QU ES LA ETICA

ÉTICA.... PARA QUÉ
GUÍA Nº 1
UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CHILE
Facultad Tecnológica
Coordinación de Ética
http://lauca.usach.cl/~aremente/etica/etica1.doc
Autor: Ariel Rementería P.
e-mail: aremente@usach.cl Teléfono: 6810441 – 3081
http://lauca.usach.cl/∼aremente
2do. Semestre de 2005
Introducción
Este curso es una introducción sobre ética para estudiantes universitarios,
especialmente para los futuros tecnólogos de las diferentes especialidades de la
Facultad Tecnológica de la Universidad de Santiago de Chile.
No pretende ser un manual en el sentido de “recetario” o listado de definiciones y
conceptos, menos una historiografía de los conocimientos de la ética, la intención
es que los alumnos tengan un acercamiento a los principios y fundamentos de ésta
ciencia humana.
No se encontrara en este escrito norma o regla que el lector deba cumplir, tampoco
hay un listado de pecados o actos buenos y los malos, aquello pertenece a cada ser
humano. No se establecerá lo bueno o lo malo, lo correcto o la honestidad sino
estudiaremos que se entiende o que define el ser humano por tales términos. La
ética no emite juicios ni crea normas, menos ha de establecer cuál es o debe ser el
comportamiento de cada individuo, tal disciplina trata de explicar el universo del
comportamiento moral de los seres humanos y explicar no es juzgar.
La ética es vista como parte o una disciplina filosófica, como una ciencia, una forma
de ser, para muchos un sin sentido, otros exclaman, ¡ética! y luego preguntan
¿ética, para qué? También está la idea que la ética es sólo un instrumento al
servicio del hombre, en fin, ética... para qué... para quién... dónde. Nosotros
encontramos tales posiciones, visiones y perspectivas de la ética muy lícitas, sin
embargo nuestra idea es que la ética es una forma de pensar, es un modo de
reflexionar y de sentir de la razón y esto no es más que una creencia que
intentaremos persuadir al lector que estamos en el camino del conocimiento, es
decir vamos en búsqueda de la verdad. Y no debemos tener miedo a usar este
término, es terreno y humano, además son más las épocas en que el intelecto
humano no existió y nada pasó, es decir, cualquier conocimiento humano no tiene
ninguna importancia para el universo.
1

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Así como el universo físico como tal, admite la presencia de observadores, dentro
de sus límites, de forma similar debe ocurrir en las ciencias humanas.
Este curso no es de moral ni de moralidad, sólo las estudiaremos, insistimos en
este punto, la ética no prescribe, no juzga. Todo lector, quiéralo o no, tiene una
moral a la que debe responder y su moralidad, sépalo o no, ha estado presente en
gran parte de sus acciones, pero no es a la ética que debe responder tales
interrogantes.
El hombre es un ser social, y aquel que piense diferente deberá explicarlo, por
tanto, ¿si hemos de convivir, los unos con los otros, y si lo hacemos moralmente,
no es acaso conveniente intentar responder las interrogantes de tal
comportamiento moral? Bien, la ética tiene posibles respuestas, no definitivas, no
acabadas pero sí metódicas, puesto que conociendo lo que piensa, lo que es, lo
que hace y lo que hará, así es como el ser humano podrá diferenciarse del bruto o
la bestia.
La ética como ciencia significa salirse de los límites de la filosofía, no como
abandono, es independencia lo que se busca, ello no significa olvidar el origen de
ésta ciencia. La novata de la ética le debe a grandes pensadores y filósofos su
creación, sin embargo necesita andar y hacer camino por sí misma. Una ciencia
sobre todo es investigación y lo expuesto en estos apuntes son el resultado de
análisis básicos, fundamentales pero fiel a las reglas de toda ciencia, por tanto la
exposición que hacemos en el presente escrito no puede ser sino histórica y
discursiva.
A la pregunta, que se ha hecho tradicional en este curso; ¿Para qué sirve la ética?
La respuesta es breve, un solo término, Excelencia. Estamos en estas aulas para
ser mejores y para ello debemos buscar la excelencia y ésta se busca por sí misma,
puesto que las cosas excelentes son las también las más útiles por tanto lo que
conseguiremos con la búsqueda de la excelencia es avanzar en nuestros proyectos
de vida y hacia la madurez. 1
En la Sociedad del Conocimiento o la Era de la Información, más que un cambio de
época es una época de cambio. Si bien podemos aceptar tal tesis, no es menos
cierto que las otras épocas no han desaparecido de nuestra realidad, convivimos
con las otras etapas del desarrollo humano. Aun hacemos agricultura, todavía
desarrollamos la industria y los servicios, y si ahora se está entrando en la Era del
Conocimiento o de la Información, significa que para hacer agricultura, industria y
servicios la materia prima es la excelencia intelectual, sin embargo no es suficiente
el conocimiento para el mejoramiento de las condiciones económicas y sociales del
ser humano. Si no hay un desarrollo en los valores y virtudes del ser humano como
especie tales progresos económicos y sociales son vacíos y hueros.
Si es cierto que hemos utilizado, en nuestro análisis, parte de las doctrinas de la
filosofía antigua y tradicional, no menos cierto que debemos más al pensamiento
moderno y contemporáneo. Así pues, los siguientes apuntes no son de ética
filosófica o ética general, simplemente son de ética y para lo cual debemos estudiar
lo que entendemos por éste término.
Qué es la ética
Desde el punto de vista etimológico, las palabras ética y moral se refieren a hábitos
y costumbres, la primera de origen griego y la otra del latín. Aunque en el uso
cotidiano y vulgar aparecen como sinónimos, proponemos algunas diferencias y
matices necesarios desde nuestro quehacer universitario,
1 Hegel, G. W. F. Lógica. Navarra, Folio, 1999. p. 29

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• La moral viene de la voz latina moralis, creada por Cicerón 2 a partir de mos
y moris que significaban costumbre, como aquello adquirido desde el mundo
externo. Moralis o moral significaba manera o modo habitual de ser, tal
manera o modo es una propiedad intima del ser humano y no solo algo
externo. La palabra moralidad es también una derivación latina del término
moralitas que apunta hacia la actuación humana controlada desde la
intimidad.
• Ética viene del griego éthos, significa carácter, cualidad distintiva, sello
propio del hombre lo que nos lleva a la dimensión social del hombre, vale
decir que éthos o ética es el atributo más característico del ser hombre, la
sociabilidad. Aristóteles hablaba de una ciencia del éthos o la ciencia que
trata de las formas del comportamiento de los hombres, este pensador
escribió Ética a Nicómaco, el primer y más importante libro sobre ética según
Aranguren 3 .
• La moral puede definirse como el conjunto de normas, valores y costumbres
que rigen un grupo, ya sea éste social, cultural, étnico o religioso. Siguiendo
esta definición, por lo tanto en una determinada sociedad pueden convivir
morales diversas, incluso contrarias o excluyentes.
• La ética definida como una reflexión sobre el origen, la articulación y el
fundamento de los conjuntos de normas, valores y costumbres de grupos
humanos, es decir la moral. Por ejemplo, la ética se pregunta por qué ciertas
normas nos parecen justas o por qué algo es considerado valioso.
Sin duda que el término ética es más antiguo que moral, ésta última es el nombre
que damos a esa forma peculiar del ser hombre, y ética, como aquel atributo más
característico del hombre. Si vamos más allá de lo etimológico, tenemos que la
moral es el objeto de estudio de la ética y con ello dejamos establecido las
diferencias entre los dos términos.
Así expuesta la diferencia entre moral y ética, será impropio usar tales términos
como formas de adjetivos al tratarlos como sinónimos de virtud, rectitud o bondad
pues no hay proximidad en significado como en ideología.
Estas distinciones son básicas para entender las características de la formación
ética de las personas. La formación ética pretende brindar a los seres humanos
herramientas para que sean capaces de analizar críticamente y fundamentar
conductas propias y ajenas, reflexionar sobre el sentido y la funcionalidad de las
normas, argumentar a favor y en contra de posturas valorativas diversas, debatir
con el fin de explicitar las diferencias e indagar el modo de llegar a acuerdos
posibles para la acción colectiva.
El origen más antiguo de la ética lo encontramos en Grecia, lugar donde el concepto
significaba la residencia, la morada o lugar donde se habita. Más tarde cuando se
aplicó al ser humano o comunidades se hizo en el sentido de su país, por tanto
hace referencia al origen del ser. De esta forma ya no se trataba de un lugar
externo, sino del interior que lleva el hombre. Así, éthos tiene la concepción del
suelo firme, base de la praxis, la raíz que fundamenta todo o cualquier acción
humana. El éthos es propio del hombre y de ninguna otra criatura terrestre.
El término éthos, tiene un sentido más amplio al que damos a la palabra ética,
comprende la posición del hombre en la vida, su carácter o sello, incluye muchas
veces las costumbres y la moral. Se puede traducir como, el modo de vivir, en el
sentido más extenso y profundo de su significado.
2 Villalpando, José Manuel. Manual moderno de ética. 3ª. Ed. México, Porrúa, 1997. p. 5.
3 Aranguren, José Luis López. Ética. Madrid, Biblioteca Nueva, 1997. p. 9.

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Éthos significa carácter, es el sello o la marca que damos a nuestra existencia, es
la forma que se adquiere por hábito o costumbre. El éthos significa que el carácter,
la personalidad se logra mediante el hábito, el esfuerzo y no por naturaleza o
casualidad. Los hábitos se hacen por la constante repetición de actos iguales, en
concreto; los hábitos conllevan el principio activo de toda acción.
Podemos identificar el nacimiento del siguiente ciclo en la ética, éthos, hábitos y
actos. El éthos es el carácter formado por los hábitos, éste se origina por la
constante repetición de los actos iguales, así el éthos es la vía por donde transitan
los hábitos y fuente de acción, en último término de origen de los actos, es así
como se forja el carácter por la sucesiva repetición de actos que se convierten en
hábitos, en última instancia es el carácter que impregnamos a nuestro ser.
El hombre se hace a sí mismo, a través de sus actos, que son el resultado de sus
hábitos, actos que además determinan actitudes frente a las decisiones del día a
día. El carácter es construcción de cada uno, es responsabilidad de cada individuo,
su formación es su tarea moral a través de su vida.
Normalmente la ética se emplea respecto a aproximaciones de tipo filosóficas y de
tipo racional como tal. El término moral por su parte, se utiliza más en
consideraciones de tipo religioso.
Sin embargo, podemos distinguir la ética de la religión en su objetivo, la primera
busca una vida mejor; la segunda quiere algo mejor que la vida. En el método, la
ética se basa en la razón y la experiencia, la segunda en la revelación vía
inspiración.
Frente a la justificación de las normas de comportamiento utilizamos la ética como
concepto. Moral en cambio, es referido a códigos concretos de comportamiento.
La ética se relaciona con el comportamiento responsable donde entran en juego
conceptos como el bien, el mal, lo justo o injusto, aprobación o rechazo de los actos
de cada ser humano.
La ética, se origina de nuestros valores que nos dicen si algo está bien o mal de
nuestro actuar, lo anterior adquiere mayor relevancia cuando el acto afecta a otro
ser humano.
Intentemos una aproximación al concepto que hemos expuesto, moral, de origen
del latino mor moris, y se puede tomar como, la adquisición de modo de ser
logrado por apropiación.
El carácter, también denominada personalidad moral, es el resultado de todos los
actos que uno a uno el hombre ha elegido hacer, en concreto es lo que hemos
hecho o hacemos por nosotros mismos o por los demás. Todo hombre, en este
contexto se hace y a la vez es hecho por los demás, tanto positiva como
negativamente, esta forma de hacerse que tiene el hombre se denomina
convivencia, única manera, hasta ahora, que ha permitido la sobrevivencia como
ser humano.
Cualquier intento de pensar en el hombre como un ser aislado, más allá de la
sociedad, puede llegar a ser una abstracción estéril, inútil y desde la realidad una
improbabilidad que pocas veces se ha registrado en la historia humana, por lo
general se cae en mitos o leyendas y cuando es real la bestia humana o el niño
salvaje plantea y apunta sus dardos al núcleo mismo de la humanidad 4 . El hombre
es un ser social y como esto se convierte en nuestro punto de partida, una realidad
no discutible, debemos entonces buscar el fundamento de dicha convivencia y la
dinámica social, la ética tiene respuestas para tales interrogantes sin embargo tales
planteamientos no son absolutos y sobre todo tal conocimiento es temporal, puesto
4 Los niños salvajes. National Geographic en Español. Edición de Colección. El libro de la selva. 2003. p. 26-49.

5
que como toda ciencia a la ética le es característico su constante progreso en el
conocimiento.
Definición de Ética
La ética no crea la moral, así como tampoco establece los principios o sistemas
normativos de cualquier sociedad o comunidad. "La ética es la teoría o ciencia del
comportamiento moral de los hombres en sociedad." 5 Por tanto, la ética es una
ciencia de un comportamiento específico del ser humano, la conducta moral, lo que
no significa que sea una visión reduccionista del tal comportamiento, más bien se
entiende que el objeto de la ética es complejo y por tanto requiere de una visión
amplia y una forma de pensar abierta, es necesario recurrir a todos los
conocimientos que ayuden a desarrollar y ampliar los conocimientos que tenemos
de la conducta moral, es decir al concebir el objeto de la ética como un sistema o
un proceso complejo estamos abriendo el problema para analizarlo desde varias
perspectivas o dimensiones. La ética, vista así, como ciencia es un camino en plena
transformación.
La definición propuesta responde a la necesidad de acercarse a la moral desde una
perspectiva científica, no clásica, vale decir fragmentaria sino sistémica o ciencia de
agrupación, puesto que son varios los conocimientos tomados desde otras ciencias
que ayudan a la ética y viceversa. Por tanto la ética tiene su objeto propio, la
moral, una dimensión de la realidad del ser humano, una realidad compleja. El
acercamiento científico de la ética a los hechos morales tiene como objetivo el
descubrir los principios generales de tales actos morales. Si es cierto que la ética
parte de hechos empíricos, la moral efectiva, no llega sólo hasta la descripción o
registros de ellos, puesto que trasciende con sus conceptos, hipótesis y teorías.
Para Savater, "A diferencia de otros seres, vivos o inanimados, los hombres
podemos inventar y elegir en parte nuestra forma de vida. Podemos optar por lo
que nos parece bueno, es decir, conveniente para nosotros frente a lo que nos
parece malo o inconveniente. Y como podemos inventar o elegir, podemos
equivocarnos, que es algo que los castores, las abejas y las termitas no suele
pasarles. De modo que parece prudente fijarnos bien en lo que hacemos y procurar
adquirir un cierto saber vivir que nos permita acertar. A ese saber vivir, o arte de
vivir, es lo que llaman ética." 6
La definición de la ética de Savater es, acertar en lo bueno es vivir dentro de lo que
llaman ética.
La tesis expuesta por éste filósofo es, si adquirimos un cierto saber vivir que nos
permita acertar en lo bueno, viviremos dentro de lo que llaman ética. Las ideas
centrales son, libertad para elegir, lo bueno, acertar y saber vivir, por tanto no hay
determinismo absoluto en el ser humano.
Únicamente el ser humano puede ser ético puesto que es la única criatura
capacitada para elegir, ya que los animales y las cosas están determinadas, no
pueden elegir son parte de un devenir sin conciencia. Saber elegir bien implica
tomar una decisión ética. Por lo tanto, la ética, según Savater es aprender a acertar
en lo que es bueno. La ética se fundamenta en la libertad, en la posibilidad del
hombre a elegir. Aprender a acertar en lo que es bueno quiere decir elegir a favor
de lo más valioso. Lo más valioso es la persona humana. Si se eligiera a favor del
poder, del dinero o de cualquier bien material se faltaría a la ética, puesto que es
más importante la persona humana. El dinero y los bienes son únicamente
5 Sánchez Vásquez, Adolfo. Ética. Barcelona, Crítica, 1999. p.25.
6 Savater, Fernando. Ética para Amador, Ariel, Barcelona, 1992.

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instrumentos para que la persona humana viva con mayor comodidad y bienestar.
El ser humano jamás es un medio, siempre es un fin en sí mismo.
El tratamiento científico de la ética no está exento de problemas y para muchos
pensadores, sigue siendo un capítulo de la filosofía, así es por ejemplo para la
profesora Cortina, quien entiende por ética “filosofía moral” y una de sus principales
misiones de tal filosofía, en la actualidad, es saber sobre el fenómeno de la moral
cívica 7 , es decir una moral específica, nosotros no rechazamos esta perspectiva, es
más la encontramos necesaria pero no suficiente.
Autores como Sánchez Vásquez y Escobar Valenzuela, consideran que la ética tiene
los elementos suficientes para ser ciencia 8 y es uno de los objetivos de este curso
que los alumnos la estudien como tal y no como una disciplina filosófica.
Debemos tener muy claro que la ética no es la moral y por tanto no puede
reducirse a un conjunto de normas y prescripciones, su fundamento es dar
explicaciones a las morales efectivas, concretas, puede influir en la moral misma
pero nunca determinarla o condicionarla.
Ética y moral están relacionadas, desde sus orígenes, ambos términos
etimológicamente apuntan a una disposición no natural del ser humano a ciertos
actos, es precisamente ésta no-naturalidad del modo de ser del hombre es lo que le
da su dimensión moral. La moral es adquirida o conquistada por el ser humano
sobre lo que hay en él de naturaleza (la bestialidad), así el hombre crea una
segunda naturaleza (la moral).
La tarea fundamental de la ética es la de toda ciencia, explicar o investigar una
realidad produciendo las concepciones correspondientes. Es teoría, investigación o
explicación de un tipo de experiencia humana, la conducta moral en su totalidad,
diversidad y variedad. La ética no dicta normas ni prescribe algún tipo de conducta.
Lo establecido, en la ética, para la moral de la sociedad feudal es válido también
para la actual sociedad, así asegura su carácter teórico, la ciencia que explica el
comportamiento moral del ser humano. Equivocados están las personas que creen
o piensan que la ética es la disciplina que prescribe o recomienda tipos de
conductas en vistas a algún tipo de situaciones concretas.
En resumen, la ética es el conjunto de conocimientos racionales (reflexivos) y
objetivos sobre el comportamiento moral de los seres humanos. Este
comportamiento es una manifestación de la conducta del ser humano, como un
hecho, y a la ética, como ciencia, le compete dar razón de tal comportamiento,
tomando como objeto de estudio la práctica moral de la humanidad como un todo
(visión sistémica y compleja). La ética no emite juicios de valor acerca de la
práctica moral en ningún momento y a ningún tipo de comunidad.
Por tanto, para nosotros la ética ya no es una sección más de la filosofía y tampoco
tiene como base la especulación. En ningún caso ésta autonomía es absoluta, la
ética se nutre y retroalimenta, en primer lugar de las contribuciones del
pensamiento filosófico, de la antropología, la sociología, la historia, la biología, la
psicología, el derecho y otros conocimientos que la ayuden a profundizar y apoyar
sus conocimientos objetivos sobre el comportamiento moral de los seres humanos.
El objeto de la Ética
El objeto de la ética son los actos humanos, el obrar moral del ser humano, libres y
deliberados, sean tales actos realizados perfecta o imperfectamente, debido a que
determinan el carácter, que ya hemos visto que es el modo de ser adquirido por
hábito y por lo tanto determinantes de nuestra existencia. Para no entrar en los
7
Cortina, Adela. La ética de la sociedad civil. Madrid: Alauda Anaya, 1994. p. 14.
8
Escobar Valenzuela, Gustavo. Ética. Introducción a su problemática y su historia. 3ª.ed. México, McGraw-Hill,
1992. p. 47.

7
contenidos de los actos humanos, digamos provisionalmente que el objeto material
o formal de la ética son los actos humanos ejecutados y regulados y ordenados por
él. ¿Ésta última afirmación qué tan verdadera es?¿Son los actos humanos el objeto
de la ética?
Tanto el término ética como moral, etimológicamente, no significan acto, puesto
que significan fundamentalmente el carácter o modo adquirido de ser y que esta
forma de ser se alcanza por el hábito, también de ellos debe tratar la ética, pero no
en forma separada o como asociación, más bien los hábitos están ligados a los
actos y forman una sola unidad compacta, inseparables, sin embargo pueden ser
identificados y caracterizados. Debemos tener claro que no son los actos aislados lo
que importan, así como el carácter, el que puede cambiar, sino la duración del
carácter y hábitos deben prolongarse toda la vida. Aristóteles usa el siguiente
ejemplo para que se logre comprender la idea; “Porque una golondrina no hace
verano, ni un día sólo, y de la misma manera un solo día ni un poquillo de tiempo
no hace dichosos a los hombres ni les da verdadera prosperidad” 9 , desde una visión
sistémica el elemento golondrina, vista como elemento aislado, no significa nada,
sin embargo vista desde el todo conjunto la golondrina hace cambio en el paisaje.
Los actos que son el resultado de causas naturales son ajenos a la ética y, por
tanto, no son objeto de su estudio. Sin embargo, un acontecimiento natural puede
dejar al descubierto la actuación de uno o varios sujetos frente a la comunidad, por
ejemplo; un terremoto puede dejar a la vista la negligencia o responsabilidad
profesional de los constructores de viviendas o edificios. Si queremos ser rigurosos,
sólo existen dos tipos de hechos, los naturales y los sociales. Un hecho social,
también puede causar consecuencias en la naturaleza, aquí los ejemplos son
varios; contaminación del medio ambiente aire, agua y tierra, cambios climáticos,
extinción de especies animales y vegetales, sigue y suma. Hecho es todo aquello
que acontece o sucede. A la ética le competen los actos morales pero no en forma
aislada y para ello la visión sistémica nos entrega los instrumentos necesarios para
desentrañar la complejidad de tales acciones humanas.
El objeto de estudio de la ética, la moral, está constituido por los actos humanos
que son conscientes y voluntarios realizados por los individuos que afectan así
mismo y a otros, o a determinados grupos o a la sociedad en su conjunto. La
moral, por ende los actos morales son formas concretas de la conciencia, es decir la
moral es la formalización de la conciencia y la moralidad es el acto dirigido por
dicha conciencia. Nada nos dice esta afirmación sobre los contenidos, primero de la
conciencia y luego de los actos morales. Por ahora digamos que tales contenidos no
tienen porque coincidir.
Las consecuencias pueden afectar a otro (individuo), ¿Debo engañar o mentir a mi
amigo o amiga? Habrá casos en que las consecuencias de la acción afectarán a
varios o grupos de individuos, o a toda la comunidad, por ejemplo, ¿Debieron
obedecer los suicidas del atentado de las torres gemelas en New York del 11 de
septiembre de 2001?
Así, tenemos los actos o modos de comportamiento de los seres humanos ante
ciertos problemas que los denominamos, morales. Y también podemos identificar,
por otro lado, los juicios con los cuales se aprueban o no tales actos, dichos juicios
se denominan, juicios morales.
Tanto los actos y juicios morales conllevan en su interior un deber ser. Así, en el
ejemplo sobre el engaño se presupone la norma; la verdad está por encima de la
amistad.
9 Aristóteles. Ética a Nicómaco. Madrid, Folio, 2000. p. 58. (Traducción de Pedro Simón Abril, I, 7, 1098 a)

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No podemos evitar las situaciones o problemas morales (hombre es un ser social)
y frente a ellos los individuos recurren a las normas, realizan determinadas
acciones y hacen juicios morales, ya sea para justificar sus decisiones o argumentar
sus acciones. Dicho proceso es histórico y social, aun cuando la moral es cambiante
en el tiempo, de ahí su relatividad, se remonta a los orígenes mismos de la
humanidad.
El ser humano, en algún punto de su evolución, inicia la reflexión de su
comportamiento práctico-moral y lo hace objeto de su pensar, así se pasa del nivel
de la práctica moral (moral vivida, efectiva) al de la teoría moral (moral reflexiva),
así nace la ética (problemas teórico-morales) en forma conjunta con el
pensamiento filosófico.
Por lo anterior, cuando el individuo se enfrenta a un problema concreto, la ética no
le puede ayudar, pues ella trata de problemas generales. ¿A qué o quién debe
recurrir? A él mismo, en primer lugar y luego a la norma que él puede reconocer y
ha aceptado libremente, podrá cumplirla o violarla lo cual es una elección personal,
por tanto ante una situación concreta es la moral práctica que ayudara al individuo.
La ética, por ejemplo investigará el contenido de lo bueno, lo justo o lo honesto y
no estipula lo que el individuo debe hacer en cada caso para que sus acciones
puedan considerarse buenas, justas u honradas. Por supuesto que lo teórico influye
en lo práctico, ya que al definir los contenidos de lo bueno, lo justo o lo honrado
puede orientar a los seres humanos en las situaciones concretas. Poder identificar
la influencia de lo teórico en lo práctico y viceversa es una tarea no lograda hasta
ahora en la ética.
Son varias las teorías o doctrinas que intentan definir el contenido de lo bueno,
para unos la felicidad, para otros el placer, lo útil, el poder, etcétera.
Otro aspecto fundamental de los problemas éticos, es definir las características
esenciales de los actos o comportamiento moral, lo cual lleva a dos problemas,
libertad y responsabilidad. Sólo podemos hablar de comportamiento moral, cuando
el sujeto que realiza un acto moral es responsable en su actuación, lo cual nos lleva
al supuesto que el individuo hizo lo que quería hacer, en otras palabras; al menos
pudo elegir entre dos posibilidades y actuar conforme a la decisión tomada. De
forma que la libertad es inseparable de la responsabilidad.
Tomar la decisión y actuar en una situación concreta es un problema prácticomoral.
Pero el estudio de la forma como se relacionan la responsabilidad moral y la
libertad y con el determinismo a que se hallan sujetos los actos, corresponde a la
ética su estudio, así como la obligación moral (naturaleza y fundamentos de la
conducta moral), realización o ejecución moral, sea individual o como colectividad.
Los seres humanos no sólo ejecutan actos morales, también los juzgan o valoran,
es decir los juicios morales son aprobatorios o desaprobatorios, aceptación o
rechazo del comportamiento moral, y se someten conscientes y libremente a una
normativa o reglas de acción. Así se originan los enunciados o proposiciones y se
denomina metaética a los estudios que se realizan sobre los juicios morales.
De esta forma se pueden diferenciar los problemas teóricos y los prácticos, pero en
ningún caso están en dos planos paralelos.
Las doctrinas éticas en la historia
Es nuestra pretensión en este acápite es hacer un esquema breve, a modo de
síntesis, de las principales doctrinas éticas que se han desarrollado en el tiempo y
diferentes lugares, en razón de una mejor comprensión de nuestras clases y como
forma de introducir al lector en una difusa pero necesaria línea histórica del
desarrollo de los conocimientos sobre la ética, la cual no se puede llegar a entender
profundamente sino a través de su historia. Lo último es esencial si aceptamos el

9
hecho, que no sólo estamos en los inicios de un nuevo siglo sino más bien en un
cambio de época. Son muchísimos los cambios que se están viviendo, sin embargo
eso es superficial lo esencial es que el cambio es de era o de época y la ética es
parte de la nueva era. Hemos dado mayor importancia a los pensadores o autores
más cercanos considerando que nuestro curso de ética es para estudiantes de las
ciencias tecnológicas y que para ellos será más beneficioso el pensamiento de tales
autores, dejando en claro que los pensadores clásicos como Sócrates, Platón,
Aristóteles, Santo Tomás, San Agustín y tantos otros, son los fundadores de la
ciencia ética. La siguiente lista no pretende ser más que una muestra, pobre si se
quiere, en un firmamento de estrellas.
Platón
(Grecia Antigua 427-347 a. C.)
Para este pensador este mundo es una efímera copia del verdadero mundo; el de
las Ideas. De tal mundo proviene el Hombre, su alma y allí ha de volver utilizando
su razón, su logos (conocimiento). El comportamiento moral es darse cuenta, vía
razón, que el mundo real es el Ideal. La razón, utilizada en su máxima expresión,
lleva al Bien junto a lo Bello y lo Justo, este es el mundo Ideal, aquel que debemos
tender, poco importa que no logremos alcanzarlo es la intención la válida. Platón
sabe que el hombre actúa en forma diversa y lejana a lo que debería ser lo Ideal,
sin embargo como para él este mundo no es el verdadero de allí que suceden todas
una serie de inconsecuencias y de “irracionalidades”. La ética de Platón es ideal y
teorética y por ello abre un abismo para lograr posibles soluciones a los reales
problemas del ser humano.
Aristóteles
(Grecia Antigua 384/3-322 a. C.)
A pesar que se pueden encontrar antecedentes anteriores a Aristóteles, por lo
general se le reconoce como el fundador de la ética como disciplina filosófica.
Aristóteles planteó la mayor parte de los problemas de los que, más tarde, se
ocuparon los filósofos morales, la relación entre normas y bienes, entre la ética
individual y la ética social, y entre la vida teórica y la vida práctica, entre otros. El
enfoque teleológico aristotélico ve al ser humano esforzándose hacia un fin último
que es identificado con la felicidad, visto como un bien supremo. Para este
pensador el bien es lo que todos desean, nadie desea el mal y si escoge algo malo
lo hace porque lo piensa como un bien. Aristóteles distinguió las virtudes éticas,
aquellas que se desenvuelven en la práctica para la consecución de un fin, de las
virtudes dianoéticas, propiamente intelectuales; la sabiduría y la prudencia, son
virtudes de la inteligencia o de la razón y funcionan como los principios de las
virtudes éticas. Las virtudes éticas sirven para la vida organizada del Estado, así
tenemos, la justicia, la amistad, el valor y la solidaridad. Para Aristóteles el máximo
bien del hombre es la Razón y por tanto debe vivir conforme a ella, siguiendo el
camino de la Razón el hombre llegará a las virtudes y la más importante es la
sabiduría. Todas estas virtudes se originan directamente en las costumbres y en el
hábito, es decir en la práctica. Aristóteles es un hombre realista, por tal motivo
llegará a establecer que la virtud es el término medio (justo medio) entre dos
extremos viciosos, el hombre virtuoso se opone al mediocre.
Immanuel Kant
(Alemania 1724-1804)
Este filósofo produjo un cambio radical en la historia de la ética, que hasta el siglo
18, los principios éticos del mundo occidental eran los cristianos. Kant postuló una
ética teórica autónoma. Una ética humana de principio a fin, que no depende de
Dios. Para Kant la ética no tiene fundamentos científicos y menos metafísicos, este

10
pensador establece un hecho innegable; la ley moral, ley que todo ser humano
puede experimentar y sobre tal hecho, se puede formar una ética no contaminada
por nada externo al hombre. Por tanto, la ética de Kant es de forma y no de
contenidos. Según Kant, la razón práctica y la razón teórica difieren en el uso
moral. Partiendo de la reflexión de este uso, el filósofo alemán sostuvo que sólo las
acciones que se originan en la buena voluntad sin restricciones pueden recibir el
apelativo de morales, ya que solo la buena voluntad es absolutamente buena. De
acuerdo con sus seguidores, sus afirmaciones que han recibido abundantes
comentarios tanto críticos como explicativos, muestra que aquellos bienes que no
son la buena voluntad dependen para su bondad de una situación particular, así
que la sabiduría es buena solamente si es usada para obtener un buen fin, y que
sólo la buena voluntad no depende de ninguna situación particular. Kant estableció
que la ley (norma moral) es pura forma (no contenido) y de allí que estableció su
imperativo categórico; Actúa de tal forma que esa actuación se convierta en ley
universal.
Friedrich Nietzsche
(Alemania 1844-1900)
Para el pensador alemán; "No existen fenómenos morales, sino sólo una
interpretación moral de los fenómenos". 10 Por tanto nadie hace el bien o el mal por
impulso puesto que el proceso de interpretación requiere reflexión. Cuando se
realiza el bien o el mal, se hace en virtud del poder que se tiene, para fortalecer la
superioridad o garantizar la seguridad o integridad. Si tales actos ayudan a la
colectividad son vistos (interpretados) como buenos sino son malos. De esta
manera lo que se ejecute o no, puede afectar al individuo o a los demás. Para
Nietzsche el hombre es un ser social, para este pensador, [...] nuestro cuerpo, en
efecto, no es más que una estructura social de muchas almas. L'effet c'est moi [el
efecto soy yo....] 11 La segunda naturaleza humana es, muchas veces,
imperceptible, se cree que es natural el comportamiento moral y sin embargo todo
ello es aprendido de los demás, la sociedad que está representada en la familia, en
la educación, en la religión, etcétera. Para Nietzsche el bien supremo es la vida
misma, cuya esencia es la voluntad de poder, sólo los más vitales deben tener el
poder. La democracia y el igualitarismo son de los débiles, frente a ellos se opone
la aristocracia natural, los fuertes.
Jean Paul Sartre
(Francia 1905-1980)
Este pensador francés escribió ensayos filosóficos y políticos, novelas y obras de
teatro. Por lo general se presenta a Sartre como el modelo del pensador
comprometido con su tiempo, pues se interesó en forma permanente por los
problemas políticos de su país y del mundo. Para Sartre, la libertad es una carga de
la que no nos podemos librar. Como nos pesa mucho nuestra libertad, nos
comportamos como si estuviéramos terminados. Tratamos de mostrar que nuestras
elecciones fueron inevitables. En realidad, intentamos engañarnos a nosotros
mismos y a los demás. A esta negación de nuestra libertad Sartre la llamó, mala fe.
Ludwig Wittgenstein
(Austria 1889-1951)
Lo escrito por este autor sobre ética, tal vez, no es mucho, sin embargo lo “dicho”
es considerado como una de las críticas más radicales a las teorías éticas
elaboradas por la filosofía. Podemos clasificar, a modo de un mapa conceptual
10
Nietzsche, Frederich. Más allá del bien y del mal. Navarra, Folio, 1999. Aforismo 108, p. 99
11
Ibidem. Aforismo 19, p. 41.

11
sobre ética, a Wittgenstein como un “irracionalista”, es decir, la incapacidad para
tratar de aclarar los conflictos éticos así como fundamentar o defender cualquier
criterio universal de moralidad vía la razón. La fe, las emociones, sentimientos, la
vida, la subjetividad tienen que ver con la racionalidad pero es algo secundario en
un mundo moral, de allí la irracionalidad, este pensador establece un totalitarismo
lógico. Para Wittgenstein a los problemas morales (teoría ética) les ha llegado la
hora si realmente pueden ser “pensados” y por tanto “expresados”. El Tractactus,
termina con una conclusión abierta y absurda pero una vez superada se verá
correctamente el mundo, conforme a su autor; “De lo que no se puede hablar hay
que callar”. La ética reflexiva o argumentativa es ineficaz y un “sinsentido”, un
absurdo, pues como disciplina normativa pretende hablar de aquello que no puede
ser dicho. En clave tractariana (6.42); “Está claro que la ética no resulta
expresable. La ética es trascendental.” 12 Y por tanto solo Dios puede poner los
principios éticos al hombre, éste solo debe aceptar el mundo, voluntad de Dios. Por
tanto el sujeto volitivo portador de la ética es también trascendente, no pertenece a
este mundo; está en el límite y como consecuencia la voluntad se confina al
silencio. En el Tractactus (6.423) dice su autor; “De la voluntad como soporte de lo
ético no cabe hablar”. De la felicidad en el Tractactus hay poco escrito, el autor
expone (6.43) “El mundo del feliz es otro que el del infeliz”, a propósito de la
voluntad buena o mala que sólo puede cambiar los límites del mundo, es decir al
hombre, no los hechos. Por tanto el vivir feliz es hacer la voluntad de Dios. La
conciencia del sujeto es la voz de Dios. Así, vista la ética de éste pensador,
podemos concluir que es la propia ignorancia, siempre radical, en cuanto al
conocimiento de Dios es lo que determina nuestro saber ignorante sobre los
problemas éticos.
Fernando Savater
(España 1947- )
Femando Savater es un autor español que ha escrito dos libros dirigidos a los
jóvenes, Ética para Amador y Política para Amador. En ambas obras, Savater se
dirige a su hijo para explicarle qué es la ética y qué es la política. Con respecto a la
ética, este autor considera que es, el arte de vivir, pues la ética intenta averiguar
en qué consiste vivir una buena vida. Una persona ética es una persona libre que
quiere saber cómo debe actuar sin dejarse llevar por las costumbres, las rutinas,
las acciones mecánicas o por lo que diga la mayoría o por los castigos y los
premios.
La Ética un modo de pensar
La ética es un modo de pensar, de conocer el mundo interno y externo, hacer de la
vida una forma de existencia en conformidad a las capacidades y facultades del ser
humano. ¿Por qué una forma de pensar? Porque cuando pensamos, reflexionamos,
analizamos lo hacemos desde nuestra capacidad que nos identifica como humanos;
la razón y la emoción, expresado como el “sintiente” es cuando la humanidad se
hace concreta en nuestro ser. La ética es una manera, un modo, una forma de
expresar nuestros pensamientos, ideas, análisis pero no es más que eso una forma
de pensar, sin embargo sin esta base toda acción es un absurdo, un sinsentido, por
tanto la ética como forma de pensar tiene un grado relativo de importancia, es
necesario pero no es suficiente para la vida humana. Por esto la acción humana
adquiere tal relevancia en lo social, sin embargo no es más que la parte visible de
un proceso que finaliza en eso que llamamos acto.
12 Wittgenstein, Ludwig. Tractatus lógico-philosophicus. Madrid, Alianza, 1995. p. 177.

12
Sí la ética es una forma de pensar, la moralidad es la forma de actuar, es el hacer
realidad o concretar nuestros pensamientos. Así, podemos dar una aproximación
del término moral; es el conjunto de normas que pone los límites a los actos de los
seres humanos en sociedad. La moral es la interpretación o representación del
pensamiento, es tal interpretación o representación la que nos lleva a cometer
errores o desviar nuestra acción, pues la reflexión en sí misma no es buena ni
mala, no hay falsedad o veracidad, tales términos aparecen cuando llevamos a
cabo o queremos concretar los pensamientos. Son los procesos de representación o
interpretación de la reflexión en que aparecen o se originan los errores, lo falso o lo
malo. Dichos términos son determinaciones de nuestro accionar y no de nuestra
reflexión.
Veamos a continuación aspectos sobre el método utilizado en nuestro trabajo
intelectual.
El Método de Estudio
Toda investigación sea esta científica, tecnológica, teológica, religiosa o filosófica
utiliza o requiere de un método. Y todo método, según la etimología del concepto,
es un hacer, como dice Aranguren; “Método es el camino de la ciencia, que no está
trazado de antemano, [...], sino que se hace al andar hacia delante, al
investigar.” 13 Esto no significa que no tengamos un plan de lo que vamos a
investigar, significa tan simple que ningún método garantiza los resultados, es un
constante volver hacia atrás para observar si nuestro caminar o nuestro plan está
en la dirección correcta, así al terminar nuestro análisis podremos aquilatar si lo
realizado o sus resultados son lo que nos habíamos proyectado, es decir n nuestro
caso es contestar, Qué es la ética, o como versa el título; Ética...para qué.
Si es cierto que método científico tiene características que lo identifican, también lo
es que el método de investigación de cada disciplina está especificado por su objeto
de estudio. Así por ejemplo, no es lo mismo estudiar el comportamiento de las
ratas de laboratorio que el comportamiento de los consumidores. La metodología a
utilizar en ambos estudios tendrá fases diferentes. Por tal motivo, no sólo hay
diferencia nominal en el método de las llamadas ciencias naturales y de las ciencias
humanas o sociales, el grado de libertad que hay en las ciencias naturales es muy
diferente a las ciencias humanas y ello fundamentalmente por la diferencia que hay
entre el objeto o sujeto de estudio de cada ciencia o disciplina.
En casi todas las ciencias en que el ser humano es el sujeto de estudio, todo
aquello que está relacionado con la experimentación, indagación, observación y
seguimiento debe tener la característica de ser voluntario y debe haber una clara y
exacta información de lo que se va a realizar, sus consecuencias, resultados,
medios a utilizar, es decir son un conjunto de factores y características que deben
manejarse que muchas veces atentan contra la misma investigación, sin embargo
de todas maneras se llevan a cabo considerando todas y otras tantas restricciones.
Dice Russell, “El método científico, hablando en términos generales, consiste en
técnicas y reglas destinadas a hacer que los grados de creencia coincidan lo más
cercanamente posible con los grados de credibilidad.” 14 Lo cual requiere, si
queremos llegar a alguna parte, dejar a un lado los escepticismos, sino existe esta
cercanía russelliana no hay posibilidad de conocimiento y el ser humano no tendría
derecho a la razón. Es decir, es una cuestión moral que el ser humano alcance la
racionalidad en busca del conocimiento o de la verdad.
13 Aranguren, José Luis López. Op. cit. p. 18.
14 Russell, Bertrand. El conocimiento humano. Barcelona, Folio, 2001. p. 403.

13
Toda disciplina o ciencia tiene su propio objeto de estudio, en el cual se puede
identificar dos características,
1. El formal, lo que significa aspecto de la materia o tema a tratar, con esto se
adquiere precisión y se logra distinguir las ciencias que tratan con la misma
materia. En la ética se estudia el comportamiento moral del ser humano.
2. El tema o materia que se estudia, la ética comparte con otras ciencias o
disciplinas su materia de estudio que es el comportamiento o conducta
humana, por ejemplo con la psicología, la economía, antropología, que son
ciencias que estudian al hombre pero, cada una ve un aspecto de él.
De tal forma que la ética tiene su objeto de estudio que no comparte con una
ciencia y disciplina.
La tercera característica que es propia de cada disciplina, es la autonomía y quiere
decir que toda ciencia establece sus propios principios, metodología, teorías, tesis y
leyes. Sin embargo, ésta autonomía no es absoluta y tampoco quiere decir
aislamiento, todas las ciencias están relacionadas y se retroalimentan en lo que se
denomina conocimiento. De tal forma, la ética no está aislada y tampoco recibe de
ninguna ciencia o disciplina su metodología, ni se le impone leyes o teorías, la ética
se apoya en todos los conocimientos disponibles para realizar el desarrollo de sí
misma y ello no significa que depende de las otras ciencias. En la actualidad todas
las ciencias son interdependientes unas a otras, así pues tal autonomía es relativa.
El Método Dialéctico
Por lo visto hasta ahora, debemos reconocer que el método de estudio está
determinado, entre otros aspectos, por el objeto o sujeto de estudio. Es por tal
motivo que existe la variedad de ellos, tales como; deductivo, inductivo, analítico,
sintético, mayéutico, fenomenológico, trascendental, lógico, psicoanalítico,
dialéctico, racionales, irracionales, experimentales y otros en que incluyen los de
las ciencias espirituales o religiosas.
Tal diversidad de métodos no significa que todos ellos no deban cumplir con una
metodología que tiene un conjunto de reglas, fases o etapas. Las ciencias pueden
dividirse en dos ramas; las naturales y las humanas o sociales, por tanto también
se pueden identificar dos métodos, el de las ciencias naturales y el de las ciencias
sociales o humanas.
La ética tiene su propio objeto de estudio y es; la moral y nosotros hemos elegido
el método dialéctico para su investigación.
Desde su origen etimológico, del griego dialektiké, el término dialéctica significaba;
el arte del dialogo y de la discusión. Por derivación del significado primitivo del
término dialéctica podemos establecer que es la división o clasificación de los
objetos en géneros y en especies, es decir; clasificar los conceptos para poder
analizarlos y discutirlos.
En la época clásica de Grecia, la dialéctica en el sentido laudatorio apuntaba hacia
la lógica, fuerza y poder del razonamiento, base de la argumentación, y en el
sentido peyorativo la sutileza, distinciones ingeniosas pero inútiles, pomposidad
pero hueca.
En la Edad Media subió a la categoría de Lógica Formal, y junto a la Gramática y
Retórica formaban, el trivium, las tres artes liberales de la elocuencia.
Para Kant, pensador alemán, era la lógica de las apariencias, pues por la dialéctica
no podemos aprender nada del conocimiento.
Para Marx, el materialismo dialéctico es el único método científico posible para
estudiar al hombre, puesto que para el pensador alemán, el hombre antes de hacer
religión, ciencia, arte o cualquier cosa tiene que preocuparse por su alimento,
vestimenta, habitación y otros bienes materiales y toda comunidad o sociedad que

14
quiera sobrevivir debe producirlos, con ello se quiere decir que la base,
fundamento o desarrollo de toda humanidad es la producción de los bienes
materiales. Para Marx, es fundamental tal característica puesto que el hombre al
comenzar a producir sus medios de subsistencia se diferencia de sus próximos, los
animales. Sin embargo, pocos se han preguntado que entendía Marx por “materia”.
En la actualidad, hemos aprendido que todo conocimiento debe estar al servicio del
ser humano y con ello queremos decir al servicio del hombre real, concreto y
cotidiano, sin embargo el hombre no sólo es actualidad, sobre todo está mirando
hacia delante, hacia el futuro por tanto no debemos dejar atrás o como una simple
abstracción lo del futuro, nuestro presente, en algún momento fue futuro y luego
será pasado. Por tal motivo la dialéctica actual apunta a la realidad, expresada
como experiencia, en la historia, en las religiones, en los conocimientos científicos,
en la literatura, en el arte, en los medios de comunicación, es decir la dialéctica se
nutre del cúmulo de experiencias representadas en el conocimiento que tenemos de
nuestro mundo, incluyendo las abstracciones, a pesar que han sido tan
despechadas y vapuleadas, ellas forman parte de nuestro conocimiento. Las
abstracciones no son un error en sí mismas, es el uso que de ellas hacemos cuando
nos equivocamos, en especial cuando son nuestro único fundamento para expresar
o ver la realidad.
Para finalizar, establecemos que hemos usado el ejemplo como una parte
importante del discurso, no como un adorno o un extra para “agrandar” este
escrito, mucho menos para aclarar al poco enterado o incapaz. Lo usamos como
evidencia, las que siempre son necesarias a pesar de su insuficiencia en apoyo de la
verdad, pues sino somos capaces de ilustrar un término, un concepto o una idea
tampoco seremos capaces de probar algo siquiera. El mismo motivo vale para los
ejemplos en los enunciados.
Finalizamos con la siguiente anécdota, verbigracia; para reflexionar en forma
extensiva sobre los conceptos.
Llega un extranjero que visita por primera vez una famosa universidad, a quien
llevan a ver los laboratorios, las bibliotecas, las salas de conferencias, centros de
investigación y demás dependencias académicas. Una vez terminado el paseo
universitario, el visitante pregunta ya algo molesto: Y díganme; ¿dónde está la
universidad? 15
15
Fermandois, Eduardo. Un ejemplo, una razón. Revista Universitaria, Universidad Católica de Chile, (80): 14-18,
junio-agosto de 2003.

Bibliografía
1. Aranguren, José Luis López. Ética. Madrid: Biblioteca Nueva, 1997.
2. Aristóteles. Ética a Nicómaco. Madrid: Folio, 2000. (Traducción de Pedro
Simón Abril)
3. Aristóteles. Ética nicomáquea, Ética eudemia. Madrid: Gredos, reimpr. 1995.
4. Cortina, Adela. La ética de la sociedad civil. Madrid: Alauda Anaya, 1994.
5. Escobar Valenzuela, Gustavo. Ética. Introducción a su problemática y su
historia. 3ª.ed. México: McGraw-Hill, 1992.
6. Hegel, W. G. F. Lógica. Navarra: Folio, 1999. (Traducción de Antonio Zosaya)
7. Ibarra Barrón, Carlos. Elementos fundamentales de ética. México: Alhambra
Mexicana, 1996.
8. Kant, Immanuel. Crítica de la razón práctica. 4ª.ed. Buenos Aires: Losada,
1961.
9. Kant, Immanuel. La religión dentro de los límites de la mera razón. Madrid:
Alianza, 1995.
10.Kant, Immanuel. La metafísica de las costumbres. 2ª.ed. Madrid: Tecnos,
1994.
11.Russell, Bertrand. El conocimiento humano. Barcelona: Folio, 2001.
(Traducción de Néstor Miguez.)
12.Sánchez Vásquez, Adolfo. Ética. Barcelona: Crítica, 1999.
13.Savater, Fernando. Ética para Amador. Barcelona: Ariel, 1992.
14.Villalpando, José Manuel. Manual moderno de ética. 3ª. Ed. México: Porrúa,
1997.
15.Wittgenstein, Ludwig. Tractatus lógico-philosophicus. Madrid: Alianza, 1995.
(Traducción de Jacobo Muñoz e Isidoro Reguera)
15