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mujer: es una belleza delicada y tierna cuando es adulta; pero si en su niñez tampoco tuvo esa<br />
madre porque se crió sin ella, también al ser mayor será una exquisitez de mujer, pero en su<br />
interior hay un vacío que jamás logrará llenar, porque la falta del cariño maternal le ha dejado<br />
una falla interna muy difícil de llenar, pudiéndose volver una mujer ruda y sin el carácter dulce<br />
que no conoció en su niñez.<br />
Otro cantar tiene el crecer en la falta de padre, porque aun notándose la misma en<br />
distintos momentos de la vida y según las circunstancias, ello no hace un vacío tan<br />
pronunciado que sea muy difícil de llenar, y aunque le falte de una manera aparente, crecerá<br />
llena de sensibilidad y amor, porque en éste caso la madre hace de padre, madre y de lo que<br />
haga falta con tal de verle feliz y se llene así su hijo con toda el Alma en el sacrificio sin límite<br />
del amor suyo; muy reconocido, pero tan mal pagado a ella. La dulce, la madre nuestra; esa<br />
que todo lo soporta con tal de que sus hijos sean lo más felices posible, dentro de su egoísmo<br />
hasta llegar a olvidarla. Pero ella nos da su vida desde sus entrañas y nos quiere con todo el<br />
amor de que es capaz hasta su muerte.<br />
Los hay también que crecen sin ninguno y a la vez; para ellos la vida será más o menos igual<br />
a la de todo el mundo. Ellos saben que aparentemente es así, pero ninguno se puede<br />
engañar. En su interior hay algo diferente; han tenido una falla, y al ir subiendo en la vida sin el<br />
apoyo del amor de unos padres, para ellos es muy duro aunque no lo reconozcan. Habrán<br />
tenido algunos a familiares que les han hecho las veces de padres cuidando de ellos, pero esa<br />
pena no hay quien se la quite de encima. Os admiro muchísimo.<br />
Nota: No quise decir, que por crecer sin uno u otro, o sin los dos, no vayan a ser buenas<br />
personas y cuando se casen o sean adultos no sepan <strong>com</strong>portarse <strong>com</strong>o tal. No va por ahí<br />
¿verdad?.<br />
Volviendo al seguimiento de esa Alma al ir avanzando en materia.<br />
Sucesivamente y según la etapa en que se ve inmersa, la vida o destino le hace pasar por<br />
situaciones distintas. Tiene amigos que le quieren u odian. Los familiares más cercanos. Los<br />
abuelos, tíos, primos. Después viene los maestros, <strong>com</strong>pañeros de estudio y de trabajo. Y<br />
constantemente la propia decisión en la elección por unos u otros, van llenando de contenido<br />
en experiencias individuales que irán frustrándole sin remedio en el hacer diario, arrastrando sin<br />
pensar todo a su paso y a Ella misma sin saberlo.<br />
Y llega el día en que decide juntar su destino al de otra Alma contraria a su sexo; de esta<br />
manera siendo inconsciente de su labor, pero teniendo una base distinta a la propia obtiene<br />
una nueva oportunidad en su convivir, al <strong>com</strong>partir su amor que lo aumentará o disminuirá<br />
según su egoísmo. Ahí conoce a una descendencia que busca y <strong>com</strong>plete así su realización<br />
en pareja. El amor queda expandido <strong>com</strong>o si fuese lluvia a todos por un igual. Un potente<br />
sentir le inunda al <strong>com</strong>probar que <strong>com</strong>ienza en su vida una fase distinta en un dar y recibir<br />
continuo. El amor está haciendo milagros desde el inicio de su enamoramiento, hasta esos<br />
hijos queridos, cumpliendo así una etapa muy importante en su recorrido. Está aprendiendo a<br />
hacer algo por alguien que no es Ella, y si se diera cuenta de ello vería cuan hermosa resulta su<br />
labor, al averiguar que no siempre es tan bueno el quererse tanto uno mismo, por lo<br />
gratificante y humano del resultado en darse a los demás; aunque sea a su propia pareja e<br />
hijos que los adora y quiere, viendo a éstos <strong>com</strong>o un regalo del cielo, por lo hermosa y<br />
placentera de ella hasta esos momentos. Ahora: <strong>com</strong>o los considera que son algo muy suyo,<br />
aparecen esos celos que por momentos la desbordan. No sabe todavía que cuando existe<br />
amor verdadero esto no tiene cabida; él o ella sufren por ello, ¡cómo es mío!. El problema<br />
aumenta en ese egoísmo mental que le obsesiona día y noche sin percatarse del problemón<br />
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