Descargar Documento - Dirección de Arquitectura - MOP
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Héctor Valdés Phillips, presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Arquitectos en esos<br />
años, afirmó lo siguiente:<br />
“Lo que <strong>de</strong>seo hacer presente en estas líneas es otro aspecto <strong>de</strong>l<br />
proceso <strong>de</strong> proyección y construcción <strong>de</strong> los edificios UNCTAD,<br />
tal vez el mas significativo para el gremio, el mas aleccionador.<br />
Y es el único aspecto al cual los propios arquitectos <strong>de</strong> la obra<br />
no querrán nunca referirse, porque se trata nada menos que <strong>de</strong><br />
su conducta profesional; <strong>de</strong> la actitud o <strong>de</strong>l “estilo” con que<br />
actuaron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer instante, factor fundamental <strong>de</strong>l exitoso<br />
proceso que merece y <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong>stacado aun cuando ellos<br />
prefieran seguramente por mo<strong>de</strong>stia lo contrario. Actitud o estilo<br />
que se exteriorizó cuando <strong>de</strong>bieron hacer abandono <strong>de</strong> sus locales<br />
<strong>de</strong> trabajo y <strong>de</strong> sus activida<strong>de</strong>s habituales: cuando se integraron<br />
a un equipo profesional quienes nunca habían trabajado antes<br />
juntos. Actitud o estilo, por último, que culminó, al término <strong>de</strong><br />
la construcción, cuando llega para el arquitecto <strong>de</strong> una obre <strong>de</strong><br />
trascen<strong>de</strong>ncia pública el momento <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s satisfacciones<br />
espirituales y pue<strong>de</strong> con justificado orgullo <strong>de</strong>jar constancia <strong>de</strong><br />
su nombre grabado en la piedra para conocimiento <strong>de</strong> las<br />
generaciones presentes y futuras: rechazaron ellos este acto<br />
final, símbolo y expresión <strong>de</strong> su tutoría intelectual, y propusieron<br />
en cambio una frase generosa que abarca a todos cuantos, en<br />
una u otra forma, colaboraron con su inteligencia y su esfuerzo<br />
a la materialización <strong>de</strong> tan meritoria realización arquitectónica.”<br />
Cuando iniciamos las faenas no podíamos imaginar todas las vicisitu<strong>de</strong>s<br />
que íbamos a enfrentar hasta entregar el edificio en los plazos<br />
programados. Fue un auténtico parto, que se extendió por 275 días.<br />
Nueve meses palpitantes, don<strong>de</strong> un colectivo <strong>de</strong> obreros, artesanos,<br />
empresarios, profesionales y artistas<br />
llevaron a cabo una proeza colectiva sin parangón en la historia <strong>de</strong><br />
la construcción en Chile.<br />
Una vez concluida la Asamblea en Junio <strong>de</strong> 1972 y hasta el golpe<br />
militar, el edificio funcionó como un centro cultural, generando un<br />
atractivo popular impresionante. Recor<strong>de</strong>mos que el proyecto <strong>de</strong><br />
arquitectura concibió la placa como un cuerpo abierto, un puente <strong>de</strong><br />
comunicación utilizado por el público para cruzar sin restricciones<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Alameda hasta el Parque Forestal, o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la calle Lastarria<br />
hacia los patios interiores.<br />
El casino se convirtió en el principal recinto <strong>de</strong> autoservicio <strong>de</strong> la<br />
capital, llegando a servir hasta 5.000 raciones diarias <strong>de</strong> almuerzo.<br />
El patio posterior, adyacente a calle Villavicencio y expansión natural<br />
<strong>de</strong>l casino, congregaba a toda hora la actuación <strong>de</strong> grupos musicales<br />
informales o simples solistas, a aficionados <strong>de</strong> la pantomima, a<br />
recitadores, payadores, o a grupos <strong>de</strong> jóvenes platicando libremente<br />
en sus jardines.<br />
Las salas interiores eran solicitadas por agrupaciones artísticas<br />
consagradas o aficionadas, y se multiplicaron las exposiciones <strong>de</strong> todo<br />
or<strong>de</strong>n, asambleas culturales, sociales o políticas, conferencias y<br />
seminarios, exhibiciones <strong>de</strong> cine y representaciones teatrales, dando<br />
vida a una explosión cultural inédita en Chile. Finalmente, recor<strong>de</strong>mos<br />
Casino UNCTAD III, 1972.<br />
(fotografía: revista De <strong>Arquitectura</strong>, N°13, <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong><br />
<strong>Arquitectura</strong> y Urbanismo <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile, primer<br />
semestre <strong>de</strong> 2006)<br />
Vista aérea <strong>de</strong> la obra UNCTAD III, 1971<br />
(fotografía: revista AUCA N°22, abril <strong>de</strong> 1972)<br />
que se habilitaron espacios para servicios como oficinas bancarias,<br />
<strong>de</strong> correos, <strong>de</strong> turismo, kioscos <strong>de</strong> venta <strong>de</strong> periódicos y librerías.<br />
Po<strong>de</strong>mos afirmar con certeza, que el pueblo hizo suyo este edificio,<br />
haciendo realidad el propósito expresado por el presi<strong>de</strong>nte Allen<strong>de</strong>,<br />
en el sentido <strong>de</strong> poner la cultura al alcance popular.<br />
El edificio constituyó un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> arte y arquitectura<br />
como nunca antes ni <strong>de</strong>spués se ha conocido en Chile. Los artistas<br />
no se limitaron a colgar sus telas, sino que participaron en el diseño<br />
<strong>de</strong> las puertas y lámparas, en los revestimientos <strong>de</strong> muros y<br />
pavimentos, en la claraboya <strong>de</strong> la plazoleta <strong>de</strong> acceso, en el mobiliario<br />
y en los tiradores <strong>de</strong> las puertas. También artesanos mimbreros y<br />
bordadoras <strong>de</strong> tapices se integraron a esta explosión creadora, que<br />
dio vida a una obra <strong>de</strong> un colorido in<strong>de</strong>scriptible. Pasearse por la<br />
UNCTAD se transformó en una opción preferente <strong>de</strong> los santiaguinos.<br />
La Junta Militar ocupó el Centro Cultural Gabriela Mistral como casa<br />
<strong>de</strong> gobierno, acabando <strong>de</strong> una plumada con la intensa actividad<br />
cultural que tenía lugar en el edificio, e intervino radicalmente su<br />
arquitectura. Se blindaron los pisos superiores <strong>de</strong> la torre, se enrejó<br />
todo su contorno haciendo imposible la libre circulación <strong>de</strong> las<br />
personas. Se eliminaron los cristales que comunicaban visualmente<br />
la Alameda con la planta baja <strong>de</strong>l edificio, siendo sustituidos por<br />
herméticos muros <strong>de</strong> ladrillo. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>saparecieron la mayoría <strong>de</strong><br />
las obras <strong>de</strong> arte, cuyo <strong>de</strong>stino se ignora, y otras fueron simplemente<br />
<strong>de</strong>struidas.<br />
La cultura fue usurpada por las armas. El edificio fue agredido y<br />
separado <strong>de</strong> su pueblo y así permaneció hasta ahora.<br />
El incendio ocurrido en Marzo <strong>de</strong> 2006 abrió una encendida polémica<br />
respecto al futuro <strong>de</strong>l edificio. Se escucharon voces propiciando su<br />
<strong>de</strong>molición, motivadas por la inevitable connotación política <strong>de</strong> la<br />
obra, pero en <strong>de</strong>finitiva el siniestro contribuyó a terminar con las<br />
incertidumbres respecto al <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> un edificio tan emblemático<br />
en nuestra historia, y la presi<strong>de</strong>nta Michelle Bachelet, resolvió<br />
rehabilitar el edificio y restituir su vocación cultural, como parte <strong>de</strong><br />
las iniciativas impulsadas en el marco <strong>de</strong>l Bicentenario <strong>de</strong> la República.<br />
Los participantes al concurso <strong>de</strong> arquitectura me <strong>de</strong>signaron como<br />
su representante ante el jurado, y se podrá compren<strong>de</strong>r la carga<br />
emotiva con la cual ingresé a la sala don<strong>de</strong> colgaban las propuestas<br />
presentadas por nuestros colegas.<br />
Esta vez no fue una tarea fácil para el jurado. Todos sus miembros<br />
percibíamos la responsabilidad <strong>de</strong> acertar en la elección <strong>de</strong> un proyecto<br />
capaz <strong>de</strong> preservar la imagen <strong>de</strong> un edificio incorporado a la memoria<br />
histórica <strong>de</strong> los chilenos, restituyendo sus valores originales e<br />
incorporando la materialidad y los recursos tecnológicos actuales.<br />
Un edificio representativo <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad, y a<strong>de</strong>cuado al <strong>de</strong>sarrollo<br />
<strong>de</strong> las múltiples formas <strong>de</strong> expresión alcanzadas actualmente por las<br />
artes escénicas, las artes visuales y la música. No hubo consenso<br />
mayoritario en una primera etapa, y el jurado optó por sugerir a la<br />
<strong>Dirección</strong> <strong>de</strong> <strong>Arquitectura</strong> <strong>de</strong>l <strong>MOP</strong> una nueva convocatoria, abierta<br />
a los cinco proyectos mejor evaluados.<br />
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