Dionisio Cisneros el Atila del Tuy
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La actitud de <strong>Cisneros</strong>, aunque decepcionó a<br />
Arizábalo, no aminoró su empeño de reconquistar<br />
Venezu<strong>el</strong>a para la regencia española. Ante la<br />
receptividad brindada por C<strong>el</strong>estino Centeno, jefe de<br />
Los Güires,se encaminó a dicho punto para asumir la<br />
jefatura de aproximadamente 900 hombres. Tampoco iba a<br />
ser <strong>el</strong> último intento por convencer al realista d<strong>el</strong> <strong>Tuy</strong> para<br />
apoyar las acciones de Arizábalo. Con ese objetivo, se<br />
comisionó a Centeno de acercarse a <strong>Cisneros</strong> por la afinidad<br />
de su color y nacimiento. Pero todo intento de convencerlo<br />
fue en vano. <strong>Cisneros</strong> <strong>el</strong>udió cualquier propuesta de<br />
Centeno:<br />
…fundado en que las instrucciones que recibía de un<br />
r<strong>el</strong>igioso de Caracas le prescribían hacer la guerra á(sic) todo<br />
blanco i(sic) no reconocer sino en Santander al verdadero<br />
defensor d<strong>el</strong> trono español. Estas contradicciones de ideas<br />
i(sic) de principios hizo ver á Centeno, ó(sic) que aqu<strong>el</strong><br />
obraba por una feroz brutalidad, ó por una refinada<br />
malicia… (15)<br />
Notas:<br />
1 Las islas de Cuba y Puerto Rico continuaron en manos de España hasta finales<br />
d<strong>el</strong> siglo XIX, período en <strong>el</strong> que <strong>el</strong> Imperio español sufrió la pérdida de los<br />
territorios insulares con la guerra hispano-norteamericana. El Imperio<br />
español estaba en decadencia ante la emergencia de nuevas potencias<br />
imperialistas.<br />
2 José Domingo Díaz asumió la redacción de la Gaceta de Caracas en dos etapas;<br />
la primera de <strong>el</strong>las, luego de la caída de la Primera República entre 1812 y 1813;<br />
y después de la caída de la Segunda República, entre 1814 y 1821. En <strong>el</strong>la, atacó<br />
amargamente <strong>el</strong> proceso de independencia y de manera especial, a la figura de<br />
Simón Bolívar.<br />
3 Es posible que la aversión de Díaz a la causa independentista y republicana se<br />
debiera a los hechos ocurridos a partir d<strong>el</strong> 19 de abril de 1810, que detuvo su<br />
ascenso en la carrera médica y administrativa, pues a finales de 1809, había<br />
sido nombrado Ministro Honorario de la Real Hacienda y obtuvo <strong>el</strong> cargo de<br />
Inspector Contralor General de Hospitales de Caracas. Además de ser hijo<br />
expósito de un curandero mulato y las circunstancias personales que le<br />
llevaron a ser protegido d<strong>el</strong> capitán general español Vasconc<strong>el</strong>os.<br />
4 Mariano Torrente, Reseña de las operaciones d<strong>el</strong> teniente coron<strong>el</strong> José de<br />
Arizábal y Orobio en costa firme, p. 568.<br />
5 José Domingo Díaz, Recuerdos sobre la reb<strong>el</strong>ión de Caracas, p. 318.<br />
6 El convenio estipulaba la salida y traslado de las tropas hacia la isla de Cuba, y<br />
Arizábalo con <strong>el</strong>las.<br />
7 Ibíd., p. 566.<br />
8 Antes de la suspensión, <strong>el</strong> general Páez fue acusado por la municipalidad de<br />
Caracas ante <strong>el</strong> Senado en Bogotá; pero la medida fue rechazada por la<br />
municipalidad de Valencia, que en actitud retadora al Ejecutivo central<br />
bogotano, ratificó en <strong>el</strong> cargo de comandante general a José Antonio Páez, y dio<br />
origen al movimiento conocido como la Cosiata en 1826.<br />
9 Dayana Valderrama Vanezca y Ernesto Figuera, Descontentos, leales e<br />
intransigentes, p. 95.<br />
10 Ídem.<br />
Centeno se convenció que adoctrinar a <strong>Cisneros</strong> era<br />
causa perdida y decidió superar junto a sus huestes los<br />
riesgos que le rodeaban. Luego sobrevinieron un conjunto 11Dayana Valderrama Vanezca y Ernesto Figuera, ob. cit., p. 98.<br />
de enfrentamientos con las tropas d<strong>el</strong> gobierno, mientras 12 Las cursivas son nuestras.<br />
13 Mariano Torrente, ob. cit., p. 569.<br />
esperaban los anh<strong>el</strong>ados auxilios de la escuadra española al<br />
14 José Antonio Páez, Autobiografía, p. 167.<br />
mando d<strong>el</strong> Capitán Áng<strong>el</strong> Laborde. Los reñidos y<br />
15 Mariano Torrente, ob. cit., p. 580.<br />
sangrientos combates, arrojaron un saldo que descalabró<br />
las fuerzas de los bandos en pugna. Una de esas batallas se<br />
registró a orillas d<strong>el</strong> río Guaire, entre Petare y Mariche.<br />
Mariano Torrente señala que en aqu<strong>el</strong>la refriega se batieron<br />
las fuerzas de Centeno con <strong>el</strong> republicano Ans<strong>el</strong>mo Hurtado<br />
alias “Burro Negro”, quedando los dos ejércitos diezmados.<br />
Centeno esperaba auxilios por parte de <strong>Dionisio</strong> <strong>Cisneros</strong>,<br />
en vista de la importancia de la operación; pero <strong>el</strong> indio se<br />
negó nuevamente a prestar <strong>el</strong> auxilio que reclamaba<br />
Centeno para sus heridos. La acción de Centeno le valió <strong>el</strong><br />
nombramiento de segundo jefe de las fuerzas de Su<br />
Fuentes consultadas:<br />
Barrera Parrilla, Beatriz y Navarro García, Jesús, “La estrategia<br />
desestabilizadora en Venezu<strong>el</strong>a: propaganda y controversia en la<br />
acción contrainsurgente. D<strong>el</strong> constitucionalismo gaditano a la<br />
consolidación republicana, 1810-1828”. Memorias, Revista digital<br />
de Historia y Arqueologia desde <strong>el</strong> Caribe colombiano, Año 7, N° 13.<br />
B a r r a n q u i l l a , N o v i e m b r e 2 0 1 0 , e n<br />
http://digital.csic.es/bitstream/10261/34899/1/Propaganda_Vene<br />
zu<strong>el</strong>a-Navarro.pdf<br />
Majestad, mientras que a <strong>Cisneros</strong>, se le declaraba enemigo Díaz, José Domingo, Recuerdos sobre la reb<strong>el</strong>ión de Caracas. Caracas,<br />
Fundación Biblioteca Ayacucho, 2012, p. 363.<br />
de la causa real que Arizábalo y Centeno defendían.<br />
Si bien la guerra de reconquista y resistencia había Páez, José Antonio, Autobiografía. Nueva York, Imprenta de Hallet y<br />
tomado serias connotaciones, por las acciones armadas que Breen, volumen 2, 1869. [libro en línea] Disponible en:<br />
se llevaron a cabo; los planes de Arizábalo sucumbieron http://books.googleusercontent.com/books<br />
ante los apuros en los que se vio rodeado. La indecisión de<br />
<strong>Cisneros</strong>, la falta de apoyo efectivo por parte de la Corona Torrente, Mariano, Reseña de las operaciones d<strong>el</strong> teniente coron<strong>el</strong> José<br />
de Arizabalo y Orobio en costa firme. Madrid, Imprenta de Moreno,<br />
española, sobre todo, de los gobiernos coloniales de Cuba y<br />
1 8 3 0 . [ l i b r o e n l í n e a ] D i s p o n i b l e e n :<br />
Puerto Rico. La esperada ayuda de la escuadra naval nunca http://books.googleusercontent.com/books/<br />
llegó y enfrentado a un gobierno republicano, que por más<br />
divisiones y debilidades mostradas, estaba decidido a Valderrama Vanezca, Dayana y Figuera, Ernesto, “Descontentos,<br />
destruir al último jefe español que tenía convulsionada a la<br />
República de Colombia, en especial al Departamento de<br />
Venezu<strong>el</strong>a, y para <strong>el</strong>lo, determinó emplear todos sus medios<br />
y recursos disponibles para destruirle.<br />
leales e intransigentes” Fundación Centro Nacional de la Historia,<br />
Colección Monografías, Caracas, Venezu<strong>el</strong>a, 1ª reimpresión, Printanet<br />
C.A. 2011, pp. 174.<br />
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