Estudios Revista Ecléctica. Número 106 - Christie Books

que heredamos de estos graciosos animales.
Metafóricamente todos tenemos nidos de musarañas
en el cerebro.
Según nno de los textos más generalizados
de fisiología (i) ios hemisferios cerebrales son
ios órganos de, las funciones psíquicas. Esto
es, en realidad, enunciar un axioma fisiológico,
pero no un hecho rigurosamente demostrado.
Por lo demás, este axioma está admitido tan
sólidamente que se ha creído poder definir
las funciones psíquicas como las que tienen
por objeto todo lo que se relaciona con el
pensamiento y tiene por sitio las neuronas de
la corteza cerebral.
Aquí encuentro una flagrante contradicción
del autor, probablemente temeroso del odio
del fanatismo, que se opondría a la difusión
de su libro, pues si no es un hecho rigurosamente
demostrado ¿cómo puede estar sólidamente
admitido ? ¡ Es decir, que esta aceptación
no es justificada, y en caso contrario sí
está el hecho rigurosamente demostrado!
Y, en efecto, lo está y el mismo autor dice
que «destruyendo el cerebro de los animales
ya no manifiestan la espontaneidad que traduce
a nuestros ojos la vida psíquica, sino
que siempre muestran la misma tristeza desesperante
del idiota. De aquí deducimos esta
conclusión : que los hemisferios cerebrales
son los órganos de las funciones psíquicas
(memoria, asociación de ideas adquiridos, reflexión,
etc.).
Y, para, evitarse disgustos, agrega el autor
: «Sin pretender, por lo demás, que las
funciones psíquicas del hombre y de los animales
sean de la misma naturaleza : esta es
ana cuestión de psicología y no tenemos ninguna
competencia para tratarla.» Lo que me
parece una hipocresía, porque el autor es
profesor de la Universidad de Lausanne y
corresponsal de la Academia de Medicina, de
París.
En otra vez debo tratar este panto, demostrando,
con opiniones de Pavlov, gran fisiólogo
ruso, y otros sabios, que las funciones
psíquicas de animales y hombres varían sólo
• en grado y no en esencia.
A medida que la paloma sin cerebro lo va
recobrando, al regenerarlo, vuelven sus facultades,
su inteligencia ; ya no es necesario
darle de comer, y ella sola se alimenta y da
pruebas de conciencia.
Así se ha hecho, por tanto, el análisis y la
síntesis del órgano y del pensamiento que en
él residí,
(1) Arthns. Pricis dé fihysloUgie, 1920. Pág. 756,
Hassou J. cíe París,
© faximil edicions digitals 2006
MECANISMO DE LAS ACCIONES
NERVIOSAS
Haciendo vibrar cordones de azogue amalgamado
con plomo, por medio de una pluma,
puede imitar los reflejos y sus leyes, en un
antiguo trabajo.
Producía así ondas que caminaban y movían
cuerpos ligeros flotantes sobre el mercurio.
Estas ondas pueden verse en los músculos
de las hormigas, que se van dilatando a
su paso (Janet).
Las teorías de la onda nerviosa oscilan entre
las físicas (osmótica y electrocapilar), que
la atribuyen a cambios de presión osmótica
(dentro de membranas), la de Lillie, y la
química, que la explica por sustancias, excitantes,
hormonas, etc.
Lillie concluye en una obra especial (i)
que una estructura de soluciones salinas
(electrolíticas) conteniendo materias oxidables
y dividida en partes por delgadas capas
de materias insoluoles, con una gran resistencia
eléctrica, puede ser el sitio de cambios
químicos (oxidaciones y reducciones), que
ocurren en la superficie de las participaciones
cuando el sistema está atravesado por una
corriente de suficiente intensidad. Parece que
esta clase de arreglo estructural es la causa
de la sensibilidad eléctrica de la materia viviente
y es el tipo de estructura característica
del protoplasma o savia de la vida.
El experimento de los colpoides ya mencionado
apoya esta hipótesis y nos enseña que
las acciones eléctricas y químicas combinadas
imitan la vida, la sensibilidad y hasta la
inteligencia.
TEORÍA RECIENTE
Mí estimado corresponsal en Washington,
señor C. F. Krafft, en carta del 22 de enero
de 1932, me informa que, hasta hace anos
diez años, generalmente se pensó que un impulso
nervioso consiste sencillamente en una
corriente eléctrica, pero en estos tiempos se
ha acumulado una cantidad considerable de -
pruebas para mostrar que el impulso nervioso
consiste en realidad en una onda de acción
química, como se verá en el número de septiembre
de la Quarterly Review of Biology y
en el de noviembre de 1929, del American
Journal of Psychiatry.
Según Demócriío y el gran Edison, el pensamiento
reside, profundamente, en los átomos,
y ésta es la opinión que domina, puesto
que la electricidad es el alma del átomo y del
universo.
(1) R. S. Lillie. Protoplasmic Action and. Nervous
Action. The Vniversity of Chicago Pre«. 1933.