El platense pasional El platense pasional Gatos y ... - Diario Hoy
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<strong>El</strong> programa Velib<br />
(nombre corto para<br />
“vehículo libre”), lanzado<br />
este mes en París,<br />
está resultando un éxito<br />
completo y permite que<br />
miles de parisinos y turistas<br />
dejen sus autos en<br />
sus casas para pedalear<br />
hasta el trabajo u otros<br />
destinos. Unos 616.000<br />
usuarios se han registrado<br />
al sistema, que<br />
habilita a recibir un<br />
rodado en uno de los<br />
750 puestos distribuidos<br />
en la ciudad. <strong>El</strong> vehículo<br />
debe ser devuelto en<br />
cualquiera de los<br />
puestos en el transcurso<br />
del día, y cuesta un euro<br />
por jornada. Se trata de<br />
un encomiable intento<br />
de las autoridades por<br />
reducir los embotellamientos de tránsito y la contaminación. Una<br />
idea para ser imitada, aunque algunos malpensados sospecharán<br />
que aquí se las robarían en poco tiempo...<br />
6 - PLANETA POLAROID<br />
Bicicletas para combatir<br />
los embotellamientos<br />
Submarino casero<br />
En el garaje de su casa, el alemán<br />
Michael Henrik Schmelter armó un<br />
submarino para dos personas que<br />
puede sumergirse hasta los 100 metros<br />
de profundidad. Lo probó con<br />
éxito el fin de semana pasado, al<br />
sumergirse en las aguas de la Bahía<br />
de Kiel. No sabemos quién fue el<br />
valiente que se animó a acompañarlo<br />
en la expedición, pero no cualquiera<br />
desciende tan hondo en un aparato<br />
que parece sacado de Los<br />
Picapiedras.<br />
Un cambio de look<br />
para la muerte<br />
En México, la muerte no tiene el estigma morboso<br />
que impera en la mayoría de las sociedades. De<br />
hecho, existe un culto -no reconocido por el Vaticanoa<br />
la Santa Muerte, un supuesto angel cristiano que<br />
mataba sólo por órdenes de Dios. Esta semana, los<br />
líderes del culto decidieron cambiar la imagen venerada<br />
para mitigar un poco las críticas que lo acusan de<br />
una práctica macabra: Santa Muerte dejó de ser un<br />
esqueleto con una guadaña para transformarse en<br />
una mujer con rostro de porcelana, pelo hasta los<br />
hombros, y dedos largos y delgados. Los fieles<br />
seguramente seguirán adorando a la vieja efigie,<br />
sobre todo aquellos fanáticos que tatuaron a la<br />
peculiar santita en su piel.