ANTOLOGÍA SSBB.pdf - lite-espanola-para-gmk
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(Arriba en la torre está sola Melibea)<br />
[…]<br />
PLEBERIO: (Al pie de la torre.) Hija mía, ¿qué haces sola? ¿Qué quieres decirme? ¿Subo?<br />
MELIBEA: No subas aquí, porque harás más difícil lo que quiero decirte. Sufrirás con la muerte de<br />
tu única hija. Mi fin ha llegado, y mi descanso y tu dolor. Si me escuchas, oirás la causa de mi<br />
obligada y alegre muerte. Oye, pues, padre mío, mis últimas palabras y si, como espero, las<br />
comprendes, no me culparás. Bien ves y oyes el triste y doloroso pesar203 que siente toda la ciudad.<br />
Oyes sonar las campanas, los gritos de la gente, el ruido de las armas. De todo esto soy yo la causa.<br />
He cubierto de luto204 a los caballeros de la ciudad; mucho pobres de las limosnas205 que les daba; he<br />
dejado a los vivos sin el modelo de cortesía y virtud que él representaba; yo he sido la causa de que<br />
su cuerpo, en plena juventud, esté enterrado <strong>para</strong> siempre. Como estarás aterrorizado, padre mío,<br />
escuchando estos delitos, te quiero decir algo más. Hace muchos días que sufría por mi amor un<br />
caballero, llamado Calisto, que tú conoces bien. Era tanto su dolor, que descubrió su pasión a una<br />
astuta mujer, llamada Celestina, a quien confesé mi secreto amor. Yo le revelé206 1510<br />
1515<br />
1520<br />
a ella lo que<br />
ocultaba a mi querida madre. Ganó mi confianza y buscó la manera de que se cumpliesen nuestros<br />
deseos. Vencida ya por el amor de Calisto, le dejé entrar en tu casa, saltando las paredes de tu<br />
huerto. Perdí mi virginidad. Vino anoche, como era costumbre, y mientras gozábamos juntos, oímos<br />
un gran ruido. Cuando quiso salir del huerto, no puso bien el pie en la escalera, cayó al suelo y se<br />
1525abrió<br />
la cabeza. Aquí se acabó mi esperanza, aquí se acabó mi compañía. Su muerte me llama a<br />
morir como él, cayendo desde lo alto como cayó él. ¡Oh, mi amor y señor Calisto! Te ruego, padre<br />
mío, que nos enterréis juntos y juntos sean nuestros funerales. Más cosas te diría, pero veo por tus<br />
lágrimas que no puedes sufrir más. Saluda a mi amada madre y dile la causa por la cual muero. Dios<br />
quede contigo y con ella. A Él ofrezco mi alma. Recibe tú este cuerpo que ahí baja. (Se tira.)<br />
[…]<br />
ACTO XXI<br />
PLEBERIO: ¡Ay, noble mujer! Todo nuestro bien se ha perdido. ¡No queramos vivir más! Para que<br />
no llore yo solo lo que hemos perdido los dos, mira allí muerta a nuestra hija. Ella misma me dijo la<br />
causa. ¡Oh, gentes que venís a ver lo ocurrido, ayudadme a sentir mi pena! ¡Oh, mis canas 207 , mejor<br />
estaría yo muerto que no mi hija! No quiero vivir ya. Me sobran días de vida, hija mía, pues no<br />
tengo tu agradable compañía. ¡Oh, mujer mía, si alguna vida te queda, gástala conmigo llorando sin<br />
descanso! ¿Para qué edifiqué torres? ¿Adónde hallará208 consuelo mi desconsolada209 vejez? ¡Oh,<br />
fortuna loca! ¿Por qué no has destruido mis riquezas? ¿Por qué no has quemado mi casa? ¡Oh, vida<br />
llena de miserias! ¡Oh, mundo, mundo!, me pareces un laberinto de errores, un desierto temible, un<br />
campo de fieras, un prado lleno de serpientes, un huerto florido sin fruto, una inútil esperanza, un<br />
verdadero dolor. Corremos por los prados de tus vicios210 y cuando descubrimos el engaño, ya no<br />
nos podemos librar211 1530<br />
1535<br />
1540<br />
. ¡Oh, incom<strong>para</strong>ble pérdida! ¿Qué haré cuando entre en tu habitación y la<br />
encuentre vacía? ¿Qué haré cuando te llame y no respondas? ¡Oh, amor, amor! Nunca pensé que<br />
203 pesar: preocupación.<br />
204 luto: pena por la muerte de alguien.<br />
205 limosna: donación de dinero que se da a la gente pobre.<br />
206 revelar: descubrir lo secreto.<br />
207 canas: pelos de color blanco.<br />
208 hallar: encontrar.<br />
209 desconsolado: triste, melancólico; que no tiene consuelo.<br />
210 vicios: malas obras.<br />
211 librar: sacar a una persona de un mal o peligro.<br />
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