Dionisio Cisneros el Atila del Tuy
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M IS C E LÁN E AS<br />
68<br />
Libros recomendados<br />
Trasposiciones<br />
De Ulises Or<strong>el</strong>lano<br />
Pacem in terris<br />
F<br />
A Ulises lo había conocido pocos años antes.<br />
ue un día miércoles 23 de abril de 2008, Habíamos hecho teatro en Santa Teresa d<strong>el</strong> <strong>Tuy</strong> al<br />
en <strong>el</strong> Bulevar de Santa Teresa d<strong>el</strong> <strong>Tuy</strong>, mismo tiempo (él vivía en Mopia), habiendo él<br />
c u a n d o p r e s e n t a m o s e l l i b r o comenzado mucho antes que yo, por supuesto,<br />
Trasposiciones. Pacem in terris de Ulises Or<strong>el</strong>lano aunque nunca coincidimos. Habíamos compartido<br />
(1960-2015). Libro peculiar, un gran logro lírico, de una que otra conversación eventual hasta que a<br />
transmodernidad que nunca acaba, una isla en la partir de la instalación de la imprenta en que trabajo,<br />
literatura tuyera que aún será difícil superar y que en 2007, los encuentros se hicieron más comunes.<br />
inspiró nuestro primer manifiesto vacuista.<br />
Ulises era callado pero muy afable. Sabía ser muy<br />
educado sin ser jamás altivo. Su sencillez lo hacía<br />
grande.<br />
Estudió Literatura en <strong>el</strong> Pedagógico y<br />
Filosofía en la UCV. Ulises vivió un tiempo en<br />
Berlín, Alemania. Allí trabajó bien pagado como<br />
redactor publicitario para una trasnacional, pero<br />
antes de eso, cuando estaba recién llegado, <strong>el</strong><br />
trabajo que consiguió fue de barman. Contaba él<br />
mismo que ese primer trabajo lo perdió un día<br />
que se presentó una trifulca en <strong>el</strong> bar. Dos<br />
hombres comenzaron a caerse a golpes y de<br />
repente Ulises se dio cuenta que uno de <strong>el</strong>los<br />
profería groserías en perfecto venezolano.<br />
Cuando nuestro poeta se dio cuenta de que era un<br />
paisano suyo al que estaban “embromando”, saltó<br />
por encima de la barra y se metió en la p<strong>el</strong>ea.<br />
Entre los dos venezolanos, uno agredido y <strong>el</strong> otro<br />
sólo movido por la solidaridad con <strong>el</strong><br />
compatriota, le ganaron la p<strong>el</strong>ea al teutón. Sin<br />
duda, Ulises era un poeta con todas las de la ley.<br />
Para nosotros conversar con él era una<br />
experiencia sin igual, sabía ser sabio y divertido a<br />
la vez. Una de las conversaciones que más<br />
recuerdo de aqu<strong>el</strong>la época fue cuando nos dijo<br />
parafraseo-:<br />
“Lo que más me preocupa d<strong>el</strong> cambio<br />
climático es que se mueren las plantas, sin<br />
plantas no hay oxígeno, sin oxígeno nuestro<br />
cerebro falla, y si nuestro cerebro falla no<br />
tendremos erecciones y no nos reproduciremos”.