© Biblioteca Nacional de Colombia

Los que lleváis en la alma eternamente
La angustia de la eterna indecisión;
Los que abrigáis un suei'io en la alta mente
y otro sueño en el alto corazón,
Vosotros, sí, comprenderéis sin falta
La doble angustia que al Poeta asalta!
La Patria, el Ideal: ¿ Quién determina
La justa senda que tomar se debe,
Cuando una al norte del soñar camina,
y el otro al su r de la ilusi6n se mueve?
¿ Quién sobre el vulgo y su visi6n se empina;
Quién á romper la tradición se atreve?
El Poeta es la roca descalzada
Por la escoria del mar amenazada!
El poeta es la onda que se pliega
Al rudo golpe del terral severo :
Es la voz conciliante en la agria brega;
Es el Iris que anima al marinero
Cuando, ya en salvo, hasta la rada llega;
Es la voz fraternal, que en la refriega
Grita del magno Goethc con el ansia:
« Ay de mis madres ... de Alemania y Francia! »
El Poeta es la flor benevolente
Que expande aroma entre la lucha horrible".
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