Rodriguez-Adrados-Historia-de-La-Lengua-Griega
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historia <strong>de</strong> la investigación. A veces se hacen <strong>de</strong>scubrimientos sorpren<strong>de</strong>ntes: R.<br />
Hodot <strong>de</strong>scubre (en E. Crespo 1993, p. 207) que ἄν y κε coexistían en fecha antigua,<br />
cosa que yo llevaba diciendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1952.<br />
Llamo también la atención, en el prólogo citado, sobre mi crítica a ciertas<br />
corrientes mo<strong>de</strong>rnas que tratan <strong>de</strong> <strong>de</strong>svalorizar el estudio genealógico <strong>de</strong> los<br />
dialectos. Sin negar que un estudio minucioso y exacto <strong>de</strong> los datos es esencial, hay<br />
que añadir que sin ese otro estudio no pue<strong>de</strong> escribirse la historia <strong>de</strong>l griego. Véanse<br />
también mis observaciones en <strong>Adrados</strong> 1994e.<br />
Sobre la cronología <strong>de</strong> los dialectos se ha ocupado muy especialmente A.<br />
Bartonĕk 1979 y 1987, también A. López Eire 1977, 1989a, etc. Pero en realidad hoy<br />
día cualquier estudio sobre estos temas se apoya en el <strong>de</strong> la cronología. Y es<br />
básicamente lingüístico, los argumentos arqueológicos (falta <strong>de</strong> restos dorios en el<br />
Ática, etc.) y <strong>de</strong> la tradición antigua son, todo lo más, un apoyo secundario.<br />
Para la evolución <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> dialectología griega remito a mi libro<br />
<strong>Adrados</strong> 1998b; también a R. A. Santiago 1997. Para ten<strong>de</strong>ncias que insisten en la<br />
importancia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scripción, la sociolingüística (cosa justa, pero no una cierta<br />
hipercrítica <strong>de</strong>l estudio genealógico), cf. M. Bile 1990a y b, y Cl. Brixhe 1990a y b. Es<br />
excesivo el aislamiento que a veces se introduce entre el griego <strong>de</strong>l segundo milenio y<br />
el <strong>de</strong>l primero, y entre el micénico y los dialectos posteriores.<br />
114. En relación con los tres gran<strong>de</strong>s dialectos <strong>de</strong>l GOr subsisten,<br />
<strong>de</strong> todas formas, problemas. Y no sólo sobre en qué medida estaban<br />
prefigurados en el GOr <strong>de</strong>l segundo milenio y en qué medida fueron<br />
un día unitarios. También hay problemas que afectan al GOcc.<br />
Un problema es el <strong>de</strong>l origen <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas diferencias <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> los dialectos. Hay quien niega incluso la existencia <strong>de</strong>l arc.-chip.; y<br />
hay i<strong>de</strong>as diversas sobre la relación entre dorio y griego <strong>de</strong>l N.O. Para<br />
el eolio, el lesbio coinci<strong>de</strong> a veces con el jonio, el beocio y tesalio (o<br />
parte <strong>de</strong> ellos) con el dorio. ¿Se trata <strong>de</strong> fenómenos recientes, por<br />
difusión secundaria <strong>de</strong> isoglosas? ¿O, en algunos casos, <strong>de</strong><br />
superposición <strong>de</strong> poblaciones? Esto se ha propuesto, también, para el<br />
dorio cretense, en el que parecen mantenerse rasgos aqueos; y para el<br />
panfilio, don<strong>de</strong> sin embargo hoy se niega la existencia <strong>de</strong> rasgos<br />
dorios, véase § 120.<br />
También suce<strong>de</strong> que rasgos consi<strong>de</strong>rados dorios aparecen fuera<br />
<strong>de</strong>l área <strong>de</strong> estos dialectos. Hay que estudiar con cuidado los hechos,<br />
porque algunas veces (como en el caso <strong>de</strong>l panfilio) se trata <strong>de</strong><br />
arcaísmos o <strong>de</strong> coinci<strong>de</strong>ncias en la elección que pue<strong>de</strong>n no <strong>de</strong>mostrar<br />
especial parentesco y ser in<strong>de</strong>pendientes. Recuerdo lo que he dicho<br />
sobre los teóricamente posibles dorismos <strong>de</strong> Homero.<br />
Naturalmente, todo esto dificulta la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> los cuatro<br />
gran<strong>de</strong>s dialectos, el establecimiento <strong>de</strong> sus límites antiguos y el <strong>de</strong><br />
sus posibles <strong>de</strong>splazamientos mo<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> fronteras.<br />
De todas maneras, <strong>de</strong> un modo esquemático, vamos a dividir el<br />
estudio <strong>de</strong> los dialectos en tres partes cuya sucesión es más i<strong>de</strong>al que<br />
cronológica: primera, la diferenciación <strong>de</strong> jónico-ático, arcadiochipriota<br />
y panfilio, eolio y dorio; segunda, los rasgos que a partir <strong>de</strong><br />
un cierto momento contribuyeron a aproximarlos; tercera, las nuevas<br />
diferenciaciones. <strong>La</strong> primera parte se estudia en este apartado sobre<br />
«<strong>La</strong> creación <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s dialectos»; las otras dos, en los dos