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Edicion 4 | 2023

Del error al la fuerza

Del error al la fuerza

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PERSONAS REALES | HISTORIAS REALES | ESPERANZA REAL<br />

USTED TIENE UNA FAMILIA<br />

FLIP OVER<br />

TO READ IN<br />

ENGLISH<br />

LA PRISIÓN DE LA AMARGURA<br />

Del error<br />

a la<br />

fuerza<br />

Una revista en<br />

una misión:<br />

vea página 2<br />

Número 4 / <strong>2023</strong><br />

1s Número 04 / <strong>2023</strong>


Descubra otros recursos<br />

GRATUITOS para cambiar<br />

la vida en:<br />

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VICTORIOUS LIVING<br />

LLEVA ESPERANZA A LOS<br />

ENCARCELADOS<br />

Revistas, podcasts y<br />

transmisiones VL disponibles<br />

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VICTORIOUS LIVING<br />

Testimonios de la vida real del poder transformador<br />

de Jesucristo desde nuestra revista<br />

bilingüe, disponible en cárceles y penitenciarías<br />

en versión impresa y formato digital.<br />

¿ESTÁ PRESO Y<br />

NECESITA MOTIVACIÓN?<br />

Discipulado cristiano para los privadas de<br />

libertad mediante correspondencia personal y<br />

recursos digitales.<br />

Contacto con organizaciones nacionales que<br />

proporcionan recursos útiles para presidiarios,<br />

ex presidiarios y sus familias.<br />

Herramientas para programas carcelarios,<br />

para que las iglesias locales puedan cumplir el<br />

mandamiento de Dios, respecto de acordarnos<br />

de quienes están privados de la libertad.<br />

Estímulo a través de la prisión y<br />

eventos de la cárcel.<br />

Escríbanos y únase hoy<br />

mismo a nuestra familia<br />

de Victorious Living.<br />

VL Correspondence<br />

PO Box 2751<br />

Greenville, NC 27836<br />

O por email desde su<br />

tableta de la cárcel:<br />

hope@vlmag.org<br />

Disponible en ICS, NCIC, Pay Tel,<br />

Securus, y ViaPath tabletas.<br />

FOTO DE EDOVO


NÚMERO 4, OCTUBRE DE <strong>2023</strong><br />

CONTENIDO<br />

15s<br />

25s<br />

UN PASO ADELANTE<br />

Sea usted quien les diga<br />

POR CHRISTINA KIMBREL<br />

Busque las bendiciones<br />

POR ROY A. BORGES<br />

21s<br />

La prisión de la amargura<br />

POR SHERIDAN CORREA<br />

La vida está llena de dolor y decepciones,<br />

pero ignorar esas emociones les permite<br />

convertirse en amargura, y la amargura<br />

acaba con nosotros. Dios tiene un mejor plan.<br />

16s<br />

una amputación de pierna, encaró la<br />

probabilidad de que su sueño de jugar<br />

béisbol universitario estuviera acabado.<br />

¿Dónde estaban ahora los “buenos planes”<br />

de Dios?<br />

HISTORIA DE TAPA<br />

Del error a la fuerza<br />

FOTO DE ARIZONA PORTRAITS<br />

9s<br />

VIDAS<br />

TRANSFORMADAS<br />

Usted tiene una familia<br />

POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />

Un reciente viaje a Tierra Santa le dio<br />

a nuestra editora una comprensión<br />

más profunda de lo que realmente<br />

significa ser parte de la familia de<br />

Dios. Creyentes de todo el mundo<br />

estaban allí para celebrar a Jesús, y<br />

la esencia única de sus corazones<br />

transformados resultó ser un poderoso<br />

agente unificador. De la misma<br />

manera, usted tiene una familia aquí<br />

en Victorious Living.<br />

6s<br />

12s<br />

DESTACADOS<br />

Salga de la tumba<br />

LA HISTORIA DE CHRIS MCCRIMMON<br />

En prisión por intento de asesinato, robo y agresión<br />

agravada, Chris no creía que las cosas pudieran<br />

empeorar. Luego lo condenaron con evidencias<br />

falsas por otro asesinato. Mientras esperaba<br />

su ejecución, finalmente recordó lo que había<br />

aprendido de Dios siendo un niño, incluyendo que<br />

Él podía darle un corazón y una vida nuevos.<br />

El plan de Dios sigue siendo bueno<br />

LA HISTORIA DE PARKER BYRD<br />

Una tarde de diversión en el agua se volvió<br />

trágica para el estudiante de primer año de<br />

universidad, Parker Byrd. Tras 22 cirugías y<br />

EN LA TAPA<br />

La vida de JC pasó de<br />

la tragedia al triunfo.<br />

Años de abuso infantil<br />

lo pusieron en un<br />

camino oscuro hasta<br />

que intervino Dios. En<br />

el pasado fue temible,<br />

ahora JC lleva vida y<br />

esperanza a las vidas<br />

de los demás.<br />

22s<br />

26s<br />

LA HISTORIA DE JULIO (JC) ALMANZA<br />

Decir que la vida de JC ha sido colorida sería<br />

adornar las cosas. Desde que empezó a<br />

traficar drogas en Chicago a los 11 años<br />

hasta que estuvo encarcelado en una<br />

prisión mexicana a los 17 y terminó su sentencia<br />

en una institución federal de Estados<br />

Unidos a los 24, JC no tuvo tiempo para<br />

Dios. Pero Él sí lo tenía para él. Hoy la paz y<br />

el gozo de Dios iluminan la vida de JC, que<br />

sirve a Cristo con todo su corazón.<br />

La mejor parte del día<br />

POR STEFANIE CABANISS<br />

Cuando a su mejor amiga, Mo, le diagnosticaron<br />

cáncer, Stefanie se convirtió en su<br />

cuidadora. Así se encontró voluntariamente<br />

ante el dolor y la lucha por la supervivencia.<br />

Pero a medida que la enfermedad avanzaba,<br />

la capacidad de Mo para hallar algo bueno<br />

en el día a día, a todo costo, desconcertaba<br />

y enojaba a Stefanie. ¿Qué de bueno podía<br />

haber en la enfermedad de Mo?<br />

En busca de la paz<br />

LA HISTORIA DE BILL FAY<br />

Bill era un exitoso apostador profesional<br />

antes de terminar la universidad. Así que<br />

lo tenía todo: dinero, poder, posesiones y<br />

mujeres. Ya graduado, ascendió rápidamente<br />

tanto en los negocios como en el<br />

hampa. Pero sin importar cuánto obtuviera,<br />

algo en lo profundo de su ser nunca estaba<br />

satisfecho.<br />

EN CADA EDICIÓN<br />

4s<br />

Nota de la Editora<br />

Diez años de lealtad de Dios<br />

29s<br />

¿Quiere conocer a Jesús?<br />

Él me salvó… Y ahora ¿qué?<br />

30s<br />

Novedades del ministerio/<br />

Recursos<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

3s


NOTA DE LA EDITORA<br />

Celebramos diez años<br />

de lealtad de Dios<br />

Si quiere apoyar nuestra revista<br />

y llevar la esperanza de Dios e<br />

influir en la vida de mujeres y<br />

hombres encarcelados, visite<br />

victoriouslivingmagazine.com.<br />

Cada dólar que dona envía una<br />

copia de la revista a una cárcel.<br />

Cada copia influye en muchas<br />

vidas durante años.<br />

Han pasado diez años desde que la revista<br />

Victorious Living comenzó a brindar esperanza<br />

a personas encarceladas. Todo<br />

comenzó cuando el Departamento de Correccionales<br />

de Florida me invitó a distribuir esta revista<br />

dentro de sus instalaciones. Desde entonces,<br />

Victorious Living y nuestros otros programas de<br />

divulgación penitenciarios han estado ejerciendo<br />

grandes efectos en vidas en miles de instituciones<br />

de todo Estados Unidos.<br />

Me quedé asombrada cuando recibí la solicitud<br />

del Departamento de Correccionales de Florida.<br />

Aunque hacía poco había visitado a un amigo en<br />

la cárcel y había sentido que Dios me invitaba a<br />

iniciar con Él la aventura de brindar ministerio<br />

a personas privadas de libertad, no se me había<br />

ocurrido que ese organismo estuviera interesado<br />

en nuestra revista.<br />

Pero Dios tenía un plan. Y con la invitación del<br />

departamento, lo puso en marcha.<br />

Yo llevaba dos años publicando Victorious Living<br />

en ese momento, y la verdad, a menudo me<br />

preguntaba por qué lo hacía. Entrevistar gente,<br />

escribir y editar sus historias sobre Dios consumía<br />

mucho tiempo y era costoso. Incluso mis hijos me<br />

preguntaban: “Mamá, ¿por qué haces esto?”. No<br />

tenía sentido.<br />

Pero los relatos no paraban de llegar, y Dios<br />

seguía dándome la energía y posibilidades para<br />

escribir esta revista, que me había ordenado distribuir<br />

gratuitamente.<br />

Hice todo lo posible para mantenerme fiel a<br />

ese llamado, aunque no me tiraban la puerta para<br />

pedirme copias. En momentos de desánimo, me<br />

preguntaba quién extrañaría mi pequeño proyecto<br />

si lo abandonaba. ¿Qué cambios estaba generando?<br />

Por supuesto, Dios sabía que había millones de<br />

personas en prisión esperando estas historias de<br />

esperanza, a pesar de que yo todavía no podía ver<br />

ese panorama más amplio.<br />

Seguir el llamado de Dios me ha exigido dar<br />

muchos pasos valientes y llenos de fe a lo largo<br />

de los años, pero esta revista ha sido el más<br />

grande hasta ahora. Tenía que recordarme constantemente<br />

a mí misma que era idea de Dios. Él<br />

la había usado para invitarme a esta aventura de<br />

llevar esperanza a los encarcelados. Había puesto<br />

Victorious Living en manos del Departamento de<br />

Correccionales y había abierto esta increíble<br />

puerta de oportunidades. Yo no había hecho<br />

nada de eso. Entonces, ¿quién era yo para decir<br />

que no?<br />

Aun así, lo único en lo que podía pensar era<br />

en cómo pagar el aumento de los costos de<br />

impresión y envío de todas esas revistas adicionales.<br />

Entonces alguien planteó que si era<br />

la voluntad de Dios, seguramente Él pagaría<br />

la factura.<br />

Y así era. Y, sin embargo... Cada número me<br />

pone ante un dilema: ¿Debo esperar hasta tener<br />

el dinero en la mano o debo enviarlo a la imprenta<br />

sin importar el balance de mi cuenta<br />

bancaria? Bueno, déjenme decirles algo, Dios<br />

siempre ha demostrado ser leal, lo que ha hecho<br />

obvio que ésta es Su empresa.<br />

Ciertamente, esta revista es un testimonio innegable<br />

de que Él nunca ha dejado de responder<br />

a mis pasos de fe. Con una suma de más de un<br />

millón de dólares en ejemplares gratuitos, Él<br />

nunca se ha retrasado en proveer lo necesario.<br />

A Dios sea la gloria.<br />

Mientras usted lee este número, permítame<br />

recordarle la lealtad de Dios hacia Su pueblo y<br />

hacia Su llamado en nuestras vidas. Y si está<br />

en prisión, que esto sea un recordatorio del<br />

fiel amor que tiene el Señor hacia usted. Él me<br />

hizo publicar esta revista específicamente para<br />

usted. Contiene Su carta de amor para usted.<br />

Dios es leal y digno de confianza. ¿Hay algún<br />

paso de fe que Él le esté pidiendo tomar? Tal vez<br />

sea que dé un paso hacia Jesús como su Señor<br />

y Salvador. Tal vez sea un paso de obediencia<br />

a un llamado. O tal vez Él solo desea que usted<br />

deje de hacer lo que está haciendo y que confíe<br />

en que Él hará lo que usted no puede. Sea lo que<br />

sea, es hora de moverse. La fe sin acción no es<br />

fe (Santiago 2:14–26).<br />

Créame, Dios lo estará esperando al otro extremo<br />

de su paso de fe. Él lo cubre. Y Él tiene<br />

lo que usted necesita cuando lo necesita. Que<br />

los testimonios de nuestros colaboradores y<br />

mi testimonio aquí alienten su corazón hoy.<br />

Kristi Overton Johnson<br />

Editora y Directora Ejecutiva<br />

FOTO DE TED SQUIRES<br />

4s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


Con las historias de Victorious Living,<br />

mujeres y hombres que están entre<br />

rejas conocen al Dios que da otra<br />

oportunidad.<br />

Testimonio del efecto que<br />

causa Victorious Living:<br />

David Sheppard<br />

FOTO DE KRISTI OVERTON JOHNSON<br />

PATROCINE UNA CÁRCEL DE SU<br />

ESTADO Y CAMBIE VIDAS HOY.<br />

Visite victoriouslivingmagazine.com.<br />

En mi vida las cosas eran un<br />

desastre. Me sentía atrapado y<br />

oraba para que Dios cambiara mis<br />

circunstancias. Y lo hizo, después<br />

de que un altercado me enviara<br />

a la cárcel. No era el cambio que<br />

esperaba.<br />

Estar encerrado es difícil,<br />

especialmente durante las<br />

festividades de diciembre. Pero<br />

Dios me recordó Su amor cuando la<br />

editora de VL, Kristi, sus hijas y su<br />

asistente, Carla, vinieron a nuestra<br />

institución en 2022. Ellas nos<br />

trajeron alegría navideña y nos<br />

dejaron el regalo de la revista<br />

Victorious Living.<br />

Fue como una visita del cielo.<br />

A través de ellas, Dios me probó<br />

que todavía me ama y me reveló<br />

que no estaba en la cárcel solo por<br />

mi crimen, sino para que pudiera<br />

recibir Su mensaje de amor a través<br />

de VL. Dios quería que supiera que<br />

no había terminado Su trabajo<br />

conmigo.<br />

Mientras Kristi nos hablaba, un<br />

nuevo sentimiento de esperanza y<br />

propósito se apoderó de mí, y ya no<br />

me sentí atrapado o perdido en este<br />

mundo. Dios me da la seguridad de<br />

que me está preparando para algo<br />

más grande.<br />

Dios me dio el regalo de ver<br />

al equipo de VL de nuevo un día<br />

antes de mi liberación, y siguió<br />

manteniéndonos conectados.<br />

¡Incluso he estado esquiando<br />

en agua con ellos! ¿No es Dios<br />

fabuloso? Estoy agradecido de ser<br />

parte de la familia Victorious Living.


HELEN D. MCCRIMMON, MI ABUELA, era<br />

el pegamento que mantenía unida a mi familia.<br />

Era una fuerte mujer de Dios que quería que<br />

todos en su casa conocieran a Jesús, el Salvador<br />

a quien amaba y servía (Josué 24:15).<br />

Cuando mi nana se mudó de donde crecimos<br />

en Oklahoma a Tucson, Arizona, mi madre nos<br />

tomó a mis dos hermanas pequeñas y a mí, y la<br />

siguió. Nuestro nuevo vecindario era famoso<br />

por la violencia de pandillas y las drogas. Fue<br />

el principal foco local de la epidemia del crack<br />

que devastó comunidades en todo el país en la<br />

década de 1980.<br />

SALGA DE LA<br />

TUMBA<br />

La mayoría de los adultos de mi familia lucharon<br />

contra la adicción. Mi madre no era drogadicta,<br />

pero tenía otros problemas. Eso nos dejó<br />

a mis hermanas, mi abuela y a mí en una zona<br />

de guerra dentro de la casa y más allá de la<br />

entrada. Con frecuencia mi nana me hacía<br />

tener presente mi papel esencial. “Chris,<br />

pase lo que pase, recuerda que eres el hombre<br />

de esta casa. Necesito que no te metas<br />

en problemas y protejas a tus hermanas”.<br />

Yo estaba en primaria cuando mamá entró<br />

a la cárcel. Mi abuela salió al frente para<br />

criarnos y nos inculcó valores cristianos.<br />

“Tienes que estudiar la Palabra de Dios,<br />

cariño. Escríbela en tu corazón. Y entiende<br />

esto: el Señor te encontrará y te rescatará<br />

aunque te alejes de Él”. (Ver Proverbios 22:6,<br />

Deuteronomio 6:6–8.)<br />

LA HISTORIA DE<br />

CHRIS MCCRIMMON<br />

Acepté a Jesús como mi Señor y Salvador<br />

mientras viví con ella. Aprendí sobre<br />

héroes bíblicos como José, Moisés y David.<br />

Pero luego mi nana se enfermó y se mudó a un<br />

hogar de cuidados. Así que mis hermanas y yo<br />

nos fuimos a vivir con nuestra tía.<br />

Todo cambió. Lejos de la iglesia y los ojos<br />

vigilantes de mi abuela, me olvidé de Dios y<br />

mis héroes bíblicos. De todos modos, el mundo<br />

exterior parecía más divertido. Así que dejé de<br />

practicar deportes, empecé a fumar hierba y<br />

beber. Luego me uní a una pandilla.<br />

Ninguno de nosotros tenía trabajo. Así que<br />

me preguntaba cómo mis nuevos amigos tenían<br />

autos arreglados, joyas de oro, y ropa y zapatos<br />

de marca. Cuando un amigo pandillero sacó<br />

un puñado de piedritas blancas de su bolsillo<br />

y me preguntó: “¿Quieres entrar en el juego?”,<br />

entendí de dónde sacaban el dinero.<br />

No dudé. Así nada más, me convertí en traficante<br />

de crack. Cuando no vendía, andaba<br />

gastando en mis propias drogas o de fiesta en<br />

moteles con chicas ocasionales. Esa nueva vida<br />

me trajo consecuencias, que no hicieron mucho<br />

para hacerme cambiar de opinión.<br />

A los 16, estuve dos años preso en una institución<br />

juvenil por robo de automóviles. Antes<br />

de entrar, me enteré de que tenía un hijo, pero<br />

era demasiado inmaduro para ocuparme de ser<br />

padre. Ignoré esa responsabilidad.<br />

En 1989, cuando cumplí los 18, salí libre.<br />

Mi abuela falleció poco después, y volví a las<br />

calles para meterme de cabeza en el mundo<br />

de las drogas. Cuando un amigo heredaba algo,<br />

hacíamos inversiones que llevaban nuestra<br />

operación de tráfico a otro nivel. El dinero fluyó<br />

durante tres años.<br />

Pronto, tuve otro hijo. Esta vez di la cara y<br />

asumí mi papel de padre. Me dije que hacía lo<br />

correcto por mi familia porque le daba cosas<br />

buenas y cubría los gastos. Eso no podía estar<br />

más lejos de la verdad.<br />

Irónicamente, cuidar a mi abuela me había<br />

creado una debilidad por los adultos mayores.<br />

Tenía un empleo honesto como asistente de<br />

enfermería certificado. Disfrutaba el trabajo,<br />

pero no estaba satisfecho. Así que decidí seguir<br />

vendiendo drogas de forma paralela.<br />

Ganaba mucho traficando drogas. Todos los<br />

viernes por la noche, personas de toda la ciudad<br />

visitaban mi vecindario en busca de crack.<br />

Habían cobrado sus cheques de pago y yo las<br />

esperaba para tomar su dinero.<br />

Sabía que el juego que hacía podía tener<br />

graves consecuencias, pero no pensé que<br />

las sufriría; me decía a mí mismo que tenía<br />

FOTO DE ARIZONA PORTRAITS<br />

6s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


suerte. Pero era solo cuestión de tiempo que<br />

se me agotara.<br />

Un amigo necesitaba dinero rápido, así<br />

que le di la droga para vender. Sin embargo,<br />

sus problemas pronto se convirtieron en los<br />

míos, porque entonces le debía dinero a mi<br />

contacto; y mi fuente no le importaban mis<br />

dificultades.<br />

Mi amigo me presentó un plan para recuperar<br />

mi dinero. “Solo tenemos que dar un golpe”,<br />

dijo, “y estaremos bien”. ¿Tenemos? ¿Cómo se<br />

convirtió esto en un “tenemos”? Su plan incluía<br />

un robo a mano armada. ¿Cómo dejé que todo<br />

llegara a ese punto? Sabía que era mejor no<br />

confiar en ese tipo, pero no podía hacer nada<br />

ahora. Tenía que conseguir ese dinero. Pagarle<br />

a mi contacto no era opcional.<br />

Sabía que si me atrapaban, podían enviarme<br />

a prisión por más de diez años, pero pensé que<br />

el encierro era una mejor alternativa que deber<br />

dinero en las calles. Así que armamos nuestro<br />

plan y lo pusimos en marcha.<br />

El robo salió mal desde el principio. Hubo<br />

disparos. Se produjo un caos. Y al final de esa<br />

noche, la víctima de nuestro robo estaba gravemente<br />

herida en el hospital. Daba igual que yo<br />

no hubiera apretado el gatillo. Había estado allí<br />

y ayudado en la planificación.<br />

Alguien se presentó como testigo y dio supuestos<br />

detalles del caso. La policía se presentó<br />

en mi empleo diurno. Mis compañeros de trabajo<br />

y pacientes observaron asombrados cómo<br />

me arrestaban y me llevaban esposado a una<br />

patrulla.<br />

Entre otras cosas, me acusaron de intento<br />

de asesinato, robo a mano armada<br />

y lesiones agravadas.<br />

Tenía 21 años, apenas suficiente<br />

edad para comprar<br />

alcohol, cuando me sentenciaron<br />

a 36 años en el sistema<br />

peni tenciario del estado de<br />

Arizona. Eso sí fue un golpe<br />

de la realidad.<br />

En mi primer día en el patio<br />

de la prisión, presencié cómo<br />

le abrían la cabeza a un hombre<br />

con un bate de béisbol. Unos días más<br />

tarde, vi cómo apuñalaban a alguien más.<br />

Sentí un alivio cuando un amigo me consiguió<br />

un puesto en la cuadrilla de pintura.<br />

Solo quería tener una rutina para entender<br />

las vueltas de la prisión y hallar un modo<br />

de no meterme en problemas mientras estaba<br />

allí. Pero antes de tener la oportunidad,<br />

me arrestaron nuevamente y me llevaron<br />

a la cárcel del condado para juzgarme por<br />

otro delito.<br />

La policía estaba decidida a detenerme.<br />

Había reunido pruebas que me vinculaban<br />

a otro robo a mano armada en el que habían<br />

muerto personas. El mismo testigo que<br />

había declarado en mi contra antes ahora<br />

me identificaba como quien había disparado<br />

en este nuevo caso.<br />

Como testigo estrella de la acusación, este<br />

hombre dijo que yo era responsable de las<br />

muertes de tres personas. Como resultado,<br />

me condenaron por asesinato agravado.<br />

Me quedé callado, conteniendo el llanto<br />

mientras el juez me dictaba sentencia:<br />

“Chris topher McCrimmon, el tribunal lo<br />

sentencia a la muerte”.<br />

Los oficiales me escoltaron a mi nueva<br />

celda en el corredor de los condenados a<br />

muerte. Me faltan palabras para describir<br />

mi soledad mientras los recuerdos de mi<br />

abuela me inundaban la mente. Oía su voz<br />

como si estuviera a mi lado, “Confía en Dios,<br />

Chris. Dios nunca abandona a sus hijos”.<br />

Pág. opuesta: Chris con su<br />

esposa y su hijo recién nacido.<br />

Der.: A Chris le tomaron<br />

muchas fotos policiales antes<br />

de enviarlo al corredor de los<br />

sentenciados a muerte, pero<br />

ahí es donde Dios finalmente<br />

llegó a su corazón.<br />

Inf. izq.: La abuela de Chris,<br />

Helen D. McCrimmon, plantó<br />

muchas semillas de fe en<br />

su corazón que finalmente<br />

germinaron.<br />

EL CORREDOR DE LOS SENTENCIADOS A MUERTE<br />

ERA COMO UNA TIERRA SECA Y SEDIENTA, Y MI<br />

ALMA TENÍA SED DE AGUA.<br />

¿De verdad? Entonces, ¿dónde está Él ahora, abuela?<br />

Yo no lo sentía. No, al principio.<br />

El corredor de los sentenciados a muerte era<br />

como una tierra seca y sedienta, y mi alma tenía<br />

sed de agua (Salmo 63:1). Estaba encerrado<br />

durante 23 horas al día. Solo me permitían salir<br />

unas pocas veces a la semana para ducharme<br />

y recrearme.<br />

Ahora tenía mucho tiempo para hablar con<br />

el Señor y escucharlo. Pasaba horas estudiando<br />

Su Palabra. El aislamiento me hizo desarrollar<br />

una relación con Dios, y finalmente volví a comprometer<br />

mi vida con Jesús, que se convirtió en<br />

un amigo que necesitaba con urgencia.<br />

No pasó mucho tiempo para que las historias<br />

que había disfrutado cuando era niño cobraran<br />

vida y revivieran mi espíritu. Y comencé a notar<br />

que había un elemento común entre las vidas<br />

de mis héroes bíblicos.<br />

Todos eran personas profundamente imperfectas,<br />

como yo, pero nunca estuvieron fuera del alcance<br />

del amor, la gracia y la misericordia de Dios.<br />

Moisés mató a un egipcio y huyó al desierto,<br />

pero Dios igual lo llamó para sacar a la nación<br />

de Israel del cautiverio. (Ver Éxodo 2:11–3:15.)<br />

El rey David cometió adulterio y asesinato, pero<br />

cuando se arrepintió, Dios lo perdonó. Y las<br />

Escrituras lo llaman un hombre conforme al<br />

corazón de Dios. (Ver 2 Samuel 11:1–12:13;<br />

Hechos 13:22.) Saulo asesinó a cristianos hasta<br />

que se encontró con Jesús en el camino de<br />

Damasco y se convirtió en el apóstol Pablo, un<br />

gran misionero de Cristo. (Ver Hechos 9–28.)<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

7s


Tanto Chris como su madre, Regina, estuvieron en prisión,<br />

lo que los distanció y causó tensiones en su relación. Hoy<br />

Dios ha restaurado su vínculo por Su gracia.<br />

AUNQUE ME ALEJÉ DE<br />

DIOS, ÉL FUE TRAS DE MÍ,<br />

INCLUSO HASTA EL<br />

CORREDOR DE LOS<br />

CONDENADOS A MUERTE.<br />

El agua viva de la Palabra de Dios refrescaba y<br />

revivía mi espíritu en esa árida tierra del corredor<br />

de los sentenciados a muerte. También me<br />

reveló mi necesidad de arrepentimiento y perdón<br />

de Dios. Sentí tristeza por mi pecado y me<br />

arrepentí ante Dios en oración. (Ver Salmo 51;<br />

2 Corintios 7:10.)<br />

“Señor, sé que soy un pecador”, le dije. “Por<br />

favor, perdóname. Merezco un castigo, pero no<br />

creo que me dejes morir aquí, de esta manera.<br />

Mi vida está en Tus manos. Te pido justicia y<br />

misericordia.” (Ver Salmo 16:10; Isaías 30:18.)<br />

Mi abogado presentó una apelación para<br />

pedir un nuevo juicio. Esperamos casi tres años<br />

para que mi caso avanzara en los tribunales.<br />

Entonces, un día, cuando llegué de recreación,<br />

un amigo me gritó: “¡Chris, te van a hacer un<br />

nuevo juicio! Acabo de verte en la televisión”.<br />

Pensé que era broma hasta que vi mi rostro en<br />

las noticias de la noche con el titular: “Se concede<br />

nuevo juicio a condenado a muerte”.<br />

En 1997, mi nuevo juicio estaba en marcha.<br />

Mi abogado trató de prepararme para<br />

el peor escenario, pero lo interrumpí. “No<br />

vamos a perder. De ninguna manera. La Palabra<br />

de Dios dice que no prevalecerá ninguna<br />

arma que se forje contra mí” (Isaías<br />

54:17).<br />

Él asintió con la cabeza y empezó a<br />

defender mi caso con nuevas pruebas<br />

irrefutables. Evidencia tomada de las<br />

transcripciones de las entrevistas policiales<br />

demostró que me habían condenado<br />

en base a un testimonio falso, y que los<br />

detectives y el fiscal habían incluido la<br />

declaración pese a saber que el testigo mentía.<br />

El jurado tardó 45 minutos en regresar<br />

con un nuevo veredicto.<br />

Cuando escuché “inocente”, fui como<br />

Lázaro cuando Jesús lo llamó para que saliera<br />

de su tumba (Juan 11:43–44). Dejé mi<br />

mortaja en esa corte y regresé a prisión para<br />

terminar mi sentencia original de 36 años.<br />

Yo era un hombre dichoso y resucitado.<br />

Es increíble lo diferente que se sentía la<br />

prisión cuando ya no estaba en el corredor<br />

de los condenados a muerte. ¡Dios había<br />

devuelto a la vida a este hombre muerto dos<br />

veces! Él me había salvado de la perdición<br />

eterna y mi ejecución en prisión. Veía mi<br />

mundo con nuevos ojos.<br />

Pero Satanás aún estaba al acecho, esperando<br />

para devorarme (1 Pedro 5:8). Me<br />

esforcé por no caer presa del enemigo, pero<br />

los problemas estaban en cada esquina.<br />

Aunque cometí algunos errores, Dios fue<br />

paciente mientras aprendía a escuchar las<br />

advertencias del Espíritu Santo y a seguir Su<br />

guía. (Ver Juan 14:26, 16:13; Romanos 8:14,<br />

26.) El Espíritu Santo tuvo mucho trabajo<br />

alejándome de distintas cosas y personas.<br />

Escuchar y obedecer se convirtió en la diferencia<br />

entre la vida y la muerte.<br />

Evité el caos de la mecánica carcelaria<br />

conectándome con otros cristianos y manteniéndome<br />

inmerso en la Palabra de Dios.<br />

Me animé a compartir mi testimonio e incluso<br />

guié a otros hombres hasta el Señor.<br />

Confié en Dios y el compañerismo de mis<br />

hermanos en Cristo para prepararme para<br />

la vida en el exterior. Esos hombres y voluntarios<br />

religiosos me enseñaron el valor<br />

de la verdadera amistad.<br />

A través de ellos, también supe del programa<br />

de discipulado “Along Side Ministries”<br />

en Phoenix. El grupo me asignó un mentor que<br />

me acompañó estrechamente los últimos dos<br />

años de mi sentencia.<br />

Después de cumplir casi 26 años, fui puesto<br />

en libertad condicional intensiva Me costó<br />

adaptarme a la vida en el exterior, como a<br />

muchos, y pronto violé mis privilegios. Me enviaron<br />

de vuelta a prisión durante casi dos años.<br />

Pero en lugar de enojarme, aproveché ese<br />

regalo de tiempo para que Dios sanara más<br />

áreas de mi corazón y mi mente, y lograr vivir<br />

en el exterior. Devoré la Palabra de Dios hasta<br />

mi liberación en marzo de 2020. Por la gracia<br />

del Señor, se me permitió regresar a “Along<br />

Side Ministries”. Esa comunidad de creyentes<br />

me mostró el amor de Jesús cuando más lo<br />

necesitaba.<br />

Desde mi liberación, el Señor ha cumplido<br />

Su promesa de compensarme por todo lo que<br />

el enemigo me robó (Joel 2:25). Él me ha dado<br />

una hermosa esposa, un hijo recién nacido y<br />

una relación saludable con todos mis hijos. Dios<br />

ha redimido mi tiempo para que pueda dejar<br />

una herencia que valga la pena a través del<br />

ejemplo de mi vida mientras vivo para Él<br />

(Proverbios 13:22).<br />

Mi abuela tenía razón. Aunque me alejé de<br />

Dios, Él fue tras de mí, incluso hasta el corredor<br />

de los condenados a muerte. Él me rescató<br />

y hará lo mismo por usted, dondequiera que<br />

usted se encuentre (Salmo 107:20).<br />

La verdad es que todos hemos sido sentenciados<br />

a muerte por el pecado (Romanos 6:23).<br />

Pero Dios, que es siempre rico en misericordia,<br />

abrió un camino para nuestra salvación a través<br />

de Jesucristo (Efesios 2:4–6). Él también ha<br />

abierto un camino para usted.<br />

Jesús conquistó la muerte para que usted<br />

pudiera vivir eternamente con Él (2 Timoteo<br />

1:10) y experimentara una vida de abundancia<br />

en la tierra (Juan 10:10).<br />

Usted ya no tiene que sentarse en el corredor<br />

de los condenados a muerte. Salga de la tumba<br />

y viva. Quítese esa mortaja y emprenda una<br />

nueva vida en Cristo.<br />

CHRIS MCCRIMMON es un apasionado de Jesús, su<br />

familia y la comunidad de su iglesia. Agradecido, está<br />

listo a pasar el resto de su vida sirviendo a Dios y los<br />

demás. A través de su testimonio y conocimiento de la<br />

Palabra de Dios, hace ministerio para los hombres que<br />

regresan a la sociedad tras salir de prisión.<br />

FOTO DE ARIZONA PORTRAITS<br />

8s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


VIDAS TRANSFORMADAS<br />

Usted tiene una familia<br />

POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />

FOTO DE DREW NICOLELLO<br />

Arr.: El grupo<br />

turístico “La Roca, el<br />

camino y el rabino”<br />

le recordaron a<br />

Kristi, la fundadora<br />

de VLMag, la<br />

importancia de la<br />

familia de Dios.<br />

RECIENTEMENTE, VISITÉ TIERRA SANTA; y ahora<br />

que he visto dónde vivió, murió y regresó a la vida Jesús,<br />

estoy segura de que nunca seré la misma. Ahora cuando<br />

leo la Biblia o escucho un mensaje, es como si me hubieran<br />

dado el don de ver y escuchar la Palabra de Dios en<br />

un televisor de alta definición de 90 pulgadas con sonido<br />

envolvente, cuando solo lo había hecho en blanco y negro.<br />

La Palabra de Dios ha cobrado vida dentro de mí de una<br />

manera nueva y fresca.<br />

Visité muchos lugares y tuve muchas revelaciones<br />

en Israel, pero presenciar las masas de personas que<br />

anhelaban a Dios me impactó más. Cada año, individuos<br />

de todas las tribus y naciones llegan a Tierra Santa para<br />

orar, adorar, recorrer la zona y escuchar las enseñanzas<br />

bíblicas.<br />

Ver a tanta gente hambrienta y sedienta del Señor<br />

me alentó el corazón. Los noticieros de hoy retratan un<br />

mundo que le ha dado la espalda a Dios. Pero en Israel,<br />

fui testigo de un remanente de personas que con autenticidad<br />

deseaban Su presencia.<br />

Un punto culminante de mi viaje fue un momento de<br />

adoración espontánea junto a creyentes alemanes. Nuestro<br />

grupo acababa de entrar en una catedral cercana a<br />

Jerusalén cuando escuchamos a otros peregrinos cantar<br />

el viejo himno “Cuán grande es Él”. Resonó contra las<br />

paredes de piedra en armonías a cuatro voces.<br />

Nuestro grupo se les unió en el último verso del himno<br />

—en inglés, por supuesto. Fue el sonido más hermoso<br />

que haya escuchado. Me imagino que Dios estaba sonriendo<br />

mientras recibía las alabanzas de Sus hijos. No hablábamos<br />

el mismo idioma, pero estábamos diciendo lo mismo: “¡Dios,<br />

eres increíble!”<br />

Cuando terminó la canción, se hubiera podido oír la caída<br />

de un alfiler. La presencia del Señor en ese lugar era así<br />

de fuerte. De repente, todos empezamos a aplaudir y dar<br />

aleluyas.<br />

Nuestros grupos salieron de la iglesia al mismo tiempo<br />

y nos abrazamos. Le dije a una señora: “Hola, hermana”. Al<br />

principio parecía confundida, pero luego sonrió y respondió<br />

en un inglés rudimentario: “¡Sí, nosotras hermanas!”<br />

Éramos 84 personas en nuestro grupo de entre 22 y 86<br />

años. Teníamos diferentes orígenes étnicos, denominaciones<br />

y situaciones socioeconómicas. Nuestras experiencias de<br />

vida eran muy diversas. Una dama nos contó cómo solo dos<br />

años antes había estado viviendo en una tienda de campaña<br />

debajo de un puente luego de que la adicción la despojara<br />

de todo lo que amaba.<br />

Pese a nuestras distintas características geográficas y<br />

vivenciales, rápidamente formamos un vínculo. Coincidíamos<br />

en algo: “háganme verdaderamente feliz poniéndose<br />

de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos<br />

a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un<br />

mismo propósito” (Filipenses 2:2 NTV).<br />

Eso fue gracias a que reconocimos el valor de cada uno a los<br />

ojos de Dios y nos tratamos unos a otros con respeto y amor,<br />

como Jesús ordena en Juan 13:34. El amor de Dios que había<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

9s


VIDAS TRANSFORMADAS<br />

en nosotros fue un poderoso agente unificador. Nos permitió<br />

ignorar las diferencias físicas, políticas y socioeconómicas,<br />

y nos abrió los ojos a la belleza del espíritu del otro.<br />

También produjo generosos actos de bondad, gracia y<br />

paciencia durante toda la semana. Por su edad y limitaciones<br />

físicas, algunas personas caminaban mucho más lento que<br />

otras. Pero nadie se quejó nunca y no dejamos a nadie atrás.<br />

Si un miembro del grupo tropezaba o caía por lo accidentado<br />

de un terreno, los otros lo ayudaban a levantarse.<br />

Ah, si los hijos de Dios siempre pudieran ser tan amorosos,<br />

amables, generosos y pacientes entre ellos, nuestro mundo<br />

se transformaría.<br />

Un día, después de una deliciosa y costosa comida junto al<br />

mar de Galilea, un joven de nuestro grupo bendijo toda nuestra<br />

mesa ocupándose de la cuenta. Supe de la generosidad<br />

de Mark haciendo la fila en la caja registradora. Tenía mis<br />

séqueles (la moneda israelí) en la mano cuando él se dio la<br />

vuelta y dijo: “Todo está cubierto”. Me quedé atónita. Apenas<br />

lo conocía; estaba en su mesa por casualidad.<br />

La acción de Mark me hizo pensar en el generoso regalo<br />

de salvación que nos hizo Dios (Juan 3:16) cuando “compró<br />

nuestra libertad y perdonó nuestros pecados” (Colosenses<br />

1:14 NTV).<br />

De pronto me imaginé ante una caja registradora celestial,<br />

esperando pagar el precio de mi pecado, un costo que nunca<br />

podría pagar (Romanos 6:23). Entonces Jesús se daba la vuelta,<br />

me miraba con ojos de amor y decía: “Todo está cubierto.<br />

Pagué el precio de tu pecado y los pecados del mundo.” (Ver<br />

1 Timoteo 2:6.)<br />

Yo no había hecho nada para merecer este amable acto<br />

de misericordia. De hecho, nadie se lo merece. Pero solo<br />

piénselo: Jesús pagó ese alto precio por usted y por mí incluso<br />

antes de que lo conociéramos y cuando todavía éramos<br />

pecadores activos (Romanos 5:8).<br />

Lamentablemente, ese fue el último intercambio que<br />

tuve con Mark. Alrededor<br />

de la media noche, su esposa<br />

llamó con una noticia<br />

devastadora: su hijo había<br />

muerto.<br />

Nuestro líder se lo comentó<br />

a nuestro grupo después<br />

de nuestra devoción matutina,<br />

mientras estábamos sentados bajo un techo de metal que<br />

daba a Belén. La tristeza se sentía en el aire, pero luego, uno<br />

por uno, nos pusimos a orar. Llevamos con toda confianza a<br />

nuestro hermano y sus seres queridos ante el trono de Dios<br />

e intercedimos por él (Hebreos 4:16; 1 Timoteo 2:1).<br />

Me dolía el corazón y, como todos los demás, tenía preguntas.<br />

Pero me consoló saber que mientras Mark viajaba<br />

a casa para reunirse con su angustiada esposa e hijos, más<br />

de 80 personas clamaban a Dios en su nombre.<br />

Arr.: Kristi (tercera en<br />

la fila) y su hijo, Dalton<br />

(de cuarto), rezan los<br />

Salmos de Ascenso<br />

mientras suben los<br />

escalones del templo,<br />

los mismos sobre<br />

los que Jesús habría<br />

caminado al entrar.<br />

Der.: Una hermosa<br />

vista de Jerusalén<br />

detrás de la bandera<br />

israelí.<br />

Todo el que profese a Jesús<br />

como su Señor y Salvador<br />

se convierte en parte de<br />

Su familia eterna.<br />

En Su gracia, pude ver que Dios le había dado a Mark<br />

una nueva familia de portadores de cargas para que intercedieran<br />

por él. No solo eso, sino que mi Señor también<br />

había colocado a muchos hombres de Dios poderosos cerca<br />

de Mark cuando recibió la noticia. Se quedaron con él toda<br />

la noche, apoyándolo y haciendo arreglos para su regreso<br />

a casa. Pese a las apariencias, Dios no estaba ausente y no<br />

había abandonado a Mark.<br />

El Señor nunca abandona a Sus hijos. Juan 14:18 pro­<br />

ARTWORK BY A VICTORIOUS LIVING FAMILY MEMBER<br />

FOTOS DE DREW NICOLELLO<br />

10s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


VIDAS TRANSFORMADAS<br />

mete que Él nunca nos dejará huérfanos. La palabra<br />

“huérfano” siempre me trae a la mente una imagen<br />

de mi hijo adoptivo, Dalton, y mi hija adoptiva, Ivy. Los<br />

veo como eran en 2004 cuando los conocí en Rusia. En<br />

particular, recuerdo a Ivy, que vivía en un deteriorado<br />

hospital infantil. Ella estaba en un estado extremadamente<br />

malo.<br />

La madre de Ivy los había abandonado a ella y sus<br />

hermanos. No tenían provisiones, protección, guía,<br />

propósito, voz o esperanza. Incluso después de salir del<br />

hospital, Ivy seguía estando delicada, pálida, hambrienta,<br />

sucia, indefensa y sin voz. No sabía ningún idioma.<br />

Ni siquiera sabía su nombre porque había vivido sus<br />

primeros años en aislamiento.<br />

A partir de esa imagen, entiendo mejor la promesa<br />

de Dios de no dejarnos huérfanos. En Él, nunca estamos<br />

solos, rechazados, sucios, débiles, indefensos, sin<br />

voz o sin esperanzas para el futuro. Somos aceptados,<br />

protegidos, amados, puros, íntegros, escuchados, vistos<br />

Arr.: Kristi disfrutando<br />

de la hermosa historia<br />

de Cesarea Marítima.<br />

Este es el lugar donde<br />

el Evangelio se predicó<br />

a los gentiles como se<br />

registra en Hechos 10.<br />

Izq.: Kristi tuvo el placer<br />

de establecer nuevas<br />

relaciones con otros<br />

hijos de Dios, como<br />

Carol, Cornette (Mama)<br />

y Freda.<br />

No somos perfectos, pero la gracia<br />

y el amor de Dios nos unen.<br />

y poderosos. Pertenecemos a Dios, y llevamos Su nombre, el<br />

nombre que está sobre todo nombre (Filipenses 2:9).<br />

A veces, las circunstancias pueden hacer que parezca que<br />

Dios nos ha abandonado. Pero Números 23:19 nos recuerda:<br />

“Dios no es un hombre; por lo tanto, no miente. Él no es<br />

humano; por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Acaso alguna<br />

vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?”<br />

(NTV). Dios no abandonará a Sus seres amados, ni a mí ni a<br />

Mark ni a Ivy y, ciertamente, tampoco a usted.<br />

Puede parecer que el mal ha vencido en su vida. Es posible<br />

que se sienta completamente solo. Pero no lo está. Dios está<br />

cerca, y Él está listo a ayudarlo. Vea el Salmo 121:2–8: “Mi<br />

ayuda viene del Señor… Él no permitirá que tropieces; el que<br />

te cuida no se dormirá. … ¡El Señor mismo te cuida! El Señor<br />

está a tu lado como tu sombra protectora. … El Señor te libra<br />

de todo mal y cuida tu vida. El Señor te protege al entrar y al<br />

salir, ahora y para siempre” (NTV).<br />

¿Significa eso que usted no experimentará dolor? No. Pero<br />

sí quiere decir que no está solo en su dolor. ¿Significa que la<br />

vida nunca se oscurecerá? No. Pero las tinieblas no podrán<br />

apagar la luz que hay dentro de usted (Juan 1:5; 16:33).<br />

Si ese viaje me enseñó algo, es la importancia y la belleza<br />

de la familia, la familia de Dios. Eclesiastés 4:12 dice: “Alguien<br />

que está solo puede ser atacado y vencido, pero si son dos, se<br />

ponen de espalda con espalda y vencen; mejor todavía si son<br />

tres, porque una cuerda triple no se corta fácilmente” (NTV).<br />

Al igual que el terreno accidentado de Tierra Santa, los<br />

caminos de la vida a menudo son difíciles y empinados. Por<br />

favor, no intente hacer el viaje solo. Alguien sin compañía<br />

está expuesto a los ataques y las derrotas. Pero si se mantiene<br />

cerca de Dios y se rodea de otros creyentes, saldrá victorioso.<br />

Usted tiene una familia. Todo el que profese a Jesús como<br />

su Señor y Salvador se convierte en parte de Su familia eterna<br />

(Efesios 2:19). Sin importar quién sea o lo que haya hecho,<br />

tiene un lugar en la familia de Dios. Y nada puede separarlo<br />

de Su amor (Romanos 8:31–9).<br />

Usted también tiene un lugar en la familia Victorious Living.<br />

Consulte las páginas 2 y 30 para obtener información<br />

sobre cómo contactarnos. Al igual que mi grupo turístico<br />

de Tierra Santa, somos un grupo diverso de personas que<br />

buscan cumplir el mandamiento más grande de Dios: amar<br />

al Señor con todo lo que somos y amar a los demás como a<br />

nosotros mismos. No somos perfectos, pero la gracia y el<br />

amor de Dios nos unen. Lo invitamos a unirse a nosotros.<br />

KRISTI OVERTON JOHNSON motiva a las personas y les da<br />

herramientas para que logren la victoria mediante sus historias,<br />

conferencias y el ministerio carcelario. Para más información,<br />

visite kojministries.org.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

11s


El plan<br />

de Dios<br />

sigue<br />

siendo<br />

bueno<br />

LA HISTORIA DE PARKER BYRD<br />

Jeremías 29:11 siempre ha<br />

sido mi versículo favorito.<br />

Dice: “Porque yo conozco<br />

los planes que tengo para<br />

ustedes—afirma el Señor—,<br />

planes de bienestar y no de<br />

calamidad, a fin de darles<br />

un futuro y una esperanza”<br />

(NVI).<br />

Y hasta el 23 de julio de 2022, mi vida reflejaba<br />

toda la energía positiva de ese versículo.<br />

Tuve padres amorosos que facilitaron mi camino<br />

al éxito, hermanas y amigos increíbles, y<br />

practicaba el deporte que amaba: el béisbol.<br />

Incluso antes de caminar, tenía un bate y una<br />

pelota en la mano. Me sentaba con mi pañal a<br />

darle con mi bate de juguete a una pelota plástica<br />

apoyada en un soporte. Mi papá plantó la<br />

semilla del béisbol en mí, y todos los días, esperaba<br />

emocionado en la puerta de casa a que<br />

volviera del trabajo para que pudiéramos jugar.<br />

En el arenero, fingíamos que yo era algún<br />

jugador profesional y asumía el papel de su<br />

respectiva posición. Mi favorito era Brian<br />

McCann, receptor de los Bravos. Otras veces<br />

me convertía en Josh Hamilton, jardinero<br />

de los Rangers, o Derek Jeter, jugador de<br />

cuadro de los Yankees. Antes de jugar, papá<br />

y yo nos poníamos de pie, nos poníamos la<br />

mano derecha en el pecho y cantábamos el<br />

himno nacional.<br />

Esta entrega me llevó a comprometerme<br />

a jugar béisbol para la Universidad el Este<br />

de Carolina (ECU) en secundaría. Tenía<br />

la oportunidad de jugar en instituciones<br />

más grandes, pero me sentía a gusto en la<br />

ECU. Además, mis padres también habían<br />

estudiado allí. No teníamos idea de lo importante<br />

que sería la comunidad pirata<br />

para nuestra familia cuando me fui a la<br />

universidad para asistir a los cursos de<br />

verano en junio de 2022.<br />

Greenville era una ciudad divertida, y<br />

rápidamente formé un vínculo con mis<br />

com pañeros de equipo. Mis sueños de jugar<br />

béis bol universitario finalmente se ha bían<br />

hecho realidad. Le di gracias a Dios por Su<br />

fabuloso plan.<br />

Entonces, el sábado 23 de julio, me fui al río<br />

Pamlico con mis nuevos amigos. Mi novia, mis<br />

compañeros de equipo y yo nos divertíamos<br />

mucho en los arroyos deslizándonos sobre el<br />

agua en objetos inflables detrás de la lancha<br />

de la familia de un amigo.<br />

Como es de imaginar, las cosas se pusieron<br />

un poco intensas—éramos un montón de adolescentes.<br />

Mi amigo Dixon y yo abordábamos<br />

un inflable y nos agarrábamos con fuerza hasta<br />

que no podíamos aguantar más y salíamos despedidos.<br />

Nos reíamos y nos quejábamos mientras<br />

nuestros cuerpos saltaban por el agua.<br />

Cuando un amigo regresó a recogernos, decidí<br />

que ya era suficiente. Tomé la cuerda y halé<br />

para acercarme a la lancha. Al mismo tiempo,<br />

esta hizo marcha en reversa. De repente, la soga<br />

quedó atrapada en la hélice y me haló hacia<br />

sus cuchillas giratorias en la parte de abajo<br />

de la lancha.<br />

FOTO DE PARKER OVERTON PHOTOGRAPHY<br />

12s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


FOTOS CORTESÍA DE LA FAMILIA BYRD<br />

Un compañero de equipo proveniente de<br />

Florida conocedor del agua vio lo que había<br />

sucedido y se lanzó hacia mí. Él acababa de perder<br />

a un amigo en un accidente de navegación<br />

y no estaba dispuesto a perder otro. Me ayudó<br />

a llegar al costado de la lancha y los demás me<br />

subieron a tirones. Mi sangre se mezcló con el<br />

agua sucia del río y se extendió por toda la embarcación<br />

mientras todos trataban frenéticamente<br />

de decidir qué hacer.<br />

Nuestra lancha no funcionaba ya que la<br />

cuerda todavía estaba atascada en la propela,<br />

por lo que mis compañeros comenzaron a<br />

hacer señas y gritar para pedir ayuda. Mi novia<br />

llamó a emergencias y alguien me puso un torniquete<br />

improvisado en los muslos.<br />

Después de unos minutos, un hombre se<br />

acercó a nosotros. Sin embargo, se negó a<br />

ayudarnos diciendo que no quería que sus hijos<br />

vieran esa sangrienta escena. Nos arrojó un<br />

botiquín de primeros auxilios y se fue.<br />

Pronto se aproximó otra lancha. En ella había<br />

una enfermera que inmediatamente comenzó<br />

a atenderme. Fue como un ángel caído del cielo,<br />

que trajo orden y paz a nuestro caos. Me<br />

trasladaron a su embarcación y me llevaron<br />

al puerto deportivo, donde me esperaba una<br />

ambulancia. Luchaba por mantenerme despierto,<br />

sabiendo que, si me quedaba dormido,<br />

podía morir.<br />

Desde el hospital local, me trasladaron en<br />

avión al centro médico ECU Health en Greenville.<br />

Tuve una experiencia extracorporal<br />

durante el viaje. Estaba flotando sobre mi cuerpo,<br />

observaba al equipo médico que me trataba<br />

y me preguntaba cómo este día podía haber<br />

terminado tan mal.<br />

En el hospital, me llevaron rápidamente<br />

al quirófano. Eran tres horas de viaje en auto<br />

para llegar de Laurinburg, mi ciudad natal, a<br />

Greenville, pero papá pisó el acelerador a fondo<br />

y llegaron en tiempo récord.<br />

No recuerdo claramente los días siguientes,<br />

ya que entraba y salía de cirugía, pero para<br />

mis padres, fueron una pesadilla. Solo puedo<br />

imaginar el dolor y la impotencia que sentían<br />

mientras esperaban.<br />

Debían hacer frente a pesadas cargas para<br />

equilibrar el trabajo y la familia. Pronto decidieron<br />

mudarse a Greenville permanentemente.<br />

Mi familia hizo un gran sacrificio para<br />

estar a mi lado.<br />

Me sometí a 22 cirugías, que incluyeron<br />

una amputación de pierna por debajo de<br />

la rodilla el 4 de agosto. No tuve tiempo para<br />

llorar la pérdida o siquiera asimilar lo que<br />

podría significar para mi carrera en el béisbol,<br />

pues estábamos concentrados en que<br />

sobreviviera.<br />

La gente de todo el este de Carolina del<br />

Norte oraba por mi recuperación, y recibí<br />

muchas cartas de aliento. El apoyo de la comunidad<br />

de Greenville dejó boquia biertos<br />

a mis padres. Aunque ni siquiera era nuestra<br />

ciudad natal, la gente se interesaba en<br />

nosotros.<br />

La ayuda y las oraciones de la comunidad<br />

nos dieron sostén a mi familia y a mí, especialmente<br />

cuando el médico nos dijo que la<br />

sangre no estaba fluyendo alrededor de mi<br />

rodilla. Necesitaría otra amputación, esta<br />

vez por encima de la rodilla.<br />

La noticia no me afectó al principio. Ya no<br />

tenía mi pierna. ¿Qué eran unos centímetros<br />

más? Pero mi papá sabía que perder<br />

mi rodilla significaba perder nuestro sueño<br />

de una carrera en el béisbol, y esa noticia<br />

lo golpeó como una tonelada de ladrillos. Yo<br />

no había pensado en esa posibilidad hasta<br />

que él me lo comentó. Me desmoroné y<br />

ambos nos pusimos a llorar.<br />

Pero mamá no iba a tirar la toalla.<br />

“Mírenme,” dijo con fiereza. La vimos. “Nadie<br />

puede decirte lo que puedes o no puedes<br />

hacer. Nadie puede limitarte y nadie conoce<br />

tu futuro. Tú decides. Y si quieres jugar béisbol,<br />

entonces, eso es lo que buscaremos. ¡No<br />

“DIOS, SIEMPRE HE<br />

CONFIADO EN QUE TIENES<br />

UN PLAN. PERO ESTE NO<br />

PARECE MUY BUENO”.<br />

dejes que nadie ni nada te detenga!”. Sus<br />

palabras nos hicieron ver a papá y a mí la<br />

verdad. Mamá también sabía que nada era<br />

imposible para Dios (Mateo 19:26).<br />

Mi familia me había criado para creer en<br />

Dios, y yo había puesto mi fe en Jesucristo<br />

para la salvación hacía mucho tiempo. Pero<br />

en esta prueba, todos aprendimos a confiar<br />

en Él de un modo más profundo. Nunca<br />

habíamos necesitado de una manera tan<br />

Parker ama el béisbol desde muy<br />

temprana edad. En la foto de arriba,<br />

lo vemos en uno de sus muchos uniformes<br />

profesionales.<br />

Parker compitió en varios equipos<br />

juveniles de élite mientras esperaba<br />

convertirse en jugador de los Piratas<br />

de la ECU.<br />

Parker se sometió a 22 cirugías<br />

después de que un accidente náutico<br />

le quitara la pierna y casi la vida.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

13s<br />

Dios, esfuerzo y tecnología moderna<br />

ayudaron a Parker a volver a jugar.


SI NO HUBIERA SIDO POR MI ACCIDENTE,<br />

NUNCA HABRÍA TENIDO UNA HISTORIA INSPIRADORA.<br />

Parker y sus padres, Jeff y Mitzi, están<br />

agradecidos por las oportunidades<br />

que reciben para compartir la bondad<br />

de Dios en eventos especiales.<br />

Estando en rehabilitación física,<br />

Parker alentaba a sus compañeros<br />

de equipo y a los fanáticos de la<br />

ECU desde el banquillo.<br />

La organización Challenged Athlete<br />

Foundation hizo arreglos para que<br />

Parker hiciera el primer lanzamiento<br />

en un juego de los Astros de Houston<br />

el 19 de abril de <strong>2023</strong>.<br />

obvia de Su intervención. La intensidad de<br />

nuestras oraciones aumentó.<br />

Nuestra fe creció exponencialmente<br />

cuando, días después, se observó un flujo<br />

de sangre en la vena de mi rodilla mientras<br />

me lavaban la herida. ¡Recibimos nuestro<br />

milagro! Los médicos no podían explicar<br />

el regreso de la sangre, pero con gusto pospusieron<br />

la cirugía. Entonces, la sangre<br />

comenzó a correr libremente a través de<br />

mis venas antes secas. Se salvó mi rodilla.<br />

Fue una gran noticia, pero no borró la<br />

realidad de mi nueva situación o el dolor<br />

que enfrentaría en los próximos meses.<br />

Fue difícil reconciliar la promesa de Jeremías<br />

29:11 sobre el buen plan de Dios con<br />

este penoso desastre. Incluso dije: “Dios,<br />

siempre he confiado en que tienes un plan.<br />

Pero éste no parece muy bueno”.<br />

No sabía qué pensar de todo esto, pero<br />

sentí que Dios me recordaba que Sus planes<br />

nunca tienen la intención de hacer daño.<br />

De alguna manera, Él sacaría algo bueno<br />

de este dolor; solo tenía que confiar en Él.<br />

Me daba Su garantía, perder mi pierna no<br />

sería el final de mis sueños.<br />

Tenía muchas oportunidades de enojarme<br />

conmigo mismo, con Dios y con los<br />

demás. Pero no podía dejar que la ira y la<br />

culpa tuvieran cabida en mi vida si quería<br />

seguir adelante. Tenía que confiar en el<br />

amor de Dios hacia mí y mantener mi humildad.<br />

Tenía que empezar desde cero, poner<br />

un pie delante del otro y aprender a caminar<br />

de nuevo. Y no era fácil.<br />

Hablaba mucho conmigo mismo. “Levántate,<br />

Parker. Sigue adelante. Tú puedes. ¡Dios<br />

está contigo! Volverás a jugar”. No importaba<br />

que no supiera de ningún otro amputado<br />

de pierna que jugara béisbol en primera<br />

división. Pero ¿acaso no siempre alguien<br />

es el primero? ¿Por qué no podía ser yo?<br />

Recordé una frase: “El esfuerzo supera<br />

al talento cuando el talento no se esfuerza”.<br />

experimentar el plan de Dios. De lo contrario,<br />

nunca se realizaría. La fe requiere acción.<br />

Han pasado 15 meses desde mi accidente<br />

y hoy tengo autorización médica para jugar<br />

béisbol. En febrero de 2024, espero pisar el<br />

estadio Lewis Field como campocorto de los<br />

Piratas de la ECU. Todavía tengo mucho camino<br />

por recorrer en lo físico, pero me apego a<br />

mi objetivo de mejorar en uno por ciento cada<br />

día. A veces parece que voy en reversa, pero<br />

a menudo avanzar se siente de esa manera.<br />

Solo tengo que mantener mis ojos en la meta.<br />

Cuando esté de vuelta en el campo, espero<br />

que la gente haga algo más que admirarme por<br />

haber regresado. Espero que se sienta animada<br />

a participar en el juego de la vida. Una señora<br />

me dijo recientemente que la había motivado<br />

para usar las escaleras en vez del ascensor. Ese<br />

es el tipo de estímulo del que hablo.<br />

Es difícil para mí creer lo que es mi vida hoy.<br />

Este adolescente del Sur de los Estados Unidos,<br />

que admite hablar entre dientes, ahora<br />

es portavoz de Dios. Si no hubiera sido por mi<br />

accidente, nunca habría tenido una historia inspiradora.<br />

Dios ha tomado mi vida y el deporte<br />

del béisbol, y les ha dado un propósito eterno.<br />

Tal vez, como yo, usted esté enfrentando una<br />

prueba dolorosa salida de la nada y se sienta<br />

confundido mientras se pregunta: “Dios, ¿qué<br />

plan es este? Duele”. Por favor, sepa que todavía<br />

hay esperanza.<br />

Confíe en Dios y obedézcalo. Apóyese en Él<br />

y rehúse rendirse. Con el tiempo, tendrá éxito.<br />

Dios tomará las dificultades de su vida y obrará<br />

a través de ellas en favor de usted y Su gloria<br />

(Romanos 8:28).<br />

No escuche la negatividad que lo rodea, especialmente<br />

esa voz desagradable de su cabeza.<br />

Nadie más que Dios y usted pueden determinar<br />

su futuro. Puede que usted no vea el bien de Su<br />

plan tan rápido como yo, pero ya va a llegar. Así<br />

que no se rinda. Dios está de su lado, y eso es<br />

suficiente. Recuerde, con Él, todas las cosas<br />

son posibles.<br />

En el béisbol, no había importado tener<br />

condiciones naturales. Incluso con ambas<br />

piernas, había tenido que trabajar mucho<br />

para tener éxito. Así que era hora de dejar<br />

de estar sentado y poner de mi parte para<br />

PARKER BYRD es alumno de la Universidad del Este<br />

de Carolina (ECU) y miembro de su equipo de béisbol. Se<br />

lo ve compartiendo su inspiradora historia en distintos<br />

lugares cuando no está estudiando, haciendo ejercicio<br />

o abanicando el bate con sus compañeros de equipo.<br />

14s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

FOTOS CORTESÍA DE LA FAMILIA BYRD


UN PASO ADELANTE<br />

Sea usted quien les diga<br />

POR CHRISTINA KIMBREL<br />

FOTO DE LAUREN JONES<br />

UN ABRASADOR DÍA DE VERANO, estaba parada en un semáforo<br />

cuando un hombre se acercó a mi auto. Sostenía un cartel que<br />

decía: “Sin hogar, con hambre. Por favor, ayúdeme”. Siguió de largo,<br />

pero continué mirándolo por mi espejo retrovisor.<br />

Me di cuenta de que, cada pocos pasos, se quedaba dormido donde<br />

estaba parado. Sus ojos se cerraban y se balanceaba de un lado a otro.<br />

Luego parecía irse de cabeza hacia el piso hasta que algo lo despertaba<br />

y seguía adelante.<br />

Tenía los pies cerca de la acera, y me preocupaba que se resbalara<br />

y cayera delante de los vehículos que pasaban. Sentí que el Espíritu<br />

Santo me invitaba a ayudar. ¿Qué debo hacer, Señor?<br />

La experiencia me decía que ese hombre no estaba agotado por el<br />

desgaste que causa no tener donde vivir bajo el ardiente sol de Arizona.<br />

Mientras lo observaba desde mi auto con aire acondicionado, recordaba<br />

las décadas que había pasado siendo adicta a la heroína, cuando las<br />

calles habían sido mi hogar.<br />

Vivía bajo puentes y en casas abandonadas, y me las ingeniaba<br />

para hacer dinero en vecindarios conocidos por las drogas y la prostitución.<br />

Estaba en las garras de mi adicción y se notaba. Pero allí, en<br />

ese semáforo, Dios no me permitió ver solo mi pasado traumático; usó<br />

un recuerdo diferente para hablarle a mi corazón.<br />

Me acordé de un día en que estaba parada en un paso de peatones<br />

cuando una mujer gritó desde su auto: “Buenos días, hermosa. ¿Tienes<br />

hambre?”. No esperó a que yo respondiera. Me miró a los ojos a través<br />

de su ventana abierta y dijo: “Jesús te ama, cariño”. Me lanzó una gran<br />

sonrisa, me entregó un sándwich caliente para desayunar y un par de<br />

dólares. Después se fue. Nunca la volví a ver.<br />

Quienquiera que haya sido había mirado más allá de mi escasa<br />

ropa y las marcas de agujas en mis brazos para hacerme saber, de<br />

una manera tangible, que Dios me amaba. Recordarla conmovió mi<br />

corazón y me animó a hacer lo mismo por ese hombre.<br />

No tenía comida, pero sí unos cuantos dólares y algunas botellas de<br />

agua en mi auto. Eso era suficiente; se me había dado la oportunidad<br />

de hacerle saber a este hombre que Dios lo amaba y yo estaba lista.<br />

Bajé la ventanilla y lo llamé.<br />

Al oír mi voz, se enderezó y corrió hacia mi auto. Me dio una sonrisa<br />

enorme cuando le entregué el dinero y el agua.<br />

“¿Cómo sabías que tenía sed?”, preguntó.<br />

Sonreí y respondí: “No lo sabía, pero Dios sí, y Él te ama”.<br />

La luz cambió a verde y el hombre quedó atrás. Me corrían lágrimas<br />

por el rostro mientras agradecía al Señor por este encuentro. A través<br />

de ese caballero, Dios me había recordado que Él puede usar a cualquiera<br />

que esté dispuesto a acercarse a Sus hijos perdidos y heridos.<br />

Lo hace mediante un acto compasivo a la vez.<br />

Me encanta el modo en que Jesús trataba a las personas que<br />

mendigaban por el camino (Marcos 10:46–52). No perdía el tiempo<br />

evaluándolos o haciendo suposiciones sobre cómo habían terminado<br />

así. En cambio, iniciaba con ellos una conversación y les hacía saber<br />

que Él los veía. Satisfacía sus necesidades y los amaba. (Lea los relatos<br />

de los Evangelios para ver los intercambios compasivos que tenía Jesús<br />

con personas con todo tipo de antecedentes).<br />

No son pocas las oportunidades para aplicar lo que Jesús nos enseñó.<br />

Todos los días, en cada ciudad y cada calle, nos encontramos con<br />

personas que sufren. Pero la falta de vivienda y la adicción a las drogas<br />

son a menudo síntomas de un problema espiritual mayor.<br />

No importa quién es una persona o lo que haya hecho. No nos incumbe<br />

si el letrero que sostiene dice la verdad, cuán golpeada se ve<br />

o si está drogada. Solo nos debe importar mostrarle el amor de Dios<br />

sin juzgarla.<br />

Después de todo, Romanos 10:14 pregunta: “¿Cómo pueden ellos<br />

invocarlo para que los salve si no creen en él? ¿Y cómo pueden creer<br />

en él si nunca han oído de él? ¿Y cómo pueden oír de él a menos que<br />

alguien se lo diga?” (NTV).<br />

Estemos siempre preparados para dar una explicación sobre la<br />

esperanza que hay en nuestro interior (1 Pedro 3:15).<br />

CHRISTINA KIMBREL es la gerente de producción de VL. Tras pasar por la<br />

cárcel y la adicción a las drogas, ahora lleva esperanza a quienes están cautivos de<br />

sus circunstancias compartiendo el mensaje de sanación que encontró en Jesús.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

15s


DEL ERROR<br />

A LA<br />

FUERZA<br />

LA HISTORIA DE JULIO (JC) ALMANZA<br />

Mi infancia<br />

estuvo marcada<br />

por un trauma<br />

indescriptible.<br />

Mucho antes de<br />

llegar a los diez<br />

años, mi corazón se<br />

había endurecido<br />

y mi mente estaba<br />

confundida. En lo<br />

que a mí respectaba,<br />

dependía de mí<br />

sobrevivir en este<br />

duro mundo.<br />

Tenía cuatro años cuando mi padre nos<br />

abandonó a mi madre, mis dos hermanas y a<br />

mí. Nos mudamos con un tío, un hombre que<br />

abusó sexualmente de mí, me violó y torturó<br />

desde entonces hasta que cumplí nueve años.<br />

Su “juego” favorito era mante nerme bajo agua<br />

helada en nuestra bañera hasta que me desmayaba.<br />

Luego me revivía y lo hacía de nuevo.<br />

Hasta el día de hoy, me aterra el agua.<br />

Durante muchos años, todo hombre que<br />

veía me recordaba a mi padre y ese tío, y<br />

toda mujer me recordaba a mi madre. A<br />

ella la odiaba por no haberme protegido.<br />

Sabía de la tortura y el abuso sexual, pero<br />

no hizo nada por impedirlos. Las acciones<br />

y la pasividad colectivas de mi familia me<br />

afectaron psicológicamente.<br />

Para cuando tenía 11 años, andaba en<br />

las calles buscando sangre. Ser pandillero<br />

en el lado sur de Chicago me dio un modo<br />

de derrotar a mis enemigos y pensaba que<br />

todos lo eran.<br />

Creía que en la calle había encontrado a<br />

una familia que me respaldaba. Pero esa no<br />

era la realidad. A los líderes de las pandillas<br />

les encantaba tener otro niño devastado que<br />

les hiciera el trabajo sucio, y yo estaba ansioso<br />

por hacerlo. Era bastante fácil ahorrar algo<br />

de dinero y comprarle una pistola a un tipo<br />

cualquiera.<br />

Al igual que muchos vinculados a la vida de<br />

las pandillas, acumulé varios arrestos, y entraba<br />

y salía de las instituciones para delincuentes<br />

juveniles. Esas experiencias eran castigos insignificantes.<br />

Cada vez que me liberaban, volvía<br />

con mi “familia” y a mi vida callejera.<br />

Al reflexionar sobre esos días, estoy seguro<br />

de que mi actitud de hacer lo que me pidieran<br />

era mi forma de tratar de matarme. El dolor<br />

que había en mi corazón y mente era intenso;<br />

incluso ya a los 11 años, no quería existir. Traté<br />

de quitarme la vida en muchas ocasiones.<br />

Sin embargo, esa disposición para la acción<br />

me dio la fama de ser leal. Y a los 16 años, me<br />

FOTO DE ARIZONA PORTRAITS<br />

16s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


introdujeron en una nueva familia: un cartel<br />

de drogas. Mi primer papel fue el de mula,<br />

traficaba en la frontera mexicana. Pero rápidamente<br />

me ascendieron a gerente, y debía<br />

asegurarme de que los autos que transportaban<br />

drogas llegaran a sus destinos.<br />

En esa posición, ganaba $60.000 a la<br />

semana. Sentía que era lo máximo, me<br />

presentaba en los clubes nocturnos de<br />

Chicago envuelto en mi abrigo de piel<br />

de chinchilla y gruesas cadenas de oro. Pero<br />

no era más que un perro en celo. No respetaba<br />

a las mujeres.<br />

No encontraba satisfacción en todo ese<br />

dinero o esos amores de una noche. Solo<br />

me daban un deseo insaciable de más. Y en<br />

mi codicia, me descuidé y atraje la atención<br />

de las autoridades federales. Tenía 17 años<br />

cuando me arrestaron en México por tráfico<br />

internacional de drogas, y me sentenciaron<br />

a 15 años en una prisión mexicana sin<br />

posibilidad de libertad condicional. Me<br />

esperaba la conmoción de mi vida.<br />

Nunca olvidaré que entré por las puertas<br />

de la prisión con mis dos bolsas de pertenencias.<br />

Cuando el guardia me empujó<br />

por detrás y me dijo que buscara un lugar<br />

para vivir, todas las miradas estaban puestas<br />

en mí, la carne fresca. Segundos después,<br />

los tipos más aterradores que hubiera visto<br />

me “dieron la bienvenida” a la institución.<br />

“¿Qué talla de zapatos usas?”, preguntó<br />

uno de ellos, refiriéndose a mis relucientes<br />

Air Jordan rojos. Pero antes de que pudiera<br />

responder, me apuñaló con un picahielos y<br />

tomó lo que le interesaba.<br />

Rápidamente aprendí que allí la ley era<br />

la supervivencia del más fuerte. No ha bría<br />

salido vivo de no haber estado en la flor de<br />

mi juventud y bien familiarizado con la<br />

violencia. También ayudó que mi jefe se enterara<br />

de que estaba encerrado y me buscara<br />

contactos en la cárcel.<br />

Este lugar era una ciudad dentro de otra y<br />

tenía sus propias reglas. Nunca he visto tantas<br />

drogas en el exterior. Todas las no ches,<br />

se extendían kilos de coca sobre las mesas;<br />

nadie trataba de ocultar lo que estaba<br />

pasando, pero yo sí intentaba esconderme<br />

para evitar el festín nocturno de drogas. Sin<br />

embargo, mis esfuerzos resultaban inútiles,<br />

porque el líder siempre enviaba a alguien<br />

a buscarme y me obligaba a participar. Yo<br />

era como su mascota.<br />

El Consulado de los Estados Unidos tardó<br />

casi cuatro años en rescatarme de esa violenta<br />

prisión. Fui el último estadounidense<br />

transferido a una instalación federal de los<br />

Estados Unidos mediante un programa<br />

de intercambio de reclusos. Y sí, aquello<br />

fue un rescate. Doy gracias a Dios por Su<br />

gracia; si no hubiera salido cuando lo hice,<br />

estaría muerto.<br />

De vuelta en Estados Unidos, terminé<br />

en una prisión federal, donde completé mi<br />

sentencia de 15 años cumpliendo uno solo.<br />

Cada año de prisión en México contó como<br />

dos de los Estados Unidos. Adicionalmente,<br />

el tribunal me redujo siete años por todo el<br />

sufrimiento que había soportado.<br />

No había estado en la calle cinco minutos<br />

cuando me arrestaron nuevamente por un<br />

cargo de tiroteo entre pandillas ocurrido<br />

en Chicago. El juez local me liberó sin pedir<br />

fianza, e inmediatamente me presenté ante<br />

el tribunal de Chicago. Impresionado por<br />

mi pronta comparecencia, el juez me sentenció<br />

a siete años, luego me puso en un<br />

programa de entrenamiento de estilo militar<br />

Arr.: No mucho después de que le<br />

tomaran esta foto, un miembro<br />

de la familia comenzó a abusar<br />

del pequeño JC. Este prolongado<br />

maltrato causó heridas internas<br />

que les causaron mucho daño a<br />

JC y otros.<br />

para jóvenes pandilleros. Sin embargo, ya haber<br />

cumplido una condena de prisión hizo que me<br />

liberaran antes de tiempo.<br />

Tenía 24 años cuando me convertí en hombre<br />

libre. Había pasado la mayor parte de mi<br />

juventud tras las rejas y me preguntaba si<br />

alguna vez experimentaría algo que no fuera<br />

oscuridad y dolor. Quería una nueva vida con<br />

desesperación, pero no tenía idea de cómo<br />

creármela. Traté de conseguir un trabajo<br />

honesto, pero nadie me contrataba por mis<br />

antecedentes penales.<br />

Un sinfín de rechazos me dejó sin esperanzas<br />

y volví a la única vida que conocía. Las calles<br />

y mi jefe me recibieron con los brazos abiertos.<br />

De ese modo regresé al juego, traficaba<br />

mucha droga. Pasé de no poseer nada a tener<br />

un restaurante y una casa en los suburbios.<br />

Cuando conocí a una chica cuyo padre podía<br />

expandir mi negocio de distribución de drogas,<br />

me casé con ella. Cada una de mis acciones era<br />

un movimiento calculado.<br />

En esa época de mi vida, mis demonios internos<br />

alcanzaron nuevas proporciones, al igual<br />

que la locura. Las cosas iban cada vez peor y<br />

yo vivía en una constante ansiedad, siempre<br />

mirando por encima de mi hombro. Me<br />

Abajo: JC comenzó sus entradas<br />

recurren tes a prisión cuando era adolescente.<br />

Cumplió condena en centros<br />

juveniles de Estados Unidos, una prisión<br />

mexicana y prisiones estatales y federales<br />

de Estados Unidos. Solo cuando encontró<br />

a Jesucristo se rompió ese ciclo.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

17s


habían apuñalado, golpeado, disparado, atado<br />

y amordazado más veces de las que podía contar.<br />

Y ahora mis cómplices estaban tratando de<br />

matarme. Después de escapar de ocho intentos<br />

de asesinato en un día, decidí que era hora de<br />

mudarme solo al oeste, a Phoenix.<br />

Pensé que con salir de Chicago arreglaría<br />

todo, pero no fue así. Mis demonios se vinieron<br />

conmigo, y me torturaron día y noche. Estaba<br />

solo y asustado. Así que recurrí a las drogas.<br />

En Chicago, los líderes del cartel prohibían<br />

de manera estricta consumir. Pero ahora no<br />

me veían. Así que andaba sin límites; bebía, me<br />

drogaba y paraba en los bares de “striptease”<br />

de cada esquina.<br />

La gratificación inmediata era mi único objetivo.<br />

Pero con cada intento de escapar, les abría<br />

la puerta a más demonios. Y el de la adicción me<br />

tomó prisionero. La metanfetamina, la heroína<br />

y el crack me clavaron sus garras profundamente.<br />

Y al poco tiempo era un drogadicto<br />

empedernido que hacía lo que fuera por tener<br />

su próxima dosis.<br />

Mi conducta criminal me hacía rotar por las<br />

Arr.: JC usó el acondicionamiento físico<br />

y las competencias de levantamiento de<br />

pesas para evitar los problemas. Pero<br />

entendió que la fuerza física no podía<br />

sanar su corazón.<br />

cárceles de Arizona. El sistema me ofrecía<br />

todos sus recursos para corregirme: prisión,<br />

terapias de choque, programas de rehabilita<br />

ción, reuniones de adictos y medicamentos.<br />

Las drogas que me daban me mantenían<br />

atontado. Solo lograba comportarme bien<br />

por unos meses y cada fracaso me hacía<br />

sentir cada vez más desesperado.<br />

Solo encontraba la tranquilidad cuando<br />

hacía ejercicio. El acondicionamiento físico<br />

me empoderaba, me brindaba un escape<br />

mental y emocional, y hacía crecer mi deseo<br />

de estar saludable. En prisión hacía ejercicio<br />

dos o tres veces al día, y lo sigo haciendo hoy.<br />

Salí libre en 2013, y de verdad quería evitar<br />

los problemas. Así que me concentré en<br />

el acondicionamiento físico. Me convertí<br />

en entrenador personal y, finalmente, abrí<br />

un gimnasio. La gente de la industria se<br />

interesó en mi fuerza y mi historia. 5% Nutrition<br />

decidió patrocinarme como atleta.<br />

Actualmente, tengo marcas estatales en Arizona<br />

e Illinois por levantamiento de pesas.<br />

Pero mi éxito alimentó mi ego, y comencé<br />

a jugar al gato y el ratón con mi oficial de<br />

libertad condicional. Terminé cumpliendo<br />

una sentencia de un año por<br />

violar mis restricciones...en una violenta<br />

prisión federal. Los condenados<br />

Der.: Hoy JC comparte su historia de restauración con muchachos que experimentan<br />

dificultades y traumas, y hombres y mujeres encarcelados que buscan una nueva vida.<br />

a cadena perpetua con los que estaba<br />

encerrado no tenían nada que perder y vivían<br />

de acuerdo a esa idea.<br />

Un día vi cómo apuñalaban 30 veces a un<br />

hombre por un trozo de pollo. Huellas de manos<br />

ensangrentadas marcaron las paredes desde<br />

donde trató de escapar de sus atacantes. Sentado<br />

allí viendo esa escena y comiendo una pata<br />

de pollo, pensé: “¿Qué diablos estás haciendo<br />

aquí, JC? Tienes 40 años. ¿No va a haber nada<br />

más en tu vida?”.<br />

Había visto a muchos prisioneros recurrir<br />

a Dios para cambiar su vida, pero siempre me<br />

había burlado de ellos. Solo buscaban a Dios<br />

porque estaban en prisión y asustados. En la<br />

cárcel, la religión era una señal de debilidad.<br />

Y yo no era débil.<br />

Entonces, en lugar de recurrir a Dios después<br />

de mi liberación, recurrí a Internet. Me senté<br />

frente a una computadora y busqué en Google:<br />

“¿Cómo puedo cambiar mi vida?”. ¿Y cuál era la<br />

principal respuesta? Obtener un título universitario.<br />

Así que me propuse precisamente eso.<br />

Visité el colegio universitario local y me reuní<br />

con una consejera académica que me animó<br />

a tomar un curso de derecho penal dirigido<br />

por un expolicía con 30 años de carrera. ¡No,<br />

gracias! Yo era un exdelincuente que odiaba<br />

la ley. Sin embargo, esa dama insistió y su voz<br />

tenía algo que me hizo inscribirme en la clase<br />

del policía.<br />

Todavía no lo sabía, pero Dios me estaba<br />

preparando para una caída. Su amor estaba a<br />

punto de derribarme.<br />

El primer día llegué temprano con la intención<br />

de intimidar al profesor para que no me<br />

hiciera preguntas. Sin embargo, no se asustaba<br />

fácilmente. De hecho, encontraba una manera<br />

de interactuar conmigo en todas las clases. Al<br />

poco tiempo entendí que John Humphreys era<br />

un hombre de una fe sincera que realmente<br />

se interesaba en mí. Fue la primera persona<br />

blanca en la que de verdad confié.<br />

Casi al mismo tiempo, conocí en el gimnasio<br />

a una hermosa mujer, Bethany. Se acercó a mi<br />

cinta de correr y dijo que yo necesitaba a Jesús.<br />

Y pensé: “Mujer, me da igual que seas bonita.<br />

¡Hablas demasiado de Dios!”.<br />

Pero de alguna manera, me sentí atraído por<br />

ella y le hablé de mi pasado. Compartí cosas<br />

con ella que no le había contado a nadie más,<br />

incluso le hablé de mi tío. Esa fue la primera<br />

relación pura que tuve.<br />

FOTO ROJA CORTESÍA O JC ALMANZA / FOTO AZUL DE DONNIE EAGLE PHOTOGRAPHY<br />

18s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


FOTO DE ARIZONA PORTRAITS<br />

Me iba bien en la vida; ganaba bien como entrenador<br />

físico e incluso tenía un exitoso canal<br />

de YouTube llamado Wrong to Strong. Pero todas<br />

las noches llegaba a mi casa vacía y me preguntaba:<br />

“¿Esto es todo? ¿No hay nada más?”.<br />

Una vez, abrumado por la desesperación,<br />

decidí poner fin a mis miserias. Pero antes de<br />

seguir adelante con mi plan, llamé a Bethany.<br />

Ella se dio cuenta de que algo andaba mal y se<br />

quedó al teléfono conmigo toda la noche. Hoy<br />

estoy vivo hoy gracias a su amor incondicional.<br />

Al día siguiente, en el gimnasio, me abrazó.<br />

Era mi primer contacto sin implicaciones sexuales<br />

y me asusté. Me sentí vulnerable y eso<br />

me enojó. Sin embargo, durante las siguientes<br />

semanas continuamos conversando, hasta que<br />

una mañana, la llamé y dije: “Creo que te amo”.<br />

Nunca había sentido lo que era amar o ser<br />

amado. Bethany me dijo que ella también me<br />

quería y le pedí que fuera mi novia. No pasó<br />

mucho tiempo antes de que conociera al monstruo<br />

celoso y controlador que vivía dentro de<br />

mí. Hay una frase que dice: “La gente lastimada<br />

lastima”, y es cierta. Esa hermosa mujer pagó<br />

un alto precio.<br />

Un día, vimos juntos una película sobre un<br />

hombre que había perdido a su hija luego de<br />

que abusaran de ella y la asesinaran. Dios le dijo<br />

que perdonara al violador. El recuerdo de las<br />

vejaciones que había sufrido yo de niño me<br />

cayeron encima como una tonelada de ladrillos.<br />

¿Perdonar? ¿Por qué? ¿Cómo? Era imposible,<br />

pero Bethany me aseguró que Jesús podía<br />

ayudarme.<br />

“JC”, dijo, “Jesús quiere liberarte de tu dolor,<br />

y la única manera de ser libre es perdonar a<br />

los que te han herido y perdonarte a ti mismo.<br />

No encontrarás la paz que quieres hasta que<br />

lo hagas”.<br />

Pensé en mi mamá y mis hermanas. Llevaba<br />

años sin hablar con ellas. Las odiaba y culpaba<br />

de mi dolor. El Espíritu Santo llamó a mi corazón,<br />

pero me resistí. También estaba enojado<br />

con Él. ¿Dónde estaba cuando me ahogaban,<br />

violaban y golpeaban de niño?<br />

Pero Dios es paciente, y siguió moviéndose<br />

por mi vida a pesar de mis fracasos. Durante<br />

los meses siguientes, el llamado del Espíritu<br />

Santo se hizo más fuerte, hasta que un día caí<br />

de rodillas con un deseo increíble de confesar<br />

todo lo que había hecho. No podía contener las<br />

palabras mientras lloraba y sudaba, y le conté<br />

Pero Dios<br />

es paciente,<br />

y siguió<br />

moviéndose<br />

por mi vida a<br />

pesar de mis<br />

fracasos.<br />

todo a Dios. Enumeré a las personas que odiaba<br />

y confesé lo que quería hacerles. Cuando<br />

todo terminó, me sentí limpio, como si hubiera<br />

recibido una ducha celestial.<br />

Me dirigí a mi garaje para hacer ejercicio<br />

cuando de repente sucedió de nuevo. Caí de<br />

rodillas, solo que esta vez escuché una voz que<br />

decía: “JC, ya no vas a pensar solo en tu pasado.<br />

Vas a hablarle a la gente de Mí”.<br />

Desde su lanzamiento en 2016, había usado<br />

mi plataforma de redes sociales para hablar<br />

solo de mi pasado violento. Pero el 6 de noviembre<br />

de 2021, entregué mi vida y mi plataforma<br />

a Cristo. Desde entonces, mis videos han presentado<br />

un nuevo mensaje; hablan primero de<br />

fe, luego de familia y después de acondicionamiento<br />

físico.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

19s


No sabía mucho acerca de Dios. Así que<br />

pensé que sería mejor aprender. Me acerqué<br />

a John, mi maestro y mentor, y le pedí que me<br />

enseñara a ser seguidor de Jesús. John se ha<br />

volcado lealmente en mi vida, respondiendo<br />

a mis preguntas y mostrándome el modo de<br />

vivir de acuerdo con la Palabra de Dios. Yo había<br />

visto la Biblia solo como un montón de reglas,<br />

pero John me explicó que los mandamientos<br />

de Dios son Su manera de mantenernos a salvo.<br />

(Ver Salmo 119.)<br />

Me habían enseñado que los hombres de verdad<br />

no lloran, pero en los siguientes meses,<br />

cuando Dios me llevó de vuelta a mi pasado y<br />

reparó mi corazón roto, me convertí en un desastre<br />

emocional. Sin embargo, puedo asegurar<br />

que si no hubiera expresado esos sentimientos,<br />

nunca habría encontrado la sanación.<br />

Comencé a hablarle a la gente sobre el amor<br />

de Dios cada vez que podía. La primera vez que<br />

compartí mi historia, los pandilleros con los<br />

que conversaba entregaron sus corazones a<br />

Jesús. Dijeron: “JC, vemos que es auténtico.<br />

¡Queremos lo que tú tienes!”. Hoy en día soy<br />

un pandillero de Jesús.<br />

Izq.: John<br />

Humphreys<br />

transmitió el amor<br />

y la gracia de Dios a<br />

JC. A través de John,<br />

JC aprendió a confiar<br />

en Dios y los demás.<br />

Toda la vida pensé que los cristianos<br />

eran débiles y solo usaban su fe<br />

en Jesús como una muleta. Me<br />

equivoqué. No hay nada más valiente<br />

que entregar nuestras vidas a Cristo.<br />

Pero tengo que mantener los pies en tierra;<br />

todos esos años de abusos, traumas y<br />

andar por las calles han afectado mi mente.<br />

A diario tengo que aprender a pensar,<br />

hablar y reaccionar de nuevas maneras.<br />

(Ver Romanos 6:12–13, 12:2; Efesios 4:22–<br />

32.) Me siento asombrado por la bondad de<br />

Dios, especialmente por cómo Él está restaurando<br />

las relaciones que destruí.<br />

Toda la vida he sido un matón de las calles.<br />

Ahora soy un hombre de moral. Incluso yo<br />

mismo apenas puedo creerlo. El Espíritu<br />

de Dios me da el autocontrol y la fuerza que<br />

necesito para no ceder a mis impulsos de<br />

pecado, sexo y arrogancia. Dios, que es rico<br />

en misericordia, me ha ayudado a perdonar<br />

a quienes me han lastimado. También me<br />

está apoyando para convertirme en el padre<br />

y esposo que mis seres queridos merecen.<br />

Dios está deteniendo en mí el ciclo de abusos<br />

y traumas que había en mi familia.<br />

A medida que continúo siguiendo la guía de<br />

Su Espíritu, ya no me siento controlado por<br />

mis emociones. Hoy me siento feliz y sonrío.<br />

En lugar de tratar de matar a las personas que<br />

me rodean, las abrazo. En lugar de derribarlas,<br />

las aliento. El viejo JC murió y ha nacido uno<br />

nuevo. Todo gracias a Cristo.<br />

Si Dios hizo esto por mí, un exdelincuente<br />

de carrera y convicto, puede hacerlo por cualquiera,<br />

incluso por usted. Quizás sienta que<br />

no hay esperanzas para lograr un cambio en<br />

su vida, pero estoy aquí para decirle que sí hay<br />

esperanza en Jesús. Él nos ama.<br />

Isaías 61:1 dice que Él fue enviado “para consolar<br />

a los de corazón quebrantado y a proclamar<br />

que los cautivos serán liberados y que los<br />

prisioneros serán puestos en libertad” (NTV). Él<br />

puede hacer que usted deje de sentirse perdido<br />

y que halle fuerza. Pero no tendrá la libertad<br />

de experimentar una nueva vida hasta que su<br />

corazón sea sanado, y solo Dios puede curar<br />

el corazón de una persona. Es solo a través del<br />

poder del Espíritu Santo que somos capaces<br />

de abandonar el pecado y caminar libres. (Ver<br />

Romanos 6:4; Filipenses 2:13.)<br />

Toda la vida pensé que los cristianos eran<br />

débiles y solo usaban su fe en Jesús como<br />

una muleta. Me equivoqué. No hay nada más<br />

valien te que entregar nuestras vidas a Cristo.<br />

En Él, soy fuerte y tengo el poder de superar<br />

cualquier cosa.<br />

He cometido muchos errores, pero ahora<br />

estoy decidido, con Jesús como mi guía,<br />

a aprender de mi pasado y convertirme en una<br />

persona mejor y más fuerte.<br />

Dios también puede darle a usted un nuevo<br />

comienzo. Con Su ayuda, podrá experimentar<br />

una vida y circunstancias diferentes. No siempre<br />

es fácil, pero si emprende el viaje con compromiso,<br />

encontrará la paz que está buscando.<br />

Romanos 10:11 dice: “Todo el que confíe en él<br />

jamás será avergonzado” (NTV).<br />

Ábrale su corazón a Él hoy. Deje que restaure<br />

su vida. ¿Qué puede perder?<br />

JULIO (JC) ALMANZA vive un viaje<br />

de aprendizaje y crecimiento en el que va<br />

experimentando sanación mental, emocional y<br />

física. Comparte a Jesús siempre que puede, y<br />

tiene el compromiso de ayudar a otros a encontrar<br />

la paz y la alegría que transformaron su vida.<br />

20s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


VIDAS TRANSFORMADAS<br />

La prisión<br />

de la<br />

amargura<br />

POR SHERIDAN CORREA<br />

NO PODEMOS IR POR LA VIDA SIN<br />

experimentar el dolor y la decepción. La cruda<br />

verdad es que la gente nos defrauda y nosotros<br />

también la defraudamos. Esas heridas y decepciones<br />

pueden causarnos una amargura que<br />

nos consume si se lo permitimos.<br />

¿Cómo puede saber usted si es prisionero de<br />

la amargura? Hágase estas preguntas.<br />

¿Las cosas pequeñas lo irritan? ¿Culpa<br />

a otros de sus problemas? ¿Se siente emocionalmente<br />

adormecido, se cansa rápidamente<br />

o pierde interés en la vida? ¿Se frustra<br />

fácilmente y se pone a la defensiva? ¿Es pesimista<br />

y crítica a los demás? ¿Justifica su mala<br />

actitud culpándolos a ellos? ¿Frena la comunicación<br />

y se aleja de los otros? ¿Envidia la<br />

vida de otras personas? ¿Recrea situaciones<br />

en su cabeza y reabre viejas heridas? ¿Trama<br />

venganzas?<br />

Si respondió que sí a cualquiera de esas preguntas,<br />

puede estar creciendo en su corazón<br />

una ponzoñosa raíz de amargura. Le sugiero<br />

que se ocupe de ella ahora antes de que ahogue<br />

su vida.<br />

La amargura es un truco que Satanás usa<br />

para encarcelarnos. Él quiere que perezcamos<br />

por el veneno de la amargura y nos llevemos a<br />

otros con nosotros. Por esta razón el escritor<br />

de Hebreos 12:15 nos advierte: “Tengan cuidado<br />

de que no brote ninguna raíz venenosa de<br />

amar gura, la cual los trastorne” (NTV).<br />

Yo experimenté muchas decepciones cuando<br />

era niña, y la amargura echó raíces en mi corazón.<br />

Esas desilusiones me dolieron y me enojaron.<br />

Con el tiempo, la ira no resuelta nutrió la<br />

raíz de la amargura, que creció y me esclavizó.<br />

En la prisión de la amargura, culpé a otros<br />

por mis circunstancias. Perdí todo lo que valoraba:<br />

mi mente, mis hijos, mi salud y mi libertad.<br />

Cuando finalmente me di cuenta de que el<br />

problema era mi corazón amargado, encontré<br />

la libertad con la ayuda de Dios y la verdad de<br />

Su Palabra.<br />

Estos son algunos consejos para salir de<br />

la prisión de la amargura:<br />

Perdone a quien lo ofende y la ofensa. El<br />

mundo quiere que estemos amargados, pero<br />

Jesús nos llama a ser mejores (Romanos<br />

12:2). Por ello, Él nos enseña a perdonarnos<br />

unos a otros tantas veces como sea necesario<br />

(Mateo 18:22).<br />

Mientras estaba clavado en la cruz, Jesús<br />

dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben<br />

lo que hacen” (Lucas 23:34 NTV). Jesús entiende<br />

nuestro dolor. Lo hirieron, abusaron<br />

de Él, lo juzgaron injustamente y lo crucificaron.<br />

Sin embargo, perdonó a aquellos que<br />

lo habían lastimado y mostró el camino hacia<br />

una vida de libertad con Su último aliento.<br />

Perdonar a quien lo ofende y dejar pasar<br />

la ofensa es difícil. Pero es la única manera<br />

de evitar que la amargura envenene nuestras<br />

relaciones con Dios y con los demás.<br />

Nos gusta llevar la cuenta del mal que nos<br />

hacen. Nombrar la ofensa específicamente<br />

es entregársela a Dios y borrar el residuo.<br />

Y eso evita que la amargura se acumule y<br />

se arraigue.<br />

Arrepiéntase de las reacciones pecaminosas<br />

y profanas. Según Efesios 4:31, la<br />

amargura es un comportamiento maligno<br />

y pecaminoso a los ojos de Dios. Por lo tanto,<br />

debemos arrepentirnos y pedirle perdón por<br />

albergar la ofensa en nuestros corazones. El<br />

pecado nos impide experimentar lo mejor<br />

de Dios, y se propaga para corromper los<br />

corazones de los demás.<br />

Busque una comunidad de creyentes que le<br />

exija responsabilidad. Hebreos 12:15 nos ins­<br />

truye: “Cuídense unos a otros, para que ninguno<br />

de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan<br />

cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa<br />

de amargura, la cual los trastorne a us tedes<br />

y envenene a muchos”. Es difícil hacerlo solo.<br />

El plan de Dios para usted no incluye que<br />

lo aprisione la amargura. Usted, como Su<br />

hijo, tiene un llamado más elevado. No deje<br />

que Satanás lo engañe (2 Corintios 2:10–11).<br />

El enemigo quiere que usted crea que es una<br />

víctima y que merece vengarse de aquellos que<br />

lo ofenden. Pero la amargura conduce a la oscuridad<br />

y a la muerte, y Dios lo ha llamado a<br />

salir de la oscuridad (1 Pedro 2:9).<br />

La amargura nos llega cuando fallamos en<br />

perdonar a aquellos que nos han lastimado. Por<br />

lo tanto, el perdón es la cura para un corazón<br />

envenenado y amargado (Efesios 4:32). Una<br />

mente y una vida transformadas deben incluir<br />

perdonar a los demás en el pasado, el presente<br />

y el futuro.<br />

¿Hay alguien a quien usted necesite perdonar?<br />

Dígaselo al Señor y reciba Su perdón<br />

por albergar amargura en su corazón. Luego<br />

pídale que lo ayude a disculpar tanto al que lo<br />

ofendió como la ofensa. Él lo ayudará.<br />

Dios nunca nos llama a ser parte de Sus<br />

propósitos más elevados sin capacitarnos<br />

para avanzar en la fe y vivir según Su voluntad<br />

(Hebreos 13:20–21).<br />

SHERIDAN CORREA es consejera bíblica y tiene<br />

estudios sobre la atención integral basada en el trauma.<br />

Está casada, es mamá de dos adolescentes, cantante y<br />

una corredora entusiasta, cuya vida Jesús ha cambiado<br />

radicalmente. Se unió a la familia de Victorious Living en<br />

2022 como administradora de nuestras redes sociales.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

21s


La mejor<br />

parte del día<br />

POR STEFANIE CABANISS<br />

Cuando era niña, quería ser<br />

cualquier otra persona y vivir<br />

en cualquier lugar menos en<br />

la casa donde crecí. Mi madre<br />

tenía problemas de salud mental que crearon<br />

un ambiente incierto, tóxico y caótico<br />

para mi hermana y para mí. Me molestaban<br />

nuestras constantes dificultades y envidiaba<br />

las vidas “perfectas” de todos los que nos<br />

rodeaban.<br />

Cuando tenía 22 años, huí de mi confuso<br />

hogar mudándome a dos estados de distancia.<br />

Lamentablemente, eso implicó dejar atrás a<br />

mis amigos y mi pequeño entorno de apoyo.<br />

Tal vez el aislamiento fue demasiado para mí<br />

porque ese mismo año, cambié el desastre por<br />

una nueva forma de sufrimiento: el matrimonio.<br />

Él era 10 años mayor que yo y nuestras<br />

expectativas eran completamente diferentes.<br />

La escapatoria que pensé haber encontrado<br />

me condujo a una nueva caída emocional. Por<br />

primera vez, no quería vivir.<br />

Ahora sé que mi desespero no se debió a<br />

mis problemas matrimoniales o a la falta de<br />

apoyo de mis familiares; se debió a que yo no<br />

estaba en la voluntad de Dios. Sin embargo,<br />

pasarían décadas antes de que yo supiera lo<br />

que eso significaba.<br />

Cuando tenía 27 años, mi esposo y yo nos<br />

separamos legalmente y me declaré en bancarrota.<br />

No obstante, él se negó a irse de la casa, lo<br />

que solo empeoró una situación ya mala. Cuando<br />

alguien en el trabajo me habló de una dama<br />

llamada Monica que seguramente apreciaría<br />

la compañía y los ingresos adicionales de<br />

alguien con quien compartir su vivienda, la<br />

llamé al día siguiente. Monica también se<br />

había separado de su esposo recientemente<br />

y se ofreció a alquilarme una habitación en<br />

su pequeño hogar.<br />

Monica (también conocida como Mo) y yo<br />

teníamos historias similares pero dife rentes.<br />

Ella era hija de una pareja divorciada<br />

afectada por el alcoholismo, mientras que<br />

yo había crecido en un hogar no dividido<br />

pero sí disfuncional. Su hermano había<br />

muerto a temprana edad, mientras que<br />

mi hermana y yo nunca habíamos tenido una<br />

conversación real.<br />

Ambas nos sentíamos muy solas en el<br />

mundo. Nos habían decepcionado más de<br />

lo que creíamos merecer. Habíamos tomado<br />

malas decisiones. Y ahora esperábamos más<br />

de la vida.<br />

Dios permitió que nuestros caminos se cruzaran<br />

en el momento adecuado, y pronto cada<br />

una de nosotras sintió que había encontrado<br />

a una hermana perdida hacía mucho tiempo.<br />

Mo era genuina, amable y honesta con todos<br />

los que conocía. Una amistad como la suya<br />

FOTO DE DEBORAH GRIFFIN PHOTOGRAPHY<br />

22s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


FOTO CORTESÍA O STEF CABANISS<br />

Los dolores de espalda de Monica empeorápidamente<br />

se vuelve un tesoro cuando nunca<br />

has experimentado un sentido de pertenencia.<br />

Toda mi vida había sido una telenovela,<br />

llena de drama, en su mayoría generado por<br />

mí misma. Pero la vida con Mo tenía sentido<br />

y era fértil para la esperanza. Me sentía segura<br />

y bienvenida en su casa. Por primera vez,<br />

finalmente sentía que pertenecía a algún lugar<br />

y que alguien realmente me quería. Así que<br />

créanme, me apegué mucho a ella.<br />

Era una mujer de convicciones y carácter<br />

que luchaba por lo que era correcto en lugar<br />

de conformarse con lo que convenía. Mo me<br />

apoyó y me animó a ser la mejor versión de mí<br />

misma. Para mí, fue una motivación que me<br />

era muy necesaria.<br />

En algún momento había pensado estudiar<br />

en la universidad, pero mi esposo se había reído<br />

y dicho que era yo demasiado tonta para eso.<br />

Cualquier dinero gastado en un “esfuerzo tan<br />

inútil”, dijo, sería un desperdicio. Sin embargo,<br />

Mo me animó a postularme. De hecho, ambas lo<br />

hicimos, nos aceptaron y a las dos nos fue bien.<br />

No tuvimos mucho dinero mientras fuimos<br />

estudiantes, pero nunca nos faltó nada. Dios<br />

proveyó. Recibíamos subvenciones federales,<br />

y amigos de la iglesia y vecinos nos dejaban<br />

comida y cajas de vegetales en la puerta de<br />

nuestra casa. Nunca siendo tan pobre me había<br />

sentido tan rica.<br />

Estábamos agradecidas con Dios por Su<br />

providencia y la retribuíamos dondequiera<br />

que podíamos. Al final, Mo completó su carrera<br />

de enfermería y yo obtuve una licenciatura<br />

y dos maestrías en psicología, fisiología del<br />

ejercicio y salud pública.<br />

Mo amaba al Señor y le encantaba hablarle<br />

a la gente acerca de Su bondad. Viajábamos<br />

a iglesias donde ella cantaba y compartía su<br />

testimonio. Tenía una voz increíble. Yo me<br />

quedaba en segundo plano, ocupándome de<br />

los detalles.<br />

A principios de 2009, 17 años después de<br />

convertirnos en compañeras de cuarto, Mo<br />

empezó a presentar un intenso dolor de espalda.<br />

Fue a un quiropráctico para que la tratara,<br />

pero no había una mejoría apreciable después<br />

de una semana. Así que le mandaron a hacerse<br />

unas radiografías y luego la acompañé<br />

para conocer los resultados. “Usted tiene un<br />

derrame pleural, que es un exceso de líquido<br />

alrededor del pulmón”, le indicaron.<br />

Las palabras de la revista que tenía en la<br />

mano se hicieron borrosas; y me sentí sonrojada,<br />

sin aliento y enferma del estómago.<br />

Solo sabía que el mundo tal como lo había<br />

conocido había desaparecido. Quería salir<br />

corriendo de ese lugar y fingir que nunca<br />

había escuchado las palabras derrame pleural,<br />

pero ya era demasiado tarde.<br />

Mo lo manejó mejor que yo. Como enfermera,<br />

me aseguró que esas afecciones<br />

podían tener distintas causas y que no eran<br />

señal de cáncer automáticamente, aunque<br />

los melanomas sí podían manifestare de<br />

esa manera. Guardarme mis horribles pensamientos<br />

y mis descontroladas emociones<br />

fue un desafío.<br />

Cuando se lo<br />

permitimos, Dios toma<br />

todas las piezas de<br />

formas extrañas y a<br />

menudo dolorosas de<br />

nuestras vidas, y las<br />

incorpora a Su gran y<br />

perfecto propósito.<br />

Izq.: En 2021, Stef<br />

creó el podcast<br />

Grief 2 Great Day<br />

destinado a mujeres<br />

en duelo después de<br />

experimentar en carne<br />

propia el cambio, la<br />

pérdida y el dolor, lo<br />

que incluyó la muerte<br />

de su mejor amiga,<br />

Mo (der.), por cáncer.<br />

También escribió Dying<br />

to Be Healed, para<br />

honrar el increíble<br />

ejemplo de fe de Mo.<br />

raron y la derivaron a un especialista. Cuando<br />

salimos del consultorio del médico, llegué a oír<br />

al neumólogo decir a lo lejos: “Ese caso se va<br />

a poner difícil en unos meses”. Una puñalada<br />

en el corazón habría sido menos dolorosa.<br />

Por favor, Dios, cualquier cosa menos esto.<br />

¡Lo que sea!<br />

No pasó mucho tiempo antes de que Mo se<br />

debilitara y no pudiera conducir. Me convertí<br />

en su cuidadora cuando le diagnosticaron mela<br />

noma en estadio 4 y le dieron un pronóstico<br />

de seis meses de vida.<br />

Monica estaba convencida de que Dios la<br />

sanaría y me pidió llevar un diario de nuestra<br />

experiencia. Estaba segura de que Dios usaría<br />

su testimonio de curación para cambiar<br />

más vidas de las que ella podría contar. Le<br />

concedí su deseo y llevé la relación, pero casi<br />

todo lo que escribía era un registro de su<br />

crecien te dolor y el tiempo que pasábamos<br />

tratando de encontrar alivio.<br />

Nunca me pedía que le leyera el diario, pero<br />

sí que incluyera una sección titulada MPDD, que<br />

significaba La mejor parte del día. En mi opinión,<br />

ningún día tenía mejores partes, pero, para<br />

Mo, siempre estaba sucediendo algo bueno.<br />

Una noche, después de pasar una jornada<br />

horrenda en el hospital, Mo dijo: “Tuvimos<br />

un gran día, ¿no?”. Lo decía en serio y eso me<br />

enfureció.<br />

“Sí, es cierto”, mentí. Luego le pedí a Mo<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

23s


Stef y su esposo, Jeff, quieren mucho a su<br />

cachorro, Buddy. Jeff alentó a Stef a dejar<br />

su empleo en el sector salud para dedicarse<br />

a su podcast a tiempo completo.<br />

En mi opinión,<br />

ningún día tenía<br />

mejores partes, pero,<br />

para Mo, siempre<br />

estaba sucediendo<br />

algo bueno.<br />

que me lo contara para poder ver los hechos<br />

a través de su mirada.<br />

Respondió rápidamente y sin dudar. Dijo<br />

que estaba agradecida porque yo había viajado<br />

en la ambulancia con ella y que tres de nuestras<br />

amigas más cercanas (todas enfermeras)<br />

habían pasado todo el día con nosotras. Comentó<br />

que la habían tratado como a una reina.<br />

Luego emocionada, me dijo que Dios era muy<br />

bueno con ella, pues siempre se aseguraba de<br />

que estuviera bien cuidada.<br />

Me maravilló entonces y me maravilla ahora<br />

ver cómo habíamos vivido las mismas cosas<br />

de maneras tan diferentes. Ese día es un<br />

ejemplo de cómo fue la experiencia de Mo.<br />

Soportaba todas las pruebas y procedimientos<br />

como una guerrera, pese al dolor, el<br />

agotamiento y la imposibilidad de moverse<br />

o hallar consuelo.<br />

Sin importar lo que sucediera, ella<br />

prefería ver el bien y le decía a la gente,<br />

a menudo susurrando, que cada día se<br />

volvía más fuerte.<br />

Me tomó mucho tiempo entender que Mo<br />

sí se volvía cada día más fuerte, más fuerte<br />

en su fe y confianza en lo que hacía Dios. Yo<br />

veía el dolor físico de Mo: su imposibilidad<br />

de moverse, respirar o comer sin querer<br />

vomitar. No veía lo que sucedía en su corazón,<br />

mente y alma.<br />

Ahora sí entiendo cómo Mo tenía una<br />

visión tan optimista. No se había fijado “en<br />

lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que<br />

se ve es pasajero, mientras que lo que no<br />

se ve es eterno” (2 Corintios 4:18 NVI). Se<br />

concentraba en las promesas de Dios. Yo<br />

solo pensaba en las insoportables circunstancias<br />

físicas, y eso me hacía a cuestionar<br />

a Dios y mi fe.<br />

Mo permaneció en casa hasta los últimos<br />

12 días de su vida. Entonces, la trasladamos<br />

a un centro para enfermedades terminales.<br />

Mientras la hacían entrar en una camilla,<br />

le decía al personal: “Vine para completar<br />

mi curación”.<br />

La vida de Mo me bendijo de innumerables<br />

maneras, pero su muerte me transformó.<br />

Había cuidado a mi amiga por seis meses. En<br />

lo físico yo estaba agotada y había perdido casi<br />

cuarenta libras. Pero en lo espiritual me había<br />

vuelto fuerte, pues había desarrollado una relación<br />

profunda con Dios, algo que nunca había<br />

experimentado. Eso fue bueno, porque cuando<br />

Mo se fue, cuestioné todo.<br />

Lloré un año entero antes de dejar de acusar<br />

a Dios de destrozar mi vida, una vez más. Pasó<br />

otro año antes de que pudiera decir: “Está bien,<br />

Tú eres Dios, y voy a confiar en que Tu plan es<br />

mejor que el mío”.<br />

Ese fue el momento en que finalmente<br />

acepté la soberanía de Dios y le entregué el<br />

resto de mi vida a Su plan.<br />

No, la vida nunca ha sido cómo pensé que<br />

sería, y ahora he entendido que las cosas no son<br />

fáciles para nadie. Pero cuando se lo permitimos,<br />

Dios toma todas las piezas de formas extrañas<br />

y a menudo dolorosas de nuestras vidas,<br />

y las incorpora a Su gran y perfecto propósito.<br />

Ahora tengo 56 años, y he vivido cambios,<br />

pérdidas y sufrimientos que realmente pensé (o<br />

tal vez esperé) que me matarían. Pero conti núo<br />

sobreviviendo e prosperando mientras respondo<br />

una vocación que nunca pedí o esperé. Mis<br />

experiencias me han preparado para ayudar a<br />

otros que enfrentan hechos y circunstancias no<br />

deseados e inesperados en sus vidas.<br />

En 2021, creé un podcast para dar apoyo<br />

a mujeres en duelo llamado Grief 2 Great Day.<br />

Incluso escribí un libro sobre la experiencia de<br />

Mo, Dying to Be Healed, para honrar su increíble<br />

ejemplo de fe.<br />

Independientemente de las circunstancias<br />

que afecten su vida, lo animo a encontrar su<br />

MPDD todos los días. Encontrar el bien y alabar<br />

a Dios por ello le permitirá sobrevivir y<br />

prosperar a pesar del dolor.<br />

¿Cuál es su MPDD?<br />

STEFANIE CABANISS era profesional de salud<br />

pública antes de iniciar Grief 2 Great Day. Es sureña<br />

por decisión, triatleta de velocidad tortuga, esposa<br />

y seguidora de Jesús. Ayuda a mujeres cristianas a<br />

transitar pérdidas a través de la comprensión de su<br />

dolor, la profundización de su fe y el procesamiento de<br />

su vida cotidiana para encontrar esperanza. Ella y su<br />

esposo, Jeff, viven en el este de Carolina del Norte.<br />

FOTO DE DEBORAH GRIFFIN PHOTOGRAPHY<br />

24s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


UN PASO ADELANTE<br />

Busque las bendiciones<br />

POR ROY A. BORGES<br />

TENER UNA ACTITUD DE GRATITUD<br />

no es algo que se produzca de modo natural,<br />

especialmente en prisión. Con sus incómodas<br />

condiciones de vida, su ruido constante y su<br />

gente desagradable, puede ser sombría y solitaria;<br />

es un lugar que difícilmente uno incluiría<br />

entre sus bendiciones.<br />

El corazón de cada prisionero es un campo de<br />

batalla de la guerra entre el bien y el mal que lo<br />

rodea a diario. Satanás prospera en la negatividad<br />

que existe detrás del alambre de púas. Se<br />

esmera por conservar la atención del recluso<br />

en las circunstancias difíciles y desagradables<br />

de la vida. Por eso el prisionero comienza a<br />

cuestionar, y se queja y se aleja de Dios. Satanás<br />

sabe que si solo miramos lo que hay de<br />

malo en nuestras vidas, estamos destinados a<br />

deprimirnos y sucumbir ante la desesperanza.<br />

Durante los 31 años que estuve encerrado,<br />

aprendí la importancia de vivir con gratitud.<br />

Pero no fue hasta que entregué mi vida a Cristo<br />

y que comencé a leer mi Biblia cuando me di<br />

cuenta de cuánto tenía que agradecer, incluso<br />

en prisión.<br />

Estudiar al apóstol Pablo cambió mi forma<br />

de ver mis circunstancias. Pablo pasó por<br />

momentos difíciles en su vida. Por ejemplo, lo<br />

golpearon, lo apedrearon, naufragó y lo arrojaron<br />

a una prisión (2 Corintios 11:23–28).<br />

Pero pese a todo, mantuvo la mirada fija en<br />

Jesús en lugar de en sus problemas (Hebreos<br />

12:2). Siguió peleando la buena batalla de la fe<br />

(1 Timoteo 6:12) y confió en Dios para portar<br />

la gracia que necesitaba soportar (2 Corintios<br />

12:9). Alabó al Señor incluso cuando<br />

sufría recordando que sus pruebas eran<br />

temporales y que traerían la gloria de Dios<br />

(2 Corintios 4:17–18).<br />

Desde su celda en Roma, Pablo enseñaba<br />

que Dios desea que sus hijos se regocijen,<br />

SI SOLO MIRAMOS LO<br />

QUE HAY DE MALO<br />

EN NUESTRAS VIDAS,<br />

ESTAMOS DESTINADOS<br />

A DEPRIMIRNOS Y<br />

SUCUMBIR ANTE LA<br />

DESESPERANZA.<br />

oren y den gracias sin importar las circunstancias<br />

que enfrenten (1 Tesalonicenses<br />

5:16–18). Pasar tiempo en prisión nunca<br />

fue agradable, y no puedo decir que alguna<br />

vez me regocijé por las cosas malas que<br />

me sucedieron mientras estuve allí. Pero<br />

mi actitud comenzó a cambiar, al igual<br />

que mi vida, cuando seguí el consejo de Pablo<br />

y empecé a alabar a Dios por las bendiciones<br />

que podía ver y a orar para que Él<br />

revelara las que yo no podía apreciar.<br />

Dios abrió mis ojos a la belleza que me<br />

rodeaba y mostró las formas en que Él uti­<br />

lizaba mi tiempo en prisión para Su propósito<br />

y para darle sentido a mi vida. A través de mí,<br />

Dios estaba haciendo cosas que yo no creía<br />

posibles (Efesios 3:20). Me sentía sumamente<br />

agradecido de que Jesús hubiera fallecido en la<br />

cruz para salvar mi alma de la muerte eterna.<br />

Nunca le agradeceré lo suficiente a Dios por Su<br />

regalo de salvación. Ciertamente no lo merezco<br />

y nunca me lo podría haber ganado.<br />

Aprender a vivir con gratitud dentro de la<br />

prisión también me preparó para la vida en el<br />

mundo libre. Aquí he descubierto que agradecer<br />

y enumerar las bendiciones de Dios sigue<br />

siendo la única manera de sobrevivir. ¡La vida<br />

es difícil a ambos lados del muro de una prisión!<br />

Estoy agradecido por cada minuto que pasé<br />

tras las rejas. Sin esa experiencia, no sería el<br />

hombre que soy hoy. La vida en prisión no fue<br />

fácil, pero ¿cuándo lo fácil ha llevado a alguien<br />

a un lugar al que valga la pena ir?<br />

Si usted atraviesa dificultades en un lugar<br />

sombrío y lo abruman sus circunstancias, mire<br />

hacia Dios. Alábelo por lo que Él está a punto<br />

de hacer. El gozo del Señor expulsará las tinieblas<br />

y le dará la fuerza para vencer lo que sea<br />

(Nehemías 8:10).<br />

ROY A. BORGES cumplió una condena de 31 años<br />

en una correccional de Florida, donde se dio cuenta<br />

de que necesitaba un Salvador. Mientras estuvo<br />

en prisión, Roy brindó ministerio a otros a través<br />

de sus escritos, más de 300 de los cuales han sido<br />

publicados. Su libro, 101 Short Stories from the<br />

Prison Cell, está disponible en amazon.com.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

25s


En busca<br />

de la<br />

paz<br />

LA HISTORIA DE BILL FAY<br />

Me crié en el típico hogar acomodado.<br />

Estaba acostumbrado a los<br />

privilegios. Así que ya de adulto,<br />

mi mayor preocupación pasó a ser<br />

llegar al dinero de papá antes de<br />

que él lo malgastara. Pero no era<br />

lo suficientemente rápido.<br />

Papá murió en un hospital de<br />

veteranos sin nada a su nombre.<br />

Decidí que eso nunca me sucedería<br />

a mí, y me propuse asegurarme<br />

las cosas que el mundo<br />

ofrecía, sin importar el precio<br />

que tuviera para otros o para mí.<br />

A los 16 años, embaracé a<br />

una muchacha y nos casamos.<br />

Después de la secundaria, entré<br />

a la universidad, donde conocí a<br />

un hombre que me enseñó a hacer<br />

trampa con las cartas. Con<br />

su ayuda, me hice apostador<br />

pro fesional. Pagué mis estudios<br />

haciendo dinero con mis naipes.<br />

Al graduarme de la universidad,<br />

me divorcié de mi esposa,<br />

abandoné a mi hijo y me concentré<br />

en avanzar en mi carrera.<br />

Encontré a otra mujer con quien<br />

me casé y que me dejaba hacer lo<br />

que quisiera.<br />

Por mi reputación de jugador,<br />

me invitaron a Las Vegas. Inmediat<br />

amente me impresionó el suministro<br />

interminable de dinero<br />

y mujeres, las limusinas, el poder<br />

y la fuente que había en medio de<br />

mi suite. “Si puedo conectarme con<br />

todo esto, mi vida va a estar bien”,<br />

pensaba.<br />

Una noche, me fui a la mesa<br />

de bacará donde los grandes jugadores<br />

apostaban con dinero en<br />

lugar de fichas. Había millones de<br />

dólares sobre esa mesa y vi a un<br />

hombre perder 200.000 en 20<br />

minutos.<br />

“No sabes lo que haces, ¿verdad?”,<br />

le pregunté después de<br />

unos tragos. Me llamó sabelotodo<br />

y me invitó a cruzar la calle para<br />

ir al Caesars Palace.<br />

En cuanto cruzamos las puertas,<br />

llamamos la atención. Los<br />

repartidores de blackjack levantaron<br />

la vista y la gente se apartó<br />

cuando fuimos a la mesa de<br />

bacará. Ya sentados, el hombre<br />

susurró al oído del crupier. Enseguida,<br />

se despejó la mesa y se<br />

eliminó el límite de la apuesta. El<br />

hombre pidió 50.000 dólares tan<br />

con la misma facilidad con que se<br />

ordena un vaso de leche. ¡Luego<br />

me entregó el dinero y me dijo<br />

que jugara!<br />

Tuve una buena racha, y en 15<br />

minutos, gané más de un cuarto<br />

de millón de dólares. Mi nuevo<br />

amigo se convirtió en mi padrino.<br />

Rápidamente me introdujo en los<br />

bajos fondos y comencé a lavar<br />

dinero de la mafia por todo el país.<br />

A pesar de mis nuevos contactos<br />

delictivos, seguí siendo ge rente<br />

de una importante compañía<br />

en Houston. Mis compañeros<br />

de trabajo no sabían nada de mi<br />

doble vida, pero eso cambiaría<br />

pronto.<br />

Cada vez más fuera de control,<br />

complacía todos mis caprichos.<br />

Un día, mientras hablaba por<br />

teléfono con una mujer de Kansas<br />

City, le pregunté qué quería de la<br />

vida. Cuando respondió “poder y<br />

dinero”, me subí al siguiente avión<br />

para encontrarme con ella. En la<br />

cena, sugerí que nos casáramos.<br />

No importaba que yo tuviera 12<br />

años de matrimonio con mi esposa.<br />

En la vida solo importábamos<br />

yo y lo que quería.<br />

Regresé a casa e informé a mi<br />

esposa que me iba. Luego me subí<br />

a mi Cadillac, conduje de regreso<br />

a Kansas City, recogí a esa mujer<br />

y me mudé a Denver. Allí me<br />

convertí en el director ejecutivo<br />

de una empresa transnacional<br />

multimillonaria.<br />

Tenía una limusina, una cuenta<br />

de gastos ilimitados, anillos de<br />

diamantes, Rolex, joyas de oro y<br />

todo lo que quisiera. Y tenía poder<br />

tanto en el medio empresarial<br />

como en los bajos fondos.<br />

Sin embargo, terminé preguntándome:<br />

“¿Ahora qué? ¿Esto<br />

es todo?”.<br />

No tenía respuesta, así que me<br />

establecí una nueva meta. Sería<br />

jugador de ráquetbol de alto nivel<br />

nacional. Ascender en este deporte<br />

era divertido y excitante.<br />

FOTO DE ARIZONA PORTRAITS<br />

26s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


FOTO CORTESÍA O BILL FAY<br />

Pero como con todo lo demás, la<br />

emoción de ganar terminó desapareciendo<br />

y regresó el vacío.<br />

Nadie sabía cuán solo y deprimido<br />

me sentía. Mi tercera<br />

esposa se cansó de mis travesuras<br />

y se fue con otro hombre. Fue solo<br />

por la gracia de Dios que no pagué<br />

para que la mataran.<br />

Pronto conocí a Peggy y nos<br />

casamos. Al mismo tiempo, fundé<br />

una nueva empresa para atender<br />

a hombres “poderosos” como yo<br />

que querían “más en la vida”: un<br />

burdel llamado Fantasy Island. Se<br />

convirtió en una de las casas de<br />

prostitución más grandes del país.<br />

Un día, llevé a Peggy a Las Vegas<br />

para que viera cómo la gente<br />

complacía todos mis caprichos.<br />

Entré y la llevé a la misma mesa<br />

de bacará donde había comenzado<br />

la locura años antes. Irónicamente,<br />

estando allí me llamó<br />

mi abogado para decirme que los<br />

federales habían allanado Fantasy<br />

Island. Había una orden de arresto<br />

en mi contra.<br />

Tomé un avión a Denver y me<br />

detuvieron. Increíblemente, me<br />

dieron libertad condicional. Para<br />

mí, eso solo significaba: “Que no<br />

te atrapen de nuevo”.<br />

Luego de que mi doble vida<br />

quedara expuesta en los noticieros<br />

nacionales, me echaron<br />

de mi empleo diurno. Pero eso<br />

no importaba. Incursioné en el<br />

reclutamiento de ejecutivos y<br />

rápidamente volví a ganar mucho<br />

dinero. Había evitado la cárcel y<br />

continuaba triunfando en la vida,<br />

pero en mi interior, sabía que no<br />

estaba bien.<br />

Durante años, solo había<br />

habido un lugar donde me<br />

había sentido realmente bien y<br />

era Lost Valley Ranch, una hermosa<br />

comunidad en las montañas<br />

de Colorado.<br />

Cada vez que iba allí, me sentía<br />

de lo mejor. Pero cada vez que<br />

volvía a casa, la realidad de mi<br />

lamentable existencia me sacudía.<br />

No sabía por qué ese lugar<br />

era tan especial o qué hacía tan<br />

diferente a su gente.<br />

Recuerdo que un domingo de<br />

Pascua cualquiera estaba en Lost<br />

Valley y decidí hacer lo que hace<br />

la gente en esas fechas: ir a la iglesia.<br />

Monté mi caballo y fui al prado<br />

donde un joven llamado Bob Foster<br />

estaba predicando un sermón.<br />

“Hay una diferencia entre la<br />

alegría y la paz interior”, dijo. “La<br />

alegría es como el olor de un auto<br />

nuevo, salir con alguien, cerrar un<br />

gran trato, las drogas ilícitas o el<br />

sexo. Los tienes y te sientes bien,<br />

pero la sensación no dura. La paz<br />

es diferente”.<br />

Sabía que el muchacho tenía<br />

razón. Yo había alcanzado, recibido,<br />

realizado y escalado toda mi<br />

vida, pero ¿para qué? Me sentía<br />

tranquilo y alegre por un tiempo,<br />

pero el vacío siempre regresaba,<br />

sin falta.<br />

¿Cómo podía tener esta paz duradera<br />

que Bob predicaba?<br />

Él respondió a mi pregunta explicando<br />

que la paz solo viene a<br />

través de una relación personal<br />

con Cristo. Sin importar lo que eso<br />

significara, no era la respuesta que<br />

deseaba. Maldije, me subí a mi caballo,<br />

salí del prado, y regresé en<br />

auto a Denver y mi loca vida.<br />

Dios, en su bondad, no me dejó<br />

escapar. Me persiguió. De repente,<br />

mi vida estaba llena de gente que<br />

me hablaba de Jesucristo y la paz<br />

que Él ofrecía. Yo respondía con<br />

burlas e insultos.<br />

Estoy seguro de que muchos<br />

se fueron creyendo que habían<br />

fracasado, pero no era así. Hasta<br />

el día de hoy, puedo decirles sus<br />

nombres, cómo se veían, qué<br />

vestían y, lo más importante, qué<br />

decían. Dios utilizó a cada uno de<br />

ellos para plantar una semilla en<br />

mi orgulloso corazón.<br />

Tomemos, por ejemplo, a Paul<br />

y Kathie Grant. Paul, un judío<br />

cre yente en Cristo, compartía<br />

pa ciente mente su fe conmigo<br />

en la cancha de ráquetbol. Riéndome<br />

a sus espaldas, fingía estar<br />

interesado.<br />

Durante meses, el Dr. Grant<br />

respondió a mis preguntas. No<br />

se daba cuenta de que lo distraía<br />

deliberadamente para que llegara<br />

tarde al trabajo. “¡Qué grandísimo<br />

tonto!”, pensaba yo. “¿Cómo puede<br />

este idiota sentarse aquí y dejarme<br />

hacer esto cuando tiene una sala<br />

de espera llena de pacientes?”.<br />

Sin embargo, Paul fue mi primer<br />

amigo verdadero. Cuando<br />

ocu rrió el allanamiento de mi<br />

casa de prostitución, él fue el único<br />

que me contactó para preguntar<br />

si estaba bien. Otros “amigos” me<br />

llamaron para asegurarse de que<br />

sus nombres permanecieran en el<br />

anonimato o para preguntar dónde<br />

podían encontrar a las chicas<br />

que habían trabajado en Fantasy<br />

Island. Pero Paul llamó por mí.<br />

Finalmente, Paul nos invitó a<br />

Peggy y a mí a ir a la iglesia. Fuimos,<br />

y él y Kathie nos llevaron a<br />

su casa después del servicio. No<br />

quería quedarme mucho tiempo,<br />

tenía 100.000 dólares en juego en<br />

los eventos deportivos de ese día.<br />

Pero eran nuestros amigos, así<br />

que, bueno...<br />

Hablamos un rato y compartimos<br />

partes de nuestras historias<br />

de vida. Las suyas siempre terminaban<br />

en algo relacionado con<br />

Dios. Cuando nos fuimos, le dije a<br />

Peggy: “Vamos a casa y tomemos<br />

un trago. Esas cosas están bien<br />

para ellos, pero a mí no me interesan”.<br />

Rechacé el mensaje de Dios<br />

una vez más.<br />

Mientras tanto, el Departamento<br />

de Policía de Lakewood,<br />

Colorado, no estaba conforme con<br />

mi acuerdo de libertad condicional.<br />

Decidido a llevarme ante la<br />

justicia, me envió a una atractiva<br />

policía encubierta. Ella ofreció<br />

a venderme un televisor robado e<br />

Había evitado<br />

la cárcel y<br />

continuaba<br />

triunfando en la<br />

vida, pero en mi<br />

interior, sabía<br />

que no estaba<br />

bien<br />

Abajo: En su búsqueda del éxito en la<br />

vida, Bill apostó en los casinos de Las<br />

Vegas y compartió con celebridades<br />

como la actriz Ann-Margret.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

27s


El Príncipe de Paz ha llenado mi<br />

corazón y me ha sanado<br />

insinuantemente me dijo que ella<br />

“venía incluida”. Le di 200 dólares<br />

y me arrestaron.<br />

Sentí miedo mientras estuve<br />

Der.: El libro de Bill Testifica de Jesús<br />

sin Temor es una lectura obligada para<br />

cualquiera que esté luchando por hallar la<br />

confianza necesaria para compartir su fe.<br />

sentado en la cárcel durante el<br />

fin de semana. La violación de<br />

Ella dijo algo de lo más extraño:<br />

mi libertad condicional podía<br />

“Vi tu nombre en los periódicos<br />

significar ocho años de prisión.<br />

por todos tus arrestos. Me gus­<br />

Empecé a llorar, no porque estu­<br />

taría conocerte”.<br />

viera arrepentido, sino porque<br />

Cuando nos conocimos, le<br />

sentía pánico.<br />

pedí perdón de inmediato. Ella<br />

De vuelta en casa y mientras<br />

me respondió con amabilidad.<br />

esperaba juicio, pensaba formas<br />

Increíblemente, el Señor me dio<br />

de escapar de mi inminente des­<br />

el privilegio de guiarla a Él.<br />

tino. Las drogas y el alcohol me<br />

Dados mis cargos judiciales,<br />

daban un alivio temporal, pero<br />

esperaba ir a prisión. Pero mila­<br />

sabía que solo me traerían más<br />

problemas. Mi dinero financiaría<br />

mi vida de fugitivo, pero ¿adónde<br />

ir? Me planteé el suicidio.<br />

Dios usó a mi incrédula esposa<br />

para salvar mi vida. Ella sugirió<br />

que llamara al hombre que nos<br />

grosamente el juez desestimó mi<br />

caso e incluso dictó que ya no se<br />

me siguiera procesando en la jurisdicción<br />

distrital. Salí de la corte<br />

siendo totalmente libre, pero lo<br />

más importante era que Cristo me<br />

había liberado de mis pecados.<br />

terminado en mi detención. Se<br />

trataba de una cristiana comprometida<br />

y ahora una amiga<br />

cercana.<br />

Mi vida continuó cambiando<br />

con la presencia de Dios, y pronto<br />

me convertí en el capellán en jefe<br />

poder transformador de Su amor.<br />

No se conforme con las emociones<br />

temporales de este mundo.<br />

La paz de Dios está a su<br />

disposición a través de una relación<br />

con Su Hijo, Jesús. Oro por<br />

usted para que “experimente el<br />

FOTO DE ARIZONA PORTRAITS<br />

había casado, un pastor cristiano.<br />

Comencé a orar por la opor­<br />

de la Patrulla Estatal de Colorado<br />

amor de Cristo, aun cuando es<br />

Su idea me enfureció. ¡No<br />

tunidad de regresar al Departa­<br />

y la DEA. Tenía más credenciales<br />

demasiado grande para com­<br />

quería esas cosas en mi vida! Pero<br />

mento de Policía de Lakewood a<br />

que la mayoría de los oficiales.<br />

prenderlo todo. Entonces será<br />

el Espíritu Santo era más pode­<br />

contar cómo Cristo había cam­<br />

Dios también comenzó a enviar­<br />

completo con toda la plenitud de<br />

roso que mi arrogancia y llamé a<br />

biado mi vida. Dios complació el<br />

me a las cárceles para brindar<br />

la vida y el poder que proviene de<br />

ese pastor para decirle que quería<br />

deseo de mi corazón.<br />

ministerio a menores, hombres<br />

Dios” (Efesios 3:19 NTV).<br />

paz interior.<br />

El subjefe de policía estaba al­<br />

y mujeres. Con Dios, todas las<br />

Si está listo para hacer eso, ore<br />

Al día siguiente, conduje más de<br />

morzando con unos compañeros<br />

cosas son posibles.<br />

conmigo: “Padre Celestial, soy un<br />

85 millas hasta su pequeña igle sia<br />

cuando surgió mi nombre. Des­<br />

No he sido el mismo desde que<br />

pecador que necesita un Salvador.<br />

rural. Y a las 10:00 a.m. del 4 de<br />

confiando de la noticia de que<br />

entregué mi vida y mi voluntad a<br />

Perdóname por mi pecado. Creo<br />

marzo de 1981, conocí a Jesucristo<br />

yo había cambiado, afirmó: “Ni<br />

Jesús. El Príncipe de Paz ha llena­<br />

que enviaste a Tu Hijo, Jesús, a<br />

como mi Señor y Salvador. Inme­<br />

siquiera Dios podría perdonar a<br />

do mi corazón y me ha sanado.<br />

morir en una cruz por mí y que re­<br />

dia tamente, Dios se apoderó de mi<br />

ese hombre”.<br />

Él me ha liberado de mi estilo de<br />

sucitó. Te doy mi vida. Deseo que<br />

vida y la puso de cabeza.<br />

Alguien lo desafió a averiguarlo.<br />

vida vacío, y mi principal deseo<br />

Tu voluntad se imponga sobre la<br />

La primera evidencia de Su<br />

Así que el subjefe organizó una<br />

ahora es compartir las buenas<br />

mía. Padre, dame paz y hazme un<br />

presencia se produjo en mi viaje<br />

reunión. “He venido a ver si lo<br />

nuevas de salvación de Dios con<br />

ser completo. Dame Tu Espíritu<br />

por la montaña luego de mi re­<br />

que has encontrado es verdad”,<br />

el mundo. Quiero que las perso­<br />

Santo para que me ayude a vivir<br />

unión con ese pastor. Empecé a<br />

me dijo mientras nos sentábamos.<br />

nas en todas partes, incluyén­<br />

como Tú deseas. Pido esto en el<br />

pensar en mi hija, Tammy, a quien<br />

Después de escuchar mi testimo­<br />

dolo a usted, experimenten el<br />

nombre de Jesús. Amén”.<br />

había abandonado 23 años an­<br />

nio, nos tomamos de las manos y<br />

tes. Fue mi primer pensamiento<br />

desinteresado.<br />

Increíblemente, había un mensaje<br />

suyo esperándome en la contestadora<br />

automática de mi casa.<br />

oramos juntos.<br />

Tres meses después, este hombre<br />

que había orquestado mi<br />

arres to me presentó a la policía<br />

encubierta cuya operación había<br />

BILL FAY es egresado del Denver Seminary y excapellán en jefe de la Patrulla<br />

Estatal de Colorado y la DEA. Ha hablado ante distintas denominaciones durante<br />

40 años. Su libro más vendido, Testifica de Jesús sin Temor, ha sido traducido a 54<br />

idiomas y brinda herramientas prácticas para presentar el mensaje de la gracia<br />

salvadora de Dios de modo convincente. Visite sharejesuswithoutfear.com para ver<br />

videos sobre cómo compartir su fe de manera única.<br />

28s Número 04 / <strong>2023</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


¿QUIERE CONOCER A JESÚS?<br />

“Vengan a mí todos ustedes que<br />

están cansados y agobiados, y yo<br />

les daré descanso.” —Mateo 11:28<br />

¿Necesita descanso? ¿Paz? ¿Libertad? ¿Perdón? ¿Restauración?<br />

Clame a Jesús, acéptelo como su Salvador, y será hecho completo.<br />

ARTE DE UN FAMILIAR ENCARCELADO DE VL<br />

Ore: “Jesús, te invito a mi vida. Confieso que soy un pecador y<br />

necesito un Salvador. Gracias por perdonar mis pecados y por<br />

hacerme de nuevo. Gracias por sacrificar tu vida por mí para que yo<br />

pueda tener una nueva vida en ti. Recibo, por fe, el perdón de mis<br />

pecados. Toma mi vida, mi pasado y mi futuro. Guía mis pasos y<br />

habla a mi corazón, Señor. Úsame, Dios. Amén.”<br />

Queremos saber de su decisión y ayudarlo a crecer en su fe.<br />

Escriba a: PO Box 2751, Greenville, NC 27836.<br />

¿AHORA QUE?<br />

Acepté la salvación de Dios.<br />

¿Y ahora, qué?<br />

TAL VEZ DESPUÉS DE LEER las historias en esta revista, haya entregado su vida a Jesús.<br />

¡Felicitaciones! Acaba de tomar la decisión más importante de su vida. Pero quizás se esté preguntando<br />

¿y ahora, qué? Estas son cinco formas de asegurarnos el crecimiento espiritual. Tenga<br />

presente que la vida cristiana es una experiencia que nos transforma para siempre.<br />

1. ORE. Cuéntele todo a Dios y espere Su respuesta. No necesita palabras rebuscadas, solo<br />

un corazón sincero.<br />

2. ESTUDIE LA BIBLIA. La Palabra de Dios tiene todas las instrucciones que necesitamos<br />

en la vida. Ingrese a un estudio bíblico y descubra algo nuevo cada día. Vea recursos<br />

gratuitos al pie.<br />

3. BAUTÍCESE. Aunque el bautismo no es una exigencia para la salvación, la Biblia nos dice<br />

claramente que debemos ser bautizados en agua tras aceptar la salvación. El bautismo<br />

simboliza la muerte al pecado y vivir una vida nueva en Jesucristo (Romanos 6:4). Por las<br />

restricciones que hay en las cárceles, puede que resulte difícil la inmersión en agua, así<br />

que use la creatividad y deje que el Espíritu Santo le revele cómo puede cumplir este acto<br />

de obediencia hasta que la inmersión sea posible.<br />

4. BUSQUE UNA COMUNIDAD CRISTIANA. Únase a una congregación local de<br />

seguidores de Cristo. Si el encarcelamiento le dificulta ir a una iglesia, comparta con otros<br />

creyentes lo mejor que pueda. Le van a ayudar a mantenerse firme y a ser responsable.<br />

5. CUÉNTELE A ALGUIEN. Háblele de su decisión de seguir a Cristo y explíquele lo que Él<br />

hizo por usted. Y después ¡cuéntenos! Nos encantaría que lo comparta con nosotros.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 04 / <strong>2023</strong><br />

29s


NOVEDADES DEL MINISTERIO / RECURSOS<br />

Novedades del programa<br />

carcelario de Victorious Living<br />

• La elevada tasa de traslados de los reclusos y las restricciones<br />

de los establecimientos carcelarios nos impiden enviar copias de<br />

VLMag a cada recluso. Pero se envían copias a granel con o sin<br />

grapas, sin cargo alguno a cárceles, penitenciarías, programas de<br />

recuperación y reinserción, a solicitud de capellanes y directores<br />

de programas. Estos también pueden pedir información sobre<br />

nuestro VL Prison Tour.<br />

• Ofrecemos materiales de discipulado a los reclusos en varios<br />

sistemas de tabletas para prisiones. Busque “Victorious Living”<br />

en las tabletas de su institución para ver MORE Victorious Living<br />

y STEPPING FORWARD con programación de Victorious Living y<br />

podcasts VL. Si no estamos en su sistema de tabletas, por favor,<br />

escríbanos e indíquenos el nombre de su sistema.<br />

• Los allegados de nuestra familia carcelaria y nuestros compañeros<br />

de ministerio también pueden disfrutar de nuestros recursos<br />

gratuitos en pandoapp.tv y las plataformas en línea de VL como<br />

vlmag.org, Facebook, Instagram y YouTube. Nuestro equipo de atención<br />

está disponible para orar con los seres queridos de nuestra familia de<br />

reclusos por teléfono.<br />

• Ofrecemos apoyo por correspondencia. Los reclusos pueden escribirnos<br />

a PO Box 2751, Greenville, NC 27836, o por correo electrónico a hope@<br />

vlmag.org desde sus tabletas. La elevada tasa de traslados a menudo<br />

nos impide mantener correspondencia con los reclusos. Por favor,<br />

sepa que leemos cada carta que recibimos y oramos por ella.<br />

• No podemos recibir correo electrónico ni llamadas por cobrar. Tampoco<br />

aceptamos historias no solicitadas para su publicación ni documentos<br />

legales.<br />

• Alentamos a los creyentes de todas partes a usar nuestros materiales en<br />

su ministerio. VLMag es una herramienta de testimonio excepcional y se<br />

puede pedir al por mayor para su uso en el resto de la sociedad.<br />

• ¿Sabía que a la revista VLMag tienen acceso personas dentro y fuera de<br />

prisión? Es un regalo para nuestros asociados de ministerio y se puede<br />

enviar a cualquier interesado. Llame al 352-478-2098 o visite vlmag.<br />

org y haga clic en la pestaña “give now” (donar ahora). Se agradece la<br />

donación de cualquier importe.<br />

RECURSOS<br />

A continuación dejamos distintas opciones de material cristiano<br />

gratuito al que pueden tener acceso reclusos y capellanes<br />

que hablen inglés o español. Pónganse en contacto con las<br />

direcciones indicadas más abajo. Díganles a nuestros colegas<br />

que llegaron a través de VL.<br />

VICTORIOUS LIVING<br />

Correspondencia personal en inglés y español. A solicitud del<br />

capellán se hacen llegar múltiples copias de VLMag a las bibliotecas<br />

de penitenciarías y cárceles.<br />

PO Box 2751<br />

Email: hope@vlmag.org<br />

Greenville, NC 27836<br />

2ND OPPORTUNITY<br />

Programas de<br />

reinserción laboral<br />

y en la sociedad;<br />

recomendaciones<br />

de empleos/vivienda,<br />

a solicitud.<br />

PO Box 3411<br />

Peachtree City, GA<br />

30269<br />

PRISON<br />

ALLIANCE<br />

Estudios de discipulado<br />

por correo elec tró ni co;<br />

libros cristianos y<br />

Biblias para bibliotecas<br />

a solicitud de personal<br />

autorizado.<br />

PO Box 97095<br />

Raleigh, NC 27624<br />

RESCUED NOT<br />

ARRESTED<br />

Biblias NVI sin<br />

cargo, curso de<br />

estudios bíblicos por<br />

correspondencia y Biblia<br />

de estudio del diario<br />

vivir, al finalizar el curso.<br />

PO Box 90606<br />

Phoenix, AZ 85066<br />

CROSSROADS PRISON<br />

MINISTRIES<br />

Estudios bíblicos por<br />

correspondencia y<br />

cartas de orientación al<br />

completar las lecciones.<br />

Biblias sin cargo a pedido<br />

de los alumnos de CRM.<br />

PO Box 900<br />

Grand Rapids, MI 49509<br />

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Residencias libres de<br />

adicciones, grupos de ayuda<br />

basados en la fe y grupos de<br />

apoyo en el sufrimiento para<br />

aquellos afectados por las<br />

adicciones, en todo el país.<br />

14400 Bogert Parkway<br />

Suite 200<br />

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30s<br />

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