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El arquitecto nos contestó el
siguiente cuestionario mediante
correo electrónico:
¿En qué medida intervino su
conocimiento de los yacimientos
de Atapuerca en la generación
del proyecto?
“El interior del museo es un gran
ámbito con abundante luz cenital
en el que se disponen los prismas
o secciones de terreno
sugiriendo un transporte de
fragmentos del paisaje cercano
del yacimiento de Atapuerca. Es
fácil imaginar este ámbito como
un jardín botánico, bajo una gran
cubierta que lo contiene de un
modo que recuerda a un amplio
invernadero en el que el subsuelo
además cobrase una gran
importancia visual. En los
pasillos o
ENTREVISTA CON JUAN NAVARRO BALDEWEG
HABLAMOS CON EL ARQUITECTO DEL SOLAR DE LA EVOLUCIÓN HUMANA
“desfiladeros” que se encajan
entre los prismas se hacen
presentaciones didácticas del
yacimiento arqueológico en sus
aspectos geológicos o
paleontológicos. Desde estos
pasillos se puede apreciar la
estratigrafía que fija y sitúa los
depósitos de fósiles de animales
o del hombre, o su antecesor, y
los restos de su tecnología en el
curso evolutivo. Lo que se
cuenta aquí, sin embargo, está
expresado con medios propios de
la arquitectura: las paredes
acogen la información y a la vez
recrean la experiencia espacial de
los cortes de las excavaciones y
los estratos del territorio o de los
depósitos que éstos encierran. Al
fondo de estos grandes prismas
se disponen bandejas o áreas
destinadas a una parte del museo,
más convencional, para objetos
e instalaciones en tres plantas. Se
unen estas plantas por unas
rampas que permiten una visión
entrecruzada de ellas y por tanto
de sus áreas expositivas con la
posibilidad de integrar sus
contenidos.”
Es ahora cuando los contenidos
del museo y su organización van
a ser definidos en detalle por una
comisión de expertos, que acaba
de ser nombrada ¿Ha afectado a
su trabajo la insuficiente
definición del programa del
edificio por parte de su cliente?
¿Hubiese preferido un programa
más concreto?
“Se ha tratado de establecer las
condiciones para que la
definición del programa
museográfico no afecte a la
concepción del edificio. En
esta arquitectura hay algo
narrativo: el continente establece
una estrecha alianza con su
contenido, expresa o habla de lo
que se expone. Podemos decir
que es arquitectura “parlante” y
que el museo en su tectónica
suministra una información que
se identifica con el conocimiento
que difunde. No siempre es
posible disponer de un programa
concreto.”
¿Qué contestaría a las personas
que afirman que su proyecto es
frío y que no va a tener gancho
suficiente para los visitantes?
“Sobre cual quier proyecto caben
muchas opiniones; pero pienso
que, por todo lo que se ha
expuesto respondiendo a las
preguntas anteriores, cualquier
persona puede sentirse
profundamente atraída (por él).”
¿Cómo van los plazos de
ejecución del proyecto? ¿Se
están cumpliendo? Y en cuanto a
los presupuestos, ¿habrá
desviación?
“Es un proyecto de gran
complejidad y parece que ahora
todas las partes están muy
ilusionadas, nosotros estamos
trabajando mucho para que se
cumplan los plazos previstos y el
marco presupuestario.”
Agradecemos a Juan Navarro
Baldeweg el tiempo y la atención
que nos ha dedicado.
Redactores:Ángela Diez y
Vanesa Díaz.
Confeccionadores:Raquel
Ortega, Pablo Torres y Jana
Sendino.
Hoy en día, nuestra sociedad
está marcada por los nuevos
avances científicos. En nuestra
provincia, Burgos, las
investigaciones científicas más
destacadas son las que se están
desarrollando en la Universidad
de Burgos (UBU). Son varias las
áreas de investigación en la UBU
(científica y biotécnica, jurídica y
empresarial, de humanidades y
educación, de ingenierías y
construcción) y en todas ellas se
están impulsando muchos
proyectos; pero en realidad
pocos ciudadanos son
conocedores de estas
investigaciones. Para intentar
acercar un poco más estos
avances a la población, vamos a
explicar dos de los proyectos del
área de investigación científica y
biotécnica en los que
actualmente están trabajando los
profesores de la UBU.
UNA ENERGÍA LIMPIA Y CASI
INAGOTABLE EXTRAÍDA DEL
AGUA
El primer proyecto pertenece al
campo de la química inorgánica y
en él podemos destacar como
innovación la “Búsqueda de
catalizadores para la
descomposición del agua”. El
grupo encargado de realizar esta
investigación es el llamado
AMIDO, formado por varios
profesores de la universidad,
además de por algún becario.
Este proyecto sobre el que
estamos hablando se desarrolla
desde 2001 y cada vez está más
cerca de encontrar los
catalizadores que contribuirían al
avance de las energías. En
concreto el profesor que nos
facilita la información es Gabriel
García Herbosa, que es también el
coordinador de investigación y
desarrollo que se ha creado en
Burgos.
Como el nombre del proyecto
indica, éste consiste en lograr la
UNA ENERGÍA LIMPIA E INAGOTABLE Y UNA NARIZ INFALIBLE
DOS PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN EN LA UNIVERSIDAD DE BURGOS
Laboratorio de la Universidad de Burgos.
descomposición del agua,
empleando para ello unos
catalizadores.
Lo que ocurre es que la energía
solar queda almacenada en el
hidrógeno (componente del
agua).
Lo que se pretende es
descomponer el agua en
hidrógeno y oxígeno, para
recuperar la energía contenida en
el hidrógeno. Para lograr esta
descomposición es preciso
encontrar unos catalizadores que
sean capaces de acelerar esta
reacción química.
La ventaja más relevante de este
proyecto es la combustión del
hidrógeno al descomponer el
agua y lograr la obtención de
energía que anteriormente ha sido
almacenada, y quiere ser
recuperada para que constituya
un nuevo recurso energético.
No debemos depender siempre
del petróleo ya que es una fuente
que puede agotarse en cualquier
momento y, viviendo en una
sociedad tan avanzada como la
nuestra, no podemos imitar el
tercermundismo en un asunto tan
relevante como el que
constituyen las energías, bien
sean las renovables como las que
no lo son. Además, debemos
tener en cuenta que muchas
veces no se hace un buen uso de
ellas, es decir, que tenemos
tendencia a derrochar energía.
En resumen, el fin que se
persigue es la búsqueda de otro
tipo de energía alternativa para
que, llegado cierto tiempo, no nos
quedemos sin recursos
energéticos, empleando para ello
la energía que está almacenada en
el hidrógeno.
Esto resulta esencial desde el
punto de vista económico y
estratégico para un país como
España, netamente dependiente
de otros en lo que se refiere a
fuentes de energía.
UNA NARIZ CASI INFALIBLE
El segundo de los proyectos se
denomina “la nariz electrónica” y
hace alusión a la tecnología de
los alimentos. Uno de los
profesores encargados de llevar a
cabo este proyecto es Jordi
Rovira, el cual ha trabajado
mucho últimamente para
conseguir una gran fiabilidad con
este nuevo aparato. Para
informarnos sobre este proyecto,
contamos con la colaboración de
dos profesores de la universidad,
Lucía y Javier, jóvenes
investigadores implicados en esta
investigación.
Dicha “nariz” funciona como un
olfatómetro. Es un sensor que
crea huellas olfativas digitales. Se
usa cada vez más en importantes
industrias para el control de
calidad, y se cree que tendrá un
gran valor dentro de la industria
alimentaria.
Uno de los objetivos más
importantes en la producción de
alimentos es alcanzar un nivel de
calidad elevado y uniforme para
las materias primas y los
productos finales. Dentro de la
producción de alimentos existen
varios problemas, muy
diferenciados en la fruta y el
jamón por ejemplo. En la fruta el
problema es saber detectar la
madurez de cada pieza y en el
jamón saber diferenciar entre uno
curado y otro que no lo está.
Para ello se ha creado este
instrumento al que se ha dado
este nombre porque la función
que realiza se asemeja a la que
nosotros realizamos con la nariz y
porque trabaja de forma
electrónica.
Evidentemente, este aparato es
sensible a los olores y es siempre
objetivo, ya que funciona de
manera mecánica, lo cual hace
que tenga un gran porcentaje de
fiabilidad, concretamente del
92%. Anteriormente, la labor que
ahora realiza esta nueva máquina
la llevaban a cabo los catadores;
pero eran menos fiables, porque
podían estar condicionados o
influidos por algo o alguien.
Su funcionamiento es muy
sencillo, simplemente debemos
introducir datos fiables en el
aparato para que, posteriormente,
puedan ser reconocidos por él. La
manera de introducirlos quizá sea
lo más complicado. El encargado
debe ir administrando olores y, a
la vez, calibrando el aparato, para
facilitar su posterior
reconocimiento de olores
mediante los sensores.
De los cinco sentidos, el olfato ha
sido siempre el más difícil de
definir. Comprender su
funcionamiento es la meta que se
han fijado desde hace tiempo
muchos investigadores. El olor de
un alimento depende de
numerosas sustancias químicas
que le dan un carácter y unas
cualidades únicas. La capacidad
de medir e identificar fiablemente
el desarrollo óptimo del aroma, así
como las características
constantes del sabor, es, por lo
tanto, el fin que persigue esta
nueva investigación, algo clave
para una comunidad como
Castilla y León, o un país como
España, con una industria
alimentaria tan importante y que,
al tiempo, necesita marcar una
diferencia cualitativa respecto de
sus competidores, en el marco de
una economía cada vez más
globalizada.
Redactora: Elsa Santamaría.
Confeccionadores: Jana
Sendino y Raquel Ortega.
Colaboración: UBU.