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Pedro Marco Hernández

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Coaching<br />

Javier Gómez Ramos. Director GRUPO ASSER<br />

@javiergmezR<br />

RSC<br />

Juan José Cubero Marín. Socio de honor de ARARSE<br />

jjcooperm@hotmail.com<br />

“Compiègne”, la promesa<br />

Compiègne da nombre a una villa francesa cercana a París.<br />

Esta ciudad, situada en el departamento de Loise,<br />

tiene un enorme significado para una persona que bien<br />

conozco. A ella emigraron sus padres en la década de<br />

los cincuenta para bregar las distintas campañas de la remolacha.<br />

Fueron años de intenso esfuerzo. Para entonces, el extranjero en<br />

suelo francés suponía mano de obra muy barata en la recuperación<br />

económica tras la Segunda Guerra Mundial.<br />

Los padres de la persona que bien conozco regresaron a España.<br />

Aquí continuaron sus ciclos de vida. Configuraron su hogar, su familia,<br />

persistieron con su trabajo, fueron abuelos, fueron felices, se<br />

jubilaron, murieron.<br />

Un día, la persona que bien conozco y su padre, ya retirado, conversaron.<br />

“Me gustaría volver al pueblo aquél donde estuvimos<br />

trabajando tu madre y yo en Francia: ”Sí, iremos un día, te lo prometo,<br />

yo te llevaré”. Contestó el hijo. Meses más tarde y de nuevo<br />

el abuelo retirado, insistió en su deseo. “Sí, ya iremos”. Idéntica<br />

respuesta. Otro día, el padre de la persona que bien conozco fue<br />

ingresado de urgencia. Los doctores le estimaron tres meses de<br />

vida. ¿Y ahora qué?...<br />

Ya en el Hospital, el “ocupado” y consternado hijo abrió su corazón<br />

y escribió una carta homenaje a su padre en el lecho final. Extraigo<br />

una parte del manuscrito: “Prometí llevarte a la Bretaña francesa<br />

y no sé entonces en qué diablos estaba pensando. Te juro que iré<br />

y te llevaré dentro de mí”.<br />

Lejos de mi intención deseo provocar un drama con este relato.<br />

Pretendo, eso sí, estimular una reflexión profunda. No quiero hablar<br />

de la muerte, sino de la vida. El tiempo pasa inexorablemente.<br />

No se puede parar, solo aprovechar.<br />

No olvidemos lo verdaderamente importante, hay cosas que SÍ<br />

pueden esperar. Ojalá, la persona que bien conozco lo hubiera<br />

aprendido antes.<br />

Os deseo una Feliz Navidad. Yo viajaré a Compiègne. Tengo una<br />

promesa por cumplir….<br />

La moda de invierno de la RSE<br />

Desde algo más de una década, la<br />

Responsabilidad Social Empresarial<br />

se ha ido incorporando a<br />

las empresas e instituciones de<br />

todo tipo, además con una aceleración, en<br />

muchos casos, incomprensible. Esto ha supuesto<br />

que en los últimos tiempos se haya<br />

puesto de moda, hasta tal punto que cualquier<br />

empresa, grandes y pequeñas, han incorporado<br />

herramientas de todo tipo, algunas<br />

como la adhesión al Pacto Mundial, las<br />

Memorias de Sostenibilidad según G.R.I., la<br />

norma SA 8000 sobre gestión de la Responsabilidad<br />

Social o también la británica A.A.<br />

1000 y la S.G.21 de Forética, posiblemente la<br />

más importante y más adaptable a la tipología<br />

de las empresas españolas.<br />

Si a todo lo anterior se le añaden códigos<br />

de ética/conducta y la adhesión a las principales<br />

declaraciones universales sobre<br />

derechos humanos, estaríamos pensando<br />

que esto está funcionando adecuadamente.<br />

Pero esto no es así, ya que en más ocasiones<br />

de las deseables, se incumple lo que se<br />

dice, a pesar de que ya hay empresas, principalmente<br />

las grandes, que para evitar estos<br />

incumplimientos, plenos de incoherencia,<br />

han implantado departamentos que se les<br />

conoce como de “Compliance”.<br />

Esta falta de responsabilidad y por supuesto<br />

de ética, nos hace preguntarnos: ¿Esto<br />

es la Responsabilidad Social?, ¿Es que se<br />

puede aplicar el “todo vale”? ¿Es posible<br />

que se pueda anteponer, exclusivamente y<br />

por encima de todo, el beneficio, al hecho de<br />

anteponer unas buenas relaciones con sus<br />

grupos de interés? ¿No se piensa en el grave<br />

riesgo que corre la empresa cuando se actúa<br />

de esta manera? Claro que esto de hacerse<br />

preguntas y encontrar respuestas no sea<br />

una práctica muy habitual, parece que es<br />

mejor esconder la “cabeza debajo del ala” y<br />

no saber qué está pasando en el mundo que<br />

nos rodea.<br />

Si esto es así, habrá que pensar que por este<br />

camino no se va a ninguna parte, salvo al<br />

fracaso de las empresas. Afortunadamente<br />

no todos funcionan de esta manera y es<br />

aquí donde se pueden encontrar auténticos<br />

testimonios sobre cómo se utilizan los principios<br />

éticos para gestionar las empresas y<br />

de paso obtener los mejores resultados del<br />

negocio, en forma de una alta rentabilidad,<br />

asegurar la continuidad del mismo, mantener<br />

los puestos de trabajo, incluso aumentarlos;<br />

todo esto debería ser la moda a<br />

presentar en los diferentes “desfiles”, para<br />

que se sepa lo “que se va a llevar este invierno”<br />

en materia de gestión; es lo que puede<br />

proporcionar la aplicación honesta de una<br />

gestión ética y socialmente responsable en<br />

las organizaciones, tanto públicas como privadas.<br />

Por cierto tampoco es tan difícil llevarlo<br />

a cabo, en realidad no es otra cosa que<br />

aplicar el sentido común y tener la suficiente<br />

fuerza y voluntad para aplicarlo.<br />

Esta forma de ver la RSE es la que debería<br />

ponerse de moda, empezando por este invierno,<br />

para luego darle continuidad en las<br />

siguientes estaciones. Para ello la “pasarela”<br />

está abierta a todos aquellos que tengan<br />

interés en mostrar a sus clientes sus<br />

mejores “diseños” y sus mejores “tejidos”;<br />

es decir lo bien que lo saben hacer, pero con<br />

realidades y no con incumplimientos, que<br />

pueden llegar a ser fraudulentos e incluso<br />

al margen de la ley.<br />

Más que un deseo es una necesidad. O<br />

las empresas funcionan así o su futuro<br />

está sentenciado. Por presentar ejemplos<br />

indeseables, no es, y si no es el último,<br />

debe ser de los últimos, como es el<br />

caso Volkswagen, de sobras conocido y<br />

suficientemente aireado por los medios de<br />

comunicación, lo que le está suponiendo a<br />

esta compañía el fraude ecológico, que al<br />

parecer ha cometido.<br />

Los “focos de esa pasarela” iluminarán todas<br />

las actividades empresariales por medio<br />

de las mejores luminarias y esto no es<br />

otra cosa que una formación del personal<br />

en materia de ética y responsabilidad social,<br />

destinada tanto a los directivos como<br />

al resto de personal de la empresa.<br />

Esperemos que por esa “pasarela” desfile<br />

lo mejor de las empresas, para tranquilidad<br />

de los clientes, consumidores y la sociedad<br />

en general.<br />

36 ACTUALIDAD<br />

ACTUALIDAD<br />

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DE LAS EMPRESAS ARAGONESAS DE LAS EMPRESAS ARAGONESAS

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