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Conectarnos, de manera útil, con ese poder, es algo que todavía desconocemos. Pero el concepto es
científicamente válido y aceptable por cualquier persona capaz de un mínimo razonamiento lógico.
Esta gran revolución científica admite una síntesis: TODO ES ENERGÍA.
TODO SER HUMANO ES PODEROSO, no importa lo que él mismo crea que es.
Este poder, siempre luminoso en última instancia, como también lo prueba cualquier detonación
nuclear, se expresa en la Mitología Griega por medio de dos dioses notables: HADES/PLUTÓN y
HEFESTO/VULCANO.
El poder inconmensurable de Hades, soberano subterráneo del Reino de las Almas, es canalizado
por un dios, Hefesto, cuyas habilidades lo convirtieron en el fabricante de armas de los dioses como
ATENEA (la sabiduría que emplea la espada de la mente para separar la paja del trigo, y para
distinguir lo Bueno, lo Bello y lo Verdadero de lo otro).
En íntimo contacto con su hermana Atenea, Hefesto genera a Erictonio, primer rey de Atenas que
introduce el Dinero en el Ática, por intermedio de la “lana” que trasmitió el poderoso semen
hefestiano hacia la tierra.
Hefesto/Vulcano vive en los dominios subterráneos de Plutón, y con ese poder genera la perfección
de los metales preciosos, las gemas y todo tipo de joyas que representan la enorme riqueza oculta
en la materia.
Probablemente los astrónomos descubrirán próximamente al planeta Vulcano, cuando la humanidad
esté preparada para reconocer y ejercitar este poder abundante de transmutación inteligente y
perfeccionador del plomo en oro, a través del fuego purificador representado por la fragua de
Vulcano, visible ya en los avances tecnológicos que sólo son incipientes.
Plutón, regente de Escorpio, representa el enorme poder transformador inmanente en cada partícula
y en cada ser humano, potencialmente capaz de transformar el agua en vino, multiplicar los panes y
los peces, curar a los enfermos y crear con la materia un cuerpo perfecto de luz que posibilite la
expresión consciente del amor en los planos más densos, sin las dificultades del olvido y de la
muerte.
Mientras aprendemos estas destrezas con la materia, Plutón nos genera crisis trascendentes.
La ubicación de Plutón en la Carta Natal determina la cualidad y el ámbito de transformación de la
persona.
El reconocimiento teórico de este potencial resulta difícil en una cultura extremadamente
materialista, que considera a los seres humanos como esclavos impotentes y dependientes.
No obstante, los artistas neptunianos recuperan atisbos de este poder a través de las figuras de
Superman, Hulk y más recientemente el Neo (capaz de resucitar) de la serie de filmes Matrix, aún
planteados como fenómenos, pero cada vez más cerca de un humano común.