Nº 2 - Agosto 2016

GEOPOLÍTICA
OCCIDENTE
¿Seguridad a distancia?
os ataques perpetrados por el terrorismo transnacional de nuevo cuño
L el 11 de septiembre de 2001 sobre blancos ubicados en el territorio nacional
más amparado del mundo, implicaron para los estadounidenses la
ruptura de una concepción de seguridad nacional hermética como así de la
percepción geopolítica del reto que por entonces hacía frente el país.
Por vez primera, Estados Unidos sufría un ataque letal de escala (y no
a través de medios militares sino a través de la utilización de aviones comerciales)
en su mismo espacio, tradicionalmente seguro por el alto nivel de
capacidades o autoayuda y por la barrera de interposición estratégica que
representan los océanos y la ausencia de un reto estatal continental. Por
otro lado, como bien lo advirtió el Informe oficial sobre el 11-S, si se esperaba
un ataque, el mismo vendría de un actor estatal situado fuera del territorio
nacional y probablemente sería a través de misiles (hipótesis que desestimó
advertencias clave como las efectuadas pocos meses antes del ataque por
el experto Bruce Hoffmann y aquellas formuladas por Richard Clarke, entonces
Coordinador del Consejo Nacional de Seguridad).
Si bien Estados Unidos lo hacía desde antes, el ataque del 11-
S determinó la puesta en marcha de un combate sistemático y a escala
global contra el terrorismo. Afganistán e Irak fueron los teatros
inmediatos de intervención, y en estas campañas gradualmente se
contó con el acompañamiento de países de la OTAN.
El concepto se basaba en lo que podemos denominar
“seguridad a distancia”; esto es, proyectar capacidades a los mismos
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