Intimas de Dios Magazine - Edición # 23

amor, yo quería sentir el amor verdadero cuando
viniera la persona correcta, creo que eso me hizo
esperar.
¿Cómo lograste mantener tu virginidad hasta el día de
tu matrimonio?
Cuando hablamos del tema de la pureza sexual que
es la virginidad, no solo implica romper algo natural
dentro de nuestro cuerpo, sino más bien implica
romper con una parte emocional de tu cuerpo que
fue diseñada para estar en orden.
Físicamente y emocionalmente, yo no me sentía
preparada ni con la capacidad de brindar lo más
valioso que le podía entregar a un hombre, mi pureza
sexual, sentimientos y emociones en un acto que
para mí en lo personal era sagrado e intocable a
menos que fuera bajo un compromiso matrimonial.
Así logré mantenerme virgen, nunca sentí vergüenza
alguna de ser virgen e inexperta, Dios me cuidó y hoy
le doy las gracias.
¿Cuál consideras que es el mayor reto de una soltera
actualmente?
Creo que el reto mayor, de las personas solteras es
encontrar en Dios su verdadera felicidad y
satisfacción, esperar la persona correcta y saber
cuándo darse esa oportunidad de compartir su vida
con alguien más.
¿Cuál fue la señal de que ese era el Hombre de tu
vida?
Cuando conocí a mi caballero enamorado, Yamil
sentí una profunda paz con este hombre de Dios, y le
dije al Señor que me iba a dar yo misma la
oportunidad de conocerlo y así sentimos esa señal
de paz los dos y de que Dios nos estaba uniendo en
un verdadero amor. El Espíritu Santo en la persona
del Señor Jesucristo no te dejaran elegir a cualquiera,
porque así mismo me dijo y hoy te lo digo a ti “puede
ser cualquiera, pero no cualquiera”.
Hoy por hoy, ¿cómo te sientes?
Me siento maravillada y agradecida de que Dios no
me dejara soltera para siempre, que me hizo
entender el valor del matrimonio y de compartir mi
vida con alguien especial que me ama y me respeta
y que desea pasar el resto de su vida conmigo.
¿Qué mensaje le das a esas solteras en espera de
hoy?
Mi consejo es que mientras esperas enamórate más
de Jesús. Comienza a mirarlo, no como el hombre
colgado y clavado en una cruz, no lo veas como algo
simplemente religioso, sino míralo como tu hermano,
tu mejor migo, tu confidente, y dile en tus noches de
soledad: Señor abrázame, dame ese abrazo que
como una joven pura yo necesito, porque tú sabes
que lo necesito, literalmente sentirás su abrazo.
Yo hice esa fortaleza en mi vida y eso me guardó por
muchos años.
Finalmente ¿existe el príncipe azul?
Cuando logras estar con esa persona, que Dios
aprobó, para compartir el resto de tu vida, entonces
creo que cabe la frase de que sí existe el príncipe
azul. En mi caso sí existe.
Enero 2023 - Especial de matrimonios 13
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