19.07.2023 Views

Edicion 3 | 2023

Fe inquebrantable en circunstancias inimaginables

Fe inquebrantable en circunstancias inimaginables

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

PERSONAS REALES | HISTORIAS REALES | ESPERANZA REAL<br />

DIOS REPARA LO ROTO<br />

FLIP OVER<br />

TO READ IN<br />

ENGLISH<br />

TODAVÍA HAY MILAGROS<br />

Fe inquebrantable<br />

en circunstancias<br />

inimaginables<br />

Una revista en<br />

una misión:<br />

vea página 2<br />

Número 3 / <strong>2023</strong><br />

1s Número 03 / <strong>2023</strong>


Descubra otros recursos<br />

GRATUITOS para cambiar<br />

la vida en:<br />

• EDOVO platform<br />

• PANDO app<br />

• VLMag.org<br />

• YouTube<br />

• Facebook<br />

VICTORIOUS LIVING<br />

LLEVA ESPERANZA A LOS<br />

ENCARCELADOS<br />

Revistas, podcasts y<br />

transmisiones VL disponibles<br />

Buscar en<br />

VICTORIOUS LIVING<br />

Testimonios de la vida real del poder transformador<br />

de Jesucristo desde nuestra revista<br />

bilingüe, disponible en cárceles y penitenciarías<br />

en versión impresa y formato digital.<br />

¿ESTÁ PRESO Y<br />

NECESITA MOTIVACIÓN?<br />

Discipulado cristiano para los reclusos<br />

mediante correspondencia personal y<br />

recursos digitales.<br />

Contacto con organizaciones nacionales que<br />

proporcionan recursos útiles para presidiarios,<br />

ex presidiarios y sus familias.<br />

Herramientas para programas carcelarios,<br />

para que las iglesias locales puedan cumplir el<br />

mandamiento de Dios, respecto de acordarnos<br />

de quienes están privados de la libertad.<br />

Estímulo a través de la prisión y<br />

eventos de la cárcel.<br />

Escríbanos y únase hoy<br />

mismo a nuestra familia<br />

de Victorious Living.<br />

VL Correspondence<br />

PO Box 2751<br />

Greenville, NC 27836<br />

O por email desde su<br />

tableta de la cárcel:<br />

hope@vlmag.org<br />

Disponible en Securus, ViaPath,<br />

y Pay Tel tabletas<br />

FOTO DE EDOVO


NÚMERO 3, JULIO DE <strong>2023</strong><br />

CONTENIDO<br />

9s<br />

13s<br />

UN PASO ADELANTE<br />

Busque el amor verdadero<br />

POR DANNY R. COX<br />

Hay algo podrido<br />

POR CHRISTINA KIMBREL<br />

24s<br />

Salga de su escondite<br />

POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />

Dios usa a los débiles, los aterrorizados y<br />

los oprimidos para llevar a cabo Su obra,<br />

porque en nuestra debilidad, mostramos<br />

Su poder.<br />

14s<br />

haya hecho. Cuando entregamos nuestra<br />

vida a Dios, Él hace que nuestro camino se<br />

renueve y que valga la pena vivirlo.<br />

HISTORIA DE TAPA<br />

Fe inquebrantable en<br />

circunstancias inimaginables<br />

FOTO DE ANDY GLOGOWER PHOTOGRAPHY<br />

23s<br />

19s<br />

Dios repara lo roto<br />

POR AMBER LEASON<br />

VIDAS<br />

TRANSFORMADAS<br />

Página en blanco<br />

POR SHERIDAN CORREA<br />

¿Arrastra un pasado vergonzoso, un<br />

largo historial de malas acciones?<br />

Déselo a Dios. La página en blanco que<br />

Él ofrece a cambio abre nuevas puertas,<br />

trae nuevas esperanzas y garantiza una<br />

nueva vida.<br />

6s<br />

10s<br />

DESTACADOS<br />

Únase al movimiento<br />

LA HISTORIA DE JOHN ALARID<br />

El mundo puede parecer sombrío<br />

actualmente, pero Dios está levantando<br />

a los marginados, pródigos, exconvictos y<br />

exdrogadictos cuyas vidas ha restaurado.<br />

Les proporciona nuevas vidas llenas<br />

de significado y propósito, y usa sus<br />

testimonios contra el enemigo.<br />

No hay límites para Dios<br />

LA HISTORIA DE DALE WHITE<br />

No importa la edad que uno tenga o lo que<br />

EN LA TAPA<br />

Cuando su hijo recibió<br />

una sentencia de<br />

cadena perpetua por<br />

asesinato agravado,<br />

Carol Kent, una<br />

escritora y oradora<br />

cristiana, tuvo que<br />

confiar en Dios de<br />

un modo totalmente<br />

nuevo. También debió<br />

enfrentar el duro juicio<br />

de los demás. Pero esa<br />

situación dio a Carol y<br />

sus seres queridos una<br />

nueva posibilidad de<br />

ministerio para brindar<br />

consuelo a las familias<br />

afectadas por la cárcel.<br />

20s<br />

26s<br />

4s<br />

LA HISTORIA DE CAROL KENT<br />

Tras el arresto de su hijo por asesinato<br />

agravado, todo lo que era cómodo y<br />

familiar en la vida de Carol y Gene Kent<br />

se vino abajo. Ya líderes ministeriales,<br />

pronto descubrieron que, aunque el<br />

proceso de Dios de “hacer las cosas<br />

para nuestro bien” puede ser doloroso,<br />

Él siempre es fiel a Su promesa.<br />

Convertirse en una persona<br />

de victoria<br />

LA HISTORIA DE NICOLE DYSON<br />

Nicole era una niña mimada que<br />

quería las cosas y ya sin importarle los<br />

demás. Imagínese su sorpresa cuando<br />

ese egoísmo la llevó directamente a<br />

la cárcel, donde todo lo que tenía no<br />

significaba nada en absoluto, hasta que<br />

conoció al Dios que convierte la derrota<br />

en victoria.<br />

Todavía hay milagros<br />

LA HISTORIA DE JOSH ROGISTER<br />

Al comenzar a ser creyente, a Josh, de 15<br />

años, le diagnosticaron una enfermedad<br />

rara y resistente a los tratamientos. Al<br />

enterarse de que su mal podría causarle<br />

un coma o incluso a la muerte, Josh buscó<br />

esperanza y liberación en el Dios milagroso<br />

de la Biblia. No quedó decepcionado.<br />

EN CADA EDICIÓN<br />

Nota de la Editora<br />

Suelte el mando y deje que Dios guíe<br />

29s<br />

¿Quiere conocer a Jesús?<br />

Él me salvó …Y ahora ¿qué?<br />

30s<br />

Novedades del ministerio /<br />

Recursos<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

3s


NOTA DE LA EDITORA<br />

Suelte el mando y deje<br />

que Dios guíe<br />

La editora Kristi Overton Johnson<br />

recibió este hermoso retrato de<br />

un recluso miembro de la familia<br />

Victorious Living. Lo creó en<br />

agradecimiento por el efecto que<br />

Victorious Living tiene en las vidas<br />

de los hombres y mujeres reclusos, y<br />

sus familias.<br />

Si quiere apoyar nuestra revista<br />

y llevar la esperanza de Dios e<br />

influir en la vida de mujeres y<br />

hombres encarcelados, visite<br />

victoriouslivingmagazine.com.<br />

Cada dólar que dona envía una<br />

copia de la revista a una cárcel.<br />

Cada copia influye en muchas<br />

vidas durante años.<br />

Antes de 2013, nunca hubiera imaginado<br />

que estaría hablando en prisiones y<br />

cárceles o publicando una revista que<br />

brinda esperanza a los reclusos. Ir a prisiones<br />

no estaba en mi radar.<br />

En cambio, estaba compartiendo mi fe con<br />

los niños. A principios de la década de 2000,<br />

fundé In His Wakes, un ministerio de deportes<br />

acuáticos sin fines de lucro para mostrar a las<br />

personas el poder que tiene Jesucristo para<br />

transformar sus vidas. Había sido esquiadora<br />

acuática profesional durante décadas, por lo que<br />

este proyecto me iba a la perfección.<br />

Encabezar In His Wakes y compartir mi amor<br />

por los deportes acuáticos y Jesús con jóvenes<br />

en situación de riesgo era muy satisfactorio.<br />

También dirigí servicios religiosos en eventos<br />

de esquí acuático profesional a los que asistían<br />

tanto competidores como autoridades y fanáticos.<br />

Muchas personas se acercaron al Señor a<br />

través de este ministerio, y todavía lo hacen.<br />

Comprometida con la causa de Dios, trabajaba<br />

incontables horas organizando eventos y<br />

asegurando patrocinios. Pero no dependí tanto<br />

de Dios para el éxito como de mis propios esfuerzos<br />

y las conexiones que había desarrollado<br />

durante mi carrera de 35 años.<br />

En mi afán de hacer por Dios, puse en riesgo mi<br />

salud física y mental, sin mencionar relaciones<br />

muy preciadas. Mi manera de hacer ministerio<br />

no era la de Dios, e hizo falta Él para sacarme de<br />

In His Wakes y salvarme de mí misma.<br />

Eso sucedió en 2013, cuando fui a visitar en<br />

prisión a mi amigo Bill, un antiguo conductor<br />

de lanchas profesional. Mientras estuve allí,<br />

Dios me indicó que quería que entregara In His<br />

Wakes a un líder de confianza y me convirtiera<br />

en vehículo de esperanza para los reclusos. ¿Yo?<br />

¿Ir a una prisión? ¿Es en serio, Dios?<br />

No era que tuviera miedo; simplemente<br />

no tenía sentido. Desconocía por completo el<br />

mundo de las correccionales. Ningún familiar<br />

mío había estado en la cárcel o trabajado en el<br />

sistema penitenciario. No podía saber menos.<br />

La única manera cierta que se me ocurrió<br />

de entrar en prisión fue cometiendo un delito,<br />

y estaba seguro de que eso no era lo que Dios<br />

quería que hiciera.<br />

Entonces, sin experiencia, contactos, conocimiento<br />

u oportunidades ante mí, hice lo único<br />

que sabía hacer: oré y confié en Dios con los<br />

resultados. Y luego, cuando abrió la primera<br />

puerta de la cárcel, entré obedientemente.<br />

Resulta que orar, tener fe y no cuestionar era<br />

lo único que Dios siempre esperó de mí. El Señor<br />

nunca me ha necesitado para impresionar o<br />

dirigir un ministerio a un destino en particular.<br />

Esas fueron cargas que me impuse a mí misma.<br />

Solo he necesitado tener el corazón dispuesto<br />

y seguir a Dios adondequiera que Él me guíe.<br />

Qué alivio ha sido quitar mis manos de los<br />

controles y dejar que Dios conduzca. Puedo<br />

respirar sabiendo que la victoria viene de Él.<br />

No dependo de mis conocidos o mi prestigio<br />

en un deporte para realizar las cosas. Dios lo<br />

hace todo. Él es el único contacto y nombre que<br />

cualquiera de nosotros pueda necesitar. Jesús<br />

es el nombre que está por encima de todos los<br />

demás nombres (Filipenses 2:9).<br />

¿Está usted cansado de intentar que se materialicen<br />

las cosas? Voy a orar para que las historias<br />

de este número lo animen a darle a Dios el<br />

mando de su vida. Entréguele sus relaciones.<br />

Entréguele su corazón roto. Entréguele su temor<br />

y expectativas. Y luego suba a bordo, siga Su<br />

ejemplo y obsérvelo hacer lo que solo Él puede.<br />

En el proceso, hallará libertad y sosiego. O mejor<br />

aún, logrará más de lo que haya imaginado.<br />

Kristi Overton Johnson<br />

Editora y Directora Ejecutiva<br />

Nuestros corazones están entristecidos por el sensible fallecimiento de nuestra traductora de español,<br />

Mónica Colangelo, el 29 de mayo de <strong>2023</strong>. Mónica empezó con nuestro equipo en 2020, trayendo mucho<br />

valor y autenticidad a nuestras publicaciones en español. Todos nosotros en VL estaremos siempre<br />

agradecidos por conocerla y trabajar con ella a la gloria de Dios.<br />

4s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


Con las historias de Victorious Living,<br />

mujeres y hombres que están entre rejas<br />

conocen al Dios que da otra oportunidad.<br />

Testimonio del efecto que causa<br />

Victorious Living: Roy A. Borges<br />

FOTO DE DOUGLAS BOYD<br />

Nunca olvidaré la alegría de quedar en libertad<br />

luego de cumplir la mayor parte de mi condena<br />

de 45 años en el Departamento de Correccionales<br />

de Florida. Dado que mi año de salida sería 2035,<br />

no pensé que viviría lo suficiente para ver el<br />

exterior, ¡pero con Dios todo es posible!<br />

Mientras estuve en prisión, Proverbios 3:5–6<br />

eran mis versículos favoritos. Nos dicen así:<br />

“Confía en el Señor con todo tu corazón; no<br />

dependas de tu propio entendimiento. Busca su<br />

voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará<br />

cuál camino tomar” (NTV).<br />

En la cárcel aprendí a confiar en Dios y a<br />

buscar Su voluntad. Mi reclusión no fue fácil,<br />

pero Dios nunca me abandonó. Me guiaba a<br />

diario y me bendijo con el don de la escritura.<br />

Hice más de 300 relatos breves en prisión.<br />

Muchos están publicados en mi libro, 101 Stories<br />

from a Prison Cell.<br />

También tengo el honor de ser colaborador<br />

de Victorious Living con mis narraciones.<br />

Personalmente he visto el efecto que tiene sobre<br />

la gente las historias sobre la bondad de Dios. El<br />

amor, la gracia y la bondad del Señor son para<br />

todo el que confíe en Él, y en un futuro próximo<br />

espero acompañar al equipo de VL a la cárcel<br />

para compartir mi testimonio de esa manera.<br />

Hoy en día, trabajo en la Iglesia Bautista<br />

Landmark de Tampa, Florida, donde Dios me<br />

hizo el mayor obsequio que me haya dado: mi<br />

esposa, Patricia. Es posible que la recuerden de<br />

la edición de VL de abril de <strong>2023</strong>. Tenemos la<br />

dicha de servir a Dios juntos.<br />

PATROCINE UNA CÁRCEL<br />

DE SU ESTADO Y CAMBIE<br />

VIDAS HOY.<br />

Visite victoriouslivingmagazine.com.


Únase al<br />

movimiento<br />

LA HISTORIA DE JOHN ALARID<br />

Conocí a Dios en Disneyland. Es una locura, lo sé.<br />

Recorría las atracciones con mis padres<br />

cuando un antiguo juego de tiro de salón del<br />

lejano oeste llamó mi atención. Tenía cuatro<br />

años y me encantaba fingir que era un forajido,<br />

que disparaba rifles de juguete y tiraba botellas,<br />

sillas y platos.<br />

Tras algunas rondas, mis padres ya querían<br />

continuar, pero yo no. “Te vas a quedar atrás”,<br />

dijeron, pero yo era terco y no les creí. Me quedé<br />

pegado al juego mientras se alejaban. Pero no<br />

tenía dinero, y cuando ese turno terminó, se<br />

acabó, no podía jugar. Así que allí estaba yo, algo<br />

asustado, esperando que mis padres volvieran<br />

por mí.<br />

Y fue entonces cuando Lo conocí. Yo era solo<br />

un niño pequeño e ignoraba que la poderosa<br />

sensación que experimentaba era la presencia<br />

de Dios. Aun así, me ordenaba orar y pedirle<br />

a Jesús que entrara en mi corazón.<br />

Mi padre era misionero, así que había escuchado<br />

a otros decir oraciones similares. Pero<br />

esta era personal para mí. No podía esperar<br />

para decirles a mis padres que le había pedido<br />

a Jesús que entrara en mi corazón. Lo intenté,<br />

pero ya los había cansado la jornada y su respuesta<br />

carecía de entusiasmo. Me dijeron que<br />

me fuera a la cama. Me quedé allí llorando.<br />

“Pero es verdad, papá”, gritaba. “Le pedí a<br />

Jesús entrar en mi corazón”. Al percatarse de<br />

lo que había dicho, mi padre me pidió acercarme<br />

y hablamos de mi experiencia. Durante<br />

la siguiente década, seguí aprendiendo acerca<br />

de Dios y viajando con mis padres misioneros.<br />

Sin embargo, en la adolescencia, comencé a<br />

adentrarme en las aguas de la rebeldía.<br />

Y luego, cuando mis padres se divorciaron<br />

repentinamente, todo lo que había<br />

aprendido de niño quedó en entredicho.<br />

Empecé a preguntarme incluso si Dios era<br />

real. Satanás aprovechó para afianzarse<br />

en mi vida ya contestaria. Pronto me salí<br />

del carril.<br />

Cuando no me llevaba bien con papá,<br />

vivía con mamá...y viceversa. No prefería a<br />

uno o el otro; simplemente me quedaba con<br />

quien más me dejara salirme con la mía.<br />

Ya cuando estaba en la secundaria, faltar<br />

a clase, fumar marihuana y beber era lo<br />

único que me interesaba. Mi identificación<br />

falsificada indicaba que tenía más de 21<br />

años, así que era popular entre mis amigos.<br />

Mis padres estaban preocupados por mi<br />

conducta, pero era en vano. Me expulsaron<br />

de la secundaria por irrespetar a un<br />

profesor y luego me arrestaron por robar en la<br />

tienda donde trabajaba mi madre. En ese momento,<br />

se decidió que necesitaba un cambio de<br />

atmósfera y me enviaron al Instituto Militar de<br />

Nuevo México (NMMI, por sus siglas en inglés),<br />

una reconocida academia y preparatoria de<br />

la que muchos miembros de la familia ya se<br />

habían graduado.<br />

La vida de cadete en el NMMI era estricta y<br />

estructurada. El ambiente me hizo bien por un<br />

tiempo. Aprendí a estudiar y mantuve un promedio<br />

de calificaciones alto. Ya terminando la<br />

preparatoria, consideré ingresar a la Academia<br />

de la Fuerza Aérea en Colorado Springs, pero<br />

me metí en problemas antes de que me diera<br />

tiempo. En mi último año, nos suspendieron a<br />

dos amigos y a mí cuando la policía encontró<br />

armas en nuestro auto después de una pelea<br />

con algunos muchachos de la secundaria local.<br />

FOTO DE TATYANA ZADORIN PHOTOGRAPHY<br />

6s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


La peor parte fue llamar a mi papá para darle<br />

la noticia. Podía oírlo llorar por el teléfono. “¿Por<br />

qué sigues comportándote así?”, preguntó. No<br />

tenía respuesta. Solo pude disculparme.<br />

Papá tenía grandes sueños y quería lo mejor<br />

para mí. Me molestaba haberlo decepcionado<br />

de nuevo, pero no lo suficiente como para<br />

cambiar mis hábitos. La expulsión del NMMI<br />

fue el primero de muchos fracasos para mí.<br />

Terminé la secundaria y me aceptaron en<br />

la Universidad de Nuevo México (UNM). Incluso,<br />

recibía una beca completa, pero la tiré a<br />

la basura al juntarme con la gente equivocada.<br />

Buscaba aceptación y respeto, y me encantaba<br />

salir de fiesta. Mantenía mi estilo de<br />

vida con un flujo de efectivo constante proveniente<br />

del tráfico de drogas en el campus. En<br />

poco tiempo dejé de ser un excelente alumno<br />

para convertirme en un drogadicto sin<br />

esperanza.<br />

Una noche, al final de una salida, le di un<br />

ultimátum a Dios. “Si te manifiestas ahora mismo,<br />

creeré en Ti. Si no, seguiré por mi camino.<br />

Depende de ti”.<br />

Una parte de mí tenía miedo de que Él se<br />

presentara y yo tuviera que renunciar a toda<br />

la diversión que tenía, pero el resto de mi ser<br />

hablaba en serio. Esperé una respuesta por<br />

varios minutos, pero solo hubo silencio.<br />

Dios no se había aparecido, así que llegué a<br />

la conclusión de que no le interesaba. Golpeé la<br />

pared repetidamente hasta que me sangraron<br />

los nudillos. Me sentí completamente solo, y<br />

en ese momento, me alejé de mi fe.<br />

Al igual que los israelitas del Antiguo Testamento,<br />

deambulé en la incredulidad y la<br />

desobediencia (Josué 5:6). Hacía lo que me<br />

parecía correcto según mi propio criterio, y<br />

también pagué un alto precio por ello. (Ver<br />

Jueces 17:6; Proverbios 12:15; 26:16.)<br />

En la locura inducida por las drogas en la<br />

que se convirtió mi vida, ocasionalmente había<br />

momentos de lucidez en los que me preguntaba<br />

adónde se había ido Dios. ¿Por qué había<br />

decidido no estar presente en mi vida?<br />

Por supuesto, la verdad era que yo había<br />

huido de Él. Para 1993, iba por ahí siendo un<br />

despojo de lo que había sido. Y entonces intervino<br />

Dios.<br />

Estando bajo los efectos de psicodélicos, me<br />

arrestaron en una venta de drogas. Me habría<br />

dado cuenta de la trampa si hubiera estado en<br />

mi sano juicio, pero creo que el Señor quiso<br />

que las cosas sucedieran así.<br />

Tuve que llamar a mi papá de nuevo, esta<br />

vez desde una cárcel donde estaba detenido<br />

por tráfico de cocaína. Él me apoyó en<br />

el tribunal y su presencia hizo que el juez<br />

me liberara con fianza de garante. Papá me<br />

pidió volver a casa, pero yo tenía asuntos<br />

que atender en mi barrio.<br />

Cuando se negó a llevarme allí, le pedí<br />

que se detuviera. Le agradecí su ayuda, salí<br />

del auto y regresé caminando al caos.<br />

Terminé recibiendo libertad condicional<br />

en lugar de prisión por el cargo de tráfico,<br />

pero para ese momento, era adicto a la<br />

heroína. Mi oficial de libertad condicional<br />

me envió a rehabilitación, pero no la<br />

hice por mucho tiempo. La heroína ejercía<br />

un control letal sobre mí y las calles me<br />

llamaban.<br />

Después de recibir un nuevo cargo por<br />

robo y apuñalar a un hombre en el pecho<br />

en una pelea frente a una tienda de paso,<br />

era un prófugo. Me fui en auto a Phoenix<br />

con la intención de dirigirme a la frontera<br />

con México, pero algo sucedió en el camino.<br />

La gracia de Dios entró en mi locura y<br />

me llevó a Victory Outreach, un centro de<br />

rehabilitación cristiano ubicado en Phoenix.<br />

Me registré con un alias. No pensaba<br />

quedarme mucho tiempo, pero Dios tenía<br />

otros planes. Tras unos meses internado,<br />

le entregué mi vida a Jesucristo.<br />

Todo cambió dentro de mí. Mis adicciones<br />

se suavizaron. Ya no quería cometer<br />

crímenes ni consumir drogas. Tenía paz<br />

interior. Me sentía bien y quería más.<br />

Cuanto más me acercaba al Señor, más<br />

intenso se volvía mi deseo de servirle a Él y<br />

a los demás. Comencé a asistir<br />

a la Victory Outreach School of<br />

Ministry en Los Ángeles. Una<br />

noche, mientras compartía<br />

el evangelio en el muelle de<br />

Santa Mónica, vi un pequeño<br />

Estando en prisión, John<br />

entregó su vida a Jesús y<br />

juró servirle. Al poco tiempo,<br />

se ordenó como pastor de<br />

reclusos y dirigía reuniones de<br />

oración en el correccional.<br />

¿Cómo podría<br />

dedicar mi vida a<br />

Dios si vivía una<br />

mentira?<br />

juego de tiro como el que había encontrado<br />

en Disneyland a los cuatro años. El Señor le<br />

habló a mi corazón. ¿Recuerdas cuando nos<br />

conocimos? Me sentí conmovido.<br />

Dios se había acordado de mí a pesar de<br />

que yo lo había abandonado. Había seguido<br />

los momentos más oscuros de mi vida y yo<br />

ansiaba servirle. Pero había un problema:<br />

yo aún estaba fugitivo.<br />

¿Cómo podría dedicar mi vida a Dios si vivía<br />

una mentira?<br />

La solución a mi dilema apareció rápidamente.<br />

En 2007, cuando volví a los Estados<br />

Unidos tras un viaje misionero a Filipinas, las<br />

autoridades de migración me esperaban para<br />

arrestarme por todos los cargos pendientes.<br />

Mi rostro apareció en todos los noticieros. Me<br />

sentenciaron a ocho años de prisión. Y con esa<br />

caída, otra vez me sentí lejos de Dios.<br />

Estuve en confinamiento solitario durante<br />

cinco meses, en los que solo se me permitió<br />

tener una Biblia y cartas. Mi papá me enviaba<br />

líneas alentadoras sobre un joven, un exadicto,<br />

que se había vuelto una poderosa herramienta<br />

de Dios. Sentía la presencia del Señor en la<br />

correspondencia de mi padre. Mamá también<br />

luchaba por mí como una guerrera con sus<br />

oraciones y a menudo me recordaba que era<br />

un hijo elegido de Dios.<br />

Un día, en mi solitaria celda, caí de rodillas y<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

7s


Dios se había acordado<br />

de mí a pesar de que yo<br />

lo había abandonado.<br />

FOTOS DE TATYANA ZADORIN PHOTOGRAPHY<br />

Ult. izq.: John y Hannah<br />

se casaron en 2013. Hoy,<br />

junto con sus hijos, sirven<br />

a su congregación y<br />

comunidad.<br />

Izq.: John es el pastor<br />

principal de Freedom City<br />

Church, una comunidad<br />

que acoge a todo el que<br />

se sienta ignorado por la<br />

sociedad.<br />

grité: “Jesús, te necesito. Si aún estás allí, ¿podrías<br />

regresar a mi vida y perdonarme?” No<br />

quería que hiciera nada por mí. Únicamente<br />

deseaba la paz y el gozo que había experimentado<br />

cuando Él guiaba mi vida (Salmo 51:12).<br />

Dios me envolvió con Su presencia. Estoy<br />

muy agradecido por Su rápida respuesta. Tras<br />

arrepentirme de mis dudas, volví a Él con<br />

todo mi corazón, mente, alma y fuerza (Mateo<br />

22:37). Prometí servir al Señor no solo por el<br />

resto de mi condena en prisión, sino por lo que<br />

me quedara de vida. Desde ese día, sentí que<br />

mi cárcel era un palacio.<br />

Cuando salí del aislamiento, me convertí<br />

en pastor de reclusos y encabecé reuniones<br />

de oración. Tomé cursos de pregrado por<br />

correspondencia en la Global University of<br />

the Assemblies of God y dirigí el programa<br />

Scared Straight para jóvenes que iban por el<br />

mal camino.<br />

En mayo de 2010, salí de prisión siendo<br />

hombre resucitado, incorporado a la vida por<br />

el poder redentor de Jesucristo. Desde entonces,<br />

no me he puesto una sola aguja en el brazo<br />

ni he tenido antojo de ninguna droga. Dios<br />

me sanó, mental, emocional y físicamente.<br />

Además, perdonó mis pecados y me cubrió<br />

con un manto de justicia. (Ver Isaías 61.)<br />

Me gradué del seminario y ahora soy<br />

pastor. Dios me bendijo con el regalo de mi<br />

hermosa esposa y amiga más íntima, Hannah.<br />

También tengo el orgullo de ser padre.<br />

En 2015, fundamos Freedom City Church<br />

en Springfield, Missouri, así como el programa<br />

Hope Homes para hombres y mujeres.<br />

Estos hogares de residencia y discipulado<br />

brindan libertad y esperanza a aquellos que<br />

luchan con problemas que dominan sus<br />

vidas, como la adicción, la falta de vivienda<br />

y la reincorporación a la sociedad libre.<br />

Al principio, la comunidad circundante<br />

de Springfield estaba escéptica ante nuestra<br />

misión, pero ha visto los frutos de nuestro<br />

trabajo en las vidas cambiadas de los<br />

que han experimentado el toque sanador<br />

de Jesús. Hemos recibido el apoyo y aporte<br />

de la mano de Dios a través de nuestra localidad.<br />

Gracias a donaciones, hemos logrado<br />

adquirir el edificio donde llevamos todos los<br />

aspectos de nuestro ministerio.<br />

A diario, se produce un renacer a nuestro<br />

alrededor. Tiene lugar un movimiento en el<br />

que Dios levanta un ejército de parias, despilfarradores,<br />

exconvictos y exdrogadictos cuyas<br />

vidas ha restaurado.<br />

Él les da nuevas vidas llenas de significado y<br />

propósito al ponerlos en primera fila. Emplea<br />

sus testimonios como armas contra el enemigo.<br />

Redime sus vidas, tal como hizo por mí. Puede<br />

ver nuestros servicios por la aplicación Pando,<br />

sección “Freedom City Church”.<br />

Usted también puede ser parte de este movimiento.<br />

Entréguele a Dios el control de su vida.<br />

Suéltelo y deje que Él lo transforme desde el<br />

interior.<br />

JOHN ALARID venció sus batallas personales<br />

contra la adicción y la prisión por la gracia de<br />

Dios. Ha fundado hogares de recuperación y<br />

reinserción (Straight Street y Hope Homes of the<br />

Ozarks) para ayudar a las personas a reintegrarse<br />

a la sociedad como ciudadanos con éxito. Visite<br />

freedomcitychurch.org si desea más información.<br />

8s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


UN PASO ADELANTE<br />

Busque el amor verdadero<br />

POR DANNY R. COX<br />

mencé a buscar el amor en el alcohol y las<br />

drogas. Seguramente esas sustancias no me<br />

rechazarían. Bajo su influencia, me sentía<br />

confiado. Pero el subidón que brindaban<br />

siempre me hundía.<br />

Me acuerdo de un viaje misionero que<br />

realicé a China no hace mucho. Antes de volver<br />

a casa, tuve tiempo de visitar un centro<br />

comercial en Pekín. Encontré todo tipo de<br />

ofertas increíbles en artículos de diseñador,<br />

cosas que se vendían a una fracción de lo<br />

que pagaría en mi país. Emocionado, compré<br />

cuatro chaquetas de marcas famosas<br />

a 15 dólares cada una. ¡Qué oportunidad!<br />

En realidad no era así. Esos abrigos resultaron<br />

ser imitaciones. Cada objeto de ese<br />

centro era una copia barata de lo auténtico,<br />

al igual que las relaciones que yo había<br />

basado en las posesiones, y la aceptación<br />

que había buscado en el alcohol y las drogas.<br />

Eran falsificaciones burdas del amor<br />

verdadero. Y lo poco que me dieron solo me<br />

causó más dolor y hasta me llevó a la cárcel.<br />

Así que déjeme decirle algo: las drogas y el<br />

alcohol no aman. Al igual que una empresa<br />

CUANDO TENÍA DIEZ AÑOS, mi madre nos<br />

llamó a mis hermanos y a mí a una habitación<br />

y nos dijo que nuestro padre había muerto en<br />

un accidente automovilístico. Fue una noticia<br />

traumática, pero fue peor aun porque nunca<br />

había escuchado a mi padre decirme que me<br />

amaba, ni una sola vez. Y ahora nunca lo haría.<br />

La ausencia de esas palabras me hizo creer<br />

que no era digno de amor. Me sentí despreciado<br />

por mi padre de una manera eterna.<br />

¿Alguna vez se ha sentido imposible de amar<br />

o rechazado? Es doloroso, ¿no?<br />

Para aliviar el sufrimiento, me propuse encontrar<br />

el afecto a través de las personas y las<br />

posesiones. Trabajé duro y me convertí en un<br />

exitoso hombre de negocios. Acumulé muchas<br />

cosas y me rodeé de mucha gente.<br />

Hay una canción de Mickey Gilley titulada<br />

“Looking for Love in All the Wrong Places”<br />

(Buscando el amor en todos los lugares equivocados).<br />

Pues, así estaba yo.<br />

Llegué a la conclusión de que la gente me<br />

amaría si tenía muchas cosas que ofrecerle.<br />

Estaba equivocado.<br />

Cuando los otros no llenaron el vacío, coexitosa<br />

no puede amarnos. Tampoco pueden<br />

hacerlo las personas que nos “aprecian” únicamente<br />

por lo que les damos. Esas cosas y esos<br />

seres solo nos dejan vacíos.<br />

La Biblia nos dice que el amor verdadero e<br />

imperecedero se encuentra solo en Cristo. Su<br />

amor es incondicional. No podemos ganarlo ni<br />

perderlo. El amor de Dios es eterno (Jeremías<br />

31:3; Juan 3:16), y es todo nuestro solo con<br />

pedirlo.<br />

Esas son buenas noticias porque incluso el<br />

amor del mejor padre, cónyuge, hijo o amigo<br />

inevitablemente nos decepcionará. Pero el de<br />

Dios nunca lo hará (Romanos 10:11). Eso es<br />

imposible porque Dios es amor (1 Juan 4:8).<br />

Y podemos ir más allá, cuando aceptamos<br />

Su amor, Dios nos hace Sus hijos para siempre.<br />

“Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre<br />

que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos!”<br />

(1 Juan 3:1 NTV).<br />

Con tristeza digo que me tomó 42 años<br />

aceptar el amor verdadero e incondicional<br />

de mi Padre celestial. Y pensar que me gasté<br />

una fortuna intentando que otros me dieran<br />

algo que Dios estaba dispuesto a entregarme<br />

de gratis.<br />

¿Y usted? ¿Se esmera por demostrar su valor<br />

a través del éxito? ¿Trata de ganarse el amor<br />

de los demás mediante cosas? ¿Se rodea de<br />

personas que no se interesan en usted solo para<br />

no estar solo? Ese es un callejón extenuante<br />

y vacío.<br />

No tiene que buscar más. El verdadero amor<br />

puede ser suyo hoy mismo. Ore conmigo: Señor,<br />

quiero Tu amor. Estoy cansado de buscar el amor en<br />

todos los lugares equivocados. Esas cosas y personas<br />

solo me han decepcionado. Hoy, recibo Tu regalo<br />

de amor al aceptar a Tu Hijo, Jesús, en mi vida.<br />

Gracias por darme la bienvenida a Tu familia para<br />

siempre. Amén.<br />

DANNY R. COX recibió el llamado de Dios para ser<br />

evangelista cuando cumplía condena en prisión. Ahora<br />

es evangelista acreditado y capellán de correccional.<br />

Danny comparte su historia en iglesias y prisiones<br />

del mundo entero. Su libro, Adicto a una mentira,<br />

está disponible en inglés y español por Amazon. Es el<br />

fundador de Prison2Preacher Ministries.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

9s


NO HAY LÍMITES<br />

PARA DIOS<br />

LA HISTORIA DE<br />

DALE WHITE<br />

N<br />

o hay límite<br />

ni fecha de vencimiento para lo<br />

que Dios puede hacer por la vida<br />

de una persona.<br />

Para cuando tenía 57 años, mi<br />

amor por el alcohol y por mí mismo<br />

me había costado muy caro.<br />

Pero eso no impidió que Dios me<br />

amara, me eligiera y me pusiera<br />

en lugares donde pudiera incidir<br />

en la vida de la gente.<br />

Durante 40 años, viví en las<br />

garras del alcoholismo y el abuso<br />

de las drogas. Los programas<br />

me decían que necesitaba un<br />

poder superior, algo que pudiera<br />

ayudarme a canalizar mis pensamientos<br />

y mantenerme desintoxicado.<br />

Así que me dispuse a<br />

encontrar uno. Pero todos los que<br />

probé me llevaron a niveles más<br />

profundos de vergüenza.<br />

A los 38 años, alcancé un punto<br />

bajo sin precedente después de<br />

que mis malas decisiones me costaran<br />

tanto mi matrimonio como<br />

un exitoso restaurante. Devastado,<br />

tomé a mi perro, el único<br />

amigo que me quedaba, y viajé a<br />

un lugar remoto para esconderme<br />

de la vida.<br />

Causaba pesar verme sentado<br />

sin esperanzas, junto a mi leal<br />

amigo, Bailey, mientras comía<br />

un tazón de alimento para perros<br />

empapado en whisky Jack<br />

Daniels.<br />

Había quemado todos los puentes<br />

y había hecho sufrir a todos los<br />

que amaba.<br />

Todo comenzó cuando tenía<br />

14 años y mis padres me dieron<br />

la impactante noticia de que se<br />

divorciaban. Éramos una familia<br />

muy unida que asistía a la iglesia<br />

semanalmente. Nunca había visto<br />

a mis padres discutiendo. Así que<br />

no entendía por qué se separaban.<br />

No acepté los cambios. No me<br />

adaptaba a la vida sin papá y extrañas<br />

emociones agitaban mi<br />

corazón. Mamá lloraba a menudo,<br />

y mis hermanos y yo vivíamos<br />

en una dolorosa confusión. Por<br />

más que lo intentaba, no lograba<br />

ponerme en pie. La unidad de mi<br />

familia había sido mi seguridad<br />

y base.<br />

Le rogaba al Señor que me<br />

ayudara. Todas las noches, me<br />

acurrucaba en mi cama, ponía “El<br />

Padre Nuestro” en mi tocadiscos<br />

y oraba: “Por favor, Dios, vuelve a<br />

unir a mi familia”. Pero no lo hizo.<br />

Por más que oraba, Dios permanecía<br />

en silencio. Y eso me<br />

enfureció. No podía entender<br />

por qué Él no intervenía si era tan<br />

bueno y amoroso. No recuerdo si<br />

fue entonces cuando conscientemente<br />

lo deseché, pero sí estaba<br />

seguro de que ya no sabía qué<br />

pensar de Él. Así que durante los<br />

siguientes 40 años, viví separado<br />

de Dios.<br />

No pasó mucho antes de que<br />

mis padres se volvieran a casar.<br />

Mi padrastro y mi madrastra no<br />

tuvieron ninguna oportunidad<br />

de ganarse mi aceptación. No era<br />

que no fueran amorosos; simplemente<br />

no encajaban en la imagen<br />

de cómo quería mi vida.<br />

El divorcio de mis padres había<br />

puesto mi mundo patas arriba. No<br />

tenía ni idea de cómo procesar<br />

el dolor o sobrellevar mi nueva<br />

situación. No fue de ayuda que<br />

mi cuerpo de adolescente estuviera<br />

lleno de hormonas y que yo<br />

fuera objeto de presión de grupo<br />

para todo tipo de cosas. Era una<br />

tormenta perfecta.<br />

Recurrí a las personas y sustancias<br />

para escapar de mi dolor. Las<br />

fiestas y el surf ocupaban mi vida,<br />

y básicamente vivía en la playa<br />

cercana a nuestra casa en el sur<br />

de Florida. Mis calificaciones reflejaban<br />

mis nuevos pasatiempos;<br />

y reprobé mi primer semestre de<br />

11º grado.<br />

Mi padrastro, un teniente coro­<br />

FOTOS DE LIV MOORE MEDIA<br />

10s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


SOLTÉ LOS CONTROLES DE MI<br />

VIDA Y ENTREGUÉ LOS PEDAZOS<br />

DE MI CORAZÓN A JESÚS.<br />

la industria de servicios alimentarios<br />

y me ofreció trabajo en su<br />

restaurante italiano de alta gama<br />

en Virginia. Aproveché la oportunidad<br />

para mudarme. Fue lo<br />

nel retirado de la Fuerza Aérea,<br />

sugirió una escuela militar y allá<br />

fui. Pero nada cambió. Más que<br />

disciplina, necesitaba un nuevo<br />

corazón. El mío estaba en agonía<br />

y lo único que yo sabía hacer era<br />

adormecerlo con sustancias.<br />

De alguna manera, me gradué<br />

de secundaria. Mamá me dijo<br />

que si quería seguir viviendo en<br />

casa, tenía que pisar tierra. Pero<br />

no presté atención. Acumulé dos<br />

cargos por conducir bajo efectos<br />

del alcohol y otras sustancias. Y<br />

en incidentes separados, destrocé<br />

dos autos. Luego me arrestaron<br />

por intento de distribución de<br />

drogas.<br />

Fiel a su palabra, mamá me<br />

echó.<br />

Me mudé a una casa rodante y<br />

busqué trabajo en un restaurante<br />

local. Un amigo de mi padre<br />

notó que tenía habilidades para<br />

que llamaría “mi primera cura<br />

geográfica”.<br />

El mundo de los restaurantes<br />

era una combinación ideal para<br />

mi amor por el alcohol, las drogas<br />

y la vida de fiestas. Durante este<br />

tiempo, conocí a una hermosa joven<br />

camarera y nos casamos. La<br />

vida me sonreía.<br />

Muchas personas influyentes,<br />

incluyendo a algunas relacionadas<br />

con el crimen organizado,<br />

comían lo que yo servía.<br />

Me agradaban esos tipos y sus<br />

emocionantes vidas, y yo les<br />

agradaba a ellos. (Eso fue bueno,<br />

porque también fui testigo de lo<br />

que les pasaba a los que no les<br />

agradaban).<br />

Se sentaban a la mesa riendo y<br />

haciendo sus negocios mientras<br />

yo asimilaba todo. Al poco tiempo<br />

ya estaba apostando y ayudando<br />

a los corredores a cobrar y pagar.<br />

Descubrí que me gustaba cocinar.<br />

Y en 1982, decidí estudiar<br />

para ser chef en Francia durante<br />

seis meses. Cuando regresé, trabajé<br />

en Maison Blanche en Washington,<br />

D. C., justo en frente de la Casa<br />

Blanca. Pronto, uno de los dueños<br />

de los restaurantes en los que<br />

había sido empleado en Virginia<br />

me propuso abrir un nuevo local.<br />

Él puso el dinero y yo, el talento.<br />

Pero no fue una buena sociedad.<br />

Mi distribuidor de vinos me<br />

sugirió fundar mi propio restaurante<br />

y me respaldó financieramente.<br />

Lo llamamos Dale’s at<br />

Chick’s Beach y rápidamente se<br />

Der.: Fue difícil para<br />

Dale, fotografiado<br />

aquí con sus hermanos<br />

menores, enfrentar el<br />

impacto que el divorcio<br />

de sus padres tuvo en<br />

la familia.<br />

convirtió en el lugar de moda. Mi<br />

esposa trabajaba duro a mi lado.<br />

Ojalá pudiera decir que reconocí<br />

y honré su esfuerzo, pero<br />

no. Mis adicciones estaban totalmente<br />

fuera de control para entonces,<br />

y ya no podía equilibrar<br />

la vida de fiestas con mis responsabilidades<br />

de trabajo.<br />

No hay necesidad de contar<br />

mi “historial de borracho” y todas<br />

las cosas horribles que hice.<br />

Era un pésimo esposo sin respeto<br />

por mis votos matrimoniales y<br />

un terrible hombre de negocios.<br />

Cuando mi esposa y mi patrocinador<br />

se hartaron, me hicieron<br />

una intervención. Me dieron dos<br />

opciones: ingresar a un centro de<br />

tratamiento o perder mi matrimonio<br />

y el restaurante.<br />

Acepté sus términos, pero no<br />

estaba listo para cambiar. Solo fui<br />

para salvarme el pellejo. Incluso<br />

tuve un amorío durante mi estadía<br />

de 30 días en el centro de rehabilitación.<br />

Era incapaz de amar a alguien,<br />

incluyéndome a mí mismo.<br />

Me las arreglé para mantenerme<br />

sobrio durante un mes<br />

después del tratamiento antes de<br />

recaer en la botella. Esa decisión<br />

me costó tanto mi matrimonio<br />

como mi restaurante y me condujo<br />

a la lamentable escena junto a mi<br />

perro que describí anteriormente.<br />

Por suerte, algo bueno salió de<br />

comer ese alimento para perros<br />

empapado en whisky: finalmente<br />

me di cuenta de que tenía un<br />

problema. Les pedí ayuda a mis<br />

padres y me la dieron. Mamá me<br />

ayudó a financiar otro tratamiento<br />

de rehabilitación y papá, a hallar<br />

trabajo y un auto.<br />

Sin embargo, mi recuperación<br />

duró poco y tuve otro accidente.<br />

Esta vez, choqué contra alguien<br />

de frente y casi lo mato. Debería<br />

haber ido a prisión, pero el juez<br />

tuvo la gentileza de darme cinco<br />

años de libertad condicional durante<br />

los cuales comencé a asistir<br />

a Alcohólicos Anónimos.<br />

En esas reuniones, aprendí<br />

valiosas herramientas para afrontar<br />

mi problema y conocí a gente<br />

amable que entendió mi dolor.<br />

También conocí a Roberta, que<br />

se recuperaba de la adicción a la<br />

heroína. Fue amor a primera vista<br />

para mí.<br />

Pero surgió un problema cuando<br />

la convertí en mi poder superior<br />

y basé todo mi bienestar en la<br />

salud de nuestra relación. Como<br />

ninguno de los dos estaba preparado<br />

para amar al otro, yo vivía<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

11s


Un periódico local mostró The Living Harvest, una tienda de segunda<br />

mano fundada por Dale para beneficiar al hogar de transición que lleva<br />

el mismo nombre. En la foto, Dale con su mentor, Lonny Mayfield.<br />

en una montaña rusa emocional.<br />

Tres días antes de mi quinto<br />

año de desintoxicación, Roberta<br />

rompió nuestra relación. Devastado,<br />

tomé un paquete de seis<br />

cervezas. Cuando eso no fue suficiente,<br />

me fui en auto a la tienda<br />

para comprar más. Y adivinen,<br />

en el camino choqué la parte trasera<br />

de un auto de policía. Tres<br />

horas de alcohol me metieron en<br />

el problema más grave que había<br />

tenido en mi vida.<br />

El 2 de enero de 1997, entré<br />

en una sala llena de representantes<br />

de la organización Mothers<br />

Against Drunk Driving (MADD) y<br />

agentes de policía. Todos instaban<br />

a dar un ejemplo en la comunidad<br />

con respecto a conducir en estado<br />

de ebriedad. El juez los escuchó y<br />

me sentenció a seis años y medio<br />

en el Departamento de Correccionales<br />

de Florida.<br />

Pensé que no habían sido justos<br />

conmigo, pero ahora estoy convencido<br />

de que esa sentencia me<br />

salvó la vida. Me dio tiempo para<br />

darme cuenta de que no tenía la<br />

capacidad de cambiar solo, y recordé<br />

a Dios.<br />

Durante los tres años y medio<br />

que cumplí de mi sentencia, me<br />

vinculé profundamente a los servicios<br />

de la capilla y comencé a<br />

leer mi Biblia. Cuando salí de<br />

prisión, entré en un programa de<br />

reinserción laboral en el que trabajé<br />

para Publix Supermarkets.<br />

La sección de delicatessen no era<br />

mi restaurante de alta gama, pero<br />

estaba agradecido por el empleo.<br />

Quería mantenerme sobrio y<br />

tomar buenas decisiones, de verdad.<br />

Pero como vuelve el perro a<br />

su vómito (Proverbios 26:11), a la<br />

larga retomé el licor. Simplemente<br />

no sabía qué hacer con el dolor de<br />

mi corazón y tantas emociones incómodas.<br />

Así que cuando salieron años de sobriedad.<br />

tenía razón. Pronto celebraré 12<br />

a la superficie, busqué la botella Dios ha usado mi pasado de<br />

para que se fueran.<br />

maneras asombrosas. Me ha<br />

Publix se dio cuenta de mis permitido establecer y dirigir<br />

dificultades y me envió a un programa<br />

de asistencia al empleado. ery en prisiones, y fundar un<br />

programas de Celebrate Recov­<br />

Allí, descubrí Celebrate Recovery hogar de transición para hombres<br />

(CR). Esa ayuda de 12 pasos propone<br />

abiertamente a Jesucristo Tallahassee, Florida.<br />

llamado The Living Harvest en<br />

como el único poder superior Tomé una capacitación exclusiva<br />

de liderazgo ejecutivo en la<br />

que puede salvar y transformar<br />

una vida.<br />

ciudad de Nueva York y participé<br />

en reuniones de reforma del<br />

A través de este programa,<br />

entendí que aunque en prisión sistema penal en la Casa Blanca.<br />

había profesado creer en Jesús, Incluso he recibido reconocimientos<br />

de la gobernación de<br />

no le había entregado mi vida.<br />

Aún dudaba de Su amor incondicional<br />

hacia mí, y eso me hacía ¡Y todo eso sucedió antes de que<br />

Florida por mi servicio público.<br />

inconstante en todos mis caminos pudiera volver conducir! Nuestras<br />

incapacidades y defectos no<br />

(Santiago 1: 6–8).<br />

Sin embargo, mi fe se consolidó son obstáculos para Dios.<br />

después de conocer a Lonny, mi En marzo de 2021, la organización<br />

Prison Fellowship me<br />

tutor de CR. Su creencia en Dios<br />

era tan auténtica y atrayente. contrató como enlace de recursos<br />

de capellán. En el momento<br />

Durante años, nos reunimos todos<br />

los domingos a las siete de perfecto de Dios, pude recuperar<br />

la mañana en su casa. No era cómodo,<br />

especialmente porque yo der aceptar el puesto. Después de<br />

mi licencia de conducir para po­<br />

andaba en motocicleta, pero era 21 años de restricciones, ahora<br />

necesario si quería cambiar. puedo viajar a cualquier lugar<br />

Poco a poco, comencé a soltar de Estados Unidos, alquilar un<br />

los controles de mi vida y a entregar<br />

los pedazos de mi corazón a siones y reuniones. A Dios sea la<br />

automóvil, y desplazarme a pri­<br />

Jesús. A través del Señor, encontré<br />

la sanación que necesitaba El Señor de verdad ayuda a<br />

gloria (Isaías 26:12).<br />

mientras Él cubría con vendas quienes lo buscan. No importa<br />

mis heri das (Salmo 147:3) y me qué edad tenga usted o cuántas<br />

daba la capacidad de cambiar veces lo haya intentado y fraca sado<br />

o lo poco o mucho que tenga,<br />

(Filipenses 2:13; 4:13).<br />

Desde el principio Lonny me Dios todavía puede hacerle un<br />

dijo: “Dale, si te levantas, te vistes camino. No es demasiado tarde.<br />

bien, te presentas y sigues haciendo<br />

lo correcto, y si le pides a Dios inténtelo de nuevo. Dios no se ha<br />

Tome Su mano, levántese e<br />

que te guíe, le entregas tu vida dado por vencido con usted. Así<br />

a diario y sirves a los demás, el que no lo haga usted. Hágalo su<br />

Señor te bendecirá”. Tomé en serio<br />

sus palabras y le demostré que límites (Mateo 19:26).<br />

poder superior. Con Él, no hay<br />

DALE WHITE es el fundador de Living Harvest, una organización de recuperación<br />

cristiana posterior a la excarcelación. También se desempeña como enlace de<br />

recursos de capellán para Prison Fellowship, ha participado en un comité ejecutivo<br />

del Departamento de Correccionales de Florida y es representante de Celebrate<br />

Recovery Inside State por Florida.<br />

12s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


UN PASO ADELANTE<br />

Hay algo<br />

podrido<br />

POR CHRISTINA KIMBREL<br />

“HAY ALGO PODRIDO AQUÍ”, se quejó mi esposo con las dos<br />

puertas del refrigerador abiertas de par en par. Un olor horrible flotaba<br />

en el aire. Tenía razón. Algo se había dañado en algún punto de<br />

las profundidades de ese aparato. Tenía que encontrarlo y tirarlo a<br />

la basura, pero revisar para buscar la fuente del hedor tomaría más<br />

tiempo del que tenía. Así que no me ocupé de eso al principio.<br />

Sin embargo, después de un par de días de casi caer noqueados<br />

cada vez que abríamos el refrigerador, ya no podía posponerlo. Decidí<br />

subirme las mangas e investigar.<br />

Uno por uno, saqué contenedores y bolsas de plástico llenos de<br />

sobras que alguien había guardado para su uso posterior. La mayoría<br />

de los productos tenían solo unos días y pasaron fácilmente la prueba<br />

del olfato.<br />

Finalmente, hallé al culpable. Allí, en el rincón más alejado del<br />

estante inferior, había un recipiente de comida para llevar de un<br />

restaurante chino. Esa carne de res con brócoli de hacía una<br />

semana prácticamente me lanzó un golpe al abrir el envase.<br />

Lo llevé a la basura, aliviada de haber hallado el origen del<br />

hedor, pero me asombró ver como un pequeño envase de<br />

comida para llevar dañada podía hacer que todo apestara.<br />

Decidí prestar más atención a lo que almacenaba y limpiar<br />

con más frecuencia.<br />

Cuando devolví lo demás a su lugar, se me ocurrió que<br />

mi corazón es como un refrigerador. Es el hogar de todas<br />

mis emociones, sentimientos, deseos y motivos. Así como<br />

tengo que ser consciente de la comida que se acumula, debo<br />

cuidar lo que dejo apilarse en los compartimentos de mi<br />

alma (Proverbios 4:23).<br />

Si permito que las cosas equivocadas se queden, mis pensamientos<br />

se echarán a perder al igual que esas sobras. En<br />

poco tiempo, el hedor del pecado impregnará mi vida. Las<br />

Pídale al<br />

Espíritu<br />

Santo que<br />

examine<br />

su corazón<br />

y realice<br />

limpiezas<br />

regulares y<br />

minuciosas.<br />

¿Qué se esconde en su corazón con la posibilidad de<br />

pudrirse? ¿Qué cosa dolorosa está evitando? Tal vez<br />

es algo que quería enfrentar, pero la vida se interpuso<br />

y se olvidó de eso.<br />

Sea lo que sea, un trauma pasado, algo no perdonado<br />

o la ira, no lo evite por más tiempo. Una vez que<br />

ese asunto del corazón comience a descomponerse,<br />

apestará, al igual que ese recipiente de carne y brócoli<br />

comprado una semana antes.<br />

Si ha recibido a Jesucristo como su Salvador, entonces<br />

Él le ha limpiado el corazón de su naturaleza<br />

pecaminosa. Jesús hizo el trabajo duro cuando de<br />

modo voluntario dio Su vida para que le perdonaran<br />

a usted sus pecados. Lo único que tiene que hacer es<br />

cuidar ese corazón permaneciendo cerca de Dios y<br />

personas a las que importo hasta podrían señalar que se está haciendo buscándolo a través de Su Palabra y oración.<br />

desagradable estar cerca de mí. Y una vez que he notado eso, no puedo Invite al Espíritu Santo a examinar su corazón. Pídale que haga<br />

ignorarlo sin arriesgarme a ser ofensivo a Dios.<br />

limpiezas regulares y minuciosas. Pídale que elimine las cosas que<br />

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de le impidan cumplir el propósito de Dios para su vida.<br />

mi espíritu” (Salmo 51:10 NVI). Susurro estas palabras al Señor en Reflejará a Cristo más claramente ante aquellos con quienes se<br />

oración casi a diario. Le pido que señale las áreas de mi corazón que encuentre, y llevará el aroma fragante y agradable que Dios creó para<br />

necesitan Su atención (Salmo 139:23–24). Dios es leal y siempre me usted (2 Corintios 2:15).<br />

responde con gracia, misericordia y corrección amable justo en lo<br />

CHRISTINA KIMBREL es la gerente de producción de VL. Tras pasar por la cárcel,<br />

que necesito (Proverbios 3:12). El arrepentimiento es tranquilizante ahora lleva esperanza a quienes están presos de sus circunstancias pasadas o<br />

para un corazón que necesita una buena limpieza.<br />

presentes, compartiendo el mensaje de sanación que encontró en Jesús.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

13s


Fe inquebrantable<br />

en circunstancias inimaginables<br />

LA HISTORIA DE CAROL KENT<br />

El timbre del teléfono me despertó. Eran<br />

las 12:35 a. m. ¿Quién llamaría a esa hora?<br />

Entrecerré los ojos cuando mi esposo<br />

encen dió la luz y buscó el aparato en la<br />

mesita de noche. La mirada de dolor en<br />

el rostro de Gene dejó en claro que recibía<br />

noticias alarmantes.<br />

Se quitó el teléfono de la oreja y se atragantó: “Arrestaron<br />

a Jason por el asesinato del primer esposo de su esposa. Está<br />

en la cárcel de Orlando”.<br />

Traté de levantarme de la cama, pero me flaquearon las<br />

piernas. Las náuseas se apoderaron de mí. Sentía que todo<br />

se movía en cámara lenta. Nunca había estado en shock.<br />

Sin fuerza, mareada, tuve que recordarme que debía<br />

respirar. Pensamientos confusos se arremolinaron en<br />

mi cabeza: Esto tiene que ser un error. Tal vez estoy soñando.<br />

Eso es todo. Es solo un horrible sueño. Jason no es capaz de<br />

quitarle la vida a alguien, y menos en un acto premeditado<br />

de violencia. Mi hijo es un cristiano activo. Es graduado de la<br />

Academia Naval de los Estados Unidos. Defiende a los ciudadanos<br />

estadounidenses; no los destruye. Voy a volver a dormirme.<br />

Cuando me despierte, todo estará bien.<br />

14s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


FOTO DE ANDY GLOGOWER PHOTOGRAPHY<br />

Todavía al teléfono, Gene trataba de calmar a nuestra<br />

nuera, incluso procesando aún sus propias emociones.<br />

Cuántas preguntas pasaban por nuestras mentes. ¿Cómo?<br />

¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿Fue un accidente? ¿Fue en defensa propia?<br />

Tambaleándome, llegué a mi oficina y llamé a la cárcel<br />

local para ver si lo habían llevado a esa instalación. La mujer<br />

que contestó fue descortés: “Señora, no tenemos a nadie<br />

llamado Jason Kent. Su hijo no está aquí”.<br />

Por unos momentos, regresó la esperanza. Pero en una<br />

hora, otra llamada confirmó nuestros peores temores. Jason<br />

Paul Kent, nuestro único hijo, estaba encerrado en la cárcel<br />

en Orlando. Estaba detenido sin fianza por el peor cargo<br />

penal que pueda haber: asesinato agravado.<br />

Las siguientes horas fueron una mezcla confusa de lágrimas,<br />

pánico, miedo y actividad errática. Gene y yo nos<br />

abrazábamos y llorábamos. Éramos padres atrapados en<br />

nuestra peor pesadilla.<br />

Había sido un placer criar a Jason y lo amábamos profundamente.<br />

Era un joven centrado, disciplinado, compasivo,<br />

dinámico y alentador que quería vivir por cosas que contaran.<br />

Se había dedicado a servir a su Dios y su país a través<br />

del servicio militar en la Marina de los Estados Unidos.<br />

Cuando lo inimaginable rugió en nuestras vidas, los<br />

sueños que teníamos para nuestro único hijo se derrumbaron<br />

y se hicieron añicos.<br />

A medida que se sabían los hechos el caso, nos enteramos<br />

de que Jason y su esposa habían presentado múltiples<br />

denuncias de abuso contra sus hijos por parte del primer<br />

cónyuge de ella. En este momento las hijastras de Jason<br />

recibían visitas supervisadas de su padre biológico, pero<br />

él quería encuentros a solas.<br />

Jason y su esposa habían documentado de manera extensa<br />

los problemas de abuso y habían llevado el expediente<br />

a un abogado. Pero les dijeron que, en una escala del uno<br />

al diez, solo tenían un ocho en episodios demostrables. Lo<br />

más probable era que no bastara para mantener la supervisión.<br />

La noticia destrozó a nuestro hijo hasta que hizo lo<br />

impensable: asesinó al hombre en cuestión.<br />

Nos afligió lo que Jason había hecho y el impacto que<br />

causaría en los familiares del difunto. Mientras nosotros<br />

nos preparábamos para un juicio por asesinato agravado,<br />

ellos lo hacían para un funeral. Todos experimentábamos<br />

una profunda tristeza; el crimen afecta a muchas personas<br />

y tiene repercusiones de por vida.<br />

Durante los siguientes años, Gene y yo nos encontramos<br />

emocional, financiera y espiritualmente devastados.<br />

Queríamos escondernos, pero nuestros amigos se<br />

mantuvieron a nuestro lado. Sacaban un boletín mensual<br />

por correo electrónico en el que se enumeraba nuestras<br />

necesidades materiales e intereses de oración. Nos con­<br />

vertimos en receptores de un generoso amor a medida que<br />

una creciente lista de personas actuaba como las manos<br />

y pies de Jesús en nuestro momento de urgencia. Nunca<br />

habíamos estado tan necesitados, pero nunca nos habíamos<br />

sentido tan amados.<br />

Nuestros amigos nos ayudaron a soportar dos años y medio,<br />

y siete aplazamientos del juicio de nuestro hijo. Cuando<br />

finalmente tuvo lugar, Jason fue declarado culpable de ase sinato<br />

agravado y condenado a cadena perpetua sin posibilidad<br />

de libertad condicional. Al momento de escribirse este artículo,<br />

se han agotado todos los recursos de apelación, tanto<br />

a nivel estadal como federal.<br />

Mi hijo ahora dice que había idealizado su capacidad de<br />

rescatar a sus hijastras en lugar de enseñarles a llamar al<br />

servicio de emergencias, pedir ayuda a gritos y huir del<br />

peligro. Como consecuencia, Jason tomó la decisión más<br />

terrible que se le ocurrió, no solo para la víctima y su familia,<br />

sino también para sus propios seres queridos.<br />

Sea cual sea la elección equivocada,<br />

Dios puede redimirla.<br />

Pero sea cual sea la elección equivocada, Dios puede redimirla.<br />

En Su gran operación redentora de recuperación de<br />

chatarra, extrae algo valioso incluso del deshecho más roído.<br />

Esa es la promesa de Romanos 8:28: “Sabemos que Dios<br />

Arr.: Gene, Carol y su hijo, Jason, se han reunido regularmente<br />

desde la condena de Jason hace más de 23 años.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

15s


dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los<br />

que han sido llamados de acuerdo con su propósito” (NVI).<br />

Como líderes de ministerio, Gene y yo conocíamos bien este<br />

versículo. Ahora teníamos que creer en la palabra de Dios.<br />

Rápidamente nos dimos cuenta de que el proceso de Dios<br />

de “hacer las cosas para nuestro bien” es doloroso. Hubo momentos<br />

en que, como dice Pablo en 2 Corintios 1:8, “estábamos<br />

tan agobiados bajo tanta presión” (NVI). Nos sentíamos<br />

aplastados y sin la esperanza de salir con vida.<br />

Sin embargo, la magnitud de nuestra situación, como pasó<br />

con Pablo, nos enseñó a dejar de depender de nosotros mismos<br />

y a confiar solo en Dios. Todos los días, teníamos que<br />

luchar contra el impulso de controlar lo que pasaba. Poner<br />

a Jason a los pies del Señor fue fácil. Dejarlo allí, no.<br />

Aun así, sabíamos que solo Dios podía resolver este lío. Le<br />

abríamos por completo nuestros corazones a diario. Yo hallaba<br />

consuelo en el Salmo 38:9, que dice: “Ante ti, Señor, están<br />

todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos” (NVI).<br />

Daban vueltas en mi espíritu tantas preguntas. Señor, ¿por<br />

qué no le pinchaste un neumático a Jason antes de que llegara<br />

a ese estacionamiento y apretara el gatillo? Sabes que tenía el<br />

corazón puesto en la protección de sus hijastras.<br />

El dolor se cernía sobre nosotros como una nube pesada.<br />

Solo nuestra fe en Dios, Su gracia y el amor de los demás nos<br />

mantuvieron en pie.<br />

Muchas personas que se enteraron del arresto de Jason nos<br />

enviaban tarjetas. La mayoría eran de simpatía, de las que<br />

uno recibe cuando se le muere alguien. Buscaban las palabras<br />

apropiadas, pero las compañías no venden tarjetas para<br />

padres cuyos hijos están prisioneros por asesinato.<br />

Uno de mis amigos nos sorprendió con una tarjeta humorística.<br />

Decía: “Las células cerebrales van y vienen, pero<br />

las de grasa son permanentes”. Me quedé atónita cuando me<br />

oí reír a carcajadas. Había pensado que nunca lo volvería a<br />

hacer. Pero en ese momento, me sentí viva.<br />

Me di cuenta de que si Gene y yo no buscábamos en este<br />

viaje bocanadas ocasionales de alegría, nos aplastaría su<br />

peso.<br />

Al principio reír se sentía extraño, incluso mal. Pero con<br />

el tiempo, aprendimos a no sentirnos culpables por esos<br />

instantes más ligeros. Nos acordamos de Juan 10:10 (NVI),<br />

en el que Jesús dice: “Yo he venido para que tengan vida, y<br />

la tengan en abundancia”.<br />

Memorizamos ese versículo y a diario nos recordábamos<br />

que Jesús deseaba que eligiéramos la vida. Dios no tenía la<br />

intención de que la acción de nuestro hijo fuera el fin de la<br />

historia de nadie. Seguía habiendo un propósito para todos<br />

nosotros si creíamos en Él. Sin embargo, esa confianza en<br />

el Señor requeriría saltos de fe que nos hacían vulnerables<br />

a los juicios de los demás.<br />

Al principio, la mayoría de las personas que conocían<br />

nuestra historia vivían en Florida, donde había ocurrido<br />

el crimen. Gene y yo vivíamos a 1600 kilómetros de distancia<br />

en Michigan y eso nos proporcionaba un respiro<br />

temporal...Pero pronto llegó la noticia.<br />

Una vez que el periódico local hizo la conexión, un titular<br />

impactante informó a toda la comunidad de nuestra<br />

dolorosa situación: “Jason Kent, hijo de Gene y Carol Kent,<br />

arrestado por asesinato”.<br />

El momento no podía ser peor. Tenía una cita en la peluquería<br />

al día siguiente. Todo mi ser deseaba cancelar y<br />

evitar los juicios de todas esas mujeres del salón. Pero<br />

sabía que si alguna vez volvía a llevar la cabeza erguida,<br />

tenía que ser ese día. De lo contrario, nunca encontraría<br />

el coraje para enfrentar al mundo.<br />

La conversación cesó en cuanto entré por las puertas de<br />

ese lugar. Casi podía escuchar los pensamientos arremolinándose<br />

bajo esos secadores: “¡Ay, no! Ahí está la madre<br />

del asesino”. “No puedo creer que esté en público. ¡Tiene<br />

que darle vergüenza!”. “¿Hago contacto visual?”. Era un<br />

momento incómodo para todos.<br />

Quería dar la vuelta y correr, pero Azam, una amiga iraní<br />

que trabajaba allí, vino en mi ayuda. Sintiendo mi dolor,<br />

me tomó de las manos y me llevó a una sala privada en la<br />

parte de atrás.<br />

Allí, puso sus brazos a mi alrededor de mí y dijo: “Lamento<br />

mucho lo que sucedió. Estoy orando por ti, tu esposo y tu<br />

hijo”. Luego señaló la pared que nos separaba de las otras<br />

mujeres. “No te preocupes por ellas”, me dijo. “Encontrarán<br />

a alguien más de quien hablar la próxima semana”. Y así fue.<br />

Mantener la frente en alto después de una experiencia<br />

devastadora no era fácil. Tenía que ser fuerte y valiente,<br />

y confiar en que Dios estaba conmigo. (Ver Josué 1:9;<br />

Carol es autora de<br />

exitosos libros, como<br />

When I Lay My Isaac<br />

Down y Between a Rock<br />

and a Grace Place, que<br />

incluye cartas de su<br />

hijo, quien paga cadena<br />

perpetua.<br />

16s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


Voy a dejar de esconderme tras una falsa vergüenza y voy a<br />

decirle a la gente lo que nos ha ocurrido y cómo Dios nos ha<br />

ayudado a llevarlo. Quiero dar a los demás esperanza como<br />

usted me la ha dado a mí”. (Ver 2 Corintios 1:3–7.)<br />

Como escribí en mi libro, When I Lay My Isaac Down, “antes<br />

me preguntaba qué podía tener de positivo recordar los detalles<br />

y revivir el dolor de un episodio no deseado. Pero he<br />

descubierto que se libera una fuerza tremenda cuando nos<br />

atrevemos a hablar y comunicar nuestros relatos personales.<br />

¿Qué conlleva una historia? La oportunidad de dar esperanza<br />

a alguien más. Al hacerlo, recordamos a los otros que<br />

la vida es un viaje impredecible para todos”.<br />

Mediante nuestra experiencia, Gene y yo hemos aprendido<br />

sobre las necesidades de los reclusos y sus familias, un<br />

grupo en el que nunca habíamos pensado antes del arresto<br />

de Jason. Ahora somos parte de ese mundo y hemos podido<br />

usar nuestra travesía para la gloria de Dios.<br />

Dado que en Estados Unidos hay más de 2,2 millones de<br />

personas en prisión, Gene y yo hicimos una lluvia de ideas en<br />

oración sobre formas prácticas de hacer ministerio para personas<br />

cuyas vidas, como la nuestra, habían tomado rumbos<br />

Cuando nos concentramos en las<br />

necesidades de los demás, nuestros<br />

problemas parecen mucho<br />

menos fuertes y la depresión no<br />

nos quita la esperanza.<br />

Arr. súp.: Carol y su<br />

hermana, Paula,<br />

fotografiadas con<br />

“Cajas de esperanza”,<br />

una iniciativa de<br />

Speak Up for Hope.<br />

Miles de estas cajas se<br />

entregan a madres y<br />

esposas de reclusos en<br />

todo Estados Unidos.<br />

Arr. inf.: Carol es una<br />

oradora cristiana muy<br />

respetada y solicitada.<br />

Enseñando aquí en la<br />

Extraordinary Women’s<br />

Conference.<br />

Proverbios 3:5–6.) No podía permitir que la sensación<br />

de incomodidad y falsa vergüenza por los errores de mi<br />

hijo me impidieran vivir.<br />

Gene y yo estuvimos de acuerdo en que necesitábamos<br />

abrirnos y ser sinceros sobre la experiencia de nuestra familia,<br />

a pesar de que ese grado de franqueza sería difícil.<br />

Algunos nos censuraron por hablar sobre nuestra vivencia,<br />

pero por cada crítica, ha habido nueve personas que<br />

han dicho: “Gracias por ser auténticos y compartir lo<br />

que les pasó”. Muchas nos preguntan luego si pueden<br />

compartir sus historias con nosotros.<br />

Una mujer me contó que su esposo llevaba 18 años<br />

en prisión y que lo liberarían en un mes. Le pregunté<br />

si volvería a casa a vivir con ella y respondió: “Vamos<br />

a intentarlo”.<br />

Después se paró derecha y dijo con confianza: “Hoy,<br />

usted me ha dado la valentía para narrar mi historia.<br />

inesperados. Un año después del juicio de Jason, fundamos<br />

Speak Up for Hope, una organización sin fines de lucro para<br />

todo el país que brinda esperanza a los reclusos y sus familias<br />

proporcionando aliento y recursos. Esta labor les ha dado<br />

significado a nuestras vidas durante nuestra odisea.<br />

Optar por una acción decidida en medio de circunstancias<br />

desesperadas fue quizás nuestro paso más importante en esta<br />

experiencia. Cuando nos concentramos en las necesidades<br />

de los demás, nuestros problemas parecen mucho menos<br />

fuertes y la depresión no nos quita la esperanza. Cuanto<br />

más tomamos parte en ayudar a los demás, mayor alegría<br />

experimentamos.<br />

Han pasado 23 años desde que Jason recibió su sentencia.<br />

Como madre de un condenado a cadena perpetua, no<br />

obstante mi profundo pesar por el crimen de mi hijo y sus<br />

consecuencias, agradezco que esté viviendo para el Señor<br />

en un lugar insospechado.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

17s


Izq.: Carol y Gene se recuerdan a diario<br />

que Dios quiere que experimenten la<br />

alegría, la risa y la paz.<br />

Dios ha usado poderosamente a Jason en las<br />

últimas dos décadas. Ha orientado a cientos<br />

de reclusos en el curso “Financial Peace University”<br />

(la Universidad de la Paz Financiera)<br />

de Dave Ramsey. Ha sido mentor de otros, ha<br />

dado clases en programas de reinserción social,<br />

y ha utilizado su cristianismo y habilidades<br />

de liderazgo para disipar tensiones y brindar<br />

paz en situaciones que solo el Espíritu Santo<br />

puede solucionar.<br />

Le pregunté cómo evita que la depresión lo<br />

FOTO DE ANDY GLOGOWER PHOTOGRAPHY<br />

Confiar en Dios requeriría saltos<br />

de fe que nos hacían vulnerables<br />

a los juicios de los demás.<br />

Desde el principio, Jason tuvo conciencia del dolor indescriptible<br />

que sus acciones habían infligido a la familia de su<br />

víctima y de la imposibilidad de restaurar la vida que tomó.<br />

Le pidió a Dios perdonarle su pecado de asesinato.<br />

También pidió perdón al padre de su víctima. Nunca ha<br />

recibido respuesta, lo cual ha sido difícil pero comprensible.<br />

Afortunadamente, la gracia de Dios perdona incluso la<br />

decisión más devastadora (1 Juan 1:9).<br />

A Jason le tomó tiempo aceptar por completo el perdón de<br />

Dios. Solo cuando lo hizo pudo experimentar la redención<br />

que nace de un profundo pesar por obrar mal, un desmoronamiento<br />

total y un reconocimiento de la incapacidad para<br />

arreglar algo sin intervención divina. Jason sabe que nunca<br />

podrá enmendar nada, pero se ha comprometido a vivir el<br />

resto de su vida para el Señor.<br />

domine y respondió: “Mamá, tengo una lista<br />

de cosas que agradecer. Cuando siento que no<br />

puedo seguir, enumero todo por lo que estoy<br />

agradecido, como tener padres que abogan por<br />

mí, y familiares y amigos que ponen fondos en<br />

mi cuenta de recluso que luego puedo compartir<br />

con quienes no tienen nada”. Luego hizo<br />

una pausa y dijo: “Y estoy agradecido de tener<br />

oportunidades de hacer ministerio a diario en<br />

un complejo que alberga hasta mil seiscientos reclusos”.<br />

Agradecer, reír, vivir, servir ,y estar dispuestos a ser vulnerables<br />

y auténticos ha evitado que a nuestra familia la derroten<br />

las circunstancias. Además, le ha dado sentido a nuestro dolor.<br />

También en su dolor puede haber un propósito. Elija tener<br />

una fe inquebrantable en su circunstancia inimaginable. La<br />

vida no se ha terminado. Hay esperanza para usted y su familia.<br />

Cristo es su esperanza. Y como promete Romanos 5:5,<br />

esa esperanza nunca lo defraudará.<br />

CAROL KENT es la fundadora y directora ejecutiva de Speak Up<br />

Ministries, una organización multifacética que enseña a oradores,<br />

escritores y líderes cristianos a comunicarse. Carol y su esposo, Gene,<br />

fundaron la organización sin fines de lucro Speak Up for Hope para<br />

proporcionar recursos a los reclusos y sus familias. Para obtener más<br />

información, visite speakupministries.com y speakupforhope.org.<br />

18s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


VIDAS TRANSFORMADAS<br />

PÁGINA EN<br />

BLANCO<br />

POR SHERIDAN CORREA<br />

UN TRIBUNAL PUEDE SER UN lugar aterrador.<br />

Siendo un adicto que con frecuencia tomó<br />

decisiones destructivas, sé lo que se siente estar<br />

ante un juez con el destino colgando de un<br />

hilo. Experimentaba tanta ansiedad, miedo y<br />

preocupación.<br />

Pasé años entrando y saliendo de la cárcel<br />

sin ver la necesidad de Dios. En mi mente, yo<br />

era Dios. Me esforzaba por tratar de controlar<br />

todo y a todos. Juzgaba con dureza y amaba con<br />

condiciones. Si haces algo por mí, yo hago algo<br />

por ti. Si me amas, yo te amo. Así era mi vida.<br />

Todos nacemos con una naturaleza pecaminosa<br />

que puede conducirnos al orgullo y la<br />

rebeldía. Algunas personas, al igual que yo,<br />

se aferran a esa forma de ser pecaminosa, y<br />

se oponen deliberadamente a Dios y cualquier<br />

forma de autoridad. Sin embargo, tiene un alto<br />

precio decidir convertirse en enemigo de Dios.<br />

El castigo por el pecado es la muerte, separarse<br />

eternamente de Él (Romanos 6:23).<br />

Pero la muerte no tiene que ser nuestro<br />

destino. Es cierto que nacemos en el pecado y<br />

tenemos una naturaleza que lo busca. También<br />

es verdadero que, sin importar nuestros esfuerzos,<br />

no podemos cambiar ese hecho. Solo la fe<br />

en Jesucristo puede cambiar nuestro futuro.<br />

Jesús nos da esperanza. Romanos 4:25 señala<br />

que Jesús fue “entregado a la muerte por<br />

causa de nuestros pecados, y resucitado para<br />

hacernos justos a los ojos de Dios” (NTV).<br />

Romanos 5:10 nos enseña que cuando<br />

éramos Su enemigo, Dios nos reconcilió<br />

consigo mismo a través de la muerte de Su<br />

Hijo. Dios, en Su amor, bondad y compasión,<br />

creó una salida para la sentencia de muerte<br />

del pecado. Jesús dio Su vida de manera<br />

volun taria al tomar nuestro lugar en la cruz<br />

y canceló así nuestra deuda de pecado para<br />

siempre…la pasada, la presente y la futura.<br />

Me gusta imaginarlo de esta manera:<br />

us ted y yo estamos parados en una corte<br />

celestial con Dios como juez. Somos culpables.<br />

Pueden darnos pena de muerte. Pero<br />

justo antes de que Dios anuncie nuestro<br />

destino, Jesús entra y le dice al juez: “Déjalos<br />

ir. Yo morí en su lugar”.<br />

El mazo celestial cae con un sonido atronador<br />

cuando Dios acepta la sentencia y<br />

da el fallo. “Están en libertad de marcharse”,<br />

indica. “Jesús ha tomado su lugar y ha<br />

limpiado su historial. Por la presente se les<br />

declara inocentes de todos los cargos desde<br />

este día en adelante”.<br />

¿Le parece demasiado bueno para ser<br />

verdad? No lo es. Es justo lo que hizo Jesús<br />

por nosotros (2 Corintios 5:21). Todo lo que<br />

usted debe hacer para recibir Su ofrenda y<br />

escapar de la pena de muerte del pecado<br />

es creer y aceptar que Jesús pagó el precio<br />

por sus faltas y lo purificó (Romanos 10: 9).<br />

¿Sabía que cuando Jesús murió, le dio a<br />

usted una nueva identidad? Ya no es la misma<br />

persona. Y como es otro ser, se le da un<br />

pasado limpio. Ya no es lo que o quien solía ser.<br />

Dios ya no ve a esa persona (Salmo 32:1–2). Su<br />

pecado pasado ya no es un problema para Él.<br />

Además de darle una página en blanco, Jesús<br />

elimina el poder del pecado sobre usted. Gracias<br />

a Él, está libre de la esclavitud que era<br />

parte de su pasado. El pecado ya no se apodera<br />

de usted. El Espíritu de Dios vive en su interior<br />

para darle la victoria sobre todos esos hábitos<br />

y vicios anteriores. (Ver Romanos 6–8.)<br />

Comprender estas verdades es vital para<br />

llevar una vida transformada. Satanás todavía<br />

le recordará sus faltas, defectos y fracasos.<br />

Señalará sus debilidades y le dirá cuán indigno<br />

es del pago de Jesús por su pecado. Pero adivine<br />

qué. ¡No tiene que escucharlo! No cambie<br />

la verdad y el amor de Dios por las mentiras<br />

de Satanás (Romanos 1:25).<br />

A usted lo rectificaron con Dios cuando puso<br />

su confianza en Jesús (Romanos 3:22). Él hizo<br />

eso por usted, y nada de lo que haga cambiará<br />

esa verdad. Reciba Su ofrenda de perdón hoy.<br />

Dígale, con profundo aprecio: “¡Gracias, Señor!”<br />

Y luego vaya a llevar una vida de gratitud<br />

en Él.<br />

SHERIDAN CORREA es consejera bíblica y tiene<br />

estudios sobre la atención integral basada en el<br />

trauma. Está casada, es mamá de dos adolescentes,<br />

cantante y una corredora entusiasta, cuya vida Jesús<br />

ha cambiado radicalmente. Se unió a la familia de<br />

Victorious Living en 2022 como administradora de<br />

nuestras redes sociales.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

19s


Convertirse<br />

en una<br />

persona de<br />

victoria<br />

LA HISTORIA DE NICOLE DYSON<br />

ecir que yo era la niña de<br />

los ojos de mis padres y<br />

mis abuelos sería quedarse<br />

corto. Me prodigaron a mí, su única hija y nieta,<br />

amor, atención y aliento. Me proporcionaron<br />

todo lo que necesitaba y quería. Incluso tuve<br />

un pony llamado Sueño de Nicole.<br />

Ojalá pudiera decir que aproveché esas bendiciones<br />

para cambiar el mundo, pero no fue<br />

así. Prefería interesarme en mis deseos antes<br />

que pensar en lo que le sucedía a los demás.<br />

Estoy segura de que mis padres esperaban<br />

que saliera de mi fase egocentrista, pero no<br />

lo hice. Solo importaba yo. Siempre. Y seguí<br />

con mi conducta egoísta e indiferente hasta<br />

bien entrada la edad adulta. Como resultado,<br />

lastimé sin querer a muchas personas.<br />

Me convertí en madre a los 19 años. No comprendo<br />

cómo sobrevivimos mi hijo y yo: era<br />

una niña grande que cuidaba a un pequeño. No<br />

tenía idea de lo que hacía. Sin embargo, según<br />

los estándares de todo el mundo, lo estaba haciendo<br />

bien. Tuve éxito en lo financiero y le<br />

di una buena vida a mi hijo...por un tiempo.<br />

Los fines de semana, descansaba de todo<br />

mi arduo trabajo y montaba motocicleta<br />

con mi novio. Me encantaba salir a la carretera<br />

con mi cabello rubio decolorado, que<br />

salía revoloteando de mi casco. Al golpear<br />

mi rostro, el viento me hacía sentir salvaje<br />

y sin responsabilidades. Pensé que había<br />

realizado mis fantasías.<br />

Pero a los 30 años, me encontré en medio<br />

de una investigación judicial. Mi sueño se<br />

había convertido en pesadilla.<br />

Muchas veces he reflexionado sobre<br />

cómo una persona con una vida tan buena<br />

podía terminar en prisión. Mi espíritu rebelde<br />

tiene la culpa. Quería las cosas y ya,<br />

y nunca me importaban las consecuencias.<br />

Era la reina de mi vida y hacerme un trono<br />

era lo único que contaba.<br />

Nunca tocaba el alcohol en días de semana;<br />

me concentraba en el trabajo y mi<br />

hijo. Pero al llegar el fin de semana, salía<br />

mucho. A la larga, el alcohol me llevó a las<br />

drogas duras.<br />

“Está bien”, me decía. “Solo las consumes<br />

por recreación”. Tenía la cabeza tan enterrada<br />

en la arena que no veía el problema que se me<br />

venía encima.<br />

Todo comenzó cuando un traficante local<br />

dio los nombres de sus contactos, que por algún<br />

motivo incluían el mío. A los cuerpos de<br />

seguridad les dio igual que yo fuera “solo” una<br />

consumidora ocasional y que nunca le hubiera<br />

comprado directamente a ese vendedor. Me<br />

hallaron culpable de encubrimiento: sabía de<br />

una actividad criminal y no la había reportado.<br />

Así nada más, perdí mi vida y todas sus comodidades.<br />

La prisión se convirtió en mi hogar<br />

los siguientes trece meses. Nada podía preparar<br />

a esta niña mimada para el impacto de la<br />

vida en la cárcel. No tenía ninguna habilidad<br />

para sobrevivir o hacerle frente a aquello. El<br />

dolor, la ira, la confusión y la desesperación<br />

me asfixiaban a diario.<br />

Lo peor era la noche. Era imposible descansar<br />

con el llanto amortiguado y los gemidos<br />

que inundaban el denso aire del dormitorio.<br />

No paraba de pensar, y si conciliaba el sueño,<br />

era una pesadilla.<br />

El mal acechaba en cada sombra. El miedo<br />

y la soledad eran mis compañeros constantes,<br />

FOTO DE KOURTNEY ROBINSON PHOTOGRAPHY<br />

20s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


y la tristeza se cernía sobre mí como una nube<br />

negra y espesa de fatalidad. La esperanza y la<br />

paz me huían, y me arrastraba sin rumbo hacia<br />

mi fecha de liberación.<br />

Cumplí la mayor parte de mi condena y luego<br />

pasé a una casa de transición. Tras cuatro<br />

meses allí, el FBI me liberó con una sentencia<br />

de varios años de servicio comunitario y libertad<br />

condicional.<br />

Esperaba que volver a casa me quitara las<br />

ideas atormentadas que llenaban mi mente<br />

privada de sueño, pero los terrores nocturnos<br />

continuaron. Me despertaba casi todas las<br />

noches, empapada en sudo y confundiendo<br />

mi cama en casa con la de la prisión.<br />

Desesperada por descansar, comencé a<br />

dormir en mi auto, encerrada en el garaje.<br />

Cuando despertaba allí, enseguida sabía que<br />

estaba en casa y no en prisión.<br />

Cuando mis viejos amigos empezaron a<br />

visitarme, entendí que necesitaba hacer un<br />

cambio o volvería a prisión. Puse un letrero<br />

de venta en el patio, cargué a mi hijo y lo que<br />

podíamos meter en el auto, y me fui. Tiré mi<br />

celular con todos mis contactos por la ventana<br />

en la carretera y nunca miré hacia atrás.<br />

Mi primera parada fue el suroeste de Florida,<br />

donde viví con mi madre hasta que pude<br />

levantarme. Al poco tiempo, un amigo me invitó<br />

a la Iglesia. ¡No, gracias! De niña, había ido<br />

a una escuela religiosa e imaginaba que Dios<br />

era un hombre enojado que me colgaba sobre<br />

el infierno, esperando a que me equivocara. No<br />

quería tener nada que ver con Él.<br />

No recuerdo haber aceptado, pero de algún<br />

modo terminé en la iglesia de mi amigo. Mi<br />

duro corazón se ablandó cuando escuché de<br />

las promesas y el amor de Dios hacia mí y la<br />

libertad que podía tener en Jesús. Es verdad:<br />

“La fe viene como resultado de oír el mensaje”<br />

(Romanos 10:17 NVI). Ante el poder radiante<br />

de Jesucristo, sentí una esperanza real por<br />

primera vez.<br />

Seguí yendo a la iglesia con mi amigo, pero<br />

pasaron seis semanas antes de que pudiera<br />

escuchar todo un sermón. Las emociones me<br />

abrumaban y salía corriendo hacia el baño de<br />

la iglesia o al estacionamiento a llorar. No podía<br />

entender qué me pasaba. Nunca había sido<br />

dada al llanto, pero ahora me desmoronaba.<br />

El día en que por fin llegué al final de un sermón,<br />

sentí cada palabra del pastor. Estaba bajo<br />

el poder del Espíritu Santo y sabía que esas<br />

palabras eran para mí. La bondad de Dios<br />

me llevó al arrepentimiento (Hechos 3:19;<br />

Romanos 2:4), y me entregué a Su amor.<br />

El amor de Dios rompió mi orgullo, ira,<br />

resentimiento, vergüenza y recuerdos<br />

traumáticos. La paz reemplazó al miedo<br />

y el sentido de comunidad alejó la soledad<br />

cuando descubrí mi identidad como Su<br />

hija. Él también me dio un corazón nuevo;<br />

uno que ya no era egoísta (2 Corintios 5:17;<br />

Ezequiel 36:26).<br />

Mi mayor deseo era servir a Aquél que me<br />

perseguía cuando yo aún era un desastre.<br />

La victoria viene<br />

a todo el que se<br />

someta y entregue<br />

su corazón, mente y<br />

voluntad a Dios.<br />

Había hecho las cosas a mi modo por demasiado<br />

tiempo; era hora de bajarme del<br />

trono y dejar que Dios tomara Su asiento.<br />

Me entregué a Jesús y no me hartaba<br />

de la Palabra de Dios.<br />

Una vez que Jesús se convirtió en el Señor<br />

de mi vida, me volví una especie de bebé.<br />

Tuve que aprender a caminar, hablar y actuar<br />

de otra manera. Tuve que aprender a<br />

pensar y tomar decisiones con la mente de<br />

Cristo. No fue fácil.<br />

Desde 2007, mi viaje con el<br />

Señor ha sido como el de Abraham.<br />

En su historia, Dios prometió<br />

abundantes ben diciones,<br />

pero Abraham tuvo que obedecer<br />

lo que Dios le dijo que<br />

hiciera e ir adonde le dijo que<br />

fuera. (Ver Génesis 17:1–25:11.)<br />

Dios me dio las mismas órdenes<br />

de marcha. Al igual que Abraham,<br />

tuve que seguir adelante<br />

Der.: Nicole recibió mucho amor y<br />

atención cuando era niña. En la foto<br />

con su difunta abuela, montando su<br />

pony, Sueño de Nicole.<br />

obedientemente, sin saber adónde me estaba<br />

llevando ni por qué.<br />

No recuerdo que el Señor me llamara a servir<br />

en la cárcel y el ministerio de la prisión. Fue<br />

más como un empujón del Espíritu Santo. La<br />

idea no había cruzado mi mente hasta que vi<br />

un volante en la iglesia que pedía voluntarios<br />

para visitar la cárcel del condado en Navidad.<br />

Estaba sola de vacaciones y necesitaba algo<br />

que hacer. Así que me ofrecí como voluntaria.<br />

Lo siguiente que supe fue que cruzaba las<br />

puertas de la cárcel del condado de Alachua<br />

en Gainesville, Florida. No recuerdo nada<br />

de lo que dije durante los cinco minutos que<br />

compartí mi testimonio, pero nunca olvidaré<br />

lo que sucedió después. Las diez mujeres que<br />

vinieron a nuestro servicio ese día dieron sus<br />

vidas al Señor.<br />

“¿Es esto algo que le interesaría hacer más<br />

a menudo?”, me preguntó otro voluntario.<br />

“Por supuesto que no”, contesté. Y pensé que<br />

lo decía en serio. Me imagino que Dios se rio<br />

mucho de mi respuesta.<br />

Desde ese día, Él hizo que sucedieran cosas<br />

imposibles para una exdelincuente como yo.<br />

La pareja que había estado oficiando fielmente<br />

se fue a servir a otro lugar y me entregó el ministerio<br />

de mujeres de la cárcel del condado<br />

de Alachua.<br />

Jennifer, una de las reclusas, me recordó<br />

la necesidad de servicios como el nuestro en<br />

la cárcel. La iban a transferir al Centro de Recepción<br />

de Mujeres de Florida (FWRC, por su<br />

abreviatura en inglés) y le preocupaba no encontrar<br />

una comunidad cristiana allí.<br />

Habían pasado catorce años desde mi salida<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

21s


Mucha gente supone que<br />

la prisión es suelo infértil,<br />

pero no es así. Es un lugar<br />

donde Dios tiende la<br />

mano a Sus hijos sumidos<br />

en la oscuridad y el dolor.<br />

de prisión y no estaba interesada en regresar,<br />

ni siquiera por una buena razón como esa.<br />

Además, ni siquiera sabía cómo iniciar el<br />

proceso. Así que deseché la idea. Era feliz en<br />

mi ignorancia.<br />

Pero entonces, recibí una carta de Jennifer.<br />

“Querida señorita Nicole”, escribió. “Le<br />

hablé al capellán sobre usted y quiere que lo<br />

llame de inmediato”.<br />

Cada año el equipo de The Jesus Infusion sirve a más<br />

de 3000 reclusas en Florida. Para Nicole y su esposo,<br />

Randy (en la foto de abajo), es un tesoro el tiempo que<br />

pasan con mujeres como las de la foto de arriba en el<br />

Centro de Recepción de Mujeres de Florida Central.<br />

El ministerio en prisión es terreno fértil para el<br />

Evangelio, como lo demuestran los más de 500<br />

bautismos realizados por el equipo de The Jesus<br />

Infusion desde 2015 (últ. abajo).<br />

Marqué el número del capellán, riéndome<br />

de la idea de que autorizaran a una<br />

exdelincuente a entrar a una prisión. Pero<br />

la mano de Dios obraba para ponerme en<br />

el camino misionero para el que me había<br />

preparado toda la vida. Las puertas del<br />

sistema penitenciario se abrieron sorprendentemente<br />

rápido.<br />

Desde el momento en que pasé por las<br />

puertas de la FWRC, me sentí como en<br />

casa. Es que reconocí mi antiguo yo en los<br />

rostros de las personas que tenía enfrente.<br />

Solas. Dolidas. Extraviadas. Humilladas.<br />

Deshechas.<br />

Estas damas necesitaban con desesperación<br />

conocer el amor de su Padre<br />

celestial. Necesitaban saber de Jesús, quien<br />

murió por sus pecados, para tener la vida<br />

eterna y liberarse de las adicciones, los<br />

abusos pasados y otros traumas. También<br />

necesitaban aprender a luchar contra<br />

las fuerzas espirituales que libraban una<br />

gue rra contra sus almas. (Ver 2 Corintios<br />

10:4–5; Efesios 6:10–17.)<br />

Las necesidades de estas mujeres pronto<br />

excedieron mi capacidad y un amigo me sugirió<br />

establecer una organización sin fines<br />

de lucro. El mismo favor del Señor que me<br />

permitió predicar el evangelio en prisión<br />

intervino y me convertí en la fundadora de<br />

The Jesus Infusion.<br />

Desde su creación en 2015, The Jesus<br />

Infusion ha atendido a miles de mujeres<br />

en prisión. Nos encontramos con ellas en<br />

el punto donde está su caminata con Dios y<br />

les mostramos Su gracia. A diario descubren la<br />

libertad y nuevas perspectivas para la vida. El<br />

Espíritu Santo obra a través de nuestros voluntarios<br />

para brindar servicios de capilla, tutoría<br />

y discipulado, clases de destrezas para la vida<br />

y bautismos.<br />

La gente supone que la prisión es suelo infértil,<br />

pero no es así. Es un lugar donde Dios tiende<br />

la mano a Sus hijos sumidos en la oscuridad<br />

y el dolor. Él nos ordena buscarlos e infundir<br />

la luz de Jesús en sus vidas (Isaías 6: 8). Los<br />

reclusos de todo el mundo necesitan saber<br />

que hay esperanza y que el cambio es posible.<br />

Pensé que mi vida había terminado cuando<br />

me arrestaron y me llevaron a prisión. Pero<br />

mire lo que mi Padre celestial me tenía reservado.<br />

Dios transformó a esta mujer una vez<br />

egoísta en una sierva obediente que se interesa<br />

en el bienestar de los demás. Y pensar que podría<br />

haberlo perdido todo, incluso la increíble<br />

bendición de encontrar a mi mejor amigo, esposo<br />

y compañero de ministerio, Randy.<br />

Dios me ha salvado de mí misma y me ha<br />

hecho una persona de victoria. Él me llevó de la<br />

rebeldía a la redención, del egoísmo a la sumisión,<br />

y me ha colocado en la tierra del triunfo.<br />

Usted también puede vivir allí: la victoria<br />

viene a todo el que se someta y entregue su<br />

corazón, mente y voluntad a Dios.<br />

NICOLE DYSON conoce de primera mano la<br />

importancia de ser amada y escuchada. Ella y su<br />

esposo, Randy, tienen el compromiso de infundir el<br />

amor de Jesús en la vida de todos a los que sirven,<br />

tanto dentro como fuera de prisión. Para obtener más<br />

información, visite www.thejesusinfusion.org.<br />

FOTO DE KOURTNEY ROBINSON PHOTOGRAPHY<br />

22s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


UN PASO ADELANTE<br />

Dios repara<br />

lo roto<br />

POR AMBER LEASON<br />

FOTO DE ARIZONA PORTRAITS PHOTOGRAPHY LLC<br />

A VECES LA VIDA SENCILLAMENTE es<br />

dura. Todos pasamos por las pérdidas, las dificultades<br />

y la disrupción que causa el dolor,<br />

pero este último año ha sido especialmente<br />

difícil para mi familia.<br />

Las palabras del rey David en el cautiverio<br />

y la desesperación suavizan los golpes de mi<br />

dolor. “Tú llevas la cuenta de todas mis angustias”,<br />

dice, “y has juntado todas mis lágrimas<br />

en tu frasco; has registrado cada una de ellas<br />

en tu libro” (Salmo 56:8 NTV).<br />

Últimamente, mi familia ha quedado atrapada<br />

en un invierno interminable. A veces parece<br />

que la montaña que se eleva ante nosotros se<br />

ha congelado en el tiempo y que el sufrimiento<br />

nunca se desvanecerá. Tal vez usted se sienta<br />

identificado.<br />

Mi amada abuela ha enterrado a sus tres<br />

hijos. Ver su corazón destrozado rompe el mío.<br />

Y recientemente, otro ser querido se despidió<br />

de sus hijos.<br />

La pena no deja de golpear con fuerza y velocidad.<br />

Es inesperada e inoportuna. No dejo de<br />

recordarme a mí misma que Dios está a mi favor<br />

y nada puede separarme de Su amor (Romanos<br />

8:31–38). Pero los días aciagos son muchos.<br />

Además, mi pasado de destrucción y drog<br />

adicción asoma su horrible rostro...de nuevo.<br />

La vergüenza y el arrepentimiento se ciernen<br />

sobre mí para causar más dolor a mi corazón ya<br />

roto. Sin embargo, este sufrimiento me golpea<br />

de manera diferente. A veces me hace dudar del<br />

amor, la gracia y la capacidad de perdón de Dios.<br />

¿Cómo podría un Dios perfecto absolver a<br />

una pecadora como yo, alguien cuyas decisiones<br />

han causado tanto dolor a sus seres<br />

queridos? ¿Por qué me disculparía? Todavía<br />

hay gente en mi vida que no ha podido perdonarme.<br />

Han pasado seis años desde que el<br />

Señor me dio la desintoxicación y aún estoy<br />

excluida de la existencia de esas personas.<br />

ESTE LLANTO NO ES SOLO MÍO. MI CORAZÓN<br />

Y EL DE JESÚS SE ROMPEN JUNTOS.<br />

Este rechazo me recuerda constantemente<br />

y el de Jesús se rompen juntos. Él llora conmi­<br />

de las cosas horribles que he hecho. go toda la pérdida y el dolor, aunque yo haya<br />

Y si no me cuido, solo veré mi pasado de causado la mayor parte.<br />

pecado en lugar de la gracia de Dios. Me Sin embargo, Dios me insta a rechazar el<br />

siento indigna.<br />

sufrimiento que pretende el enemigo por el<br />

Sentir que no merezco el amor de Dios ha daño que causé (Génesis 50:20) y a recordar<br />

sido mi mayor dificultad como seguidora de que Su gracia es más grande que cualquier<br />

Cristo. Creo que Jesús murió en la cruz y que pecado. Por un momento, encuentro la paz.<br />

Su sangre lavó mis faltas. Sé que Él pagó con Pero ¿qué pasa con aquellos que no me disculpan?<br />

un gran sacrificio mi pecado (Mateo 26:28).<br />

¿Cómo puedo lograr que me extiendan<br />

Lo triste es que al parecer no puedo hacer el perdón?<br />

que mis creencias bajen de mi cabeza y se Pues, no puedo. Solo Aquél que se inclinó y<br />

asienten en mi corazón.<br />

me sacó del pozo hace seis años puede ablandar<br />

Seguramente esto es obra del enemigo. La<br />

sus corazones (Salmo 40: 2). Debo confiar<br />

vergüenza, la culpa y el remordimiento son en Su tiempo y amor. La Biblia me dice que mi<br />

todas herramientas que usa Satanás para Cristo Jesús está con el Padre en este momento<br />

que solo veamos nuestro pasado y dudemos<br />

intercediendo por mí (Romanos 8:34). Y si<br />

de nuestro valor. Digo esta oración: Dios, usted es Su hijo, Él está allí intercediendo por<br />

ayúdame a aceptar Tu perdón de una vez por usted también.<br />

todas. Ayúdame a poner mi pasado bajo Tu sangre<br />

¿Qué necesita poner al cuidado de Dios?<br />

y mis relaciones rotas en Tus capaces manos. Confíe en Él. Entréguele sus preocupaciones<br />

Lamento esos nexos perdidos. El Señor y acérquese para que Él le vende las heridas<br />

sabe que he tratado de hacer las paces. Pero (Salmo 147:3). “El Señor está cerca de los quebrantados<br />

mis esfuerzos han sido inútiles. La nube de<br />

de corazón, y salva a los de espíritu<br />

dolor sigue haciéndose más grande y oscura abatido” (Salmo 34:18 NVI).<br />

a medida que se afianzan más el rechazo,<br />

el fracaso y la decepción.<br />

Incluso en este momento, caen lágrimas<br />

sobre mi teclado. Pero al verlas, recuerdo<br />

que este llanto no es solo mío. Mi corazón<br />

AMBER LEASON trabaja en educación especial<br />

y disfruta compartir el amor de Jesús con sus<br />

estudiantes. También sirve en Thrive, un ministerio<br />

femenino que propicia un espacio para que las mujeres<br />

se conecten con Dios y se alienten mutuamente en su fe.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

23s


VIDAS TRANSFORMADAS<br />

Salga de su<br />

escondite<br />

OBRA DE ARTE DE UN MIEMBRO DE LA FAMILIA VL<br />

POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />

LEER LA BIBLIA ME DA MUCHO ÁNIMO. En sus páginas<br />

encuentro verdad, vida y fuerza. Recientemente, leí la historia<br />

de Gedeón en Jueces 6.<br />

Los israelitas eran el pueblo escogido de Dios, pero estaban<br />

en una situación terrible a causa de su pecado. La Biblia dice<br />

que habían hecho el mal a ojos del Señor al hacer lo que era<br />

correcto a sus propios ojos. Como resultado, Dios permitió<br />

que los madianitas, su acérrimo enemigo, devastaran sus<br />

tierras, destruyeran sus cultivos y mataran su ganado.<br />

Su difícil condición nos recuerda que llevar una vida contraria<br />

a la voluntad de Dios y en procura de deseos propios conduce<br />

a escenarios difíciles, aterradores, estériles y solitarios.<br />

En Jueces 6:11, nos encontramos con Gedeón, que estaba<br />

trillando trigo mientras se escondía en un lagar. El hecho de<br />

que estuviera trillando en un agujero profundo donde generalmente<br />

se extrae el vino muestra cuán asustado estaba.<br />

Esperaba que el enemigo no lo viera y le robara el grano.<br />

Según se narra, el ejército de Madián era tan numeroso<br />

que los israelitas ni siquiera podían contar sus camellos, y<br />

mucho menos a los mismos guerreros. No es de extrañar<br />

que Gedeón se estuviera ocultando.<br />

Y, sin embargo, ese lugar de temor, desesperación y<br />

aislamiento fue exactamente donde el ángel del Señor eligió<br />

aparecérsele a Gedeón. Lo saludó y le planteó una tarea<br />

increíble, del tamaño de Dios: el Señor quería que Gedeón<br />

liberara a los israelitas del puño de su enemigo.<br />

Me encanta el saludo del ángel para Gedeón en Jueces<br />

6:12. La NVI dice: “El Señor está contigo, guerrero valiente”.<br />

24s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


VIDAS TRANSFORMADAS<br />

La NTV: “¡Guerrero valiente, el Señor está contigo!” Ahora<br />

recuerde, ¡este “héroe” sentía tanto miedo que se escondía!<br />

El saludo del ángel contiene verdades que pueden cambiar<br />

nuestras vidas. Note cómo, antes de decir cualquier otra cosa,<br />

el ángel se aseguró de que Gedeón supiera que Dios estaba<br />

con él. Pero esas palabras fueron difíciles para Gedeón.<br />

La vida era dura. Nuestro personaje estaba hambriento,<br />

asustado y enfrentaba a un ejército malvado. Su respuesta<br />

en Jueces 6:13 muestra sus dudas: “Pero, señor”, objetó<br />

Gedeón, “si el Señor está con nosotros, ¿Como es que nos<br />

sucede todo esto? ¿Dónde están todas las maravillas que<br />

nos contaban nuestros padres?” (NVI).<br />

Esas eran preguntas osadas para hacérselas a un ángel,<br />

pero Gedeón se sentía abandonado, incluso castigado, por<br />

Dios. ¿Qué había sido de todos esos milagros que, según<br />

le habían contado, Dios solía hacer por los israelitas? No<br />

había visto ni uno. ¿Y ahora ese Dios esperaba que Gedeón<br />

hiciera qué?<br />

¿Alguna vez le ha hecho al Señor preguntas como éstas?<br />

Tal vez haya dicho: “Discúlpame, pero ¿dónde estás, Dios?<br />

¿Dónde están los milagros de los que he oído hablar? ¿Por<br />

qué no me has rescatado a mi familia y a mí? ¿Por qué tenemos<br />

que sufrir tanto?”.<br />

Me gustaría poder responder sus preguntas, lector. Yo<br />

también tengo las mías. Lamentablemente, este pasaje nos<br />

muestra que no siempre obtenemos las respuestas que buscamos.<br />

Así le pasó a Gedeón.<br />

El ángel le contestó con este mandato: “Ve con la fuerza<br />

que tienes, y salvarás a Israel del poder de Madián. Yo soy<br />

quien te envía” (v. 14 NVI).<br />

Mi paráfrasis personal de este versículo es: “Gedeón, no<br />

necesitas entender por qué. Lo único que debes saber es<br />

que yo estoy contigo y te envío. Confía en Mí. Confía en que<br />

en Mí eres lo suficientemente fuerte. Sal del lagar y verás<br />

milagros que nunca habías imaginado. Liderarás a mi pueblo<br />

y derrotarás a tu enemigo. Te usaré para cambiar el mundo”.<br />

En ese momento, Gedeón tenía dos opciones: quedarse<br />

en el lagar, lleno de miedo, duda, confusión y tal vez incluso<br />

ira hacia Dios; o salir del lagar y acompañar al Señor en<br />

una aventura. Nosotros también tenemos esas alternativas.<br />

Por favor, no elija quedarse en el lagar. No permita que<br />

sus preguntas lo alejen de las respuestas que busca. Dios es<br />

la respuesta. No deje que sus dudas le impidan enfrentar lo<br />

que tenga por delante. Cuando sale con Dios a encarar a su<br />

enemigo, empiezan a suceder cosas asombrosas.<br />

El ángel del Señor le recordó a Gedeón que no estaba solo.<br />

También le recordó quién era a los ojos de Dios. Gedeón era<br />

el poderoso héroe de Dios, Su guerrero. Su campeón.<br />

Piénselo: Dios llamó ¡guerrero valiente! a Gedeón, un<br />

hombre que se escondía asustado en un lagar.<br />

Dios siempre nos ve como lo que podemos ser. Él ve al<br />

campeón en cada uno de nosotros.<br />

Pero Gedeón no se sentía un campeón; se sentía un tonto.<br />

“¿Cómo voy a salvar a Israel?”, objetó. “Mi clan es el más<br />

débil de la tribu de Manasés, y yo soy el más insignificante<br />

de mi familia” (Jueces 6:15 NVI).<br />

Seguramente nuestro amigo pensó que Dios tenía al hombre<br />

equivocado, pero el Señor había elegido exactamente<br />

a quien quería usar. Y a través de Gedeón, Dios mostró Su<br />

gloria tanto a Israel como a su enemigo.<br />

A Dios le encanta emplear a las personas que el mundo<br />

dice que son inútiles, personas que tienen miedo y poquísimas<br />

probabilidades (1 Corintios<br />

1:27). Y las usa para cambiar el<br />

mundo.<br />

Gedeón eligió dar un paso adelante<br />

y creer en la palabra de Dios,<br />

pero no fue fácil. De hecho, justo<br />

antes de entrar en batalla, Dios<br />

despojó a Gedeón de todo con lo<br />

que podía haber contado. Envió a casa a la mayor parte del<br />

ejército, junto con sus poderosas armas y astutas estrategias<br />

militares.<br />

Lea Jueces 7:17–25 y sabrá cómo fue derrotado el enemigo<br />

cuando Dios hizo que los madianitas se volvieran unos<br />

contra otros con sus propias espadas mientras Gedeón y<br />

sus 300 hombres tocaban trompetas, rompían cántaros y<br />

agitaban antorchas.<br />

Cuando Dios está de nuestro lado, cuando nosotros<br />

estamos de Su lado, incluso con todas las probabilidades en<br />

contra, no somos derrotados. Incluso cuando hemos perdido<br />

todo lo que el mundo dice que necesitamos para tener<br />

éxito, todavía queda la esperanza. Romanos 8:31 NVI: “¿Qué<br />

diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién<br />

puede estar en contra nuestra?”. Nadie.<br />

Nada puede separarnos de Su amor o Su poder. Nada<br />

puede detener a Dios. No hay enemigo demasiado grande<br />

para Él. Lea Romanos 8:38–39. ¡Con Dios, usted gana!<br />

¿Se oculta usted en el miedo, sintiéndose impotente e<br />

inútil? Entonces es justo a quien Dios quiere invitar a acompañarlo<br />

en una aventura. Tal vez sienta que no tiene nada<br />

que darle al Señor. Está bien, Él solo lo necesita a usted.<br />

¿Se siente débil e indefenso? Use la fuerza que tenga. Eso<br />

es lo único que Dios necesita.<br />

¿El enemigo parece demasiado grande? No se preocupe.<br />

Dios lo es más. Salga con su debilidad. Dios promete ir a<br />

su encuentro con Su fuerza (2 Corintios 12:9–11). Mientras<br />

viva en la fe, aunque sea tan pequeña como un grano de<br />

mostaza, Dios trasladará los obstáculos que estén en su<br />

camino (Mateo 17:20). Él peleará sus batallas. Y todo el<br />

tiempo, Él lo estará mirando y diciendo: “Eres Mi poderoso<br />

y valiente guerrero”.<br />

Acoja esa verdad hoy. Salga de su escondite; la victoria<br />

es suya.<br />

Incluso cuando tenga<br />

todas las probabilidades<br />

en contra, con Dios de su<br />

lado, nunca lo vencerán.<br />

KRISTI OVERTON<br />

JOHNSON motiva<br />

a las personas y les<br />

da herramientas<br />

para que logren la<br />

victoria mediante<br />

sus historias,<br />

conferencias<br />

y el ministerio<br />

carcelario. Para más<br />

información, visite<br />

kojministries.org.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

25s


TODAVÍA<br />

HAY<br />

MILAGROS<br />

LA HISTORIA DE<br />

JOSH ROGISTER<br />

YO<br />

era un adolescente<br />

común al comienzo de mi segundo<br />

año de secundaria. Asistía a la iglesia con mi<br />

familia una o dos veces al mes, me iba bastante<br />

bien en mis estudios, tenía amigos cercanos y<br />

practicaba deportes. Sin embargo, a mitad de<br />

año, yo era de todo menos común.<br />

Me esforcé por mantener la fachada de que<br />

todo estaba bien, pero pronto lo hicieron imposible<br />

mis síntomas y comportamientos cada<br />

vez más extraños. Me empezaron a fallar las<br />

manos y los pies, y mi equilibrio se convertía<br />

en un problema. Perdí la capacidad de escribir<br />

de modo legible, y mis profesores debieron<br />

asignarme a un compañero de clase para que<br />

me tomara los apuntes.<br />

Fue difícil explicarle a mi entrenador de<br />

baloncesto por qué ya no podía manejar el<br />

balón o rebotarlo correctamente. Frustrado,<br />

abandoné el equipo. Empecé a tener tics y, sin<br />

percatarme, apretaba el puño, saltaba o hacía<br />

gruñidos graves. Como imaginarán, mis compañeros<br />

se dieron cuenta. Pero eso no era todo.<br />

Ruidos fuertes, solo perceptibles para<br />

mí, resonaban en mi cabeza. Oía portazos<br />

y fuertes explosiones a lo lejos.<br />

Comencé a experimentar grandes arrebatos<br />

de frustración y enojo, especialmente<br />

en casa. El hijo de modales amables había<br />

desaparecido y febrilmente mis padres<br />

buscaban respuestas en profesionales. Fue<br />

una época confusa para todos nosotros, incluyendo<br />

a mis hermanos, que a menudo<br />

soportaban lo peor de mis arranques.<br />

Al principio no pareció preocuparles<br />

a los pediatras. Decían que era un chico<br />

de 15 años y lo atribuían a las hormonas.<br />

Nos aseguraron que los tics eran comunes<br />

en los adolescentes; se irían cuando<br />

creciera.<br />

Pese a lo que aseguraban los médicos,<br />

sabía que algo andaba mal, sobre todo<br />

cuando aparecieron las voces. Eran fuertes,<br />

llenas de enfado y agresividad. Decidí no<br />

contarles a mis padres, que ya estaban alarmados,<br />

ni a nadie más sobre mis nuevos<br />

“amigos”.<br />

Pasaron las semanas y estas alucinaciones<br />

esquizofrénicas no hacían más que<br />

consumirme. Llevaba numerosos diarios<br />

de conversaciones sombrías. Esas voces me<br />

atormentaban, me decían que terminara<br />

con mi vida y cuál era la mejor manera de<br />

hacerlo.<br />

Asustado, finalmente le confesé a mi<br />

madre lo que sufría. Los médicos le dijeron<br />

que me vigilara por si decidía seguir esas<br />

sugerencias suicidas.<br />

La vida en la secundaria se me hizo más<br />

difícil. Los otros chicos estaban seguros de<br />

que había perdido la cabeza; muchos me<br />

acosaban. No sabían qué hacer con el<br />

psicópata de Josh, que caminaba por los<br />

pasillos murmurando solo.<br />

Meses después de esta terrible experien­<br />

FOTO DE DEBORAH GRIFFIN PHOTOGRAPHY<br />

26s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


cia, mamá finalmente encontró un médico a<br />

quien le preocupé lo suficiente como para investigar<br />

lo que estaba pasando. Sospechaba<br />

que una enfermedad nueva y controvertida<br />

conocida por su acrónimo en inglés como<br />

PANDAS (trastornos neuropsiquiátricos autoinmunes<br />

pediátricos asociados con infecciones<br />

estreptocócicas) se apoderaba de mi mente y<br />

mi cuerpo. Explicó que una reciente infección<br />

por estreptococos me había provocado otra<br />

infección subyacente que probablemente había<br />

tenido desde bebé.<br />

Luego nos dijo que generalmente era algo<br />

curable con un par de meses de antibióticos<br />

básicos. Nos llenamos de esperanzas e inicié<br />

el tratamiento de inmediato mientras el especialista<br />

les hacía seguimiento a mis análisis<br />

de sangre.<br />

Sin embargo, después de varias tandas de<br />

diferentes medicamentos, hubo muy pocos<br />

cambios. Las voces de mi cabeza se burlaban<br />

cruelmente de mis esfuerzos por recuperar la<br />

salud. Y entonces el médico nos señaló que, en<br />

algunos casos, el PANDAS podía no curarse y<br />

que con el tiempo quizás afectaría mi organismo<br />

e incluso me provocaría un coma o la<br />

muerte.<br />

Escuchar eso fue aterrador. ¿Puedo morir?<br />

“Sí, lo harás”, confirmaron alegres las voces.<br />

Ya estaba teniendo problemas en los riñones.<br />

“Dios”, grité. “¡Ayúdame!” Tal vez era muy<br />

joven, pero hasta yo veía que los doctores y la<br />

medicina no lograban nada. El único recurso<br />

que me quedaba era que Dios hiciera algo. Él<br />

era mi única esperanza.<br />

Nunca había orado realmente y no tenía idea<br />

de lo que hacía. Sí, había asistido a la iglesia<br />

y creía que Dios existía, pero eso era todo. Mi<br />

familia nunca había enfrentado algo que no<br />

pudiera superar. Ahora todos estábamos de<br />

rodillas esperando presenciar algo milagroso.<br />

El amigo que me tomaba los apuntes en clase<br />

me invitó a un estudio bíblico al que iba con algunos<br />

compañeros de la secundaria. A diferencia<br />

de otros muchachos que me rechazaban,<br />

estos me acogieron y ayudaron a enfrentar la<br />

enfermedad y el acoso en la escuela. También<br />

me mostraron al Dios amoroso y salvador de la<br />

Biblia. No sé qué habría hecho sin ellos.<br />

Frenéticamente, me puse a aprender acerca<br />

de Dios y la fe. Estudié la Biblia con mucho<br />

interés en la teología y la apologética. Leí con<br />

gusto las historias bíblicas, todas, y me dije:<br />

¿Podría el Dios que realizó esos milagros en ese<br />

entonces hacer uno en mi vida ahora?<br />

Me preguntaba si Dios alguna vez me<br />

libe raría de las garras de esta terrible afección.<br />

Mis circunstancias no se orientaban<br />

hacia mejores días. Pero con la ayuda de mis<br />

amigos y la Palabra de Dios, confié en que<br />

Él haría algo por mí (Salmo 27:13).<br />

Recuerdo borroso mi penúltimo año de<br />

secundaria, pero, contra todo pronóstico,<br />

seguía esperando ser sanado (Romanos<br />

4:18). Sin embargo, nada cambiaba. Y entonces,<br />

justo antes de empezar el último<br />

año, asistí a un campamento cristiano en<br />

las montañas de Carolina del Norte con mi<br />

hermana, algunos amigos de estudio bíblico<br />

y otros 500 adolescentes. No pude evitar<br />

reírme al ver en el horario una siesta. ¿Con<br />

adolescentes? Sí, claro.<br />

El segundo día del campamento, el 5 de<br />

julio de 2017, me metí en mi litera para<br />

tomar esa siesta planificada, pero no podía<br />

dormir. Una urgencia de orar surgió en mi<br />

espíritu y no podía quedarme quieto; tenía<br />

que salir.<br />

Me escabullí de la cabaña y fui a la tienda de<br />

alabanza. Cuando entré en ese espacio vacío,<br />

las voces de mi cabeza se hicieron más fuertes<br />

que nunca. Sentí que enloquecía.<br />

Desesperado por tener paz, caí de rodillas,<br />

cerré los ojos y oré. Unos minutos más tarde, me<br />

sobresaltó un silencio ensordecedor. Las voces<br />

estridentes de mi cabeza habían cesado, como<br />

si alguien hubiera accionado un interruptor.<br />

Me atravesó un rayo de luz que luego se elevó<br />

MIS COMPAÑEROS DE CLASE NO SABÍAN QUÉ<br />

HACER CON EL PSICÓPATA DE JOSH, QUE CAM-<br />

INABA POR LOS PASILLOS MURMURANDO SOLO.<br />

Izq.: Josh y su familia fueron<br />

testigos de un milagro moderno<br />

cuando Dios lo sanó en 2017.<br />

hacia el cielo. Entré en pánico. Y entonces escuché<br />

una nueva voz. Era firme e imponente,<br />

pero amable.<br />

“Hijo, no me olvidé de ti. Levántate y no<br />

vuelvas a estar igual”. El rayo de luz cambió<br />

de pronto y se volvió a dirigir hacia mí. Un silencio<br />

sagrado llenó el espacio.<br />

Me levanté de un salto, temblando.<br />

¿Qué acaba de pasar? Fuera lo que fuera, me<br />

sentía extrañamente bien. Regresé corriendo a<br />

la cabaña para buscar a mi mejor amigo, quien<br />

supo enseguida que había algo diferente. Mis<br />

Der.: Josh, #32, había sido miembro activo del<br />

equipo de baloncesto de su secundaria, pero se<br />

volvió físicamente incapaz de jugar.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

27s


Presentado con amigos y familiares<br />

frente a la iglesia Christ Hope, Josh<br />

a diario le recuerda a la gente en su<br />

papel de pastor juvenil el poder que<br />

tiene Jesús para hacer milagros.<br />

FOTO DE PARKER OVERTON PHOTOGRAPHY<br />

tics se habían esfumado y había recuperado el estaba desconcertado mientras revisaba<br />

equilibrio. Le conté lo sucedido y me preguntó: mi análisis de sangre.<br />

“¿Será posible que estés curado?”.<br />

Desde ese momento, he estado determinado<br />

a dar testimonio del poder de Dios<br />

Tomé un bolígrafo y papel, y me puse a escribir.<br />

Cada palabra era legible. Aturdidos, nos para hacer cosas imposibles. Quiero que<br />

echamos a reír. ¿Me había sanado Dios? Casi todos sepan que sí, el Dios que hizo milagros<br />

tenía miedo de creerlo.<br />

hace miles de años, los sigue haciendo hoy.<br />

Esa noche en la capilla, mi hermana confirmó<br />

mi curación. No nos habíamos visto en en un sueño que sería ministro al<br />

Poco después de curarme, Dios me reveló<br />

cumplir<br />

SÍ, EL DIOS QUE HIZO MILAGROS HACE<br />

MILES DE AÑOS LOS SIGUE HACIENDO HOY.<br />

todo el día. Así que no tenía motivos para esperar<br />

algún cambio en mí. Sin embargo, cuan­<br />

ambas cosas se realizaron. Posteriormente<br />

18 años y pastor, a los 20. Ahora tengo 21 y<br />

do me vio, supo de inmediato que algo no era Dios me ha dado otros sueños de un próximo<br />

igual. Le conté lo acontecido y luego me narró ministerio que, según lo que me ha mostrado,<br />

unificará iglesias. Me emociona verlo de­<br />

lo que había experimentado durante la siesta.<br />

Mientras yo oraba en la tienda, Dios le había velar mi futuro. Debe ser bueno o el diablo<br />

enviado a mi hermana un sueño en el que yo no se habría empeñado tanto en eliminarme.<br />

caminaba a su lado, completamente curado. La Gran Comisión, a la que se refiere Mateo<br />

Estábamos en éxtasis.<br />

28:19, impulsa mi celo por Dios. Deseo<br />

El campamento terminó y nuestros padres salir al mundo y hacer discípulos para<br />

vinieron a buscarnos. Un directivo les avisó y Jesucristo. También quiero despertar a los<br />

se llenaron de alegría.<br />

creyentes para que vean la realidad de que<br />

“Estoy bien”, les dije sonriendo. “De verdad Dios sigue siendo un hacedor de milagros.<br />

estoy bien”. Nos abrazamos y celebramos entre Muchos ya no piensan que lo sea.<br />

lágrimas.<br />

Esa es una mentira que Satanás quiere<br />

Una visita a mi médico ratificó que la infección<br />

había cesado por completo. El doctor hoy y siempre (Hebreos 13:8). ¡Él no<br />

que aceptemos, pero Dios es el mismo ayer,<br />

cambia!<br />

Si usted atraviesa una situación dolorosamente<br />

lúgubre y confusa, por favor, no pierda<br />

la esperanza o la fe en Dios. Sé que es difícil,<br />

pero “mantengámonos firmes sin titubear en<br />

la esperanza que afirmamos, porque se puede<br />

confiar en que Dios cumplirá su promesa”<br />

(Hebreos 10:23 NTV). Dios no se ha olvidado<br />

de usted.<br />

Siga acercándose con arrojo, pero con reverencia<br />

a Su trono de gracia. Ahí es donde<br />

encontrará la ayuda que necesita (Hebreos<br />

4:16). El Señor lo fortalecerá con Su gozo y paz.<br />

A veces, tenemos que recorrer un camino de<br />

dolor para experimentar la hermosa revelación<br />

de un milagro.<br />

No tema admitir ante los demás que tiene<br />

dificultades. Ciertas cosas, como los pensamientos<br />

suicidas, no debemos enfrentarlas<br />

solos. Rodéese de personas de confianza. Sea<br />

franco. El diablo se burlará de usted, y le dirá<br />

que no tiene remedio y que la muerte es la<br />

res puesta. No lo escuche. Combata esas voces<br />

mentirosas con la verdad de Dios. Cuando<br />

resista al diablo, él huirá (Santiago 4:7).<br />

En mi último año de secundaria, me gané<br />

un apodo: el Chico Jesús. Algunos lo decían por<br />

burlarse, pero no me importa. Llevo ese nombre<br />

como una insignia de honor. No preferiría<br />

ser nadie más.<br />

JOSH ROGISTER es el pastor juvenil de la iglesia<br />

Christ Hope, donde ayuda a personas de todas las<br />

edades a desarrollar una relación auténtica con Jesús.<br />

28s Número 03 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


¿QUIERE CONOCER A JESÚS?<br />

“Vengan a mí todos ustedes que<br />

están cansados y agobiados, y yo<br />

les daré descanso.” —Mateo 11:28<br />

Jared Emerson, Artist, jaredemerson.com<br />

¿Necesita descanso? ¿Paz? ¿Libertad? ¿Perdón? ¿Restauración?<br />

Clame a Jesús, acéptelo como su Salvador, y será hecho completo.<br />

Ore: “Jesús, te invito a mi vida. Confieso que soy un pecador y<br />

necesito un Salvador. Gracias por perdonar mis pecados y por<br />

hacerme de nuevo. Gracias por sacrificar tu vida por mí para que yo<br />

pueda tener una nueva vida en ti. Recibo, por fe, el perdón de mis<br />

pecados. Toma mi vida, mi pasado y mi futuro. Guía mis pasos y<br />

habla a mi corazón, Señor. Úsame, Dios. Amén.”<br />

Queremos saber de su decisión y ayudarlo a crecer en su fe.<br />

Escriba a: PO Box 2751, Greenville, NC 27836.<br />

¿AHORA QUE?<br />

Acepté la salvación de Dios.<br />

¿Y ahora, qué?<br />

TAL VEZ DESPUÉS DE LEER las historias en esta revista, haya entregado su vida a Jesús.<br />

¡Felicitaciones! Acaba de tomar la decisión más importante de su vida. Pero quizás se esté preguntando<br />

¿y ahora, qué? Estas son cinco formas de asegurarnos el crecimiento espiritual. Tenga<br />

presente que la vida cristiana es una experiencia que nos transforma para siempre.<br />

1. ORE. Cuéntele todo a Dios y espere Su respuesta. No necesita palabras rebuscadas, solo<br />

un corazón sincero.<br />

2. ESTUDIE LA BIBLIA. La Palabra de Dios tiene todas las instrucciones que necesitamos<br />

en la vida. Ingrese a un estudio bíblico y descubra algo nuevo cada día. Vea recursos<br />

gratuitos al pie.<br />

3. BAUTÍCESE. Aunque el bautismo no es una exigencia para la salvación, la Biblia nos dice<br />

claramente que debemos ser bautizados en agua tras aceptar la salvación. El bautismo<br />

simboliza la muerte al pecado y vivir una vida nueva en Jesucristo (Romanos 6:4). Por las<br />

restricciones que hay en las cárceles, puede que resulte difícil la inmersión en agua, así<br />

que use la creatividad y deje que el Espíritu Santo le revele cómo puede cumplir este acto<br />

de obediencia hasta que la inmersión sea posible.<br />

4. BUSQUE UNA COMUNIDAD CRISTIANA. Únase a una congregación local de<br />

seguidores de Cristo. Si el encarcelamiento le dificulta ir a una iglesia, comparta con otros<br />

creyentes lo mejor que pueda. Le van a ayudar a mantenerse firme y a ser responsable.<br />

5. CUÉNTELE A ALGUIEN. Háblele de su decisión de seguir a Cristo y explíquele lo que Él<br />

hizo por usted. Y después ¡cuéntenos! Nos encantaría que lo comparta con nosotros.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 03 / <strong>2023</strong><br />

29s


NOVEDADES DEL MINISTERIO / RECURSOS<br />

Novedades del programa<br />

carcelario de Victorious Living<br />

• La elevada tasa de traslados de los reclusos y las restricciones<br />

de los establecimientos carcelarios nos impiden enviar copias de<br />

VLMag a cada recluso. Pero se envían copias a granel con o sin<br />

grapas, sin cargo alguno a cárceles, penitenciarías, programas de<br />

recuperación y reinserción, a solicitud de capellanes y directores<br />

de programas. Estos también pueden pedir información sobre<br />

nuestro VL Prison Tour.<br />

• Ofrecemos materiales de discipulado a los reclusos en varios<br />

sistemas de tabletas para prisiones. Busque “Victorious Living”<br />

en las tabletas de su institución para ver MORE Victorious Living<br />

y STEPPING FORWARD con programación de Victorious Living y<br />

podcasts VL. Si no estamos en su sistema de tabletas, por favor,<br />

escríbanos e indíquenos el nombre de su sistema.<br />

• Los allegados de nuestra familia carcelaria y nuestros compañeros<br />

de ministerio también pueden disfrutar de nuestros recursos<br />

gratuitos en pandoapp.tv y las plataformas en línea de VL como<br />

vlmag.org, Facebook, Instagram y YouTube. Nuestro equipo de atención<br />

está disponible para orar con los seres queridos de nuestra familia de<br />

reclusos por teléfono.<br />

• Ofrecemos apoyo por correspondencia. Los reclusos pueden escribirnos<br />

a PO Box 2751, Greenville, NC 27836, o por correo electrónico a hope@<br />

vlmag.org desde sus tabletas. La elevada tasa de traslados a menudo<br />

nos impide mantener correspondencia con los reclusos. Por favor,<br />

sepa que leemos cada carta que recibimos y oramos por ella.<br />

• No podemos recibir correo electrónico ni llamadas por cobrar. Tampoco<br />

aceptamos historias no solicitadas para su publicación ni documentos<br />

legales.<br />

• Alentamos a los creyentes de todas partes a usar nuestros materiales en<br />

su ministerio. VLMag es una herramienta de testimonio excepcional y se<br />

puede pedir al por mayor para su uso en el resto de la sociedad.<br />

• ¿Sabía que a la revista VLMag tienen acceso personas dentro y fuera de<br />

prisión? Es un regalo para nuestros asociados de ministerio y se puede<br />

enviar a cualquier interesado. Llame al 352-478-2098 o visite vlmag.<br />

org y haga clic en la pestaña “give now” (donar ahora). Se agradece la<br />

donación de cualquier importe.<br />

RECURSOS<br />

A continuación dejamos distintas opciones de material cristiano<br />

gratuito al que pueden tener acceso reclusos y capellanes<br />

que hablen inglés o español. Pónganse en contacto con las<br />

direcciones indicadas más abajo. Díganles a nuestros colegas<br />

que llegaron a través de VL.<br />

VICTORIOUS LIVING<br />

Correspondencia personal en inglés y español. A solicitud del<br />

capellán se hacen llegar múltiples copias de VLMag a las bibliotecas<br />

de penitenciarías y cárceles.<br />

PO Box 2751<br />

Email: hope@vlmag.org<br />

Greenville, NC 27836<br />

2ND OPPORTUNITY<br />

Programas de<br />

reinserción laboral<br />

y en la sociedad;<br />

recomendaciones<br />

de empleos/vivienda,<br />

a solicitud.<br />

PO Box 3411<br />

Peachtree City, GA<br />

30269<br />

PRISON<br />

ALLIANCE<br />

Estudios de discipulado<br />

por correo elec tró ni co;<br />

libros cristianos y<br />

Biblias para bibliotecas<br />

a solicitud de personal<br />

autorizado.<br />

PO Box 97095<br />

Raleigh, NC 27624<br />

RESCUED NOT<br />

ARRESTED<br />

Biblias NVI sin<br />

cargo, curso de<br />

estudios bíblicos por<br />

correspondencia y Biblia<br />

de estudio del diario<br />

vivir, al finalizar el curso.<br />

PO Box 90606<br />

Phoenix, AZ 85066<br />

CROSSROADS PRISON<br />

MINISTRIES<br />

Estudios bíblicos por<br />

correspondencia y<br />

cartas de orientación al<br />

completar las lecciones.<br />

Biblias sin cargo a pedido<br />

de los alumnos de CRM.<br />

PO Box 900<br />

Grand Rapids, MI 49509<br />

HOPE IS ALIVE<br />

Residencias libres de<br />

adicciones, grupos de ayuda<br />

basados en la fe y grupos de<br />

apoyo en el sufrimiento para<br />

aquellos afectados por las<br />

adicciones, en todo el país.<br />

14400 Bogert Parkway<br />

Suite 200<br />

Oklahoma City, OK 73134<br />

30s<br />

WWW.VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!