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La Suiza Oriental.
Al noreste casi se encuentra un mar.
El Lago de Constanza es llamado «Mar suabo» por los vecinos al norte de
Suiza. Es alimentado por el Rin que después de una juventud desenfrenada
en las montañas de Grisones se va convirtiendo en río grande que fluye
hacia el Mar del Norte. En la orilla suiza del Lago de Constanza se hallan
los idílicos pueblos de los cantones de la Suiza Oriental. A poca distancia
de Zúrich, el paisaje se vuelve rural.
En el rincón oriental de la región, cerca
de St. Gallen, descubrirá el Appen-
zellerland y sus alrededores con los
trenes de Appenzeller Bahnen. Aquí,
se han mantenido aún muchas costumbres
tradicionales de los campesinos:
las pintorescas casas, los trajes
regionales tradicionales, costumbres y
fiestas populares de tiempos pasados
así como una tradición musical muy
específica. En una vuelta desde St.
Gallen se sentirá a gusto: vía Gais llegará
a Appenzell, volviendo a través
de urnäsch y herisau. Al menos en
Appenzell vale la pena bajar una vez
del tren para dar un paseo por el pintoresco
callejón principal. Pero también
puede hacer escala en cualquier otro
lugar, ya que el próximo tren llegará por
cierto. ¿Tiene un poco más de tiempo?
Entonces visite el Säntis. El autobús de
la estación de urnäsch le llevará a la
granja alpina Schwägalp; luego, el funicular
aéreo le subirá al pico de 2 505
metros con su vista impresionante a la
Suiza Oriental entera y más allá de ésta.
(50% de descuento con su Swiss Pass
o su Swiss Card.)
www.appenzellerbahnen.ch
www.saentisbahn.ch
Allí, donde cerca de Kreuzlingen el Rin
sale del Lago de Constanza, hallándose
la ciudad alemana de este nombre
a poca distancia en la otra orilla, salen
los bonitos barcos blancos de excursiones
para unos de los viajes fluviales
más bellos de Europa. Desde aquí, son
cincuenta kilómetros a Schaffhausen,
cincuenta kilómetros de un auténtico
espectáculo natural. En el camino
pasará por el idílico untersee, con la
isla del monasterio Reichenau (patrimonio
mundial de la UNESCO). Unos
pueblos pintorescos, ciudades medievales,
monasterios, castillos y palacios
abundan en ambas orillas del río. El
barco también hace escala en Stein
am Rhein con su impresionante casco
urbano. Y cuando aún no ha visto suficiente
agua en el destino de su viaje, en
Schaffhausen, podrá visitar el cercano
salto de agua Rheinfall. El autobús
Rheinfallbus pasará a recogerle en el
atracadero.
www.urh.ch
Los barcos navegan entre abril y
octubre en ambas direcciones según
un horario fijo entre Kreuzlingen
y Schaffhausen. Hacen escala en un
total de 17 atracaderos en la orilla
suiza y alemana.
Folklore en Appenzell. Desde el Lago de Constanza a Schaffhausen. La catarata del Rin cerca de Schaffhausen.
Seeland y Jura.
Tres lagos en un escenario azul-verde.
Según la distancia y el tiempo que haga, el color de las colinas del Jura
va cambiando de azul-gris a verde-azul y luego a verde de abeto. Está
presente casi por doquiera en el Mittelland, en el horizonte noroeste. En
las ciudades al pie del Jura de Neuenburg, Biel y Solothurn, el escenario
oscuro de las colinas con sus bosques de abetos y los ocasionales
peñascos blancos es un elemento típico de su aspecto urbano.
También es característico de los lagos Neuenburgersee y Bielersee, los dos lagos
grandes de los tres lagos del Jura. El más pequeño de los tres, el Murtensee, guarda
cierta distancia, tal vez por los vientos que bajan las noches de verano de las
colinas del Jura. El crucero por los tres lagos le llevará desde Biel por los tres
lagos. En el lago Bielersee se hallan en la pendiente meridional del Jura pequeñas
aldeas vitícolas entre los viñedos. Se va acercando al exilio de Jean-Jacques
Rousseau, la isla St. Petersinsel, de forma parecida a una lengua. Allí, cerca de
Erlach, entrará en el Zihlkanal, rumbo al lago Neuenburgersee, el cual lo recibe
con su superficie grande y resplandeciente. El barco sigue una curva elegante, en
dirección al Broyekanal. En su desembocadura atraviesa la reserva de pájaros de
La Sauge, dirigiéndose luego hacia el lago Murtensee. Allí, en la orilla opuesta
del tercer lago, le espera Murten, una ciudad medieval con sus azoteas y torres.
Es su destino en este crucero. En los tres lagos también puede emprender excursiones
cortas en barcos. El Jura siempre estará presente.
Entre Solothurn y Biel le espera un barco para el viaje en el río Aare. Pasará en
barco por Altreu, donde las cigüeñas le miran curiosas desde frontones y torres,
y por otros cientos de pueblos idílicos a lo largo del río.
www.bielersee.ch
En el Jura.
Suponemos que ahora desea saber
cómo será arriba, encima del Jura.
También ahí hay un tren, los Ferrocarriles
de Jura (Chemins de fer du Jura).
Podrá llegar a sus puntos de partida en
Tavannes, Glovelier y La-Chaux-de-
Fonds con la SBB (Ferrocarriles Federales
Suizos) desde Biel, Neuenburg y
Delémont.
Ahí arriba le espera otro mundo, los
Freiberge (Franches-Montagnes). Caballos
pastorean en unos prados verdes
extensos con grupos aislados y
a veces bosques oscuros de abetos.
También podrá ver unas casas bajas de
campesinos en una altiplanicie ondulada
suavemente.
El pequeño tren rojo le llevará sosegadamente
por esta meseta alta. Sale a
intervalos de una hora. Baje del tren y
haga una pequeña excursión. El tren lo
recogerá cuando está cansado.
www.les-cj.ch
Ligerz en el lago Bielersee, uno de los tres lagos. Un sistema de canales enlaza los lagos. Un tren del Jurabahn en las montañas Freiberge.
La aventura | 39