Sea Turtle Recovery Action Plan for St. Kitts and Nevis - WIDECAST

CEP Technical Report No. 17
RESUMEN
Tres especies de tortugas de mar, todas ellas clasificadas internacionalmente como
especies en peligro de extinción, anidan en las playas de St. Kitts y Nevis. Estas son, la tortuga
carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga verde del Atlántico (Chelonia mydas), y la tortuga
tora o de río (Dermochelys coriacea). Además de en la temporada de anidación se pueden ver
tortugas carey y verde de varios tamaños durante todo el año, alimentándose en aguas de poca
profundidad. La tortuga tora no es residente; las hembras grávidas llegan cada año para la
temporada de anidación de verano. Una cuarta especie, la tortuga de mar (Caretta caretta), se
observa ocasionalmente frente a las costas. El aprovechamiento de las tortugas marinas en la
federación, que se halla documentado, data de 1603 cuando una partida de trabajo enviada a
Nevis describió una "Tortuga tan grande que ni cuatro hombres pudieron subirla al bote". Las
cartas de William Smith del Siglo XVIII declaran que las tortugas verdes "son tan comunes que
no necesitan describirse." No hay duda de que las omnipresentes tortugas constituían una parte
importante de la dieta y el comercio durante los siglos de ocupación colonial.
Hoy existen mucho menos tortugas que hace cuarenta o cincuenta años. Las han cogido
en redes y se han muerto en las playas donde anidan. Los cazadores y los observadores de
tortugas que saben de la pesca, no se ponen de acuerdo sobre el número exacto de tortugas que
actualmente se aprovechan por año, pero parece probable que de 50 a más de 100 tortugas, en su
mayoría verdes y carey aparezcan anualmente en las playas de cada una de las islas. El número
de redes lanzadas y el número de cazadores que aguardan las hembras grávidas (portadoras de
huevos) en las playas donde anidan es considerablemente menor que en cualquier época pasada.
La cantidad de pescadores de tortugas de medio tiempo, se estima en menos de diez en cada isla.
Sin embargo, la cantidad de pescadores con harpón que desembarcan tortugas marinas está
aumentando, y esto se ve como una seria amenaza. La recogida de huevos no se ha cuantificado,
pero se aproxima al 100 por ciento en algunas áreas. En la actualidad no existe legislación que
rija el aprovechamiento de las tortugas o de sus huevos, pero el borrador de las Reglas de
Pesquerías de 1992, exige una moratoria en la captura de tortugas y la recogida de huevos. Tal
moratoria se encuentra apoyada plenamente por este Plan de Acción para el Rescate de la Tortuga
Marina.
La sobrecarga más significativa en las poblaciones de tortugas locales ha sido un
aprovechamiento, virtualmente no regulado. Las consecuencias del aprovechamiento excesivo se
hallan en ningún lugar más evidente que en las playas de anidación. Es de consenso general el
que las playas acogieron, una vez, muchos más nidos que los que actualmente se ven. Se ha
matado demasiadas hembras grávidas de la federación o se les ha quitado sus huevos. Es
evidente que si no se permite que los huevos produzcan ejemplares jóvenes, no habrá una
próxima generación de tortugas que ponga sus propios huevos. La razón por la que hay menos
tortugas en el mar es que el aprovechamiento excesivo no se limita a St. Kitts y Nevis. Todas las
naciones del Caribe han participado. Las tortugas que nacen en St. Kitts y Nevis no permanecen
residentes en nues-tras aguas a través de los muchos años necesarios (20-35) para alcanzar la
madurez sexual. En cambio, durante su adolescencia viajan a todo lo largo de la región y
regresan a sus playas nata-les solo cuando es tiempo para reproducirse. Por consiguiente, los
juveniles que se alimentan en los arrecifes coralinos y los pastizales marinos representan tortugas
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