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El día 31 de marzo de 2005 somos
recibidos en el viejo edificio
neoclásico del ayuntamiento de
Burgos por su alcalde, Juan
Carlos Aparicio. El alcalde, antes
de contestar a nuestras
preguntas, nos explica muy
amablemente y con gran detalle
las características y funciones de
los espacios más relevantes del
edificio: el Salón de Plenos y el
Despacho Oficial, destinado a las
visitas más importantes, donde
nos recibe. Después de esto,
empezamos con las preguntas:
­ Señor alcalde: Entre los
vecinos de Burgos hay un sector
“pesimista” que opina que la
ciudad ha perdido un tiempo
precioso en aspectos como la
dotación en infraestructuras
viarias, sanitarias, culturales y
de servicios.
¿Qué diría usted a ese sector de
vecinos “pesimistas”?, ¿Tienen
razón cuando afirman que
Burgos ha perdido
competitividad en las dos últimas
décadas respecto a ciudades de
características similares a las
suyas?
En todos los grupos humanos, en
todas las ciudades, podemos
encontrar personas que afrontan
la vida y sus circunstancias de
manera negativa, pareciéndoles
todo mal, y quienes lo hacen de
forma positiva contemplando una
existencia de color rosa.
Personalmente considero que los
juicios acertados y razonables, se
encuentran en los términos
medios. Esto es, en el equilibrio.
Dicho esto, podemos considerar
que existe un “pesimismo
histórico” o tendencia crónica al
fatalismo entre los castellanos
que, desde el siglo XIX, nos
conduce no sólo a concebir el
presente como un tiempo yermo,
sino también el futuro como algo
tenebroso e inalcanzable.
Entonces nos encontramos ante
una imagen distorsionada por
quienes pretenden beneficiarse
políticamente de esta sensación
de parálisis, sembrando una
ENTREVISTA CON EL ALCALDE DE BURGOS, JUAN CARLOS APARICIO:
"BURGOS POCO A POCO SE VA GANANDO LA ADMIRACIÓN DE ESTE PAÍS"
imagen que no se corresponde
con la realidad.
Un simple golpe de vista a los
índices de desarrollo económico
nos indica, por el contrario, que
estamos ante una sociedad
dinámica, puntera en actividad
industrial, con sus grandes
proyectos en marcha y con todas
las infraestructuras que ustedes
citan en avanzado estado de
ejecución. No obstante, existen
muchas trabas y cortapisas que
día a día, entre todos, estamos
salvando. Todos los casos por
los que se interesan en su
pregunta van a ser realidad muy
pronto. Sin embargo, no hay
varitas mágicas y todo lleva su
tiempo y encierra su dificultad.
­ ¿Cómo se imagina usted
Burgos dentro de 20 años?,
¿Qué tipo de ciudad será?, ¿Será
una buena ciudad para vivir,
estudiar y trabajar?
Imagino el Burgos del futuro
próximo como una ciudad muy
compensada
medioambientalmente, donde las
zonas verdes, amplias y próximas,
convivan con una vivienda
asequible y dotada de servicios
esenciales en su inmediación. Los
nuevos planes urbanísticos ya
conciben este planteamiento.
Preparamos un Burgos bien
comunicado por tierra y aire;
equipado con estructuras de
investigación que implemente la
creación de empresas,
fomentando el empleo. Queremos
un Burgos cómodo donde el
comercio tradicional sirva de
eficaz complemento a una oferta
turística en crecimiento.
Queremos una ciudad que sus
vecinos desean, por ello,
formamos la Corporación
Municipal que más ha contado
con los ciudadanos a través de la
historia de la democracia. Un
Burgos solidario, comprensivo y
participativo, abierto y
dialogante, por el que cada día
avanzamos pasos definitorios.
Respeto a los grandes proyectos
de nuestra ciudad:
Nuestras periodistas realizando la entrevista al señor alcalde.
­ ¿Qué efectos reales cree usted
que van a tener el Museo, el
Centro de Investigación o el
Palacio de Congresos en la vida
de la ciudad?
¿Cómo van los plazos de las
obras?
El Centro de la Evolución
Humana debe ser el gran motor
de la atención, que motiva los
flujos turísticos en directa
consonancia con el patrimonio
local y provincial. Así mismo será
lugar de referencia para la
paleoantropología mundial, con
todo lo que ello conlleva en
cuanto a presencia de
especialistas y estudiosos. Por
otra parte, Burgos diversificará su
oferta cultural y de Congresos
con el nuevo Palacio­Auditorio.
Todo apunta que habrá un antes
y un después de este complejo.
Las obras están cumpliendo
escrupulosamente los plazos en
lo que de nosotros depende. Ya
está finalizado el muro pantalla y
el basamento sobre el que, en
estos días, comienza a erigirse el
parking. Con posterioridad
podrán comenzar a emerger los
edificios. El celo de la Junta de
Castilla y León y el impulso
municipal, junto con las
aportaciones estatales, hacen que
estemos hablando de realidades
tangibles.
­ ¿Cómo hemos llegado a una
situación tan precaria en el
campo de la sanidad?
¿No es posible agilizar más la
construcción del hospital nuevo?
¿Para cuándo está previsto su
inicio y finalización?
Porque en el período 1982 – 1996
no se hicieron cambios, reformas
o propuestas de un nuevo
hospital y 14 años son mucho
tiempo.
La sanidad pública genera
continuas problemáticas que
exigen soluciones acordes con
sus dimensiones. Burgos padece
un problema de envejecimiento
en su Hospital General, cuyas
instalaciones se han quedado
pequeñas, y en el que no han
tomado medidas las diferentes
administraciones, a lo largo de los
Nuestro señor alcalde en la Sala de Recepción.
años. En este momento,y tras la
toma de posesión por la Junta de
Castilla y León del ente sanitario,
ahora denominado SACYL, el
nuevo Hospital General está en
marcha y veremos movimientos
de obras en este mismo ejercicio.
Burgos será un modelo en materia
sanitaria en un futuro más que
próximo.
La finalización nunca será en un
plazo inferior a tres años desde el
comienzo de las obras, porque
materialmente es imposible.
­ Como vecinos de la zona sur de
la ciudad, estamos especialmente
interesados en esta obra, ¿por
qué va tan retrasada?
Las obras del Centro Cívico San
Agustín marchan conforme a lo
previsto en el plan de obras. No
hay retrasos. Es cierto que el
proyecto surge con Valentín Niño
hacia 1988 y las obras no se han
iniciado hasta la llegada del
actual equipo de gobierno.
­ Los jóvenes pensamos que la
oferta para nosotros desde el
ayuntamiento es insuficiente,
¿qué opina usted al respecto?
Tras una legislatura en la que no
existió política de juventud, cada
año se incrementa la partida
presupuestaria para el ocio
juvenil y por tanto, las
actividades programadas. Son
centenares de jóvenes los que
participan en algunas de las
actividades, y seguimos en la
línea de continuar aumentando en
calidad y cantidad la oferta. Este
problema que me plantean se está
solucionando. Es evidente que
tenemos muchas demandas para
unos recursos económicos
limitados.
­ ¿Por qué se tardó tanto en optar
por el desvío frente al
soterramiento?
¿Es este el desvío que
necesitamos? El problema que
ahora existe en la zona sur, ¿no
lo tendrá luego la nueva zona de
construcción por la que discurre
el desvío?
¿Van a pasar por Burgos los
trenes de alta velocidad?
Fue un debate ciudadano abierto
y democrático, sustentado en
informes solventes, que
lógicamente llevó su tiempo. Hay
que recordar que fueron los
ciudadanos, a través de su
opinión libremente expresada,
quienes desecharon la idea del
soterramiento, optando por el
desvío.
Los más jóvenes no recuerdan
que en aquellas fechas hubo
obras de excavación que
afectaron gravemente a muchos
edificios, creando alarma social,
que también influyó en las
decisiones.
El problema del ferrocarril a su
paso por la ciudad, queda
resuelto con el desvío como la
mejor formula inmediata; cambiar
de criterio retrasaría seis o siete
años la solución. Pronto veremos
trenes de alta velocidad
discurriendo por las nuevas vías
que ahora comienzan a instalarse.
De la duración de la obra es
competente el Gobierno, con su
nuevo plan de infraestructuras.
Todos esperamos ver muy pronto
los trenes de alta velocidad. Las
perspectivas a medio plazo no
incluyen limitaciones al
crecimiento o al desarrollo normal
de la ciudad.
­ ¿Hasta cuándo vamos a tener
que aguantar los burgaleses la
cantidad de camiones de gran
tonelaje y mercancías peligrosas
que atraviesan la ciudad?
¿Cuándo terminarán las obras
para cerrar el anillo
circunvalatorio?
Con el cierre del anillo Norte, en
breve empezará a notarse en los
flujos de tráfico la ausencia de
estos vehículos pesados y
peligrosos. El ayuntamiento
aplica estrictamente la vigilancia
en el mantenimiento de los planes
de obra, dependientes del
Gobierno Central. Sólo la
Administración del Estado puede
imprimir mayor velocidad en las
obras. Se lo he pedido
cordialmente, pero con la firmeza
necesaria porque, mientras no
salga el tráfico pesado, no
podremos mejorar calles tan
básicas como la calle Vitoria.