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ANUNCIOS Y SUSCRIPCIONES: (305) 267-2000
Todavía hoy afirma: “Me gustaría trabajar en
España pero no en español. No lo hablo del todo
bien, y para realizar un trabajo como actriz en
condiciones hay que dominarlo. Eso sí, estoy deseando
grabar otro disco más en español”.
Bob Rafelson, antiguo maestro de lo sórdido durante los
setenta y los ochenta, fue uno de los primeros en indagar en
su potencial y la vistió de mujer fatal para “Blood and Wine”,
junto a Jack Nicholson. Luego optó al Globo de Oro por su
interpretación en “Selena”, un filme menor en el que encarnó
la trágica existencia de la cantante del mismo nombre. Y
entonces llegó George Clooney y las chispas saltaron en
“Out of Sight”, de Steven Soderbergh.
López empezaba a consolidarse y quería aquello que ella
consideraba suyo: el protagonismo absoluto. “Desde chiquitina
supe que era a eso a lo que me quería dedicar, y todavía
hoy me siento muy afortunada por poder ir al trabajo cada día
y hacer algo que me encanta”. Pero, con su carrera cinematográfica
incipiente, decidió diversificar su talento hacia la
canción, sin saber que allí empezaría el verdadero detonante
del estrellato.
ESTALLA LA BOMBA LATINA
Su primer disco se llamó “On the 6”, en referencia a la
línea de metro que la llevaba al Bronx. Pero, en esta ocasión,
el número que cogió fue el 1: su canción “If you had my
love” lo alcanzó en el Billboard americano y en medio
mundo.
El éxito, siempre traducido al español, se extendió con
“Waiting for Tonight”. Y apareció con los grandes en la
Superbowl al ritmo de “Let’s get loud”. Pero sobre todo se
encargó de condimentar su música con modelos explosivos
en todas las galas y conciertos: para la historia quedará su
vestido color turquesa que cerraba solamente con un broche
a la altura de lo que ya no se podía mostrar.
Entonces, la actriz medioconocida que decidió probar
suerte como cantante pasó a ser la cantante de ventas multimillonarias
que también hacía películas. Y mientras en la
pantalla explotaba su vocación de mujer normal, en la música
era todo extravagancia.
J.LO EMPRESARIA
El fenómeno de masas causado por la actriz y cantante
había que resumirlo: en tiempo del SMS y del hip hop,
Jennifer López decide resumir su marca a J.Lo. Será el
nombre de su nuevo disco -que incluyó el éxito “My love
don’t cost a thing”-, pero también su nueva línea de ropa
y su perfume. Sus vídeos siguen mostrando su versatilidad,
desde Flash Dance a Maceo Parker. Y en el cine “The
Cell”, “The Wedding Planner”, “Maid in Manhattan” y
“Shall We Dance” demuestran que, ahora sí, es un reclamo
en la gran pantalla.
El summum de su popularidad llegó cuando saltó también
a los tabloides gracias a su relación con Ben Affleck.
Jennifer López era, sencillamente, una de las mayores estrellas
del planeta.
Desde entonces, ni los fracasos al lado de Affleck -tras el
estreno de “Gigli” y “The Jersey Girl” ambos se inflaron a
los deshonrosos premios Razzies-, ni su bochornoso intento
de cine comprometido en “Bordertown”, ni algún que otro
pinchazo discográfico -como “The Brave”- han podido con
J.Lo, la mujer que incluso consiguió que Jane Fonda volviera
al cine después de 20 años para un título tan menor
como “Monster in Law”.
Y así, aun dentro de su retiro, la sensación es que queda
Jennifer para rato. No importa si sus visitas van acompañadas
de todo tipo de divismos, sus filmes parecen escritos por
y para ella o sus videoclips rayan en la egolatría. Es lo que
siempre quiso y es lo que mejor le funciona. Como decía en
su segundo disco: “This is me... then” (Esta soy yo...entonces).
Y a su público le encanta.
MIERCOLES, 5 DE MAYO DE 2010
www.libreonline.com
Jennifer López ha vuelto a lucir radiante tras la maternidad con motivo del estreno de “he Back-up Plan”, su nueva
estrategia para mover masas.
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