COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO Volumen 1 - Mateo I ...
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que cualquiera habría dicho, sin un gran futuro. Eran hombres normales y corrientes los que Jesús<br />
escogió.<br />
Una vez acudió a Sócrates un hombre que no tenía nada especial, que se llamaba Esquines.<br />
-Soy un pobre hombre -le dijo-; no tengo nada más, pero me doy a ti.<br />
-¿Te das cuenta -le dijo Sócrates- de que me das lo que tiene más valor?<br />
Lo que Jesús necesita es gente corriente que se Le den a sí mismos. Jesús puede hacer<br />
cualquier cosa con personas así.<br />
Además, estos hombres eran pescadores. Muchos investigadores han indicado que un buen<br />
pescador tiene que tener estas cualidades que le pueden hacer un buen pescador de hombres.<br />
(i) Debe tener paciencia. Debe aprender a esperar pacientemente hasta que piquen los peces. Si<br />
es inquieto y no se puede estar quieto nunca hará un buen pescador. El buen pescador de hombres<br />
tendrá necesidad de paciencia. Rara vez obtenemos resultados rápidos en la predicación o en la<br />
enseñanza. Tenemos que aprender a esperar.<br />
(ü) Debe tener perseverancia. Tiene que aprender a no desanimarse nunca, sino seguir<br />
intentando. El buen predicador y maestro no debe desanimarse cuando no parece que sucede nada.<br />
Siempre debe estar dispuesto a intentar otra vez.<br />
(üi) Debe tener coraje. Como decía un viejo griego cuando rezaba por la protección de los dioses:<br />
< ¡Mi barca es tan pequeña y el mar tan grande!> Debe estar dispuesto a arriesgarse y a arrostrar la<br />
furia de la mar y de la tempestad. El buen predicador y maestro debe ser consciente de que hay<br />
siempre un peligro en decirle a la gente la verdad. La persona que dice la verdad, más a menudo<br />
que lo contrario, se juega la reputación y la vida.<br />
(iv) Debe tener vista para el momento oportuno. El pescador sensato sabe muy bien que hay<br />
veces que es inútil intentar pescar. Sabe cuándo echar la red y cuándo no. El buen predicador y<br />
maestro elige el momento. Hay veces que la gente recibe la verdad, y veces cuando la resiente. Hay<br />
veces que la verdad los mueve, y veces que la verdad los endurece en su oposición a la verdad. El<br />
predicador y maestro sensato sabe que hay un tiempo de hablar, y un tiempo de callar.<br />
(v) Debe escoger el cebo de acuerdo con el pez. Un pez acudirá a un cebo, y otro a otro. Pablo<br />
decía que se hacía todo a todos para estar en condiciones de ganar a algunos. El predicador y<br />
maestro sensato sabe que el mismo enfoque no sirve para todas las personas. Puede que tenga que<br />
descubrir y reconocer sus propias limitaciones. Puede que tenga que descubrir que hay ciertos<br />
ambientes en los que puede trabajar y otros en los que no.<br />
(vi) El pescador sensato tiene que mantenerse fuera de la vista. Si hace notar su presencia, o aun<br />
su sombra, seguro que los peces no picarán. El predicador y maestro sensato siempre tratará de<br />
presentarle a su audiencia, no su propia persona, sino a Jesucristo. Su objetivo es que la gente fije la<br />
mirada, no en él, sino en la Figura que está detrás.<br />
<strong>Mateo</strong> 4:23-25<br />
EL MÉTODO DEL MAESTRO<br />
Jesús hizo un viaje circular por toda Galilea, enseñando<br />
en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia<br />
del Reino y curando toda clase de enfermedades y<br />
dolencias entre la gente; y la fama de Sus actividades<br />
se corrió por toda Siria, deforma que Le traían a todos los que estaban enfermos, los que<br />
estaban aquejados de las dolencias y dolores más diversos, los que estaban poseídos por