Perú Visión de Líderes - Libro

«En el Perú existen 106 cuencas hidrográficas, más
de mil ríos y 12 mil lagunas. Pero los más de 2
billones de metros cúbicos de agua disponibles al
año se presentan de manera irregular».
El mayor problema es que es en la costa, en la vertiente occidental que desemboca en el océano Pacífico, donde se concentra la
mayor población del país (70% del total). Y esta región solo genera menos del 2% del total del agua.
Según el esquema elaborado por la Dirección Nacional de Saneamiento del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento,
esta institución actúa como ente rector a escala nacional. Define las políticas del sector, promueve la eficiencia de las empresas
prestadoras de servicios de salud (EPS), prioriza los proyectos de inversión pública y gestiona su financiamiento.
La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) es el ente regulador del sistema. Supervisa y fiscaliza a las
EPS, establece las tarifas, fija normativas y resuelve conflictos en segunda instancia.
Los gobiernos regionales y locales forman también parte del sistema, mediante la formulación de planes, asesoría técnica y
financiera, en el caso de los primeros, y la concesión y administración de los servicios, en el caso de los segundos.
Según el Centro Tyndall, de
Inglaterra, el Perú es uno de los
países que más será afectado por
la escasez de agua producto del
cambio climático en todo el mundo.
|| According to the Tyndall Centre in
England, Peru is one of the countries
in the world that will be affected most
by the scarcity of water as a result of
climate change.
En su discurso de asunción de mando, el 28 de julio de 2016, el presidente de la República del Perú, Pedro Pablo Kuczynski,
anunció que «para el año del bicentenario no habrá un solo peruano sin acceso a agua potable y desagüe las 24 horas del día».
Faltan cinco años para esa fecha y, como señalaba el célebre poeta norteño César Vallejo: «hay hermanos muchísimo que hacer».
¿Cómo hacer realidad esta ambiciosa meta en un plazo tan corto? Sin duda, se requerirá incrementar de manera significativa
la inversión en el sector. Por un lado, para mejorar la eficiencia de las EPS, y, por otro, para ampliar la cobertura. Hoy se estima
un déficit, en el caso del agua, del 25% a escala nacional, siendo significativamente mayor en el ámbito rural (más del 60%).
En lo que respecta a los servicios de saneamiento, el déficit es más amplio aún: 34% a escala nacional y cerca del 80% en las
zonas rurales. [Fernando D'Alessio / CENTRUM Católica]
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