84 COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HU<strong>MANO</strong>Soperatividad? Bueno, primero la idoneidad legislativa, a la cualya me referí indirectamente, no existe aún. En cerca del 80 % delas encuestas que hicimos a jueces locales, el resultado fue la faltade actualización de sus códigos procesales, los códigos para llevara cabo los juicios. ¡Cerca del 80 %! O sea, ahí hay problemas.La productividad. Aunque el rezago, los asuntos no resueltos, hasido uno de los problemas a vencer en los procesos de modernizacióny de transformación, aún hay muchísimo por hacer. Siobservamos los índices de demanda contra capacidad instalada,pues resulta evidente que necesitamos más juzgados, más jueces,en todo el país. Tenemos que acostumbrarnos a hablar dejueces, a vivir entre jueces. Los Estados de Derecho son Estadosde jueces en gran medida, no nada más, pero en gran medida.En México, eso no se ha dado.Los costos. Éste es un elemento que todavía no se ha medidocon precisión. ¿Cuánto cuesta, horas-hombre, cada proceso judicial?¿Cuánto cuesta cada día que un asunto continúa dentrode un órgano jurisdiccional? Cuesta mucho dinero, pues hay ahímucha gente involucrada.La operación tecnológica. ¿Qué tanto equipamiento tienen lasinstituciones jurisdiccionales y, por otra parte, qué tanta capacitación?Porque una cosa es tener las computadoras con unsoftware y otra muy distinta es saber usarlas. La mayor parte delos tribunales ya cuentan con computadoras que sirven para loque las necesitan. Eso ya es una constante, la verificamos. Elproblema aquí es que, más o menos, el 50 o el 60 % no tienenla capacitación para utilizarlas y explotarlas bien, y claro, al pasode los años, las computadoras dejan de funcionar o se desactualizan.La infraestructura. Arriba del 80 % de los tribunales del paísrequieren modificaciones en sus instalaciones físicas: no cabenlos archivos, no cabe la gente que ahí trabaja, están todos encimados,etcétera. ¡Arriba del 80 %!La capacitación. Aun cuando todos los tribunales del paíscuentan ya con institutos de capacitación, en realidad de muypocos puede decirse que tienen auténticas carreras judiciales yprogramas que fortalezcan la formación profesional.
<strong>JUSTICIA</strong> <strong>POR</strong> <strong>PROPIA</strong> <strong>MANO</strong> 85La ética. Aunado a las garantías que necesitan los juzgadorespara llevar a cabo su trabajo de manera autónoma, independiente,se requieren códigos de ética férrea: que el juzgador conozcamuy bien el contexto en el que se mueve; que sepa identificaren dónde es posible que se den prácticas de corrupción, puesmuchas veces no son los jueces quienes actúan corruptamente,sino el personal que los rodea, y ellos ni siquiera se enteran.LOS RESULTADOSEste rubro se refiere a la medición de la eficiencia, es decir, quelos asuntos se resuelvan en el tiempo y la forma que la ley establece.La comunicación. Los procesos deben ser públicos. ¡Cuidado!,es cierto que hay cierta confidencialidad de los asuntos, perolas resoluciones deben ser públicas; se debe conocer lo que losjuzgados, las instituciones jurisdiccionales, hacen día con día,y además, de manera general, los poderes judiciales deben tenerclaros mecanismos para informar de los casos, de las grandestendencias, a la opinión pública.Los costos de las resoluciones. Esto se refiere al impacto queéstas tienen para la aplicación del derecho, en términos generales.La calidad. Éste es el asunto más difícil de medir, porque alo mejor se abate el rezago y los jueces dictan todas las sentenciasque deben, pero, ¿son buenas sentencias, dentro de todas lasopciones que tenían para resolver los asuntos? ¿Tienen calidad?CONCLUSIONESEl acceso es, quizá, el elemento más complicado y el que requieretodavía mucho más trabajo; es el aspecto —debo decirlo—más descuidado hoy por hoy en las instituciones jurisdiccionales.