descargar libro electrónico - Dirección General de Culturas Populares
descargar libro electrónico - Dirección General de Culturas Populares
descargar libro electrónico - Dirección General de Culturas Populares
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LA JUEZ: (indiferente) Son dos millones o dos mil nuevos pesos...<br />
¿Me entien<strong>de</strong>?<br />
LICENCIADO GORDO: Sí... sí, comprendo.<br />
El licenciado regresa con la señora. Ella lo mira implorante como<br />
ocurre en muchos <strong>de</strong> estos casos, don<strong>de</strong> la libertad es todo.<br />
LI C E N C I A D O G O R D O: Mire usted, para po<strong>de</strong>r (c a rr a s p e a) darle más<br />
agilidad al asunto se necesita <strong>de</strong>positar dos millones o dos<br />
mil nuevos pesos... son trámites...<br />
SEÑORA: (casi <strong>de</strong>smayándose) ¿Dos millones?<br />
LICENCIADO GORDO: Sí.<br />
SE Ñ O R A: (p a t é t i c a) ¿De dón<strong>de</strong>? Somos pobres, trabajamos la lechuguilla<br />
a diez pesos la jornada, pagan poco.<br />
LICENCIADO GORDo: Hable con la juez, a ver qué dice.<br />
SE Ñ O R A: (s u p l i c a n t e) Es injusto que los <strong>de</strong>tengan si no hay <strong>de</strong>lito.<br />
La señora se dirige a la juez, que sigue impasible. Des<strong>de</strong> un punto<br />
<strong>de</strong> vista psicológico, podría <strong>de</strong>cirse: sin moral alguna.<br />
SE Ñ O R A: (d e s e s p e r a d a) Señorita juez, le suplico me dé a mis hijos,<br />
no tienen causa para estar presos. Son inocentes.<br />
LA JUEZ: (con <strong>de</strong>sprecio) ¿Inocentes? ¿Por qué están aquí? Todos<br />
cuando llegan al juzgado son inocentes... ¡ja! Pero para mí la<br />
mayoría que anda en la calle fuera <strong>de</strong> las horas “<strong>de</strong>centes” es<br />
sospechosa. Pero mire, por tratarse <strong>de</strong> usted y nada más, y por<br />
venir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tan lejos, voy a ayudarla. Haga lo que le dijo el<br />
licenciado, para que se vayan rápido. ¡Yo no los quiero aquí!<br />
SE Ñ O R A: Somos gente pobre, no tenemos trabajo a diario. ¿De<br />
d ó n<strong>de</strong> saco dos millones?<br />
LA J U E Z: (i m p l a c a b l e) Búsquele, señora, búsquele por ahí. ¡Si los<br />
quiere libres, si no, habrá que esperar hasta su revisión...<br />
unos meses!<br />
SEÑORA: (agresiva) ¡Pero si no tienen culpa!<br />
LA JUEZ: (severa) ¡No se me a<strong>de</strong>lante, no se me a<strong>de</strong>lante! La juez<br />
soy yo y soy la que <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>. Retírese, tengo mucho trabajo.<br />
El licenciado gordo llega junto a la señora para guiarla hasta la<br />
p u e rta, a fin <strong>de</strong> que no perturbe a la juez.<br />
37