Boletín de la Escuela Huber

Boletín de la Escuela Huber
Luna y Neptuno en una conjunción de segundos, ocupan la
zona media del sector mutable de la casa VII, tiene
aspectos ambivalentes, por lo que no hay concordancia
entre la capacidad expresada por los aspectos y el carácter
mutable de los dos planetas. Todo el conjunto se torna
inestable y la sensibilidad de los planetas será herida, con
fuerza por las exigencias del Sol, que expresa la voluntad
de afirmación social, pero podrá deleitarse con las
creaciones expresadas por Júpiter. Aquí la oposición de
Saturno hará difícil la asociación con el tu, pero también
expresará los temores en su seguridad material y buscará
el amparo de las normas y convencionalismo sociales.
Todo este delicado, y sociable, mundo emocional expresado por la conjunción, estará
sometido a un constante vaivén.
Urano en una posición prácticamente de cúspide de la casa IX, es tricolor, hecho que
permite deducir la buena capacidad de aprendizaje en los asuntos indicados por la casa, a
pesar que el temperamento agua de Piscis resta ardor a la expresión de sus ideas y
creencias. La conjunción con el nodo hace notar la carga karmica de tal posición, y apunta a
que el individuo deba de afrontar en esta encarnación, la responsabilidad del conocimiento
profundo unido a los convencionalismos y acuerdos sociales en una atmósfera total de
entrega y sacrificio hacia los demás. Urano se nutre con la inteligencia y voluntad del Sol, se
torna profundo por la conciencia que le da Saturno y se activa ante los retos y riesgos que le
presenta Júpiter.
Marte también en el sector cardinal de la casa IX, es débil por signo, y no le favorece la
naturaleza sensible del Signo de Piscis. Dada la posición se verá obligado a actuar, y lo
hará con inteligencia y ardor perfeccionista, expresará con valentía las ideas de amor
universal, y aquí vuelve ha aparecer una forma diferente de comportamiento, mas abierta y
comunicativa.
Cuarto cuadrante. Ser. Sol, Mercurio y Venus.
Sol y Mercurio en el sector mutable de la casa X, con
Mercurio bajo la cúspide de la casa XI y ambos en el
signo interceptado de Tauro. Lo primero que vemos son
los problemas de falta de expresión del Sol, que presenta
cuadraturas con Luna y Saturno, también aparece el
verde, y el azul dándole al Sol toda la capacidad de
aprendizaje, pero no dispone de escenario donde
representar, hecho que provocará una fuerte frustración
en sus demandas de individualización y reconocimiento
social. Para tal fin el Sol utilizará a Mercurio, que activará
en sobremanera las actitudes en la búsqueda de
relaciones, o de resultados de su actividad social y la expresión de sus grandes ideales.
Este planeta recibirá un sobreesfuerzo que puede ser somatizado. A pesar de su poca
energía por signo y la fijeza del mismo, hecho que no concuerda con la naturaleza propia
del planeta, al que solo le favorece la mutabilidad de la figura a la que pertenece, expresará
el anhelo de poder y transformación que le exige Plutón, así como de la capacidad
realizadora de ideas del que esta provisto por Marte.
Por ultimo Venus situada bajo la cúspide de la casa XII, débil en el signo de Cáncer, recibe
solo cualidades cardinales, tanto de la figura a la que pertenece, como del aspecto que
recibe y del planeta que lo emite, y en el signo en que se ubica. La femenina Venus,
encerrada en la casa XII, se vera sobre estimulada y no será capaz de producir la armonía a
la que ella aspira, y entrará en una renuncia, que puede afectar al mundo de relaciones, y a
la expresión artística, pero que le puede permitir entrar en contacto con el poder de lo
femenino que mantiene nuestro Universo.
Sam Keen 32