Voces alavesas - Euskaltzaindia

PRÓLOGO
Cuarenta años han transcurrido desde que Gerardo López de
Guereñu Galarraga publicó Voces alavesas, unas cuatro mil palabras
del romance hablado en esta provincia. Vio la luz como número
especial de Euskera, órgano de Euskaltzaindia, en 1958, con una
extensión algo superior a la que tuvo la revista de aquel año, el tercero
de la nueva época tras la forzosa interrupción de 1937.
No es preciso volver sobre los grandes méritos de esta obra. Al
poco de aparecer, fue objeto de un encendido elogio por Luis
Mitxelena 1 , siempre atento a lo que se publicaba y agudo autor de
numerosísimas reseñas. El sabio lingüista, tras aludir a los numerosos
trabajos del autor, "inspirados siempre en el amor tan ferviente
como tácito a su tierra natal", saludaba la llegada de esta
colección de palabras corrientes o en desuso, documentadas en
toda Álava, sin distinción de su procedencia vasca o románica. El
grueso de la reseña lo constituían unas acertadas notas sobre
medio centenar de estas palabras. Es evidente, por otra parte, el
partido que de este libro sacó el propio Mitxelena, y no en último
lugar en su admirable Fonética histórica vasca, libro publicado en
1961 y que cuando apareció esa reseña era un borrador, ya muy
adelantado, de su tesis doctoral, defendida en enero de 1959. Y lo
mismo puede decirse del provecho que supo extraer de las listas
(1) Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País 15:1,
1959, 84-88. Como escribí en la nota necrológica del ilustre alavés (Euskera
37:3,1992, 1.289-1.291), en la comida privada celebrada para entregar a López
de Guereñu la medalla de miembro de honor de Euskaltzaindia, en 1981,
Mitxelena volvió a elogiar al autor también por no haber aplicado bisturí alguno
para separar euskara y romance.