Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
olero y rock&roll, la<br />
mezcla perfecta cultivada<br />
por los angeles negros.<br />
7<br />
las estremecedoras canciones de amor,<br />
cantadas por la impresionante voz de Germaín<br />
de la Fu<strong>en</strong>te, bastan para que Y volveré<br />
se alce como uno de los <strong>discos</strong> imprescindibles<br />
de la música popular chil<strong>en</strong>a. Canciones<br />
como “El rey y yo”, “Como quisiera decirte”,<br />
“Murió la flor” o el mismo “Y volveré”, que<br />
permanec<strong>en</strong> hasta hoy acuñadas <strong>en</strong> el imaginario<br />
popular de todo el contin<strong>en</strong>te, han sido<br />
reve<strong>rs</strong>ionadas por dec<strong>en</strong>as de músicos y sus<br />
propios intérpretes las sigu<strong>en</strong> cantando por<br />
el mundo, despertando una euforia que, a<br />
casi 40 años de haber grabado este disco, les<br />
impide dejar los esc<strong>en</strong>arios.<br />
Pero Y volveré no es sólo eso. No es un<br />
puñado de bu<strong>en</strong>as canciones o una muestra<br />
extrema de la balada romántica latinoamericana,<br />
esa que <strong>en</strong> Chile llaman despectivam<strong>en</strong>te<br />
“cebollera”. El disco grabado <strong>en</strong> 1969 <strong>en</strong><br />
los estudios de EMI de la calle San Antonio,<br />
34 rolling stone, abril de 2008<br />
Y volveré<br />
Los Angeles Negros<br />
emi 1969<br />
los <strong>50</strong> mejores <strong>discos</strong> de la musica chil<strong>en</strong>a<br />
<strong>en</strong>cierra la secreta ecuación musical de Los<br />
Angeles Negros, aquella que hoy su<strong>en</strong>a tan<br />
cotidiana, y que junta <strong>en</strong> un misma banda a<br />
un cantante de boleros<br />
con una banda de rock:<br />
guitarra, bajo, batería y<br />
teclado.<br />
Antes de Los Angeles<br />
Negros esto nunca se había<br />
hecho. Los cantantes<br />
románticos tocaban con<br />
orquestas, como Lucho<br />
Gatica, o con trío de guitarras,<br />
como Los Panchos.<br />
La banda chil<strong>en</strong>a, nacida<br />
<strong>en</strong> el pueblo de San Carlos,<br />
concibió la fórmula distinta. Por casualidad:<br />
un provinciano concu<strong>rs</strong>o radial, una<br />
banda de rock <strong>en</strong> busca de un vocalista para<br />
participar, un cantante testarudo no dispues-<br />
to a cantar otra cosa que no fueran temas<br />
de amor. Así, <strong>en</strong> 1968, Los Angeles Negros<br />
com<strong>en</strong>zaron su historia.<br />
Un apurado disco para EMI fue la antesala<br />
de Y volveré, que tuvo un segundo ingredi<strong>en</strong>te<br />
para su sello final. Tres nuevos músicos<br />
se sumaron al cantante y al guitarrista de la<br />
banda de San Carlos. Tres músicos profesionales,<br />
recién llegados de una larga estancia <strong>en</strong><br />
Canadá y obsesionados con James Brown.<br />
Ellos le dieron un escondido compon<strong>en</strong>te<br />
de funk a las canciones que terminaron de<br />
dibujarlas como inmortales.<br />
El bajista Nano Concha recolectó las<br />
canciones <strong>en</strong>tre los compositores<br />
de <strong>en</strong>tonces.<br />
Se acercó a Orlando Salinas<br />
y le pidió que hiciera<br />
un tema” muy parecido”<br />
a “Porque te quiero”, el<br />
hit anterior de Los Angeles<br />
Negros. Así nació<br />
“Como quisiera decirte”.<br />
Le pidió un tema suave a<br />
Scottie Scott, que aportó<br />
con “Mi niña”. Arregló<br />
la ve<strong>rs</strong>ión original de “El<br />
rey y yo”, de Osvaldo Geldres, (“que parecía<br />
tema para niños”) para convertirlo <strong>en</strong> esa<br />
explosión rítmica que, 25 años después, fue<br />
sampleada por los Beastie Boys bajo el argu-<br />
m<strong>en</strong>to de que “t<strong>en</strong>ía mucho funk”.<br />
Completaron 11 canciones. Querían cerrar<br />
la lista con “Emporte moi” (llévame, <strong>en</strong> francés),<br />
una balada del galo Alain Barreire que<br />
los tres nuevos músicos tocaban <strong>en</strong> Canadá,<br />
pero Germaín de la Fu<strong>en</strong>te se negaba a cantar.<br />
Su gusto era el sello del grupo, y fue, también,<br />
el germ<strong>en</strong> de su quiebre pocos años después.<br />
Sólo la posibilidad de hacer una nueva letra<br />
lo conv<strong>en</strong>ció. Así, nació la más leg<strong>en</strong>daria<br />
canción de Los Angeles Negros: “Y volveré”,<br />
el puntal del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o que desató este disco<br />
a comi<strong>en</strong>zos de los 70.<br />
Casi todos los temas llegaron a los rankings<br />
de América Latina, incluso dos o tres<br />
al mismo tiempo. Una vorágine que nunca<br />
se detuvo. Las canciones han sido tomadas<br />
luego por nombres como Celia Cruz,<br />
Antonio Ríos, Raphael, José José. En Chile<br />
por Los Bunke<strong>rs</strong>, Los Tetas, Los Tres, y por<br />
dec<strong>en</strong>as de baladistas: desde Douglas a Luis<br />
Jara y de María José Quintanilla, a casi toda<br />
la factoría Rojo.<br />
Los Angeles Negros se <strong>en</strong>cumbran como<br />
inv<strong>en</strong>tores de un sonido <strong>en</strong> América Latina.<br />
Fundadores de una fórmula musical. Creadores<br />
de estremecedoras canciones de amor.<br />
Y volveré lo cond<strong>en</strong>sa todo. Disco inmortal.<br />
Por eso, aunque esta historia t<strong>en</strong>ga ya casi 40<br />
años, ni su sonido, ni sus canciones, ni sus<br />
músicos han dejado de sonar. jorge leiva<br />
FOTO: EL MERCURIO (LOS ANGELES NEGROS)