revista 2009

PACO RUIZ NOGUERA: LA
POESÍA VISUAL
Adriana Gaspar y Laura Vera,
2º de Bachillerato
Francisco Ruiz Noguera volvió a nuestro
instituto el pasado 14 de marzo para dar una
Conferencia sobre la Poesía Visual al alumnado de
Bachillerato.
Actualmente es Titular de Lingüística Aplicada
en la Universidad de Málaga.; fue profesor en nuestro
instituto. Es fundador y director de las revistas El
Laberinto de Zinc y El Robador de Europa. Además, y
por encima de todo, es poeta.
Sus cinco primeros libros están recogidos en el
volumen Campo de pluma. Posteriormente, ha
publicado El año de los ceros, El oro de los sueños y Arquitectura efímera Entre las antologías de su obra
destacan Verbi gratia, Memoria, Materia griega y Ventanas Interiores).
Ha recibido los premios de poesía Ricardo Molina, Antonio Machado y Vicente Núñez. En 2003 fue
finalista del Premio Nacional de Poesía.
Ha publicado numerosos trabajos sobre poesía contemporánea y poesía medieval española, así como
ediciones y estudios de la obra de varios escritores, como Salvador Rueda, Cernuda, Altolaguirre, Muñoz
Rojas, Ricardo Molina, Manuel Alcántara, Vicente Núñez, Mª Victoria Atencia, Pérez Estrada, o Antonio
Soler, etc.
La poesía visual es una forma que tiene la poesía de manifestarse, una forma de experimentación
verbal con el lenguaje y las imágenes.
Aunque fueron las vanguardias quienes pusieron de nuevo de moda esta técnica, no es, como
podemos creer debido a lo que nos dicen los libros, algo reciente.
Ruiz Noguera nos informó en la presentación de cómo ya en la antigua Grecia, en la cultura latina, en
las literaturas orientales encontramos formas más o menos complejas de palabras formando imágenes;
también de literatura sacra hay muestras de esta capacidad espacial de mezclar una técnica tan sonora
como la lírica y otra tan llamativa como la visual. Autores que van desde Rabano Mauro, pasando por el
famoso “Abracadabra”, Mallarmé o Apollinaire, aunque también españoles como Carmen Peralto, Boso, o
Castillejo.
Queda demostrado que la poesía no tiene fecha de caducidad, como tampoco la tiene el lenguaje, ya
que éste no tiene fin.
Le agradecemos que nos haya acercado este gran maravilloso mundo de “minorías”.
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