RICARDO FLORES MAGÓN CORRIDOS

Prólogo
El Maestro vive con modestia pero con dignidad, ya pueden todos los mediocres y todos los amargados,
todos los equivocados de sitio en el tiempo y en el espacio verter lo único que llevan en sus entrañas: su
veneno, y mientras no puedan cumplir en cada acto de su vida, sus palabras, les negaremos el derecho de ser
oídos, porque no puede un hombre predicar la verdad, y traicionarse a sí mismo viviendo en la mentira.
Este homenaje, sabemos perfectamente que es modesto por nuestra parte, que ha sido la generosidad de
quienes estiman al Maestro, la que ha permitido llevar a cabo nuestro propósito, pero sabemos también que la
limpieza de nuestras intenciones completan el homenaje que hemos querido ofrecer.
Este acto de reconocimiento a la labor de un hombre íntegro no es de unos cuantos, es de todos los
discípulos del Maestro, por ello pensamos que es un acto noble, porque todo acto emanado de la juventud es
sincero; pueden los hombres pervertirse con el tiempo, pero a nuestra edad estamos convencidos de que en
cada corazón hay un Quijote velando sus armas en espera del alba.
Este es el testimonio más claro de que no todo está perdido, una palabra honrada dicha para los jóvenes,
puede a veces perderse, pero siempre habrá un mínimo de tierra fértil donde la semilla habrá de florecer, por
eso pensamos que esta pequeña muestra de afecto, es el fruto de la obra del Maestro, Sembrador de
Esperanzas.
Al mismo tiempo que rendimos tributo al maestro, con la publicación de los Corridos de Ricardo
Flores Magón, ofrecemos a su fiel compañera, Alicia Pérez Salazar -Regazo de Inquietudes Libertariasnuestra
solidaridad en su admiración por el Mártir de la causa del pobre, sabemos que en corazón generoso
caben todos los afectos, y que es Ricardo el símbolo del héroe a la altura del pueblo.
Aquí en estas líneas, queda patentizado el noble reconocimiento de sus discípulos, que saben valorar
perfectamente la obra de los hombres: que no se inclinan servilmente ante los poderosos, pero tampoco niegan
con mezquindad los méritos a quienes los poseen.
Estamos plenamente seguros, que la posteridad habrá de juzgar con estricta justicia a los hombres del
presente, y a la luz de la verdad muchos ídolos de ahora no podrán resistir el balance certero de la historia.
Entonces habrán de quedar firmes los hombres honrados y dignos, y será Ricardo Flores Magón la bandera de
la juventud rebelde e inquieta, y será este libro el digno cantor de una vida libertaria porque el Maestro
Habló con la Verdad.
SUS DÍSCIPULOS
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