LETRAS - Ediciones Alvaeno

Letras Letras/ (Fuengirola)/ nº 28/2010/ noviembre/ nº19 /año http://www.alvaeno.com/letras.htm
10/ febrero / http://www.alvaeno.com/letras.htm
Entrevista
SMV: Suicido Súbito fue tu primer poemario publicado, ¿qué es para ti Suicidio Súbito?
Página 14
AN: Mi primer libro meditado y pulido. Un libro que, cada vez que lo reabro, vuelve a sorprenderme.
Se trata de poemas que yo olvidé durante unos cinco años, tras leer Cuatro cuartetos de T.S.
Eliot. Su significado se perdió para mí hasta que Rafael Mammos, que fue quien lo editó, me llamó
para pedirme un original de poesía. Entonces recuperé una especie de luz: pulí aquellos poemas y
me reenganché a la escritura en verso.
SMV: Fiebre y Ciudad, los títulos que escoges para tus trabajos son cuanto menos sugerentes y muy
atractivos, por lo contundente de los mismos, llamativos, diría yo, y no exentos de profundidad,
¿cómo eliges los mismos?
AN: Surgen con el propio texto. Los poemas me nacen de una pieza, como niños que paro. Y parir
duele. Y los libros igual. Un día descubro que existe cierta afinidad entre un puñado de textos, y los
uno y les doy un título. A veces es al revés: pienso o sueño un título y lo demás viene detrás. Me
acaba de pasar con el poemario que me ocupa hoy: El río volcado. Primero fue el título, y luego vino
el alud.
SMV: Domicilio de Nadie, antología también con un título sugerente, ¿son en sí, estos títulos la puerta
que nos llevará a...?
AN: Domicilio de nadie es un sintagma extraído de un poema en prosa del amigo, poeta y editor
Sergio Gaspar. El libro, un encargo de la editorial Isla Negra, de Puerto Rico, me sirvió para hacer
nuevas amistades fundamentales para mí: Eduardo Moga, Carlos Vitale... El editor, Carlos Roberto
Gómez Beras, con quien me une también una amistad de varios años, consiguió agotar una edición
de 500 ejemplares... ¡en dos meses! La antología se concibió como un espacio abierto a múltiples
sensibilidades, en un lugar como Barcelona donde todas las identidades son ignoradas desde políticas
oficiales. Deseábamos editar lo marginal, lo invisible, y también lo que partía de escritores consagrados
que mantenían una voz radicalmente independiente. Para presentarlo viajé a Puerto Rico
y para mí esa experiencia fue totalmente iniciática. Allí conocí a personas que puedo considerar
hermanas intelectuales: Alberto Martínez Márquez, Eugenio García Cuevas, Mario Antonio Rosa...
los puertorriqueños son geniales, nunca me cansaré de agradecer lo que me han aportado desde
un punto de vista humano y cultural.
SMV: Canciones del Bloque, a dónde nos dirige.
AN: A una poesía un pelín más contenida de la que se podía leer en Suicidio súbito y Fiebre y ciudad.
En ella incorporo experiencias familiares, y una desagradable relación con el tedio y el aburrimiento
en una situación de paro laboral. Pero esto no lo sospechan muchos. Con mi último libro
doy cancha a la idea de que la poesía personal es rupturista por sí misma, y no hay por qué buscar
rupturas adicionales, sino evitar siempre la acomodación a una fórmula dada, como podría ser la
poesía de la experiencia, que a tantos gusta... Se trata de poesía muy cuidada, fruto de una desesperación
íntima.
(Continúa en la página 15)