1973 - Arxiu Municipal de Llagostera

e • evf Cf^f>S ¥^CtS
Es casi seguro que la mayoría de las personas contestarían
que sí, que estarían de acuerdo en vivir cien años
más, conservando íntegras las facultades mentales y con
un poco de dinero para vivir.
¿Cómo serán las personas de Llagostera del año
2073? ¿Qué opinión tendrán formada sobre los Uagosterenses
del año 1973? Eso no lo podemos saber; pero lo
que sí es cierto, es que nos juzgarán de acuerdo con las
obras y los hechos que les hayamos dejado. Todos y cada
uno de nosotros contribuimos con nuestro grano de
arena a formar un poco de Historia de esta bonita Villa
de Llagostera.
¡Ah!, querido año 2073, al que probablemente no veré
(¡qué lástima!). ¡Cuántas cosas vas a decir de tu antepasado
1973 y de sus gentes! ¿Tendrás que ser tú y los
forasteros quienes descubran las mil maravillas de Llagostera
que nosotros (¡ciegos!) no hemos sabido ver?
Descubrirás una magnífica iglesia junto con su plaza
y mirador que se yerguen con orgullo sobre toda la explanada
que bordea Llagostera... pero que fue necesario
descubrir su valor y magniñcencia gracias a las visitas
de los forsateros que nos decían, ¡qué preciosidad!
Vas a encontrar un museo con pinturas famosas y
«ÚNICO EN EUROPA» en su género. (¡Qué lástima que
no se promocione y se le dé a conocer con el justo valor
que posee). Mi querido año 2073, ¡qué lejos te veo y qué
cerca estás, cuando tú llegues, no me encontrarás!
Seguirás viendo un gran CASINO, orgullo y tesón de
quienes lo hicieron y pena y tristeza para los que no supieron
y, lo que es peor, no quisieron lavarlo, vestirlo
y calzarlo, porque pese a sus buenas palabras, querido
2073, sólo se quedaron en eso... buenas palabras.
¿Estás cansado? Ven y siéntate en uno de esos bancos
que hay en la Pi, de España; sigue siendo tan bonita.
¿Te gusta? Pues hace cien años, es decir en 1973,
era aún más grande, el doble de grande... ¿y qué pasó?
¿Ves esas construcciones de ahí enfrente? Pues imagínate
que no hay nada, cierra los ojos y verás una magní­
2073
fica explanada; ciérralos más y verás una fuente, jardines,
parque infantil, frondosos árboles, bancos de madera
para tomar el sol otoñal, y para estar a la sombra
en el verano...
Pero... ¿qué te pasa, hombre? ¿Lloras? ¿Por qué?
Toma un pañuelo y sécate esas lágrimas, pues me parece
que te has puesto muy sentimental y a veces, querido
amigo, hay que ser realista y no sentimental.
¿Qué has visto? Eso sí que te gusta, lo adivino por tu
cara sonriente, menos mal que ya te pasó el disgusto.
Bueno, pues eso que estás viendo es un CASAL para
los niños, hay jardines, patios, deportes, juegos de salón,
teatro, etc., etc.. sí, unos cuantos pioneros y pioneras
de LLAGOSTERA, gracias a su fe, a su esfuerzo
y con la aportación de una gran mayoría de personas,
lograron ese CASAL que es hoy día orgullo de Llagostera.
¿Ves esas vallas, luces y ese puente por encima de
la carretera? Pues todo eso tuvieron que hacer para que
los niños no pasaran por la carretera, para que hubiera
luz por la noche, y la valla, para mayor seguridad. Sí, ya
sé que ahora esto es ridículo, que todo el mundo anda
en bicicleta y no hay coches y para ir de un lado a otro
coges el ULTRATREN, pero antes sí era im gran problema,
aunque, como ves se resolvió.
Mira hacia allí, ¡ves qué maravilla! Se practican todos
los deportes, es im polideportivo, tiene tenis, piscina,
fútbol, básquet, etc. y, asómbrate, hace cien años,
sólo se practicaba fútbol, a pesar de alguna salida esporádica
de algún deporte; se abandonó todo por falta de
ayuda, pero por fin se logró este complejo que ahora
estás contemplando.
Amigo mío, ya sé que sólo dispones de unos minutos,
pues ya está a punto de sustituirte el 2074, dame la
mano y no te olvides de que en Llagostera siempre tendremos
un recuerdo cariñoso para ti.
Adiós... adiós... adiós...
PEPE FERNANDEZ