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puesto inicial, la fenciclidina, usada en humanos y apartada de su uso médico por su
tendencia a producir hiperexcitación con alucinaciones que llevaron a su uso ilegal
en forma de PCP o «polvo de ángel».
1.3. METABOLISMO
Tras su consumo se distribuye por todos los tejidos corporales, se metaboliza a
nivel hepático y se elimina por vía renal. El fin de la acción anestésica tras una dosis,
es por redistribución desde los tejidos bien perfundidos a otros menos irrigados y
por metabolización. El metabolismo del hígado es complejo, conociéndose al menos
8 metabolitos. Sufre procesos de hidroxilación y N-desmetilación a través de la
vía del citocromo P450. Se produce norketamina (metabolito I) y dehidronorketamina
(metabolito II).
El 70%, incluso el 90%, se elimina por la orina. Por la bilis y las heces se excreta
casi un 3%. Hay una parte que se excreta sin metabolizar, entre un 4% y
un 17%, en forma hidroxilada. En los tejidos permanece parte del fármaco, lo
cual puede contribuir a su acumulación cuando se da en dosis repetidas o infusión
continua.
El aclaramiento corporal total es similar al flujo sanguíneo hepático (1.4 l/min), y
por eso los cambios en la circulación sanguínea afectan su aclaramiento. La administración
concomitante de benzodiacepinas, práctica habitual en las intervenciones
clínicas, prolonga el efecto de la ketamina por un aumento de los niveles plasmáticos
y un descenso en la tasa de aclaramiento hepático.
Para poder detectar ketamina en sangre y en orina se utiliza la técnica de cromatografía
de gases, pudiendo detectarse cantidades de 0,1 µg/ml. El tiempo de detección
está en torno a las 72 horas para una dosis única, mientras que en los consumos
intensivos puede tardar hasta 7 días en ser eliminada del organismo.
1.4. EFECTOS
Como ocurre con cualquier sustancia, los efectos están determinados por la dosis,
la vía de uso, el estado de ánimo y otros factores de personalidad, motivación y
expectativas, y el marco de consumo físico, social o emocional.