RICARDO FLORES MAGÓN CORRIDOS

JOSÉ MUÑOZ COTA
Corridos de Ricardo Flores Magón
Y enfrentándose al cuartel
a la izquierda caminando,
Ramírez no se pandea,
yale’stamos, dimos, dando.
Así cruzan el arroyo
sus jusiles retobando.
A ver si el pobre despierta
con los balazos sonando.
Por las casas del poblado
cuarenta libertadores
arreciaron la pintura,
la pólvora de sus flores.
Ay, llanto tan despiadado,
ay, llanto para llorar,
para morderse las manos
que al justo van a matar.
Pero ahí frente al cuartel
Canales con muerte roja…
y las armas parpadeaban
como los cigarros de hoja.
También se rompió el gatillo
en la vida de Miranda.
Las carabinas tan buenas,
pero la suya ya no habla.
Señores pido atención
para seguir mis decires:
con una bala pelona
rodó Modesto Ramírez.
Sus compañeros deseaban,
como la decencia manda,
levantarlo, mas él dice:
-Hermano, dame agua y anda.
¡Ah! Muerte más juguetona,
-¡No hagan olas, no hagan olas!-
lo salpicaron las balas,
mal herido cayó Arreola.
Sonriéndole a la calaca,
compañeros, estoy vivo,
no se acaban los ganados
no más porque muere un chivo.
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