Modelo cuadrante para la extinción de incendios en edificios

6. Características constructivas, el vínculo entre
la prevención y la extinción
Como se ha explicado anteriormente, la doctrina SPEIS ya no se centra únicamente en la extinción de
incendios, sino también en la prevención y la capacidad de control de incendios y otros incidentes. En esto,
la conexión entre prevención y extinción es clave.
La necesidad de esta conexión ha sido reconocida desde hace bastante tiempo, pero se ha hecho esperar
una interpretación real. En la práctica, esta conexión se limita a menudo a, por ejemplo, guiar los bomberos
a través de nuevos edificios complejos, o para informarles sobre el escenario supuesto en los permisos de
construcción aplicables; basados en que el SPEIS realiza un ataque interior, o un ataque defensivo exterior.
Este último ejemplo es, de hecho, no lo que la conexión entre prevención y extinción debería ser.
El modelo cuadrante esclarece lo que debe ser esta conexión. Al practicar un ataque ofensivo interior, los
bomberos trabajan dentro de un sector de incendio en lamas. Como la normativa de prevención de
incendios tiene esto en cuenta, la conexión necesaria es obvia. Sin embargo, el modelo cuadrante ofrece dos
opciones adicionales para un ataque defensivo, lo que significa un ataque tiene lugar desde “detrás de la
línea de defensa”. Estas líneas de defensa se incorporan en el edificio como medidas de protección contra
incendios. Esto significa que tienen que ser reconocibles, y deben que ser reconocidas y utilizadas durante
un operativo de extinción de incendios.
6.1 Defensivo exterior
Cuando el incendio se ha desarrollado a un nivel tal que un ataque interior seguro y eficaz ya no es posible -
ni siquiera después de realizar primero un ataque ofensivo exterior - entonces el mando del operativo de
extinción de incendios tiene que optar por un ataque defensivo exterior. El ataque ya no se centra en el
edificio en llamas, sino más bien en la protección de los elementos expuestos adyacentes. Las características
constructivas siguen siendo importantes ya que el operativo se practica junto a un edificio en el que se está
produciendo un incendio totalmente desarrollado.
El incendio dentro del edificio ya no se (efectivamente) ataca durante el ataque defensivo exterior y como
consecuencia, el edificio puede derrumbarse. Si esto va a suceder (principalmente) depende del contenido
del edificio y la relación entre la resistencia al fuego de la estructura portante del edificio y la carga de fuego
del edificio. Cuando un edificio se derrumba, las paredes exteriores suelen colapsar, pero esto no siempre
tiene que ser el caso; depende de los requisitos de resistencia al fuego que se aplicaron para los muros
exteriores, y estos requisitos dependen de la distancia del edificio a los edificios adyacentes, que ya estaban
allí, o que aún han de ser construidos.
Un edificio que se derrumba puede presentar riesgos graves para los bomberos en el lugar del incidente
(como un colapso) y puede dar lugar a la propagación del incendio a otros edificios. En el pasado ha habido
demasiadas víctimas entre los bomberos debido a un conocimiento insuficiente. Con el fin de ser capaz de
tomar una decisión informada acerca de cómo realizar con seguridad un ataque defensivo exterior, los
mandos de las operaciones de extinción de incendios tienen que disponer de conocimientos de:
Los riesgos de derrumbe de los edificios y las interdependencias entre la carga de fuego y la duración
del incendio.
La resistencia al fuego de los muros exteriores y de las distancias del edificio a las construcciones
adyacentes.
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