Confesión Diaria de Fe - Christian Word Ministries

La paz de Dios fluye por todo su ser cuando usted está con El. Gracias
Señor Tu eres el Pan de Vida y en Ti hay Luz (tú eres la Luz). Tú eres el
Candelabro de Luz, la Iluminación, la Luz del Espíritu Santo, tráenos
Vida y Luz (sabiduría, discernimiento, entendimiento, revelación y
realización). Yo comúnmente termino guiado por el Espíritu a hablar en
lenguas, y después entrando en una adoración y alabanza más
profunda la cual es la clase de oración, o incienso que se eleva a nuestro
Padre Celestial (y aquí es donde concluimos la parte de la oración que
concierne al Altar del Incienso)
En este momento es cuando estamos despojándonos más y más de la
carne y permitiéndole al Espíritu Santo que nos coloque para ser llevados
al Lugar Santísimo. No podemos entrar al Lugar Santísimo por nuestros
propios meritos y habilidades. Dios es quien inicia esto, es el Espíritu
Santo quien nos mueve, y nosotros repodemos a El, El atraviesa el velo
Hasta su más Santa Presencia.
Señor te adoramos! Te alabo! Exaltamos tu Santo Nombre. En este
momento puedo ser motivado a orar o hablar, o tal vez ninguna de las
dos cosas. Yo regularmente entono un canto al Padre.
“Te adoro, Todopoderoso Dios! Tú eres mi gozo y mi Fortaleza! Te
adoro, Todopoderoso Dios! Alabo tu Nombre.” Y empiezo a repetir esta
canción desde lo mas profundo de mi corazón, y le adoro, “Dios Padre,
Padre Celestial, Tu eres mi Gozo y mi Fortaleza!” (etc.) La alabanza
puede tornarse en una alabanza en lenguas.
Inicio de una Adoración más Profunda y Entrega a Nuestro Padre
Celestial
"Te amo Señor, Padre de Dios, Padre Celestial." "Tú creaste los Cielos y
Tierra, en ti no hay duda." "Gracias Señor, gracias Padre Dios."
Padre Celestial venimos delante de Tu Trono de Gracia a través de la
Preciosa Sangre del Señor Jesucristo. Espíritu Santo llévanos al Lugar
Santísimo, haznos sensibles a la Voz de mi Padre Celestial. (Lenguas).
Quédese quieto. Guardé silencio. Espere!
No responda en voz alta cuando le llame!
Entonces es aquí cuando El me habla y me dice algo así, "hijo!" o lo que
El me quiera decir. ("Quédate quieto” o “ Estoy haciendo mi obra en ti”)
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