68.1% de ellos corresponden a eventos de<br />
corte meteorológico, en orden de prelación se pueden describir como<br />
sigue: 28 inundaciones extraordinarias, 16 heladas, 13 vendavales y 11<br />
aguaceros o tempestades de consideración, que, en conjunto, en términos<br />
históricos dejaron más de 541,488 personas afectadas, de las cuales alrededor<br />
de 52,950 tuvieron que ser evacuadas en su momento.<br />
Para el futuro cercano de Matamoros, es útil saber que el promedio<br />
de retorno de los fenómenos hidrometeorológicos más intensos durante<br />
el siglo <strong>XX</strong> oscila entre los 1.4 y los 3.3 años (LA RED, 2019), lo que<br />
significa que en el último medio siglo, el mayor lapso que Matamoros ha<br />
estado libre de algún fenómeno hidrometeorológico es de tres años, por<br />
lo que es muy importante dar a conocer a detalle las zonas que presenten<br />
el mayor índice de vulnerabilidad social y que además sean propensas a<br />
riesgo por concepto de inundación. Como se puede apreciar, el principal<br />
peligro documentado que aqueja a la ciudad de Matamoros está asociado<br />
a los fenómenos hidrometeorológicos.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
185<br />
Tabla 3<br />
Porcentaje de ocurrencia de desastres de 1970 a 2013<br />
en Matamoros<br />
Tipo de evento % Tipo de evento %<br />
Inundación 17.7 Ola de calor 3.8<br />
Helada 10.1 Biológico 3.2<br />
Vendaval 8.2 Incendio 2.5<br />
Lluvias 7 Colapso estructural 1.9<br />
Epidemia 6.3 Intoxicación 1.9<br />
Onda fría 5.7 Marejada 1.9<br />
Sequía 5.7 Nevada 1.9<br />
Tempestad 5.1 Accidente 1.3<br />
Contaminación 4.4 Escape 1.3<br />
Explosión 4.4 Incendio forestal 1.3<br />
Fuente: elaboración propia con base en DesInventar (LA RED, 2019).<br />
Dichos antecedentes han contribuido a entender cómo el hundimiento<br />
costero que experimenta el centro de Matamoros, más el azolvamiento<br />
asociado a los sedimentos y la pérdida de la cubierta forestal aguas arriba,<br />
agravan el riesgo de sufrir inundaciones de respuesta rápida de hasta 1.5<br />
metros de tirante, como ocurrió en 2003, con el huracán Erika, sobre<br />
todo en las colonias periféricas y rancherías. Sin embargo, existen otros<br />
peligros geológicos (campos de fractura hidráulica) e ingenieriles (vida<br />
útil del concreto hidráulico de las presas: Marte R. Gómez y Falcón) que<br />
no han sido visibilizados, por ejemplo, un mal manejo de la presa Marte<br />
R. Gómez o de la presa Falcón provocaría una crecida de carácter torrencial.<br />
Más allá de que 70% de las roturas de presas de toda la historia<br />
mundial se han presentado a partir del 2000, es el silencio de más de dos<br />
décadas en el periodo de retorno del último huracán, categoría cuatro o<br />
superior, lo que debe llamar a la alerta.<br />
Pese a lo anterior, la dislocación cartográfica con la que se han elaborado<br />
los mapas de riesgo de Matamoros, aunado al aumento de infraestructura<br />
social (no adaptada a las inundaciones), han hecho pensar a<br />
algunos que Matamoros es un lugar de riesgo moderado. Esta subestimación<br />
conduce a una incomprensión de los factores físicos y sociales, de<br />
modo que sus coropletas, si bien es cierto que pueden ser empleadas para<br />
la predicción de escenarios de riesgo por fenómenos hidrometeorológicos,<br />
asimismo, son de gran valor para la concientización de sus habitantes<br />
sobre la peligrosidad de determinados fenómenos naturales; no obstante,
186 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
les hace falta una mejor yuxtaposición tendente a resolver los cómo de la<br />
planificación y el desarrollo sustentable que exige la actual coyuntura en<br />
materia de cambio climático.<br />
Finalmente, en julio de 2008, a más de una década de la última severa<br />
inundación que sufrió Matamoros asociada al huracán Dolly, se dejó notar<br />
cómo la anegación de las calles es la variable independiente, y hasta el<br />
momento el Puerto de Matamoros sólo cuenta con el Atlas de Riesgos de<br />
los Municipios de Matamoros y Valle Hermoso (SGM, 2011).<br />
2. Incremento del nivel del mar<br />
Calcular el promedio del nivel del mar es complicado puesto que los<br />
distintos instrumentos registran variaciones de consideración debido a<br />
que algunas áreas costeras se elevan otras se hunden, por lo que las variaciones<br />
del nivel del mar todavía no son concluyentes. Empero, en investigaciones<br />
recientes se ha observado que del Dryas Reciente, el mar se elevó<br />
cuatro metros por siglo Webster et al. (2004), a escala histórica, según el<br />
Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), dicha tasa es de<br />
0.5 mm/año para el final del epipaleolítico y de 0.1 mm/año para los<br />
últimos 3000 años (Kopp et al., 2016). Recientemente en los Países Bajos,<br />
el ascenso se ha estimado en 1.5 mm/año. Por lo que, al finalizar este siglo<br />
se espera que el aumento del nivel del mar no sea simétrico en las diferentes<br />
latitudes del planeta, por lo que su impacto será muy variable de<br />
lugar a lugar.<br />
El IPCC (2007: 323), en términos científicos considera un ascenso<br />
del nivel del mar dentro del rango de los 19.0 a 57.9 cm hacia 2100; otros<br />
autores amplían dicho rango a 1.3 metros para el mismo periodo (Grinsted<br />
et al., 2010). Aunque ciertamente, es imposible descartar las variaciones<br />
regionales provocadas por fenómenos hidrometeorológicos extremos, entre<br />
otros, de orden geoingenieril. Otros investigadores han escenificado costas<br />
anegadas hasta las cotas actuales de cinco y 10 msnm, como Cruz<br />
Ramírez (2016: 119), quien a partir de un índice de vulnerabilidad costera<br />
ubica al municipio de Matamoros, Tamaulipas, como el más vulnerable<br />
de todo el estado, dado que cuenta con siete localidades altamente vulnerables,<br />
por orden de prelación: Primer Campo Pesquero, Puntilla Sur,<br />
Isla Puntilla Norte, Isla La Fantasía, Isla Las Malvinas, Las Higuerillas y<br />
El Mezquital. Bajo estas consideraciones mareológicas, potamológicas,<br />
geológicas e ingenieriles se presenta un escenario para la cota cinco metros<br />
de anegación del municipio de Matamoros.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
187<br />
3. Área de estudio<br />
Geográficamente el municipio de Matamoros se asienta sobre la Llanura<br />
Costera del Golfo de México, al noreste de la sierra de San Fernando; en<br />
términos geológicos, su suelo se constituye de depósitos de llanuras aluviales,<br />
principalmente sobre el curso inferior de río Bravo o Grande, estos<br />
depósitos frecuentemente están divididos por áreas con predominio de<br />
barro holocénico (Qam) y por áreas con predominio de limo y arena<br />
(Qas); en otros lugares existe aluvión indivisible (Qal), excepto sobre las<br />
áreas planas de marea, en donde hay elementos heterogéneos de arcilla,<br />
limo, arena, grava y materia orgánica, además de limo y arena de origen<br />
calcáreo de color gris oscuro a marrón oscuro, también existe presencia<br />
de arena principalmente de cuarzo; la grava a lo largo del río Grande<br />
incluye rocas sedimentarias del cretáceo y terciario y una amplia variedad<br />
de rocas ígneas y sedimentarias de la formación Trans-Pecos Texas, México<br />
y Nuevo México incluyendo ágata; también existe grava en las corrientes<br />
laterales del río Bravo, en su mayoría rocas terciarias locales y pedernal<br />
derivado de la grava de Uvalde que cubre las divisiones en comento (UT,<br />
1984), las cuales son impactadas por un clima semicálido húmedo la<br />
mitad del año; llegando incluso a ser semiseco muy cálido y con escasa<br />
humedad media, donde la precipitación media anual varía de <strong>65</strong>0 a<br />
700 mm (DOF, 2018).<br />
Dicha localidad pertenece a uno de los 43 municipios del estado de<br />
Tamaulipas, el cual se ubica al norte, en la región fronteriza a una altitud<br />
promedio de 10 msnm (mapa 1), con una extensión territorial de 4046<br />
km² y una población al censo de Inegi (2011a) de 489,193 habitantes.
188 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
Mapa 1<br />
Ubicación del municipio de Matamoros<br />
Fuente: elaboración propia.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
189<br />
4. Matamoros a cinco metros bajo las aguas del mar<br />
A penas hace nueve años que en México el gobierno federal impulsó una<br />
iniciativa en materia de cambio climático, por lo que es comprensible que<br />
los escenarios y las estimaciones a nivel local aún sean escasas, por ejemplo,<br />
en 2010, la Universidad Autónoma Metropolitana, el Instituto de<br />
Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM y la Universidad de Campeche<br />
hicieron el esfuerzo para ilustrar las tendencias y dinámicas del<br />
comportamiento del nivel del mar, gracias a eso se sabe que frente a<br />
Matamoros el nivel del mar, en promedio, subió su nivel 15 cm de 1964<br />
a 1979, y aunque posteriormente esa tasa se ha incrementado, se asume<br />
que en dicho lugar el nivel asciende 9.2 cm por década (Zavala-Hidalgo<br />
et al., 2011: 325). Esa investigación enriquece parte de estas indagaciones,<br />
ligadas al desarrollo local sustentable.<br />
Luego de aprovechar los modelos digitales de elevación de alta resolución<br />
LiDAR, terreno ASCII, con resolución de cinco metros de Inegi<br />
(2012a), mediante un método de interpolación se obtuvieron las curvas<br />
de nivel 1 que sirvieron para ubicar y delimitar las zonas del territorio del<br />
municipio de Matamoros que quedarían bajo el agua del mar, en caso de<br />
que éste subiera cinco metros su nivel en las próximas décadas, se llegó a<br />
los resultados siguientes: de los 4000 km² con los que cuenta el municipio<br />
de Matamoros (Inegi, 2009) 2,782.3 km 2 quedan por debajo de la<br />
cota de cinco msnm, lo que representa 63.58% del total municipal.<br />
Tomando en cuenta únicamente el área urbana total del municipio (aproximadamente<br />
10,000 ha), 24% de su infraestructura urbana queda por<br />
debajo de la cota de cinco msnm.<br />
La mayor parte de esas 2500 hectáreas urbanizadas, 2 que desde ya están<br />
en riesgo de inundación en la ciudad de Matamoros (mapa 2), se localizan<br />
al oriente y oriente sur de la ciudad, al sur de la histórica avenida Cantinflas,<br />
sobre las cuales vamos a investigar los principales impactos socioculturales<br />
y económicos que se podrían derivar a raíz de una subida del<br />
nivel del mar de cinco metros durante algún fenómeno hidrometeorológico,<br />
producido por las alteraciones pluviométricas que está generando el<br />
cambio climático.<br />
1<br />
Con una equidistancia de 5 m se construyó una malla de 16 millones de nodos, en formato<br />
shape, la cual se exportó como curva a formato KML para su tratamiento en Google Earth y en<br />
3D-Route Builder y así tabular las coordenadas “x, y, z”. Con ayuda de TCX-Converter la tabla se<br />
exportó a formato CSV para poder generar una interpolación desde Quikgrid. Las isolíneas resultantes<br />
se exportaron a DXF para su tratamiento cartográfico en GvSIG. Todo el proceso se iteró más<br />
de 20 veces.<br />
2<br />
Cognitivamente eso equivale 5000 canchas de balompié o futbol.
190 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
Mapa 2<br />
Principales zonas bajas del municipio de Matamoros<br />
Fuente: Cálculos de los autores con base en datos proporcionados por Google (2019).<br />
5. Impactos económicos ante el escenario de incremento del nivel<br />
del mar<br />
Una de las principales afectaciones del cambio climático en las zonas<br />
costeras del Golfo de México está relacionada con el incremento del nivel<br />
del mar, la cual, económicamente, se puede estimar a partir de la cuantificación<br />
del Producto Interno Bruto (PIB) municipal y por la estimación<br />
del valor de los servicios ambientales que aportan ciertos ecosistemas. En<br />
ese sentido, en este apartado, se reflexiona en torno a las cifras económicas<br />
del municipio de Matamoros.<br />
De acuerdo con González-Estrada y Gallegos-Cedillo (2014), la distribución<br />
porcentual del Producto Interno Bruto del 2010 de los municipios<br />
de Tamaulipas por región es el siguiente: Región del Altiplano 0.9%;<br />
Valle de San Fernando 1.4%; Mante 4.4%; Centro 12.3%; Región Sur<br />
29.3% y Región Fronteriza 51.7% (tabla 4). Si se considera el PIB estatal 3<br />
que arroja el Inegi (2012b: 34), la región Fronteriza, a la que pertenece<br />
el municipio de Matamoros, en 2010 generó en total 199,811 millones<br />
de pesos, de los cuales, 55,747 millones los generó el municipio bajo<br />
estudio, es decir, poco más de 14% de ese PIB estatal.<br />
3<br />
De acuerdo con el Inegi (2012b), el estado de Tamaulipas produjo en 2010: 386,482.2 millones<br />
de pesos.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
191<br />
Tabla 4<br />
Producto Interno Bruto de Tamaulipas por regiones, 2010<br />
Región %<br />
Región del Altiplano 0.9<br />
Valle de San Fernando 1.4<br />
Mante 4.4<br />
Centro 12.3<br />
Región sur 29.3<br />
Región fronteriza 51.7<br />
Fuente: elaboración propia con base en González-Estrada y Gallegos-Cedillo (2014).<br />
En términos históricos, durante las últimas dos décadas, la riqueza<br />
municipal, en orden de prelación y en función de la población económicamente<br />
activa, ha corrido a cargo del sector industrial, seguido del<br />
sector terciario con una participación porcentual de 51.3 y 47.6%, respectivamente<br />
(Chávez Aguilar, 2007), cuyo personal ocupado, para el<br />
2015, se estima en 175,000 empleados dedicados a dichas actividades.<br />
Sobre el sector secundario, cabe recordar que en Matamoros es la actividad<br />
maquiladora la que demanda la mayor cantidad de trabajadores,<br />
por lo que el PIB municipal depende de alrededor de 200,000 trabajadores,<br />
de los cuales alrededor de 29% labora dentro de las zonas de<br />
peligro por inundación.<br />
Otro impacto económico a considerar en este primer escenario es la<br />
capacidad instalada, que como activo tiene un valor para la administración<br />
municipal de Matamoros. Por ejemplo, la red que integra el sistema<br />
carretero del municipio de Matamoros, constituido principalmente por<br />
calles, avenidas y bulevares, según Inegi (2011b), los cuales suman en total<br />
1888 kilómetros lineales (incluida la carretera troncal pavimentada), de los<br />
cuales, 504.8 de ellos quedarían anegados si el nivel del mar sube de nivel<br />
en cinco metros. Ahora bien, si se acepta el costo promedio (25 dólares<br />
o 500 pesos) que cuesta un metro cuadrado de asfalto (USDA, 2017), así<br />
como el ancho promedio de las calles (ocho metros) en riesgo de inundación,<br />
tenemos que cuatro millones de m 2 resultantes tienen un valor<br />
de 2000 millones de pesos, si a esto se suma el valor del resto de la<br />
infraestructura pública (aceras, drenaje, gasoductos, alumbrado, agua<br />
potable, etcétera), la cifra es de aproximadamente 12.1 mil millones de<br />
pesos, (equivalente a 30.7% del PIB municipal de 2010).
192 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
Por otra parte, el valor de los predios urbanizados (1867 ha), en riesgo<br />
de inundarse con una crecida del mar de cinco metros, cotizado en precios<br />
del mercado corriente 4 es de 75,000 millones de pesos (más de 3000<br />
millones de dólares), lo que representa 19.3% 5 del PIB de todo el estado<br />
de Tamaulipas del 2010. Mientras que el valor del resto del territorio del<br />
municipio de Matamoros que está en la misma situación (2756.9 km 2 ),<br />
es de 11 billones de pesos (unos 550,000 millones de dólares), lo que<br />
representa 28 veces el citado PIB estatal. Además, al recuento descrito se<br />
deben adicionar las unidades económicas que operan dentro de la zona<br />
de riesgo, es decir, 7000 comercios (Inegi, 2019) están en peligro de<br />
inundación debido a que se ubican cerca o por debajo de la cota de los<br />
cinco metros, así como 58,476 ha de agricultura de temporal, pues todas<br />
están en riesgo de inundación bajo el escenario señalado (SIAP, 2014).<br />
Recapitulando, la anegación por debajo de cinco metros de la infraestructura<br />
de Matamoros equivale a 30 veces el PIB del estado de Tamaulipas.<br />
6 Ahora bien, además de los 60,000 trabajadores (ya señalados)<br />
afectados directamente por el escenario de cambio climático antes propuesto,<br />
es pertinente explayarse y describir los impactos sociales que los<br />
efectos de una crecida del nivel de mar de cinco metros dejarían sobre el<br />
territorio de Matamoros.<br />
6. Impactos sociales ante el escenario de incremento<br />
del nivel del mar<br />
Sin demeritar las cifras económicas, la demanda de vivienda de interés<br />
social es la que podría experimentar los mayores cambios si en algún<br />
momento el nivel del agua alcanzara la cota de los cinco msnm. Por<br />
ejemplo, adicionalmente a las 24,500 solicitudes de vivienda anuales que<br />
en promedio requiere el municipio de Matamoros (Infonavit, 2014), se<br />
tendrían que sumar otras 54,000 correspondientes a todas aquellas viviendas<br />
de dicha demarcación que por su ubicación, próxima o sobre de la<br />
cota de cinco msnm están en riesgo, es decir, los impactos secundarios<br />
del cambio climático incrementarían 222% las necesidades de vivienda,<br />
tan sólo en la cabecera de Matamoros, por la reubicación de la población<br />
de la zona cero o zona de mayor impacto.<br />
4<br />
Tomando como base 400,000 pesos por 100 m 2 , sin contar el valor de las edificaciones.<br />
5<br />
Considerando el valor de los bienes raíces, tomando como base 100,000 pesos por cada 60 m 3<br />
de construcción (Infonavit, 2019), es decir, predios no mayores a 10 m 2 y de una sola planta, habría<br />
que agregar otros 186,000 millones de pesos, o sea otro 48.3% del citado PIB estatal.<br />
6<br />
Como un ejemplo análogo, considérese que, en 2005, los daños materiales causados por el<br />
huracán Wilma sobre Cancún ascendieron a 1752 millones de dólares, 0.21% del PIB nacional de<br />
2010 (Martínez, 2007).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
193<br />
Por otra parte, en términos de vulnerabilidad, es preciso señalar que<br />
la margen sur de la desembocadura del río Bravo prácticamente es la más<br />
riesgosa, en particular las áreas ru-rurbanas (antiguos ejidos) ubicadas en<br />
la porción oriental de la demarcación municipal (zona baja menor a cinco<br />
msnm), dicha zona de inundación, también puede estudiarse desde lo<br />
que Tovar Cabañas y Vázquez Espinosa (2017) denominan potamoweack<br />
(una parasíntesis que emplean dichos autores para darle mayor fluidez<br />
epistemológica a la vulnerabilidad vinculada exclusivamente a una inundación).<br />
En ese sentido, usando los datos sociodemográficos del Inegi<br />
(2011a), a través de un cociente de localización (Lira y Quiroga, 2009)<br />
adaptado para fabricar un índice de vulnerabilidad social se pudo conocer<br />
de forma relativa el nivel socioeconómico de las principales manzanas<br />
urbanas en situación de potamoweack de la ciudad costera de Matamoros.<br />
Es decir, de las variables, vinculadas con el fenómeno de la vulnerabilidad<br />
social, propuestas por Cutter et al. (2003) se adecuaron para su aplicación<br />
conforme a los datos del Inegi. Con esas 18 variables 7 se logró saber cuáles<br />
de ellas superan la media dentro del conjunto de manzanas urbanas que<br />
integran la localidad urbana de Matamoros. Los resultados de las operaciones<br />
estadísticas se agruparon aritméticamente en cuartiles para determinar<br />
los niveles del índice de vulnerabilidad social.<br />
Al respecto, se puede advertir que de las 92 Áreas geoestadísticas básicas<br />
(Ageb) en potamoweack, se resalta que el fraccionamiento Cima 3<br />
(ubicado al oriente de la ciudad) presenta el índice de vulnerabilidad social<br />
más alto (mapa 3), se podría decir lo mismo del fraccionamiento Industrial<br />
del Norte (centro de la mancha urbana), pero este último se ubica<br />
fuera de la zona de potamoweack; otras colonias, fuera de la zona de estudio,<br />
pero con alto índice de vulnerabilidad social quedan diseminadas al<br />
sur y occidente de la mancha urbana, por ejemplo: en el sur las colonias<br />
Lomas de San Juan y Nueva Jerusalén cuentan con al menos una Ageb<br />
con un índice de vulnerabilidad social alto, al igual que los ejidos de Juan<br />
C Bonilla, Esperanza y Reforma, La Estrella, Juan Rodríguez y La Ladrillera,<br />
también, ubicados al sur de la localidad.<br />
Es útil señalar que de las 92 Ageb en potamoweack, 60 presentan un<br />
índice de vulnerabilidad moderado y 20 más presentan un nivel de muy<br />
baja vulnerabilidad conforme al índice expuesto, lo que las sitúa como<br />
las zonas menos vulnerables dentro de ese conjunto (mapa 3). Con los<br />
recorridos de campo se puede advertir que las consecuencias del cambio<br />
climático se recienten en los sectores urbanos irregulares, principalmente<br />
7<br />
Densidad de población; densidad arquitectónica; hacinamiento; tasa de vejez; tasa de ma<strong>num</strong>isión;<br />
tasa PEI; tasa de nuevos vecinos; minorías étnicas; tasa de discapacitados; bajo nivel educativo;<br />
tasa de desempleo; porcentaje de población sin derechohabiencia; porcentaje con viviendas con<br />
piso de tierra; carencia de electricidad; carencia de drenaje; viviendas con posibilidad de reservas<br />
alimenticias; posibilidad de escape por vía automotriz y carencia de internet.
194 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
Mapa 3<br />
Índice de vulnerabilidad social de las zonas por debajo de los cinco<br />
msnm de Matamoros, Tamaulipas<br />
Fuente: elaboración propia con base en (Inegi, 2011b).<br />
del sur de la localidad de Matamoros, donde los problemas sociales continúan<br />
creciendo.<br />
El resto de las zonas bajo estudio, en las colonias colindantes al centro<br />
geográfico de la ciudad de Matamoros, inexplicablemente pese a que sus<br />
habitantes resienten cada seis años el embate de inundaciones de consideración<br />
(como la ocurrida durante el paso del huracán Dolly en 2008),<br />
la mayoría de ellos, dada su moderada vulnerabilidad social, durante la<br />
situación post-desastre no muestran interés de acudir a un albergue (fotografías<br />
1). Aunque es preciso destacar que, más de 90% de los habitantes<br />
que viven dentro de la zona de peligro por inundación están imposibilitados<br />
económicamente para reubicar su residencia.<br />
Se advierte que históricamente las inundaciones de tipo torrencial,<br />
debido al índice de vulnerabilidad social moderado que aglutina más de<br />
70% de las Ageb que conforman la zona de mayor peligro por inundación<br />
de Matamoros, no se han percibido en su justa dimensión durante los<br />
últimos 50 años, tal cual se ha escenificado en este documento, con inundaciones<br />
que alcancen la cota de cinco msnm. Empero, no está de más<br />
que la planificación urbana se cimente bajo la consigna de la adaptación<br />
a los fenómenos hidrometeorológicos extremos bajo contexto de cambio<br />
climático a fin de minimizar calamidades a futuro.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
195<br />
Fotografías 1<br />
Zonas bajas de la zona cero de Matamoros<br />
Fuente: elaboración propia con base en trabajo de archivo y de campo, temporadas 2018-2019.<br />
Nota: Las fotografías corresponden a los siguientes casos de inundaciones: a) inundación de<br />
2015; b) fraccionamiento vulnerable a menos de cinco msnm; c) inundación de 1967; d) plan DN-<br />
III tras el paso del huracán Dolly de 2008, Matamoros, Tamaulipas, México.<br />
Conclusiones<br />
Se advierte que el incremento del nivel del mar representa un impacto<br />
latente a corto plazo, máxime si se considera la combinación de éste con<br />
el periodo de retorno de eventos hidrometeorológicos extremos, sobre<br />
todo en los puntos más bajos del oriente de Matamoros, cuyo impacto<br />
puede ampliar la damnificación, a la fecha desconocida y minorizada por<br />
el gobierno y la población local. No debe banalizarse el latente riesgo<br />
por inundación, el cual puede traducirse en el “Katrina mexicano”. Al<br />
caso, tomando el escenario de un incremento del nivel del mar de cinco<br />
metros en el municipio de Matamoros, se estima que 63.58% de éste<br />
quedaría bajo situación de riesgo por inundación.
196 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
Si el aumento de las precipitaciones derivadas por el cambio climático<br />
condujeran a un error humano en el manejo de las presas Marte R.<br />
Gómez y Falcón, tal hecho provocaría una crecida de carácter torrencial<br />
en el municipio de Matamoros, la cual inundaría hasta cinco metros<br />
sobre el nivel del mar, donde 2782 km 2 quedarían anegados, de los cuales<br />
504 km de calles asfaltadas, con un valor de 2000 millones de pesos<br />
se perderían, al igual que otros 10,000 millones de pesos de infraestructura<br />
pública; sin embargo, la mayor pérdida sería por 74,000 millones de pesos<br />
correspondientes al territorio urbanizado, sin contar los 11 billones de<br />
pesos que valen sus reservas territoriales. Si se consideran otras entradas<br />
como el valor de los bienes muebles de Matamoros, la catástrofe es enorme,<br />
cercana a 3000% del PIB del estado de Tamaulipas.<br />
Bajo ese escenario, la merma económica de dicha localidad afectaría a<br />
29% de las personas ocupadas bajo alguna actividad productiva, pues la<br />
mayoría de éstas trabaja cerca o en las zonas que se sitúan por debajo de<br />
la cota de los cinco msnm. Como resultado de los impactos sociales, se<br />
resalta la necesidad de incrementar la vivienda en más de 222% para proteger<br />
a la población de la zona de análisis. Los fraccionamientos tales como<br />
Cima 3 e Industrial del Norte, en el este y oeste, respectivamente, presentan<br />
un alto índice de vulnerabilidad social, debido a la concentración de<br />
población y al material endeble de las viviendas. Desde otro punto de vista,<br />
las principales edificaciones en riesgo hidrometeorológico por cambio<br />
climático son: 312 templos religiosos, más de 54,000 casas y más de novecientas<br />
tiendas de abarrotes. Se estima que alrededor de doscientas mil<br />
personas viven con una forma de vulnerabilidad moderada en las distintas<br />
zonas de peligro por inundación, sobre todo los adultos mayores, puesto<br />
que son los que requieren mayor atención durante las inundaciones.<br />
Respecto a las estrategias de adaptación y mitigación: en las últimas<br />
décadas, los estudios de riesgo se han profesionalizado, de modo que a<br />
largo plazo y con el fin de consolidar las estrategias de adaptación y mitigación<br />
al cambio climático, la Universidad de Tamaulipas debe emular lo<br />
hecho por la Universidad de Colima y crear la licenciatura en Gestión y<br />
Reducción del Riesgo de Desastres, de ese modo la comunicación de<br />
riesgos podrá ser atendida con mayor rigor científico. En el mediano plazo,<br />
las medidas de atenuación deben corregir los múltiples cuellos de botella<br />
que presenta su sistema carretero, puesto que su diseño se tornará ineficiente<br />
y rudimentario al momento de requerir una evacuación de proporciones<br />
mayores, como la que se presentó en Nueva Orleans en 2005. En el corto<br />
plazo la planificación del uso de la tierra debe regular y controlar el desarrollo<br />
en áreas propensas a inundaciones, principalmente las ubicadas al<br />
oriente y sureste de la mancha urbana, así como dialogar con las comuni-
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
197<br />
dades sobre los protocolos, los planes y las estrategias de evacuación necesarios<br />
durante algún desastre.<br />
Entre las limitantes destaca que los modelos digitales de elevación de<br />
alta resolución LiDAR de Inegi, al 2020, están disponibles para todos los<br />
estados costeros de la república mexicana, con excepción de Baja California<br />
sur, Sinaloa y Nayarit, por lo que el trabajo presentado puede iterarse<br />
al resto. Los resultados censales pueden ponderarse mediante extrapolación<br />
lineal, siempre y cuando el año de análisis no sea mayor a cuatro años, de<br />
lo contrario, es preferible trabajar con los datos del censo.<br />
Finalmente, dado que la ciudad de Matamoros sólo cuenta con el Atlas<br />
de Riesgos básicos a escala 1: 250,000, aún hace falta generar más cartografía<br />
con el detalle que se presenta, por lo que se considera que esta<br />
investigación es un recuento o complemento para la planificación urbana<br />
y su respectivo desarrollo local bajo el contexto de cambio climático, con<br />
la intención de mejorar la calidad de vida de los habitantes de Matamoros.<br />
Fuentes consultadas<br />
Chávez Aguilar, Jessica (2007), “Espacios preferenciales en la frontera de<br />
Tamaulipas, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros”, tesis de licenciatura,<br />
Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad<br />
de México.<br />
Cleaveland, Malcolm; Votteler, Todd; Stahle, Daniel; Casteel, Richard<br />
and Banner, Jay (2011), “Extended Chronology of Drought in<br />
South Central, Southeastern and West Texas”, Texas Water Journal,<br />
2 (1), Texas, College Station Texas-Texas Water Resources Institute,<br />
pp. 54-96.<br />
Cruz Ramírez, Cesia (2016), “Evaluación de la vulnerabilidad en las costas<br />
mexicanas”, tesis de maestría, Universidad Nacional Autónoma<br />
de México, Ciudad de México.<br />
Cutter, Susan; Boruff, Bryan and Shirley, Lynn (2003), “Social Vulnerability<br />
to Environmental Hazards”, Social Science Quarterly, 84<br />
(2), Texas, Southwest Social Science Association, pp. 242-261,<br />
doi.org/10.1111/1540-6237.8402002<br />
DOF (Diario Oficial de la Federación) (2018), “Actualización de la disponibilidad<br />
media anual del agua en el acuífero Bajo Río Bravo
198 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
(2801)”, 4 de enero, Ciudad de México, Segob, , 13 de marzo de 2019.<br />
Escobar Ohmstede, Antonio (2004), Desastres agrícolas en México, catálogo<br />
histórico, tomo II, Siglo XIX (1822-1900), Ciudad de México,<br />
Fondo de Cultura Económica.<br />
González-Estrada, Adrián y Gallegos-Cedillo, Gilberto (2014), “El producto<br />
interno bruto de los municipios de México, II, Estados<br />
M-Z”, <strong>Revista</strong> Mexicana de Ciencias Agrícolas, 5 (8), Texcoco,<br />
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y<br />
Pecuarias, pp. 1405-1421, , 1 de mayo de 2018.<br />
Google (2019), “Google Earth”, versión 7.3.2.5491, Ciudad de México,<br />
Google, , 14 de noviembre de<br />
2019.<br />
Grinsted, Aslak; Moore, John and Jevrejeva, Svetlana (2010), “Reconstructing<br />
Sea Level from Paleo and Projected Temperatures 200<br />
to 2100 AD”, Climate Dynamics, 34 (4), Springer Nature Switzerland,<br />
pp. 461-472, doi.org/10.1007/s00382-008-0507-2<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) (2019),<br />
“Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas”,<br />
Aguascalientes, Inegi, , 1 noviembre de 2019.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) (2012a),<br />
“Modelos Digitales de Elevación de Alta Resolución LiDAR, con<br />
resolución de 5m. Terreno. ASCII. G14D15A4”, Aguascalientes,<br />
Inegi, , 14 de octubre de 2020.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) (2012b),<br />
“Sistema de Cuentas Nacionales de México, Producto Interno<br />
Bruto por entidad federativa 2006-2010, Año base 2003, Segunda<br />
versión”, Aguascalientes, Inegi, ,<br />
6 de mayo de 2019.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) (2011a),<br />
“Resultados definitivos, Censo de población y vivienda 2010”,
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
199<br />
Aguascalientes, Inegi, , 8 de marzo de 2019.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) (2011b),<br />
“Información Vectorial de localidades amanzanadas y números<br />
exteriores, Urbanas. Cierre de planeación del Censo de Población<br />
y Vivienda 2010. Matamoros”, Aguascalientes, Inegi, , 15 de abril de 2019.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) (2009),<br />
“Prontuario de información geográfica municipal de los Estados<br />
Unidos Mexicanos, Matamoros, Tamaulipas, Clave geoestadística<br />
28022”, Aguascalientes, Inegi, ,<br />
19<br />
de mayo de 2019.<br />
Infonavit (Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores)<br />
(2019), “CASAS INFONAVIT y departamentos desde<br />
$359,000”, Ciudad de México, Instituto del Fondo Nacional de<br />
la Vivienda para los Trabajadores, , 11 de noviembre de 2019.<br />
Infonavit (Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores)<br />
(2014), “Demanda Potencial, (4° bimestre del 2014)”,<br />
Ciudad de México, Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda<br />
para los Trabajadores.<br />
IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) (2007), Climate<br />
Change 2007: Impacts, Adaptation and Vulnerability. Contribution<br />
of Working Group II to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental<br />
Panel on Climate Change, Cambridge, Cambridge<br />
University Press.<br />
Kopp, Robert; Kemp, Andrew; Bittermann, Klaus; Horton, Benjamin;<br />
Donnelly, Jeffrey; Gehrels, Roland; Hay, Carling-, Mitrovica, Jerry;<br />
Morrow, Eric and Rahmstorf, Stefan (2016), “Temperature-Driven<br />
Global Sea-Level Variability in the Common Era”, Proceedings of<br />
the National Academy of Sciences of the United States of America,<br />
113 (11), Washington D. C., National Academy of Sciences,<br />
E1434-E1441, doi.org/10.1073/pnas.1517056113<br />
LA RED (Red de estudios sociales en prevención de desastres en América<br />
Latina) (2019), DesInventar, Sistema de Inventario de Desastres,
200 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
Versión, 10.02.009, Cali, LA RED-Corporación OSSO-Oficina<br />
de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.<br />
Lira, Luis y Quiroga, Bolívar (2009), Técnicas de análisis regional, manual<br />
núm. 59, Santiago de Chile, Comisión Económica para América<br />
Latina y el Caribe-División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos<br />
Humanos.<br />
Martínez, Manuel José (2007), “Los 10 desastres más costosos en México”,<br />
Expansión, 8 de noviembre de 2007, ,<br />
21 de diciembre de 2018.<br />
NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) (2018),<br />
“Historical Hurricane Tracks”, South Carolina, National Oceanic<br />
and Atmospheric Administration, ,<br />
7 de septiembre de 2018.<br />
Roth, David (2010), Texas Hurricane History, Maryland, National Oceanic<br />
and Atmospheric Administration, , 30 de septiembre de 2018.<br />
SGM (Servicio Geológico Mexicano) (2011), “Atlas de Riesgos, Municipios<br />
de Matamoros y Valle Hermoso”, Ciudad Victoria, Servicio<br />
Geológico Mexicano, Gobierno del Estado de Tamaulipas,<br />
, 14 de enero de 2019.<br />
SIAP (Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera) (2014),<br />
“Datos KMZ abiertos, Cobertura Nacional de frontera agrícola<br />
Serie II. México, Frontera Agrícola Región Noreste”, Ciudad de<br />
México, Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera,<br />
, 30 de<br />
septiembre de 2019.<br />
Tovar Cabañas, Rodrigo y Vázquez Espinosa, Shany Arely (2017), “Análisis<br />
geoestadístico de las muertes por neoplasia en la población<br />
de 55 y más años en los municipios del Estado de Veracruz”,<br />
Universalud, 13 (25), Xalapa, Universidad Veracruzana, pp. 49-58,<br />
,<br />
24 de octubre de 2018.<br />
USDA (United States Department of Agriculture) (2017), “Cost estimating<br />
guide for road construction”, Washington D. C., United
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
201<br />
States Department of Agriculture, , 8 de<br />
marzo de 2019.<br />
UT (University of Texas at Austin), (1984), Geologic Atlas of Texas, Austin,<br />
The Bureau, , 14 de enero de 2019.<br />
Veyret, Yvette; Laganier, Richard and Boissière, Aurélie (2013), Atlas des<br />
risques en France: Prévenir les catastrophes naturelles et technologiques,<br />
Paris, Autrement.<br />
Webster, Jody; Clague, David; Riker-Coleman, Kristin; Gallup, Christina;<br />
Braga, Juan; Potts, Donald; Moore, James; Winterer, Edward and<br />
Paull, Charles (2004), “Drowning of the –150 m Reef off Hawaii,<br />
A Casualty of Global Meltwater Pulse 1A?”, Geology, 32 (3),<br />
McLean, Geological Society of America, pp. 249-252, doi.<br />
org/10.1130/G20170.1<br />
Zavala-Hidalgo, Jorge; De Buen Kalman, Rebeca; Romero-Centeno,<br />
Rosario y Hernández Maguey, Felipe (2010), “Tendencias del<br />
nivel del mar en las costas mexicanas”, en Alfonso Botello, Susana<br />
Villanueva-Fragoso, Jorge Gutiérrez y José Luis Rojas Galaviz<br />
(eds.), Vulnerabilidad de las zonas costeras mexicanas ante el cambio<br />
climático, Campeche, Secretaría del Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales-Instituto Nacional de Ecología-Universidad Nacional<br />
Autónoma de México/Instituto de Ciencias del Mar y Limnología-Universidad<br />
Autónoma de Campeche, pp. 249-268.<br />
Recibido: 29 de noviembre de 2019.<br />
Reenviado: 14 de octubre de 2020.<br />
Aceptado: 8 de diciembre de 2020.<br />
Rodrigo Tovar Cabañas. Es doctor en Geografía por la Universidad<br />
Nacional Autónoma de México. Actualmente es profesor-investigador del<br />
Instituto Interdisciplinario de Investigación en la Universidad de Xalapa<br />
A. C., y profesor en la Facultad de <strong>Economía</strong> de la Universidad Veracruzana.<br />
Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel I. Su línea<br />
de investigación actual es geografía económica, medio ambiente y desastres.<br />
Entre sus últimas publicaciones destacan, en coautoría: “Classification<br />
of Aquifers in the Mina Field, Nuevo Leon, Using Geographic Informa-
202 R. Tovar Cabañas et al.: Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento…<br />
tion Systems”, Tecnología y Ciencias del Agua, 10 (3), Jiutepec, Instituto<br />
Mexicano de Tecnología del Agua, pp. 96-121 (2019); “Mortality Due<br />
to Meteorological Disasters in Mexico during 2000-2015”, Environment<br />
and Natural Resources Research, 9 (3), Canadian Center of Science and<br />
Education, pp. 101-116 (2019); “Vulnerabilidad socioeconómica al incremento<br />
del nivel del mar en Tampico, Tamaulipas”, <strong>Revista</strong> Iberoamericana<br />
de Bioeconomía y Cambio Climático, 4 (8), Tamaulipas, pp. 1005-1023<br />
(2018); “Profesionalización y especialización en las comisiones ‘ambientales’<br />
del Congreso de la Unión en México, 1988-2017”, <strong>Revista</strong> Legislativa de<br />
Estudios Sociales y de Opinión Pública, Ciudad de México, Centro de Estudios<br />
Sociales y de Opinión Pública, 11 (22), pp. 11-42 (2018).<br />
María de Jesús Ávila Sánchez. Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad<br />
de Leiden en los Países Bajos, Holanda. Profesora-investigadora<br />
en el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma<br />
de Nuevo León, México. Miembro de Sistema Nacional de Investigadores<br />
nivel I. Sus líneas de investigación son el análisis demográfico de los<br />
jóvenes, migración interna e internacional, con énfasis en la inmigración<br />
de centroamericanos en frontera sur de México y el desarrollo sustentable.<br />
Últimas publicaciones, en coautoría: “Tejedoras, bordadoras y armadoras<br />
en Yucatán: nuevas y antiguas clases trabajo en casa”, Íconos. <strong>Revista</strong> de<br />
Ciencias Sociales, núm. <strong>65</strong>, Quito, Flacso Ecuador, pp. 155-178 (2019);<br />
“Mil millones de árboles de navidad aserrados, el saldo de un sincretismo<br />
religioso”, <strong>Revista</strong> de la <strong>Sociedad</strong> Latinoamericana y Caribeña de Historia<br />
Ambiental, 8 (2), La Paz, Baja California, Historia Ambiental Latinoamericana<br />
y Caribeña, pp. 210-233 (2018); “La muerte materna en Chiapas:<br />
un diagnóstico desde las estadísticas vitales”, PoblaciónES, 1 (1), Nuevo<br />
León, Universidd Autónoma de Nuevo León, pp. 15-26 (2002).<br />
Rocío del Carmen Vargas Castilleja. Doctora en Medioambiente por la<br />
Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.<br />
Actualmente es profesora-investigadora de tiempo completo en el posgrado<br />
de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.<br />
Miembro de Sistema Nacional de Investigadores, nivel C. Sus líneas de<br />
investigación: cambio climático, recursos hídricos y sustentabilidad.<br />
Publicaciones recientes: “El recurso hídrico ante el cambio climático, distrito<br />
de riego del río Soto La Marina”, <strong>Revista</strong> Ingeniería Agrícola, 9 (1), La<br />
Habana, Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola, pp. 23-29<br />
(2019); “Modelo de requerimiento hídrico en un distrito de riego en México:<br />
incorporando escenarios de cambio climático”, Biotecnia. <strong>Revista</strong> de Ciencias<br />
Biológicas y de la Salud, 21 (2), Hermosillo, Universidad de Sonora,<br />
pp. 129-136 (2019); “Análisis del requerimiento hídrico en un distrito
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 179-203<br />
203<br />
de riego de Tamaulipas, México”, <strong>Revista</strong> Ingeniería Agrícola, 9 (2) La<br />
Habana, Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola, pp. 3-13<br />
(2019).<br />
Julio Cesar Rolón-Aguilar. Doctor en Medio Ambiente por la Universidad<br />
de Sevilla. Actualmente es profesor-investigador de tiempo completo en el<br />
posgrado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de<br />
Tamaulipas. Sus líneas de investigación: vulnerabilidad y desarrollo sustentable.<br />
Entre sus más recientes publicaciones, en coautoría: “El recurso hídrico<br />
ante el cambio climático, distrito de riego del río Soto La Marina”, <strong>Revista</strong><br />
Ingeniería Agrícola, 9 (1), La Habana, Instituto de Investigaciones de Ingeniería<br />
Agrícola, pp. 23-29 (2019). “Modelo de requerimiento hídrico en<br />
un distrito de riego en México: incorporando escenarios de cambio climático”,<br />
Biotecnia. <strong>Revista</strong> de Ciencias Biológicas y de la Salud, 21 (2), Hermosillo,<br />
Universidad de Sonora, pp. 129-136 (2019).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
DOI: https://doi.org/10.22136/est20211648<br />
Resiliencia de los municipios costeros<br />
del Pacífico mexicano ante desastres<br />
socionaturales<br />
Resilience to socio-natural disasters of<br />
Mexican Pacific coastal municipalities<br />
205<br />
Karen Velázquez-González*<br />
Salvador Adame-Martínez**<br />
Guadalupe Hoyos Castillo**<br />
Georges Seingier*<br />
Abstract<br />
This research determined resilience to socio-natural disasters of the coastal municipalities<br />
of the Mexican Pacific, through an index built with 24 indicators, congregated<br />
in three subindex: prevention, resistance and recovery. The resilience found was mainly<br />
medium, due to a weak recovery capacity. A cluster analysis defined five groups with<br />
particular resilience characteristics, highlighting one with major lag in Oaxaca and<br />
Guerrero due to its low prevention and recovery levels, which will allow decision<br />
makers to guide strategies and prioritize actions to increase resilience to natural threats<br />
in Mexican territory.<br />
Keywords: socio-natural disasters, coastal municipalities, resilience.<br />
Resumen<br />
Este estudio determinó, mediante un índice constituido por 24 indicadores,<br />
congregados en tres índices de segundo orden: prevención, resistencia y recuperación,<br />
la resiliencia ante desastres socionaturales de municipios costeros del<br />
Pacífico mexicano. La resiliencia encontrada fue mayormente media debido a<br />
una capacidad de recuperación endeble. Un análisis clúster precisó cinco grupos<br />
con características propias de resiliencia, resaltó uno de mayor rezago en Oaxaca<br />
y Guerrero debido a su bajo nivel de prevención y recuperación, los hallazgos<br />
permiten a quienes toman decisiones orientar estrategias y priorizar acciones<br />
para aumentar la resiliencia ante las amenazas naturales en el territorio mexicano.<br />
Palabras clave: desastres socionaturales, municipios costeros, resiliencia.<br />
* Universidad Autónoma de Baja California, correos-e: karen.velazquez@uabc.edu.mx, georges@<br />
uabc.edu.mx<br />
** Universidad Autónoma del Estado de México, correos-e: sadamem@uaemex.mx, gdhoyos@<br />
uaemex.mx
206 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
Introducción<br />
Los fenómenos naturales a nivel mundial han incrementado su incidencia<br />
y magnitud en las últimas décadas; en 2018 se reportaron 315 desastres<br />
que dejaron a su paso 11,804 pérdidas humanas, 68 millones 500<br />
mil personas afectadas, pérdidas económicas que ascendieron a 132 billones<br />
de dólares, deterioro en infraestructura, interrupción de servicios básicos de<br />
seguridad, salud, educación y daños en el tejido social (CRED, 2018). En<br />
los últimos años se han registrado avances en la reducción del riesgo de<br />
desastres, no obstante, Latinoamérica continúa siendo de las regiones más<br />
vulnerables a amenazas naturales, las pérdidas que aquí se registran representan<br />
una cuarta parte de las pérdidas globales (FAO, 2017).<br />
Las entidades costeras de México representan 56% del territorio<br />
nacional, concentran 46% de la población; en ellas se sitúan 158 municipios<br />
con acceso directo al mar cuya población asciende a 18 millones<br />
900 mil (Azuz-Adeath et al., 2019); en estas entidades se registran deslizamientos,<br />
sismos, ciclones tropicales, inundaciones, lluvias y tormentas<br />
severas; los fenómenos hidrometeorológicos son los causantes de 84.4%<br />
de daños y pérdidas registradas en 2018, los ciclones tropicales son los de<br />
mayor recurrencia y costo. Si nos referimos a declaratorias emitidas entre<br />
2000 y 2020, los estados con mayor incidencia de desastres son Oaxaca,<br />
Chiapas, Sonora y Guerrero en el Pacífico, en conjunto con Veracruz y<br />
Yucatán en el Golfo de México (Cenapred, 2020).<br />
Por su parte, la gestión del riesgo de desastres en México transita de<br />
una perspectiva reactiva a un enfoque de prevención dando cabida a la<br />
resiliencia, término utilizado ampliamente desde diversos ámbitos, que<br />
se remonta a estudios sobre sistemas ecológicos y refiere una propiedad<br />
positiva que permite tanto el desarrollo como la conservación de un sistema<br />
(Metzger y Robert, 2013). En la década de los 90, fue asociada a situaciones<br />
que ponen en riesgo a los seres humanos (Contreras y Beltrán, 2015),<br />
debe ser vista como la capacidad del sistema para manejar los impactos<br />
antes de la crisis, lo que permite reducir significativamente los costos y<br />
consecuencias de los desastres y no centrarse en la respuesta a la emergencia<br />
(Clark-Ginsberg et al., 2020).<br />
De igual manera, las investigaciones sobre resiliencia han adoptado<br />
diversos enfoques: comunitario, social, económico, urbano, socio-ecológico,<br />
cambio climático, estructural, ingeniería civil o como componente<br />
de la vulnerabilidad (Chen et al., 2020; Cutter et al., 2010; Lu et al., 2020;<br />
Maldonado y González, 2013; Santiago Vera et al., 2018). En consecuencia,<br />
para medir la resiliencia, han surgido marcos e instrumentos enfocados<br />
en diferentes fenómenos perturbadores y a múltiples escalas, desde modelos<br />
basados en indicadores, evaluación participativa, consultas a expertos,
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
207<br />
evidenciando una creciente área de investigación (Clark-Ginsberg et al.,<br />
2020; Copeland et al., 2020).<br />
La conceptualización de la resiliencia marca las diferencias en la manera<br />
de abordarse, sin embargo, pudiera agruparse en tres categorías como<br />
proponen Patel et al. (2017) y Uriarte (2013): 1) Resiliencia como estabilidad,<br />
entendida como la capacidad de asimilar o absorber daños de<br />
determinada magnitud. 2) Resiliencia como recuperación, referida a la<br />
capacidad de regresar al estado original; y 3) Resiliencia como transformación,<br />
implica la capacidad de resistir a las amenazas y fortalecerse de<br />
la situación.<br />
Existe una definición integradora que considera las tres categorías<br />
anteriores, donde la resiliencia es concebida como la capacidad del sistema<br />
para prevenir, absorber/resistir los impactos, recuperarse rápidamente<br />
(Chen et al., 2020 y Labaka et al., 2015) y aprender de los efectos de los<br />
peligros (Jones et al., 2013), sin pretender <strong>vol</strong>ver al estado inicial o lograr<br />
una estabilidad estática, sino lograr un estado mejor, visión desde la cual<br />
se aborda esta investigación.<br />
Estas etapas representan el ciclo de vida de la resiliencia (Labaka et al.,<br />
2015) que, acorde con González y Franco (2017), en el tiempo conciernen<br />
1) al antes del desastre, momento centrado en la preparación y<br />
reducción desde un enfoque preventivo, la inversión en esta etapa disminuye<br />
los costos de los desastres de tres a ocho veces; 2) durante el desastre, donde<br />
es necesaria una respuesta efectiva con enfoque proactivo y correctivo y<br />
3) post desastre, correspondiente a la recuperación y aplicación de soluciones<br />
correctivas y preventivas, vislumbrando la posibilidad de que se<br />
presente un nuevo evento.<br />
México, al igual que diversos países latinoamericanos, se encuentra<br />
alineado con los esfuerzos mundiales sobre reducción del riesgo de desastre<br />
entre los que destacan el Plan de Acción de Yokohama para un Mundo<br />
más Seguro de la Primera Conferencia Mundial sobre Reducción del<br />
Riesgo, celebrada en Yokohama Japón, en 1994; el Marco de Acción de<br />
Hyogo (MAH) en 2005, derivado de la Segunda Conferencia Mundial<br />
sobre Reducción del Riesgo en Kobe, Japón; más tarde, en 2015, el Marco<br />
de Acción de Sendai (MAS), como parte de la Tercera Conferencia Mundial<br />
sobre Reducción del Riesgo en Sendai, Japón.<br />
Los avances en la implementación de estos instrumentos internacionales<br />
evidencian el desarrollo de acciones: impulso de la preparación ciudadana<br />
mediante brigadas comunitarias, estudios de reubicación de población en<br />
riesgo, mejoramiento de infraestructura, recopilación de información local<br />
sobre riesgo y resiliencia mediante la aplicación de encuestas a pobladores<br />
como evidencia de la implementación del Marco de Sendai y otras agendas<br />
globales, así como la creación de fondos de reconstrucción (cuadro 1).
208 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
Cuadro 1<br />
Acciones desarrolladas para reducir el riesgo de desastre<br />
y aumentar la resiliencia en México<br />
Año Acción Propósito<br />
2007 Taller de gestión de riesgos de<br />
desastres<br />
Red Nacional de Brigadistas<br />
Comunitarios de Protección<br />
Civil<br />
2010 Programa Municipio Seguro:<br />
Resistencia a Desastres<br />
Fideicomiso del Fondo de<br />
Reconstrucción de Entidades<br />
Federativas (FREF)<br />
2011 Programa de Prevención de<br />
Riesgos en los Asentamientos<br />
Humanos (PRAH)<br />
2013 Estrategia: México seguro<br />
frente a desastres<br />
2014 Programa de Reubicación de<br />
la Población en Zonas de<br />
Riesgo (Repzor)<br />
2016 Taller Implementando el<br />
marco de Sendai a nivel local:<br />
formulación de planes de<br />
acción para la resiliencia<br />
Guía de Resiliencia Urbana<br />
Impulsar la inclusión de la gestión integral<br />
del riesgo de desastres en prácticas y políticas<br />
de la Administración Pública Federal<br />
(APF).<br />
Mejorar la preparación de la ciudadanía en<br />
la prevención; se promueven espacios para<br />
desarrollar acciones básicas de prevención<br />
y anticipación del riesgo.<br />
Reducir el riesgo de desastres en las localidades<br />
y municipios, vinculando esfuerzos de la<br />
sociedad, gobierno local e iniciativa privada.<br />
Ofrecer crédito a las entidades federativas<br />
afectadas por desastres a un plazo de 20 años,<br />
del cual únicamente pagarán los intereses.<br />
Fomentar las capacidades municipales en la<br />
prevención del riesgo mediante obras que<br />
reduzcan la vulnerabilidad de la población<br />
y aumenten la resiliencia.<br />
Contribuir a mejorar la resiliencia de la<br />
infraestructura y servicios públicos ante<br />
fenómenos naturales.<br />
Instaurar directrices para incidir a nivel<br />
estatal en la elaboración de Programas de<br />
Ordenamiento Territorial y estudios de factibilidad<br />
para la reubicación de la población<br />
en zonas de riesgo. En 2015 se transformó<br />
en el Programa de Ordenamiento Territorial<br />
y Esquemas de Reubicación de la Población<br />
en Zonas de Riesgo (POTER).<br />
Cumplir con la meta de 122 Planes de<br />
Acciones Municipales de Resiliencia, así<br />
como dar a conocer la campaña mundial<br />
“Desarrollando ciudades resilientes”.<br />
Servir como marco de actuación para los<br />
municipios, a fin de diseñar e implementar<br />
acciones para prevenir el riesgo, minimizar<br />
su impacto en la población, así como establecer<br />
mejores esquemas de recuperación.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
209<br />
Cuadro 1 (continuación)<br />
Año Acción Propósito<br />
2016 Programa de Prevención de<br />
Riesgos<br />
2017 Guía para la elaboración del<br />
Plan de Acción Local de Resiliencia<br />
2019 Programa Visión de Primera<br />
Línea<br />
Fomentar acciones de planeación, prevención<br />
y ocupación adecuada del territorio, y<br />
así disminuir la vulnerabilidad de los asentamientos<br />
humanos. Surge de la fusión del<br />
PRAH y POTER.<br />
Facilitar la elaboración de los planes de<br />
acciones municipales de resiliencia.<br />
Monitorear el progreso de la resiliencia<br />
comunitaria, a partir del establecimiento de<br />
una línea base local, desde un enfoque<br />
inclusivo centrado en las personas.<br />
Fuente: elaboración propia con datos de DOF, 2015; GNDR, 2015; Gobierno Federal, 2013; 2008.<br />
No obstante la institucionalidad, en México, a nivel local, la implementación<br />
del MAH y MAS ha sido incipiente quedando así varios puntos por<br />
reforzar, es así que, en 2012, se redujo 75% el presupuesto del Programa<br />
de Prevención de Riesgos en los Asentamientos Humanos, solo 15% de los<br />
2457 municipios existentes contaban al 2019 con Atlas de Riesgo Municipal,<br />
mientras 89 municipalidades estaban incorporadas al Programa Municipio<br />
Seguro: Resistente a Desastres, una de las medidas principales para<br />
promover la gestión integral del riesgo (Medina et al., 2017; OCDE, 2013).<br />
Para transitar de una visión reactiva a una preventiva, México es de<br />
los pocos países latinoamericanos que cuenta con herramientas presupuestarias<br />
tanto de recuperación (Fonden) como prevención (Fopreden)<br />
(Fundación idea, 2017), no obstante, se continúa gastando más en la<br />
respuesta al desastre y la necesidad de invertir en prevención continúa<br />
desatendida. Durante el periodo 2008-2018, el presupuesto del Fopreden<br />
representó 5% del presupuesto del Fonden, esto puede relacionarse con<br />
un problema político: el peso político a futuro de la atención post desastre<br />
y la reconstrucción es más grande que el de la prevención.<br />
En relación con lo anterior, un elemento fundamental para llevar a cabo<br />
cualquier política, que emane de acuerdos internacionales no vinculantes<br />
o de iniciativas locales, es la solidez institucional (entre niveles de gobierno,<br />
actores y organismos de la sociedad civil) (Baas et al., 2009), la cual es<br />
necesaria para lograr una gestión del riesgo adecuada: la transición de la<br />
gobernabilidad hacia la gobernanza, al integrar en el diálogo a quienes<br />
viven los efectos de los impactos, permitirá construir mecanismos adaptados<br />
a cada región que reflejen la diversidad latinoamericana.
210 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
El Marco de Sendai introduce el reconocimiento de que los arreglos<br />
institucionales deficientes se transforman en factores subyacentes del<br />
riesgo; igualmente, refuerza el rol de la toma de decisión informada y<br />
sensible al riesgo para la evaluación ex ante de inversiones tanto públicas<br />
como privadas. En esta línea, es interesante mencionar que el Marco de<br />
Sendai reconoce la naturaleza política del manejo del riesgo, por lo que<br />
se requiere una mayor transparencia, una definición clara de responsabilidades<br />
entre sectores y una participación de los diferentes actores para,<br />
de esta forma, asegurar la rendición de cuentas ante la generación de<br />
nuevos riesgos, asimismo, existe una necesidad por integrar la reducción<br />
del riesgo a desastres dentro del proceso de planificación del desarrollo y<br />
en los esfuerzos sectoriales que lo comprende (FAO, 2017).<br />
El presente estudio tiene como objetivo realizar un diagnóstico del grado<br />
de resiliencia ante desastres socionaturales que presentan los municipios<br />
costeros de la región del Pacífico mexicano, a través del desarrollo y aplicación<br />
de un índice basado en indicadores agrupados, a su vez, en tres índices<br />
de segundo orden que evidencian la capacidad de prevención, resistencia y<br />
recuperación, se toman como punto de partida las directrices establecidas<br />
en metodologías desarrolladas a nivel internacional y nacional. De igual<br />
manera, se busca definir el nivel de atención que requieren los 88 ayuntamientos<br />
costeros en función de la capacidad existente para orientar<br />
estrategias y priorizar acciones en la construcción de municipios resilientes.<br />
1. Metodología<br />
La zona Pacífico es una de las tres grandes regiones del país, la línea de<br />
costa del océano Pacífico transcurre por 11 entidades federativas donde<br />
88 municipios son costeros, es decir, interactúan con las dinámicas del<br />
mar. La temporada de ciclones tropicales en el océano Pacífico comprende<br />
de mayo a noviembre, no obstante, las temperaturas registradas en la<br />
superficie del mar en la región sur hacen posible la presencia de ciclones<br />
tropicales todo el año. En función del número de tormentas tropicales y<br />
huracanes ocurridos en el periodo de 1949 a 2000, el océano Pacífico<br />
registró un mayor número respecto al Atlántico en una proporción de seis<br />
veces (Rosengaus et al., 2014).<br />
En el caso de los fenómenos geológicos, de acuerdo con la regionalización<br />
sísmica de México, la región del Pacífico corresponde a las zonas B y<br />
C catalogadas como intermedias, donde los sismos registrados no resultan<br />
tan frecuentes, y D, donde históricamente se han reportado grandes sismos,<br />
los cuales además ocurren de manera frecuente (SGM, 2017).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
211<br />
La evaluación de resiliencia se efectuó a nivel municipal, dadas las<br />
atribuciones del municipio para establecer medidas preventivas que permitan<br />
hacer frente a los desastres socionaturales, fomentar la participación<br />
de la ciudadanía, constituir canales efectivos de comunicación, incluir la<br />
Gestión Integral del Riesgo de Desastres en la planeación del territorio,<br />
tutelar el cambio de uso de suelo, aplicar y verificar el cumplimiento de<br />
los diferentes reglamentos como el de construcción, fundamental para<br />
crear sitios resilientes.<br />
1.1. Selección de indicadores<br />
El índice de evaluación de resiliencia se cimentó en indicadores, los cuales<br />
tienen como objeto simplificar y comunicar la realidad de una situación<br />
compleja, mostrar la posición relativa del fenómeno a medir e ilustrar la<br />
magnitud o dirección de cambio (Cutter et al., 2010). Originalmente se<br />
recopilaron, de una revisión de metodologías desarrolladas a nivel internacional<br />
y nacional enfocadas en la resiliencia, 129 indicadores, de los<br />
cuales se seleccionaron 24 en función de tres criterios: relevancia en el<br />
fortalecimiento de la capacidad de resiliencia manifestada en la literatura,<br />
confiabilidad de datos y disponibilidad de información, ya que como<br />
puntualizan Schuschny y Soto (2009), la fortaleza de un índice recae en<br />
la calidad de las variables que lo definen, por lo que su selección debe<br />
fundamentarse en su relevancia, calidad, frecuencia de muestreo y su<br />
disponibilidad al dominio público. De acuerdo con su naturaleza, los<br />
indicadores se clasificaron en institucionales, legales, sociales, económicos,<br />
estructurales, integradores, ambientales y de infraestructura.<br />
A juicio de los autores Labaka et al. (2015) y Twigg (2007), la planeación,<br />
a la par del sistema legal y regulatorio, debe ser un componente a<br />
considerar en la evaluación de la resiliencia como parte de la gobernabilidad.<br />
En este tenor, se propusieron cinco indicadores en el componente<br />
de prevención, que en conjunto inciden en la no construcción del riesgo;<br />
reflejan la presencia, o ausencia, de la planeación integral del riesgo en la<br />
agenda municipal, así como la consciencia de que el riesgo cambia con<br />
el tiempo y, por tanto, se requiere la actualización de los instrumentos:<br />
1) El plan municipal de desarrollo, que permite un diagnóstico de las<br />
principales problemáticas en materia de riesgo, el plan ideal contempla<br />
entre sus ejes la protección civil; 2) El atlas de riesgo resulta relevante en<br />
el diagnóstico de amenazas, vulnerabilidad e identificación de zonas de<br />
riesgos; 3) El reglamento de protección civil regula acciones de prevención<br />
y salvaguarda de personas, bienes materiales y medio ambiente; 4) La<br />
regulación del uso de suelo es relevante dado que previene la proliferación<br />
de asentamientos en zonas de riesgo y el deterioro de ecosistemas, al
212 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
establecer una zonificación; 5) El reglamento de construcción, se consideró<br />
ya que proporciona la normativa de seguridad mínima, la cual contempla<br />
zonas de riesgo no aptas para la construcción.<br />
La información con que se trabajó provino de bases de datos de acceso<br />
público con características disímiles, expresadas en unidades de medidas<br />
diferentes, esto es, dicotómicas (presencia-ausencia), económicas, porcentajes,<br />
longitud, entre otras, las cuales no podían congregarse de esta<br />
manera. La estandarización de datos se ejecutó mediante el método<br />
denominado categorización de escalas (Schuschny y Soto, 2009), este<br />
método asigna a cada indicador una categoría y un valor en función de<br />
su cercanía a la condición óptima deseable, en este caso se trabajaron tres<br />
categorías: bajo, medio y alto, con valores de 0, 0.5 o 1, respectivamente,<br />
a excepción de los indicadores dicotómicos, en que se evaluó la ausencia<br />
(0) o presencia (1) (cuadro 2).<br />
La consistencia interna del índice general de resiliencia se evaluó<br />
mediante el coeficiente Alfa de Cronbach, éste indica qué tan bien está<br />
representada la información de las variables elegidas en un solo índice; toma<br />
valores de 0 a 1, donde valores cercanos a uno indican mayor fiabilidad en<br />
la selección de indicadores, por tanto, las variables propuestas miden correctamente<br />
el fenómeno de interés (Schuschny y Soto, 2009). El coeficiente<br />
obtenido fue de 0.79, por arriba del valor mínimo aceptable (0.70).<br />
1.2. Componentes de la resiliencia y método de agregación<br />
Para evaluar la situación de resiliencia se consideraron tres índices de<br />
segundo orden: Índice de Prevención (IPre), Índice de Resistencia (IRes)<br />
e Índice de Recuperación (IRec), correspondientes a las etapas del ciclo<br />
de resiliencia establecidos por Labaka et al., (2015).<br />
El índice de prevención refiere el conjunto de medidas o acciones<br />
desarrolladas e implementadas con anticipación que evitan o disminuyen<br />
los efectos negativos que pudiera originar un desastre socionatural sobre<br />
la población, ambiente, bienes y servicios; éste consideró nueve indicadores<br />
de índole legal e institucional sobre desarrollo, planeación y construcción<br />
de infraestructura en el municipio. Entre las acciones estimadas<br />
dentro del indicador de cultura de prevención, referente a actividades<br />
implementadas por el gobierno municipal, se encuentran la ejecución<br />
de simulacros, impartición de cursos de prevención, coordinación de<br />
programas educativos preventivos, concientización sobre el uso de suelo,<br />
mesas sectoriales de información y pláticas de concientización, asimismo,<br />
acciones para impulsar la autoprotección y protección corporativa. La<br />
difusión de la información, por su parte, se evaluó en función de tres<br />
medios de difusión: impresos, masivos (radio y televisión) y aviso casa<br />
por casa.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
213<br />
Cuadro 2<br />
Indicadores estimados por índice de segundo orden<br />
Indicador Categoría (valor) Fuente de los datos Autor<br />
Bajo (0) Medio (0.5) Alto (1)<br />
Índice de Prevención<br />
(I) Plan Municipal de Desarrollo Ausente En proceso de<br />
elaboración /<br />
no contempla<br />
la protección<br />
civil<br />
Contempla entre<br />
sus ejes la<br />
protección civil<br />
Inegi (2015);<br />
Gobierno federal<br />
(s.f.)<br />
Propuesta propia<br />
(I) Atlas de riesgo municipal Ausente Presente Actualizado en<br />
los últimos cinco<br />
años<br />
Sedatu (s.f.) Propuesta propia<br />
(I) Cultura de prevención<br />
(Núm. de acciones de prevención)<br />
Ausente 1-3 4-6 Inegi (2015) Goal (2013); Montalba et al.<br />
(2013)<br />
(I) Plan de contingencia o Programa de<br />
protección civil<br />
Ausente En proceso de<br />
elaboración /<br />
sin línea de<br />
prevención de<br />
desastres<br />
Con línea de<br />
prevención de<br />
desastres<br />
Inegi (2015) Goal (2013); Twigg (2007)<br />
(I) Alerta temprana Ausente ______ Presente Inegi (2015) Angeon y Bates 2015; Twigg<br />
2007
214 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
Cuadro 2 (continuación)<br />
Indicador Categoría (valor) Fuente de los datos Autor<br />
Bajo (0) Medio (0.5) Alto (1)<br />
(I) Difusión de información<br />
(Núm. de medios de difusión)<br />
Ausente 1 > 1 Inegi (2015) BID (2015); Cutter et al.,<br />
(2010); Tumini (2016)<br />
(L) Reglamento de protección civil Ausente ______ Presente Inafed (2016a);<br />
Gobierno federal<br />
(s.f.)<br />
Propuesta propia<br />
(L) Reglamento de uso de suelo o de<br />
zonificación<br />
Ausente ______ Presente Inafed (2016a);<br />
Gobierno federal<br />
(s.f.)<br />
Propuesta propia<br />
(L) Reglamento de construcción Ausente Presente Actualizado en<br />
los últimos 10<br />
años<br />
SMIE (s.f.); Inafed<br />
(2016a); Gobierno<br />
federal (s.f).<br />
Propuesta propia<br />
Índice de Resistencia<br />
(INT) Incidencia de desastres<br />
(Núm. de declaratorias /10 años)<br />
> 5 2 – 5 < 2 Desinventar (2020);<br />
Cenapred (2015a)<br />
BID, (2015); Cutter et al. (2010)<br />
(ES) Tipología de la vivienda<br />
(% de viviendas con piso firme)<br />
< 75 75 – 90 > 90 Inegi (2010a) Ahmed y Charleswort (2014);<br />
Ajibade et al. (2013)<br />
(E) Desigualdad de ingreso<br />
(Coeficiente de Gini)<br />
> 0.49 0.40 - 0.49 < 0.40 Coneval (2015) Angeon y Bates (2015); Cutter et<br />
al. (2010)
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
215<br />
Cuadro 2 (continuación)<br />
Indicador Categoría (valor) Fuente de los datos Autor<br />
Bajo (0) Medio (0.5) Alto (1)<br />
(S) Alfabetismo (% de población alfabeta) < 85 85 – 95 > 95 Inegi (2010a) Angeon y Bates (2015)<br />
(S) Damnificados (% de población<br />
damnificada)<br />
> 25 10 – 25 < 10 Cenapred (2015b);<br />
Inegi (2015)<br />
Angeon y Bates (2015)<br />
(S) Discapacidad (% de población<br />
discapacitada)<br />
> 66 33 - 66 < 33 Inegi (2010a) Cutter et al. (2010)<br />
(A) Cobertura vegetal (% de cobertura<br />
vegetal)<br />
< 20 20 - 60 > 60 Inegi (2013) Tumini (2016)<br />
Índice de Recuperación<br />
(E) Ingresos de la población (pesos/año) < 50,000 50,000<br />
– 139,000<br />
>139,000 Inafed (2016b) Constantino y Dávila (2011);<br />
Twigg (2007)<br />
(E) Autonomía financiera (% de<br />
autonomía municipal)<br />
< 20 20 - 50 > 50 Inafed (2016b) Angeon y Bates (2015); Briguglio<br />
et al. (2005)<br />
(E) Seguros Ausente Seguros<br />
agrícolas o<br />
infraestructura<br />
pública<br />
Seguros agrícolas<br />
e infraestructura<br />
pública<br />
Inegi (2015);<br />
Agroasemex S.A.<br />
(2017)<br />
Ávila Flores y González Gaudiano<br />
(2015); BID (2015); Cutter et al.<br />
(2010); Twigg (2007)<br />
(I) Capacidad técnica Ausente Cuenta con un<br />
programa de<br />
capacitación<br />
Imparte cursos<br />
en materia de<br />
protección civil<br />
Inegi (2015) Twigg (2007)
216 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
Cuadro 2 (continuación)<br />
Indicador Categoría (valor) Fuente de los datos Autor<br />
Bajo (0) Medio (0.5) Alto (1)<br />
(I) Cobertura de servicios médicos (Núm.<br />
de médicos / 1000 habitantes)<br />
< 2.2 2.2 - 3.2 > 3.2 Inegi (2017) Cutter et al. (2010); Goal (2013);<br />
Tumini (2016)<br />
(I) Cobertura de servicios de auxilio y<br />
rescate (Núm. de policías / 100,000<br />
habitantes)<br />
< 150 150 - 300 > 300 Inafed (2015) Sedano (2012)<br />
(INF) Vialidades (km/100 km 2 ) < 30 30 - <strong>65</strong> > <strong>65</strong> Inegi (2017) Cutter et al. (2010)<br />
(INF) Capacidad de albergue (Núm. de<br />
personas / 1000 habitantes)<br />
< 150 15 - 250 > 250 Dirección General<br />
de Protección Civil<br />
(2017)<br />
Goal (2013); Sedano (2012);<br />
Twigg (2007)<br />
Nota: las letras entre paréntesis refieren a la dimensión de los indicadores, I: institucional, L: legal, INT: integrador, ES: estructural, E: económico, S: social, A: ambiental,<br />
INF: infraestructura<br />
Fuente: elaboración propia con base en información documental.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
217<br />
El índice de resistencia contempló siete indicadores correspondientes<br />
a las dimensiones social, económica, estructural, ambiental y un indicador<br />
integrador. Este índice mostró la capacidad del sistema socionatural para<br />
reaccionar de manera adecuada, con eficacia y rapidez, ante la presencia<br />
de un fenómeno perturbador y así persistir ante sus efectos. Sugiere que<br />
municipalidades con mejores condiciones ambientales, combinadas con<br />
altos niveles de igualdad económica, educativa de la población y un menor<br />
número de habitantes con limitaciones para realizar tareas de la vida<br />
cotidiana, son más resilientes.<br />
El índice de recuperación consideró las acciones o mecanismos de<br />
rehabilitación desplegadas inmediatamente después de concluida la fase<br />
de emergencia, con el objeto de lograr el mejoramiento y restauración<br />
de infraestructura, medios de sustento y condiciones de vida de la población<br />
afectada; se construyó a partir de ocho indicadores institucionales,<br />
infraestructurales y económicos. Resulta conveniente subrayar que los<br />
niveles de recuperación y resistencia pueden variar en función de la<br />
intensidad del desastre.<br />
En lo referente a la ponderación de los índices de segundo orden se<br />
optó por emplear una ponderación equiproporcional, en la que los tres<br />
índices tuvieron el mismo factor de peso (1) en la obtención del índice<br />
de resiliencia final, ilustrando así la misma importancia relativa de las tres<br />
etapas de la gestión del riesgo de desastre en los municipios, dado que las<br />
tres etapas están concatenadas y tienen influencia entre sí. Es cierto que<br />
la prevención juega un papel relevante al determinar el grado de impacto<br />
que tendrá un desastre en el municipio, no obstante, la manera en que se<br />
soportan los efectos del embate influye en la capacidad de recuperación,<br />
mientras la etapa de recuperación permite identificar las limitantes en las<br />
fases anteriores y reorientar las actividades preventivas futuras.<br />
El método de agregación de la información a nivel de índice de segundo<br />
orden correspondió a una media aritmética. Por otro lado, el índice general<br />
de resiliencia se obtuvo de la sumatoria de los índices de prevención,<br />
resistencia y recuperación, los valores finales se encuentran en un rango<br />
de 0 (menos resiliente) a 3 (más resiliente). Las categorías del Índice de<br />
Resiliencia se establecieron mediante intervalos equivalentes, al igual que<br />
con los indicadores, se definieron tres categorías: alto, medio y bajo,<br />
asociadas a una escala cromática: verde, naranja y rojo, correspondientemente,<br />
en donde la condición óptima concierne al color verde, o bien, a<br />
una resiliencia alta ante desastres socionaturales.
218 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
1.3. Contribución de los componentes de la resiliencia y similitud<br />
entre municipios<br />
Una vez calculados los diferentes índices (IPrev, IRes e IRec), se determinó<br />
la contribución de cada uno al valor final del Índice de Resiliencia, posteriormente<br />
se llevó a cabo un análisis jerárquico aglomerativo (análisis<br />
clúster) con el paquete estadístico Statistical Package for the Social Sciences<br />
(SPSS) (IBM, 2009), con el propósito de determinar la similitud entre<br />
los municipios y establecer grupos diferentes entre sí, pero internamente<br />
homogéneos, en función de una matriz de asociación de los índices de<br />
segundo orden, lo que permite establecer estrategias que respondan a las<br />
debilidades identificadas, en prevención, resistencia o recuperación, así<br />
como identificar los municipios que requieren atención prioritaria. Los<br />
parámetros empleados fueron una distancia euclídea al cuadrado y un<br />
método de conglomeración denominado vinculación promedio entre grupos<br />
(average linkage), el cual corresponde a la distancia media entre los<br />
componentes de cada grupo, con varianzas similares o pequeñas.<br />
2. Resultados: a medio camino de la resiliencia<br />
El Índice General de Resiliencia, resultado de la sumatoria de la capacidad<br />
de prevención, resistencia y recuperación, manifestó que el nivel medio<br />
prevaleció en 82% (72 municipios) de los municipios costeros, por su<br />
parte el nivel bajo quedó representado en 12% (11 municipios), 6%<br />
restante (cinco municipios) correspondió a resiliencia alta. Sin embargo,<br />
aun estos ayuntamientos continúan registrando afectaciones por la presencia<br />
de desastres socionaturales, lo cual podría explicarse debido a que, si<br />
bien el componente que determina en gran medida su nivel de resiliencia<br />
fue la prevención, ésta contempla instrumentos que en ocasiones no son<br />
implementados de manera correcta, por lo que habría que darles seguimiento<br />
para definir si han logrado su cometido y evaluar realmente su<br />
aplicación. La valoración alta se obtuvo debido a valores entre 2.001 y<br />
2.168, cercanos al límite superior de la clase media; el nivel teórico máximo<br />
de resiliencia (3) no se alcanzó.<br />
En cuanto a las regiones, la zona Norte no presentó valores bajos de<br />
resiliencia, mientras que en el Sur los valores altos estuvieron ausentes.<br />
En entidades como Baja California, Colima y Chiapas, la totalidad equivale<br />
a nivel medio; en contraparte, la resiliencia baja se localiza en las<br />
municipalidades de Michoacán, Guerrero y Oaxaca (mapa 1).<br />
Los resultados obtenidos con el Índice de Prevención muestran que<br />
cerca de 55% de los municipios presenta un nivel medio, localizados en
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
219<br />
Mapa 1<br />
Índice municipal de resiliencia de la región Pacífico de México (IR).<br />
Índice de prevención (IPre), índice de resistencia (IRes), índice de<br />
recuperación (IRec)<br />
Fuente: elaboración propia con base en el Índice de Resiliencia e Inegi, 2010b.<br />
su mayoría en las regiones Pacífico Sur y Pacífico Norte; en lo referente<br />
al nivel bajo y alto concentraron 27% y 18%, respectivamente, particularmente<br />
el nivel bajo se ubicó casi en su totalidad en la región Pacífico<br />
Sur, mientras que la distribución geográfica de municipios con capacidad<br />
de prevención alta se localiza primordialmente en la región Norte.<br />
En el caso del Índice de Resistencia, ninguno de los municipios costeros<br />
estudiados se encontró en nivel bajo, cerca de la mitad se centró en<br />
un nivel medio (56%), alrededor del 38% ubicado en el Pacífico Sur. Por<br />
el contrario, en lo referente al nivel alto la región Norte concentró el 26%,<br />
de esta manera se puede decir que en el norte los valores que predominaron<br />
fueron altos, no así en el sur, cuyos valores fueron primordialmente medios,<br />
mientras que en el centro se encontraron distribuidos más o menos de<br />
manera equitativa entre el nivel medio y alto.<br />
El Índice de Recuperación, a diferencia del índice de resistencia que no<br />
registró valores bajos, no mostró en ninguno de los casos niveles altos, es<br />
así que predominó una capacidad de recuperación baja (56%). El nivel bajo<br />
se focalizó en la región Sur, el medio en la porción Norte, en el Pacífico<br />
Centro las proporciones entre ambos niveles fueron semejantes (cuadro 3).
220 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
Cuadro 3<br />
Registro de ocurrencias por categoría según índice de segundo orden y entidad federativa<br />
Categoría: B (Bajo), M (Medio) y A (Alto)<br />
Región Entidad Índice de Prevención Índice de Resistencia Índice de Recuperación<br />
B M A B M A B M A<br />
Pacífico Norte BC 3 1 4 4<br />
BCS 4 1 1 4 2 3<br />
Sonora 2 7 4 4 9 6 7<br />
Sinaloa 4 6 4 6 4 6<br />
Pacífico Centro Nayarit 1 3 1 3 2 3 2<br />
Jalisco 4 1 5 2 3<br />
Colima 3 2 1 3<br />
Michoacán 2 1 2 1 3<br />
Pacífico Sur Guerrero 6 4 2 12 10 2<br />
Oaxaca 13 7 13 7 16 4<br />
Chiapas 8 8 3 5<br />
Total 24 48 16 49 39 49 39<br />
Fuente: elaboración propia a partir de los índices de segundo orden de resiliencia.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
221<br />
La capacidad de resistencia y prevención contribuyeron de manera<br />
equilibrada al índice general de resiliencia en la gran mayoría de los casos<br />
analizados, aunque con un sesgo hacia la resistencia (figura 1), por lo que<br />
la capacidad de resiliencia estuvo explicada principalmente por el índice<br />
de resistencia, primordialmente relacionado con indicadores de índole<br />
social, ambiental, económico y estructural, y por el índice de prevención<br />
con indicadores legales e institucionales, no así por la recuperación enfocada<br />
en la parte institucional, infraestructural y económica.<br />
Figura 1<br />
Contribución de los índices de prevención (IPre), resistencia (IRes)<br />
y recuperación (IRec), al índice de resiliencia (IR)<br />
Fuente: elaboración propia a partir de los índices de segundo orden de resiliencia.<br />
De los 24 indicadores seleccionados, cerca de 37% fueron institucionales<br />
y 17% económicos, en la misma proporción se encuentran legales<br />
y sociales (13%), 8% infraestructurales y, finalmente, 4% ambientales,<br />
estructurales e integradores, lo que representa más de una tercera parte<br />
de indicadores institucionales, puesto que este aspecto juega un papel<br />
relevante en la reducción del riesgo de desastres al facilitar una adecuada<br />
implementación, o bien, fungir como cuello de botella.<br />
En el análisis a nivel indicador para el índice de prevención, el reglamento<br />
de uso de suelo o zonificación resultó ser el más débil, únicamente 17<br />
municipios (19%), ubicados de manera homogénea en la región Norte y<br />
Sur, cuentan con este instrumento de regulación. La difusión del riesgo,<br />
seguido del reglamento de construcción, igualmente presentaron valores
222 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
bajos, en el primer caso ocho municipios (9%) emplean diversos mecanismos<br />
para dar aviso a la población: medios masivos impresos y casa por casa;<br />
en el segundo, cerca de una sexta parte de los municipios (11 en la Región<br />
Norte) tienen reglamento de construcción actualizado, al menos en los<br />
últimos 10 años. En el extremo opuesto se ubicaron el Plan de Desarrollo,<br />
Reglamento de Protección Civil, Plan de Contingencias y Alerta Temprana,<br />
todos ellos presentes en más de la mitad de los municipios.<br />
En lo que respecta a los indicadores de resistencia: la discapacidad,<br />
damnificados y tipología de la vivienda fueron los mejor evaluados; en<br />
todos los casos menos de 9% de la población presenta limitaciones para<br />
las actividades de la vida diaria; en lo concerniente a la población damnificada<br />
está por debajo de 10% en cerca de tres cuartas partes de las<br />
municipalidades; las viviendas cuentan con piso firme en más del 70%.<br />
El indicador de incidencia de desastres corresponde al más débil, por<br />
arriba de la mitad de los municipios registran más de cinco declaratorias<br />
de emergencia en promedio, en un periodo de 10 años.<br />
En tanto, en los indicadores de recuperación, la autonomía financiera,<br />
vialidades, servicios médicos, así como la capacidad de albergue, se<br />
ubicaron en niveles bajos en gran proporción. Lo que indica que 68% de<br />
los ayuntamientos no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus<br />
gastos, por ende, no poseen recursos para casos de emergencia.<br />
La densidad de carretera es baja en 72% de los municipios, por lo que<br />
se tienen pocas vías de entrada y salida que sirvan para trasladar a los<br />
afectados, víveres o materiales para la reconstrucción. En el mismo tenor,<br />
67% no cuenta con el número adecuado de médicos que brinden atención<br />
necesaria a la población en caso de resultar heridos o afectados, mientras<br />
que 84% no cuenta con espacios suficientes para albergar a la población<br />
damnificada, que corresponde al valor de afectados que se tienen en promedio<br />
debido a desastres. Los ingresos de la población se ubicaron entre<br />
bajo y medio casi de manera equitativa, en caso de desastre los recursos<br />
de la población serán insuficientes para comenzar la reconstrucción de<br />
sus viviendas con recursos propios y habría que esperar a recibir recursos<br />
federales. La capacidad técnica fue el único indicador ubicado en nivel<br />
alto, esto denota la impartición de cursos en materia de protección civil.<br />
La construcción de la resiliencia de los municipios costeros del Pacífico<br />
mexicano se encuentra a medio camino; aún quedan aspectos por atender<br />
como es la implementación efectiva e ininterrumpida de instrumentos y<br />
acciones preventivas; se requiere también identificar las acciones que han<br />
funcionado adecuadamente durante la etapa de recuperación y aquellas<br />
que deben ser reorientadas, principalmente en esta etapa que resultó ser<br />
la más débil del ciclo de resiliencia de acuerdo con la evaluación realizada.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
223<br />
2.1. Clasificación de los municipios según características de resiliencia<br />
La evaluación de similitud de las características mostradas por cada municipio<br />
costero respecto a la capacidad de prevención, resistencia y recuperación<br />
permitió definir cinco grupos con características propias de<br />
resiliencia, los cuales fueron priorizados con el propósito de identificar el<br />
nivel y tipo de atención requerido. Los clúster 1 y 2 representaron los<br />
grupos de mayor prioridad, ambos exhibieron resistencia media y recuperación<br />
baja, mientras la prevención –en el primero de los casos– se<br />
definió como baja, y nivel medio en el segundo; estuvieron constituidos<br />
por 20 y 16 municipalidades, respectivamente, pertenecientes primordialmente<br />
a los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas.<br />
El clúster 3 de prioridad media resultó ser el grupo más pequeño, con<br />
dos municipios muy distantes geográficamente hablando, uno de ellos<br />
ubicado en Sonora, porción Norte y el segundo en Guerrero, región Sur.<br />
Las mejores condiciones de resiliencia las exhibieron los clúster 4 y 5,<br />
congregan 42 y 8 ayuntamientos, correspondientemente, entre ellos los<br />
cinco de resiliencia alta. El clúster 5 presenta las mejores condiciones de<br />
resiliencia, la capacidad de prevención es la de mayor aporte. Esta sería la<br />
situación a promover para dar mayor peso al enfoque preventivo ya que<br />
continúan registrándose diversos desastres que dejan a su paso cuantiosas<br />
pérdidas, sin dejar de lado el necesario aumento de la resiliencia general,<br />
aun en este grupo (mapa 2 y cuadro 4).<br />
Mapa 2<br />
Nivel de atención requerido según características de resiliencia<br />
Nota: el número de municipios por nivel de prioridad se indica entre paréntesis.<br />
Fuente: elaboración propia con base en el análisis de conglomerados e Inegi, 2010b.
224 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
Cuadro 4<br />
Agrupación de municipios según componentes de resiliencia<br />
Clúster Estado Municipios Estado Municipios Características<br />
1<br />
Prevención: Baja<br />
Resistencia: Media<br />
Recuperación: Baja<br />
(20)<br />
Sonora Bacum Oaxaca San Dionisio del Mar Nivel de resiliencia atribuido a la<br />
Nayarit Tecuala San Francisco del Mar<br />
reglamentación básica prácticamente<br />
inexistente, falta de mecanismos de alerta<br />
Michoacán Aquila San Mateo del Mar<br />
Coahuayana San Miguel del Puerto<br />
Guerrero Benito Juárez San Pedro Huamelula<br />
Copala San Pedro Pochutla<br />
Coyuca de Benítez Santa María Tonameca<br />
temprana y difusión del riesgo, nula<br />
capacitación técnica en materia de protección<br />
civil que permita conocer cómo actuar en caso<br />
de emergencia, vialidades insuficientes,<br />
ingresos municipales muy bajos respecto a<br />
sus egresos.<br />
Cuajinicuilapa Santiago Astata<br />
L.U. Isidro Montes<br />
de Oca<br />
Santiago Tapextla<br />
S. Domingo Armenta<br />
S. Domingo Tehuantepec
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
225<br />
Cuadro 4 (continuación)<br />
Clúster Estado Municipios Estado Municipios Características<br />
2<br />
Prevención: Media<br />
Resistencia: Media<br />
Recuperación: Baja<br />
(16)<br />
Sonora Etchojoa Chiapas Acapetahua Su condición se atribuye a la falta de<br />
Colima Armería Mapastepec<br />
reglamentación para el uso de suelo, alta<br />
incidencia de desastres, elevadas tasas de<br />
Guerrero Florencio Villareal Mazatán<br />
Marquelia Pijijiapan<br />
San Marcos Suchiate<br />
Tecpan de Galeana Tapachula<br />
Oaxaca H.C. Juchitán de<br />
Zaragoza<br />
Tonalá<br />
analfabetismo, bajos ingresos de la población y<br />
de los propios municipios, proporción de<br />
médicos por habitante menor a la indicada por<br />
la OCDE y la incipiente capacidad de<br />
albergue.<br />
Santiago Jamiltepec<br />
V. Tututepec de<br />
Melchor Ocampo<br />
3<br />
Prevención: Alta<br />
Resistencia: Media<br />
Sonora Huatabampo Resalta la falta de reglamentación de uso del<br />
suelo, alta incidencia de desastres, bajos<br />
ingresos de la población y de los propios<br />
Guerrero Petatlán<br />
municipios, insuficientes vialidades, médicos y<br />
albergues, nula capacitación técnica.<br />
Recuperación: Baja<br />
(2)
226 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
Cuadro 4 (continuación)<br />
Clúster Estado Municipios Estado Municipios Características<br />
4<br />
Prevención: Media<br />
Resistencia: Alta<br />
Baja<br />
California<br />
Ensenada Mexicali Sinaloa Na<strong>vol</strong>ato Rosario<br />
Resaltan la falta de reglamentación del uso del<br />
suelo, insuficiencia de vialidades y albergues.<br />
Incluye a dos de los municipios con alta<br />
resiliencia.<br />
Playas de Rosarito San Ignacio<br />
Recuperación: Media<br />
(42)<br />
Baja<br />
California<br />
Sur<br />
Tijuana Nayarit Compostela<br />
Comondú San Blas<br />
La Paz Santiago Ixcuintla<br />
Loreto Jalisco Cihuatlán<br />
Los Cabos Cabo Corrientes<br />
Mulegé La Huerta<br />
Sonora Benito Juárez Puerto Vallarta<br />
Caborca Tomatlán<br />
Cajeme Colima Manzanillo<br />
Empalme Tecomán<br />
Guaymas Michoacán Lázaro Cárdenas
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
227<br />
Cuadro 4 (continuación)<br />
Clúster Estado Municipios Estado Municipios Características<br />
Pitiquito Oaxaca Salina Cruz<br />
Puerto Peñasco San Pedro Mixtepec<br />
S. I. Río Muerto S. María Colotepec<br />
S. L. Río Colorado Oaxaca S. María Huatulco<br />
Sinaloa Ahome S. María Huazolotitlán<br />
Escuinapa Santiago Pinotepa<br />
Nacional<br />
Mazatlán Chiapas Huixtla<br />
5<br />
Prevención: Alta<br />
Resistencia: Media<br />
Recuperación: Media<br />
(8)<br />
Sonora Hermosillo Nayarit Bahía de Banderas Este grupo, en conjunto con el anterior,<br />
Sinaloa Angostura Guerrero Acapulco de Juárez<br />
presenta las mejores condiciones, aunque<br />
conviene subrayar la falta de albergues.<br />
Culiacán Zihuatanejo de Azueta<br />
Elota<br />
Guasave<br />
Concentran a tres de los municipios con alta<br />
resiliencia: Hermosillo, Culiacán y Bahía de<br />
Banderas.<br />
Nota: el número entre paréntesis refiere a la cantidad de municipios pertenecientes a cada clúster.<br />
Fuente: elaboración propia con base en el análisis de conglomerados.
228 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
La distribución geográfica de los municipios dentro de cada clúster es<br />
heterogénea, si bien se puede distinguir cierta concentración en alguna<br />
región en particular, existen casos aislados, por lo que la atención es atribuible<br />
a diferentes niveles; por ejemplo, las acciones podrían ser a nivel<br />
regional para el clúster 4, estatales en el clúster 5. Esta heterogeneidad<br />
pudiera disminuir mediante el uso de análisis jerárquico con orientación<br />
geoestadística.<br />
Conclusiones<br />
El modelo desarrollado en el presente artículo circunscribe indicadores de<br />
índole ambiental, social, institucional, legal, estructural, económicos, integradores<br />
y de infraestructura, en coincidencia con la forma de abordar la<br />
resiliencia en diversos estudios existentes, no obstante, éste modelo se llevó<br />
a cabo desde una perspectiva en que la resiliencia no es entendida simplemente<br />
como la capacidad de recuperarse o regresar al estado normal antes<br />
de la ocurrencia del desastre, sino –tomando en consideración las tres etapas<br />
propias del ciclo de resiliencia que corresponden a la prevención, resistencia<br />
y recuperación– con una visión más amplia del objeto de estudio.<br />
La manera en que se construyó el índice y los indicadores seleccionados<br />
permite su aplicación en cualquier momento para dar seguimiento y<br />
monitoreo a los cambios en la capacidad de resiliencia y, de esta manera,<br />
tener un panorama general de la efectividad de las acciones de reducción<br />
de riesgo de desastres implementadas en el municipio. Las bases de datos<br />
que dieron fundamento al estudio fueron extraídas de fuentes oficiales, de<br />
fácil acceso, algunas generadas con una periodicidad bienal o quinquenal.<br />
La evaluación de la resiliencia muestra una tendencia hacia nivel medio,<br />
cabe destacar la ausencia de valores bajos en la zona Pacífico Norte, así<br />
como la ausencia de valores altos en la región Sur. El valor máximo alcanzado<br />
por los 88 municipios del índice de resiliencia fue solamente 2.168,<br />
lejos del nivel teórico máximo de resiliencia (3). La capacidad de recuperación<br />
resultó el punto más endeble, aun cuando el presupuesto que se<br />
destina en México a este rubro es mayor respecto a la prevención, denota<br />
así que la visión reactiva no ha sido efectiva, es necesario invertir más en<br />
la prevención si realmente se pretende cambiar la visión que predomina<br />
en materia de riesgo. En este sentido, los municipios costeros de la región<br />
Pacífico de México se encuentran en un punto intermedio de resiliencia,<br />
deben definir la arista desde la cual abordar la problemática y reorientar<br />
sus esfuerzos.<br />
La generación de grupos, en función de las capacidades de prevención,<br />
resistencia y recuperación, permite establecer estrategias encaminadas a
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
229<br />
atender las debilidades particulares de cada agrupación posibilitando una<br />
mejor distribución de recursos. En este tenor, el clúster 1 -cuyos municipios<br />
se ubican en más de 50% en el estado de Oaxaca, en 25% en<br />
Guerrero, el resto distribuidos entre Michoacán, Nayarit y Sonora- es el<br />
que requiere atención inmediata, por lo que se deben enfocar los esfuerzos<br />
en estas alcaldías a fin de mejorar sus condiciones, evitando así graves<br />
daños en un futuro.<br />
Como estudio complementario, sería conveniente incluir información<br />
cualitativa proveniente de actores clave en la gestión del riesgo que refleje<br />
particularidades del ayuntamiento, así como emplear indicadores que no<br />
fueron considerados por la poca disponibilidad de información en la<br />
dimensión espacial, al mismo tiempo, considerar la dispersión y crecimiento<br />
de la población que influyen en los indicadores de cobertura de<br />
servicios e infraestructura dentro del municipio, por otro lado, considerar<br />
su carácter urbano o rural, a nivel localidad.<br />
Los factores que determinan la resiliencia de un municipio son diversos,<br />
no obstante, éste será resiliente siempre que exista la capacidad<br />
financiera para gestionar el riesgo, que el gobierno local y la población<br />
trabajen en conjunto y que ambas partes estén comprometidas en evitar<br />
la reconstrucción del riesgo, cuando prevalezca una articulación entre los<br />
Atlas municipales de riesgo, Ordenamientos territoriales, Planes de Desarrollo<br />
Urbano, Reglamentos de construcción y Reglamentos de zonificación,<br />
cuando se cuente con sistemas de alerta temprana, pero también<br />
cuando existan medios de comunicación eficientes y un plan de contingencias<br />
para saber cómo actuar. Finalmente, es imperante no sólo la<br />
existencia de un marco regulatorio, sino que éste se conozca, se emplee,<br />
se respete, se implemente y se actualice de manera continua.<br />
Fuentes consultadas<br />
Agroasemex S.A. (2017), “Base de datos (Vistas y EMISIN) de Suscripción<br />
de Reaseguro Agrícola a Fondos de Aseguramiento”, Querétaro,<br />
Agroasemex S. A. ,<br />
1 de marzo de 2018.<br />
Ahmed, Iftekhar and Charlestworth, Esther (2014), “An Evaluation<br />
Framework for assessing Resilience of post-disaster Housing”,<br />
International Journal of Disaster Resilience in the Built Environment,<br />
6 (3), Melbourne, Emerald Group Publishing, pp. 300-312, doi:<br />
10.1108/IJDRBE-11-2013-0042
230 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
Ajibade, Idowu; McBean, Gordon and Bezner-Kerr, Rachel (2013),<br />
“Urban Flooding in Laos, Nigeria: Patterns of Vulnerability and<br />
Resilience among Women”, Global Environmental Change, 23<br />
(6), Ámsterdam, Elsevier, pp.1714-1725.<br />
Angeon, Valérie y Bates, Samuel (2015), “Reviewing Composite Vulnerability<br />
and Resilience Index: a Sustainable Approach and Application”,<br />
World Development, <strong>vol</strong>. 72, Ámsterdam, Elsevier, pp. 140-162.<br />
Ávila Flores, Brenda y González Gaudiano, Édgar (2015), “<strong>Sociedad</strong>es<br />
resilientes: criterios para estrategias educativas encaminadas a la<br />
reducción de riesgo de desastres”, <strong>Revista</strong> Interamericana de Educación<br />
de Adultos, 37 (2), Toluca, Centro de Cooperación Regional<br />
para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe,<br />
pp. 26-46.<br />
Azuz-Adeath, Issac; Rivera-Arriaga, Evelia and Alonso-Peinado, Humberto<br />
(2019), “Current Demographic Conditions and Future<br />
Scenarios in Mexico,s Coastal Zone”, Journal of Integrated Coastal<br />
Zone Management, 19 (2), Itajaí, Universidade do Vale do Itajaí,<br />
pp. 85-102, doi: 10.5894/rcgi-n216<br />
Baas, Stephan; Ramasamy, Selvaraju; Dey de Pryck, Jennie y Battista,<br />
Federica (2009), “Análisis de sistemas de gestión del riesgo de<br />
desastres. Una guía”, Roma, FAO.<br />
BID (Banco Interamericano de Desarrollo) (2015), “Indicadores de riesgo<br />
de desastres y de gestión de riesgo. Programa para América Latina<br />
y el Caribe: México”, Nota técnica núm. IDB-TN-800, Washington,<br />
BID, , 1 marzo de 2020.<br />
Briguglio, Lino; Cordina, Gordon; Farrugia, Nadia and Vella, Stephanie<br />
(2005), “Conceptualizing and Measuring Economic Resilience”,<br />
en Satish Chand (eds.), Pacific Island Regional Integration and<br />
Governance, Canberra, ANU Press, pp. 2<strong>65</strong>-288.<br />
Cenapred (Centro Nacional de Prevención de Desastres) (2020), “Sistema<br />
de Consulta de Declaratorias 2000-2020”, Ciudad de México,<br />
Cenapred, , 3 agosto de 2020.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
231<br />
Cenapred (Centro Nacional de Prevención de Desastres) (2015a), “Declaratorias<br />
de emergencia y desastre”, Ciudad de México, Cenapred,<br />
, 1 marzo de 2018.<br />
Cenapred (Centro Nacional de Prevención de Desastres) (2015b), “Impactos<br />
socioeconómicos de desastres de 2000 a 2015”, Ciudad de México,<br />
Cenapred, ,<br />
1 de marzo de 2018.<br />
Chen, Changkun; Xu, Lili; Zhao, Dongyue; Xu, Tong and Lei, Peng<br />
(2020), “A New Model for Describing the Urban Resilience<br />
Considering Adaptability, Resistance and Recovery”, Safety<br />
Science, <strong>vol</strong>. 128, Ámsterdam, Elsevier, pp. 1-9, doi: https://doi.<br />
org/10.1016/j.ssci.2020.104756<br />
Clark-Ginsberg, Aaron; McCaul, Bernard; Bremaud, Isabelle; Cáceres,<br />
Gabriela; Mpanje, Desire; Patel, Sonny and Patel, Ronak (2020),<br />
“Practitioner Approaches to Measuring Community Resilience:<br />
the Analysis of the Resilience of Communities to Disasters Toolkit”,<br />
International Journal of Disaster Resilience, <strong>vol</strong>. 50, Ámsterdam,<br />
Elsevier, pp. 1-10, doi: https://doi.org/10.1016/j.ijdrr.2020.101714<br />
Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo<br />
Social) (2015), “Cohesión Social Municipios”, Ciudad de México,<br />
Coneval, ,<br />
1 de marzo de 2018.<br />
Constantino, Roberto y Dávila, Hilda (2011), “Una aproximación a la<br />
vulnerabilidad y la resiliencia ante eventos hidrometeorológicos<br />
extremos en México”, Política y Cultura, núm. 36, Ciudad de<br />
México, Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco,<br />
pp.15-44.<br />
Contreras, Yasna del Carmen y Beltrán, Maricel (2015), “Reconstruir con<br />
capacidad de resiliencia: el casco histórico de la Ciudad de Constitución<br />
y el sitio del desastre del terremoto y tsunami del 27 de<br />
febrero 2010”, <strong>Revista</strong> INVI, 30 (83), Santiago de Chile, Universidad<br />
de Chile, pp. 79-115, , 3 de agosto de 2020.
232 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
Copeland, Samantha; Comes, Tina; Bach, Sylvia; Nagenborg, Michael;<br />
Schulte, Yannic and Doorn, Neelke (2020), “Measuring Social<br />
Resilience: Trade-offs, Challenges and Opportunities for Indicator<br />
Models in transforming Societies”, International Journal of<br />
Disaster Risk Reduction, <strong>vol</strong>. 51, Ámsterdam, Elsevier, pp. 1-109,<br />
doi: https://doi.org/10.1016/j.ijdrr.2020.101799<br />
CRED (Centre for Research on the Epidemiology of Disasters) (2018),<br />
“Natural Disaster 2018. An Opportunity to prepare, Disasters in<br />
Numbers”, Bélgica, Institute Health and Society UClouvain,<br />
, 2 de<br />
marzo de 2020.<br />
Cutter, Susan; Burton, Christopher y Emrich, Chris (2010), “Disaster<br />
Resilience Indicators for Benchmarking Baseline Conditions”,<br />
Journal of Homeland Security and Emergency Management, 7 (51),<br />
Berkeley, The Berkeley Electronic Press, pp. 1-22.<br />
Desinventar (2020), “Inventario Histórico de Desastres, Base de datos.<br />
México”, Colombia, Corporación OSSO- Oficina de las Naciones<br />
Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres-LA RED,<br />
, 01 de marzo de 2018.<br />
Dirección General de Protección Civil (2017), “Refugios temporales zona<br />
Pacífico y Atlántico”, Ciudad de México, Coordinación Nacional<br />
de Protección Civil, , 1 de marzo de 2018.<br />
DOF (Diario Oficial de la Federación) (2015), “Reglas de operación del<br />
Programa de Prevención de Riesgos, para el ejercicio fiscal 2016”,<br />
31 de diciembre, Ciudad de México, Segob, , 5 de marzo de 2020.<br />
FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la<br />
Agricultura) (2017), “Lineamientos y recomendaciones para la<br />
implementación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo<br />
de Desastres en el Sector Agrícola y Seguridad Alimentaria y<br />
Nutricional América Latina y el Caribe”, Santiago, FAO-Oficina<br />
de las Naciones Unidas para Reducción de Riesgo de Desastres,<br />
,<br />
2 de agosto de 2020.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
233<br />
Fundación idea (2017), “Resiliencia urbana en América Latina: Una guía<br />
breve para autoridades locales”, Ciudad de México, Fundación<br />
idea, , 3 agosto de 2020.<br />
GNDR (Global Network of Civil Society Organisations for Disaster<br />
Reduction) (2015), “Visión de Primera Línea 2019”, Inglaterra,<br />
GNDR, ,<br />
5 de marzo de 2020.<br />
Goal (Organización Humanitaria Internacional) (2013), “Guía para la<br />
matriz de indicadores de resiliencia comunitaria a emergencias y<br />
desastres. Proyecto: Preparación ante desastres con enfoque comunitario,<br />
promoviendo un incremento de la coordinación en el<br />
área homogénea transfronteriza de la mosquita”, Honduras, Goal.<br />
Gobierno Federal (2013), “Informe Nacional del Progreso en la Implementación<br />
del Marco de Acción de Hyogo (2011-2013)”, Ciudad<br />
de México, Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc),<br />
, 5 de marzo de 2020.<br />
Gobierno Federal (2008), “Primer Informe de México sobre la aplicación<br />
y seguimiento del Marco de Acción de Hyogo 2005–2010”,<br />
Ginebra, Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de<br />
Desastres, ,<br />
5 de marzo de 2020.<br />
Gobierno Federal (s.f.), “Ámbito municipal, compilación jurídica”, Ciudad<br />
de México, Unidad General de Asuntos Jurídicos, , 1 de<br />
marzo de 2018.<br />
González, Manuel Ramón y Franco, Nadia (2017), “Eventos naturales<br />
críticos y su impacto en el turismo: reflexiones desde la sustentabilidad<br />
en la Ciudad Juárez, México”, Academia Journal, 9 (2),<br />
San Antonio Texas, Publicaciones del Congreso Internacional de<br />
Investigación Academia Journals, pp. 410-415.<br />
Inafed (Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal)<br />
(2016a), “Índice de reglamentación municipal básica 2008-2014”,<br />
Ciudad de México, Inafed, , 1 de marzo de 2018.
234 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
Inafed (Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal)<br />
(2016b), “Finanzas Públicas”, Ciudad de México, Inafed, ,<br />
1 de marzo de 2018.<br />
Inafed (Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal)<br />
(2015), “Policías por cada 100 mil habitantes, 2008-2012”,<br />
Ciudad de México, Inafed, , 1 de marzo de 2018.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2017), “Anuario<br />
estadístico y geográfico por entidad federativa 2016”, Ciudad de<br />
México, Inegi, , 1 de marzo de 2018.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2015), “Censo<br />
Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales 2015”,<br />
Ciudad de México, Inegi, , 1 de marzo de 2018.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2013), “Uso de<br />
suelo y vegetación, serie V”, Ciudad de México, Inegi, , 1 de<br />
marzo de 2018.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2010a), “Censo de<br />
Población y Vivienda 2010”, Ciudad de México, Inegi, , 1 de marzo de 2018.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2010b), “Marco<br />
Geoestadístico 2010”, Ciudad de México, Inegi, , 1 de marzo de 2018.<br />
IBM (International Business Machines) (2009), “Statistical Package for<br />
the Social Sciences”, version 23, New York, IBM.<br />
Jones, Keith; Brydson, Helen; Ali, Faud and Cooper, Justine (2013),<br />
“Assessing Vulnerability, Resilience and Adaptive Capacity of a<br />
UK Social Landlord”, International Journal of Disaster Resilience<br />
in the Built Environment, 4 (3), Melbourne, Emerald Group<br />
Publishing, pp. 287-296, doi: 10.1108/IJDRBE-03-2013-0004
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
235<br />
Labaka, Leire; Hernantes, Josune and Sarriegi, Jose Mari (2015), “A<br />
Framework to Improve the Resilience of Critical Infrastructures”,<br />
International Journal of Disaster Resilience in the Built Environment,<br />
6 (4), Melbourne, Emerald Group Publishing, pp. 409-423, doi:<br />
10.1108/IJDRBE-07-2014-0048<br />
Lu, Xinzheng; Liao, Wenjie; Fang, Dongping; Lin, Kaiqi; Tian, Yuan;<br />
Zhang, Chi; Zheng, Zhe and Zhao, Pengju (2020), “Quantification<br />
of Disaster Resilience in Civil Engineering: a Review”,<br />
Journal of Safety Science and Resilience, 1 (1), Ámsterdam, Elsevier,<br />
pp. 19-30, doi: https://doi.org/10.1016/j.jnlssr.2020.06.008<br />
Maldonado, Ana Lucía y González, Édgar (2013), “De la resiliencia<br />
comunitaria a la ciudadanía ambiental. El caso de tres localidades<br />
en Veracruz, México”, Integra educativa, 6 (3), La Paz, Instituto<br />
Internacional de Integración, pp. 13-28, , 5 de marzo de 2020.<br />
Medina, María de la Paz; Olguín, Mónica Paola; Solorio, Alma Rosa y<br />
Sansón, Leodegario (2017), “Estudio estratégico. Inventario de<br />
Atlas de Riesgos en México. Informe del estado actual”, Ciudad<br />
de México, Academia de Ingeniería México, , 5 de marzo de 2020.<br />
Metzger, Pascale y Robert, Jérémy (2013), “Elementos de reflexión sobre<br />
la resiliencia urbana: usos criticables y aportes potenciales”, <strong>Territorio</strong>s,<br />
núm. 28, Bogotá, Universidad del Rosario, pp. 21-40.<br />
Montalba, René; García, Marcia; Altieri, Miguel; Fonseca, Francisca y<br />
Vieli, Lorena (2013), “Utilización del índice holístico de riesgo<br />
(IHR) como media de resiliencia socioecológica a condiciones de<br />
escasez de recursos hídricos. Aplicación en comunidades campesinas<br />
e indígenas de la Araucanía, Chile”, Agroecología, 8 (1),<br />
Murcia, Universidad de Murcia, pp. 63-70.<br />
OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico)<br />
(2013), “Estudio de la OCDE sobre el Sistema Nacional de<br />
Protección Civil en México”, Ciudad de México, OCDE.<br />
Patel, Sonny; Rogers, Brooke; Amlôt, Richard; Rubin, James (2017),<br />
“What do we mean by ‘Community Resilience´? A Systematic<br />
Literature Review of how it is defined in the Literature”, PloS
236 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
Currents, <strong>vol</strong>. 9, San Francisco, Public Library of Science, doi:<br />
10.1371/currents.dis.db775aff25efc5ac4f0660ad9c9f7db2<br />
Rosengaus, Michel; Jiménez, Martín y Vázquez, María Teresa (2014),<br />
“Atlas climatológico de ciclones tropicales en México”, Ciudad<br />
de México, Centro Nacional de Prevención de Desastres-Instituto<br />
Mexicano de Tecnología del Agua, , 5 de marzo de 2020.<br />
Santiago Vera, Teresita de Jesús; García Millán, Máximo y Rosset, Peter<br />
(2018), “Enfoques de la resiliencia ante el cambio climático”,<br />
Agricultura, <strong>Sociedad</strong> y Desarrollo, 15 (4), Texcoco, Colegio de<br />
Postgraduados, pp. 531-539.<br />
Schuschny, Andrés y Soto, Humberto (2009), “Guía metodológica.<br />
Diseño de indicadores compuestos de desarrollo sustentable”,<br />
Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina y<br />
el Caribe.<br />
Sedano, Ruth (2012), “Gestión integrada del riesgo de inundaciones en<br />
Colombia”, tesis de maestría, Universidad Politécnica de Valencia,<br />
Valencia.<br />
Sedatu (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano) (s.f.),<br />
“Cobertura de Atlas Municipales”, Ciudad de México, Sedatu,<br />
,<br />
1 de marzo de 2018.<br />
SGM (Servicio Geológico Mexicano) (2017), “Sismología de México.<br />
Museo virtual”, Ciudad de México, SGM, , 5 de marzo de 2020.<br />
SMIE (<strong>Sociedad</strong> Mexicana de Ingeniería Estructural, A.C.) (s.f.), “Reglamentos<br />
de Construcción México”, Ciudad de México, SMIE,<br />
, 1 de marzo de 2018.<br />
Tumini, Irina (2016), “Acercamiento teórico para la integración de los<br />
conceptos de Resiliencia en los indicadores de Sostenibilidad<br />
Urbana”, <strong>Revista</strong> de Urbanismo, núm. 34, Santiago de Chile,<br />
Universidad de Chile, pp. 4-19, doi:10.5354/0717-<br />
5051.2016.40056
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 205-238<br />
237<br />
Twigg, John (2007), “Características de una comunidad resiliente ante<br />
los desastres. Nota guía”, Suiza, Oficina de Naciones Unidas para<br />
la Reducción del Riesgo de Desastres, ,<br />
1 de agosto de 2019.<br />
Uriarte Arciniega, Juan de Dios (2013), “La perspectiva comunitaria de<br />
la resiliencia”, Psicología política, núm. 47, Valencia, Universidad<br />
de Valencia, pp. 7-18.<br />
Recibido: 12 de mayo de 2020.<br />
Reenviado: 4 de agosto de 2020.<br />
Aceptado: 17 de septiembre de 2020.<br />
Karen Velázquez-González. Maestra en Ciencias por la Universidad<br />
Autónoma del Estado de México. Actualmente es profesora de asignatura<br />
en la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad Autónoma de Baja<br />
California. Sus líneas de investigación actuales son: resiliencia, riesgo y<br />
ordenamiento territorial. Ha participado en la elaboración de Atlas<br />
Municipales de Riesgos Naturales y Programas de Ordenamiento Ecológico.<br />
Entre sus más recientes publicaciones se encuentran, en coautoría:<br />
“Respuesta al comentario por Juan José Muñoz Pérez y Gregorio<br />
Gómez Pina sobre: Variaciones sedimentarias y transporte litoral en Playa<br />
de la Victoria, Cádiz, España”, <strong>Revista</strong> Ciencias Marinas, núm. 1, Ensenada,<br />
Baja California, Instituto de Investigaciones Oceanológicas, pp. 105-106<br />
(2010); “Variaciones sedimentarias y transporte litoral en Playa de la Victoria,<br />
Cádiz, España”, <strong>Revista</strong> Ciencias Marinas, 36 (1), Ensenada, Baja<br />
California, Instituto de Investigaciones Oceanológicas, pp. 259-269 (2009).<br />
Salvador Adame-Martínez. Doctor en Ciencias por el Colegio de Postgraduados.<br />
Actualmente es profesor-investigador en el Centro de Investigación<br />
y Estudios Avanzados en Planeación Territorial, Facultad de<br />
Planeación Urbana y Regional de la Universidad Autónoma del Estado<br />
de México. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel I.<br />
Líneas de investigación actuales: riesgo y vulnerabilidad, variabilidad<br />
climática, cambios de uso de suelo, sustentabilidad urbana. Entre sus más<br />
recientes publicaciones destacan, en coautoría: “Landslides in Mexico:<br />
their Occurrence and Social Impact since 1935”, Landslides, núm. 17,<br />
Berlín, Springer, pp. 379-394 (2020); “Sustentabilidad del desarrollo urbano<br />
en la Megalópolis de México: perspectiva desde el análisis espacial”, <strong>Economía</strong>,<br />
<strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, 20 (62), Zinacantepec, El Colegio Mexiquense
238 K. Velázquez-González et al.: Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
A. C., pp. 89-122 (2020); “Análisis de la distribución espacial de los RSU<br />
en la Zona Metropolitana de Tampico”, <strong>Revista</strong> Quivera, núm. 2, Toluca,<br />
Universidad Autónoma del Estado de México, pp. 83-111 (2019).<br />
Guadalupe Hoyos Castillo. Maestra en Desarrollo Municipal, con estudios<br />
concluidos en Doctorado en Urbanismo. Actualmente está adscrita<br />
a la Facultad de Planeación Urbana y Regional de la Universidad Autónoma<br />
del Estado de México. Líneas de investigación: procesos de urbanización<br />
y metropolización, interacciones metropolitanas suelo y agua y,<br />
economía urbana. Entre sus más recientes publicaciones destacan, en<br />
coautoría: “Reajustes asimétricos en la relación rural-urbana. Poniente<br />
del Estado de México”, en Juan Roberto Calderón Maya y Carlos Alberto<br />
Pérez Ramírez (coord.), Ciudad y ambiente: procesos y transformaciones en<br />
contextos urbanos (próximamente); “Sistema urbano y rural desde lo<br />
regional en México”, en José Gasca (coord.), Desarrollo regional en México.<br />
Actores, miradas y relatos, Ciudad de México, UNAM-AMECIDER, pp.<br />
247-268 (2019); “Desigualdad socio-espacial, innovación tecnológica y<br />
procesos urbanos”, en José Gasca y Eréndira Serrano (coord.), Regiones,<br />
desplazamientos y geopolítica. Agenda pública para el desarrollo territorial,<br />
<strong>vol</strong>. 3, Ciudad de México, UNAM-AMECIDER, (2019); “Estructuración<br />
espacial de las relaciones funcionales metropolitanas: el caso de Toluca,<br />
2000-2015”, en Guadalupe Hoyos, Serena Serrano y María del Pilar Mora<br />
(coord.), Ciudad, género, cultura y educación en las regiones, Ciudad de<br />
México, UNAM/IIEc-AMECIDER, pp. 301-330 (2017).<br />
Georges Seingier. Doctor en Medio Ambiente y Desarrollo por la Universidad<br />
Autónoma de Baja California. Actualmente es profesor-investigador<br />
en la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad Autónoma de Baja<br />
California. Líneas de investigación: prospectiva, análisis espacial y sus aplicaciones<br />
en la gestión sustentable del espacio costero. Entre sus más recientes<br />
publicaciones destacan, en coautoría: “Gobernanza ambiental ante el<br />
Cambio Climático: municipios costeros de México”, en Rivera-Arriaga,<br />
Evelia; Azuz-Adeath, Isaac; Cervantes Rosas, Omar; Espinoza-Tenorio,<br />
Alejandro; Silva Casarín, Rodolfo; Ortega-Rubio, Alfredo; Botello, Alfonso<br />
y Vega Serratos, Beatriz (eds.), Gobernanza y manejo de las costas y mares<br />
ante la incertidumbre. Una guía para tomadores de decisiones, Campeche,<br />
Universidad Autónoma de Campeche, pp. 93-116 (2020); “Status and<br />
scope of marine mammal stranding research in Mexico”, Journal of Coastal<br />
Conservation, 24 (3), Berlín, Springer, pp. 396-411 (2020); “Indicators to<br />
Measure Pressure, State, Impact and Responses of Surf Breaks: the Case Of<br />
Bahía De Todos Santos World Surfing Reserve”, Ocean and Coastal Management,<br />
<strong>vol</strong>. 194, article 105252, Ámsterdam, Elsevier; pp. 1-11 (2020).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
DOI: https://doi.org/10.22136/est20211620<br />
Sistema de inovação e crescimento<br />
econômico: uma análise de painel<br />
dinâmico para o período 2006-2016<br />
239<br />
Innovation and economic growth system: an<br />
analysis of dynamic panel for the period<br />
2006-2016<br />
Raniella Orquiza da Silva *<br />
Waldemiro Peterle Neto *<br />
Evandro Camargos Teixeira *<br />
Abstract<br />
There is no consensus on the definition and measurement of economic development,<br />
since it is a topic that encompasses issues related to economic, social, cultural and<br />
political changes. Considering growth and economic development as similar concepts,<br />
this study, through factor analysis, extracted six factors. Based on the factors, six<br />
rankings indicating the performance of capacities were developed, with Singapore as<br />
a hegemonic nation among its peers. Still, based on the dynamic panel data model,<br />
it was found that, for the period from 2006 to 2016, the innovation system was the<br />
main factor for the economic progress of developing countries.<br />
Keywords: innovation, developing countries, econometrics.<br />
Resumo<br />
Não há consenso sobre a definição e mensuração do desen<strong>vol</strong>vimento econômico,<br />
já que é um tema que engloba questões relacionadas às mudanças econômicas,<br />
sociais, culturais e políticas. Considerando crescimento e desen<strong>vol</strong>vimento econômico<br />
como conceitos similares, o presente estudo, através da análise fatorial, extraiu<br />
seis fatores que forneceram seis rankings indicadores de desempenho das capacidades,<br />
sendo evidenciado Singapura como nação hegemônica entre seus pares.<br />
Ainda, constatou-se, a partir do modelo de dados em painel dinâmico, que, para<br />
o período de 2006 a 2016, o sistema de inovação foi o principal fator para o<br />
progresso econômico dos países em desen<strong>vol</strong>vimento.<br />
Palavras-chave: inovação, países em desen<strong>vol</strong>vimento, econometria.<br />
* Universidade Federal de Viçosa, correos-e: raniellasilva21@gmail.com, walde.neto@hotmail.<br />
com y evandro.teixeira@ufv.br
240 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
Introdução<br />
Ao valer-se das concepções tanto da teoria econômica tradicional quanto<br />
da teoria política, o desen<strong>vol</strong>vimento econômico busca incorporar em<br />
suas análises, além da preocupação com a alocação ótima dos recursos,<br />
questões relacionadas às mudanças sociais, culturais e políticas, de forma que<br />
as transformações estruturais e institucionais decorrentes dessas mudanças<br />
incorram em progresso econômico para os diversos segmentos populacionais.<br />
Pela abrangência do conceito, estudos empíricos apresentam variações<br />
quanto a definição e mensuração do desen<strong>vol</strong>vimento econômico. Por<br />
simplicidade, no entanto, considera-se desen<strong>vol</strong>vimento como sinônimo<br />
de crescimento econômico, de forma que sejam captados os diferentes<br />
níveis de progresso sustentado dos países através da variação do Produto<br />
Interno Bruto (PIB) per capita.<br />
Os determinantes do crescimento econômico, contudo, não são passíveis<br />
de tamanha simplificação. A economia clássica 1 considerava que o<br />
crescimento econômico se resumia à quantidade de capital acumulado por<br />
trabalhador. Já a teoria do crescimento endógeno, a partir de indagações<br />
a respeito do modelo clássico, reconhece a tecnologia (conhecimento)<br />
como principal determinante para o crescimento sustentado (Romer, 2001).<br />
No entanto, tal conhecimento apresenta caráter não rival e excludente,<br />
de modo que mesmo estando disponível para todos, só é adquirido<br />
por países que desen<strong>vol</strong>verem algumas capacidades (Romer, 2001).<br />
Nesse sentido, surge na literatura conceitos como o de Capacidade de<br />
Absorção, que ressalta o valor que se atribui às informações externas,<br />
conferindo grande importância ao grau de abertura do país e sua interação<br />
com seus pares (Cohen and Levinthal, 1990).<br />
Com certa similaridade, o termo de Capacidade Tecnológica, definido<br />
por Choi (2007), é atrelado ao esforço da nação em utilizar, adaptar e<br />
modificar as tecnologias existentes, sendo considerado, então, a competência<br />
do país em inovar e realizar investimentos produtivos. Essa capacidade<br />
tecnológica está, portanto, associada ao que Edquist (2009)<br />
denominou de Sistema Nacional de Inovação, conceito utilizado no<br />
presente estudo e determinante fundamental do crescimento econômico,<br />
conforme a literatura.<br />
Paralelamente, surge outro conceito importante: o de Capacidade<br />
Social, que contempla as habilidades (individuais e coletivas), bem como<br />
a interação do setor público com privado (Abramovitz, 1986). Consequentemente,<br />
a qualidade da educação, a boa gestão das empresas e a<br />
1<br />
Para maior compreensão, ver Romer (2001).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
241<br />
honestidade dos governantes tendem a ser essenciais para o crescimento<br />
dos países.<br />
Na literatura, ao se reconhecer o papel central da tecnologia como<br />
motor do crescimento, diversos trabalhos, em suas análises econométricas,<br />
buscaram incluir as capacidades como determinantes do crescimento<br />
econômico, sendo que a capacidade tecnológica demonstrou especial<br />
relevância para explicar os diferentes níveis de progresso econômico entre<br />
os países (Fagerberg and Srholec, 2005; 2008; 2017; Fagerberg et al.,<br />
2007; 2017).<br />
No entanto, esses trabalhos incluíram em suas observações países<br />
desen<strong>vol</strong>vidos e em desen<strong>vol</strong>vimento, o que pode ser questionável. Nelson<br />
(1993) destaca que os países com baixo nível de renda apresentam vantagem<br />
comparativa e padrões de demanda interna diferentes dos países<br />
desen<strong>vol</strong>vidos, e essas diferenças moldam profundamente a complexidade<br />
econômica desses grupos. Mais precisamente, os países em desen<strong>vol</strong>vimento<br />
possuem economias vinculadas ao mercado de commodities e<br />
recursos naturais, que são altamente imperfeitos, tendo em vista que os<br />
consumidores e os produtores não possuem informações ilimitadas. Ademais,<br />
mudanças estruturais e institucionais importantes não estão consolidadas,<br />
ocorrendo equilíbrios múltiplos ao invés de um único equilíbrio,<br />
sendo que as situações de desequilíbrio geralmente prevalecem (Todaro<br />
and Smith, 2012).<br />
Dessa forma, o presente estudo, partindo da hipótese de que o sistema<br />
de inovação é o principal fator para o progresso econômico, busca contribuir<br />
com a literatura ao estabelecer como objetivo a análise dos determinantes<br />
do crescimento econômico, especificamente para os países em<br />
desen<strong>vol</strong>vimento, em um cenário mais recente. Ademais, ao contrário dos<br />
estudos citados, utiliza-se aqui a metodologia de dados em painel dinâmico,<br />
uma vez que considera-se a existência de endogeneidade entre o<br />
desen<strong>vol</strong>vimento e as capacidades.<br />
Além da presente introdução, o trabalho se divide em outras quatro<br />
seções. A segunda seção realiza uma revisão da literatura, apontando como<br />
os trabalhos captaram as capacidades dos países, bem como estas foram<br />
determinantes para o crescimento econômico. Na terceira seção, é apresentada<br />
a análise fatorial, necessária para agrupar variáveis correlacionadas<br />
e, complementarmente, a metodologia de dados em painel dinâmico. Na<br />
quarta parte é realizada discussão a respeito dos resultados e, por fim, a<br />
última seção ressalta as considerações finais.
242 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
1. Aspectos teóricos e empíricos<br />
Estudos que abordam a temática do crescimento econômico frequentemente<br />
buscam agrupar um número expressivo de variáveis que estão<br />
correlacionadas, de forma a captar, a partir de modelos econométricos, o<br />
efeito da complexidade dos conceitos de capacidade tecnológica, capacidade<br />
de absorção e capacidade social sobre o crescimento dos países.<br />
Como já exposto, essas capacidades apresentam diversas dimensões,<br />
o que resulta em diferentes denominações na literatura. Fagerberg e<br />
Srholec (2005), objetivando incluir em seus estudos uma variável que<br />
englobasse o conceito de capacidade tecnológica, uniram em um único<br />
fator, nomeado de “Conhecimento”, variáveis como despesas em pesquisas<br />
e desen<strong>vol</strong>vimento; número de patentes; artigos publicados em revistas<br />
científicas e técnicas; infraestrutura de Tecnologia da Informação e<br />
Comunicação (TIC); bem como a certificação ISO 9000. Já Fagerberg<br />
e Srholec (2008), ao acrescentar às referidas variáveis o aspecto educacional<br />
dos países, designa ao fator o nome de “Sistema de Inovação”.<br />
Outros trabalhos, como os realizados por Fagerberg et al. (2007; 2017)<br />
denotam ao fator que apresenta variáveis similares, o título de “Competitividade<br />
Tecnológica” e “Capacidades”, respectivamente.<br />
Dessa forma, todas essas denominações podem ser intercambiáveis<br />
quando busca-se incluir o conceito de capacidade tecnológica na pesquisa.<br />
Contudo, mais importante do que ressaltar as diversas formas que tal capacidade<br />
se apresenta na literatura, é evidenciar que todos os estudos citados<br />
apresentam a capacidade tecnológica como um fator que está significativamente<br />
e positivamente relacionado ao crescimento. Assim, mesmo em diferentes<br />
períodos de análise, o fator construído a partir de variáveis que<br />
estão fortemente ligadas à pesquisa e desen<strong>vol</strong>vimento tende a ser crucial<br />
para explicar os diferentes níveis de crescimento entre países.<br />
A complexidade e relevância da capacidade tecnológica é apresentada<br />
como Sistema Nacional de Inovação (SNI) por Nelson (1993). O autor<br />
demonstra que a própria definição de inovação não é simples, ainda mais<br />
se tratando de países em desen<strong>vol</strong>vimento, uma vez que aprender e adaptar<br />
uma tecnologia criada por economias industrializadas, ou seja, realizar<br />
engenharia reversa, é um processo inovativo. Ademais, o conceito de Sistema<br />
traz a ideia de dinâmica entre governo, empresas e universidades<br />
para influenciar o desempenho inovador. Basicamente, a forma como esses<br />
atores institucionais conduzem o sistema de ensino, treinamento, ambientes<br />
regulatório, macro e microeconômico moldam o sistema inovativo<br />
(Freeman, 1995).<br />
Em contrapartida, o conceito de capacidade de absorção, muito associado<br />
ao comércio internacional, apresenta-se na literatura de forma mais
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
243<br />
homogênea. Fagerberg e Srholec (2005; 2008), bem como Fagerberg et al.<br />
(2017) inserem em seus modelos de análise dos determinantes do crescimento<br />
um fator intitulado como “Abertura”. Nos dois primeiros casos, o<br />
fator é constituído por duas variáveis: a difusão da tecnologia incorporada<br />
nas importações de mercadorias e pelo estoque de investimento direto<br />
estrangeiro (IDE). De forma similar, o terceiro trabalho apresenta o nível<br />
de abertura através do IDE, no entanto, acrescenta outras três variáveis:<br />
importações de bens de capital, capacidade de explorar os sistemas avançados<br />
de educação no exterior e a participação nas Cadeias Globais de Valor<br />
(CGV). Como resultado, os autores verificaram que a abertura do país ao<br />
comércio internacional não desempenha impacto tão significativo comparativamente<br />
a outras capacidades e que quando a amostra é separada em<br />
países desen<strong>vol</strong>vidos e em desen<strong>vol</strong>vimento, verifica-se que a capacidade de<br />
absorção tende a favorecer os primeiros em detrimento ao segundo grupo.<br />
O conceito mais abrangente refere-se à capacidade social -dado que<br />
é um conjunto de questões políticas, sociais e econômicas- que apresenta<br />
a maior variabilidade de denominações. Assim, para captar a dimensão<br />
econômica dessa capacidade, Fagerberg e Srholec (2005; 2016) constroem<br />
um fator ao qual designam de “Sistema Financeiro” e “Acesso ao Financiamento”,<br />
respectivamente. Em tais fatores, encontram-se variáveis que<br />
representam o valor do crédito para o setor privado, a capitalização das<br />
empresas e o spread da taxa de juros. No entanto, a forma pela qual esses<br />
fatores afetaram o crescimento econômico dos países foi distinta, tendo<br />
em vista que para o primeiro trabalho, o sistema financeiro foi correlacionado<br />
positivamente com a renda de um país, enquanto para a segunda<br />
pesquisa o acesso ao financiamento não demonstrou efeito positivo<br />
significativo sobre o crescimento. Os autores justificam que embora o<br />
acesso ao financiamento possa ser essencial para o desen<strong>vol</strong>vimento, elevações<br />
no tamanho do setor financeiro para países que já possuem esse<br />
setor bem desen<strong>vol</strong>vido podem ser prejudiciais, uma vez que pode aumentar<br />
a <strong>vol</strong>atilidade e “fuga” de recursos de outros setores da economia.<br />
Para retratar a questão social, os trabalhos utilizam-se de variáveis<br />
correlacionadas à educação e à especialização. Titulações como “Infraestrutura<br />
do Conhecimento”, “Fornecimento de Habilidades” ou apenas<br />
“Educação” são designadas para os fatores que incorporam variáveis referentes<br />
às educações primária, secundária e terciária e disponibilidade de<br />
mão de obra qualificada (Fagerberg et al., 2013; Fagerberg and Srholec,<br />
2016; 2017). De forma geral, esses fatores impactaram positivamente o<br />
desen<strong>vol</strong>vimento dos países, sendo que especificamente para Fagerberg e<br />
Srholec (2017), que aborda o conceito de desen<strong>vol</strong>vimento sustentável, a<br />
educação apresentou efeito potencializado sobre o crescimento quando as<br />
preocupações com o meio ambiente são consideradas.
244 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
A capacidade social pode ainda ser representada por um misto de elementos<br />
sociais e políticos, resultando no fator comumente retratado por<br />
“Governança” ou “Prevalência das Normas”. Dessa forma, tem-se que<br />
indicadores como o de Lei e Ordem, Independência de Tribunais, Proteção<br />
de Direitos de Propriedade, Regulação dos Negócios, Percepção de Corrupção<br />
e Extensão dos Direitos Políticos e das Liberdades Civis, quando<br />
analisados conjuntamente, tendem a ser vitais para o desen<strong>vol</strong>vimento dos<br />
países (Adelman and Morris, 19<strong>65</strong>; Kaufmann et al., 2009).<br />
Por fim, para controlar as estimações, trabalhos que pesquisam sobre<br />
a problemática do desen<strong>vol</strong>vimento incluem características sociais que<br />
são ligadas ao processo histórico dos países e que dificilmente se modificam<br />
ao longo do tempo. Fagerberg e Srholec (2008), por exemplo, inserem<br />
treze variáveis exógenas, entre elas, o registro de densidade<br />
populacional, risco de malária e registros dos depósitos de petróleo per capita.<br />
Os autores evidenciaram que diferenças na geografia, na natureza e na<br />
história importam para o crescimento e, em especial, são um obstáculo<br />
para que o sistema de inovação de um país e<strong>vol</strong>ua.<br />
A exposição da literatura sobre os determinantes do crescimento econômico<br />
demonstra a complexidade e importância das capacidades para<br />
o progresso econômico. A presente pesquisa espera contribuir com o estado<br />
da arte ao realizar a análise especificamente para os países em desen<strong>vol</strong>vimento,<br />
que em geral apresentam características específicas, tais como:<br />
governos muito ativos; inovação que en<strong>vol</strong>ve o aprendizado e adaptação<br />
da tecnologia estrangeira e vantagem comparativa e padrão de demanda<br />
interna diferentes dos países desen<strong>vol</strong>vidos (Nelson, 1993).<br />
2. Metodologia<br />
Para estimar os determinantes do crescimento econômico, pretende-se<br />
utilizar o método de dados em painel, onde a variável dependente é o PIB<br />
per capita (PIBpc it<br />
), enquanto as variáveis explicativas serão especificadas<br />
a partir do método de análise fatorial por componentes principais. Para<br />
melhor compreensão a respeito da conjugação dessas metodologias, dividiu-se<br />
o presente tópico em três seções: (i) discorre-se sobre a técnica<br />
multivariada de análise fatorial, buscando definir o processo de extração<br />
dos fatores; (ii) discute-se sobre as características dos dados em painel,<br />
pormenorizando as variáveis utilizadas para a presente pesquisa; (iii)<br />
apresenta-se as fontes dos dados.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
245<br />
2.1. Análise Fatorial por Componentes Principais 2<br />
Para um estudo relativo a análise fatorial por componentes principais, partese<br />
inicialmente da compreensão de que um fator consiste no agrupamento<br />
de variáveis originais interdependentes, de maneira que busca-se, a partir<br />
de combinações lineares, estabelecer uma quantidade reduzida de fatores<br />
não correlacionados que sejam representativos do conjunto de variáveis<br />
originais (redução estrutural).<br />
Ademais, pode-se utilizar o método de componentes principais para<br />
autenticar a validade de constructos previamente definidos, ou ainda,<br />
quando objetiva-se, a partir dos fatores, elaborar rankings indicadores de<br />
desempenho, como será realizado no presente estudo. Além disso, cabe<br />
ressaltar que os fatores ortogonais podem ser utilizados posteriormente em<br />
técnicas multivariadas que requerem ausência de multicolinearidade.<br />
Tendo em vista o papel central que a extração dos fatores possui para<br />
a análise fatorial, há necessidade de se detalhar o processo de determinação<br />
desses, evidenciando a importância da matriz de correlações de Pearson.<br />
Para tanto, considera-se especificamente para o presente estudo, um banco<br />
de dados que apresenta 50 3 observações associadas a cada uma das 30<br />
variáveis quantitativas X (nomeadas na tabela A1, em anexo, e especificadas<br />
no anexo metodológico), conforme demonstrado na matriz a seguir.<br />
(1)<br />
Ressalta se que apesar de o estudo analisar 50 países em desen<strong>vol</strong>vimento,<br />
o Relatório Estatístico Anual da United Nations Organization<br />
(UN, 2017) classifica 127 países como economias pertencentes a esse<br />
grupo. O número reduzido de observações deve-se ao fato de se utilizar<br />
duas bases de dados (Heritage Foundation e World Economic Forum) e<br />
abranger um longo período (2006 a 2016), resultando em perda significativa<br />
de informações.<br />
Define-se, então, a matriz de correlações , que demonstra os valores da<br />
correlação linear de Pearson entre cada par de variáveis. A combinação linear<br />
é definida <strong>num</strong> intervalo de -1 a 1, sendo que existirá uma relação entre as<br />
variáveis quanto mais próxima do extremo essa combinação estiver, constituindo-se<br />
<strong>num</strong> indicativo para a extração de um único fator. De forma<br />
2<br />
Seção amplamente baseada em Fávero e Belfiore (2017).<br />
3<br />
Refere-se aos 50 países em desen<strong>vol</strong>vimento analisados na presente pesquisa.
246 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
antagônica, uma correlação de Pearson muito próxima ao valor nulo, assinala<br />
que a relação linear entre as variáveis praticamente não existe, e, como<br />
resultado, diferentes fatores podem ser construídos.<br />
Dessa forma, a extração de fatores decorre do fato de a matriz de<br />
correlações exibir elevados valores e que esses sejam estatisticamente<br />
significativos, e embora o exame visual já demonstre indícios de que a<br />
construção de fatores é apropriada, os testes de Kaiser-Meyer-Olkin<br />
(KMO) e o de esfericidade de Bartlett são ferramentas estatísticas de<br />
adequação global propriamente dita da análise fatorial.<br />
No caso da estatística KMO, esta varia entre 0 e 1, sendo que valores<br />
acima de 0,70 indicam uma adequação global razoável da análise<br />
fatorial (Fávero e Belfiore, 2017). Pode-se articular que a principal contribuição<br />
desse teste reside no fato de que é possível captar a correlação<br />
pura entre duas variáveis, uma vez que se controla os efeitos de outras<br />
variáveis existentes na base de dados, não incorrendo, portanto, em uma<br />
falsa impressão a respeito da relação entre duas variáveis analisadas.<br />
Sob outra perspectiva, o teste de esfericidade de Bartlett parte da<br />
comparação entre a matriz de correlação de Pearson e uma matriz identidade,<br />
de tal forma que se a determinado nível de significância, as matrizes<br />
forem iguais, tem-se que as correlações entre cada par de variáveis<br />
são estatisticamente iguais a zero, não sendo viável a extração de fatores.<br />
Posteriormente a aplicação desses testes, faz-se necessário definir quantos<br />
fatores devem ser extraídos. Sabendo-se que um fator é definido como uma<br />
combinação linear das variáveis originais, pode-se estabelecer como número<br />
máximo fatores, o número de variáveis incluídas.<br />
Os scores advindos dessa análise são essenciais quando busca-se, a partir<br />
do critério de Kaiser (raiz latente), orientar a quantidade de fatores a serem<br />
extraídos. Isso porque ao se padronizar os scores fatoriais pelos autovalores, 4<br />
seleciona-se apenas fatores correspondentes a autovalores maiores do que<br />
1, tendo em vista a capacidade de representar pelo menos uma variável<br />
original.<br />
Mesmo após se determinar os fatores, é interessante calcular as intituladas<br />
cargas fatoriais, que representam as correlações de Pearson entre as<br />
variáveis originais e cada um dos fatores. Nesse caso, o estudo exibirá um<br />
caráter complementar, já que se forem verificadas cargas fatoriais com<br />
valores intermediários, pode-se realizar uma rotação dos fatores já definidos,<br />
objetivando aumentar as correlações entre as variáveis originais e<br />
novos fatores gerados.<br />
Em síntese, essa rotação fatorial será realizada pelo método Varimax,<br />
com a finalidade de se redistribuir as cargas fatoriais, minimizando assim<br />
4<br />
Os autovalores determinam a composição de cada fator ao representarem a porcentagem de<br />
variância compartilhada pelas variáveis originais.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
247<br />
a quantidade de variáveis que exibem cargas elevadas em um único fator<br />
e, simultaneamente, maximizando-se o compartilhamento da variância<br />
em fatores associados a autovalores menores.<br />
2.2. Dados em painel<br />
Com o objetivo de analisar os determinantes do crescimento econômico,<br />
será utilizado um modelo com dados em painel. Tal escolha deve-se à possibilidade<br />
de análise da e<strong>vol</strong>ução temporal das variáveis de todas as unidades<br />
(países em desen<strong>vol</strong>vimento) de cross-section (Cameron and Trivedi, 2009).<br />
O estimador utilizado será o GMM-SYS, que utiliza condições de<br />
momentos adicionais, desen<strong>vol</strong>vido por Blundell e Bond (1998) com<br />
base no trabalho de Arellano e Bover (1995). Cameron e Trivedi (2009)<br />
afirmam que o referido modelo possibilita a verificação do que determina a<br />
possível persistência nas estimativas, a saber o efeito individual não observável<br />
ou as resultados passados da variável.<br />
Cameron e Trivedi (2009) também identificaram que as variáveis<br />
defasadas em nível são instrumentos fracos quando as variáveis dependentes<br />
e explicativas apresentam forte persistência ou possuem memória<br />
longa, indicando que o valor desta variável no presente está fortemente<br />
correlacionado com seu valor no passado. Para resolver o problema, os<br />
autores propuseram a utilização de instrumentos em primeira diferença<br />
para as equações em nível e instrumentos em nível para as equações em<br />
primeira diferença. Esse estimador foi denominado de system GMM,<br />
enquanto o estimador de Arellano e Bond (1991) ficou conhecido como<br />
difference GMM.<br />
Assim, o modelo a ser estimado no presente estudo será o seguinte:<br />
PIBpercapita it<br />
= α it<br />
+ β 1<br />
PIBpercapita it–1<br />
+ β 2<br />
PIBpercapita it–2<br />
+<br />
β 3<br />
X 1 it<br />
+ β 4<br />
X 2 it<br />
+ B 5 X 3 it +… + B f XN it + u it<br />
(2)<br />
i= 1, 2, …, 50 t= 2006, …, 2016<br />
A variável dependente é o PIB per capita, considerado como proxy de<br />
crescimento econômico dos países em desen<strong>vol</strong>vimento; i representa os<br />
países em desen<strong>vol</strong>vimento (i= 50) e t os anos a serem analisados (t= 11);<br />
α it<br />
é o intercepto da equação; PIBpercapita t–1<br />
e PIBpercapita t–2<br />
representam<br />
a variável dependente defasada em um e dois períodos, respectivamente;<br />
X it<br />
representa os fatores extraídos na subseção (3.1), sendo N o número<br />
de fatores; e u it<br />
é o termo de erro.<br />
A fim de avaliar se o modelo está bem ajustado e as estimativas são<br />
consistentes, utiliza-se o teste de Sargan, que permite analisar a validade
248 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
conjunta dos instrumentos, e o teste de correlação serial, que verifica a<br />
hipótese de que os erros da equação em primeira diferença são serialmente<br />
correlacionados em primeira ordem e não autocorrelacionados em segunda<br />
ordem.<br />
2.3. Fonte de dados<br />
As informações referentes as variáveis X 1<br />
a X 8<br />
, utilizadas para a execução<br />
do presente trabalho, foram provenientes dos Índices de Liberdade Econômica,<br />
divulgados pela Heritage Foundation (2018). Complementarmente,<br />
os relatórios de competitividade global, publicados pelo World<br />
Economic Forum (WEF, 2006 a 2016), fornecem os dados relativos as<br />
variáveis X 9<br />
a X 11<br />
.<br />
A Heritage Foundation é uma instituição de pesquisa e educação<br />
conservadora -um think tank- caracterizada por ser um movimento<br />
conservador americano desde a sua fundação em 1973. Já o World Economic<br />
Forum, estabelecido em 1971, se define como uma organização<br />
Internacional de Cooperação Público-Privada sem fins lucrativos.<br />
Os Relatórios são divulgados no intuito de demonstrar que há caminhos<br />
comuns a todos as regiões que desejam alcançar o desen<strong>vol</strong>vimento<br />
econômico, mesmo que esses caminhos tenham que ser adaptados às<br />
particularidades da cultura e história de cada país.<br />
Como forma de compatibilizar os dados das duas pesquisas, restringiuse<br />
o período de análise para o presente estudo entre 2006 a 2016.<br />
3. Resultados<br />
Para maior compreensão dos resultados, esta seção se subdivide em dois<br />
tópicos. Inicialmente, realiza-se análise descritiva sobre as três capacidades<br />
consideradas no presente estudo (tecnológica, de absorção e social). No<br />
tópico posterior, discute-se a validade dessas capacidades como determinantes<br />
do crescimento econômico dos países.<br />
3.1. Análise descritiva das capacidades<br />
Diversos trabalhos buscaram captar a complexidade que permeia os conceitos<br />
de capacidade tecnológica, capacidade de absorção e capacidade<br />
social, através da análise fatorial, de forma a inserir tais capacidades na<br />
análise dos determinantes do crescimento econômico.<br />
Especificamente para o estudo aqui realizado, as 30 variáveis, selecionadas<br />
com base na literatura, foram agrupadas em seis fatores principais
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
249<br />
que explicam 76% da variância total. A estatística de Keiser-Meyer-Olkin<br />
(KMO) e o teste de esfericidade de Bartlett, indicam a adequação global<br />
da extração desses seis fatores, sendo que o primeiro teste apresentou o<br />
valor de 0,871.<br />
A tabela A1 5 demonstra as cargas das variáveis retidas em cada fator<br />
após realizadas as rotações através do método Varimax. As cargas fatoriais<br />
são os coeficientes de correlação entre as variáveis (representadas nas linhas)<br />
e fatores (indicados nas colunas), e fornecem a base para nomear e interpretar<br />
os fatores extraídos.<br />
Dessa forma, o primeiro fator apresenta uma estreita correlação com<br />
indicadores de pesquisa e desen<strong>vol</strong>vimento, sendo então associado à capacidade<br />
tecnológica. No entanto, por englobar igualmente variáveis que<br />
refletem a qualidade da educação e treinamento, esse fator foi denominado<br />
de Sistema Nacional de Inovação, dado que se aproxima muito da<br />
ideia da interação entre aprendizagem e inovação apresentada por Fagerberg<br />
e Srholec (2017).<br />
O referido fator, como já evidenciado pela literatura, desempenha<br />
papel vital para o crescimento dos países, sendo o foco para o presente<br />
estudo. Dessa forma, buscando atribui-lhe maior destaque na análise<br />
descritiva, apresenta-se na Figura 1 a relação média entre o logaritmo do<br />
Produto Interno Bruto (PIB) per capita e o Sistema Nacional de Inovação<br />
(SNI) dos países em desen<strong>vol</strong>vimento, para o período de 2006 a 2016.<br />
Figura 1<br />
Relação entre PIB per capita e SNI para os países<br />
em desen<strong>vol</strong>vimento, 2006-2016<br />
*Nota: Os símbolos presentes na parte superior de cada país designam o continente a qual<br />
pertence, sendo que: Oceania, + Ásia, África, Eurásia e Δ América.<br />
**Nota: A figura apresenta na vertical a média do logaritmo do Produto Interno Bruto (PIB)<br />
per capita no período de 2006 a 2016. Na horizontal tem-se a média do fator intitulado Sistema<br />
Nacional de Inovação (SNI) para o período de 2006 a 2016.<br />
Fonte: elaboração própria, com base nos dados da Heritage Foundation (2018) e do World<br />
Economic Forum (WEF, 2006 a 2016), valendo-se do software SPSS 20 (2012).<br />
5<br />
A tabela A1 encontra-se no Anexo A.
250 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
Observa-se que os países que se encontram em um ponto mais elevado<br />
verticalmente apresentam PIB per capita maior e, de forma análoga, aqueles<br />
que se localizam mais próximos ao extremo direito da figura, possuem<br />
um Sistema de Inovação mais avançado. Nesse sentido, há países que<br />
apresentam elevado PIB per capita para um SNI de baixa qualidade, como<br />
os dois países ricos em recursos naturais (produtores de petróleo) pertencentes<br />
ao continente asiático (Kuwait e Bahrein). De forma contrária,<br />
Quênia, Indonésia e Índia exibem um Sistema de Inovação muito aperfeiçoado<br />
para o seu nível de PIB per capita. Nesse sentido, mesmo que<br />
aparentemente surpreendente, Quênia, apesar de indicadores sociais relativamente<br />
ruins, vêm assumindo o posto de economia mais competitiva<br />
na África Oriental, ao desen<strong>vol</strong>ver um dos centros de inovação mais fortes<br />
da região (WEF, 2018).<br />
Especificamente, os países que possuem características semelhantes às<br />
da Índia, os denominados BRICS, não são totalmente homogêneos na<br />
relação entre renda e sistema de inovação. Isso se evidencia, uma vez que<br />
a China, de forma equivalente à Índia, demonstra possuir um SNI e<strong>vol</strong>uído<br />
para sua renda per capita, enquanto a Rússia, Brasil e África do Sul<br />
apresentam um nível de SNI mais compatível com seus respectivos PIBs<br />
per capita.<br />
Por fim, pode ser ainda verificado que a relação entre renda per capita<br />
e o SNI se apresenta de forma semelhante para alguns países, onde podese<br />
observar uma sobreposição parcial entre essas unidades. 6<br />
O segundo fator reflete vários aspectos relacionado à capacidade social,<br />
como os direitos de propriedade, integridade do governo e liberdade financeira,<br />
sendo então denominado “governança”. Para esse fator, a exemplo<br />
do primeiro, traçou-se sua relação média com o PIB per capita, tendo<br />
em vista o entendimento da importância positiva da governança sobre o<br />
crescimento dos países.<br />
A principal discussão que advém da Figura 2 diz respeito à diferença<br />
entre dois países pertencentes ao mesmo continente, Venezuela e Chile.<br />
Apesar do nível de renda per capita ser semelhante entre esses países, com<br />
tendência levemente acentuada para o Chile, sua relação com a governança<br />
se mostra extremamente antagônica. Dessa forma, enquanto o Chile<br />
apresenta o maior nível no que se refere à liberdade nos mais diferentes<br />
âmbitos, a Venezuela exibe intensa desvantagem nesse aspecto.<br />
Discute-se esse cenário tendo como base o ranking de competitividade,<br />
que engloba questões relacionadas à governança dos países (WEF, 2016).<br />
A América Latina, sendo muito heterogênea, apresenta grande variação no<br />
ranking de seus países, sendo que o Chile era o país latino-americano com<br />
6<br />
Observa-se três grupos nessa situação: (i) Turquia, Uruguai, Botswana, Panamá, Maurício e<br />
México; (ii) Egito e Nicarágua; (iii) Vietnã e Paquistão.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
251<br />
Figura 2<br />
Relação entre PIB per capita e Governança<br />
para os países em desen<strong>vol</strong>vimento, 2006-2016<br />
*Nota: Os símbolos presentes na parte superior de cada país designam o continente a qual<br />
pertence, sendo que: Oceania, + Ásia, África, Eurásia e América.<br />
**Nota: A figura apresenta na vertical a média do logaritmo do Produto Interno Bruto (PIB)<br />
per capita no período de 2006 a 2016. Na horizontal tem-se a média do fator intitulado Governança<br />
para o período de 2006 a 2016.<br />
Fonte: Elaboração própria, com base nos dados da Heritage Foundation (2018) e do World<br />
Economic Forum (WEF, 2006 a 2016), valendo-se do software SPSS 20 (2012).<br />
melhor classificação (33°), enquanto a Venezuela ocupava o último lugar<br />
(130°), devido, dentre outros fatores, ao enfraquecimento das suas instituições,<br />
impulsionado por questões ligadas a ética e corrupção.<br />
Analisando-se as duas figuras, é importante destacar o papel de destaque<br />
de Singapura, um país que apresenta elevado nível de PIB per<br />
capita e fatores de sistema de inovação e governança bem consolidados.<br />
Esse resultado é discutido no relatório do WEF (2016), em que Singapura,<br />
além de ter como pilar a valorização do treinamento da mão de<br />
obra, possui ambiente macroeconômico estável, com finanças públicas<br />
saudáveis, dispondo ainda de instituições públicas transparentes e altamente<br />
eficientes.<br />
O terceiro fator é particularmente ligado a incidência e impacto de<br />
doenças, sendo, consequentemente, denominado de “Ecologia das doenças”.<br />
Como já exposto, usualmente os estudos utilizam apenas uma variável<br />
ao invés de se calcular o fator que represente as doenças, sendo<br />
inserida como controle nos modelos econométricos. Analisando-se a relação<br />
média do PIB per capita com esse terceiro fator, tem-se que essa relação<br />
é especialmente alarmante para cinco países do continente africano 7 ,<br />
sendo que Zimbábue e Quênia figuram com o pior cenário.<br />
O quarto fator, apesar de se correlacionar com a mortalidade infantil,<br />
foi nomeado de Educação, tendo em vista a presença expressiva das taxas<br />
7<br />
Os cinco países são: África do Sul, Namíbia, Botswana, Zimbábue e Quênia.
252 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
de matrícula referentes aos três níveis de ensino. Novamente, cinco 8 países<br />
africanos se distinguem negativamente dos demais. Contudo, pela primeira<br />
vez, a Índia também evidencia-se desfavoravelmente em relação ao<br />
fator. A cultura, especialmente o Sistema de Castas, pode ser um dos<br />
aspectos que colabora para tal resultado, tendo em vista as funções já<br />
atribuídas a cada indivíduo, de acordo com a posição social que ocupam,<br />
bem como ao papel da mulher na sociedade indiana.<br />
O quinto e sexto fatores expressam questões que em geral estão ligados<br />
ao governo: infraestrutura e gastos públicos, respectivamente. O primeiro<br />
reflete a estrutura necessária, mas não suficiente, para que um país<br />
ganhe competitividade frente aos seus pares, através da redução dos custos,<br />
por exemplo. Já o segundo busca captar o impacto das contas públicas<br />
sobre o crescimento, evidenciando uma discussão já muito presente<br />
na literatura. 9 Analisando-se a relação do PIB per capita médio com cada<br />
um desses dois fatores, o resultado mais importante a ser ressaltado diz<br />
respeito ao fator de Infraestrutura, tendo em vista que tanto o Brasil<br />
quanto a Costa Rica, países com uma renda per capita considerável, exibem<br />
pior relação com esse fator frente às demais nações.<br />
Esses seis fatores ponderados resultaram no ranking de capacidades 10<br />
dos países em desen<strong>vol</strong>vimento, podendo então ser observada a e<strong>vol</strong>ução<br />
dessas nações para os âmbitos abordados no período de 2006 a 2016. A<br />
constatação mais evidente consiste na persistência de Singapura na primeira<br />
posição e, no extremo oposto, Zimbábue apresentando-se com o<br />
menor nível de capacidades. Tal resultado vai parcialmente ao encontro<br />
do ranking de competividade do WEF (2018), para o período de 2016-<br />
2017, tendo em vista que Singapura ocupa, em ambos os estudos, a favorável<br />
posição de destaque 11 . No entanto, para esse ranking, Zimbábue<br />
é superado, de forma negativa, por Nigéria e Venezuela.<br />
Concluiu-se, então, que Singapura apresenta-se com uma conjuntura<br />
estruturada, de forma que a torna superior às demais nações em desen<strong>vol</strong>vimento<br />
mesmo quando se altera as variáveis representativas da realidade.<br />
Já para Zimbábue, a escolha da inclusão de determinadas variáveis<br />
parece impactar no seu desempenho perante a outras nações.<br />
De forma geral, os demais países aqui analisados também apresentaram<br />
certa estabilidade em relação a sua posição no ranking. Contudo, o<br />
Brasil se destacou por sua mudança descendente, já que no ano de 2006<br />
ocupava a 11° colocação e passou para 32° posição em 2016, sendo que<br />
a maior queda ocorreu no ano de 2014. Como segundo a Fundação<br />
8<br />
Os cinco países são: Nigéria, Paquistão, Camarões, Quênia e Zimbábue.<br />
9<br />
Ver Bose et al. (2007), Bonelli (2009); Rodrigues e Teixeira (2010) e Neduziak e Correia (2017).<br />
10<br />
Ver tabela A2 no Anexo A.<br />
11<br />
Salienta-se que o ranking de competitividade engloba 138 países, de forma que para a comparação,<br />
excluiu-se os que não foram compatíveis com o presente estudo.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
253<br />
Getúlio Vargas (FGV, 2017), a recessão doméstica compreendeu o período<br />
de 2014 a 2016, parece razoável presumir que a trajetória de<br />
deterioração das capacidades brasileiras foi agravada pela crise. No entanto,<br />
se faz necessário um estudo mais aprofundado a este respeito.<br />
Por fim, agrupando-se os dez primeiros colocados do ranking nos anos<br />
de 2006 e 2016 e os classificando de acordo com o continente a que<br />
pertencem, observa-se que os países asiáticos predominam, representando<br />
70% desse grupo. Em seguida, 20% das nações que se destacam por suas<br />
capacidades é formada por países do continente americano e há apenas<br />
uma país africano nesse seleto grupo.<br />
Em contrapartida, o grupo formado pelos dez últimos países do ranking<br />
exibe uma mudança na sua composição quando se compara os dois anos.<br />
Em 2006, esse grupo é formado por cinco países pertencentes ao continente<br />
americano e cinco nações africanas. No entanto, em 2016, os<br />
países africanos passam a ser predominantes (mantendo-se cinco países),<br />
enquanto os países americanos compõem 40% desse grupo, tendo em<br />
vista que o Paquistão passa a figurar como o único país asiático com<br />
baixo nível de capacidades comparativamente a seus pares.<br />
Dessa maneira, quando se considera as capacidades, tem-se uma grande<br />
disparidade entre o continente asiático e africano, enquanto o continente<br />
americano se distribui de forma mais semelhante nos dois extremos.<br />
A partir dessa definição e análise dos fatores, no seguinte tópico apresenta-se<br />
a abordagem econométrica, de forma a verificar a relação entre<br />
esses fatores e o desen<strong>vol</strong>vimento econômico.<br />
3.2. As capacidades como determinantes do crescimento econômico<br />
Ao considerar a endogeneidade existente entre o crescimento econômico<br />
e as capacidades, utilizou-se a metodologia de dados em painel dinâmico,<br />
onde os instrumentos são as próprias variáveis defasadas em dois lags.<br />
Para comprovar a validade dos instrumentos, é essencial que sejam realizados<br />
os testes de Sargan e de Autocorrelação serial. Os resultados são<br />
exibidos na tabela 1.<br />
Assume-se um risco máximo de 10% de cometer o erro tipo um, que é<br />
de rejeitar a hipótese nula e estar equivocado. O resultado, a partir do<br />
teste de Sargan, aponta para a validade dos instrumentos dos modelos.<br />
Para o teste de Autocorrelação serial, os valores representam as probabilidades<br />
para a primeira e segunda defasagem do termo de erro, respectivamente.<br />
De acordo com Da Cruz Ourives (2006) e Rocha e Oreiro (2008),<br />
a não rejeição da hipótese nula do teste referente à segunda defasagem<br />
garante a consistência do modelo estimado, condição que foi satisfeita.
254 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
Tabela 1<br />
Teste de validade dos instrumentos<br />
Teste de Sargan<br />
0.5936<br />
Teste de Autocorrelação<br />
0.0262<br />
0.3362<br />
Fonte: Elaboração própria, com base nos dados da Heritage Foundation (2018) e do World<br />
Economic Forum (WEF, 2006 a 2016), valendo-se do software STATA (2015).<br />
Dessa forma, prosseguiu-se com a estimação do modelo dinâmico e o<br />
resultado é apresentado na tabela 2.<br />
Tabela 2<br />
Determinantes do desen<strong>vol</strong>vimento econômico<br />
Variáveis Coeficientes Desvio Padrão Z<br />
Constante 0.2590* 0.0256 10.10<br />
PIBpercapita t–1<br />
1.1167* 0.0069 162.93<br />
PIBpercapita t–2<br />
-1.1462* 0.0067 -21.74<br />
Sistema de Inovação 0.0174* 0.0010 18.06<br />
Governança 0.0089* 0.0011 07.96<br />
Ecologia das Doenças -0.0133* 0.0013 -09.93<br />
Educação 0.0003 0.0018 00.19<br />
Infraestrutura 0.0142 * 0.0012 11.77<br />
Tamanho do Estado 0.0075 * 0.0006 11.87<br />
Fonte: Elaboração própria, com base nos dados da Heritage Foundation (2018) e do World<br />
Economic Forum (WEF, 2006 a 2016), valendo-se do software STATA (2015).<br />
Como pode ser verificado, a principal variável de interesse, o sistema<br />
de inovação, apresenta o maior coeficiente, sendo significativo e positivo.<br />
Esse resultado vai ao encontro do exposto por Fagerberg e Srholec (2005;<br />
2008), Fagerberg et al. (2007; 2017). Diante disso, para os países em<br />
desen<strong>vol</strong>vimento, fortalecer o SNI é o principal caminho para o crescimento<br />
econômico. No entanto, realizar tal feito não é simples, já que<br />
como ressaltado, esse fator engloba a valorização da pesquisa e desen<strong>vol</strong>vimento<br />
através de investimento e disponibilidade de mão de obra especializada.<br />
Dessa forma, são necessárias políticas de longo prazo que visem<br />
ofertar educação e treinamento de qualidade.<br />
Nesse sentido, cabe ressaltar a variável intitulada de educação, pois<br />
ela não impactou de forma significativa no crescimento dos países. Ao<br />
contrário do que inicialmente se deduz, esse resultado não é oposto a
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
255<br />
orientação de políticas públicas anteriormente citada, tendo em vista que<br />
esse fator é composto por taxas de matrículas, implicando que o ensino<br />
e especialização se limitou a quantidade, não sendo verificado, portanto,<br />
a qualidade educacional.<br />
Tal análise explica a razão de variáveis como “qualidade do sistema<br />
educacional” apresentarem correlação com o Sistema Nacional de Inovação<br />
e não com o fator denominado Educação. Evidencia-se, portanto, um<br />
cenário alarmante para os países em desen<strong>vol</strong>vimento, uma vez que o capital<br />
humano, imprescindível para o progresso sustentado, parece não<br />
estar recebendo a qualificação mínima necessária.<br />
De forma a reforçar a importância do capital humano para o crescimento,<br />
tem-se que o coeficiente do fator atrelado a saúde dos indivíduos,<br />
denominado Ecologia das Doenças, foi significativo e negativo, como no<br />
trabalho de Fagerberg e Srholec (2008). Consequentemente, os países em<br />
desen<strong>vol</strong>vimento devem buscar implementar políticas sinérgicas visando<br />
a educação de qualidade e, paralelamente, amenizar os problemas de<br />
saúde pública.<br />
No entanto, a referida oferta de educação e saúde pública de qualidade<br />
encontra obstáculos quando aplicada a um país no qual os governantes<br />
são movidos pelo interesse próprio. Nesse sentido, a boa governança<br />
figura-se como essencial para o progresso de qualquer país. Esse fato é<br />
verificado no modelo econométrico, uma vez que o fator de governança<br />
impactou de forma positiva e significativa o crescimento dos países. Tal<br />
constatação é corroborada pelos estudos de Adelman e Morris (19<strong>65</strong>),<br />
Fagerberg et al. (2007) e Kaufmann et al. (2009).<br />
Um governo que estabeleça como objetivo o crescimento pode ainda<br />
garantir progresso sustentado ao orientar suas ações para a elevação da<br />
competitividade do país. Um caminho possível para que isso aconteça é<br />
o investimento em infraestrutura. Como demonstrado através do resultado,<br />
o coeficiente do fator que engloba a infraestrutura aérea, portuária<br />
e a qualidade das rodovias foi significativo e positivo para o desen<strong>vol</strong>vimento<br />
dos países, indo ao encontro do exposto por Ferraz et al. (1996).<br />
Por fim, <strong>num</strong>a concepção mais ampla do que a do investimento em<br />
infraestrutura, a interferência do governo na economia, através da elevação<br />
dos gastos (Tamanho do governo), figura-se como um significativo<br />
determinante do crescimento dos países, indo, portanto, ao encontro da<br />
Teoria Keynesiana. No entanto, essa constatação deve ser ponderada, 12<br />
tendo em vista a complexidade das contas nacionais. 13<br />
12<br />
Para mais detalhes sobre a complexidade das contas públicas, ver System of National Accounts<br />
2008 (OECD et al., 2009).<br />
13<br />
Bose et al. (2007), por exemplo, ao analisar 30 países em desen<strong>vol</strong>vimento, concluíram que<br />
a despesa agregada não tem efeito sobre o crescimento dessas nações, ao passo que ao desagregá-la, a<br />
despesa com educação ou projetos de capital foram positivos e significativos.
256 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
Concluiu-se, a partir das discussões realizadas, que os resultados<br />
apresentados vão ao encontro do que é exposto na literatura atualmente,<br />
de forma que o sistema da inovação figura-se como o principal determinante<br />
para o crescimento econômico, mesmo quando o foco são apenas<br />
os países em desen<strong>vol</strong>vimento.<br />
Conclusões<br />
Há na literatura dificuldade em estabelecer um consenso sobre a definição<br />
e mensuração do desen<strong>vol</strong>vimento econômico, tendo em vista que esse<br />
tema apresenta grande abrangência ao englobar questões relacionadas às<br />
mudanças econômicas, sociais, culturais e políticas.<br />
Considerando crescimento e desen<strong>vol</strong>vimento econômico como fenômenos<br />
similares, o presente estudo atribui ao conhecimento papel preponderante.<br />
Dessa forma, através da análise fatorial, extraiu-se seis fatores que<br />
representam as capacidades necessárias para que um país possa se desen<strong>vol</strong>ver,<br />
adquirir e implementar uma nova tecnologia.<br />
Ao incorporar esses seis fatores na estimação de modelo com dados<br />
em painel dinâmico, constatou-se que a hipótese inicialmente adotada,<br />
de que a sistema de inovação é o principal fator para o progresso econômico<br />
dos países em desen<strong>vol</strong>vimento, foi verificada.<br />
Ademais, concluiu-se que os coeficientes dos fatores denominados de<br />
governança, infraestrutura e tamanho do governo foram significativos e<br />
positivos para o desen<strong>vol</strong>vimento dos países, enquanto o parâmetro relacionado<br />
com a variável ecologia das doenças foi significativo e negativo.<br />
No entanto, a variável educação não foi significativa para explicar o<br />
desen<strong>vol</strong>vimento dos países.<br />
A partir desse cenário, ressalta-se, em especial, a importância da qualificação<br />
do capital humano, uma vez que há indícios de que a elevação da<br />
taxa de matriculas nos três níveis de ensino não esteja afetando a renda per<br />
capita dos países, o que direciona ao questionamento sobre a qualidade<br />
da especialização oferecida nas nações em desen<strong>vol</strong>vimento.<br />
Mais precisamente, há indícios que a qualidade dessa especialização é<br />
incompatível com a necessidade das empresas inovadoras. Sendo assim,<br />
sugere-se uma política de longo prazo, em que haja o fortalecimento da<br />
educação básica -por meio de maior valorização, estrutura e capacitação<br />
dos profissionais do ensino-, aliado a uma reformulação do ensino médio<br />
e superior capaz de ofertar conhecimentos e habilidades harmônicos à<br />
demanda das empresas competitivas. Dessa forma, o sistema educacional,<br />
em parceria com as empresas, seria responsável por introduzir as novas<br />
técnicas/conhecimento impulsionadoras do progresso econômico.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
257<br />
Por fim, dado que o presente estudo confirmou a hipótese de que o<br />
Sistema Nacional de Inovação é o principal determinante do crescimento<br />
econômico, abre-se caminho para que futuras pesquisas detalhem as particularidades<br />
desse fator de elevada complexidade. A principal contribuição<br />
aqui foi trabalhar com países em desen<strong>vol</strong>vimento, por apresentarem características<br />
que os diferenciam substancialmente dos desen<strong>vol</strong>vidos.<br />
Contudo ainda há grande diferenciação entre as nações da amostra. Dessa<br />
maneira, com auxílio do ranking, exibido no anexo, seria interessante<br />
realizar cortes de análise, objetivando realizar uma descrição/comparação<br />
entre os países. Isso possibilitaria apontar diferenças e semelhanças entre<br />
as nações em desen<strong>vol</strong>vimento e seus Sistemas de Inovação.<br />
Ainda, sugere-se a atualização da presente pesquisa, com a inclusão de<br />
novas variáveis, já que a pandemia do vírus SARS-CoV-2 afetou o cenário<br />
econômico mundial, com reflexo sobre as políticas monetárias, comerciais<br />
e fiscais dos países. Nesse sentido, o impacto sobre as capacidades<br />
das nações, em especial das em desen<strong>vol</strong>vimento que naturalmente<br />
apresentam instituições frágeis, merece grande atenção.<br />
Nesse aspecto, Arbix (2020), analisando especificamente o caso brasileiro,<br />
afirma que a pandemia do vírus SARS-CoV-2 terá graves consequências<br />
sobre o frágil sistema de inovação do país, fruto, dentre outros<br />
fatores, da baixa qualidade educacional, o que tende a comprometer a<br />
recuperação da economia e a necessária reorganização social. Nesse sentido,<br />
Leão e Giesteira (2020) sugerem a construção de capacidades produtiva,<br />
tecnológica e inovadora orientadas por missões e demandas de<br />
Estado, o que aumentaria as chances de que o país responda mais efetivamente<br />
aos efeitos da pandemia e de outras crises que podem acometê-lo.
258 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
Anexo A<br />
Tabela A1<br />
Fatores representativos das capacidades<br />
Variáveis Sistema de<br />
Inovação<br />
Governança Ecologia das<br />
Doenças<br />
Educação Infraestrutura Tamanho do<br />
Governo<br />
Direito de propriedade 0.364 0.758 0.139 0.115 0.217 -0.221<br />
Integridade do governo 0.397 0.591 0.106 0.260 0.380 -0.222<br />
Gastos públicos 0.187 0.193 0.238 -0.314 0.072 0.708<br />
Liberdade de negócios 0.130 0.602 0.076 0.252 0.347 -0.162<br />
Liberdade monetária 0.167 0.635 0.028 -0.245 0.110 0.062<br />
Liberdade de comércio ......-0.006 0.563 0.054 0.34 0.199 0.421<br />
Liberdade de investimento ......-0.055 0.870 0.127 0.114 -0.004 0.163<br />
Liberdade financeira ......-0.012 0.793 -0.004 0.070 0.101 0.173<br />
Infraestrutura portuária 0.331 0.215 0.051 0.101 0.818 0.061<br />
Infraestrutura aérea 0.418 0.272 0.111 0.067 0.750 0.062<br />
Qualidade das rodovias 0.363 0.269 0.010 0.141 0.784 -0.005<br />
Impacto tuberculose 0.038 0.172 0.824 0.297 0.093 -0.019<br />
Incidência tuberculose 0.017 -0.036 -0.883 -0.207 0.029 -0.099<br />
Impacto HIV 0.093 0.072 0.829 0.334 0.012 -0.017<br />
Mortalidade infantil -0.108 -0.112 -0.458 -0.748 -0.257 -0.103<br />
Expectativa de vida 0.104 0.108 0.680 0.567 0.201 0.188<br />
Taxa de matrícula primária 0.109 -0.048 0.312 0.632 0.147 0.008
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
259<br />
Tabela A1 (Continuação)<br />
Variáveis Sistema de<br />
Inovação<br />
Governança Ecologia das<br />
Doenças<br />
Educação Infraestrutura Tamanho do<br />
Governo<br />
Taxa de matrícula secundária 0.200 0.253 0.207 0.775 0.051 -0.158<br />
Taxa de matrícula terciária 0.115 0.090 0.257 0.700 -0.086 -0.115<br />
Qualidade do sistema educacional 0.798 0.020 0.145 -0.111 0.227 -0.263<br />
Qualidade em matemática e ciências 0.693 -0.043 0.245 -0.081 0.209 -0.410<br />
Qualidade da gestão escolar 0.755 0.134 0.090 0.097 0.098 0.078<br />
Disponibilidade de treinamento 0.823 0.172 0.168 0.148 0.121 0.155<br />
Extensão do treinamento 0.793 0.202 -0.107 0.111 0.300 0.138<br />
Qualidade das instituições de pesquisa 0.887 0.085 -0.032 0.159 0.161 -0.121<br />
Gasto com P&D 0.895 0.027 -0.053 0.082 0.187 0.073<br />
Colaboração entre universidades e indústrias 0.849 0.089 -0.094 0.217 0.244 0.135<br />
Aquisição pública de produtos inovadores 0.<strong>65</strong>3 0.109 0.169 -0.112 0.489 -0.061<br />
Disponibilidade de engenheiros e cientistas 0.697 0.002 0.438 -0.152 0.119 -0.322<br />
Capacidade para inovar 0.773 0.050 -0.045 0.246 -0.049 0.164<br />
Fonte: Elaboração própria, com base nos dados da Heritage Foundation (2018) e do World Economic Forum (WEF, 2006 a 2016), valendo-se do software SPSS 20 (2012).
260 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
Tabela A2<br />
Ranking das capacidades, 2006-2016<br />
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016<br />
Singapura Singapura Singapura Singapura Singapura Qatar Singapura Singapura Singapura Singapura Singapura<br />
CS CS CS CS CS Singapura Qatar Qatar Qatar Qatar EAU<br />
Malásia Malásia Chile Chile Malásia Malásia EAU EAU Malásia EAU Qatar<br />
Chile Tunísia Malásia Costa Rica Qatar EAU Malásia Malásia EAU Malásia Malásia<br />
Tunísia Chile Costa Rica Malásia Chile CS CS CS CS CS CS<br />
Costa Rica Costa Rica EAU EAU EAU Chile Costa Rica Costa Rica Chile Costa Rica Chile<br />
Tailândia Qatar Qatar Qatar Costa Rica Costa Rica Chile Chile Costa Rica Chile Costa Rica<br />
Qatar EAU Tunísia Tunísia Bahrein Bahrein Panamá Mauricio Bahrein Bahrein Bahrein<br />
EAU Sri Lanka China Bahrein Uruguai Panamá Mauricio Jordânia Jordânia Mauricio Mauricio<br />
Indonésia China Bahrein Uruguai Tunísia México Jordânia Bahrein Mauricio Jordânia Indonésia<br />
Brasil Jordânia Uruguai China China Tunísia Bahrein Panamá Sri Lanka Sri Lanka China<br />
Turquia Tailândia Sri Lanka Sri Lanka México Sri Lanka Turquia Sri Lanka México China Jamaica<br />
Índia Bahrein Jordânia Indonésia Mauricio China China Indonésia Indonésia Panamá Jordânia<br />
México Mauricio Brasil Brasil Sri Lanka Uruguai Sri Lanka ES Uruguai Indonésia Índia<br />
Jordânia Brasil Tailândia Mauricio Tailândia Jordânia México China Panamá México Tailândia<br />
Mauricio Panamá Panamá Tailândia Brasil Mauricio Indonésia México Filipinas Uruguai México<br />
Kuwait Uruguai Mauricio Turquia Turquia AS Uruguai Turquia China Jamaica Uruguai
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
261<br />
Tabela A2 (Continuação)<br />
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016<br />
Jamaica Indonésia México Panamá Panamá Brasil Tailândia Uruguai Tailândia Filipinas Sri Lanka<br />
TT Índia Indonésia México Indonésia Filipinas Brasil Tailândia Turquia AS Panamá<br />
AS México Turquia Argentina Colômbia Guatemala Guatemala Filipinas Jamaica Guatemala Colômbia<br />
Panamá Kuwait Índia Jordânia Guatemala Indonésia ES Guatemala Guatemala Turquia Filipinas<br />
Colômbia AS TT Guatemala Argentina Turquia Filipinas Jamaica Honduras Índia Guatemala<br />
ES Filipinas Argentina TT Peru Colômbia Colômbia Brasil AS Tailândia Quênia<br />
China Turquia Kuwait Peru Jordânia Argentina Jamaica Colômbia Colômbia Colômbia TT<br />
Bahrein Guatemala Guatemala Índia Índia Jamaica Índia Quênia TT TT Turquia<br />
Argentina Colômbia Colômbia Colômbia TT Índia Peru Honduras Quênia Quênia Rússia<br />
Uruguai TT ES ES Kuwait Tailândia TT AS ES Rússia AS<br />
Sri Lanka Rússia Jamaica Kuwait AS Peru Marrocos Peru Peru Peru Marrocos<br />
Filipinas Jamaica AS Rússia Jamaica Marrocos AS TT Rússia Argentina Argentina<br />
Rússia Argentina Peru AS Marrocos ES Equador Marrocos Índia Honduras Peru<br />
Guatemala Quênia Rússia Jamaica ES Kuwait Argentina Rússia Argentina Marrocos Tunísia<br />
Peru ES Filipinas Filipinas Filipinas RD Tunísia Argentina Brasil Kuwait Brasil<br />
Egito Peru Vietnã Marrocos Honduras Venezuela Quênia Kuwait RD Brasil Botswana<br />
Quênia Marrocos Quênia Vietnã Rússia Honduras RD Índia Kuwait Botswana Vietnã<br />
Marrocos Honduras Egito Honduras Quênia Quênia Nicarágua RD Marrocos RD RD
262 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
Tabela A2 (Continuação)<br />
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016<br />
Vietnã Egito RD Egito RD Rússia Kuwait Tunísia Equador Vietnã Kuwait<br />
Argélia Vietnã Honduras Quênia Egito TT Rússia Mongólia Tunísia Tunísia Honduras<br />
Mongólia RD Marrocos RD Equador Nicarágua Honduras Vietnã Vietnã Equador ES<br />
Nicarágua Venezuela Nicarágua Argélia Botswana Botswana Vietnã Nicarágua Botswana ES Equador<br />
Paquistão Nicarágua Equador Botswana Vietnã Equador Mongólia Camarões Mongólia Mongólia Namíbia<br />
Honduras Mongólia Venezuela Equador Paraguai Mongólia Paraguai Namíbia Namíbia Namíbia Camarões<br />
Equador Equador Argélia Nicarágua Mongólia Egito Botswana Paraguai Camarões Paquistão Egito<br />
Venezuela Botswana Mongólia Mongólia Paquistão Paquistão Egito Equador Paraguai Camarões Nicarágua<br />
RD Argélia Paquistão Paquistão Nicarágua Camarões Paquistão Paquistão Nicarágua Paraguai Paraguai<br />
Botswana Nigéria Botswana Namíbia Camarões Namíbia Namíbia Botswana Paquistão Nicarágua Paquistão<br />
Paraguai Paquistão Namíbia Venezuela Namíbia Nigéria Camarões Egito Egito Egito Mongólia<br />
Namíbia Paraguai Paraguai Paraguai Argélia Paraguai Nigéria Nigéria Argélia Venezuela Argélia<br />
Nigéria Namíbia Nigéria Camarões Nigéria Vietnã Venezuela Argélia Venezuela Argélia Nigéria<br />
Camarões Camarões Camarões Nigéria Venezuela Zimbábue Argélia Venezuela Nigéria Nigéria Venezuela<br />
Zimbábue Zimbábue Zimbábue Zimbábue Zimbábue Argélia Zimbábue Zimbábue Zimbábue Zimbábue Zimbábue<br />
Fonte: Elaboração própria, com base nos dados da Heritage Foundation (2018) e do World Economic Forum (WEF, 2006 a 2016), valendo-se do software SPSS 20 (2012).<br />
Nota: As siglas CS, EAU, TT, AS, ES e RD referem-se à Coreia do Sul, Emirados Árabes Unidos, Trindade e Tobago, África do Sul, El Salvador e República Dominicana.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
263<br />
Anexo metodológico<br />
Mensuração<br />
PIBpercapita (Variável dependente):<br />
Produto Interno Bruto per capita com base na paridade do poder de compra (PPC).<br />
X 1<br />
: Direito de Propriedade<br />
Índice: Derivado da pontuação média de cinco subfatores (Direito de propriedade física;<br />
Intelectual; Força de proteção ao investidor; Risco de desapropriação; e Qualidade de<br />
administração da terra). Cada um desses subfatores é derivado de conjuntos de dados<br />
<strong>num</strong>éricos que são normalizados para fins comparativos usando a seguinte equação:<br />
em que i representa a pontuação de determinado país, e max e min os respectivos<br />
limites superiores e inferiores do conjunto de dados correspondente.<br />
X 2<br />
: Integridade do governo<br />
Índice: Derivado da pontuação média de cinco subfatores (Pagamentos irregulares e<br />
subornos; Transparência da formulação de políticas governamentais; Ausência de corrupção;<br />
Percepções de corrupção; e Transparência governamental e do serviço público).<br />
Cada um desses subfatores é derivado de conjuntos de dados <strong>num</strong>éricos que são normalizados<br />
para fins comparativos usando a seguinte equação:<br />
em que i representa a pontuação de determinado país, e max e min os respectivos<br />
limites superiores e inferiores do conjunto de dados correspondente.<br />
X 3<br />
: Gastos públicos<br />
Índice: O componente de gastos do governo inclui o consumo pelo Estado e todos os<br />
pagamentos de transferências relacionados aos diversos programas direitos. A escala<br />
para pontuar os gastos do governo não é linear, o que significa que os gastos do governo<br />
que estão perto de zero são levemente penalizados, enquanto os gastos do governo que<br />
excedem 30% do PIB tem suas pontuações penalizadas de forma quadrática. Na forma<br />
de equação, tem-se:<br />
GGi= 100-α (Gastosi)2<br />
em que representa a pontuação dos gastos do governo no país i, representa a média<br />
total dos gastos do governo em todos os níveis como percentual do PIB e α é um coeficiente<br />
para controlar a variação entre os escores (fixado em 0,03). A pontuação mínima<br />
do componente é zero.<br />
X 4<br />
: Liberdade de Negócios<br />
Índice: A pontuação é baseada em 13 subfatores, derivados do relatório Doing Business<br />
do Banco Mundial: Iniciar um negócio (número de procedimentos; tempo em dias;<br />
custo como % renda per capita; capital mínimo como percentual da renda per capita);<br />
Obtenção de licença (número de procedimentos; tempo em dias; custo como % renda<br />
per capita); Fechamento de um negócio (tempo em anos; custo como % dos imóveis;<br />
taxa de recuperação em centavos de dólar); Obtenção de eletricidade (número de<br />
procedimentos, tempo em dias, custo como percentual da renda per capita). Cada<br />
subfator é convertido em uma escala de 0 a 100 usando a seguinte equação:<br />
,<br />
,
264 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
(Continuação)<br />
que representa a razão dos dados do país para cada subfator em relação à média.<br />
X 5<br />
: Liberdade monetária<br />
Índice: A liberdade monetária combina uma medida de inflação com uma avaliação de<br />
várias atividades governamentais que distorcem os preços. A pontuação do componente<br />
de liberdade monetária baseia-se em dois subfatores: a taxa média ponderada de inflação<br />
para os últimos três anos e um julgamento qualitativo sobre a extensão da manipulação<br />
governamental dos preços através de controles diretos ou subsídios. A taxa<br />
média ponderada de inflação dos últimos três anos serve como o principal insumo em<br />
uma equação que gera o escore base para a liberdade monetária. As duas equações<br />
usadas são:<br />
Taxa media de inflacao i<br />
= 1<br />
inflacao it<br />
+ 2<br />
inflacao it–1<br />
+ 3<br />
inflacao it–2<br />
Liberdadi Monetaria i<br />
= 100– √Taxa media de inflacao i<br />
−PC penaleidade i<br />
em que a representam três números que somam 1 e são exponencialmente menores<br />
em sequência; inflação it<br />
1 3<br />
é o valor absoluto da taxa de inflação anual no país i durante<br />
o ano mensurado, medida pelo Índice de Preços ao Consumidor; representa um<br />
coeficiente que estabiliza a variância dos escores; e a penalidade de controle de preços<br />
(PC) é um valor atribuído de 0 a 20 pontos de penalidade com base na extensão dos<br />
controles de preços. A forma funcional convexa (raiz quadrada) é utilizada para criar<br />
separação entre países com baixas taxas de inflação.<br />
X 6<br />
: Liberdade de comércio<br />
Índice: A liberdade comercial é uma medida composta por dois subfatores: a taxa<br />
tarifária média ponderada do comércio e a avaliação qualitativa de barreiras não tarifárias<br />
(NTBs). Expressando em forma de equação:<br />
em que max e min representam respectivamente os limites superiores e inferiores das<br />
tarifas (%), sendo que a tarifa mínima é de 0% e o limite superior foi fixado em 50%.<br />
representa a taxa tarifária média ponderada (%) no país i.<br />
Para determinar a extensão das NTBs no regime de política comercial de um país<br />
utilizou-se as informações como: Restrições de quantidade (cotas de importação, restrições<br />
<strong>vol</strong>untárias à exportação; embargos e proibições de exportação); Restrições<br />
regulatórias (licenciamento, normas sanitárias e fitossanitárias); Restrições alfandegárias<br />
(requisitos de depósito antecipado, procedimentos de avaliação aduaneira); e Intervenção<br />
direta do governo (subsídios e outros auxílios, políticas industriais governamentais).<br />
X 7<br />
: Liberdade de investimento<br />
Índice: Formado por sete formas de restrições regulatórias impostas ao investimento, a<br />
saber: Tratamento nacional do investimento estrangeiro; Código de investimento<br />
estrangeiro; Restrições à propriedade da terra; Restrições de investimento setorial;<br />
Desapropriação de investimentos sem compensação justa; Controles cambiais; e Controles<br />
de capital.<br />
Os pontos são deduzidos da pontuação ideal de 100 para cada uma das restrições. Um<br />
máximo de 20 pontos adicionais pode ser deduzido por problemas de segurança, falta
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
2<strong>65</strong><br />
(Continuação)<br />
de infraestrutura básica de investimento ou outras políticas governamentais que injetem<br />
um grau considerável de incerteza e sobrecarregam indiretamente o processo de investimento.<br />
X 8<br />
: Liberdade financeira<br />
Índice: a liberdade financeira de uma economia é avaliada considerando cinco subfatores:<br />
a extensão da regulação governamental dos serviços financeiros; Grau de intervenção<br />
estatal em bancos e outras empresas financeiras por meio da propriedade direta e<br />
indireta; Influência governamental na alocação de crédito; a extensão do desen<strong>vol</strong>vimento<br />
financeiro e do mercado de capitais e Abertura para a concorrência estrangeira.<br />
Dessa forma, a pontuação geral varia <strong>num</strong>a escala de 0 (Economia repressiva) a 100<br />
(Sem interferência governamental).<br />
X 9<br />
a X 11<br />
: Infraestrutura<br />
A Infraestrutura é o segundo pilar do Índice Geral de Competitividade do World<br />
Economic Forum (WEF). O presente estudo utiliza três de suas variáveis (Infraestrutura<br />
portuária, aérea e rodoviária) geradas a partir da Pesquisa de Opinião Executiva. Dessa<br />
forma, para cada um desses três subíndices, os gestores de altos cargos das empresas<br />
registram suas percepções, atribuindo valores de 1 a 7, sendo 1 (extremamente subdesen<strong>vol</strong>vido<br />
– entre os piores do mundo) e 7 (extenso e eficiente – entre os melhores do<br />
mundo).<br />
X 12<br />
a X 17<br />
: Saúde e educação primária<br />
A Saúde e educação primária é o quarto pilar do Índice Geral de Competitividade do<br />
World Economic Forum (WEF). O presente estudo utiliza as seguintes subíndices:<br />
Impacto tuberculose / HIV: índices gerados a partir da Pesquisa de Opinião<br />
Executiva, em que os gestores de altos cargos das empresas registram suas percepções<br />
quanto aos impactos que a tuberculose/malária podem ter nas empresas<br />
nos próximos cinco anos (por exemplo, morte, invalidez, despesas médicas e de<br />
funeral, produtividade e absenteísmo, despesas de recrutamento e treinamento,<br />
receitas), sendo 1 (impacto sério) e 7 (nenhum impacto).<br />
Incidência tuberculose: Número estimado de casos de tuberculose por 100.000<br />
habitantes.<br />
Mortalidade infantil: número de bebês que morrem antes de completar um ano<br />
de idade por 1.000 nascidos vivos em um determinado ano.<br />
Expectativa de vida: Expectativa de vida ao nascer (anos).<br />
Taxa de matrícula primária: Taxa líquida de matrículas no ensino fundamental.<br />
X 18<br />
a X 30<br />
: Educação secundária e treinamento<br />
A Educação secundária e treinamento é formada pelo quinto e 12° pilares do Índice<br />
Geral de Competitividade do World Economic Forum (WEF). O presente estudo<br />
utiliza as seguintes subíndices:<br />
Taxa de matrícula secundária e terciária: Taxa bruta de matrícula no ensino médio<br />
e no ensino superior.<br />
Qualidade em sistema educacional / em matemática e ciências / da gestão escolar:<br />
índices gerados a partir da Pesquisa de Opinião Executiva, em que os gestores<br />
de altos cargos das empresas registram suas percepções relativas ao ensino e gestão,<br />
atribuindo valores de 1 a 7, sendo 1 (nada bem) e 7 (extremamente bem).
266 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
(Continuação)<br />
Disponibilidade de treinamento: índice gerado a partir da Pesquisa de Opinião<br />
Executiva, em que os gestores de altos cargos das empresas registram suas<br />
percepções sobre a disponibilidade de serviços de formação profissional de alta<br />
qualidade no seu país, sendo 1 (não disponível) e 7 (amplamente disponível).<br />
Extensão do treinamento: índice gerado a partir da Pesquisa de Opinião, em que<br />
os gestores registram suas percepções sobre até que ponto as empresas investem<br />
em treinamento e desen<strong>vol</strong>vimento de funcionários, sendo 1 (de forma alguma)<br />
e 7 (em grande medida).<br />
Qualidade das instituições de pesquisa: índice gerado a partir da Pesquisa de<br />
Opinião, em que os gestores registram suas percepções sobre a qualidade das<br />
instituições de pesquisa científica no país, sendo 1 (extremamente pobre – entre<br />
os piores do mundo) e 7 (extremamente bom - entre os melhores do mundo).<br />
Gasto com P&D: índice gerado a partir da Pesquisa de Opinião, em que os<br />
gestores registram suas percepções sobre o investimento das empresas em pesquisa<br />
e desen<strong>vol</strong>vimento (P&D), sendo 1 (não investe) e 7 (investe fortemente).<br />
Colaboração entre universidades e indústrias: índice gerado a partir da Pesquisa<br />
de Opinião, em que os gestores registram suas percepções sobre a colaboração<br />
entre as empresas e as universidades em pesquisa e desen<strong>vol</strong>vimento (P&D),<br />
sendo 1 (não colabora) e 7 (colabora extensivamente).<br />
Aquisição pública de produtos inovadores: índice gerado a partir da Pesquisa de<br />
Opinião, em que os gestores registram suas percepções sobre até que ponto as<br />
decisões de compra do governo estimulam a inovação, sendo 1 (de forma alguma)<br />
e 7 (em grande medida).<br />
Disponibilidade de engenheiros e cientistas: índice gerado a partir da Pesquisa<br />
de Opinião, em que os gestores registram suas percepções sobre até que ponto<br />
os cientistas e engenheiros estão disponíveis, sendo 1 (de forma alguma) e 7<br />
(amplamente disponível).<br />
Capacidade para inovar: índice gerado a partir da Pesquisa de Opinião, em que<br />
os gestores registram suas percepções sobre até que ponto as empresas têm capacidade<br />
de inovar, sendo 1 (de forma alguma) e 7 (em grande medida).<br />
Nota: As variáveis X 1<br />
a X 8<br />
foram provenientes dos Índices de Liberdade Econômica, divulgados<br />
pela Heritage Foundation (2018). Já os dados relativos as variáveis X 9<br />
a X 30<br />
são fornecidos pelos<br />
relatórios de competitividade global, publicados pelo World Economic Forum (WEF, 2006-2016).<br />
Fonte: Elaboração própria, com base nos dados da Heritage Foundation (2018) e do World<br />
Economic Forum (WEF, 2006 a 2016).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
267<br />
Referências<br />
Abramovitz, Moses (1986), “Catching up, forging ahead, and falling<br />
behind”, The Journal of Economic History, 46 (2), New York,<br />
Cambridge University Press, pp. 385-406, doi: doi.org/10.1017/<br />
S0022050700046209<br />
Adelman, Irma and Morris, Cynthia Taft (19<strong>65</strong>), “A Factor Analysis of<br />
the Interrelationship Between Social and Political Variables and<br />
Per Capita Gross National Product”, Quarterly Journal of Economics,<br />
79 (4), Cambridge, Oxford University Press, pp. 555-578,<br />
doi: doi.org/10.2307/1880<strong>65</strong>2<br />
Arbix, Glauco (2020), “Ciência e tecnologia em um mundo de pontacabeça”,<br />
Estudos Avançados, 34 (99), São Paulo, Universidade de<br />
São Paulo, pp. <strong>65</strong>-76, doi: doi.org/10.1590/s0103-<br />
4014.2020.3499.005<br />
Arellano, Manuel and Bond, Stephen (1991), “Some tests of specification<br />
for panel data: Monte Carlo evidence and an application to<br />
employment equations”, The Review of Economic Studies, 58 (2),<br />
Oxford, Oxford University Press, pp. 277-297, doi: doi.<br />
org/10.2307/2297968.x<br />
Arellano, Manuel and Bover, Olympia (1995), “Another look at the<br />
instrumental variable Estimation of error components models”,<br />
Journal of Econometrics, 68 (1), New York, Elsevier, pp. 29-51,<br />
doi: doi.org/10.1016/0304-4076(94)01642-D<br />
Bonelli, Regis (2009), “Estado e economia: estado e crescimento econômico<br />
no Brasil”, Texto para discussão n° 1393, Brasília, Instituto<br />
de Pesquisa Econômica Aplicada.<br />
Bose, Niloy; Haque, Emranul and Osborn, Denise (2007), “Public<br />
expenditure and economic growth: a disaggregated analysis for<br />
developing countries”, The Manchester School, 75 (5), Manchester,<br />
Wiley, pp. 533-556, doi: doi.org/10.1111/j.1467-9957.<br />
2007.01028<br />
Blundell, Richard and Bond, Stephen (1998), “Initial conditions and<br />
moment restrictions in Dynamic panel data models”, Journal of<br />
Econometrics, 87 (1), New York, Elsevier, pp. 115-143, doi: doi.<br />
org/10.1016/S0304-4076(98)00009-8
268 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
Cameron, Colin and Trivedi, Pravin (2009), Microeconometrics using Stata,<br />
College Station, Stata Press.<br />
Choi, Hyungsub (2007), “On Linsu Kim’s Imitation to Innovation: The<br />
Dynamics of Korea’s Technological Learning”, East Asian Science,<br />
Technology and Society: an International Journal, 1 (2), Boston,<br />
Duke University Press, pp. 259-261, doi: doi.org/10.1007/<br />
s12280-007-9017-2<br />
Cohen, Wesley and Levinthal, Daniel (1990), “Absorptive capacity: a new<br />
perspective on learning and innovation”, Administrative Science<br />
Quarterly, 35 (1), New York, SAGE Journals, pp. 128-152.<br />
Da Cruz Ourives, Lıgia Helena (2006), “Estratégias de Crescimento e<br />
Padrão de Endividamento: Uma Análise de Painel Dinâmico para<br />
Países da América Latina e do Caribe”, <strong>Revista</strong> Economia, 7 (4),<br />
Brasília, Associação Nacional dos Centros de Pós-Graduação em<br />
Economia, pp. 71-97.<br />
Edquist, Charles (2009), “Systems of Innovation: Perspectives and<br />
Challenges”, in Jan Fagerberg and David Mowery (eds.), The<br />
Oxford Handbook of Innovation, Oxford, Oxford University Press,<br />
doi: doi.org/10.1093/oxfordhb/9780199286805.003.0007<br />
Fagerberg, Jan; Feldman, Maryann and Srholec, Martin (2013), “Technological<br />
dynamics and social capability: US states and European<br />
nations”, Journal of Economic Geography, 14 (2), Oxford, Oxford<br />
University Press, pp. 313-337, doi: doi.org/10.1093/jeg/lbt026<br />
Fagerberg, Jan; Lundvall, Bengt-Ake and Srholec, Martin (2017), “Global<br />
value chains, national innovation systems and economic<br />
development”, The European Journal of Development Research, 30<br />
(3), London, Palgrave Macmillan, pp. 533-556, doi.org /10.1057/<br />
s41287-018-0147-2<br />
Fagerberg, Jan and Srholec, Martin (2017), “Capabilities, Economic<br />
Development, Sustainability”, Cambridge Journal of Economics,<br />
41 (3), Oxford, Oxford University Press, pp. 905-926, doi: doi.<br />
org/10.1093/cje/bew061<br />
Fagerberg, Jan and Srholec, Martin (2016), “Global dynamics, capabilities<br />
and the crisis”, Journal of E<strong>vol</strong>utionary Economics, 26 (4),
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
269<br />
Basel, Springer, pp. 7<strong>65</strong>-784, doi: doi.org/10.1007/s00191-016-<br />
0453-9<br />
Fagerberg, Jan and Srholec, Martin (2008), “National innovation systems,<br />
capabilities and economic development”, Research Policy, 37 (9),<br />
Amsterdam, Elsevier, pp. 1417-1435, doi: doi.org /10.1016/j.<br />
respol.2008.06.003<br />
Fagerberg, Jan and Srholec, Martin (2005), “Catching up: What are the<br />
critical factors for success?” Background paper for the UNIDO<br />
Industrial Development Report, Vienna, United Nations Industrial<br />
Development Organization, , 29 de<br />
novembro de 2020.<br />
Fagerberg, Jan; Srholec, Martin and Knell, Mark (2007), “The competitiveness<br />
of nations: why some countries prosper while others fall<br />
behind”, World Development, 35 (10), New York, Elsevier, pp.<br />
1595-1620, doi: doi.org/10.1016/j.worlddev.2007.01.004<br />
Fávero, Luiz Paulo e Belfiore, Patrícia (2017), Manual de análise de dados:<br />
Estatística e modelagem multivariada com Excel, SPSS e Stata, São<br />
Paulo, Grupo Editorial Nacional.<br />
Ferraz, João Carlos; Kupfer, David e Haguenauer, Lia (1996), Made in<br />
Brazil: desafios competitivos para a indústria, Rio de Janeiro, Campus.<br />
FGV (Fundação Getúlio Vargas) (2017), “Comitê de datação de ciclos<br />
econômicos”, Rio de Janeiro, FGV, , 15 de janeiro de 2018.<br />
Freeman, Chris (1995), “The ‘National System of Innovation’ in historical<br />
perspective”, Cambridge Journal of Economics, 19 (1), Oxford,<br />
Oxford University Press, pp. 5-24, doi: 10.1093/oxfordjournals.<br />
cje.a035309<br />
Heritage Foundation (2018), Index of Economic Freedom Explore the Data,<br />
Washington D.C., The Heritage Foundation, , 10 de janeiro de 2018.<br />
Kaufmann, Daniel; Kraay, Aart e Mastruzzi, Massimo (2009), “Governance<br />
Matters VIII Aggregate and Individual Governance Indicators<br />
1996-2008”, Washington D.C., The World Bank.
270 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
Leão, Rafael e Giesteira, Luis Felipe (2020), “Políticas de desen<strong>vol</strong>vimento<br />
produtivo, tecnológico e de inovação: a perspectiva da segurança<br />
nacional”, Radar, 62 (1), Brasília, Instituto de Pesquisa Econômica<br />
Aplicada, pp. 29-33.<br />
Neduziak, Luiz Carlos Ribeiro e Correia, Fernando Motta (2017), “Alocação<br />
dos gastos públicos e crescimento econômico: um estudo<br />
em painel para os estados brasileiros”, <strong>Revista</strong> de Administração<br />
Pública, 51 (4), Rio de Janeiro, Fundação Getúlio Vargas, pp.<br />
616-632, doi: 10.1590/0034-7612155177<br />
Nelson, Richard (1993), National Innovation Systems – A comparative<br />
Analysis, Oxford, Oxford University Press.<br />
OECD-EC-IMF-UN (Organisation for Economic Co-Operation and<br />
Development / European Communities / International Monetary<br />
Fund / United Nations e World Bank (2009), System of National<br />
Accounts 2008, New York, World Bank.<br />
Rocha, Marcos e Oreiro, José Luís (2008), “A experiência internacional<br />
de regimes de metas de inflação: uma análise com painel dinâmico”,<br />
Nova Economia, 18 (2), Belo Horizonte, Universidade<br />
Federal de Minas Gerais, pp. 267-291, doi: 10.1590/S0103-<br />
63512008000200004<br />
Rodrigues, Rodrigo Vilela e Teixeira, Erly Cardoso (2010), “Gasto público<br />
e crescimento econômico no Brasil: uma análise comparativa dos<br />
gastos das esferas de governo”, <strong>Revista</strong> Brasileira de Economia, 64<br />
(4), Rio de Janeiro, Fundação Getúlio Vargas, pp. 423-438, doi:<br />
10.1590/S0034-71402010000400005<br />
Romer, David (2001), Advanced Macroeconomics, New York, McGraw-Hill.<br />
SPSS (2012), Spss: Released 2011. IBM SPSS Statistics for Windows,<br />
Version 20.0. Armonk, NY: IBM Corp.<br />
STATA (2015), Stata: Release 14. Statistical Software. College Station,<br />
TX: StataCorp LP.<br />
Todaro, Michael Paul and Smith, Stephen Charles (2012), Economic<br />
development, Boston, Pearson.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
271<br />
UN (United Nations Organization) (2017), “Annual Statistical Report on<br />
United Nations Procurement 2016”, Copenhagen, UN , 17 de janeiro de 2018.<br />
WEF (World Economic Forum) (2006), The Global Competitiveness Report<br />
2006-2007, Genebra, World Economic Forum, , 10 de janeiro de 2018.<br />
WEF (World Economic Forum) (2007), The Global Competitiveness Report<br />
2007-2008, Genebra, World Economic Forum, , 10 de janeiro de 2018.<br />
WEF (World Economic Forum) (2008), The Global Competitiveness Report<br />
2008-2009, Genebra, World Economic Forum, , 10 de janeiro de 2018.<br />
WEF (World Economic Forum) (2009), The Global Competitiveness Report<br />
2009-2010, Genebra, World Economic Forum, , 10 de janeiro de 2018.<br />
WEF (World Economic Forum) (2010), The Global Competitiveness Report<br />
2010-2011, Genebra, World Economic Forum, , 10 de janeiro de 2018.<br />
WEF (World Economic Forum) (2011), The Global Competitiveness Report<br />
2011-2012, Genebra, World Economic Forum, , 10 de janeiro de 2018.<br />
WEF (World Economic Forum) (2012), The Global Competitiveness Report<br />
2012-2013, Genebra, World Economic Forum, , 10 de janeiro de 2018.<br />
WEF (World Economic Forum) (2013), The Global Competitiveness Report<br />
2013-2014, Genebra, World Economic Forum, , 10 de janeiro de 2018.<br />
WEF (World Economic Forum) (2014), The Global Competitiveness Report<br />
2014-2015, Genebra, World Economic Forum, , 10 de janeiro de 2018.<br />
WEF (World Economic Forum) (2015), The Global Competitiveness Report<br />
2015-2016, Genebra, World Economic Forum, , 10 de janeiro de 2018.
272 R. Orquiza da Silva et al.: Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise...<br />
WEF (World Economic Forum) (2016), The Global Competitiveness Report<br />
2016-2017, Genebra, World Economic Forum, , 10 de janeiro de 2018.<br />
WEF (World Economic Forum) (2018), The Global Competitiveness Report<br />
2018, Genebra, World Economic Forum, ,<br />
09 de outubro de 2020.<br />
Recebido: 27 de março de 2020.<br />
Encaminhado: 29 de setembro de 2020.<br />
Aceito: 5 de novembro de 2020.<br />
Raniella Orquiza da Silva. Mestra em Economia pela Universidade Federal<br />
de Viçosa. As linhas de investigação referem-se a políticas públicas e<br />
mercado de trabalho. Entre suas mais recentes publicações destacam-se<br />
como coautora em: “Efeito da utilização de assistência técnica sobre a renda<br />
de produtores familiares do Brasil no ano de 2014”, <strong>Revista</strong> de Economia e<br />
Sociologia Rural, 58 (2), Brasília, <strong>Sociedad</strong>e Brasileira de Economia e Sociologia<br />
Rural, pp. 1-16 (2020); como autora “Trabalho infantil e pobreza:<br />
uma análise no contexto de recessão econômica brasileira”, <strong>Revista</strong> de<br />
Desen<strong>vol</strong>vimento Econômico, 2 (40), Salvador, Universidade Salvador,<br />
pp. 463-488 (2018); como coautora em “Análise por gênero da produção<br />
do corpo docente dos cursos de Economia nas Universidades Federais de<br />
Minas Gerais”, Oikos: Família e <strong>Sociedad</strong>e em Debate, 29 (1), Viçosa,<br />
Universidade Federal de Viçosa, pp. 102-124 (2018).<br />
Waldemiro Peterle Neto. Bacharel em Ciências Econômicas pela Universidade<br />
Federal de Viçosa (UFV). Atualmente é Analista de Inteligência<br />
de Mercado na Indústria de Cosméticos Haskell. Entre suas mais recentes<br />
publicações destacam-se, em coautoria: “Efeito da utilização de assistência<br />
técnica sobre a renda de produtores familiares do Brasil no ano de<br />
2014”, <strong>Revista</strong> de Economia e Sociologia Rural, 58 (2), Brasília, <strong>Sociedad</strong>e<br />
Brasileira de Economia e Sociologia Rural, pp. 1-16 (2020); “Uma análise<br />
de eficiência para os senadores brasileiros”, <strong>Revista</strong> de Desen<strong>vol</strong>vimento e<br />
Políticas Públicas, 2 (1), Viçosa, Universidade Federal de Viçosa, pp. 3-20<br />
(2018), e “Trabalho infantil e pobreza: uma análise no contexto de recessão<br />
econômica brasileira”, <strong>Revista</strong> de Desen<strong>vol</strong>vimento Econômico, 2 (40),<br />
Salvador, Universidade Salvador, pp. 463-488 (2018).<br />
Evandro Camargos Teixeira. Doutor em Economia Aplicada pela Escola<br />
Superior de Agricultura Luiz de Queiroz - Universidade de São Paulo<br />
(ESALQ/USP). Atualmente é Professor Associado I do Departamento de
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 239-273<br />
273<br />
Economia da Universidade Federal de Viçosa (UFV). As linhas de investigação<br />
referem-se à área de desen<strong>vol</strong>vimento econômico, economia da<br />
criminalidade e economia da saúde. Entre suas mais recentes publicações<br />
destacam-se, em coautoria: “Pandemia da COVID-19 e ocupação no<br />
mercado de trabalho: o caso da região nordeste do Brasil”, Econômica-<br />
Niterói, 22 (1), Niterói, Universidade Federal Fluminense, pp 9-30 (2020);<br />
“Efeitos dos investimentos em infraestrutura pública sobre a pobreza e<br />
pobreza extrema na América Latina”, <strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, 20<br />
(64), Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., pp. 667-692, (2020),<br />
e “Mensuração da Pobreza Multidimensional Rural nas Mesorregiões<br />
Norte e Jequitinhonha de Minas Gerais”, <strong>Revista</strong> de Economia e Sociologia<br />
Rural, 57 (1), Brasília, <strong>Sociedad</strong>e Brasileira de Economia e Sociologia Rural,<br />
pp. 161-180 (2019).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
DOI: https://doi.org/10.22136/est20211625<br />
Enfoque regional de manejo integrado<br />
del agua en la microcuenca El Pantano,<br />
Morelos, México<br />
Regional approach to integrated water<br />
management in the small watershed<br />
El Pantano, Morelos, Mexico<br />
275<br />
Fernando Jaramillo Monroy*<br />
Elisabet Verónica Wehncke Rodríguez*<br />
Víctor Hugo Flores Armillas **<br />
Oscar Mario Pohle Morales***<br />
Xavier López-Medellín*<br />
Abstract<br />
This study combines social-historical and functional analysis of a small watershed under<br />
a regional perspective; it tries to understand past patterns of use and identify weaknesses<br />
and strengths towards an integrated management plan for land and water. This analysis<br />
revealed that, in terms of its operation, this small watershed depends on a regional<br />
hydrological flow system connected to adjacent basins, and that interrelationships between<br />
natural and social components, and organized social movements were key aspects in its<br />
rescue, and in the creation of an adaptive dynamic management program.<br />
Keywords: historical ecology, integrated water resources management, water governance,<br />
Morelos.<br />
Resumen<br />
Este estudio combina análisis socio-históricos y funcionales, bajo una perspectiva<br />
regional, de una microcuenca hidrológica; intenta entender los patrones de<br />
uso pasados e identificar debilidades y fortalezas hacia un plan de manejo integral<br />
del territorio y el agua. El análisis reveló que, en términos del funcionamiento,<br />
esta microcuenca depende de un sistema de flujo regional y conexión a otras<br />
microcuencas adyacentes, y que las interrelaciones entre los componentes natural<br />
y social, así como los movimientos ciudadanos organizados fueron aspectos clave<br />
en el rescate de la microcuenca y en la creación de un programa de manejo<br />
dinámico adaptativo.<br />
Palabras clave: ecología histórica, gestión integrada de los recursos hídricos,<br />
gobernanza del agua, Morelos.<br />
* Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación (CIBYC) Universidad Autónoma del<br />
Estado de Morelos, correos-e: fjm5@hotmail.com, lizwehncke@gmail.com, xlmedellin@uaem.mx<br />
** Estudiante de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, correo-e: victor_bios@<br />
hotmail.com<br />
*** Consultor independiente, correo-e: opohle@gmail.com
276 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
Introducción<br />
A nivel global, la demanda de agua excede la oferta y los conflictos respecto<br />
a su calidad aumentan progresivamente, también se incrementa la necesidad<br />
de encontrar un acuerdo razonable entre los usos competitivos por<br />
ella; en esta lógica, es prácticamente imposible afrontar los problemas en<br />
torno al agua –elemento de conexión de los procesos ecosistémicos– sin<br />
considerar el uso y la gestión del territorio, así como lograr un enfoque<br />
holístico sin una visión de cómo funciona el socio-ecosistema en conjunto.<br />
Han pasado ya 30 años desde que el enfoque de la Gestión Integrada<br />
de los Recursos Hídricos (GIRH) se articuló, inicial y exhaustivamente,<br />
como un elemento de desarrollo sostenible en la Conferencia de Río<br />
(GWP, 2000) y podemos decir que, aunque ha habido progresos, la GIRH<br />
sigue siendo objeto de escrutinio; incluso algunos críticos consideran que<br />
se trata más de una meta teórica –un plan para emular– que de un marco<br />
de acciones claras y de estrategias adaptativas que se lleven a la práctica<br />
(Dourojeanni, 2001; Biswas, 2008; Jensen, 2013; Giordano y Shah, 2014;<br />
entre otros). Actualmente, el compromiso es más grande; la agenda 2030<br />
de la GIRH plantea el logro de progresos más tangibles, más rápidos y a<br />
mayor escala de lo que se ha logrado.<br />
Los complejos procesos que actúan sobre múltiples escalas espaciales<br />
y temporales complican el nivel de acción; la cuenca hidrológica debe ser<br />
la base para entender la función adecuada de los sistemas de flujo y los<br />
procesos, así como para la correcta planificación y gestión del agua y el<br />
territorio (Carrillo-Rivera y Cardona, 2008; Ouysse et al., 2018; Yu y<br />
Duffy, 2018).<br />
La GIRH, como enfoque conceptual pertinente para planificar y gestionar<br />
el manejo de las cuencas hídricas y como instrumento de restauración<br />
y conservación de los ecosistemas, ha sido ampliamente reconocida<br />
en el ámbito internacional (Semarnat, 2013; Cornes y Sandler, 1996;<br />
Cotler Ávalos y Pineda López, 2008; Cotler Ávalos y Caire, 2009; Cotler<br />
Ávalos, 2010; 2015; IDEAM, 2004a; 2004b; Biestroek et al., 2009; Vargas<br />
Velázquez et al., 2010; Kempler y Alvarado, 2001; Mirassou, 2009; Conagua,<br />
2014; UICN, 2009; Bassi, 2007; Merlinsky, 2013; Dourojeanni et<br />
al., 2002; Dourojeanni, 2004; World Vision, 2000; Sánchez Cohen et al.,<br />
2010; Conabio, 2016; Mederey y Gutiérrez, 2013; FAO, 2007; Burgos<br />
et al., 2015; Maass Moreno, 2015). La cuenca hidrológica comprende las<br />
aguas superficiales y las del subsuelo (Domínguez y Carrillo-Rivera, 2007)<br />
y es el espacio que vincula a la sociedad, el ambiente, la cultura y la historia.<br />
La dimensión histórica de una cuenca se va construyendo paulatinamente<br />
a través de cambios apoyados en procesos de continuidad y discontinuidad<br />
del tejido histórico y social en torno a su territorio y sus
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
277<br />
servicios ecológicos (García García y Kaufer Michel, 2011). El enfoque<br />
de la ecología histórica, por lo tanto, contribuye en entender los procesos<br />
de transformación de los ecosistemas del pasado, detallando el proceso<br />
de modificación del paisaje a lo largo del tiempo con el fin de obtener<br />
una comprensión completa de sus efectos acumulativos (Crumley, 1994).<br />
De esta manera se pueden analizar y entender las relaciones dialécticas<br />
que existen entre los actos humanos y los actos de la naturaleza que quedan<br />
manifiestos en el paisaje (López y Ospina, 2008).<br />
El enfoque geográfico y funcional de cuenca hidrológica nos permite<br />
entender la e<strong>vol</strong>ución en la interacción de dos grandes subsistemas: el<br />
natural y el social, cada uno de estos está integrado por diversos sub-subsistemas<br />
o componentes; el natural, por componentes geológicos, hídricos,<br />
edáficos, climáticos y bióticos; el social, por componentes culturales,<br />
políticos, socioeconómicos y tecnológicos; esto permite que la cuenca<br />
funcione como un sistema abierto, complejo, autorregulador, disipativo y<br />
adaptativo (Oswald Spring y Hernández Rodríguez, 2005; Walker et al.,<br />
2010; Maass Moreno, 2015).<br />
Las cuencas permiten entender espacialmente el ciclo hidrológico y<br />
los servicios ecosistémicos que proveen (Cotler Ávalos, 2015), representan<br />
divisiones naturales del paisaje y para muchos propósitos constituyen el<br />
contexto idóneo para la planificación y gestión de los elementos naturales<br />
(Cotler Ávalos, 2010). La GIRH es un intento hacia la gestión integral u<br />
holística de estos socio-ecosistemas (Maass Moreno y Cotler Ávalos, 2005;<br />
Maass Moreno, 2015), no a través de sus componentes, sino combinando<br />
sus relaciones, interacciones y retroalimentaciones (Walker et al., 2010).<br />
La GIRH constituye el paradigma actual de la gestión del agua a nivel<br />
mundial, busca orientar el desarrollo de políticas públicas en materia de<br />
agua a través de la conciliación entre el desarrollo económico y social y la<br />
protección de los ecosistemas (Martínez Valdés y Villalejo García, 2018).<br />
El desarrollo comunitario y los procesos de participación no se pueden<br />
pensar desanclados del territorio, por lo tanto, podemos considerar que<br />
éste es un articulador de movilización social, la manifestación activa de las<br />
comunidades; no es tan sólo nuestra ubicación espacial, sino referente de<br />
ubicación social (Molina Molina y Ramírez Seguro, 2009).<br />
En países como México, los principios de la GIRH llegaron hace más<br />
de dos décadas y media, y se incluyeron explícitamente en la reforma a la<br />
Ley de Aguas Nacionales de 2004. Sin embargo, este modelo de gestión<br />
no parece considerar las prácticas específicas de la gestión local del agua<br />
por parte de entidades gubernamentales y organizaciones sociales (Vargas<br />
Velázquez, 2018).<br />
En México, el agua esta considerada propiedad nacional y es administrada<br />
por la autoridad federal, que a su vez delega funciones a las comisiones de
278 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
agua estatales y a los operadores de agua a nivel municipal, asignándola<br />
mediante títulos de concesión a las asociaciones de usuarios. En múltiples<br />
casos, los organismos municipales han delegado en el estatal la operación<br />
de dichos organismos.<br />
Además de las leyes formales a nivel nacional, existen marcos regulatorios<br />
locales, generalmente de carácter comunitario (Banco Internacional de<br />
Reconstrucción y Fomento et al., 2007); también hay movimientos sociales<br />
que surgen de la sociedad urbana, los sectores socioeconómicos medios<br />
y los grupos profesionales; los <strong>num</strong>erosos conflictos y movimientos sociales<br />
en torno al agua en México reflejan complejidades que la propuesta de la<br />
GIRH no ha logrado abordar adecuadamente (Vargas Velázquez, 2018),<br />
esto podría deberse a una incapacidad o dificultad de la autoridad federal<br />
para adaptar correctamente estos principios al escenario mexicano.<br />
No lograr determinar la adecuada escala de estudio y acción puede ser<br />
una de las limitantes más significativas para la implementación de la GIRH:<br />
algunos estudios muestran cómo, a una escala manejable sencilla de microcuenca,<br />
se ha logrado la atención a problemas locales relacionados con<br />
calidad ambiental, aprovechamiento de recursos naturales y mejoramiento<br />
de calidad de vida (Cotler Ávalos y Pineda López, 2008; Cotler Ávalos y<br />
Caire, 2009), por lo tanto se espera que, a nivel de microcuenca, se identifiquen<br />
las causas de externalidades y los usuarios in<strong>vol</strong>ucrados, los<br />
intereses locales, las compensaciones necesarias y la participación de la<br />
población de una manera mas directa.<br />
Los estudios basados en microcuencas, como área de organización y<br />
acción, han sido eficientes en lograr planificar de forma operativa las acciones<br />
de recuperación y conservación de los recursos naturales y el adecuado<br />
aprovechamiento social de los mismos (Bassi, 2007), esta escala permite<br />
incluir simultáneamente aspectos económicos, sociales y ambientales<br />
(UICN, 2009), y posibilita de manera mas directa la implementación del<br />
enfoque de la GIRH (World Vision, 2000).<br />
El Estado de Morelos, en particular, tiene un patrimonio cultural e<br />
histórico sobre el manejo del territorio y uso del agua; gestión que data de<br />
la época prehispánica: su operación original tenía reglas estrictas en cuanto<br />
a equidad y cuidado del recurso que en la actualidad no se cumplen (Guzmán<br />
Puente, 2017); aunque Morelos ha sido reconocido como uno de los<br />
territorios mexicanos privilegiados debido a la abundancia de barrancas,<br />
manantiales y ríos, su biodiversidad, sus suelos fértiles y un microclima<br />
excepcionalmente confortable para los humanos (Jaramillo Monroy, 2010),<br />
esta región ha sufrido un deterioro ambiental acelerado durante las últimas<br />
décadas, el cual se debe, principalmente, al crecimiento explosivo de la<br />
población y al desarrollo urbano, agrícola e industrial no planificado<br />
(García Barrios et al., 2008; 2015).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
279<br />
La falta de una visión regional holística en cuanto al funcionamiento<br />
del sistema socio-hidrológico (Batllori Guerrero, 2004; Jaramillo Monroy,<br />
2010), por un lado, y en cuanto a las experiencias de manejo prexistentes<br />
en la gestión del agua (Carrillo-Rivera y Cardona, 2008) –las cuales suelen<br />
ser a escala de microcuenca– por el otro, resultan actualmente en la<br />
ausencia de planes de gestión del agua y el territorio que sean integrados<br />
y sostenibles en las instituciones públicas federales.<br />
El presente estudio intenta interpretar el uso y manejo –pasado y actual–<br />
del territorio y el agua en la Región Noroeste del Estado de Morelos (RNEM),<br />
así como el funcionamiento de una microcuenca inmersa en esta región.<br />
Debido al énfasis global puesto en la GIRH a propósito de la necesidad<br />
de conocer resultados de casos y experiencias locales, para acelerar y hacer<br />
operativas las estrategias adaptativas a mayor escala, este estudio muestra<br />
resultados de acciones locales de gestión del agua y el territorio en la<br />
microcuenca de El Pantano (MEP), para esto se plantearon tres objetivos:<br />
en primer lugar, realizar un análisis retrospectivo del uso del agua y el<br />
territorio en la MEP y la forma en que las comunidades ancestrales fueron<br />
construidas y organizadas bajo perspectivas socioambientales particulares<br />
en el pasado, hasta el tiempo presente; en segundo lugar, aplicar una<br />
perspectiva geográfica y funcional para el análisis biofísico de la microcuenca<br />
hidrológica, a fin de poder proponer un manejo y gestión eficientes<br />
del agua y el ambiente; por último, se presentan resultados de un<br />
análisis que considera en conjunto los componentes sociales y naturales<br />
de la microcuenca, y un análisis de los movimientos y acciones locales<br />
que han conducido a generar un programa de manejo y gestión comunitaria<br />
para esta microcuenca, el cual está implementándose actualmente.<br />
1. Región de estudio: características generales y principales<br />
problemas ambientales<br />
Morelos es el segundo estado más pequeño de México (4,879 km 2 ), representa<br />
0.2% del área del país; en esta entidad se encuentran dos regiones<br />
biogeográficas, la neártica y la neotropical; contiene ocho de los 10 ecosistemas<br />
y 14% de la flora y fauna de México (CEAMA y Conabio, 2003;<br />
Conabio y UAEM, 2004); en contraste con esta gran riqueza natural,<br />
Morelos ha perdido la mayoría de sus ecosistemas en los últimos 40 años.<br />
En 2013 quedaban 34,000 ha (7 % del área del estado) de bosques y selvas<br />
conservadas (Conafor, 2013). Morelos ocupa el segundo lugar en términos<br />
de transformación y destrucción de los ecosistemas naturales en México<br />
(Flores Villela y Gerez, 1994).
280 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
La población de Morelos aumentó de 386 mil habitantes, en 1960, a<br />
mas de 1.9 millones, en 2017, es uno de los estados más densamente poblados<br />
del país (Inegi, 2017). El escenario es más preocupante porque durante<br />
las últimas décadas ha habido un aumento descontrolado de los asentamientos<br />
urbanos e industriales en áreas de alta permeabilidad del suelo y<br />
desaparición de gran parte de la vegetación natural, afectando la disponibilidad<br />
de agua superficial, subterránea y el microclima de la región (Pohle<br />
Morales, s.f.a).<br />
Desde una perspectiva regional, la RNEM (mapa 1) forma parte de la<br />
cabecera de la región hidrológica del río Balsas y ha sido reconocida históricamente<br />
como uno de los territorios mexicanos más privilegiados en<br />
cuanto a clima, elementos naturales y biodiversidad (Jaramillo Monroy,<br />
2010); es también un importante corredor biológico e hidrológico entre<br />
áreas naturales protegidas con los acuíferos de Cuernavaca y Zacatepec, que<br />
proporcionan agua potable y riego a casi la mitad del estado (García Barrios<br />
et al., 2008). Así, su conservación es prioridad en la región para el mantenimiento<br />
de <strong>num</strong>erosos servicios ambientales (Aguilar Benitez, 1995;<br />
Batllori Guerrero, 2004; Pohle Morales, s.f.a; Jaramillo Monroy, 2010). El<br />
municipio de Jiutepec y la microcuenca de estudio (MEP, 294 hectáreas y<br />
altitud media 1,437 msnm) (mapa 2) se encuentran dentro de esta región.<br />
Mapa 1<br />
Ubicación de la Región Noroeste del Estado de Morelos<br />
(RNEM), México<br />
Nota: el mapa también muestra la ubicación de las áreas naturales protegidas y los principales<br />
flujos de agua superficial dentro de la RNEM.<br />
Fuente: elaboración propia
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
281<br />
Mapa 2<br />
Microcuenca El Pantano<br />
Ubicación y principales características geológicas<br />
Fuente: Pohle Morales, 2016.<br />
2. Métodos<br />
2.1. Análisis de los usos y gestión del agua y el territorio en la MEP:<br />
desde las comunidades ancestrales hasta el presente<br />
Se hizo un análisis histórico de la e<strong>vol</strong>ución del uso y el manejo del suelo<br />
y del agua por parte de las diversas comunidades que habitaron la zona<br />
de estudio hasta el presente, para ello se revisaron documentos históricos<br />
y archivos que fueron consultados en el Archivo General de la Nación,<br />
México; también se analizaron documentos que conforman las estrategias<br />
de gestión pública y ciudadana de la MEP, los cuales están disponibles<br />
desde la década de 1960 hasta el presente. Estos documentos provinieron<br />
de diversas fuentes (Aguilar Benitez, 1995; Ávila Sánchez, 2001; Sánchez<br />
Resendiz, 2006; Ceccon y Flores Rojas, 2012; Flores Armillas, 2016; Ávila<br />
García, 2013) y contienen información acerca de las acciones y experiencias<br />
gubernamentales y ciudadanas vinculadas a la valoración, planificación,<br />
uso y gestión del territorio, y a la protección del ambiente, la<br />
biodiversidad, el agua y otros elementos naturales.
282 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
2.2. Análisis del funcionamiento biofísico de la MEP a nivel<br />
del paisaje<br />
Se hicieron estudios biofísicos del sistema de la MEP con el fin de comprender<br />
su funcionamiento, sus principales aportes de agua e identificar<br />
las posibles causas que lo han llevado a problemas específicos en la<br />
actualidad. Se recopiló y analizó la información (bibliográfica, documental<br />
y cartográfica) y se usaron sistemas de información geográfica (Esri®<br />
ArcGIS), diagramas de flujo y verificaciones de campo. La información<br />
hidrológica, geológica y climática obtenida de Pohle Morales (2016) se<br />
utilizó para elaborar un diagrama del funcionamiento hidrológico de la<br />
microcuenca.<br />
2.3. Análisis de las perspectivas socioambientales de la MEP<br />
Se analizaron los instrumentos de planificación y gestión para la conservación<br />
y uso del agua, la biodiversidad y el territorio; de esta información,<br />
se identificaron las externalidades ambientales positivas y negativas. Con<br />
el fin de conocer aspectos relacionados con la regulación del uso del<br />
territorio se revisaron los siguientes ordenamientos territoriales: Ayuntamiento<br />
de Jiutepec (2003) y Periodico Oficial Tierra y Libertad (2009;<br />
2012; 2013 y 2014).<br />
Para comprender las interrelaciones entre los componentes naturales<br />
y sociales, y las causas de los conflictos en la gestión de cuencas, se sistematizó<br />
la información utilizando diagramas de flujo de un sistema disipativo,<br />
abierto y autorregulado, tomando como modelo lo propuesto por<br />
Oswald Spring y Hernández Rodríguez, (2005); estos diagramas permiten,<br />
por un lado, combinar la historia de los fenómenos analizados con la<br />
ubicación territorial (análisis espacial) y, por el otro, evaluar en forma<br />
holística y para determinados tiempos los procesos y resultados (análisis<br />
temporal). Ello permite identificar potenciales desequilibrios (tensiones,<br />
conflictos y rupturas) del conjunto del sistema y subsistemas, y resaltar<br />
círculos virtuosos que pudieran reforzar procesos sostenibles que generan<br />
mayor equidad.<br />
Por otro lado, se analizaron diferentes enfoques en el marco del<br />
esquema de la GIRH con el propósito de identificar éxitos, fracasos u<br />
omisiones en la gestión del agua y el territorio de algunos países de Latinoamérica,<br />
de México y del Estado de Morelos. Finalmente, se presenta<br />
la integración de la información derivada de cuatro talleres intersectoriales<br />
realizados con base en la metodología de la UICN (2009). Esta integración<br />
final contribuyó en la elaboración de una propuesta de gestión
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
283<br />
participativa y adaptativa del agua y el territorio para la MEP (Flores<br />
Armillas et al., 2016).<br />
3. Resultados<br />
3.1. Uso y manejo del agua y el territorio en la MEP: desde<br />
el pasado hasta el presente<br />
Se estima que los primeros habitantes llegaron al estado de Morelos alrededor<br />
de 7,000 años a. C. (Aguilar Benitez, 1995) y que la agricultura<br />
comenzó entre 6,000 y 4,000 años a. C. (Von Mentz, 1993; Corona,<br />
2010). Cuando el pueblo Tlahuica ocupó Jiutepec, alrededor de 1,100<br />
d. C., este territorio ya había sido habitado por los Olmecas (Corona,<br />
2010; Villaseñor, 2010); a partir de esa época, la MEP y su región circundante<br />
ha pasado por cinco periodos históricos principales: el prehispánico,<br />
el colonial, el de independencia, el siglo <strong>XX</strong>,y el presente.<br />
Durante el periodo prehispánico mexicano, la gestión del agua y de<br />
las áreas forestales permitieron la vida misma y el desarrollo de las comunidades,<br />
incluido el florecimiento de las sociedades hidráulicas en Mesoamérica<br />
(Palerm y Wolf, 1972; Rojas Rabiela y Pérez Espinosa, 1985). La<br />
distribución de agua entre los pueblos prehispánicos tenía mecanismos<br />
tradicionales equivalentes a los principios normativos actuales (Scarborough,<br />
2003); fueron construidos los apantles (del náhuatl atl, agua y pantli, río;<br />
refiriéndose a los canales que servían para conducir el agua de un manantial<br />
o río a las zonas de cultivo), cuya función era distribuir el agua por<br />
igual entre los usuarios, estas construcciones tenían un administrador<br />
(Olivares y Sandoval, 2008). Los apantles, los patrones de asentamientos<br />
humanos, los santuarios, las ceremonias de agua y las figuras ceremoniales<br />
eran evidencia de que los sistemas hidráulicos impregnaban todos los<br />
aspectos de la vida mesoamericana (Olivares y Sandoval, 2008). En la<br />
porción meridional de la MEP, se encontraban los principales asentamientos<br />
humanos y centros sagrados (Smith, 2018).<br />
A lo largo de la historia humana, y en la cosmovisión sobre el mundo y<br />
la naturaleza, el agua siempre ha tenido un profundo significado espiritual<br />
y sociocultural (León Portilla, 1992; Ilyich, 1993), reconocer su valor es<br />
un factor clave para comprender la existencia y desarrollo de estas culturas<br />
que se han basado en principios de sostenibilidad social y ambiental<br />
(Palerm y Wolf, 1972; Rojas Rabiela y Pérez Espinosa, 1985; Ávila García,<br />
1996). En Morelos, la gestión del territorio y el agua a través de sistemas<br />
de riego antiguos ha persistido y éstos todavía son utilizados a pesar del<br />
aumento acelerado de los sectores urbanos e industriales. La existencia de
284 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
la red de apantles que atraviesan la MEP y el área que la circunda ofrece<br />
posibilidades únicas para el uso y manejo del agua de primera calidad, ya<br />
sea para el riego productivo o para la preservación de las áreas remanentes<br />
de ecosistemas naturales.<br />
3.2. Aspectos geohidrológicos<br />
La RNEM y la MEP se encuentran dentro de un entorno geológico<br />
particular, esta es una zona de transición entre el Eje Volcánico transmexicano<br />
y la Sierra Madre del Sur, donde las estructuras <strong>vol</strong>cánicas de<br />
edad reciente se encuentran con antiguas rocas sedimentarias de origen<br />
marino (Fries, 1956; 1960). La e<strong>vol</strong>ución geológica en esta región ha sido<br />
de gran importancia para el desarrollo de un sistema de barrancas, que<br />
actualmente da características particulares en términos de clima, biodiversidad<br />
y corrientes hidrológicas a la RNEM.<br />
Entre los aspectos geohidrológicos mas significativos encontrados en<br />
la MEP está la existencia de un importante acuífero; su presencia se debe<br />
a que las capas más profundas son semi-impermeables, constituidas por<br />
rocas calcáreas; la capa intermedia es semi-permeable y la capa superior<br />
de lava <strong>vol</strong>cánica es altamente permeable. Debido a la topografía y el clima<br />
regional, el agua fluye y se infiltra de norte a sur y no puede almacenarse<br />
(mapa 1). Al analizar el funcionamiento hidrológico de la MEP encontramos<br />
dos sistemas de escurrimiento superficial: el primero es el drenaje<br />
natural, de carácter efímero y sin un curso bien definido (esto se debe,<br />
por un lado, a la alta permeabilidad del suelo y, por el otro, al crecimiento<br />
urbano); el segundo sistema consiste en una intrincada red de apantles de<br />
tiempos prehispánicos, originalmente construidos para el riego de tierras<br />
agrícolas, que transfiere parte del caudal procedente de un manantial<br />
llamado Chapultepec (1,177 lps) luego de irrigar áreas de cultivo, áreas<br />
verdes y jardines; 18% del <strong>vol</strong>umen original (aproximadamente 210 lps)<br />
entra en la MEP.<br />
Este <strong>vol</strong>umen lo distribuyen los apantles que cruzan la parte inferior<br />
de la microcuenca, alcanzando finalmente el vaso receptor de El Pantano<br />
con un caudal de 119.8 lps, lo que representa 10.2% del <strong>vol</strong>umen original<br />
transferido desde el manantial de Chapultepec; en cuanto a las aguas<br />
subterráneas, se determinó que éstas contribuyen principalmente a través<br />
de un flujo horizontal que representa 71.3% (10 hm 3 /año) de la recarga<br />
anual total. En cuanto a la recarga inducida, representada por retornos<br />
agrícolas, infiltración de canales y aguas residuales, ésta constituye según<br />
Pohle Morales (s.f.b), unos 3.6 hm 3 /año.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
285<br />
3.3. Funcionamiento actual de la MEP<br />
De acuerdo al análisis hidrológico, la MEP está ligada a una interacción<br />
entre flujos de agua provenientes de otras microcuencas vecinas, que se<br />
encuentran en la misma RNEM, especialmente las situadas en las partes<br />
norte y oeste (figura 1); sus principales mecanismos de aporte de agua<br />
dependen además de aguas superficiales y subterráneas, tanto de forma<br />
natural como a través de la acción humana. Del mismo modo, la cantidad<br />
y calidad de agua que llega a la MEP están sujetas a la acción humana,<br />
tanto por el uso de la tierra de las zonas forestales, como por el mantenimiento<br />
de los ecosistemas naturales.<br />
La zona norte de la RNEM, relativamente bien conservada por grandes<br />
áreas naturales protegidas y caracterizada por las abundantes lluvias,<br />
mantiene y provee los servicios ambientales necesarios a las zonas centro<br />
y sur de la región. La zona central de la RNEM, más plana y con abundantes<br />
recursos hídricos, se encuentra impactada por una explosiva<br />
expansión urbana y desarrollo industrial que durante los últimos 40 años<br />
ha afectado negativamente los ecosistemas naturales y agroforestales<br />
(Aguilar Benitez, 1995; Jaramillo Monroy, 2010) y a los servicios ambientales<br />
hacia el centro y sur de la región (figura 1).<br />
Figura 1<br />
Funcionamiento hidrológico de la microcuenca El Pantano<br />
y de la Región Noroeste del Estado de Morelos<br />
Fuente: elaboración propia.
286 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
3.4. Movimientos ciudadanos con relación al agua y el ambiente<br />
en la MEP<br />
En los últimos 15 años ha habido un aumento en la sensibilización ciudadana<br />
y en la participación y promoción para la recuperación de las áreas<br />
verdes, el agua y la red de apantles que todavía se distribuyen principalmente<br />
en el municipio de Jiutepec y son parte del patrimonio natural de<br />
Morelos y México. Entre las actividades llevadas a cabo por los ciudadanos<br />
habitantes de la MEP se encuentran diversas acciones.<br />
Tal vez entre las acciones más relevantes se encuentra la elaboración<br />
de los estudios técnicos para establecer a El Pantano y otros espacios, donde<br />
hay ecosistemas conservados, como áreas naturales protegidas; estos esfuerzos<br />
fueron impulsores muy valiosos para trabajar en la gestión de un<br />
programa de manejo de la MEP –que fue un producto del presente estudio<br />
(Flores Armillas et al., 2016)– que reconozca el valor histórico de las gestiones<br />
pasadas del agua y el territorio por las comunidades, e in<strong>vol</strong>ucre el<br />
estudio de su funcionamiento natural bajo un enfoque regional hidrológico<br />
que considere las necesidades de los ecosistemas y las del desarrollo.<br />
Se ha requerido la creación de un comité intersectorial para la gestión<br />
del PMEP, el cual incluye la capacitación de estudiantes en diversos<br />
temas de protección del ambiente y la recuperación de la red de apantles,<br />
así como la publicación y difusión de un manual ilustrativo sobre<br />
estos temas (material suplementario).<br />
Se han organizado talleres para la comunidad con el fin de capacitar<br />
sobre ecotecnologías y difundir el conocimiento del funcionamiento<br />
hidrológico de la MEP y su incorporación a los saberes comunitarios;<br />
estos talleres constituyeron, además, espacios de reunión y discusión de<br />
los principales problemas ambientales comunitarios, espacios de concertación<br />
para definir y alcanzar acuerdos de coordinación intersectorial para<br />
las soluciones propuestas, y espacios de desarrollo de ideas y proyectos<br />
productivos comunitarios. El PMEP se encuentra actualmente en marcha<br />
y es un ejemplo claro de acción participativa holística para la gestión del<br />
territorio y el agua en una microcuenca.<br />
Conclusiones<br />
En cumplimiento de los objetivos para el desarrollo sostenible de la agenda<br />
2030 de la ONU, este estudio satisface la necesidad de lograr y ofrecer<br />
progresos tangibles en cuanto al objetivo 6 de dicha agenda, para garantizar<br />
la disponibilidad de agua y su gestión sostenible, implementando la<br />
GIRH mediante el manejo de cuencas, protegiendo y restableciendo los
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
287<br />
ecosistemas relacionados con el agua –incluidos los bosques, las montañas,<br />
los humedales, los ríos, y los acuíferos– y apoyando y fortaleciendo la<br />
participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del<br />
agua y el territorio.<br />
Para los habitantes de la RNEM, contar con la red prehispánica de<br />
apantles, además de los valores culturales e históricos propios, ofrece ventajas<br />
y servicios ambientales diversos, como el papel crucial que desempeñan<br />
en los procesos de escorrentía reduciendo las velocidades y distribuyendo<br />
eficientemente el flujo de agua entre cultivos y asentamientos.<br />
Esto, sin duda, cobra mayor interés frente a las condiciones climáticas/<br />
hidrológicas extremas y desastres naturales (inundaciones, periodos de<br />
sequía, sismos, etc.) y otorga resiliencia social, ambiental y económica a<br />
las poblaciones locales; desde el punto de vista del funcionamiento hidrológico,<br />
la MEP es un área de descarga que interactúa con otras microcuencas<br />
vecinas dentro de la RNEM, especialmente las situadas en las partes<br />
norte y oeste del estado de Morelos. Sin embargo, ésta, a su vez, depende<br />
de los componentes biofísicos y socioeconómicos de estas microcuencas<br />
en términos de la contribución de aguas superficiales y subterráneas, así<br />
como también puede verse vulnerable debido al cambio de uso del suelo<br />
de las áreas forestales.<br />
Para avanzar hacia compromisos duraderos y una gestión más eficiente<br />
de los elementos naturales de la región es fundamental captar el interés de<br />
los múltiples sectores relacionados con sus sistemas sociales e hidrológicos<br />
y hacer de su conocimiento el funcionamiento real del mismo: los beneficios<br />
de un buen manejo y sus impactos a diversas escalas de tiempo y<br />
espacio. También es fundamental revalorar la existencia y funcionalidad<br />
de la red de apantles considerando los flujos, los movimientos, los procesos<br />
y los saberes propios a todos los niveles.<br />
La MEP depende de un sistema de flujo regional conectado a las microcuencas<br />
adyacentes en términos de cantidad y calidad del agua, uso del<br />
suelo, contaminación y expansión urbana e industrial, del análisis de<br />
interacción entre los subsistemas social y natural (figura 1); podemos<br />
observar que en la MEP se presenta inestabilidad entre los diversos usos del<br />
suelo y con las zonas vecinas por el mal manejo del agua superficial y subterránea<br />
en la región, a partir de lo cual se observan dos posibles escenarios<br />
para el futuro de la MEP y RNEM: 1. El escenario tendencial, en el que<br />
se pierdan las áreas agrícolas, de viveros y espacios verdes, las cuales se irán<br />
transformando en fraccionamientos y unidades habitacionales. La modificación<br />
del microclima, la disminución de las áreas de capitación e<br />
infiltración de agua al acuífero y de la cantidad y calidad del agua superficial,<br />
pérdida de la biodiversidad y disminución de la calidad de vida de<br />
los seres humanos y demás seres vivos que habitan esta región. 2. El otro
288 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
escenario posible es resultado de la gestión y manejo de los ecosistemas<br />
naturales y transformados a nivel regional, en el que se logre una autentica<br />
gobernanza en la planificación y gestión del territorio, del agua y la biodiversidad,<br />
logrando un equilibrio entre los distintos usos del territorio.<br />
Se puede decir que, en México, prácticamente no existe ningún fundamento<br />
jurídico o institucional que establezca explícitamente cómo debe<br />
regularse la planificación, el establecimiento, la observancia, el seguimiento,<br />
la evaluación y, cuando proceda, la modificación de la GIRH.<br />
Tampoco existen fundamentos jurídicos para definir las responsabilidades<br />
institucionales y el papel de la participación ciudadana con respecto a la<br />
GIRH. Más bien, los lineamientos de la GIRH han sido adaptados por<br />
esfuerzos aislados de algunas organizaciones sociales o iniciativas académicas<br />
y, en menor medida, por iniciativas de algunos municipios para<br />
cuencas particulares (Dourojeanni, 2004; Cotler Ávalos y Caire, 2009).<br />
Aunque las leyes sobre aguas nacionales y desarrollo forestal sostenible<br />
mencionan el manejo de las cuencas, y asignan esta responsabilidad a los<br />
consejos de cuenca, estas atribuciones han sido más teóricas que prácticas<br />
y los consejos de cuenca se han centrado principalmente en la inversión<br />
para el desarrollo de obras hidráulicas y la distribución de los recursos<br />
hídricos para los diversos usuarios del agua.<br />
Así pues, para que la GIRH pueda tener una observancia generalizada<br />
y viabilidad a mediano y largo plazo en México, las experiencias de participación<br />
pública e intersectorial deben ganar espacios en el escenario de<br />
las políticas públicas, éstas, sin duda, pueden contribuir a generar instrumentos<br />
legales de planificación, seguimiento y evaluación de la GIRH.<br />
Existen diversos ejemplos que han aplicado el enfoque de manejo<br />
integral de cuencas en México y en otros países (UAEM-Unicedes, 1999;<br />
IMTA et al., 2008; Cotler Ávalos et al., 2009; Cotler Ávalos y Caire<br />
2009; Guzmán Puente, 2010; Sguerra et al., 2011; Merlinsky, 2013;<br />
Lasso Otaya, 2014; FMCN, 2014; IMTA-FGRA, 2012; CyN Ingeniería<br />
y Consultoría de Morelos et al., 2013; El Colegio de Morelos, 2018;<br />
Moreno Díaz y Renner, 2007; Tschinkel y Pérez, 2001; Faustino et al.,<br />
2007; FAO, 2007), sin embargo, estas experiencias se han dado con una<br />
planificación y gestión de cuenca hidrográfica, y en general no se ha tenido<br />
un análisis integral de la cuenca o microcuenca en sus aspectos biofísicos,<br />
socioeconómicos, legales e institucionales.<br />
En general ha faltado el entendimiento de la problemática integral del<br />
funcionamiento geohidrológico de la cuenca y su vinculación con los<br />
flujos de agua subterránea a nivel regional, algunas de estas experiencias se<br />
han centrado en solucionar problemáticas de las comunidades, por ejemplo,<br />
de producción agropecuaria o forestal, de desarrollo rural, de contaminación<br />
y abasto de agua, de los aspectos de educación y participación
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
289<br />
comunitaria e intersectorial, o de aspectos legales o institucionales de<br />
aprovechamiento y administración del agua.<br />
Propuestas para cambiar el escenario actual (figura 2)<br />
Nuevas instituciones públicas: existe la necesidad de crear instituciones<br />
públicas autónomas que funcionen en consonancia con los comités de<br />
ordenamiento ecológico del territorio, el sector académico y los consejos<br />
ciudadanos de desarrollo sostenible, con el fin de desarrollar la planificación<br />
participativa y gestión del territorio, el agua y la biodiversidad. Esto<br />
haría que los acuerdos y la política pública fueran decisivos y vinculantes<br />
para las instancias ejecutivas a nivel municipal y estatal (García Barrios<br />
et al., 2015).<br />
Legislación y normatividad: deben establecerse bases jurídicas con el fin<br />
de permitir el correcto funcionamiento de esas instituciones públicas<br />
autónomas. La legislación debe promover el diseño, la observancia, el<br />
seguimiento y la evaluación de la GIRH, así como de los programas de<br />
planificación a nivel regional, teniendo en cuenta a la microcuenca hidrológica<br />
como la unidad de gestión eficaz de los socioecosistemas. También<br />
deben promoverse los programas de gestión y los comités de participación<br />
ciudadana para la planificación y manejo integral de cuencas y microcuencas<br />
hidrológicas.<br />
Instrumentos: deben compatibilizarse los instrumentos de protección al<br />
ambiente, los programas de desarrollo urbano, de las áreas naturales<br />
protegidas y los programas de ordenamiento ecológico del tierritorio, con<br />
el instrumento de manejo integral de microcuencas hidrológicas. Su<br />
creación y funcionamiento deben depender preferentemente de organizaciones<br />
de la sociedad civil y de instituciones académicas, y no de la<br />
decisión de una sola persona: de la autoridad ejecutiva en el poder.<br />
Ciencia y tecnología: es necesario un mayor apoyo a la investigación<br />
científica directamente in<strong>vol</strong>ucrada para la GIRH, la mejora de las prácticas<br />
de sostenibilidad y del desarrollo de nuevas tecnologías, así como la<br />
implementación de carreras en la gestión de los socioecosistemas, del<br />
funcionamiento hidrológico, de la prevención de riesgos y de la ecología<br />
de la restauración.<br />
Financiamiento: debe ser obligatoria la asignación de recursos públicos<br />
al funcionamiento de las instituciones públicas autónomas para la investigación,<br />
preparación y seguimiento de los instrumentos para la GIRH,
290 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
asimismo la participación ciudadana en la gestión del ambiente, el agua<br />
y el territorio.<br />
Revaloración del agua y los ecosistemas: debe haber una revaloración<br />
del patrimonio natural y de las buenas prácticas de gestión del ambiente.<br />
Las redes de apantles en Morelos deben ser consideradas y declaradas<br />
oficialmene como patrimonio cultural y natural. Se debe aumentar la<br />
sensibilización del público con respecto al valor de conservar las aguas<br />
superficiales y subterráneas, del papel del agua en el funcionamiento de<br />
los ecosistemas y del mantenimiento de sus servicios ambientales. Se<br />
requiere un esfuerzo constante de gestión a todos los niveles,para que la<br />
GIRH sea efectivamente adoptada y gane espacios en las políticas publicas,<br />
en la legislación, en la agenda de los gobiernos e instituciones públicas<br />
y de la sociedad en general.<br />
Figura 2<br />
Que se requiere para concretar la GIRH en Morelos y en México<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
Agradecimientos<br />
Agradecemos el apoyo de Conacyt (6<strong>65</strong>636/575740) otorgado a Fernando<br />
Jaramillo Monroy, a través del Programa de Doctorado en Ciencias Naturales<br />
del Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación de la<br />
Universidad Autónoma del Estado de Morelos (CIByC-UAEM). Damos<br />
especial reconocimiento a la Fundación Gonzalo Río Arronte, a la Fundación<br />
Alfredo Harp Helú y a la Fundación FEMSA, que financiaron<br />
parte de los trabajos de campo y programas que sirvieron para desarrollar
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
291<br />
esta publicación. Especial mención merece la colaboración de los residentes<br />
y los organismos gubernamentales de Jiutepec. Nuestro reconocimiento<br />
a la doctora Úrsula Oswald Spring, al M. en C. Vicente Torres y al M. en<br />
C. Ramón Pérez Gil por la revisión de este documento. Gracias a Fernando<br />
Jaramillo Torres por su apoyo en la elaboración de varios de los mapas y<br />
figuras integradas en esta publicación.<br />
Fuentes consultadas<br />
Aguilar Benítez, Salvador (1995), Ecología del estado de Morelos: un enfoque<br />
geográfico, Ciudad de México, Editorial Praxis.<br />
Ávila García, Patricia (2013), “Migración, viverismo y nuevos espacios<br />
de una comunidad mixteca asentada en una zona periurbana de<br />
la ciudad de Cuernavaca”, tesis de licenciatura, Facultad de<br />
Humanidades, Universidad Autónoma del Estado de Morelos,<br />
Cuernavaca.<br />
Ávila García, Patricia (1996), Escasez de agua en una región indígena de<br />
Michoacán, Morelia, El Colegio de Michoacán.<br />
Ávila Sánchez, Hector (2001), La agricultura y la industria en la estructuración<br />
territorial de Morelos, Cuernavaca, Universidad Nacional<br />
Autónoma de México/Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias.<br />
Ayuntamiento de Jiutepec (2003), Programa municipal de Desarrollo Urbano<br />
del Municipio de Jiutepec, Jiutepec, Ayuntamiento de Jiutepec.<br />
Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento-Banco Mundial<br />
Departamento de México y Colombia-Región de América Latina<br />
y El Caribe (2007), El manejo del agua en territorios indígenas en<br />
México, Ciudad de México, Banco Internacional de Reconstrucción<br />
y Fomento-Banco Mundial Departamento de México y<br />
Colombia-Región de América Latina y El Caribe, , 16 de<br />
agosto de 2020.<br />
Bassi, Lauro (2007), Guía metodológica para el manejo participativo de<br />
microcuencas, Ciudad de Guatemala, Organización de las Naciones<br />
Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
292 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
Batllori Guerrero, Alicia (2004), Las barrancas de Morelos. Enfoque educativo<br />
para un cambio de comportamiento de los moradores, Cuernavaca,<br />
Universidad Nacional Autónoma de México/Centro<br />
Regional de Investigaciones Multidisciplinarias.<br />
Biestroek, Robbert; Swart, Rob y Van der Knapp, Wim (2009), “The<br />
mitigation-adaptation dichotomy and the role of spatial planning”,<br />
Habitat international, 33 (3), Vancouver, Elsevier. pp. 230-237.<br />
Biswas, Asit (2008), “Integrated Water Resources Management: Is it<br />
working?”, International Journal Water Resources Development, 24<br />
(1), London, Taylor and Francis, pp. 5-22, doi:10.1080 / 0790062<br />
0701871718<br />
Burgos, Ana; Bocco, Gerardo y Sosa Ramírez, Joaquín (coords.) (2015),<br />
Dimensiones sociales en el manejo de cuencas, Ciudad de México,<br />
Universidad Nacional Autónoma de México/Centro de Investigaciones<br />
en Geografía Ambiental, , 16<br />
de agosto de 2020.<br />
Carrillo-Rivera, José Joel and Cardona Benavides, Antonio (2008),<br />
“Theory and Practice in Mexico”, in José Joel Carrillo Rivera y<br />
Adrián Ortega Guerrero, Groundwater Flow Understanding,<br />
London, CRS Press, pp. 25-46.<br />
Ceccon, Eliane y Flores Rojas, Luz (2012), Lecciones y vivencias ambientales<br />
en Morelos: las Organizaciones de la <strong>Sociedad</strong> Civil, Cuernavaca,<br />
Universidad Nacional Autónoma de México/Centro<br />
Regional de Investigaciones Multidisciplinarias.<br />
CEAMA-Conabio (Comisión Estatal del Agua y Medio Ambiente-<br />
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad)<br />
(2003), Estrategia estatal sobre biodiversidad de Morelos,<br />
Cuernavaca, CEAMA-Conabio.<br />
Conabio (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad)<br />
(2016), Estrategia Nacional sobre Biodiversidad de México<br />
y Plan de Acción 2016-2030, Ciudad de México, Conabio.<br />
Conabio-UAEM (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la<br />
Biodiversidad-Universidad Autónoma del Estado de Morelos)<br />
(2004), La diversidad biológica de Morelos. Estudio de Estado,
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
293<br />
Cuernavaca, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de<br />
la Biodiversidad-Universidad Autónoma del Estado de Morelos.<br />
Conafor (Comisión Nacional Forestal) (2013), Inventario estatal forestal<br />
y de suelos. Morelos 2013, Zapopan, Secretaría de Medio Ambiente<br />
y Recursos Naturales-Comisión Nacional Forestal.<br />
Conagua (Comisión Nacional del Agua) (2014), Programa Nacional<br />
Hídrico 2013-2018, Ciudad de México, Secretaria de Medio<br />
Ambiente y Recursos Naturales.<br />
Cornes, Richard y Sandler, Todd (1996), The Theory of Externalities, Public<br />
Goods, and Club Goods, Cambridge, Cambridge University Press.<br />
Cotler Ávalos, Helena (2015), “Incidencia del enfoque de cuencas en las<br />
políticas públicas de México”, en Ana Burgos, Gerardo Bocco y<br />
Joaquin Sosa Ramírez (coords.), Dimensiones sociales en el manejo<br />
de cuencas, Ciudad de México, Universidad Nacional Autónoma<br />
de México/Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental,<br />
pp. 31-44.<br />
Cotler Ávalos, Helena (2010), Las cuencas hidrográficas de México. Diagnóstico<br />
y priorización, Ciudad de México, Secretaría de Medio<br />
Ambiente y Recursos Naturales-Instituto Nacional de Ecología-<br />
Fundación Gonzalo Río Arronte.<br />
Cotler Ávalos, Helena y Caire, Georgina (2009), Lecciones aprendidas del<br />
manejo de cuencas en México, Ciudad de México, Instituto Nacional<br />
de Ecología.<br />
Cotler Ávalos, Helena; Blasco, Cecilia; Hernández García, Diego Raúl;<br />
González Mora, Ignacio; Herrerías Guerra, Gisela; Illsley, Catarina;<br />
Pineda, Raúl y Román, Tania (2009), “Algunos factores de<br />
éxito para el manejo integral de cuencas en México”, 9° Congreso<br />
Mundial de Tierras Silvestres (WILD 9), Ciudad de México,<br />
Alianza WWF-Fundación Gonzalo Río Arronte IAP.<br />
Cotler Ávalos, Helena y Pineda López, Raúl (2008), “Manejo integral de<br />
cuencas en México, ¿Hacia dónde vamos?”, Boletín del Archivo<br />
Histórico del Agua, núm, 39, Ciudad de México, Comisión Nacional<br />
del Agua, pp. 16-21.
294 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
Corona, Eduardo (2010), “Los escenarios paleobiológicos para las interacciones<br />
entre las sociedades y el medio ambiente de la región<br />
de Morelos”, en Horacio Crespo (dir.), Historia de Morelos, tierra,<br />
gente, tiempos del sur, tomo II, Cuernavaca, Congreso del Estado<br />
de Morelos, pp. 31-42.<br />
Crumley, Carole (1994), Historical Ecology, Santa Fe, School of American<br />
Research.<br />
CyN Ingeniería y Consultoría de Morelos (2013), “Plan Estratégico para<br />
la Recuperación Ambiental de las Barrancas del Norponiente de<br />
Cuernavaca”, Cuernavaca, Gobierno del Estado de Morelos.<br />
Domínguez, Judith y Carrillo-Rivera, José Joel (2007), “El agua subterránea<br />
como elemento de debate en la historia de México”, en<br />
Alicia Mayer, (coord.), México en tres momentos: 1810-1910-2010,<br />
Ciudad de México, Universidad Nacional Autónoma de México,<br />
,<br />
13 de agosto de 2020.<br />
Dourojeanni Ricordi, Alex (2004), “Si sabemos tanto sobre qué hacer en<br />
materia del manejo integrado del agua y cuencas ¿Por qué no lo<br />
podemos hacer?”, en Helena Cotler Ávalos, (coord.), El manejo<br />
integral de cuencas en México. Estudios y reflexiones para orientar la<br />
política ambiental, Ciudad de México, Secretaria de Medio<br />
Ambiente y Recursos Naturales, pp.135-172.<br />
Dourojeanni Ricordi, Alex (2001), “Gestión Integrada de Recursos<br />
Hídricos ¿otra meta teórica?”, Cuarto diálogo interamericano<br />
sobre administración de aguas, 2-6 de septiembre de 2001, Foz<br />
do Iguazú, Paraná, Brasil.<br />
Dourojeanni Ricordi, Alex; Jouravelev, Andrei y Chávez, Guillermo<br />
(2002), Gestión del agua a nivel de cuencas: teoría y práctica, Ciudad<br />
de México, Naciones Unidas-El Colegio de México.<br />
El Colegio de Morelos (2018), “Plan para el manejo integral del sistema de<br />
barrancas del norponiente de Morelos”, Cuernavaca, El Colegio de<br />
Morelos-Fundación Biosfera del Anahuac, A.C.-Reconcilia, A.C.<br />
FAO (Food and agriculture organization) (2007), La nueva generación de<br />
programas y proyectos de gestión de cuencas hidrográficas, Roma, FAO.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
295<br />
Faustino, Jorge; Jiménez, Francisco y Campos, José Joaquín (2007), “La<br />
cogestión de cuencas hidrográficas en América Central: planteamiento<br />
conceptual y experiencias de implementación”, Turrialba,<br />
Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional-Centro Agronómico<br />
Tropical de Investigación y Enseñanza.<br />
Flores Armillas, Víctor Hugo (2016), “Diagnóstico socioeconómico y<br />
biológico de la nanocuenca ‘El Pantano’, municipio de Jiutepec,<br />
Morelos”, en Víctor Flores Armillas, Fernando Jaramillo Monroy,<br />
Oscar Pohle Morales, Carmen Rodríguez de Gante, José Luis<br />
Rodríguez de Gante (2016), Nanocuenca El Pantano. Programa<br />
de manejo y gestión comunitaria del agua y el territorio, Cuernavaca,<br />
Fundación Biosfera del Anahuac, A.C., pp. 52-57.<br />
Flores Armillas, Víctor; Jaramillo Monroy, Fernando; Pohle Morales,<br />
Oscar; Rodríguez de Gante, Carmen; Rodríguez de Gante, José<br />
Luis (2016), Nanocuenca El Pantano. Programa de manejo y gestión<br />
comunitaria del agua y el territorio, Cuernavaca, Fundación Biosfera<br />
del Anahuac, A.C.<br />
Flores Villela, Óscar y Gerez, Patricia (1994), Biodiversidad y conservación<br />
en México: vertebrados, vegetación y uso del suelo, Ciudad de México,<br />
Universidad Nacional Autónoma de México/Facultad de Ciencias.<br />
FMCN (Fondo Mexicano de Conservación de la Naturaleza) (2014),<br />
“Programa Cuencas y Ciudades. Manejo integral de cuencas a<br />
través de la participación social y la visión de largo plazo”, Ciudad<br />
de México, FMCN-Fundación Gonzalo Río Arronte.<br />
Fries, Carl (1960), “Geología del estado de Morelos y partes adyacentes<br />
de México y Guerrero, región central meridional de México”,<br />
Boletín del Instituto de Geología, núm. 60, Ciudad de México,<br />
Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 1-236.<br />
Fries, Carl (1956), “Bosquejo geológico de la porción central y occidental<br />
del Estado de Morelos y de áreas contiguas de los estados de<br />
México y Guerrero”, <strong>XX</strong> Congreso Geológico Internacional<br />
(México, Libreto-guía, Ciudad de México, Universidad Nacional<br />
Autónoma de México.<br />
García Barrios, José Raúl; Jaramillo Monroy, Fernando; Rodríguez Cota,<br />
Manuel; Carrillo Acuña, Dolores; Tamayo Pérez, Luis; Guerrero<br />
Goff, Flora; Valdes Kuri, Laura; Márquez García, Ivonne; Gómez
296 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
Castelán, Abril; Swayer, Ron; Bolongaro Recásens, Andrea; Sarmiento<br />
Galán, Antonio; Flores Armillas, Víctor Hugo; González<br />
Zurita, Jazmín y Padilla Martínez, Beatriz (2015), “La necesidad<br />
de autonomía de la política ambiental y el Instituto Morelense de<br />
Planificación Estratégica Ambiental”, en Valentino Sorani y Maria<br />
Luisa Alquicira, (eds.), Perspectivas del ordenamiento territorial<br />
ecológico en América y Europa, Cuernavaca, International Society<br />
of Land Planning and Ecological Planning, pp. 17-52.<br />
García Barrios, José Raúl; Torres Gómez, Martha Gabriela y Jaramillo<br />
Monroy, Fernando (2008), Las Barrancas de Cuernavaca, Ciudad<br />
de México, Universidad Nacional Autónoma de México/Centro<br />
Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, ,<br />
11 de<br />
octubre de 2020.<br />
García García, Antonino y Kaufer Michel, Edith (2011), “Las cuencas<br />
compartidas entre México, Guatemala y Belice: un acercamiento<br />
a su delimitación y problemática general”, Frontera Norte, 23 (45),<br />
Tijuana, El Colegio de la Forntera Norte, pp. 131-161, , 12 de agosto<br />
de 2020.<br />
Giordano, Marck and Shah, Tushaar (2014), “From IWRM back to<br />
integrated Water Resources Management”, International Journal<br />
of Water Resources Development, 30 (3), London, Taylor and Francis<br />
online, pp. 364-376, doi:10.1080/07900627.2013.851521<br />
Guzmán Puente, María Alicia de los Ángeles (2017), “Jagüeyes, patrimonio<br />
morelense para la sustentabilidad”, Inventio. La genesis de la<br />
cultura universitaria en Morelos, 13 (30), Cuernavaca, Universidad<br />
Autónoma del Estado de Morelos, pp. 29-37. , 13 de<br />
agosto de 2020.<br />
Guzmán Puente, María Alicia de los Ángeles (2010), Participación comunitaria<br />
y prácticas alternativas, hacia el manejo integral de cuencas,<br />
el caso de los Altos centrales de Morelos, Ciudad de México, Universidad<br />
Autónoma del Estado de Morelos-Juventud y Familia,<br />
A.C.-Plaza y Valdés Editores.<br />
GWP (Global Water Partnership) (2000), “Integrated Water Resources<br />
Management”, Stockholm, Global Water Partnership.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
297<br />
Ideam (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales)<br />
(2004a), “Curso Planificación del <strong>Territorio</strong> Rural. Orientaciones<br />
para la elaboración del Diagnóstico Territorial”, Bogotá, Ideam.<br />
Ideam (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales)<br />
(2004b), “Guía técnico cientifica para la ordenación y manejo de<br />
cuencas hidrográficas en Colombia”, Bogotá, Ideam.<br />
Ilyich, Iván (1993), El H 2<br />
O y las aguas del olvido, Madrid, Joaquín Mortiz-Planeta.<br />
IMTA-FGRA (Instituto Mexicano de Tecnología del Agua-Fundación<br />
Gonzalo Río Arronte) (2012), “Plan integral para el manejo<br />
sustentable de las Barrancas del Norponiente del Estado de Morelos”,<br />
Cuernavaca, IMTA.<br />
IMTA-FGRA-Semarnat-CEAMA-Conagua (Instituto Mexicano de Tecnología<br />
del Agua; Fundación Gonzalo Río Arronte; Secretaría de<br />
Medio Ambiente y Recursos Naturales; Comisión Estatal del<br />
Agua y Medio Ambiente; Comisión Nacional del Agua) (2008),<br />
“Plan Estratégico para la recuperación la Cuenca del Río Apatlaco”,<br />
Cuernavaca, IMTA.<br />
Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) (2017), “México en<br />
cifras, Morelos (17)”, Aguascalientes, Inegi, , 12 de octubre de 2020.<br />
Jaramillo Monroy, Fernando (2010), “La situación de las barrancas de<br />
Cuernavaca”, en Gabriela Cano (coord.), El arte de conservar. Las<br />
Barrancas del Estado de Morelos, Ciudad de México, Secretaría de<br />
Medio Ambiente y Recursos Naturales, pp. 16-37.<br />
Jensen, Kurt Morock (2013), “Viewpoint–swimming against the Current:<br />
Questioning Development Policy and Practice”, Water Alternatives,<br />
6 (2), Londres, University SOAS, pp. 276-283, , 13 de agosto de 2020.<br />
Kemper, Karin and Alvarado, Oscar (2001), “Water”, in Marcelo Giugale,<br />
Oliver Lafourcade and Vinh Nguyen (editors), “Mexico, A comprhensive<br />
Development Agenda for the New Era”, Working paper<br />
29801, Washington, D.C. The World Bank, pp. 619-643,
298 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
documents1.worldbank.org/curated/en/300371468774563671/<br />
pdf/29801000182131491417.pdf>, 13 de agosto de 2020.<br />
León Portilla, Miguel (1992), “El agua: universo de significaciones y<br />
realidades en Mesoamérica”, Ciencias, núm. 28, Ciudad de<br />
México, Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 1-8,<br />
, 13 de agosto de 2020.<br />
Lasso Otaya, Hugo Hernán (2014), “Historia ambiental del río Machángara<br />
en Quito del siglo <strong>XX</strong>”, tesis de maestría, Facultad Latinoamericana<br />
de Ciencias Sociales, Quito.<br />
López, Carlos Eduardo y Ospina, Guillermo András (2008), Ecología<br />
histórica, interacciones entre sociedad-ambiente a distintas escalas<br />
socio-temporales, Pereira, Universidad Tecnológica Pereira.<br />
Maass Moreno, José Manuel (2015), “El manejo de cuencas desde un<br />
enfoque socio-ecosistémico”, Cuencas de México, núm. 1, Coatepec,<br />
Fomento a los Consejos de Cuenca de la Región Golfo<br />
Centro, A. C.-Comisión Nacional del Agua, pp. 3-8.<br />
Maass Moreno, José Manuel y Cotler Ávalos, Helena (2005), “El protocolo<br />
para el manejo de ecosistemas en cuencas hidrográficas”, en<br />
Helena Cotler (comp.), El manejo integral de cuencas en México.<br />
Estudios y reflexiones para orientar la política ambiental, Ciudad<br />
de México, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales,<br />
Instituto Nacional de Ecología, pp, 41-58, , 13 de agosto<br />
de 2020.<br />
Martínez Valdés, Yaset y Villalejo García, Víctor Michel (2018), “La<br />
gestión integrada de recursos hídricos: una necesidad de estos<br />
tiempos”, Ingeniería Hidráulica y Ambiental, <strong>XX</strong>XIX (1), La<br />
Habana, Universidad Tecnológica de la Habana, pp. 58-72,<br />
, 11 de<br />
marzo de 2020.<br />
Mederey Rascón, Laura Elena y Gutiérrez Hernández, José Evelio (2013),<br />
Los problemas del agua y de las cuencas hidrológicas vinculados a las<br />
ciudades. Estudios de caso de Cuba y México, Ciudad de México,<br />
Universidad Nacional Autónoma de México/Instituto de Geografía.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
299<br />
Merlinsky, Gabriela (2013), Política, derechos y justicia ambiental. El Conflicto<br />
del Riachuelo, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.<br />
Mirassou, Susana Beatriz (2009), “La gestión integral de los recursos<br />
hídricos: aportes a un desarrollo conceptual para la gobernabilidad<br />
del agua”, tesis de doctorado, FLACSO, Sede Académica Argentina,<br />
Buenos Aires, , 13 de agosto de 2020.<br />
Molina Molina, Ibeth y Ramírez Seguro, Ricardo (2009), “Re-significando<br />
el territorio: El caso de la cuenca del Río Tunjuelo”, <strong>Revista</strong><br />
Mediaciones, 9 (1), Bogotá, MD Uniminuto, pp. 123-142.<br />
Moreno Díaz, Alonso y Renner, Isabel (2007), Gestión integral de cuencas.<br />
La experiencia del Proyecto Regional Cuencas Andinas, Lima, Centro<br />
Internacional de la Papa.<br />
Olivares, Roberto y Sandoval, Ricardo (2008), El agua potable en Mexico,<br />
Historia reciente, actores, procesos y propuestas, Ciudad de México,<br />
Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento, A.C.<br />
Oswald Spring, Úrsula y Hernández Rodríguez, María de Lourdes (2005),<br />
El valor del agua: una visión socioeconómica de un conflicto ambiental,<br />
Tlaxcala, El Colegio de Tlaxcala.<br />
Ouysse, Samira; Wehncke, Elisabet Veronica and Carrillo Rivera, José<br />
Joel (2018), “Investigation regional groundwater flow systems in<br />
Baja California central desert region”, International Journal of<br />
Hydrology, 2 (1), Budapest, MedCreave Group, pp. 1-11,<br />
doi:10.15406 / ijh.2018.02.00057<br />
Palerm, Angel y Wolf, Eric (1972), “Potencial ecológico y desarrollo<br />
cultural en Mesoamérica”, Agricultura y civilización en Mesoamérica,<br />
<strong>vol</strong>. 32, Ciudad de México, Secretaria de Educación<br />
Pública, pp. 149-205.<br />
POTL (Periódico Oficial Tierra y Libertad) (2014), “Decreto por el que<br />
se expide el Programa de Ordenamiento Ecológico Regional<br />
del Estado de Morelos”, 29 de septiembre, Cuernavaca,<br />
Gobierno del Estado de Morelos, ,<br />
13 de agosto de 2020.
300 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
POTL (Periódico Oficial Tierra y Libertad) (2013), “Plan Municipal de<br />
Desarrollo de Jiutepec 2013- 2015”, 11 de septiembre, Cuernavaca,<br />
Gobierno del Estado de Morelos, , 13 de agosto de 2020.<br />
POTL (Periódico Oficial Tierra y Libertad) (2012), “Programa de Ordenamiento<br />
Ecológico Local del <strong>Territorio</strong> del Municipio de Jiutepec,<br />
Morelos”, 25 de enero, Cuernavaca, Gobierno del Estado de<br />
Morelos, , 11 de octubre de 2020.<br />
POTL (Periódico Oficial Tierra y Libertad) (2009), “Programa de Ordenación<br />
de Zona Conurbada Intermunicipal en su modalidad de<br />
Centro de Población de Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec,<br />
Temixco y Xochitepec”, 27 de octubre, Cuernavaca, Gobierno<br />
del Estado de Morelos, ,<br />
13 de agosto de 2020.<br />
Pohle Morales, Oscar (2016), “Caracterización y diagnóstico físico de la<br />
MEP, Jiutepec, Morelos”, Jiutepec, Fundación Biosfera del Anáhuac,<br />
A.C.<br />
Pohle Morales, Oscar (s.f.a), “Caracterización física del pueblo de San<br />
Antón y áreas adyacentes”, s.p.i.<br />
Pohle Morales, Oscar (s.f.b), “Informe final sobre los estudios: topográfico,<br />
hidrológico e hidrogeológico del sitio denominado ‘MEP’ o ‘Joya<br />
del Huevo’”, s.p.i.<br />
Rojas Rabiela, Teresa y Pérez Espinosa, José Genovevo (1985), La cosecha<br />
del agua en la cuenca de México: La pesca en el medio lacustre y chinampero<br />
de San Luis Tlaxialtemalco, Ciudad de México, Centro de<br />
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.<br />
Sánchez Cohen, Ignacio; Oswald Spring, Úrsula; Díaz Padilla, Gabriel;<br />
Gonzalez Barrios, José Luis (2010), “Manejo integral del agua en<br />
cuencas hidrológicas. Multidisciplina y multiinstitucionalidad como<br />
paradigmas de acción”, en Úrsula Oswald Spring (coord.), Retos de<br />
la Investigación del Agua en México, Ciudad de México, Banco de<br />
México-Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 35-43.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
301<br />
Sánchez Resendiz, Víctor Hugo (2006), “Ejidos urbanizados de Cuernavaca”,<br />
Identidad y <strong>Territorio</strong>, 1 (1), Cuernavaca, Unión Latinoamericana<br />
de Extensión Universitaria, pp. 67-92, , 13 de agosto de 2020.<br />
Scarborough, Vernon Lee (2003), The Flow of Power: Ancient Water Systems<br />
and Landscapes, Santa Fe, School for Advanced Research Press.<br />
Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) (2013),<br />
Cuencas hidrográficas. Fundamentos y perspectivas para su manejo<br />
y gestión, Ciudad de México, Semarnat.<br />
Sguerra, Sandra Yolima; Bejarano, Patricia; Rodríguez, Octavio Alberto;<br />
Blanco, Javier Tomás; Jaramillo, Óscar y Sanclemente, Gloria<br />
Helena (2011), “Corredor de Conservación Chingaza–Sumapaz–<br />
Guerrero. Resultados del Diseño y Lineamientos de Acción”,<br />
Bogotá, Conservación Internacional Colombia y Empresa de<br />
Acueducto y Alcantarillado de Bogotá E.S.P.<br />
Smith, Michel (2018), “La época Posclásica en Morelos: surgimiento de<br />
los tlahuicas y xochimilcas”, en Sandra López Varela (coord.),<br />
Historia de Morelos. Tierra, gente, tiempos del Sur. La arqueología<br />
en Morelos, Tomo II, Cuernavaca, Universidad Autónoma del<br />
Estado de Morelos, pp. 131-156.<br />
Tschinkel, Henry y Pérez, Carlos (2001), “Enfoques más efectivos para<br />
el manejo de cuencas hidrográficas en los ríos Motagua y Polochic”,<br />
Ciudad de Guatemala, Agencia de E.U.A. para el Desarrollo<br />
Internacional.<br />
UAEM-Unicedes, (Universidad Autónoma del Estado de Morelos-Unidad<br />
Central de Estudios para el Desarrollo Social) (1999), Perspectivas<br />
para el desarrollo social en la microcuenca del Río Apatlaco, Cuernavaca,<br />
UAEM.<br />
UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza)<br />
(2009), Guía para la elaboración de planes de manejo de microcuencas,<br />
San Marcos, UICN.<br />
Vargas Velázquez, Sergio (2018), “Conflicts and Social Movements on<br />
Water in Mexico, from the IWRM Perspective”, Aqua-LACK, 10<br />
(1), Montevideo, Unesco, pp. 120-133.
302 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
Vargas Velázquez, Sergio; Güitron de los Reyes, Alberto y Hernández<br />
Arce, Cipriana (2010), Guía para la construcción de consensos en<br />
la gestión integrada del agua, Jiutepec, Instituto Mexicano de<br />
Tecnología del Agua.<br />
Villaseñor, José Luis (2010), El bosque húmedo de montaña en México y<br />
sus plantas vasculares. Catálogo florístico-taxonómico, Ciudad de<br />
México, Universidad Nacional Autónoma de México.<br />
Von Mentz, Brígida (1993), “Los habitantes de los pueblos de Morelos, de<br />
la época prehispánica a los albores de la Re<strong>vol</strong>ución”, en David<br />
Moctezuma Navarro y Medardo Tapia Uribe (coords.), Morelos el<br />
Estado, Cuernavaca, Gobierno del Estado de Morelos, pp. 19-54.<br />
Yu, Xuan and Duffy, Christopher (2018), “Watershed Hydrology: Scientific<br />
Advances and Environmental Assessments”, Water, 10 (3),<br />
288, Basilea, MDPI, doi:10.3390/w10030288<br />
Walker, Brian; Gunderson, Lance; Quinlan, Allyson; Kinzig, Ann; Cundill,<br />
Georgina; Beier, Colin; Crona, Beatrice and Bodin, Örjan<br />
(2010), “Assessing Resilience in Socialecological Systems: Workbook<br />
for Practitioners”, Stockholm, ResearGate, , 11 de octubre de 2020.<br />
World Vision (2000), Manual de manejo de cuencas, Montreal, World Vision.<br />
Recibido: 3 de abril de 2020.<br />
Reenviado: 6 de agosto de 2020.<br />
Aceptado: 28 de agosto de 2020.<br />
Fernando Jaramillo Monroy. Es doctor en Ciencias Naturales por la<br />
Universidad Autónoma del Estado de Morelos y doctor en Estrategias de<br />
Planificación del <strong>Territorio</strong> por la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla,<br />
España, maestro en Ordenación Territorial por la Universidad Internacional<br />
de Andalucía y Biólogo, mastozoólogo por la Facultad de Ciencias,<br />
Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente es director de<br />
la Fundación Biosfera del Anahuac, A.C. y jefe de transferencia del conocimiento<br />
del Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación de<br />
la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Sus líneas de investigación<br />
son Ordenación territorial, Gestión ambiental, <strong>Sociedad</strong> y medio ambiente,<br />
Manejo de fauna silvestre, Cuencas hidrográficas, Manejo de recursos<br />
naturales, entre otros. Entre sus más recientes publicaciones se encuentran:<br />
como coeditor, “Plan para el manejo integral del Sistema de Barrancas del
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 275-304<br />
303<br />
Norponiente de Morelos”, Cuernavaca, Fundación Biosfera del Anáhuac,<br />
A.C.-Reconcilia, A.C. (2018); “Programa de manejo y gestión comunitaria<br />
del agua y el territorio de la microcuenca “Barranca Chalchihuapan”, Cuernavaca,<br />
Fundación Biosfera del Anáhuac, A.C.-Reconcilia, A.C.-Fundación<br />
Doster, A.C.-Fundación Gonzalo Río Arronte, IAP-Conacyt-CIByC-<br />
UAEM (2018); como coautor, “Rescatando el Salto de San Antón. Una<br />
historia reciente de construcción institucional”, <strong>Economía</strong> Mexicana. Nueva<br />
Época, 16 (2), Ciudad de México, Centro de Investigación y Docencia<br />
Económicas, pp. 307-336 (2007).<br />
Elisabet Verónica Wehncke Rodríguez. Es doctora en Ciencias por la<br />
Universidad Nacional Autónoma de México y bióloga por la Universidad<br />
de Buenos Aires. Actualmente es profesora-investigadora del Centro de<br />
Investigación en Biodiversidad y Conservación de la Universidad Autónoma<br />
del Estado de Morelos. Integrante del Sistema Nacional de Investigadores,<br />
nivel I. Sus líneas de investigación actuales son Ecología,<br />
dinámica y manejo de ecosistemas riparios, Interacciones planta animal y<br />
Ecología de comunidades de plantas, con interés particular en entender<br />
los procesos que determinan sus patrones de abundancia y distribución.<br />
Entre sus más recientes publicaciones se encuentran, como coautora,<br />
“Physical Environmental Conditions determine Ubiquitous Spatial<br />
Differentiation of standing Plants and Seedbanks in Neotropical riparian<br />
dry Forests”, PLoS ONE, 14 (3), e0212185, San Francisco, Public Library<br />
of Science, (2019); “Diferencias sociales y de conocimiento en niños de<br />
educación básica en comunidades del río Amacuzac, Morelos”, Región y<br />
sociedad, <strong>vol</strong>. 31, e1047, Hermosillo, El Colegio de Sonora, (2019); e<br />
“Investigating Regional Goundwater Flow Systems in Baja California<br />
Central Desert Region”, International Journal of Hydrology, 2 (1), Budapest,<br />
MedCrave Publishing, pp. 83-93 (2018).<br />
Víctor Hugo Flores Armillas. Es candidato a doctor en Ciencias Naturales<br />
por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, maestro en<br />
Ciencias Ambientales por la Universidad Nacional Autónoma de México<br />
y biólogo, mastozoólogo, egresado de la Facultad de Ciencias Biológicas,<br />
Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Entre sus líneas de investigación<br />
se encuentran: Conservación, Agua, Ecología, Biodiversidad,<br />
Especies exóticas, Áreas naturales protegidas, Cambio climático, Sistemas<br />
de Información Geográfica, Construcción de ecotecnias, Manejo integrado<br />
de cuencas, Participación ciudadana, Divulgación de la ciencia y Planificación<br />
para el uso y manejo de recursos naturales. Algunas de sus más<br />
recientes publicaciones son, como coautor, “Human-wildlife Conflicts<br />
in Mexico: Review of Status and Perspectives”, Ecosistemas y Recursos
304 F. Jaramillo Monroy et al.: Enfoque regional de manejo integrado del agua…<br />
Agropecuarios, 7 (1), e2274, Villahermosa, Universidad Juárez Autónoma<br />
de Tabasco, (2020); “Landscape Features Associated with Damage to<br />
Maize (Zea mays) Fields in Central México: A Comparison of Wind and<br />
Wildlife Damage”, Agriculture, 10 (10), Basel, MDPI, pp. 1-15 (2020);<br />
como coeditor, “Plan de manejo integral del sistema de Barrancas del<br />
Norponiente de Morelos”, Cuernavaca, El Colegio de Morelos-Fundación<br />
Biósfera del Anáhuac, A.C.-Reconcilia A.C. (2018).<br />
Oscar Mario Pohle Morales. Ingeniero geólogo por la Facultad de Ingeniería<br />
de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es consultor<br />
independiente. Entre sus líneas de investigación y de trabajo se encuentran:<br />
Estudios geológicos, hidrogeológicos y geotécnicos, relacionados con<br />
problemas ambientales. Sus más recientes publicaciones son, como coeditor,<br />
Nanocuenca El Pantano. Programa de manejo y gestión comunitaria<br />
del agua y el territorio, Cuernavaca, Fundación Biosfera del Anáhuac, A.C.<br />
(2016), como coautor, “Identifying Suitable Sanitary Landfill Locations<br />
in the State of Morelos, México, using a Geographic Information System”,<br />
Physics and Chemistry of the Earth”, <strong>vol</strong>. 37-39, Ámsterdam, Elsevier,<br />
pp. 2-9 (2012); en coautoría: “Programa de manejo y gestión comunitaria<br />
del agua dentro de la nanocuenca de ‘El Pantano’, Jiutepec, Morelos<br />
México”, Cuernavaca, Fundación Gonzalo Río Arronte (2016).<br />
Xavier López-Medellín. Doctor en ciencias naturales por la Universidad<br />
Autónoma Nacional de México. Actualmente es profesor-investigador del<br />
Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación de la Universidad<br />
Autónoma del Estado de Morelos. Es miembro del Sistema Nacional<br />
de Investigadores, nivel I. Su línea de investigación actual es el manejo<br />
y conservación de los recursos naturales. Entre sus más recientes publicaciones<br />
destacan como coautor: “How do policy-influential stakeholders<br />
from the Madrid región (Spain) understand and perceive the relevance<br />
of agroecology and the challenges for its regional implementation?”,<br />
Landbauforsch, Journal of Sustainable Organic Agriculture Systems, 70 (2),<br />
Westerau, Landbauforsch, Journal of Sustainable Organic Agriculture<br />
Systems, pp. 145-156 (2020); “Landscape Features Associated with<br />
Damage to Maize (Zea mays) Fields in Central México: A Comparison<br />
of Wind and Wildlife Damage”, Agriculture, 10 (10), 460 (2020); y “El<br />
desarrollo acelerado de megaproyectos: amenazas a la biodiversidad”,en<br />
La Biodiversidad en Morelos. Estudio de Estado 2, Vol. III, Ciudad de<br />
México, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad,<br />
pp. 161-168 (2020).
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 305-314.<br />
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 305-314<br />
DOI: https://doi.org/10.22136/est20211680<br />
Mitigando la crisis económica<br />
del COVID: actuar rápido y hacer<br />
lo que sea necesario<br />
305<br />
Mitigating the COVID economic crisis: Act<br />
fast and do whatever it takes<br />
Baldwin, Richard and Weder di Mauro, Beatrice (eds.) (2020),<br />
Mitigating the COVID economic crisis: Act fast and do whatever<br />
it takes, VoxEU.org eBook, CEPR Press, Londres, 219 pp.,<br />
ISBN: 978-1-912179-29-9<br />
Introducción<br />
Este interesante y profuso libro hace un recorrido por las principales decisiones<br />
de política económica tomadas –o que, en opinión de los autores,<br />
deberían haberse tomado– en distintos países para mitigar los efectos de la<br />
pandemia provocada por el COVID-19. A diferencia de la mayoría de los<br />
análisis monográficos, que se elaboran una vez que hay suficiente evidencia<br />
contrastable sobre el tema en cuestión, la obra analizada apuesta por<br />
reunir y presentar de forma descriptiva a la vez que crítica, las respuestas<br />
nacionales (principalmente europeas y asiáticas) ante la magnitud y e<strong>vol</strong>ución<br />
de la emergencia sanitaria, bajo una visión económico-normativa.<br />
La obra reseñada es producto del trabajo colaborativo de un amplio<br />
grupo de destacados investigadores en el ámbito económico, liderados<br />
por Richard Baldwin y Beatrice Weder di Mauro, profesores de economía<br />
internacional en el Instituto de Altos Estudios Internacionales y del<br />
Desarrollo (Suiza) y en la Universidad Johannes Gutenberg (Alemania),<br />
respectivamente, quienes fungen como editores de ésta. El libro se divide<br />
en 24 apartados y un capítulo introductorio firmado por los editores,<br />
donde se expone la intención de contribuir al análisis de las reacciones<br />
políticas y económicas ante este fenómeno inesperado y cambiante, destacando<br />
el riesgo de que malas soluciones temporales puedan acarrear<br />
graves problemas duraderos. Esta reseña pretende sintetizar y articular las<br />
principales ideas de estos apartados.
306 Reseña<br />
Estructura del libro<br />
Durante el primer semestre del año 2020 buena parte de los gobiernos<br />
del mundo estuvieron trabajando en el diseño e implementación de políticas<br />
fiscales, financieras, laborales e industriales, entre otras que, de<br />
acuerdo con su visión del problema, reducen el daño económico derivado<br />
de la pandemia del COVID-19. Para enfrentar esta coyuntura, Charles<br />
Wyplosz sugiere recurrir a los apoyos directos dejando de lado el riesgo<br />
moral. Para el autor, la capacidad de los países miembros de la Unión<br />
Europea (UE) para coordinarse en esta tarea será un determinante crucial.<br />
Aunque la crisis es económica y no financiera, los mercados ya empiezan<br />
a entrar en pánico, lo que se observa en la adopción de posiciones cortas<br />
por parte de los inversores.<br />
Pierre Olivier Gourinchas propone aplanar la curva epidémica, aunque<br />
ello inevitablemente aumentará la curva de recesión que amenaza con<br />
dañar la compleja red de vínculos que hacen que la economía funcione.<br />
Esta compensación está detrás de las acciones de algunos líderes cuando<br />
retrasan las políticas de contención. Para Gourinchas, la prioridad debe<br />
ser garantizar el empleo y pago de salarios, y que las empresas puedan<br />
evitar la bancarrota, permitiéndoles hacer pagos parciales de impuestos<br />
(o condonándoselos) y otorgándoles préstamos en condiciones favorables.<br />
Gita Gopinath plantea que la prioridad debe ser mantener a la gente<br />
sana y resguardada. Los cierres comerciales están llevando a la reducción<br />
de la producción, sumada a la del consumo, principalmente, de bienes<br />
no indispensables. Por otro lado, hay una reducción directa en la oferta<br />
de mano de obra (por recortes, licencias forzosas, etcétera). Además, las<br />
empresas que dependen de cadenas globales de suministro están dejando<br />
de obtener los insumos que necesitan. Para Gopinath, estos efectos serán<br />
particularmente graves para sectores como el turismo, el transporte aéreo<br />
y la hostelería. En su opinión, el costo del dinero podría aumentar por<br />
el temor al incumplimiento de pagos. Una reducción del crédito podría<br />
amplificar la desaceleración cuyos efectos se generalizarían a través del<br />
comercio internacional y los vínculos financieros. En su opinión, la<br />
pandemia tiene a consumidores y a empresas de todo el mundo posponiendo<br />
decisiones.<br />
Olivier Blanchard destaca la responsabilidad del Banco Central Europeo<br />
en la contención de la crisis y afirma que no debería primar el riesgo<br />
moral sino sólo el auxilio para los miembros que lo necesitan, y la consideración<br />
de que dicho apoyo podría ser la única vía para salvar la zona.<br />
Sin embargo, esto requerirá del acuerdo entre los países miembros.<br />
Alberto Alesina y Francesco Giavazzi se preguntan de qué tamaño debe<br />
ser la respuesta política al shock económico provocado por la pandemia.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 305-314<br />
307<br />
Argumentan que la reacción del gobierno italiano fue inicialmente muy<br />
modesta, aunque ésta se elevó rápidamente hasta llegar a comprometer un<br />
porcentaje del PIB superior al estipulado por las normas de la zona euro.<br />
Para los autores, el gobierno tiene que plantearse objetivos claros que den<br />
certidumbre a la población, más allá de discusiones presupuestales.<br />
Por otra parte, Jordi Galí indica que la rápida propagación del coronavirus<br />
constituye un desafío para los sistemas de salud y que, aun con<br />
medidas como el confinamiento, las restricciones de movilidad y el cierre<br />
temporal de comercios, no se podrá evitar una importante pérdida de<br />
vidas humanas. Esas medidas, aunque necesarias, tendrán un impacto<br />
negativo en muchos sectores. Para revertirlo, los gobiernos podrían otorgar<br />
a las empresas afectadas (incluyendo a los autoempleados) los recursos<br />
para cumplir con sus compromisos ineludibles. Según Galí, el gobierno<br />
tiene una alternativa para financiar un programa fiscal de emergencia, a<br />
saber: inyectar dinero a la economía a través de los bancos centrales sin<br />
registrar activos o pasivos en sus balances. Esta intervención es conocida<br />
como ‘helicóptero de dinero’.<br />
Stefano Ramelli y Alexander Wagner hablan de la respuesta del mercado<br />
de valores a la pandemia. Ellos indican que, al inicio de la emergencia, el<br />
mercado mantuvo un buen nivel de retornos, los cuales finalmente se desvanecieron<br />
conforme fue creciendo la percepción de que los problemas de<br />
liquidez y deuda corporativa podrían llegar a convertirse en una compleja<br />
crisis financiera. Para los autores, estas decisiones estuvieron basadas en<br />
comportamientos de rebaño y no en expectativas individuales.<br />
Shang Jin Wei cree que esta crisis representa una oportunidad desaprovechada<br />
por muchos países. El necesario distanciamiento social también<br />
ejercerá un fuerte impacto negativo en el conjunto de la economía,<br />
que será crítico para algunos sectores en el medio plazo. Las reservas de<br />
efectivo de muchas empresas se agotarán rápidamente, sobre todo en el<br />
caso de las micro y pequeñas empresas (MyPEs), que serán las más afectadas.<br />
Para Wei, el resultado de la coordinación de los programas de<br />
estímulos fiscales entre varios países es de mejor pronóstico que el desarrollo<br />
de acciones individuales que podrían terminar afectando sobre todo<br />
a los países más pequeños y dependientes del exterior.<br />
Para mantener viva la actividad económica y social, una parte importante<br />
del comercio minorista y las tareas académicas y laborales se podrían<br />
llevar a cabo en línea, siempre que exista en la sociedad un amplio acceso<br />
a internet, aceptación generalizada de pagos digitales y sistemas de entrega<br />
económicos y eficientes, de acuerdo con el autor. La crisis está forzando<br />
el cambio de hábitos hacia el uso exhaustivo de esta posibilidad tecnológica.<br />
El autor asegura que las sociedades que promuevan inversiones a
308 Reseña<br />
favor de la economía digital e identifiquen y aprovechen su potencial,<br />
serán los ganadores.<br />
Yi Huang y colaboradores afirman que, durante el período del brote<br />
en China, la política económica tuvo como objetivo el apoyo a través<br />
de estímulos fiscales, deducciones de impuestos y exenciones de pago de<br />
obligaciones a sectores estratégicos e industrias gravemente afectadas<br />
por la epidemia, tales como los del transporte, restaurantes, hostelería,<br />
manufactura y venta minorista. Ellos refieren que las instituciones<br />
financieras implementaron una serie de medidas de apoyo, especialmente<br />
orientadas a las MyPEs, entre las que se encuentran la reducción de las<br />
tasas de interés, la renegociación de préstamos y el suministro de líneas<br />
de crédito a través de una ventanilla exclusiva. Para Huang, el 85% de<br />
las MyPEs no tiene capacidad de sobrevivir más de tres meses a una<br />
reducción dramática de la demanda.<br />
Asimismo, los autores encuentran que las plataformas fintech tienen<br />
ventajas en comparación con los mecanismos tradicionales de provisión de<br />
crédito a las MyPEs, tales como el uso de big data para la calificación crediticia,<br />
facilidades en el manejo de requisitos de ingreso, mecanismos para<br />
otorgar préstamos a gran escala o la posibilidad de hacer transacciones sin<br />
restricciones geográficas. En definitiva, pueden mejorar la tasa de supervivencia<br />
de las MyPEs, las que, al mismo tiempo, deben ser incentivadas a<br />
mejorar su digitalización.<br />
Jonathan Anderson muestra cómo las prioridades económicas en China<br />
fueron cambiando ante la emergencia. Él indica que el crecimiento se<br />
había desacelerado a este nivel sólo durante la crisis global 2008-2009 y<br />
la caída en las exportaciones de 2014-2015 y que, en ambos casos, se tuvo<br />
que dar una respuesta política aguda y dramática, conformada por herramientas<br />
macroeconómicas, tales como reducciones en las tasas de interés,<br />
inyecciones de liquidez del banco central, emisión de deuda cuasi fiscal<br />
y préstamos para proyectos de desarrollo.<br />
Danny Quah presenta la respuesta de política económica de Singapur<br />
ante el COVID-19, la cual ha incluido el reembolso de impuestos corporativos,<br />
más rápida amortización de las inversiones comprometidas,<br />
cofinanciación gubernamental de préstamos de capital de trabajo, flexibilidad<br />
en los pagos de alquiler para comercios en propiedades gubernamentales<br />
y el rediseño de programas de los sectores de turismo y<br />
transporte. Esta respuesta ha tenido tres grandes ejes: el económico, para<br />
reparar la caída en la demanda y oferta agregada y fallas de mercado; el<br />
científico, para enfrentar los desafíos médicos y de salud, y para generar<br />
confianza; y el político, donde, en opinión del autor, las autoridades han<br />
demostrado estar al mando de la situación y dispuestas a tomar las decisiones<br />
necesarias.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 305-314<br />
309<br />
Inkio Cheong relata que Corea del Sur se destacó por haber desarrollado<br />
y aplicado kits de prueba por encima del promedio internacional,<br />
lo que al parecer sirvió como medida de contención de contagios. Según<br />
Cheong, la industria de Corea del Sur está profundamente integrada con<br />
la China, por lo que la interrupción en la producción de piezas y suministros<br />
se dejó sentir con fuerza en aquel país. Lo anterior, aunado a las<br />
dificultades que presenta la logística internacional, está dejando a muchas<br />
corporaciones en una situación complicada. Las políticas de apoyo deberán<br />
dirigirse a evitar el cierre de las empresas, por ejemplo: a través de<br />
fondos para la conservación del empleo y la desgravación fiscal.<br />
A pesar de ser sólo una medida <strong>vol</strong>untaria para la mayoría, la población<br />
surcoreana decidió quedarse en casa de forma estricta, por lo que muchas<br />
MyPEs vieron reducida su demanda al grado de enfrentar la bancarrota.<br />
El gobierno estableció un fondo de gestión de emergencias para inyectar<br />
liquidez a las MyPEs. Para fomentar el consumo, se enfatizó el apoyo a<br />
los hogares de bajos ingresos, cubriendo gastos de subsistencia y otorgando,<br />
entre otros, cupones de consumo y subsidios para cuidado de niños. Sin<br />
embargo, los criterios de evaluación de los fondos están siendo muy<br />
rigurosos, lo que ha dificultado la dispersión.<br />
Agnès Bénassy-Quéré y su equipo plantean que esta grave crisis económica<br />
para Europa podría clasificarse en cuatro fases. En la primera, se<br />
muestra el efecto en la oferta de algunos sectores productivos, aunque las<br />
consecuencias a nivel macro son pequeñas. En la segunda, un fuerte shock<br />
de demanda sectorial y regional afecta generalmente al turismo, transporte<br />
aéreo, hostelería, comercio y entretenimiento. La tercera fase consiste en<br />
una interrupción general aguda de la actividad económica, por un shock<br />
de oferta agregada. En la fase cuatro llega la recuperación, que estará en<br />
función de la pérdida generalizada de ingresos, quiebras de MyPEs y la<br />
histéresis prevalente en los mercados.<br />
Siguiendo a los autores, la respuesta política depende de la fase. Durante<br />
la primera, las de mayor efecto son las medidas sectoriales de subvención.<br />
En la segunda fase conviene propiciar liquidez a través del aplazamiento<br />
del pago de impuestos, contribuciones sociales y programas de subsidios<br />
al desempleo. La tercera fase requiere medidas más generalizadas por la<br />
necesidad de intensificar el gasto en asistencia, considerando las pérdidas<br />
irrecuperables de algunos sectores y la necesidad de apoyo financiero a<br />
algunos estratos como el de las MyPEs, lo que puede atenderse a través<br />
del crédito y la desgravación fiscal. También puede ser necesario el apoyo<br />
a través de transferencias directas. En cuanto a la política monetaria, el<br />
mejor curso de acción es una relajación monetaria en coordinación con<br />
un estímulo fiscal. La fase cuarta requiere de acciones que reduzcan los<br />
efectos de la histéresis.
310 Reseña<br />
Luis Garicano propone que las instituciones europeas ayuden a los<br />
Estados miembros a cubrir sus gastos sanitarios. Él se suma a la opinión<br />
de que éste es un problema de capacidad fiscal y no de política monetaria.<br />
Para garantizar que la economía sobreviva a esta congelación, los miembros<br />
deben asegurar a los empleados y MyPEs contra el riesgo de quiebra y<br />
estimular la actividad económica, lo cual, según el autor, no está ocurriendo.<br />
Garicano cree que se debe contar con un fondo que cumpla con<br />
tres objetivos: ayudar a los cubrir los gastos médicos, proporcionar un<br />
respaldo financiero a las MyPEs y apoyar los esquemas de protección del<br />
empleo. Para el autor, el impacto disruptivo del COVID-19 podría hacer<br />
que algunas economías europeas se vean tentadas a renunciar a sus compromisos<br />
con el euro ante la posibilidad de un crecimiento descontrolado<br />
en su deuda.<br />
Philip Lane señala que, dada la reducción de ingreso tanto en MyPEs<br />
como en hogares, asegurar la oferta de crédito puede reducir el tamaño<br />
de la crisis. En ese sentido, las subastas de liquidez a tasas muy favorables<br />
pueden ayudar siempre que se destinen al sector privado, especialmente<br />
a MyPEs de los giros más afectados.<br />
Christian Odendahl y John Springford creen que los efectos de largo<br />
plazo sobre la economía pueden ser menos severos que los de la crisis<br />
financiera de 2008-2009 en la medida en que los gobiernos actúen con<br />
rapidez. La falta de liquidez ha hecho caer los mercados bursátiles y ha<br />
desencadenado una huida a la seguridad que se traduce en la revaloración<br />
de los bonos gubernamentales. Se requerirá una alianza entre bancos<br />
centrales nacionales, banca de inversión, reguladores y secretarías de<br />
finanzas que garantice la confianza en el sistema financiero. Además, los<br />
gobiernos deberán considerar esquemas de trabajo a corto plazo y apoyo<br />
directo a empleados con contratos temporales y autoempleados, que serán<br />
de los grupos más afectados, al no estar cubiertos por las medidas de<br />
carácter general. Plantean que el pago de un ingreso básico universal (una<br />
medida muy controvertida) que sea paulatinamente recuperable vía<br />
impuestos, no debe ser descartado como parte de las soluciones.<br />
Los autores también destacan las pérdidas irrecuperables en el sector<br />
de servicios. Muchas compras postergadas podrán hacerse una vez terminada<br />
la contingencia; los consumidores no podrán, sin embargo,<br />
compensar, por ejemplo, los espectáculos cancelados o los viajes no<br />
realizados. Así, el consumo social podría ser fuertemente golpeado, sobre<br />
todo si las medidas de contención y el miedo continúan por meses.<br />
Ugo Panizza expone que Italia ha presentado un modesto crecimiento<br />
del PIB (60% más bajo que el del promedio de la zona euro en los últimos<br />
25 años). El sector turístico italiano tiene el primer lugar en Europa en<br />
términos del personal empleado y el segundo como proporción del PIB.
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 305-314<br />
311<br />
Otra característica estructural importante de Italia es que tiene una de las<br />
mayores contribuciones europeas, provenientes de las MyPEs, economía<br />
informal y trabajadores independientes. Las medidas implementadas por<br />
el gobierno italiano incluyen crédito fiscal y disminución de impuestos<br />
para los sectores más afectados tales como el turismo y la logística. También,<br />
se otorgan para las MyPEs préstamos a largo plazo con tasa cero y<br />
suspensión del pago de cuotas de seguridad social y se analiza la implementación<br />
temporal del ingreso básico universal que llegue a personas<br />
que no estén cubiertas por las medidas de emergencia.<br />
Peter Bofinger y su equipo anticipan que Alemania se verá particularmente<br />
afectada por la caída del PIB y comercio mundial debido a su<br />
alta dependencia de las exportaciones y la manufactura. Los efectos<br />
negativos de las restricciones y medidas de seguridad generarán pérdidas<br />
irrecuperables en el consumo social. También afirman que, a corto plazo,<br />
el objetivo principal de política económica debe encaminarse a compensar<br />
los efectos negativos de la falta de liquidez corporativa y a estabilizar<br />
el sistema bancario. En el caso de una desaceleración duradera, la atención<br />
debe centrarse en garantizar el ingreso mínimo de las empresas y trabajadores<br />
(principalmente aquellos por cuenta propia). El Estado valora<br />
también hacer inversiones directas de capital en las empresas, aunque se<br />
reconoce que esto sería muy complejo de implementar en las MyPEs.<br />
Thorsten Beck dibuja un escenario en el que ni los hogares son capaces<br />
de pagar hipotecas y créditos, ni las empresas de producir bienes o<br />
servicios, lo que también socava su capacidad para pagar deudas. Para<br />
Beck, si bien parte de esta reducción está impulsada por la demanda, existen<br />
también efectos sustanciales de la oferta, llevada por su comportamiento<br />
procíclico. Se deben anticipar los efectos negativos de la contracción de<br />
los sectores económicos y financieros y actuar contracíclicamente de forma<br />
crítica y urgente. De acuerdo con el autor, la respuesta a la emergencia en<br />
los países de la UE no ha sido ni homogénea ni coordinada. El autor<br />
considera que en la zona euro llegó la hora de estar dispuesto a hacer “lo<br />
que sea necesario” para aplanar la curva de recesión y evitar daños duraderos<br />
a la economía.<br />
Nora Lustig y Jorge Mariscal afirman que en algunos sectores se ha<br />
dado una subestimación de la gravedad del problema que denota falta de<br />
preparación y sensibilidad. Por ejemplo, indican que, en las primeras<br />
etapas de la pandemia, el gobierno chino ocultó deliberadamente información<br />
y silenció a los que manifestaron preocupación en el tema. También,<br />
en los Estados Unidos (EUA), la administración Trump hizo un<br />
esfuerzo proactivo para minimizar el problema, a la vez que inició tardíamente<br />
los esfuerzos de contención. Para Lustig y Mariscal, la percepción<br />
sobre la pandemia se construye con base en los conocimientos médicos,
312 Reseña<br />
pero también está en función de las políticas de prevención, detección y<br />
contención, y de cómo estas políticas hagan sentir a la población, que<br />
cuenta con el respaldo de su gobierno.<br />
A los ojos de Jason Furman, la política ante la pandemia tiene seis<br />
premisas: mejor hacer mucho que poco, utilizar los mecanismos existentes,<br />
crear nuevos programas cuando sea necesario, no temer a la duplicación<br />
de esfuerzos o a que los ganadores sean otros, apoyarse del sector<br />
privado tanto como sea posible y asegurarse de que la respuesta sea<br />
dinámica y persistente.<br />
Pinelopi Goldberg manifiesta que muchas empresas han cerrado sus<br />
instalaciones y exigido a sus empleados que trabajen a distancia y que las<br />
videoconferencias están reemplazando a las reuniones presenciales dando<br />
lugar a ahorros en tiempo de desplazamiento y a otras externalidades<br />
positivas. Al mismo tiempo, los educadores de todos los niveles están<br />
trabajando a marchas forzadas en alternativas que reemplacen la instrucción<br />
en el aula. Para Goldberg, una vez que los estudiantes puedan regresar<br />
a las aulas, se deben seguir aprovechando estas innovaciones, sobre<br />
todo en los países en vías de desarrollo. Aunque será necesario asegurarse<br />
de compensar a los perdedores y de que el desarrollo económico no incremente<br />
la desigualdad social, tratar de retroceder el progreso no debe ser<br />
una alternativa.<br />
Adam Posen visualiza al nacionalismo económico como un fenómeno<br />
oportunista que puede surgir después de la disminución de la confianza<br />
en la economía global y el multilateralismo. Esto también sería en parte<br />
el resultado del desarrollo de las agendas políticas de los gobiernos con<br />
orientación autárquica que ven en las crisis su gran momento. En opinión<br />
del autor, esto no sólo corrompe y desincentiva la inversión y la productividad,<br />
sino que también aumenta el riesgo de surgimiento de relaciones<br />
de explotación y de conflicto entre naciones. Por otro lado, el desafío<br />
económico consiste en articular el financiamiento y la generación de<br />
empleo en los sectores de mayor afectación. Muchos de estos sectores<br />
están compuestos predominantemente por MyPEs jóvenes, y en algunos<br />
casos albergan trabajo informal. La transferencia de préstamos, así como<br />
la provisión de crédito comercial y el factoraje financiero tendrían un<br />
impacto positivo en esas MyPEs.<br />
Paul Krugman, en el último capítulo, discute la posibilidad de implementar<br />
estímulos fiscales y de política monetaria de forma permanente y<br />
en combinaciones poco convencionales. En opinión del autor, se debe<br />
aceptar que las bajas tasas de interés y el estancamiento secular podrían<br />
formar parte de la nueva normalidad a largo plazo. Aunque una política<br />
de estímulo permanente puede terminar por elevar las tasas de interés,<br />
para Krugman hay factores compensatorios que podrían amortizar el
<strong>Economía</strong>, <strong>Sociedad</strong> y <strong>Territorio</strong>, <strong>vol</strong>. xxi, núm. <strong>65</strong>, 2021, 305-314<br />
313<br />
riesgo. Bajo una lógica keynesiana, el autor destaca que cuando la economía<br />
se encuentra en una trampa de liquidez, la inversión pública adicional<br />
tiene un efecto multiplicador. Además, si la inversión es productiva, amplía<br />
las capacidades de la economía en materia de infraestructura y de programas<br />
de bienestar social. Finalmente, siguiendo al autor, la evidencia de que<br />
las recesiones temporales llegan a deprimir la producción, y con ello, el<br />
mercado de trabajo (histéresis) también debe tomarse en cuenta.<br />
Conclusiones<br />
Si no es posible siquiera saber cuánto durará, se antoja realmente complicado<br />
poder anticipar las implicaciones que esta pandemia tendrá en el<br />
desarrollo de los países y en el bienestar de los ciudadanos. Elementos<br />
como el temor social, las nuevas reglas de convivencia, el uso de la tecnología<br />
y los cambios en las expectativas de ingreso y de consumo, entre<br />
otros, tendrán un peso aún por determinar en la ecuación de lo que se ha<br />
dado en llamar nueva normalidad.<br />
De cualquier forma, la obra aquí reseñada es de gran utilidad en un<br />
contexto latinoamericano, al menos por dos razones. Por una parte,<br />
constituye una herramienta de valuación de la capacidad de reacción y de<br />
las decisiones de política económica (en muchos casos sobre la base de<br />
prueba y error) de sociedades con diferentes realidades socioeconómicas<br />
acerca de un mismo fenómeno coyuntural. Por otra parte, es una referencia<br />
para la construcción de las respuestas latinoamericanas al problema,<br />
considerando su alta incidencia de trabajadores informales que no es<br />
alcanzada por los programas de apoyo convencionales y su mayor dependencia<br />
de las remesas internacionales cuyos trabajadores aportantes son<br />
justo los más vulnerables en los países donde radican.<br />
José Gabriel Aguilar Barceló<br />
gaba@uabc.edu.mx<br />
Profesor-investigador de tiempo completo de la Facultad<br />
de <strong>Economía</strong> y Relaciones Internacionales (FEyRI),<br />
Universidad Autónoma de Baja California<br />
Santos López-Leyva<br />
sanlop1947@gmail.com<br />
Profesor de la Facultad de <strong>Economía</strong> y Relaciones Internacionales (FEyRI)<br />
Universidad Autónoma de Baja California
314 Reseña<br />
José Gabriel Aguilar Barceló. Doctor en Ciencias Económicas por la<br />
Universidad Autónoma de Baja California (UABC), maestro en Finanzas<br />
y licenciado en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico<br />
y de Estudios Superiores de Monterrey. Profesor-investigador de<br />
tiempo completo de la Facultad de <strong>Economía</strong> y Relaciones Internacionales<br />
(FEyRI) de la Universidad Autónoma de Baja California. Integrante<br />
del Sistema Nacional de Investigadores, nivel II y de la Academia Mexicana<br />
de Ciencias. Sus líneas de investigación se orientan al análisis de la competencia,<br />
el desarrollo, la desigualdad, la pobreza y la empresarialidad de<br />
base social. Entre sus más recientes publicaciones se encuentran, como<br />
coautor: “La expansión de la microempresa informal ¿cuestión de desempeño<br />
o de empeño?”, Contaduría y Administración, 66 (3), Ciudad de<br />
México, Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 1-22 (2020);<br />
como co-coordinador: Innovación social, políticas públicas e instituciones<br />
para el desarrollo de las regiones, Tijuana, Universidad Autónoma de Baja<br />
California/Ediciones del Lirio (2020); como coautor: “La empleabilidad<br />
de los egresados de universidades tecnológicas en México: un análisis de<br />
eficiencia”, <strong>Revista</strong> Iberoamericana de Educación Superior, 10 (29), Ciudad<br />
de México, Universia/IISUE de la UNAM, pp. 3-24 (2019).<br />
Santos López-Leyva. Doctor en <strong>Economía</strong> por la Universidad Nacional<br />
Autónoma de México en el área de <strong>Economía</strong> de la Ciencia y la Tecnología.<br />
Profesor de la Facultad de <strong>Economía</strong> y Relaciones Internacionales<br />
de la Universidad Autónoma de Baja California, imparte cursos de <strong>Economía</strong><br />
de la Educación Superior en el programa de Maestría y Doctorado<br />
en Estudios del Desarrollo Global y Doctorado y Maestría en Ciencias<br />
Económicas. Integrante del Sistema Nacional de Investigadores nivel III<br />
y cuenta con el reconocimiento del Perfil Deseable PRODEP de la Secretaría<br />
de Educación Pública. Entre sus más recientes publicaciones se<br />
encuentran, como autor: “Fortalezas y debilidades de la educación superior<br />
en América Latina para la competitividad global”, Formación Universitaria,<br />
13 (5), La Serena, Centro de Información Tecnológica, pp. 1<strong>65</strong>-176 (2020);<br />
como coautor: “Las Instituciones de Educación Superior en la conformación<br />
de los Sistemas Nacionales de Innovación en los países iberoamericanos”,<br />
<strong>Revista</strong> de la Educación Superior, 49 (195), Ciudad de México,<br />
Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación<br />
Superior de la República Mexicana, A.C. (ANUIES), pp. 73-89 (2020),<br />
y Escribir la tesis doctoral. Una tarea seductora, Mexicali, Universidad Autónoma<br />
de Baja California/Universidad Autónoma de Occidente (2019).
Osvaldo García Mata<br />
Una aproximación regional al alfabetismo financiero en México<br />
A regional approach to financial literacy in Mexico<br />
Rodrigo Tovar Cabañas, María de Jesús Ávila Sánchez,<br />
Rocío del Carmen Vargas Castilleja y Julio Cesar Rolón-Aguilar<br />
Vulnerabilidad socioeconómica, cambio climático e incremento del nivel del mar<br />
en Matamoros, Tamaulipas<br />
Socioeconomic vulnerability, climate change and sea level increase in Matamoros, Tamaulipas<br />
Karen Velázquez-González, Salvador Adame-Martínez, Guadalupe Hoyos Castillo<br />
y Georges Seingier<br />
Resiliencia de los municipios costeros del Pacífico mexicano<br />
ante desastres socionaturales<br />
Resilience to socio-natural disasters of Mexican Pacific coastal municipalities<br />
Raniella Orquiza da Silva, Waldemiro Peterle Neto<br />
y Evandro Camargos Teixeira<br />
Sistema de inovação e crescimento econômico: uma análise de painel dinâmico<br />
para o período 2006-2016<br />
Innovation and economic growth system: an analysis of dynamic panel for the period 2006-2016<br />
Fernando Jaramillo Monroy, Elisabet Verónica Wehncke Rodríguez, Víctor Hugo<br />
Flores Armillas, Oscar Mario Pohle Morales y Xavier López-Medellín<br />
Enfoque regional de manejo integrado del agua en la microcuenca El Pantano,<br />
Morelos, México<br />
Regional approach to integrated water management in the small watershed<br />
El Pantano, Morelos, Mexico<br />
Reseña/Review<br />
José Gabriel Aguilar Barceló y Santos Leyva-López<br />
Mitigando la crisis económica del COVID: actuar rápido<br />
y hacer lo que sea necesario.<br />
Reseña del libro: Baldwin, Richard and Weder di Mauro, Beatrice (eds.) (2020),<br />
Mitigating the COVID economic crisis: Act fast and do whatever it takes,<br />
VoxEU.org eBook, CEPR Press, Londres, 219 pp., ISBN: 978-1-912179-29-9<br />
Mitigating the COVID economic crisis: Act fast and do whatever it takes<br />
Review of: Baldwin, Richard and Weder di Mauro, Beatrice (eds.) (2020), Mitigating the COVID<br />
economic crisis: Act fast and do whatever it takes, VoxEU.org eBook, CEPR Press, Londres, 219 pp.,<br />
ISBN: 978-1-912179-29-9<br />
El contenido de este número puede consultarse en la<br />
siguiente dirección electrónica:<br />
http://est.cmq.edu.mx/index<br />
9 781405 842105 6 5