LOS RIESGOS DE LA ESPERANZA - Heterodoxia
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Este participante había estado perdido los 11 días en la sierra, sin alimento,<br />
caminando todas las noches. Al llegar al primer pueblo que encontró en Estados<br />
Unidos, comenta que sufrió discriminación constante de los/las ciudadanos/as<br />
estadounidenses:<br />
“pues los gringos, llegaba a pedir comida… me soltaban los<br />
perros, pero no me hacían caso.”<br />
-A (hombre), 16 años, Sonora<br />
Otra diferencia importante es que los hombres lograron detectar aspectos<br />
positivos de su viaje, con mayor énfasis que las mujeres. Lo cuentan como un<br />
tiempo lleno de ilusión, de felicidad y que inclusive fue divertido: una aventura. Esto<br />
es reflejo de lo que ya se revisó en los estímulos anteriores. Podríamos decir que<br />
esta ilusión está vinculada con lo que se espera de vivir en los Estados Unidos: el ver<br />
a los familiares, el tener un trabajo y el escapar de ciclos violentos; es decir tiene<br />
que ver con el cumplir con su sueño de vivir en EU. Es importante aquí señalar las<br />
diferencias entre los géneros, específicamente con lo que tiene que ver con las<br />
exigencias de la masculinidad en el proceso de migración. Como señalan Huacuz y<br />
Barragán (2008), los hombres buscan satisfacer motivos económicos para la<br />
mejora de sus condiciones de vida y de su familia, intentando cumplir los roles<br />
exigidos a su imagen masculina como el ser proveedores de la familia, buscar<br />
nuevos horizontes y mantener una imagen de poder en la familia en su comunidad;<br />
esto construido a través de la socialización de los estereotipos de género. Que los<br />
hombres definan su camino como algo divertido y feliz señala el aspecto<br />
“aventurero” del mismo, lo cual les permite entrar al mundo de los varones adultos<br />
como un rito de paso. El lograr el cruce y establecimiento en Estados Unidos para<br />
los hombres, también implica el lograr una posición de “controlador a distancia”. Es<br />
decir, a través del envío de remesas y de llamadas telefónicas, la palabra del padre<br />
y del hombre se sigue escuchando y llevando a cabo (Huacuz & Barragán, 2008;<br />
Polanco, 2009). Aunque la mayoría de los hombres en el presente estudio no tenía<br />
hijos, hubo quienes afirmaron que en su lugar de origen su pareja estaba<br />
embarazada.<br />
Además de señalar más aspectos afectivos, las mujeres señalaron como algo<br />
muy importante para ellas el hecho de haber conocido a personas y lugares<br />
durante su trayecto. Los hombres detectan esta característica hasta que se les<br />
pregunta directamente sobre lo “bueno” de su viaje. Durante su estancia en el<br />
albergue, las mujeres establecían contacto y comunicación entre ellas. El hecho de<br />
señalarlo como relevante, indica la importancia que estas mujeres le dan al<br />
compartir y al apoyarse mutuamente. Se puede decir que se sentían identificadas y<br />
apoyadas entre ellas. Esto tiene que ver con la forma de construirse como mujer,<br />
en donde se resaltan estas cualidades (Díaz-Loving et al, 2007; Rocha, 2004).<br />
Debido a que en su mayoría, las personas que llegaban a los albergues eran<br />
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